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2.1.- CONCEPTO
Se prevé que, antes del cumplimiento del plazo, los socios puedan
decidir por unanimidad, si continúan o no con la sociedad. Lo del
plazo necesariamente determinado de duración de la sociedad, se
establece además, en beneficio de los acreedores individuales del
socio, cuyo crédito es colocado por ley en igualdad de condiciones,
que los créditos de la sociedad colectiva persona jurídica distinta.
Según el art. 267 LGS la prórroga se “realiza” luego de cumplido con
publicar por tres veces consecutivas el aviso a que se refiere el art.
275 LGS. Aviso que permite que los acreedores de los socios
puedan oponerse a la prórroga. Esto es lo que dice la LGS. Sin
embargo hemos de considerar que de conformidad con el art. 5 de la
LGS se trataría de una modificación estatutaria, que requiere de la
forma de escritura pública y de su inscripción en registros públicos.
Sin embargo, el art. 86 del Reglamento del Registro de Sociedades,
señala que para la inscripción de la prórroga del plazo de duración
de la sociedad no es exigible la presentación de los avisos a que se
refiere el art. 275 de la LGS. Que no es lo mismo que contrariar la ley
diciendo que no es necesario que se publiquen los avisos. Con ello
en la práctica pueden darse supuestos en que la prórroga inscriba
sin que se haya cumplido con publicar los avisos a que se refiere el
art. 275 de la LGS, contrariándose así, en la práctica, lo dispuesto en
el art. 267 LGS. Lo cierto es que para la prórroga de la duración de
una sociedad colectiva, es necesario en adición a los requisitos que
señala el art. 407.1 LGS –acuerdo de prórroga e inscripción en el
registro público del mismo- que el acuerdo de prórroga se publique
por tres veces. De lo contrario el acuerdo sería nulo de conformidad
con el art. 38 LGS por omisión de las formalidades de publicidad
prescritas.
2.- La sociedad colectiva debe de tener una razón social (Art. 266
LGS).
Ahora bien cuando exista capital social puesto que existan socios
colectivos que aporten además de servicios, dinero, bienes o
derechos suceptibles de valoración económica. Si bien el aporte de
servicios no va al capital social, no se refleja en la cifra de capital
social, no contribuye a conformarlo, a los socios meramente
industriales se les debe otorgar participación en el capital social.
Según el art. 266 LGS la sociedad colectiva tiene una razón social.
Por ley, obligatoriamente, esta denominación subjetiva debe
integrarse con el nombre de todos los socios o de alguno de ellos,
más la expresión sociedad colectiva o las siglas S.C. Esta exigencia
va unida al hecho de que mientras en la sociedades de capital, el
capital funge de garantía primordial de los acreedores y terceros que
contratan en la sociedad, la posibilidad de que en la sociedad
colectiva, los terceros puedan demandar a los socios, por las
obligaciones sociales, hace que la principal garantía de estos sean
las personas de los socios y su solvencia patrimonial. Por ello, es
importante para los acreedores y terceros, conocer por la mera razón
social, quienes son los socios de la sociedad. En otros casos de
sociedades que también usan razón social pero sin ser de
responsabilidad ilimitada (como el de la sociedad civil de
responsabilidad limitada) podemos decir que el intuito personae, las
cualidades de los socios elemento fundamental, se reproduce desde
su denominación.
Esto se debe al hecho de que al tener por ley los socios, una
responsabilidad personal, solidaria e ilimitada por las obligaciones
sociales, entonces, obviamente, se reconoce que una gestión
desacertada, abusiva o temeraria de los demás, puede comprometer
sus respectivos patrimonios civiles.
Ahora bien, si leemos el art. 277.1 LGS, éste señala que: “el pacto
social en adición a las materias que contenga conforme a los
previsto en la presente sección, debe incluir reglas relativas a (…) el
régimen de administración y las obligaciones, facultades y
limitaciones de representación y gestión que corresponden a los
administradores”.
Es decir que el art. 277.1 LGS distingue dentro de lo que es
administración o gestión en sentido general, los conceptos de gestión
y representación.
Cuando se trata de una sociedad que tiene sólo dos socios, para
evitar injusticias, la exclusión de uno de los socios, sólo podrá
decidirla directamente, el juez.
Ahora bien, según el art. 276 LGS y 666 del Código Civil, los
herederos responden sólo por las obligaciones contraídas hasta el
día del fallecimiento del causante y hasta el límite de la masa
hereditaria del causante (su cuota de liquidación más el patrimonio
civil del causante).