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Presentado por:
VLADIMIR FEDOR
Presentado a:
ECÓLOGA
ECOLOGÍA
POPAYÁN
2014
INTRODUCCIÓN
El agua es el recurso más importante del mundo pues es primordial para la vida, y sin este las
industrias no podrían operar. A diferencia de muchas otras materias primas, el agua no tiene
sustituto; este líquido precioso tiene un papel significativo en el desarrollo de las
comunidades, por lo que es indispensable que su abastecimiento y calidad sean seguros para
que dicha comunidad se establezca permanentemente. Sin embargo, los desechos líquidos y
sólidos de una comunidad son lo suficientemente perjudiciales como para contaminar el
ambiente. Debido a que el agua es de suma importancia para el hombre, si ésta se encuentra
contaminada, se convierte en un gran emisor de enfermedades y en un factor limitante para él
mismo.
Gran parte de estos contaminantes son de uso común en nuestros hogares, como los
detergentes. Éstos, después de ser utilizados en la limpieza doméstica e industrial aportan gran
cantidad de fosfatos a las aguas residuales, por lo que se convierten en fuente de
contaminación afectando la tensión superficial de los cuerpos de agua, facilitando la
explosión demográfica de las algas e impidiendo el intercambio gaseoso.
En los detergentes abundan los fosfatos, que son la mayor fuente de contaminación del agua,
lo cual deriva directamente en el 42% de las enfermedades de los humanos y animales. El
mayor problema con los detergentes, es que su excesivo uso conlleva a una eutrofización de
los cuerpos de agua, lo que provoca la muerte de la fauna y flora acuática y lleva el desarrollo
de una multitud de organismos patógenos al descomponerse estos mismos.
El lavado de la ropa y de los utensilios del hogar con las cáscaras del jaboncillo (S.
saponaria) por diversas comunidades, como la del corregimiento de Corrales del San Luis
(Tubará – Atlántico), representaría un gran avance en la conservación del medio acuático en
general dada las consecuencias ya manifestadas del uso constante de detergentes no
biodegradables en el hogar.
PLANTEAMIENTO PROBLEMA
El árbol del jaboncillo (S. saponaria) presenta características similares a las de un detergente
convencional, con agentes limpiadores que facilitan el lavado de las prendas, a causa del frote
de sus conchas, ya que éstas contienen un 30% de saponinas. Dicho árbol se encuentra
presente en el corregimiento de Corrales de San Luis en el municipio de Tubará -
departamento del Atlántico, en donde la comunidad lava la ropa y los utensilios del hogar en
el riachuelo más cercano con detergentes comunes, contaminando el mismo. Por lo cual se
hace necesario un estudio veraz que compruebe la biodegradabilidad del jaboncillo en
comparación con la de detergentes convencionales del mercado, para incentivar el uso del
detergente más amigable con el medio ambiente.
JUSTIFICACIÓN
Históricamente es sabido que el “Jaboncillo” (Sapindus saponaria L.), una de las especies de
este género, posee variadas aplicaciones tanto domésticas como industriales y puede ser
utilizada en su totalidad (Valverde, 1999). El ejemplo más palpable lo tenemos en Perú, en
donde hace más de diez años una comunidad rural viene trabajando esta planta pero sólo
utilizando una parte del espécimen (Lira, 2000).
El uso de la pulpa del árbol de jaboncillo (S. sapindus) en el diario vivir de las familias de El
Chorro (Correg. Corrales de San Luis, Tubará – Atlántico), reduciría en gran medida el daño
que es causado a su ecosistema lótico –única fuente de agua.
El fruto del árbol del jaboncillo (S. saponaria), por sus características sapónicas, entre otras,
permite advertir que puede servir como detergente biodegradable; y en consecuencia,
benéfico para los factores bióticos y abióticos de los ecosistemas acuáticos epicontinentales y
oceánicos. De ahí que se valora la importancia de proponer el uso de este jabón 100% natural
como una forma más de conservar el equilibrio del ecosistema y de garantizar las condiciones
vitales mínimas de las generaciones futuras.
OBJETIVOS
Objetivo General
Objetivos específicos
MARCO TEÓRICO
Detergentes
Los detergentes son sustancias químicas semejantes al jabón y que por lo tanto bajan la
tensión superficial de los líquidos. Desempeñan la acción de limpieza gracias a la baja tensión
superficial, penetran en todas las concavidades, anfractuosidades y se combinan con los
residuos, atrayéndolos hacia la superficie y manteniéndolos en suspensión para su posterior
remoción.
Para que ese proceso tenga lugar son necesarios los siguientes fenómenos de superficie que
nos son proporcionados por los detergentes.
a) Acción humectante. Mejorando el poder humectante del agua, las moléculas o iones
detergentes penetran rápidamente en torno al “residuo” y por entre sus intersticios. Por la
disminución de la adhesión entre aquél y el sustrato va a haber en consecuencia un
humedecimiento total del mismo por la solución detergente.
b) Acción emulsionante y dispersante, esto es, remoción del “residuo” de la superficie y
mantenimiento en suspensión estable. Los detergentes no crean por sí mismo una dispersión
aunque reducen la energía necesaria para que se forme esa dispersión. Y una vez formada la
estabilizan por medio de 2 mecanismos:
Etimología: Sapindus es una contracción de sapo, indicus, del latín sapo-onis = jabón e indus
= indio, en alusión a su uso como jabón por las tribus indígenas de América. Saponaria, del
latín sapo-onis = jabón y el sufijo –arius-a-um, que indica una conexión, por la saponina de
sus frutos.
Natural: desde México por toda América Central y en la mayor parte de América del Sur.
Hasta los 800 msnm en Costa Rica y El Salvador y 1350 msnm en Estelí (Nicaragua) y
Chiriquí (Panamá).
Plantada: A nivel experimental se ha plantado en el bosque seco, con siete meses de estación
seca a 1000 msnm en Concepción, Guatemala.
Silvicultura
Semilla: Los frutos se recolectan directamente del árbol o del suelo cuando presentan una
coloración verde amarillenta. Es común encontrar frutos alrededor del árbol durante todo el
año. Se trasladan al lugar de procesado en sacos de yute o lona y se extienden al sol de dos a
tres días por períodos de tres a cuatro horas. La semilla se extrae manualmente. Cada kg
contiene de 1500-7400 semillas. La germinación en semilla fresca está alrededor del 85-90%.
Almacenadas a condiciones ambientales mantienen su viabilidad de uno a tres meses. Sin
embargo, se pueden mantener viables por 6-18 meses almacenadas en recipientes herméticos
en cámaras frías a 5 ºC y bajo contenidos de humedad del 6-8 %.
Mercadeo y oportunidades: en el pasado fue una especie con mayor importancia debido a su
uso para hacer jabón, y por lo tanto era habitual encontrarla en cafetales, orillas de ríos y
patios y huertos caseros. Hoy en día, su importancia se ha reducido debido a la disponibilidad
de sustitutos químicos para el jabón, a un costo que el pequeño productor puede permitirse en
la mayoría de los casos (Valverde, O. 1999), iniciándose esto luego de la llegada de los
españoles, puesto que los jabones indígenas a base de plantas fueron sustituidos en parte por
el jabón de lejía y grasa. Es apremiante conocer la taxonomía de la especie, la cual podemos
observar en la siguiente tabla:
Sinónimos: S. divaricatus
Cambess.; S.
forsythii DC.; S.
inaequalis DC.; S.
peruvianus Walp.
Tabla I. Clasificación taxonómica de S. saponaria.
Fuente: http://www.botanical-online.com/monografias/sapindussaponaria.htm
Modificada por: Barraza, V. (2014)
Esta especie forma parte del uso antiquísimo y tradicional en América Central. En La Joya de
Cerén1 en El Salvador ya se encontraron semillas de Sapindus saponaria en diferentes
recipientes, aunque esto no permite conocer con certeza cuales de los usos de esta planta eran
aplicados o conocidos (Valverde, O. 1999).
Cr2O7= + H2O (M.O reducida)+ H+<---------> Cr3+ +Cr2O7= exceso + H2O (M.O oxidada)
(Amarillo) (Verde)
1
Sitio precolombino de El Salvador que escenifica la vida diaria de los asentamientos indígenas antes de la conquista
española el cual fue descubierto accidentalmente en 1976. Muchos le llaman “La Pompeya de América” en comparación al
sitio arqueológico de esa ciudad localizada en Italia. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Tomado de: http://www.elsalvadorturismo.com.sv/turismoelsalvador/sitios-arqueologicos-de-el-salvador/joya-de-ceren-el-
salvador/index.html
El fósforo se encuentra en las aguas naturales casi exclusivamente en forma de fosfatos,
polifosfatos y ligados orgánicamente. Se presentan en solución, partículas o detritus, o en los
cuerpos de organismos acuáticos. Se va a determinar el fósforo reactivo total, que es una
medida del ortofosfato disuelto y en suspensión.
Para ello se parte de una muestra no filtrada por membrana y se realiza un método
colorimétrico directo, concretamente el del ácido vanadomolibdofosfórico. Consiste en que en
una disolución diluida de ortofosfato, el molibdato amónico reacciona en condiciones ácidas
para formar un heterpoliácido, el ácido molibdofosfórico.
En presencia de vanadio, se forma ácido vanadomolibdofosfórico de color amarillo, siendo la
intensidad del color proporcional a la concentración de fosfato. Se trata de un método
colorimétrico poco sensible, usado para los análisis de rutina en el rango de 1 a 20 mg P/L.
METODOLOGÍA
Procedimiento: se tomarán nueve pañuelos blancos y nuevas para luego ser impregnados con
tres tipos diferentes de suciedad, siguiendo el ejemplo del artículo de investigación publicado
por Zuluaga, C. & Antoñana, U. (2003), de la siguiente manera:
Reactivos
Técnica de dilución
Las diluciones deben ser tales que peritan obtener al cabo de los 5 días de incubación, un
oxígeno residual de al menos 1mg/L y una captación de oxígeno de al menos 2mg/L.
Para estar en estos rangos, debemos emplear un factor de dilución adecuado. Para calcular
este factor de dilución se recurre a la siguiente aproximación:
D.B.O.teórica= D.Q.O./2 Factor Dilución = D.B.O.teórica/4
Cuando se preparen las diluciones de la muestra, hay que procurar burbujear lo menos
posible, para lo que dejaremos caer el agua de dilución resbalando por las paredes.
Caso que la dilución se prepare en probeta, poner en primer lugar la mitad del agua de
dilución, después añadir la muestra y por último, completar el volumen con agua de dilución,
procurando introducir en el sistema la menor cantidad de aire posible.
Procedimiento
-Preparar las diluciones adecuadas de la muestra en frascos Ámbar, así como un blanco con
agua de dilución.
-Determinar mediante electrodo selectivo el oxígeno disuelto.
-Incubar durante 5 días en oscuridad y a 20ºC ± 1ºC.
-Al cabo de estos 5 días, medir por el mismo procedimiento el oxígeno disuelto.
Cálculos
D.B.O.5 = (T0 - T5) - (D0 - D5) (F -1)
T0= oxígeno disuelto inicial en la muestra.
T5=oxígeno disuelto a los 5 días en la muestra.
D0=oxígeno disuelto inicial en el blanco.
D5=oxígeno disuelto a los 5 días en el blanco.
F=factor de dilución.
Material
- Tubos de digestión
- Calentador de bloques, a 150º C
- Bureta
- Pipetas
- Dosificador de agua destilada
- Agitador magnético para mezclar completamente.
Colóquense los tubos en el digestor de bloques a 150ºC durante dos horas. Enfríense a Tª
ambiente, quítense los tapones y añádanse dos gotas ferroína. Agítese rápidamente en un
agitador magnético mientras se titula con sal de Mohr 0,01 N. De la misma forma sométanse a
reflujo y titúlense dos blancos que contengan los reactivos y un volumen de agua destilada
igual al de la muestra.
(A-B)*N*8000 * F
DQO en mg O2 / l = ---------------------------------------------
Volumen muestra (ml)
Reactivos
- Solución de digestión de dicromato potásico 0.1 N: Añadir a 500 ml de agua destilada 4.913
g de dicromato previamente desecado, 167 ml de sulfúrico concentrado y 33.3 g de sulfato de
mercurio. Disuélvase, enfríese a temperatura ambiente y dilúyase hasta 1000 ml.
- Reactivo ácido sulfúrico: Añádase sulfato de plata sobre ácido sulfúrico concentrado, en la
relación de 5.3 g de sulfato de plata en 500 ml de SO4H2.
- Solución indicadora de ferroína: Disuélvanse 1.485 g de 1, 10 - Fenantrolina monohidrato y
695 mg de sulfato ferroso heptahidrato en agua destilada y dilúyase hasta 100 ml.
- Solución de sulfato ferroso amónico para titulación 0.01 N: Disuélvanse 3.9 g de sulfato
ferroso amónico hexahidratado en agua destilada. Añádanse 2 ml de sulfúrico concentrado.
Enfríese y dilúyase hasta 1000 ml.
Estandarícese la solución a diario frente a la solución de digestión.(*)
Recoger las muestras en frascos de cristal. Si es inevitable el retraso antes del análisis,
consérvese la muestra por acidificación a un pH £ 2 utilizando ácido sulfúrico concentrado.
Procedimiento
Consúltese la tabla I para ver los volúmenes adecuados de reactivos y muestras. Colóquese la
muestra en los tubos limpios y secos y añádase la solución de digestión. Viértase con cuidado
el reactivo sulfúrico en el tubo. Apriétese bien el tapón de los tubos e inviértase varias veces.
Donde:
Muestra (ml)/ 2,5 Sol. de dicromato (ml)/ 1,5 React. Ac. Sulfúrico (ml)/
3,5
o 12 tubos de ensayo
o Fotocolorímetro
o 2 pipetas automáticas de Vol. Variable ( 0-100 / 100-1000 )
o 3 erlenmeyer
o 3 embudos de separación
o 3 papel filtro
o Agua destilada
Procedimiento:
1. Si filtran todas las muestras con papel filtro y embudos a erlenmeyer, ya que los
sólidos suspendidos de la materia orgánica podían interferir en la prueba.
2. Se deposita con una pipeta automática a cada tubo de ensayo los volúmenes
respectivos de cada muestra y luego se diluyeron en 1 cc de agua destilada.
3. Se deposita el contenido de cada tubo de ensayo en otro más pequeño y rectangular
para colocarlo en el colorímetro con sus respectivas longitudes de onda (Entrevista con David
Pacheco, Técnico del Laboratorio de Ciencias Básicas II de la Universidad Simón Bolívar.
Barranquilla, 2010).
Materiales
1) Material de vidrio:
- Matraces aforados de 25 ml.
- Pipetas.
- Vasos de precipitados.
Un aspecto muy importante es que debido a que la contaminación por fosfato es frecuente por
su absorción en las superficies de vidrio, todo el material de vidrio a usar debe ser lavado con
HCl diluido y posteriormente aclarado con agua destilada. También se aconseja lavar después
de la realización de la práctica, para evitar interferencias en otras determinaciones.
Se aconseja evitar el uso de detergentes comerciales que contengan fosfato para el lavado del
material.
2,0-10 420
4,0-18 470
Reactivos
a) Carbón activo.
b) Reactivo vanadato-molibdato: A preparar de la siguiente forma:
c) 1.- Solución A: disolver 25 g de molibdato amónico (NH4)6Mo7O24 - 4H2O, en 300 ml
de agua destilada.
2.- Solución B: disolver 1,25 g de metavanadato de amonio NH 4VO3, calentando hasta
ebullición en 300 ml de agua destilada. Enfriar y añadir 330 ml de HCl concentrado. Enfriar
la Solución B a temperatura ambiente, verter la Solución A sobre la B, mezclar y diluir a 1 L.
c) Solución Patrón de Fosfato de 50 ppm: Disolver 0.2812 g de fosfato ácido de potasio
anhidro, KH2PO4, en agua destilada y diluir a 1 L.
Procedimiento
1.- Ajuste del pH de la muestra: Medir el pH de la muestra y si éste es mayor de 10, ajustarlo
mediante la adición de HCl 0.1N.
2.- Eliminación del color de la muestra: Para ello se agita 25 ml de muestra con un poquito de
carbón activo en un matraz erlenmeyer durante 5 minutos. Después se filtra para eliminar el
carbón.
3.- Desarrollo de color en la muestra: Poner 35 ml de muestra o menos en un matraz aforado
de 25 ml. Añadir 5 ml de reactivo vanadato-molibdato y diluir con agua destilada hasta la
señal. Al cabo de 10 minutos o más, medir la absorbencia de la muestra frente al blanco a una
longitud de onda de 470 nm. El color es estable durante días y su intensidad no es afectada
por las variaciones de temperatura ambiente.
Cálculos
Para un volumen de muestra de 15 ml la lectura de la absorbancia de la muestra problema
frente a la recta patrón da directamente la concentración de fósforo – fosfatos.
En el caso de una muestra diluida tener en cuenta el factor de dilución.
Para obtener el resultado como:
PO4- multiplicar por 3.066.
P2O3 multiplicar por 3.55.
Interferencias
o El sílice y arsenato interfieren positivamente sólo cuando se calienta la muestra.
o El arseniato, fluoruro, torio, bismuto, sulfuro, tiosulfato, tiocianato o exceso de
molibdato, producen interferencias negativas.
o El Fe2+ produce color azul, pero no afecta a los resultados si su concentración es menor
a 100 mg/l.
o Existen otros muchos iones inertes, pero no afectan hasta concentraciones de 1000
mg/l.
Cálculo de los volúmenes de la disolución patrón para preparar los distintos estándares
Expresión de resultados
Como PO43- : multiplicar por 3.066.
Como P2O3: multiplicar por 3.55.
Materiales
Reactivos
-Formación de turbidez con sulfato de bario: Mídanse 100 ml de muestra o una porción
adecuada llevada a 100 ml, filtrado, en un erlenmeyer a 250 ml. Añádanse 20 ml de solución
tampón (B) y mézclese en un agitador. Mientras se agita añádase una cucharada de cristales
de BaCl2, empezando el recuento de tiempo inmediatamente. Agítese durante 60 segundos a
velocidad constante. (Muy importante).
Proceder de la misma forma con 100 ml de blanco.
- Medida de la turbidez del sulfato de bario: Tras finalizar el periodo de agitación, viértase
la solución en la cubeta del fotómetro y mídase la turbidez a los 5 +_ 0.5 minutos.
- Determínese la concentración de SO42-, directamente a partir de la curva de calibrado.
Cálculos
La lectura de la absorbancia de la muestra problema frente a la curva patrón da directamente
la concentración de SO42-.
En el caso de muestras diluidas hay que tener en cuenta el factor de dilución.
Curva de calibración
El método es fiable para un rango de 0-40 ppm de SO 42-; por encima de 40 ppm, la precisión
disminuye y las suspensiones de Ba2SO4 pierden estabilidad.
Vamos a preparar 9 patrones, espaciados a incremento de 5mg/l. veamos el volumen de la
solución patrón que hay que coger:
V*100 ppm. = 100*Cpatrón (5, 10, 15, 20, 25, 30, 35, 40)
Así tomamos el volumen de la solución patrón, enrasamos hasta 100 ml con agua destilada y
seguimos el procedimiento descrito antes.
Interferencias
Interferirá el color o la materia suspendida en gran cantidad. Parte de la materia en suspensión
puede ser eliminada por filtración. Interferirá también un exceso de sílice superior a 500 ml/l,
y en las aguas con gran cantidad de materia orgánica puede no ser posible precipitar Ba 2SO4
satisfactoriamente.
Resultados esperados
1. Que el poder detersivo del jaboncillo (S. saponaria) sea igual o mejor al presentado
por los detergentes convencionales del mercado.
2. Que los valores de degradación biológica (DBO) y química (DQO) del jaboncillo (S.
saponaria) sean mayor y menor, respectivamente, que los de los detergentes
convencionales del mercado.
3. Que la absorbancia de las muestras de agua residual del jaboncillo (S. saponaria) sea
menor y la transmitancia mayor, en comparación con los valores presentados por las
muestras de agua residual de los detergentes convencionales del mercado.
4. Que la presencia de ortofosfatos y sulfatos en las muestras de agua residual del
jaboncillo (S. saponaria) sean mínimas en comparación con la de las muestras de agua
residual de los detergentes convencionales del mercado.
Bibliografía
APHA, AWWA & WEF members (1995). Standard Methods for the Examination of Water
and Wastewater. 19 ed., New York.
Cybergrafía
Rivas, R (2011). Notas para el estudio de Endodoncia. Consulta del 01 de diciembre, 2014,
del portal de internet de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad
Nacional Autónoma de México:
http://www.iztacala.unam.mx/rrivas/NOTAS/Notas11Limpieza/irrdetergentes.html
Valverde, O. 1999. Sapindaceae. Revista Forestal Centroamericana, No. 26, 865-868. Centro
Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). Turrialba, Costa Rica.
Recuperado de http://es.scribd.com/doc/241160420/sapindus-saponaria
Zuluaga, C. & Antoñana, U. (2003). En polvo lavan mejor, pero contaminan más. Revista
Consumer, 69 (1), 30-33. Disponible en:
http://revista.consumer.es/web/es/20030901/pdf/revista_entera.pdf