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Genocidio

 genocidio es el exterminio sistemático de un grupo social, motivado


por cuestiones de raza, religión, etnia, política o nacionalidad. Se trata
de un asesinato de masas que busca la eliminación delgrupo y que,
incluso, puede incluir medidas para evitar los nacimientos.
De ahí que el citado genocidio esté considerado como el acto más grave
y extenso de lo que es la llamada limpieza étnica. Es decir, de intentar
conseguir que en un país o en un territorio concreto se consiga acabar
con la presencia de personas que son consideradas “inferiores” por
cuestiones de raza o de religión, entre otras características.

HOMICIDIO DOLOSO

El homicidio doloso se encuentra regulado en el artículo 138 CP que dice: “El que matare a
otro será castigado, como reo de homicidio, con la pena de prisión de diez a quince años”.

Así pues, el primer problema que puede plantear esta figura es el alcance de la
palabra “otro” que se desprende del enunciado del artículo 138 CP. Por eso, es necesario
delimitar el objeto material de este delito determinando, por tanto, el momento de inicio y
de fin de la vida humana independiente.

Esta delimitación es importante para dar solución a los problemas que se plantean a efectos de
diferenciar el delito de homicidio del delito de aborto. Por ejemplo, en el caso de una mujer
que da a luz a una criatura en un portal e, inmediatamente, sin cortarle el cordón umbilical ni
estimular su respiración, la abandona; o la mala praxis de un médico durante el parto provoca
que el niño nazca muerto.

Homicidio culposo : Consiste en causar la muerte, un ser humano a otro, obrando con culpa, o
sea, sin intención o dolo, pero con negligencia. Por ejemplo, a alguien limpiando un arma se le
escapa un tiro, y mata a otra persona, que estaba junto a él. Un automovilista circula rápido y
no puede frenar cuando se le cruza un peatón, y le da muerte. El anestesista, que causa la
muerte de un paciente al administrar mal la anestesia, por descuido.
Homicidio preterintencional: Según lo establecido en el art. 21 del Código Penal (en adelante
C.P.), en Colombia existen tres modalidades de conducta punible: el dolo, la culpa y la
preterintención. Mientras que la modalidad dolosa constituye la regla general, las dos últimas
sólo son punibles en los casos expresamente señalados en la ley. La preterintención consiste,
según el art. 24 del C.P., en una conducta cuyo resultado, siendo previsible, “excede la
voluntad del agente”. El presente artículo pretende hacer un análisis sobre el homicidio
preterintencional consagrado en el art. 105 del C.P., que establece: “El que
preterintencionalmente matare a otro, incurrirá en la pena imponible de acuerdo con los dos
artículos anteriores, disminuida de una tercera parte a la mitad”. El objetivo principal es hacer
una delimitación de este tipo penal en cuanto a su estructura y sus elementos constitutivos,
además de mostrar las dificultades que plantea en su aplicación a los casos concretos. Esto
permitirá resaltar la importancia de adoptar criterios claros para diferenciar, con rigor, la
preterintención del dolo eventual, pues este ha sido uno los asuntos que mayores dificultades
ha generado en la jurisprudencia nacional. Lo anterior, se hará a partir del análisis de algunas
de las sentencias que sobre el tema han proferido los Tribunales Superiores de los Circuitos
Judiciales de Bogotá y Medellín, así como la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia.

Código Penal
Artículo 106. Homicidio por piedad

El que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión
corporal o enfermedad grave e incurable, incurrirá en prisión de dieciséis (16) a cincuenta y
cuatro (54) meses. 

Lesiones personales.

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El art. 316 del Código Penal consagra consagra una definición que resulta aplicable a cualquier
tipo de lesión: "eslesión personal cualquier trastorno fisiológico del cual se deriva una
enfermedad del cuerpo o de la mente".
El referido artículo establece que "el que sin intención de matar causare a alguna persona una
lesión personal, será castigado con pena de prisión de tres a doce meses".
La norma pone de manifiesto la falta de intención de querer matar. Ocurre que toda vez que
el agente ataca a la víctima con intención de matar, primero provoca una lesión que configura
el paso previo a un hecho dañoso más grave que es el resultado muerte. En tal hipótesis
asistimos a un delito progresivo en el cual, la figura de menor gravedad esencial resulta
absorbida por el delito más grave (homicidio). Y cuando hay progresividad no hay concurso
delictual.
Dos criterios emanados de la sistemática legal nos permiten desentrañar, en un caso concreto,
si hay lesión personal, ellos son:
a) Que el trastorno anatomo-fisiológico derivado de la agresión no haya provocado a la
víctima, tiempo de inhabilitación para el desempeño de las tareas ordinarias, mayor de 20 días.
b) Que la víctima no haya corrido peligro de vida.
No se podrá iniciar acción penal si la víctima no formula la denuncia por el hecho que le afectó
en estos delitos: el traumatismo, las lesiones personales u ordinarias y las culposas graves.
Estas figuras no pueden perseguirse de oficio. Menos aún si la lesión culposa no es grave.
Sin embargo, el inc. 2º del art. 322 del Código Penal advierte: el Juez o el Ministerio Público
(Fiscal) podrán proceder de oficio, en los casos de traumatismo o de lesiones ordinarias,
causadas con abuso de las relaciones domésticas o de la cohabitación.
Se procederá de oficio cuando medien las circunstancias previstas en los incisos 3 y 4 del art.
59 del Código Penal, esto es, cuando en el delito participan tres o más personas y cuando el
hecho antijurídico intervienen inimputables.

La incapacidad laboral de origen común es aquella que se origina en una enfermedad no


profesional, o en un accidente no profesional, es decir que no ocurrió en ocasión al trabajo que
desarrolla el trabajador, como una gripe o una caída de fin de semana mientras el trabajador
estaba de paseo.

La incapacidad de origen común está a cargo de la Eps, pero sólo a partir del tercer día, es
decir, que la empresa debe asumir la incapacidad de los dos primeros días.

La incapacidad en todo caso la paga la empresa directamente al trabajador, y luego la empresa


repite contra la EPS, o mejor, le descuenta de los aportes que esa hace a la EPS en los periodos
siguientes.

Código Penal
Artículo 120. Lesiones culposas

El que por culpa cause a otro alguna de las lesiones a que se refieren los artículos anteriores,
incurrirá en la respectiva pena disminuida de las cuatro quintas a las tres cuartas partes. 

Cuando la conducta culposa sea cometida utilizando medios motorizados o arma de fuego se
impondrá igualmente la pena de privación del derecho de conducir vehículos automotores y
motocicletas y de privación del derecho a la tenencia y porte de arma, respectivamente, de
dieciséis (16) a cincuenta y cuatro (54) meses. 

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