Clienta: Quería un kilo de manzanas, medio de cerezas y una piña, pero pequeña. Frutera: ¿Así? Clienta: No, un poco más pequeña. Frutera: Pues esta. ¿Algo más? Clienta: Eh… Sí, un kilo de tomates y dos pimientos grandes. Frutera: ¿Algo más? Clienta: No. Frutera: Pues son… nueve euros.
Carnicero: Hola, ¿qué te pongo?
Cliente: Pues tres chuletas de cerdo, cuatro lonchas de jamón serrano y un filete de ternera. Carnicero: ¿Más? Cliente: ¿Tienes chorizo? Carnicero: Sí, claro; mira, ahí está. Cliente: Pues ponme doscientos gramos. Carnicero: Doscientos gramos, aquí tienes. ¿Más? Cliente: No. Carnicero: Diecisiete euros. Cliente: ¿Tienes cambio de cincuenta? Carnicero: Sí, sí.
Clienta: Un besugo, por favor.
Pe s c a d e r o : Un besugo, ¡marchando! Va a ver, está riquísimo y muy fresquito. ¿Alguna cosita más? Tengo lenguado, rape, atún, caballa, mejillones, para la paella están riquísimos y muy fresquitos. Clienta: Pues medio de mejillones. Pe s c a d e r o : Medio de mejillones, ¡marchando! Va a ver, están buenísimos. ¿Algo más? Tengo bacalao, bacalao español, del Norte, para hacer el bacalao a la vizcaína, ¡riquísimo! ¿Le pongo un kilo? Clienta: No, gracias, nada más. Pe s c a d e r o : También tengo anchoas, langostinos… Clienta: No, no, gracias.