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Extracto de la Declaración: “El Estado debe asegurar medidas para la existencia de una
diversidad de medios. Los distintos tipos de medios de comunicación – comerciales, de
servicio público y comunitarios– deben ser capaces de operar en, y tener acceso equitativo
a todas las plataformas de transmisión disponibles. Las medidas específicas para
promover la diversidad pueden incluir el reservar frecuencias adecuadas para diferentes
tipos de medios, contar con must-carry rules (sobre el deber de transmisión), requerir que
tanto las tecnologías de distribución como las de recepción sean complementarias y/o
inter operable, inclusive a través de las fronteras nacionales, y proveer acceso no
discriminatorio a servicios de ayuda, tales como guías de programación electrónica”
Compra de Nextel y fusión con Telecom
El mapa mediático que incluye desde los medios hasta Internet, pasando por las
telecomunicaciones fijas y móviles, atraviesa un momento de altísima concentración
potenciado por la centralización geográfica de los servicios y contenidos, por el
dispar tendido y cobertura de las redes físicas e inalámbricas y por la creciente
conglomeración de la propiedad.
La concentración cross-media arroja un 59,24% de concentración por parte de
los 8 principales grupos seleccionados:
1. Grupo Clarín: 25,28% (6,84% por radio, 10,62% por televisión y 7,82% por
diarios)
2. Grupo América: 7,25% (2,27% por radio, 4,09% por televisión y 0,89 por
diarios)
3. VIACOM: 7,10% todo por televisión
4. Grupo Indalo: 6,62% (5,12% por radio y 1,5% por televisión)
5. Fusión Prisa-Albavisión: 6,21% (4,33% por radio y 1,88 por televisión)
6. La Nación: 2,97% todo por diarios
7. Cadena 3: 2,16% todo por radio
8. Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (SFMyCP, Estado): 1,65% todo
por televisión
Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (GAFAM) son los gigantes que
dominan la economía de plataformas a nivel mundial. Todo parece indicar que estamos
a punto de atravesar una regulación de estas empresas, en principio en Europa, y
sobre todo en lo que respecta a las zonas erróneas y corporativas de sus sistemas.
La Autoridad de la Competencia del Reino Unido elaboró un informe que se
centra en el desempeño de Google y Facebook y cómo éstos eliminan la competencia.
La investigación propone nuevas regulaciones al sector de las big tech en consonancia
con las audiencias antimonopolio que se dieron en el Congreso estadounidense
meses atrás y que sentaron en el banquillo por primera vez a los CEO de GAFA (sin
Microsoft): Sundar Pichai (Google), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Facebook) y
Tim Cook (Apple).
El informe británico evidencia las consecuencias de la concentración excesiva
en mercados de información, la falta de competencia, el estorbo a la innovación, el
aumento de precios al consumo y el daño a la economía. Denuncia también la falta de
pluralismo, con la retracción de medios y noticias, y de diversidad de matices y
puntos de vista. También propone crear un organismo especializado en la
economía digital que aplique un código de conducta a las plataformas con poder
significativo de mercado, que permitiría suspender, bloquear y reservar decisiones
de las grandes compañías del sector, por ejemplo la expansión dentro de sus
actividades o en sectores convergentes.
El presidente Alberto Fernández sancionó semanas atrás el DNU 690 con el que
avanzó en definiciones sobre la prestación de los servicios de Internet, Telefonía Móvil y
TV paga. El decreto repone la noción de ‘servicio público en competencia’ a las TIC
(Tecnología de la Información y Comunicación), que había votado el Congreso en la Ley
de Telecomunicaciones y que Maurico Macri derogó con un decreto. El decreto
suspendió los aumentos de sus tarifas hasta fin de año, amplió la capacidad de
acción del organismo regulador (Enacom) e insta a las empresas a informar a sus
clientes sobre lo dispuesto. Es fácil sortear el “fantasma” de estatización que patalea la
oposición, teniendo en cuenta que la telefonía básica está privatizada desde 1990 y es
un servicio público.
Esta medida se da en un contexto de emergencia por pandemia. El objetivo es
que los sectores más vulnerables puedan contar con acceso a estos servicios
esenciales que han escalado en importancia desde la llegada del virus.
El diagnóstico de la estructura, cobertura, acceso y asequibilidad a los servicios de
comunicaciones en la Argentina demuestra que hay zonas con carencias no cubiertas
por el mercado y que necesitan de políticas públicas. El decreto es un primer paso en un
debate que promete (y debe) seguir.