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Pero ¿qué puede estar expresando con su comportamiento alguien que siempre se hace
esperar? Para Elsa Wolfberg, médica psiquiatra y psicoanalista, una persona puede ser
impuntual por las siguientes causas:
Baja autoestima: cree que lo que aportará no será suficiente o de poca calidad y
así acorta el encuentro.
Haber sido relegado y tratado con destiempo en su historia personal.
Agendar más compromisos de los que realmente puede cumplir.
Tener una alta ambivalencia hacia la persona con la que debe encontrarse o por
la actividad que tiene que efectuar: se queda a mitad de camino, ni va del todo,
ni falta.
Creerse sobredimensionado y pensar que hacerse esperar lo vuelve aún más
importante.
Haber perdido la noción del tiempo: enfrascándose en tareas apasionantes o por
ser un adicto al trabajo.
Padecer de rebeldías no encauzadas: se pelea con normas y relojes para
demostrar que está más allá de las pautas consensuadas.
No encontrar canales de expresión: llegar tarde al trabajo implica que no se
tiene motivación pero tampoco se encuentra el modo de plantear el desacuerdo.
¿Causas fisiológicas?
En algunos casos podría haber una causa fisiológica, porque las alteraciones del lóbulo frontal
del cerebro -donde radica la función de planificación de los actos- desorganizan las acciones y
vuelven impuntual al sujeto. "Sale para una cita y por el camino se encuentra con alguien, que
lo invita a tomar un café, pasa por un cine y entra y puede llegar a la cita como si nada
hubiera pasado 6 horas después. Esto se ve, por ejemplo, en consumidores crónicos de
cocaína con lesión frontal producto de la misma, donde el sujeto no es consciente de su
inconducta", explicó Harry Campos Cervera, médico y especialista en psiquiatría y
psicoanalista.
Demasiado temprano
Pero, ¿existe algún método para dejar de llegar tarde? Novelli sostuvo que desde el
psicoanálisis se procura que el sujeto entienda que ser impuntual puede ser considerado como
un síntoma y, como tal, tiene un sentido que debe ser encontrado con el
psicoterapeuta. "Descubierto el sentido desaparece el síntoma. Muchas veces no se trata de
aplicar la voluntad para mejorar, porque hay quienes realmente se esfuerzan por llegar a
horario pero...siempre hay un pero".
Si bien llegar tarde está visto como una falta de respeto y de responsabilidad, en muchos
países la tardanza también puede ser una costumbre o un rasgo cultural. "Es habitual que los
Latinoamericanos lleguen tarde y puedan verlo como algo normal hasta una hora después.
En Argentina se suele llegar con 15 minutos de retraso a una cena pero en Estados Unidos eso
sería inaceptable, se llega a la hora citada y hasta hay horario preciso de finalización", explica
Rascovsky.
Otra especialista consultada por Infobae América fue Lía Ricón, médica, profesora titular del
Departamento de salud mental y directora de Carrera de médico especialista en psiquiatría,
ambas en la Universidad de Buenos Aires, quien se refirió a los profesionales de la salud, a
quienes tildó de "habitualmente impuntuales", sobre todo en el caso de los médicos clínicos,
los especialistas, los cirujanos y los odontólogos.
"Hacen un deslizamiento, desde poseer una técnica a poseer a las personas que los
consultan. Son dueños de un saber y de una técnica, no de las personas, no de los cuerpos, no
de las conductas, no de las decisiones", puntualizó. "Suelo decir una frase molesta, que suena
peor por ser yo misma médica: Mi tiempo vale tanto como el suyo. En mi práctica docente,
siempre enseño a los médicos este respeto por el otro que se manifiesta a través de la
puntualidad. Quien está leyendo esta nota, ya sabe que he tenido poco éxito", lamentó.
http://www.infobae.com/2012/06/29/656359-impuntualidad-por-que-hay-gente-
que-siempre-llega-tarde