Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Como Valorar A La Familia Como Hijos de Dios Bill
Como Valorar A La Familia Como Hijos de Dios Bill
DIOS
6. La familia es primero
Este lema se irá fortaleciendo con el tiempo. En toda familia debe existir reglas, pero también debe
existir momentos de diversión, en dónde se compartan experiencias y se formen buenos recuerdos.
Asimismo, se debe enseñar que la familia siempre estará para apoyar a cada uno cuando más lo
necesite y que siempre habrá confianza entre ustedes. Con el tiempo esto formará un sentimiento de
comunidad familiar que todos considerarán prioritaria, incluso luego de que cada
uno tome su camino. De lo contrario, si la familia solo tiene reglas y no fomentan un ambiente de
comprensión y entendimiento, los miembros de la familia, en especial los hijos buscaran apoyo y
comprensión en otra parte.
7. Limiten las actividades extracurriculares de sus hijos
En la actualidad, los padres recargan mucho a sus hijos con actividades extracurriculares en el
colegio. Estas actividades son utilizadas como un recurso debido a las constantes horas de trabajo y
labores domésticas que los padres tienen que realizar y eso impide que puedan cuidar de ellos. Por
lo tanto la madre o el padre se vuelve un chofer que solo recuerda obligaciones. Esto no solo
aumenta el estrés en todos los miembros de la familia sino también reduce poco a poco el tiempo
que pasan juntos. Para evitarlo, se recomienda optar por participar en actividades extracurriculares
en familia. Utilicen el tiempo que les toma llevar y recoger a sus hijos del colegio y empléenlo, por
ejemplo, para ir juntos a montar bicicleta o aprender a tocar algún instrumento.
8. Construyan rituales familiares
Estos pueden ser rituales religiosos, patrióticos o simplemente de cada familia. Si son agradables
para cada uno, como por ejemplo tener una noche de cine, salir a pasear los domingos, o ir de viaje
durante un feriado en particular, con el tiempo se volverán gratos recuerdos y serán respetados por
todos los miembros de la familia. Estos rituales no deben ser rígidos ni obligatorios, pues lo único
que producirá es que lo vean como un mal momento que tienen que pasar con la familia y no como
una experiencia que los unirá.