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MODELOS SOCIALES DE LA
PERSONALIDAD (BANDURA Y
MISCHEL). MODELOS CONDUCTUALES
DE LA PERSONALIDAD (STAATS).EL
MODELO INTERACCIONISTA: FORMAS
DE INTERACCIONISMO. EL ESTUDIO
SOCIO-COGNITIVO DE LA
PERSONALIDAD: DESARROLLOS.
VENTAJAS Y LIMITACIONES DE ESTOS
MODELOS.
PERSONALIDAD:......................................................................................................................3
MODELOS TEÓRICOS:............................................................................................................4
CARACTERÍSTICAS:...............................................................................................................13
EL PROCESO DE INTERACCIÓN:..................................................................................................14
EL MODELO DE ENDELR Y MAGUNSSON:.............................................................................14
PREMISAS FUNDAMENTALES:....................................................................................................14
CONCEPTO DE INTERACCIÓN.....................................................................................................14
LA PERSPECTIVA INTERACCIONISTA REFLEJA UN MODELO “DINÁMICO DE LA PERSONA”:.......14
CARÁCTER RECÍPROCO DEL PROCESO DE INTERACCIÓN PERSONA X AMBIENTE:......................15
EL PAPEL ATRIBUIDO A LA PERSONA:.........................................................................................15
EL PAPEL ATRIBUÍDO AL AMBIENTE:..........................................................................................15
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD.......................................................................16
CARÁCTERÍSTICAS DE LA SITUACIÓN....................................................................................19
EXPLICACIÓN DE LA CONDUCTA...........................................................................................20
¿ES POSIBLE LA INTEGRACIÓN? PERSPECTIVAS FUTURAS.....................................................22
EL ACERCAMIENTO TIPOLÓGICO................................................................................................23
INTERACCIÓN RASGOS-PROCESOS PSICOLÓGICOS....................................................................23
MODELOS SOCIALES:...........................................................................................................23
VALORACIÓN EPISTEMOLÓGICA:...............................................................................................23
VALORACIÓN TEÓRICA:..............................................................................................................23
VALORACIÓN METODOLÓGICA:.................................................................................................24
PRINCIPALES APORTACIONES:....................................................................................................24
MODELOS INTERACCIONISTAS:............................................................................................24
VENTAJAS:..................................................................................................................................24
CRÍTICAS:....................................................................................................................................24
PERSONALIDAD:
El primer problema para el estudio de la personalidad es la definición del propio término. Este aparece
constantemente en el lenguaje popular tanto para caracterizar a una persona por su singularidad y
distinguirla de otros como, y sobre todo, para emitir un juicio valorativo de esa singularidad (ejemplo:
tiene mucha personalidad o una personalidad difícil…). Desde un punto de vista etimológico, la palabra
“Persona” hacía referencia a la máscara utilizada por los actores dramáticos y por extensión al
personaje.
El gran número de propuestas para definir y caracterizar la personalidad guarda relación con la
multiplicidad de fenómenos que tratamos de aprehender bajo la rúbrica general e imprecisa de
“personalidad”. MISCHEL señalaba que sobre la personalidad hay muchas definiciones y poco consenso.
Siguiendo a PELECHANO, podemos decir que las distintas definiciones tienen en común:
Prescindiendo hasta donde es posible de tintes teóricos-doctrinales podrían enumerarse unas notas o
características de la personalidad que se podrían sintetizar así:
1. La individualidad o globalidad: Elemento que alude a que, aun estando configurada por
diversos componentes y de distinta naturaleza psicológica(inteligencia, afectividad, etc.) la
personalidad es un todo. Un todo que cualifica y determina a cada individuo cuantitativa y
cualitativamente, ya que dichos componentes varían en ambas dimensiones de un sujeto a
otro.
2. La estructuración: Los elementos de la personalidad no constituyen un cuadro
desorganizado y caótico, sino que presentan una mutua organización y una recíproca
influencia, tanto en su estructuración interna, como en la interrelación individuo-ambiente.
3. La continuidad o consistencia: en el desarrollo ontogenético del individuo, este
experimenta notorios cambios a lo largo del mismo (niñez, adolescencia, etc.) y al propio
tiempo, su comportamiento sufre apreciables modificaciones. Sin embargo, pese a ello, el
individuo “sigue siendo el mismo”, hay en él unos parámetros fundamentales de
identificación personal y perdurabilidad.
4. La dinamicidad: La nota de continuidad, de perdurabilidad, no significa inmovilidad, es
decir, un concepto estático de la personalidad, sino que ésta posee una extraordinaria
riqueza de actividad psicológica. Las motivaciones, los cambios afectivos, etc. Constituyen
una auténtica perspectiva dinámica de la personalidad.
MODELOS TEÓRICOS:
Podemos clasificar las distintas teorías sobre la personalidad en los siguientes modelos:
Si en un primer momento los modelos de rasgos fueron los que primaron en el estudio de la
personalidad, fue MISCHEL, en la década de los ´60, el que propició la polémica PERSONA-SITUACIÓN.
Este autor, apoyándose en investigaciones empíricas señaló que los estados internos postulados por los
modelos personalistas explican sólo una pequeña parte de la conducta de los individuos, mientras que
las situaciones concretas en que tenían lugar las conductas parecían tener más influencia. Como
consecuencia, se proponía un cambio de paradigma hacia posiciones situacionistas.
El intenso trabajo de réplicas y contrarréplicas que originó esta postura dio un fuerte impulso a la
psicología de la personalidad y, en cierta medida, posibilitó la aparición del interaccionismo.
VISIÓN DE LA PERSONA.
La persona se concibe como un agente activo:
El impacto de los estímulos ambientales sobre la conducta dependen en parte de cómo sean
interpretados y codificados.
A través de su capacidad simbólica y autorreflexia la persona puede obtener conocimiento de
sí misma y del mundo que le rodea.
En este sentido podríamos hablar de pensamiento y cognición como determinantes causales de las
acciones humanas. Pero yendo más allá, apuntan los autores que la persona también es activa al fijarse
sus propias metas y autorreaccionar evaluativamente a las discrepancias entre las ejecuciones
presentes y las deseadas (variables implicadas en procesos de autorregulación de la conducta humana
como el desarrollado por Albert Bandura).
La diferencia con la psicología cognitiva radica en que mientras ésta hace hincapié en los mecanismos y
procesos implicados en el procesamiento de la información, la psicología de la personalidad lo hace en
las variables de la persona de tipo cognitivo-cognición que permiten explicar la conducta humana.
LA SITUACIÓN PSICOLÓGICA:
Los teóricos del aprendizaje social reconocen el papel de la interacción con la situación en aspectos
como:
1) El individuo posee la capacidad de adaptación ante las condiciones cambiantes del ambiente,
es capaz de discriminar unas situaciones de otras y evaluar las posibles consecuencias.
2) El individuo también juzga sus propias competencias para situaciones específicas y valora las
consecuencias de sus acciones en ciertas situaciones.
El Feedback de las consecuencias de acciones previas es utilizado como información que repercute en
las cogniciones actuales de la propia persona dependiendo de cómo sea interpretada esa situación.
VISIÓN DE LA CONDUCTA:
Se hace especial hincapié en la Conducta social compleja de los seres humanos. En este sentido,
ROTTER señala que gran parte de las conductas humanas son conductas dirigidas a meta, enfatizando
así la dimensión motivacional e intencional.
ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD:
La estructura de la personalidad está constituida por una serie de variables de la persona tales como:
Expectativas.
Creencias.
Metas.
Competencias.
Valores subjetivos.
Necesidades.
Planes.
Intenciones.
ROTTER se centró principalmente en las expectativas y en el valor del refuerzo como variables
relevantes para explicar la potencialidad ocurrencia de una conducta dentro del amplio rango de
rpertorio conductual que poseen las personas.
1. Expectativa de resultado.
2. Anticipación de consecuencias futuras de las acciones.
3. Expectativa de autoeficacia.
Dentro de lo que sería la regulación intencional de la conducta, señala que ésta opera a través de dos
fuentes de motivación o mecanismos de automotivación:
La aportación de MISCHEL en este sentido recaerá sobre la demora de la gratificación como variable de
la persona y en la integración de las 5 categorías de variables de la persona:
PROCESOS DE LA PERSONALIDAD:
Dentro de las teorías del aprendizaje social cabe mencionar dos procesos:
ASPECTOS COMUNES:
Los primeros autores de este modelo se autodenominaron TEÓRICOS DEL APRENDIZAJE SOCIAL, y en su
mayor parte eran autores con una fuerte tendencia conductista en su formación, entre los que
destacan: KELLY, ROTTER, MISCHEL, BANDURA O SPENCER.
1. Se concibe al ser humano con una fuerte actividad cognitiva (expectativas, esquemas…) de
modo que importa fundamentalmente el estudio de las interacciones entre este organismo
psicológico y el ambiente.
2. Se ignoran o tratan de manera marginal los aspectos biológicos de la conducta.
3. Se orienta la investigación a intentar aliviar o eliminar problemas humanos.
4. Se insiste en el estudio de los orígenes sociales de la conducta, relevante para el
funcionamiento humano y el papel que los distintos agentes de socialización desempeñase en
el desarrollo y conformación de la conducta del ser humano adulto.
5. El ser humano siempre puede modificar su manera psicológica de ser, además, esta manera
de ser va evolucionando y desarrollándose a lo largo de toda la vida.
EL MODELO DE BANDURA:
EL MODELO DE APRENDIZAJE:
ALBERT BANDURA podría decirse que es el autor de mayor peso en el enfoque de las teorías del
aprendizaje social. Denunció las insuficiencias del conductismo a raíz de sus postulados sobre la
necesidad de refuerzo directo y ejecución de la conducta para que se produjera aprendizaje,
proponiendo un nuevo modelo en el que los procesos cognitivos y el refozamiento vicario jugarán un
papel importante.
Generalmente se describen las características de este nuevo enfoque contraponiéndolas a las del
conductismo. Así, frente a los modelos reactivos se propone un sujeto activo que no se limita a
responder pasivamente a los estímulos sino que los elabora significativamente, organizando su actividad
con arreglo a planes y estrategias que guían y controlan su conducta. Frente a los modelos explicativos
asociacionistas y lineales, BANDURA, la figura más prominente en este ámbito, propone un modelo
interaccional de causación en el que los acontecimientos ambientales, los factores personales y la
conducta actúan como determinantes recíprocos.
Así, a diferencia del condicionamiento, que constituye una forma individual de aprendizaje, la
observación de modelos constituye una forma social de aprender.
RICHARD (1938): “Los niños no hacen lo que los adultos les dicen que deben hacer, sino lo que ven hacer
a los mayores”. En algunos idiomas la palabra “enseñar” es sinónima de “mostrar,” expresando la
importancia del aprendizaje por observación.
Para BANDURA y WALTERS (63) aprendemos a través de la mediación de los procesos cognitivos, que
nos permiten observar, imaginar, pensar y ponernos en el papel de otras personas que realizan
determinadas conductas y obtienen consecuencias por ello. Lo que nos permite:
Los modelos sirven también para reflejar normas sociales y pautas de conducta apropiadas.
Podemos definir el APRENDIZAJE POR IMITACIÓN como el “un proceso de aprendizaje por observación
en el que la conducta de un modelo actúa como estímulo para generar conductas, actitudes o
pensamientos similares en personas que le observan”. Lo que el sujeto aprende en estos casos son guías
de conducta.
Como funciones principales del aprendizaje por experiencia vicaria, cabe mencionar:
Como características generales de las teorías del aprendizaje social (AV o Aprendizaje por observación),
podemos mencionar las siguientes:
BANDURA.
FELDMAN.
PATTERSON.
CONCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD:
Bandura consideró que los planteamientos conductistas eran demasiado simple para el fenómeno que
observaba (agresión en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el
ambiente causa el comportamiento, pero que también el comportamiento causa el ambiente también.
Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una
persona se causan mutuamente.
Más tarde, fue un paso más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres
"cosas": el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona.
Estos procesos consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje.
Desde el momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un conductista estricto y
empieza a acercarse a los cognitivistas. De hecho, usualmente es considerado el padre del movimiento
cognitivo.
El añadido de imaginación y lenguaje a la mezcla permite a Bandura teorizar mucho más efectivamente
que, digamos por ejemplo, B.F. Skinner con respecto a dos cosas que muchas personas considerar "el
núcleo fuerte" de la especie humana: el aprendizaje por la observación (modelado) y la auto-regulación.
Modelo de Bandura(1978): establece un planteamiento transativo por el que la conducta (C), la persona
(P), y el ambiente situacional (S) se determinan recíprocamente según el siguiente esquema:
Bandura considera que en P están implicados factores internos personales (concepciones, creencias,
autopercepciones
Bandura creyó que el comportamiento estaba sobre la base de P-C-S, donde "P" es para la persona y lo
que está pensando, "C" es el comportamiento y lo que está haciendo, y "S" es el ambiente y las
interacciones con el mundo y la sociedad.
Bandura se refirió a esto como el determinismo recíproco triádico en su trabajo "teoría cognitiva
social" de 1989. El comportamiento, los factores cognoscitivos y el ambiente interactúan en conjunto en
una relación recíproca continua. Este concepto implica que se deben examinar todos los componentes si
se desea entender totalmente el comportamiento humano, la personalidad y la ecología social.
Para este autor, la personalidad será el conjunto de conductas que emite una persona, su froma de
comportarse, y la mayoría de estas conductas las ha aprendido por aprendizaje vicario. Si queremos
estudiar la PERSONALIDAD lo que debemos estudiar es cómo y porqué se poenen en marcha.Aparecerá
una consistencia de comportamiento, o lo que es lo mismo, una característica de personalidad, cuando
se generalice que la conducta que produce recompensa en una situación también la producirá en otras.
Una conducta se generaliza tanto más cuanto que los ambientes estimulares concretos sean los únicos
en los que sea reforzada. Así pues, el graod de generalidad de una conducta se deberá a los factores
ambientales del entorno del sujeto.
En ambientes muy perimisivos un sujeto podrá generalizar facilmente conductas de una situación a otra,
mientras que en ambientes estrictos deberá presentar conductas muy específicas. Por lo tanto, una
persona en ambientes diferentes, puede presentar conductas muy distintas. De esta manera la
Personalidad sería esencialmente controlada por el medio, pero a la vez, es un aspecto distintivo de un
sujeto respecto a otro dado que difícilmente los sujetos están sometidos a las mismas condiciones
ambientales.
De acuerdo con esto, no será una forma típica, innata, de reaccionar o comportarse del sujeto lo que
puede caracterizarle o considerarse como personalidad, sino que su personalidad dependerá de cómo le
ha afectado el medio.
Un concepto muy importante en psicología que podría entenderse bien con la autorregulación es el
AUTO-CONCEPTO (mejor conocido como autoestima). Si a través de los años, vemos que hemos
actuado más o menos de acuerdo con nuestros estándares y hemos tenido una vida llena de
recompensas y alabanzas personales, tendremos un auto-concepto agradable (autoestima alta). Si, de lo
contrario, nos hemos visto siempre como incapaces de alcanzar nuestros estándares y castigándonos
por ello, tendremos un pobre auto-concepto (autoestima baja) . La imagen que uno tenga de sí mismo
depende del resultado final del proceso anterior.
Notemos que los conductistas generalmente consideran el refuerzo como efectivo y al castigo como
algo lleno de problemas. Lo mismo ocurre con el auto-castigo. Bandura ve tres resultados posibles del
excesivo auto-castigo:
Lo anterior tiene cierta semejanza con las personalidades insanas de las que hablaban Adler y Horney; el
tipo agresivo, el tipo sumiso y el tipo evitativo respectivamente.
Las recomendaciones de Bandura para las personas que sufren de auto-conceptos pobres surgen
directamente de los tres pasos de la autorregulación:
AUTOEFICACIA:
La AUTOEFICACIA es definida como la “opinión personal que cada uno tiene acerca de su eficacia
personal” o dicho en otras palabras “la percepción que tenemos nosotros mismos acerca de nuestras
capacidades en base a las cuales organizaremos y realizaremos las acciones encaminadas a alcanzr un
rendimiento dado”
1) Expectativa de eficacia personal: juicio emitido sobre la propia capacidad para alcanzr un
cierto nivel de resultados.
2) Expectativa de resultados: juicio sobre las consecuencias más probables que producirá dicha
ejecución.
El sentido de la eficacia de uno mismo influye en sus opiniones, motivación y funcionamiento de muchas
maneras.
SOBRE EL AUTOR:
MISCHEL es uno de los autores más citados y que ha dado lugar a la polémica más relevante en la
psicología de la personalidad comentada anteriormente. En su obra “Personalidad y evaluación” (19)
representó su postura crítica respecto a la psicología de la personalidad basada en los rasgos que
suponían que el ser humano se caracterizaba por disposiciones actuar estables con poder
transituacional. Considera trivial esta consistencia e los rasgos, ya que las pautas de conducta
tradicionalmente estudiadas como “personalidad” están estrechamente relacionadas con el medio
ambiente en que se producen.
“Los seres humanos parecemos estar construyendo la ilusión de consistencia en el comportamiento pero
con ello perdemos la capacidad para predecir la acción propia y ajena”.
Su teoría se basa en los datos y teorías de las diferencias individuales sobre el procesamiento de la
información socioemocional. La teoría da por hecho que existen diferencias individuales consistentes en
las características de las situaciones que selecciona la persona y en las unidades cognitivo-afectivas que
se activan en respuesta a estas situaciones.
DESARROLLO MORAL:
En el desarrollo infantil se adquiere capacidad para juzgar y controlar la conducta, se “estructura una
conducta moral” que en su manifestación sería un hábito de comportamiento en vez de una moral
nosológica. Esta honestidad del comportamiento depende de la situación, es por ello una “moral
situacional”, encontrando poca relación entre actitudes morales y conducta observada.
Arthur Staats (1986, 1993, 1996) ha desarrollado una teoría del conductismo psicológico (denominado
también conductismo paradigmático; véase Tryon, 1990) que aporta introspecciones conductuales
para la comprensión de la personalidad. Critica la tradición skinneriana del conductismo radical por
descuidar temas de la personalidad: las diferencias individuales y los tests psicológicos. Su modelo
aborda esas ideas e incorpora además las influencias biológicas. De hecho, Staats argumenta que el
marco de referencia que él ha construido puede proporcionar una visión unificada de muchos campos
diferentes dentro de la psicología. La terapia, la psicología social, los enfoques biológicos, la
personalidad, la psicología del desarrollo: todos son adecuados para el conductismo psicológico que
bosqueja, aunque, como admite Staats, todavía deben completarse muchos aspectos del marco de
referencia. En su análisis, el estudio de la personalidad descansa sobre niveles más fundamentales
que incluyen la biología, el aprendizaje, la interacción social y el desarrollo infantil. A su vez, la
medición psicológica, la psicología anormal y la terapia recurren a la personalidad como un nivel más
fundamental de estudio psicológico (Staats, 1996, p. 19). La idea básica es que la personalidad
humana se construye por medio del aprendizaje. Este aprendizaje ocurre a través de los principios
descritos por Skinner y otros conductistas: reforzamiento, extinción, generalización, discriminación,
etc. Más allá de eso, Staats describe los principios del aprendizaje humano —en especial la naturaleza
extendida y creciente del proceso— en mucho mayor detalle que Skinner u otros conductistas.
De este modo, es innegable la inspiración en el conductismo operante, y la defensa del refuerzo como
elemento que determina la propia historia de aprendizaje de las personas. Sin embargo, uno de los
elementos más importantes de esta aportación es la existencia de introspección en las personas (lo cual
diferencia el modelo del conductismo más ortodoxo o radical). En esta misma línea, presta también
atención a la consideración de diferencias individuales, que explicarían el hecho de que las personas
respondamos de forma distinta al entorno.
REFORZAMIENTO:
Al aceptar la aseveración del conductismo de que la conducta es mantenida por el reforzamiento, Staats
consideraba las implicaciones de este concepto para la conducta humana. Dos de sus intervenciones se
han generalizado. Una de ellas fue descrita antes en este capítulo: el uso de fichas como reforzadores o
sistema de economía de fichas, en el cual la conducta deseada se refuerza con fichas que pueden ser
canjeadas luego por otros reforzadores (O’Leary y Drabman, 1971). El otro es un procedimiento de
tiempo fuera. Staats razonaba que un niño que se porta mal está siendo reforzado por esa conducta.
Sacar al niño del ambiente en el que ocurre la conducta problemática a menudo eliminará el reforzador,
y con un “tiempo fuera del reforzamiento” la conducta problema disminuirá o será eliminada. Staats
informa que utilizó el concepto de tiempo fuera con su hija en 1961-62 y lo describió a sus colegas,
quienes empezaron a usar procedimientos de tiempo fuera en sus investigaciones (Staats, 1971). El
procedimiento se ha hecho común en las escuelas primarias, donde es posible controlar la conducta
indeseable sin usar castigo aversivo. Los estudiantes perturbadores se colocan en espacios de tiempo
fuera, donde no serán reforzados por la mala conducta.
En contraste con el conductismo radical de Skinner (1975), que no especificaba de antemano lo que
sería reforzante sino que lo dejaba al análisis empírico, Staats afirma que los estímulos que producen
respuestas emocionales tienen la función adicional de servir como reforzadores en el nuevo aprendizaje
(Staats, Gross, Guay y Carlson, 1973). Un estímulo fungirá como reforzador debido a que provoca una
respuesta emocional. Si ocurre una respuesta emocional positiva, la conducta será fortalecida; si es una
respuesta emocional negativa, la conducta se debilita. Los estímulos a los cuales respondemos en la vida
cotidiana son más emocionales que las luces y las formas geométricas que a menudo actúan como
estímulos discriminativos en una caja de Skinner. Además de reforzar la conducta, las respuestas
emocionales pueden proporcionar in centivos que causan que nos aproximemos o, en el caso de las
emociones negativas, que los evitemos. Cualquier cosa acerca de la cual nos sintamos emocionales
puede reforzarnos o castigarnos, así como atraernos o repelernos. Esos principios básicos hacen que
nuestra respuesta emocional sea un determinante muy importante de nuestra conducta.
formarse motivaciones más elaboradas. Sea de bido a un ambiente temprano negligente o a una
deficiencia neurológica, un niño que no aprende las experiencias básicas del placer en las situaciones
interpersonales no desarrollará conductas sociales normales. (Esta idea es congruente con la
importancia del apego descrita en el capítulo 6.) Una vez que hemos analizado las conductas cruciales
básicas, estamos en mejor posición para abordar las tareas de la vida, como la crianza de los niños, así
como para desarrollar intervenciones apropiadas para modificar la conducta basada en los principios del
aprendizaje (véase Staats y Eifert, 1990).
EL REPERTORIO EMOCIONAL-MOTIVACIONAL
Cada ser humano, con un conjunto único de condiciones ambientales, aprende respuestas emocionales
a un gran número de estímulos. Eso constituye el RCB emocional-motivacional único del individuo. La
biología incorpora en nosotros algunas de las respuestas emocionales a los estímulos: las respuestas
emocionales positivas a la comida y las respuestas emocionales negativas a los estímulos dolorosos.
Otros estímulos llegan a provocar en nosotros respuestas emocionales por medio de condicionamiento
clásico (Staats, 1996, p. 40). Este énfasis en el condicionamiento clásico ilustra la mayor amplitud de la
teoría de Staats en comparación con la de Skinner. Explica, por ejemplo, cómo puede desarrollar la
gente temores aprendidos. (Véase la figura 9.3.)
El niño aprende a amar a su padre porque éste se parea con la comida, el calor, las caricias, el juego y el
alivio de los estímulos negativos. Si un padre frunce el ceño cuando el niño siente dolor, el fruncimiento
del ceño, por condicionamiento, se convierte en un estímulo que provoca una emoción negativa.
Subsecuentemente, como el niño tiene una respuesta emocional negativa al ver que el padre le frunce
el ceño, eso actuará como castigo para cualquier cosa que esté haciendo. Algunas personas van a
conciertos sinfónicos porque la música produce en ellas una respuesta emocional positiva que refuerza
su conducta de comprar un boleto y acudir a la sala de conciertos. Otras personas van a la iglesia porque
los estímulos que ahí se encuentran les producen una respuesta emocional positiva o reducen su
experiencia de una respuesta emocional negativa, dos condiciones que refuerzan la conducta de asistir.
De modo que el aprendizaje emocional del individuo, a través del condicionamiento clásico simple o de
orden superior, produce el repertorio emocional-motivacional y ese repertorio desempeña una función
muy poderosa en la determinación de la conducta del individuo en casi cualquier situación de la vida
que encuentre.
Como resultado del aprendizaje, la gente se aproxima a los estímulos placenteros y evita los
desagradables. Entre más fuerte sea la emoción, más fuerte es la tendencia a aproximarse o a la
evitación. De acuerdo con Staats (1996, p. 51), lo que motiva a un cervatillo a huir del olor de un puma
es el temor que aprende de la conducta de su madre. Éste es un ejemplo de condicionamiento de orden
superior; el temor condicionado, que en sí mismo es un producto del aprendizaje, se convierte en un
motivador que puede reforzar un nuevo aprendizaje (escapar). Imagine qué tan importantes deben ser
las emociones humanas, que han aprendido los adultos, para dirigir la conducta humana. El
fruncimiento del ceño del padre, que debido al aprendizaje provoca una emoción negativa en el niño,
ahora puede convertirse en el estímulo que enseña al niño que no debe hacer lo que provoca que papá
frunza el ceño. Observe que el temor y la ansiedad no son simplemente remanentes desagradables del
aprendizaje pasado, sino que funcionan como estímulos para dirigir la conducta actual. El que sean
adaptativos depende del aprendizaje específico. Una guía parental sensata puede dirigir la conducta
adaptativa por medio de sonrisas y fruncimientos de ceño. Un padre abusivo e imprudente es la razón
de que se aprenda más bien una conducta inadaptada.
amistad. Por otro lado, el prejuicio social contra las minorías incluye el aprendizaje de emociones
negativas contra ellas. Ocurren diferencias culturales en la interacción social; por ejemplo, los chinos por
lo general aprenden respuestas emocionales más positivas que los estadounidenses hacia la gente de la
tercera edad (Staats, 1996, p. 127)
El repertorio de lenguaje-cognoscitivo
El lenguaje es esencial para la personalidad humana; nos permite comunicarnos con otros y pensar. La
interacción social normal requiere que entendamos y respondamos a lo que otros dicen. Los
pensamientos de una persona y el hablarse a sí mismo también pueden dirigir la conducta, permitiendo
la previsión y los juicios. Considere las frases “el sexo es sucio y pecaminoso” y “el aborto es un
asesinato” (Staats, 1996, p. 83). Esas afirmaciones producen emociones e influyen en la conducta. El
lenguaje tiene importantes funciones emocionales.
Los artistas, músicos, bailarines y otros en áreas especializadas tienen fortalezas particulares en
conceptos relacionados con sus campos. Esas competencias son aprendidas. Staats cuestiona la
necesidad de proponer talentos innatos para explicar por qué una persona es un músico consumado,
otro un lector y así sucesivamente.
EL REPERTORIO SENSOMOTOR
Usar herramientas, realizar el trabajo, peinar el cabello y limpiar la casa se encuentran entre las
conductas de nuestro repertorio sensomotor. Esas destrezas varían de una persona a otra, como lo hace
evidente una comparación de Tiger Woods en el campo de golf y de Michael Tyson en el cuadrilátero de
boxeo. Tiger Woods aprendió sus destrezas en el golf mediante una vasta práctica desde la niñez
temprana, guiado por el claro apoyo de su padre a la importancia del aprendizaje. Incluso nuestros
movimientos corporales, sean masculinos o femeninos, seguros o tímidos, son patrones motores
aprendidos. Los educadores que enseñan los acentos de los idiomas extranjeros están entrenando
respuestas sensomotoras. En esos diversos tipos de aprendizaje, la habilidad para imitar un modelo es
una respuesta básica importante que facilita el aprendizaje posterior. La práctica intensiva es la base
para la conducta competente —más importante que el talento genético para producir campeones, de
acuerdo con Staats.
Ajuste psicológico
Staats argumenta que el desarrollo motor temprano de los niños está más influido por el aprendizaje
que por las predisposiciones innatas de lo que cree la mayoría de la gente. Ilustra este argumento con
fotografías de sus propios hijos caminando sin apoyo a los nueve meses de edad, considerablemente
más temprano que la mayoría de los niños, como consecuencia de las oportunidades de aprendizaje
proporcionadas por su padre conductista (1996, p. 137). También expresa la opinión de que el hecho de
que un niño se vuelva diestro o zurdo es en gran medida cuestión del aprendizaje temprano, no una
predisposición cerebral. Los niños también aprenden a controlar esfínteres, a no mojar la cama, a
prestar atención, a nadar y una variedad de conductas que contribuyen a su ajuste social.
AJUSTE PSICOLÓGICO
Se necesita mucho aprendizaje para funcionar como una persona bien ajustada. La gente que no logra
aprender lo básico, los componentes importantes del aprendizaje superior que constituyen el repertorio
de comportamiento básico, se comporta de maneras mal ajustadas. Las deficiencias en el repertorio
emocional-motivacional dan lugar a muchos trastornos psicológicos. Por ejemplo, las emociones
inadaptadas toman la forma de fobias (temores irracionales), depresión y ansiedad. Los niños autistas
son deficientes emocionalmente, carecen de afecto por sus padres. El repertorio de conducta de
lenguaje-cognoscitivo es deficiente en el retardo mental, los mecanismos de defensa y los delirios
paranoides. El repertorio sensomotor es inadecuado en la gente que carece de destrezas sociales y de
trabajo, en las personas violentas y en algunas conductas de autoestimulación excesiva de los niños
autistas.
Cuando las autoafirmaciones favorables se hacen habituales, se produce un autoconcepto positivo, que
en muchas teorías es central para la salud. Una persona sana también aprende reforzando conductas
correspondientes a un repertorio emocional-motivacional efectivo. La conducta socialmente
competente requiere un aprendizaje apropiado. Nuestra conducta funciona como un estímulo para otra
gente, por lo que un niño debe aprender a comportarse de una forma que produzca respuestas
deseadas en otros: hacer fila, compartir juguetes, etc. Si esto sucede, continúa el aprendizaje social con
los compañeros de juego; si no, dicho aprendizaje se inhibe y puede producirse una cascada de
problemas. Sobre esas destrezas infantiles se agrega más tarde el aprendizaje de las conductas de la
amistad y el amor adulto, de las relaciones de trabajo y del liderazgo.
Los mecanismos de defensa, descritos por los psicoanalistas (véase el capítulo 2), son productos del
aprendizaje. El repertorio del lenguaje-cognoscitivo refleja aprendizaje defensivo en quienes
racionalizan los fracasos, dando excusas por lo que no han hecho. Esas etiquetas pueden socavar los
esfuerzos por mejorar y por ende son inadaptadas (Staats, 1996, p. 170). Desde un punto de vista
conductual puede entenderse la represión como evitar hacer declaraciones (incluido el pensamiento)
que produzcan emociones negativas. Staats propone que incluso algunos síntomas psicológicos serios
pueden entenderse como productos del aprendizaje. Una alucinación ocurre cuando alguien ve o
escucha algo que no está presente. De acuerdo con una interpretación conductual, este síntoma
extraño, que indica un trastorno mental serio, puede ser una respuesta condicionada a los estímulos
(Burns, Heiby y Tharp, 1983; Staats, 1996).
El perfeccionismo también ha sido interpretado desde un punto de vista conductual (Slade y Owens,
1998). Una forma poco sana de perfeccionismo puede ocurrir cuando una persona adopta roles rígidos,
reforzados por medio del lenguaje dirigido hacia uno mismo, que proponen estándares de conducta
irrealmente elevados. En ocasiones los padres enseñan esos estándares poco realistas. Por otro lado,
también son posibles estándares altos adaptativos, como cuando una persona responde de manera
realista a los estándares de un ambiente de trabajo razonable.
Cualquiera que sea el tipo específico de trastorno psicológico, pueden dirigirse intervenciones
conductuales para modificar la conducta deficiente identificada. A lo largo de los años, los conductistas
han desarrollado intervenciones para muchos trastornos: déficit de aprendizaje, autocuidado entre
niños y adultos retardados y psicóticos, destrezas sociales en diversas poblaciones, depresión, ansiedad
y la gama entera de perturbaciones psicológicas. A menudo las intervenciones se planean en conjunción
cercana con la evaluación conductual del problema, lo cual facilita la planeación de la intervención y la
evaluación de su efectividad. Esta perspectiva proporciona un entendimiento diferente de algunos de
los problemas descritos en otras terapias: por ejemplo, transferencia, la cual ocurre debido a una
generalización de estímulo si el terapeuta se parece a un progenitor o a otra persona importante del
pasado del paciente (Staats, 1996, p. 329). La terapia cognoscitiva, y en general la terapia mediante la
conversación, puede tener efectos poderosos en los repertorios conductuales básicos relacionados con
el lenguaje. El énfasis conductual en las condiciones del aprendizaje sugiere la importancia de la
prevención, mediante el cambio de las condiciones sociales, que también es un centro de atención en la
psicología comunitaria (Staats, 1996, p. 332).
Staats también ha considerado el impacto de los factores biológicos en el aprendizaje tal como afecta a
los individuos. Su análisis es consistente con el sentido común y proporciona un marco de referencia en
el cual las aproximaciones fisiológicas a la personalidad pueden integrarse con los enfoques
conductuales. El aprendizaje se almacena en representaciones biológicas, y de esta forma los factores
biológicos pueden influir en el aprendizaje; sea teniendo un impacto en el proceso del nuevo
aprendizaje o influyendo en el almacenamiento biológico del aprendizaje previo. Un infarto u otro
trauma físico puede erradicar las influencias del aprendizaje pasado. Esa interferencia puede ser
permanente, como sucede con un infarto, o temporal, como con los efectos transitorios de muchas
drogas (véase la figura 9.5).
Durante el proceso de aprendizaje los factores biológicos pueden facilitar o impedir ciertos tipos de
aprendizaje. Staats sugiere que muchos trastornos con una base biológica, como el síndrome de Down,
afectan el aprendizaje. La gente con esas variaciones biológicas puede aprender con mayor lentitud, o
con diferentes secuencias de tareas y reforzamientos, que otros. Sin embargo, puede aprender si su
ambiente les brinda la oportunidad. La teoría proporciona dirección para una intervención efectiva al
reconocer que las diferencias biológicas no causan directamente los síntomas típicos de esos trastornos,
sino que sólo cambian las circunstancias del aprendizaje.
¿Qué hay acerca de las variaciones en la inteligencia entre personas que no están afectadas por el
síndrome de Down u otras fuentes conocidas de baja inteligencia? ¿Son esas variaciones una simple
cuestión de herencia? (Véase Cattell, capítulo 8.) Sin negar que la herencia tiene un efecto, Staats
describe muchas formas de interactuar con los niños que mejoran su inteligencia.
Enseñó a su hija los números sosteniendo una o dos pasas, diciendo los números y recompensando la
imitación de esos números con (por supuesto) las pasas (1996, p. 148). Enseñó las letras del alfabeto
usando tarjetas (p. 147). Es probable que los niños con experiencias preescolares como ésas sobrepasen
a sus compañeros en los primeros años de la escuela, y esto hace también más fáciles las lecciones
posteriores, aumentando la ventaja. Staats afirma incluso que los tests de inteligencia no cubren una
capacidad innata para aprender, sino el repertorio conductual básico que se requiere para el éxito
educativo —como el efecto de esas lecciones preparatorias preescolares. El entrenamiento sistemático
de niños de cuatro años provenientes de un entorno con privación cultural dio por resultado avances en
la lectura, escritura y habilidades numéricas, y una ganancia de 12 puntos en la puntuación CI promedio
(Staats, 1968). A mayor escala, en los comercios se dispone de programas tutoriales privados.
Como vimos en el capítulo 8, se piensa que el hecho de que una persona sea tímida o no se debe a un
temperamento basado en la biología. Sin embargo, Staats cuestiona este punto de vista. Señala que los
padres varían en sus interacciones con los niños y que en tanto no estudiemos a fondo las diferencias en
esa crianza, por ejemplo en las interacciones de juego y las tranquilizadoras, es prematuro suponer que
las diferencias tempranas en el temperamento deben ser biológicas y no aprendidas. Incluso si fueran
parcialmente biológicas, el impacto de las pequeñas diferencias en la sociabilidad del niño puede ser
magnificado por las diferentes reacciones de los adultos a un lactante que sonríe con calidez o a un
pequeño tímido —y por las diferentes reacciones de los compañeros en la niñez, la adolescencia y más
adelante. El aspecto también importa. Las observaciones de las madres con sus recién nacidos
documentan la importancia de la apariencia de un niño. Los bebés bonitos recibían interacciones más
positivas de sus madres: los retenían cerca, los arrullaban y les hablaban, revisaban los pañales, etc.
(Langlois y otros, 1995). La ventaja de un buen aspecto no termina después de la infancia.
La teoría de Staats concede también importancia a los aprendizajes tempranos, los cuales son muy
relevantes en el comportamiento de las personas. Un comportamiento, defiende, que se complejiza con
el paso del tiempo y crea asociaciones operantes estables en tres repertorios:
Lenguaje-cognoscitivo
Emocional-emotivo
Senso-motor
Estos repertorios básicos de conducta son, por así decirlo, el núcleo de la personalidad del sujeto,
precisamente por su alto grado de estabilidad y resistencia a la modificación.
Uno de los elementos de Staats es el del aprendizaje acumulativo-jerárquico, a través del cual se
considera que las sucesivas agrupaciones de unidades pequeñas de conducta forman configuraciones
más complejas. Éstas, como conjunto, están sujetas a los principios de aprendizaje de la misma forma
que ocurre en las respuestas unitarias elementales. Así, cada nivel de conducta tiene una configuración
específica, siendo una jerarquía superior con respecto a la acumulación inclusiva de aprendizajes de los
niveles anteriores.
La inclusión de esta teoría en este tema, en el cual se abordan los modelos sociales de la personalidad,
es oportuna porque también en Staats se atiende al llamado aprendizaje social. A éste se llega por la
observación y el modelado. Esto otorga al sujeto un papel activo en el aprendizaje. A diferencia de
Skinner, que plantea un determinismo situacional y excluye dimensiones internas, para Staats el
aprendizaje surge de una interacción entre dos elementos: sujeto y ambiente, siendo el primero de
ellos fundamental. Staats también otorga un papel relevante a las predisposiciones biológicas, que están
más ausentes en la tradición clásica.
En resumen, las aportaciones del conductismo paradigmático se basan en las siguientes ideas:
Una mayor importancia de las variables internas, como los afectos y la capacidad de
introspección.
El reconocimiento de las diferencias individuales, originadas en distintas historias de
aprendizaje.
La estabilidad que se le presupone a los repertorios de aprendizaje.
Una mayor complejidad en la conceptualización del aprendizaje, lo que a su vez amplía las
áreas de intervención trascendiendo la mera influencia situacional o ambiental: existen
variables internas psicológicas que convierten al sujeto en un ser activo en su proceso de
aprendizaje.
CARACTERÍSTICAS:
Superando la dicotomía persona-ambiente surgen los modelos interaccionistas de la personalidad, cuyas
notas más definitorias como alternativa de estudio serían las siguientes:
persona
situación
1) El individuo se considera como agente activo intencional (énfasis en los aspectos cognitivos).
2) Se enfatiza el “significado psicológico” de la Situación. La situación influirá en la conducta
dependiendo de cómo es percibida y valorada.
EL PROCESO DE INTERACCIÓN:
El ambiente proporciona señales al sujeto que convierten en información válida para encauzar el
comportamiento en función de los procesos cognitivos mediante los cuales se procesa y se valora dicha
situación. En base a esta modulación cognitiva el organismo desencadenara una conducta u otra, según
la estime más adecuada, para producir modificaciones en el ambiente, dicho “ambiente modificado”
vuelve a incidir de nuevo sobre el organismo en una operación de “feed-back” con lo que se reinicia el
proceso.
Ahora bien, el interaccionismo no ha seguido un solo camino, sino que se pueden distinguir tres tipos o
formas de interaccionismo, según Alfredo Fierro:
A] Interaccionismo lineal, aquel que entiende la situación (A) y a la persona (P) con existencia
independiente y previa. Sólo se juntan en el momento de la interacción, siendo P y A variables
independientes con respecto al comportamiento (C), que es la variable dependiente. Equivale
a: C = f (P . A) Aquí el comportamiento es función de de la relación interactiva que se produce
entre la persona y la situación. Para que el comportamiento se produzca es preciso que la
persona y la situación, que ya existen, se pongan en contacto. En sentido estricto no es un
interaccionismo puro ya que la ecuación no deja claro cuál es el grado de influencia de la
persona en la situación ni al revés.
C] Interaccionismo recíproco, (el de Bandura, ya explicado), donde se incluyen las tres variables
en el concepto de interacción. Equivale a: C = f (P . A . C) La novedad radica en introducir el
comportamiento como un elemento al mismo nivel que la persona y la situación, en el proceso
interactivo. Se asume una postura diacrónica en la que la C antes del signo igual fue la C de
dentro del paréntesis en un momento anterior y la C de dentro del paréntesis en un momento
actual será la C antes del signo igual en un momento posterior. Este planteamiento supone
asumir que el comportamiento no es la persona.
2) Los parámetros de la persona, donde se incluye el análisis del individuo a partir de los
sistemas diferenciados que inciden de forma decisiva en el funcionamiento personal: sistema
bioquímico y genético, dimensiones y/o procesos psicológicos, datos biográficos.
PREMISAS FUNDAMENTALES:
1) La conducta está en función de un proceso de interacciones múltiples o Feedback entre la
persona y la situación.
2) La persona es un agente activo e intencional en el proceso de interacción.
3) Respecto a la persona, los factores cognitivos son los determinantes esenciales de la conducta
en este proceso.
4) Respecto a la situación, el significado psicológico para la persona es el factor determinante más
importante.
Junto a este modelo teórico postulan una determinada metodología que se centra en la cuantificación
siendo el análisis de correlaciones y de varianza sus pilares estadísticos, aunque el uso de los datos
subjetivos no queda descartado.
CONCEPTO DE INTERACCIÓN.
Entre los postulados básicos de la teoría interaccionista destacan:
ENDLER Y MAGNUSSON matizan este aspecto diferenciando entre los efectos situacionales que son:
En este sentido, las diferencias individuales dependerán de las interpretaciones específicas que hace el
individuo de su entorno. Por lo tanto, el funcionamiento actualde la persona refleja la influencia de su
vida y el desarrollo del pasado.
El ambiente influye igualmente sobre la historia del individuo (ejemplo rural vs urbano).
La formación de ambos tipos de contingencia constituye una fuente para la estabilidad y continuidad del
comportamiento individual.
La conducta de las personas no es consistente, semejante en las distintas situaciones, como se predice
desde el concepto de rasgo. Más bien lo que la observación de la conducta pone reiteradamente de
manifiesto es que nuestra conducta varía de una situación a otra en función de las demandas específicas
que cada situación plantea. Al mismo tiempo, pese a la variabilidad situacional que muestra el
comportamiento, seguimos reconociéndonos como la misma persona, y lo mismo sucede a quienes nos
observan.
El rasgo permite hacer predicciones promediadas (aplicables a distintas situaciones), pero no permite
predecir el comportamiento de un individuo en una situación concreta.
Desde los planteamientos sociocognitivos se sugiere una conceptualización diferente de los elementos
que integran la personalidad y de las interrelaciones existentes entre los mismos, que permiten hablar
de la personalidad como un sistema.
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD.
Si algo define el marco de referencia desde el que entender qué es la personalidad y cómo se
expresa en formas de conducta peculiares de cada individuo, es el carácter activo del ser
humano. Las personas difieren en la manera en que categorizar las situaciones en que se
encuentran, interpretando y dando significado a los distintos indicios presentes en las mismas.
Las variables que definen el conjunto de recursos personales desde los que la persona se
enfrenta a la situación y pone en marcha el proceso dinámico que define y caracteriza cualquier
manifestación de comportamiento, podemos concretarlas en las siguientes:
Los constructos personales son marcos de referencia significativos, en función de los cuales el individuo
categoriza los distintos fenómenos y acontecimientos a los que se enfrenta, incluido él mismo y su
conducta. Estos filtros se estabilizan en el repertorio cognitivo del individuo en la medida que son
adaptativos.
La capacidad de simbolización, de crear y recrear la situación, así como las posibles secuencias
conducta-consecuencias asociadas a la misma, explicaría que podamos enfrentarnos de manera
adaptativa a situaciones con las que no hemos entrado en contacto previamente o que podamos
aprender sin necesidad de experiencia previa.
Con mayor probabilidad pondrá en marcha aquella conducta que maximice los potenciales beneficios y
minimice las posibles consecuencias negativas asociadas a cada forma de conducta con la que cuente en
su repertorio comportamental.
Se pueden distinguir, básicamente, dos tipos de expectativas: las vinculadas a los resultados previsibles
de la conducta, a partir de las consecuencias de su conducta en situaciones anteriores, que guardan
cierta similaridad con la situación actual (tales expectativas generalizadas con el principal determinante
de la conducta); y las relacionadas con las consecuencias asociadas a determinados estímulos presentes
en la situación (cuando ésta es altamente específica o infrecuente), ya que el complejo estimular incide
sobre el individuo desde y en función de su valor de significación.
o Valores, intereses, metas y proyectos vitales. Las personas se esforzarán por llevar a
cabo una determinada conducta en la medida en que les resulte atractiva y les
posibilite la obtención de resultados asumibles en el esquema de valores que cada uno
defiende y que definen, en último término, su proyecto vital.
En los seres humanos, la conducta está guiada en mayor parte por mecanismos de autorregulación que
por los estímulos exteriores, salvo en aquellas ocasiones en que la fuerza de los factores externos
alcanza tal intensidad y significación que el individuo se siente incapacitado para encauzar su conducta
por vías diferentes.
Estos procesos de autorregulación consisten en la elaboración o incorporación por parte del individuo
de un conjunto de reglas de contingencia que dirigen su conducta en ausencia de, y a veces pese a,
presiones situacionales externas inmediatas.
El problema surge cuando observamos que la conducta, de hecho, no es tan estable como para
justificar la hipótesis de que la tendencia media de comportamiento refleja realmente la
especificidad de la conducta que el individuo desarrolla en las diversas situaciones. Esta
estrategia deja escapar el aspecto más definitorio y distintivo de cada persona, cual es el modo
peculiar en que se enfrenta a cada situación.
o El modo en que, desde esta organización, hace frente a las peculiares demandas que
cada situación le plantea.
La conducta es fruto conjunto de características del individuo y de la situación, siendo así que, a
su vez, tanto la persona como la situación se ven modificadas al mismo tiempo por la conducta
desarrollada.
El modo en que uno percibe una determinada situación, activa una serie de expectativas,
emociones y sentimientos, que pueden desencadenar conductas que, a su vez, crean de hecho
situaciones congruentes con las expectativas y creencias iniciales, abriendo así un nuevo ciclo
reactivo que, a la postre, podría llevar a reforzar el modo en que se interpretan las
circunstancias que nos rodean y la manera en que se reacciona a las mismas.
Esta hipótesis recoge el proceso continuo de interacción recíproca existente entre los procesos
psicológicos puestos en juego por el individuo, variables de la situación y conducta, observable
en cualquier tipo de comportamiento.
En otros términos, esta misma idea está en la base del fenómeno conocido como la profecía
que se autocumple, esto es, a veces podemos observar que cuando uno piensa que algo le va a
ir mal, se comporta a continuación de manera tal que, de hecho, las cosas terminan saliéndole
mal.
CARÁCTERÍSTICAS DE LA SITUACIÓN.
Podemos diferenciar entre situación física y situación psicológica, o sea, entre la situación
objetivamente considerada, en función de las características objetivas (físicas y sociales) que la
definen con propiedad, y la consideración subjetiva de la situación, definida por la percepción
que el individuo tiene de la misma y su reacción ante ella.
El sujeto en gran medida elige, crea o modela el tipo de situaciones en que se desenvuelve su
conducta, en función, en gran parte, de sus propias características personales.
análisis de la situación.
Endler señalaba como las dos tareas prioritarias del estudio interactivo de la personalidad y su
expresión conductual:
estructura-ambigüedad de la situación.
La evidencia empírica tiende a indicar que, en la medida en que el individuo está sometido a
fuertes condiciones situacionales, el papel de las variables personales disminuirá. Por el
contrario, mientras más débiles y ambiguas sean las condiciones situacionales a que esté
expuesto, la mayor influencia corresponderá a las variables personales.
Las variables de la situación tendrán mayor valor determinante y predictivo, mientras más
estructurada esté la situación, lo que se traduciría en que:
EXPLICACIÓN DE LA CONDUCTA.
interacción persona-situación.
Una nota destacada de los planteamientos sociocognitivos es su empleo del concepto de
interacción, como unidad básica de análisis y predicción en el estudio de la conducta. La
conducta se debe en mayor medida a la interacción entre factores de diferenciación individual
y características de la situación, que a cada uno de estos factores tomados aisladamente.
Podemos resumir en tres los supuestos básicos sobre los que se asientan los planteamientos
interaccionistas en PP:
o Interacción recíproca: la interacción se predica entre todos los elementos del sistema
que se relacionan entre sí en un constante feedback multidireccional (PS ; PC ;
SC)
Pervin había propuesto una distinción similar, sugiriendo que se emplee el concepto de
interacción para hacer referencia a relaciones causales unidireccionales, reservando el nombre
de transacción para identificar la presencia de causalidad recíproca entre los elementos de la
ecuación comportamental, y delimitando su concepto con las siguientes propiedades:
o Cada parte del sistema no tiene independencia al margen de las otras o del sistema
total.
o Entre las partes del sistema existe una relación recíproca constante.
o La actividad de cualquier parte del sistema tiene consecuencias para las otras partes.
El paso siguiente sería analizar los elementos que, para cada individuo, tienen en común
aquellas situaciones activadoras frente a aquellas otras que parecen inhibir la conducta y los
procesos psicológicos implicados en cada caso.
Una misma conducta puede tener significados distintos en función del contexto en que se
presenta. Así, la observación de los cambios de conducta según la situación puede permitirnos
identificar qué procesos psicológicos están implicados en cada caso, qué busca satisfacer el
sujeto, cómo percibe la situación, a qué configuración estimular está respondiendo.
Un claro ejemplo del efecto beneficioso que ejerce el análisis de los acontecimientos en
términos condicionales, contextuales, nos lo ofrece la observación de las consecuencias
emocionales que se producen tras un fracaso o experiencia negativa en general, según que uno
interprete dicho fracaso o experiencia en términos condicionales o en términos disposicionales.
Se tiende a reaccionar emocionalmente de manera más intensa si el fracaso o experiencia
negativa se interpretan como debido a alguna característica propia que uno cree será difícil
cambiar que si analizamos tal experiencia tomando en consideración las circunstancias en que
se ha producido.
Cuando observamos nuestra propia conducta, o la de otras personas, podemos detectar ciertos
elementos comunes que introducen un cierto orden a través de la variabilidad objetivamente
existente en el comportamiento desarrollado en situaciones y momentos distintos. Es la
detección de este orden, precisamente, lo que nos permite mantener una imagen continua de
nosotros mismos y de las otras personas y anticipar la conducta en ocasiones futuras.
La observación y conocimiento del perfil discriminativo que describe el estilo peculiar con el
que cada uno intenta responder adaptativamente a los diversos problemas y situaciones, son la
base sobre la que se asienta la percepción de coherencia en nuestra conducta.
Los esfuerzos por establecer puentes de comunicación e integración entre estos dos
dominantes marcos de referencia teóricos son aún escasos. No obstante, en los últimos años,
se vienen formulando propuestas como las que sugieren elaborar tipologías basadas en
procesos y perfiles de conducta; o las que invitan a explorar las interrelaciones existentes entre
aspectos estructurales y dinámicos de la personalidad, como vía para mejorar el entendimiento
de la naturaleza de la personalidad, su desarrollo y expresión en patrones coherentes de
conducta.
EL ACERCAMIENTO TIPOLÓGICO.
Se pueden elaborar tipologías a partir de la agrupación de aquellos individuos que comparten
una misma o muy similar configuración de variables personales que, a su vez, en interacción
con el contexto, se traduciría en similares perfiles de conducta discriminativa. De esta forma se
identificarían categorías o grupos de individuos que comparten similares perfiles de
personalidad y conducta.
El enfoque tipológico viene a hacerse eco de la evidencia que muestra que cada individuo es en
parte único, pero también en parte importante parecido a los otros individuos.
Al mismo tiempo, por otra parte, la investigación debería dirigirse al análisis del modo en que la
dinámica existente entre los distintos recursos, competencias y procesos psicológicos, que,
cuando es activada por las apropiadas características de la situación, constituye el origen de
cualquier forma de comportamiento, se ha ido estabilizando en el curso del desarrollo
evolutivo, dando lugar a los diversos elementos estructurales, comúnmente empleados en el
análisis y descripción de la personalidad
LA TEORÍA DE J. ROTTERX
La teoría de Rotter es influida por la teoría de los constructos personales de G. A. Kelly (marcadamente
cognitivista), y a su vez influyó sobre los planteamientos de Mischel, todos ellos en la Universidad de
Ohio. Rotter dio el primer paso de acercamiento con el elemento social donde también hay que incluir a
Bandura. De hecho se le sitúa como precurso de la Teoría del Aprendizaje Social, la cual se basaría en las
siguientes cinco hipótesis:
A partir de estos cinco puntos Rotter construye su teoría de la personalidad que intenta predecir el
comportamiento humano. Para llevar a cabo esa predicación se vale de cuatro variables que se deben
analizar para hacer predicciones correctas. Son:
d) La situación psicológica.- que se define como la parte del mundo externo o interno a la que
responde una persona. La conducta no deriva ni de los hechos del entorno ni de los rasgos
personales; sino de la interacción de una persona con su entorno cercano.
1) Lugar de control interno.- esta expectativa general es desarrollada por aquellas personas que
creen que controlan su propio destino; creen que pueden tener un efecto sobre el ambiente a
través de sus acciones y se sienten responsables de los resultados de su conducta. Estas
personas atribuyen las causas del éxito o del fracaso a su propia habilidad y esfuerzo. También
tienden a ver al resto de las personas como seres que controlan sus conductas.
2) Lugar de control externo.- esta expectativa general es desarrollada por aquellas personas que
creen que lo que les ocurre es resultado de la suerte y el azar; ellas consideran que pueden
hacer poco por influir en su ambiente de forma directa; y el éxito y el fracaso son más el
producto de la dificultad de la tarea y del destino que del esfuerzo personal o habilidad.
Rotter, para medir las percepciones de las personas sobre su lugar de control desarrollo la Escala I-E
(Internal-External Scale) que consta de 29 afirmaciones de elección obligatoria (Si o No), seis de las
cuales se han incluido para ocultar del objetivo de la escala. Un resultado de 23 representa el máximo
posible de control externo y un resultado de cero el máximo posible de control interno.
Aunque nos hemos referido a expectativas generales los seguidores de este autor han desarrollado las
“expectativas específicas” en las que el énfasis está en el lugar de control en áreas diferentes de la vida
(salud, vida académica, vida de pareja, etc.).
Otros manuales sitúan, también dentro del planteamiento cognitivo-social, lo que se podría denominar
“enfoque del ser” o también, “estudio del self”. Con ello se alude a tres conceptos claves de la
personalidad en los que se interrelaciona lo cognitivo y lo social. Y son:
a) El autoconcepto (o componente descriptivo del ser, también del self). El autoconcepto hace
referencia a la comprensión de sí mismo, es la base de la autocomprensión y responde a la
pregunta: ¿quién soy yo? No se adquiere de una vez, sino que se desarrolla a lo largo de los
años, siendo el sexo y la edad de los primeros aspectos que las personas aprenden a identificar
y a asociar consigo mismos. Para McAdams el autoconcepto se representa como una historia
narrada. Las personas crean estas historias autobiográficas internalizadas y las historias les
permiten reconstruir sus pasados y anticipar sus futuros en formas que proporcionen a su vida
un grado de unidad y propósito.
b) La autoestima (o componente evaluativo del ser, o del self). La autoestima es una evaluación
general del autoconcepto a lo largo de una dimensión bueno-malo o agradodisgusto. La
autoestima es la suma de las reacciones positivas y negativas de la persona a todos los aspectos
de su autoconcepto. Teniendo normalmente una reacción contradictoria respecto a nosotros
mismos.
c) La identidad social (o componente social del ser, o del self). La identidad social es el ser que se
muestra a otras pessonas. Es la parte de nosotros que usamos para crear una impresión, para
hacer saber a otros quiénes somos y qué pueden esperar de nosotros. Es diferente del
autoconcepto debido a que la identidad contiene elementos que son observables desde el
punto de vista social, expresiones exteriores disponibles en forma pública del self. La etnia y el
género son los aspectos de la identidad social.
MODELOS SOCIALES:
VALORACIÓN EPISTEMOLÓGICA:
Apelación explicita a la actividad espontánea y autodirigida por parte del sujeto.
No existen elementos invariantes e inmodificables transtituacionales, no obstante se deben
admitir, para detectar el cambio se requieren referencias con un cierto grado de estabilidad.
VALORACIÓN TEÓRICA:
Conciben la autoeficacia como una característica situacional que cambia a medida que se
modifica la situación, sin embargo, distintos cuestionarios la interpretan como un elemento
básico del funcionamiento personal, con una fuerte dosis de estabilidad.
Suponen que las influencias sociales inciden sólo en los contenidos de los procesos y
fenómenos psicológicos, pero que los procesos son los mismos al margen de las influencias
ambientales. Esta dicotomía, contenido-proceso, implicaría, o bien que se asuma la invarianza
de procesos y estructuras de la personalidad y que la cultura los llene de contenidos, o bien que
las influencias sociales determinen contenidos y procesos y estructura cognitiva. Esto afectaría
a la generalización de los resultados.
No prestan atención sobre cómo se generan las metas, intenciones y planes, siendo estos
conceptos clave en sus teorías.
Igualmente descuidan los procesos volitivos en los procesos de autorregulación, excepto en el
concepto “demora de la gratificación” postulado por MISCHEL.
VALORACIÓN METODOLÓGICA:
Bandura defiende la investigación microanalítica, es decir, estudiar pocas variables con pocos
sujetos en situaciones de laboratorio, ésta metodología impide una generalización de
resultados, ofreciendo escasa validez externa.
PRINCIPALES APORTACIONES:
La importancia del aprendizaje social ha quedado patente bien mediante el modelado, bien
mediante la interacción con los demás.
Amplia explicación de supuestos mediante esquemas simples de personalidad (A-B-C).
Homologación de “personalidad” con “conducta”.
VENTAJAS:
Enre las ventajas de los modelos sociales (cognitivo-sociales) encontramos las siguientes:
1) Conciben al ser humano como formando parte activa de su propia biografía personal,
considerándolo como el principal actor de ella.
2) El inventario de procesos y fenómenos que pueblan el concepto de ser humano en Bandura permite
llevar a cabo intervenciones sobre cada uno de esos procesos, con terapéuticas dirigidas a la mejora
y promoción de la persona: entrenar en autoeficacia, en modelado, en autoobservación, diferenciar
entre aprendizaje y ejecución, modelado encubierto…
3) permiten estudiar en qué situaciones son más importantes unos procesos u otros y asi ofrecen una
alternativa a las concepciones del ser humano al uso, más globales y no susceptibles al análisis de
componentes.
4) El modelo de Bandura ofrece una forma concreta de intervención, propone técnicas de terapia,
procedimientos de cambio orientados al fomento de la eficacia personal.
5) Bandura y Mischel insisten en los elementos de autoactivación y generación de metas, expectativas
y modos de funcionamiento personal; elementos que proporcionan bases de actuación para el
individuo.
6) Los más atrevidos han llegado a plantear que desde estos modelos se puede hablar de “disposición
comportamental” (sobre todo en relación a Mischel, que es el abanderado del integracionismo),
LIMITACIONES:
Entre las limitaciones de los modelos sociales se apuntan:
a) Se ha criticado que el hecho de inventariar fenómenos, procesos y/o recursos no aporta nada acerca
de la estructura de la personalidad, ni permite obtener una forma de articular los elementos
inventariados.
b) A estos modelos se les ha advertido de los peligros que corren con el planteamiento del
“creacionismo psicológico”: defender que lo que existe en el pensamiento no solamente opera en el
pensamiento, sino que actúa en el mundo real.
d) Pelechano realiza una crítica conceptual al indicar que resulta contradictorio que se defienda una
acepción “social” de la conducta y de la personalidad a la vez que se propone una idea naturalista de la
ciencia.
e) Otra limitación que se ha apuntado es de tipo metodológico ya que han defendido la investigación
“micro-analítica” (estudiar poco número de variables con pocos sujetos y en situaciones controladas de
laboratorio = validez interna) teniendo problemas para la generalización de los resultados. El
investigador –se ha dicho— se fija en las variables y no en los individuos, aspecto muy criticado desde la
psicología de la personalidad.
f) La crítica más dura al situacionismo la realiza K. Bowers, quien cuestiona dos postulados del mismo: i)
que las respuestas observadas se vinculen causalmente con los estímulos presentes en la situaición (la
causalidad supone algo más que la observación de regularidades empíricas), y ii) que el experimento sea
el método más apropiado para descubrir enlaces E-R (porque el experimento se centra en detectar el
cambio y no la estabilidad conductual).
MODELOS INTERACCIONISTAS:
VENTAJAS:
El interaccionismo propició de forma clara una consideración del principio de la consistencia
que ya no se basaba en supuesto de existencia absoluta sin que se adaptaba al punto de vista
relativo, mucho más acorde con la realidad.
Estos modelos (frente a los modelos lineales) tienen un cuenta la interdependencia entre los
aspectos simples de la personalidad (tipos, rasgos), aspectos dinámicos, y los factores
operativos de la personalidad (las situaciones).
Perspectiva de estudio que ofrece positivas esperanzas en la investigación de la personalidad.
En los últimos años se ha dado un cúmulo de investigaciones en esta dirección por lo que ha
resultado realmente prolija.
Plantean cuestiones relevantes en términos más equilibrados, llamando la atención sobre
aquellos aspectos que reflejan con más fiabilidad la complejidad y discriminabilidad que
definen los fenómenos conductuales.
Desde esta perspectiva más que hablar de consistencia (término polémico donde los haya) cabe
hablar de coherencia, entendiendo ésta cómo la posibilidad de predecir la conducta a partir de
factores inherentes a la persona y a la situación; lo que no implica necesariamente estabilidad.
Se contempla la existencia de interacciones entre los aspectos funcionamiento individual y
entre factores individuales y ambientales.
CRÍTICAS:
El principal obstáculo que ha encontrado el interaccionismo es, por un lado, la dificultad de
centrarse en las variables moduladoras o mediadoras, pese a que teóricamente son las más
relevantes y, por otro, el problema de explicar cómo se produce la interacción.
Los resultados obtenidos sobre las variables cognitivas que estudian no siempre han sido
fiables.
Además, todos los referentes de interacción manejados son reducibles a dos: interacción
mecánica (o estructural) e interacción dinámica (o de proceso). Sin embargo, la investigación
empírica disponible aborda sólo la interacción mecánica, aunque –curiosamente— será la
interacción dinámica el concepto central del modelo.
Escasos estudios sobre los factores ambientales, requiriendo mayor desarrollo y contraste.
Existen dificultades metodológicas ya que , dentro de la diferenciación entre interacción
(causalidad unidireccional) y transación (causalidad recíproca) viene a resultar que la aplicación
del ANOVA en transaciones resultadefectuosa para constatar relaciones de este tipo.
Lo anterior plantea una clara divergencia entre el planteamiento teórico y su modelo de
medida. El modelo dinámico no distingue entre VI y VD (postula influencia continua y recíproco
entre persona, situación y conducta), el modelo mecánico aborda el análisis de las
interacciones estadísticas unidireccionales de las variables de la persona y la situación (VIs)
sobre la conducta (VD), con lo cual la interacción es entre causas y no entre causa y efecto.
También se han criticado ciertos sesgos en las conclusiones que lleva a cabo este modelo, como
es la arbitrariedad de la magnitud real de los porcentajes de varianza debidos al factor persona,
al factor situación y al factor interacción.
PERSONALIDAD:
MODELOS TEÓRICOS:
REFORZAMIENTO:
REPERTORIOS CONDUCTUALES BÁSICOS
EL REPERTORIO EMOCIONAL-MOTIVACIONAL
EL REPERTORIO DE LENGUAJE-COGNOSCITIVO
EL REPERTORIO SENSOMOTOR
AJUSTE PSICOLÓGICO
LA CUESTIÓN NATURALEZA-CRIANZA DESDE LA PERSPECTIVA DEL CONDUCTISMO
PSICOLÓGICO
RESUMEN DE LA TEORÍA DE STAATS
CARACTERÍSTICAS:
EL PROCESO DE INTERACCIÓN:
EL MODELO DE ENDELR Y MAGUNSSON:
PREMISAS FUNDAMENTALES:
CONCEPTO DE INTERACCIÓN.
LA PERSPECTIVA INTERACCIONISTA REFLEJA UN MODELO “DINÁMICO DE LA PERSONA”:
CARÁCTER RECÍPROCO DEL PROCESO DE INTERACCIÓN PERSONA X AMBIENTE:
EL PAPEL ATRIBUIDO A LA PERSONA:
EL PAPEL ATRIBUÍDO AL AMBIENTE:
CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PERSONALIDAD.
UNIDADES GLOBALES VS. CONTEXTUALES.
LA PERSONALIDAD COMO DISPOSICIÓN DE CONDUCTA
LA PERSONALIDAD COMO SISTEMA.
CARÁCTERÍSTICAS DE LA SITUACIÓN.
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN.
ESTRUCTURA-AMBIGÜEDAD DE LA SITUACIÓN.
EXPLICACIÓN DE LA CONDUCTA.
INTERACCIÓN PERSONA-SITUACIÓN.
REGULARIDAD Y DISCRIMINABILIDAD DE LA CONDUCTA.
¿ES POSIBLE LA INTEGRACIÓN? PERSPECTIVAS FUTURAS.
EL ACERCAMIENTO TIPOLÓGICO.
INTERACCIÓN RASGOS-PROCESOS PSICOLÓGICOS.
LA TEORÍA DE J. ROTTERX
MODELOS SOCIALES:
VALORACIÓN EPISTEMOLÓGICA:
VALORACIÓN TEÓRICA:
VALORACIÓN METODOLÓGICA:
PRINCIPALES APORTACIONES:
VENTAJAS:
LIMITACIONES:
MODELOS INTERACCIONISTAS:
VENTAJAS:
CRÍTICAS: