Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
en la escuela
El trabajo colaborativo
entre investigadores y
docentes: experiencias
Número 51
Septiembre 2019
24 y 31 de Octubre
Videoconferencias interactivas y en vivo con
Delia Lerner y Ana María Kaufman
Lectura compartida - Ortografía.
16 de Noviembre
Jornada Magistral por Videoconferencia
interactiva en vivo con
Graciela Frigerio y Bernardo Blejmar
Gestionar en tiempos complejos
03
por efecto de estos avances; todo lo contrario: seguramente
se sienten más seguros al contar con más herramientas
conceptuales, teóricas y técnicas para su trabajo. Nadie duda
del lugar que cada uno tiene en el universo profesional.
Con los docentes las cosas no son tan sencillas: a veces
parecen sentirse amedrentados frente a los especialistas
investigadores, como si éstos estuviesen escudriñando su
trabajo desde lo alto de un pedestal.
El trabajo de investigación que presentamos en este número
de 12(ntes) pretende difundir el resultado de lo hasta aquí
elaborado por un equipo conformado por especialistas y
docentes investigadores. Pero también pretendemos desde
aquí hacer evidente la fecundidad de este tipo de trabajo
colaborativo con el fin de que la modalidad se replique en
tantos lugares como sea posible.
Para ello complementamos el material con dos entrevistas.
Una al equipo que elaboró el trabajo, coordinado por Patricia
Sadovsky. La otra a Delia Lerner, a su vez, coordinadora de
otra experiencia en el mismo sentido. Dos de las más
notables especialistas en educación de Latinoamérica.
Y volviendo a la frase con que comenzamos estas breves
líneas introductorias, para estos tiempos de tanto
desasosiego, la alegría de crear, producir y crecer
profesionalmente y, por supuesto, contribuir a una más y
mejor educación.
10
04
Indagar los procedimientos de los
alumnos como estrategia institucional
para analizar nuestra enseñanza
05
estrategias de cálculo para resolver problemas de resta.
Fue un trabajo muy productivo, que nos abrió a la
comprensión de la matemática involucrada en lo que los
chicos hacen y que nos fortaleció en la convicción de que
semejante trabajo, desde el punto de vista de la formación
de los niños y también de nuestra gratificación, “vale lo
En muchos que cuesta”.
momentos, las En el año 2017, nuestra propia intervención docente a raíz
de las producciones de los alumnos fue el tema central. En
discusiones nos muchos momentos, las discusiones nos ayudaron a
ayudaron a interpretar en términos de complejidad de los asuntos de
interpretar en enseñanza lo que antes veíamos como dificultades de los
términos de chicos. Así fuimos elaborando criterios que nos ayudaran
a decidir qué aspectos proponer para la discusión con
complejidad de los toda la clase en los espacios colectivos: en términos
asuntos de generales, priorizamos lo que entendíamos que, por el
Enseñanza, lo que tipo de relaciones matemáticas involucradas, aportaba a
la comprensión de todos.
antes veíamos A principios del año 2018, y mirando retrospectivamente
como dificultades el trabajo de años anteriores, tuvimos la impresión de que
de los chicos. habíamos considerado con entusiasmo las estrategias más
originales de los alumnos con mayor disposición pero
habíamos dedicado poco tiempo a pensar cómo ayudar a
avanzar a los chicos que mostraban más dificultades, que
frente a los problemas no saben qué hacer o que un día
parecen haber comprendido y al siguiente todo parece
haber vuelto a un punto cero. El “misterio”, “la caja
negra”, como decía alguna de nosotras. Con la intención
de objetivar esa situación, decidimos hacer una
indagación sobre los procedimientos que ponían en juego
nuestros alumnos. Nos centramos en la resta porque
alrededor de esa operación habíamos trabajado mucho los
años anteriores y era una oportunidad de recuperar lo
realizado y avanzar en lo que nos preocupaba.
La estrategia que nos dimos fue la siguiente:
redactaríamos el mismo problema para todos los grados,
cambiando los números con el propósito de analizar los
procedimientos puestos en juego por los chicos. En un
primer momento, les pediríamos que resolvieran
individualmente sin intervención nuestra y, una vez
registrados los procedimientos, intervendríamos para
colaborar con quienes no habían podido resolver de ma-
06
nera autónoma. Nos interesaba conocer si esas
intervenciones resultaban productivas para que los niños
ampliaran su comprensión.
Asimismo, en el grupo discutimos bastante respecto de
la relación entre las estrategias que pondrían en juego los
alumnos y nuestras intervenciones a lo largo del tiempo.
Sosteníamos de manera compartida que los proce-
dimientos de los chicos “hablaban” de los énfasis que
habíamos realizado, de los aspectos en los que nos
habíamos centrado. En ese sentido, el análisis de las
estrategias de la clase haría volver la mirada sobre
nuestro trabajo de enseñanza y nos permitiría revisarlo
y, sobre todo, realizar acuerdos de tipo institucional
respecto de los objetivos a alcanzar en cada año.
En síntesis, la indagación apuntaba a conocer las
estrategias puestas en juego por los chicos, interpretarlas
en términos de logros y también de dificultades y, al
mismo tiempo, definir propósitos de enseñanza a
alcanzar en cada grado para articular mejor las
continuidades y progresos de los aprendizajes.
07
En este procedimiento en particular llama la atención el
modo en que la alumna expresa gráficamente, a través de
una clara separación espacial, la distinción entre las
figuritas repetidas y las restantes. Aunque no pudimos
observar a la niña mientras resolvía, con lo cual no hemos
seguido paso a paso su proceso, sí creemos estar en
condiciones de poder interpretar que su estrategia implicó
el análisis de los datos, de sus relaciones y la toma de
decisiones para expresarlas de alguna manera.
Hubo otras estrategias en las que los alumnos dibujaron el
total de las 12 figuritas y tacharon las repetidas.
Interpretamos que en este caso la dirección del
procedimiento es diferente de la del anterior: en tanto en
el primero se va armando el 12 compuesto por 4 y 8, en
este último se parte del 12 y se quitan los 4.
Si bien en el marco de la indagación realizada se había
decidido no intervenir sobre los procedimientos de los
alumnos, el material recogido ofrece elementos para
pensar a futuro con los niños posibles intercambios sobre
la base de estos dos tipos de estrategias.
08
Otros 8 alumnos hacen diferentes intentos, algunos con
errores de conteo.
De los 25 alumnos, 21
logran resolverlo. Una
gran mayoría utilizando
procedimientos persona-
les de descomposición
numérica, algunos pocos
apelan al algoritmo con-
vencional. Hay 4 alum-
nos que intentan resolver
a partir de sumas sin
terminar la resolución. A
continuación, se presenta
un ejemplo de procedi-
miento que apela a
descomposiciones numé-
ricas:
09
De los 27 alumnos, 18
logran resolverlo utilizando
procedimientos personales
basados en descomposi-
ciones numéricas, el algo-
ritmo convencional para la
resta o una combinación de
ambos. De los 9 alumnos
restantes, la mayoría realiza
intentos apelando a descom-
posiciones numéricas o al
algoritmo convencional sin
llegar a completar la reso-
lución. Si pensáramos en
una clasificación “correcto”
o “incorrecto” tal vez los
resultados parecerían desa-
lentadores. Pero, cuando analizamos los intentos de los
alumnos y reconocemos trazas de las ideas que subyacen,
esa clasificación se matiza y es posible recuperar muchas
ideas puestas en juego por parte de los niños.
10
la descomposición de números, procedimiento que se
había enseñado. La docente del curso interpretó en un
primer momento que esto era consecuencia directa de
alguna intervención desacertada. Vuelve entonces a
plantear un problema similar con números más elevados
y muchos niños sí recurren a la descomposición
numérica. Esto estaría indicando que los alumnos
pueden decidir qué estrategia usar en función de lo que Los alumnos
interpretan como más económico para ellos en cierto pueden decidir
momento: para números pequeños tal vez es más
cómodo y seguro contar pero eso se vuelve engorroso
qué estrategia
para números grandes y movilizan entonces otro usar en función de
procedimiento. Si esta interpretación es ajustada, lo que interpretan
estaríamos frente a una situación en la que los chicos dan
como más
cuenta de cierta autonomía en las decisiones que toman
para abordar los problemas, lo cual sin duda es económico para
auspicioso. Justamente la expectativa de una relación ellos en cierto
directa entre intervención docente y estrategia de los momento.
alumnos tiene, como telón de fondo, una posición de
poco margen de decisión por parte de ellos. Esto marca
una tensión con relación a la formación que queremos
darles: por un lado, deseamos que progresen y, en ese
sentido, que tomen lo que les enseñamos pero, al mismo
tiempo, esperamos que decidan, que dominen, que estén
seguros y, recostadas en este propósito, nos resulta
positivo que elijan aquello que les resulta más
confortable.
11
diez en diez, lo cual comporta un claro progreso
considerando que, el aceptar no contar de a uno,
involucra cierta idea de agrupamiento. En segundo grado,
“empiezan a no dibujar tanto, a utilizar números” y a usar
Estos avances a lo descomposiciones con un fuerte apoyo en el recurso a
largo de los cuatro billetes y monedas. Se retoman de esta manera las
posibilidades de agrupar cantidades. En tercero y cuarto
grados requieren grado, paulatinamente, los chicos van realizando
Ineludiblemente diferentes descomposiciones para resolver cálculos y
de la intervención también aprenden a usar los algoritmos convencionales.
docente. Reconocemos, en la discusión entre las diferentes
maestras, que estos avances a lo largo de los cuatro
grados requieren ineludiblemente de la intervención
docente. Ésta se pone en juego al explicar para toda la
clase, al recordar los recursos disponibles, al poner en
común y analizar con todos diferentes procedimientos, al
intervenir puntualmente con un alumno o con un
pequeño grupo para ayudarlo a concretar sus ideas y a
finalizar su producción…
Este recorrido nos conforma y modifica una mirada inicial
de mayor preocupación respecto de la situación de los
chicos.
12
pasando de esperar unos procedimientos determinados
a promover que desarrollen lo que empezaban a pensar.
Esto modificó las condiciones de interacción con los
chicos e instaló en nosotras la exigencia de interpretar lo
que iban haciendo para desarrollar las tantas
conversaciones que se presentaban en el aula.
Verdaderamente reconocemos acá un cambio de
Coexisten dos
posición en el que coexisten dos aspectos centrales: el aspectos
interés en que los niños desplieguen sus ideas y nuestra centrales: el
intención de considerar como un asunto principal de interés en que
enseñanza la puesta en juego de estrategias personales.
La obtención de resultados de problemas y cálculos por los niños
parte de los alumnos se inscribe ahora en un proceso que desplieguen sus
también valoramos. ideas y nuestra
intención de
considerar
como un asunto
principal de
enseñanza la
puesta en juego
de estrategias
personales.
13
El trabajo colaborativo en
investigación: una
experiencia.
Entrevista al equipo:
Directora de la escuela: María Paula Pérez
Maestras: Adriana de Lera, Flavia Romaní, Gisela
Arce, Liliana Torres.
14
suntos que se exploran como de los investigadores, que
podemos colaborar en la definición de los problemas
pero no tenemos todas los elementos para definirlos de
manera autónoma.
15
punto más flojo de esos proyectos investigativos. Nos
fuimos dando cuenta de que si el docente no participa en
la elaboración de lo que va a tener que sostener en el aula
es muy difícil construir esa intención, con lo cual, sin que
nos lo hubiéramos propuesto terminábamos ubicándolos .
16
trata de una tarea muy compleja. Fue en la interacción
con las docentes donde pudimos reconocer todo lo que
hay que amasar para poder sostenerla.
17
12(ntes): Se trata de un trabajo minucioso, artesanal.
18
Y sin querer nos
empezó a pasar que
más allá de estos
espacios de reunión
nos encontrábamos
en los recreos, por
ejemplo, hablando
de lo que nos
pasaba en el aula
con ciertas cosas.
19
ción? Es decir, la mirada del docente pero, ¿en qué
consiste esa mirada?
20
el cuco, en principio. Y yo le comentaba a Paula (la
directora) que tengo nenes que usaban sumas para
problemas que normalmente se consideran de resta y lo
hacían correctamente. Por ejemplo, frente al clásico
problema, si tengo 27 pesos y gasté 12, ¿cuánto queda?
Algunos chicos calculaban cuánto sumar a 12 para
obtener 27. Entonces era todo una discusión de cómo lo
habían pensado. Y poner todo esto sobre la mesa y que
todas pudiéramos analizarlo, era lo que estábamos
buscando como forma de trabajo reflexivo sobre la
práctica.
21
Claro porque a
veces la hoja en
blanco también
dice algo de ese
alumno. Y ahí es
cuando pensamos
que por momentos
intervenimos
guiando al alumno
en dirección a lo
que queremos que
haga en lugar de tras intervenciones: ¿los otros alumnos, no resuelven o
estar atentos a lo nuestra intervención no propicia que estos alumnos resue
que él está lvan?
pensando.
M. Paula: Claro porque a veces la hoja en blanco también
dice algo de ese alumno. Y ahí es cuando pensamos que
por momentos intervenimos guiando al alumno en direc-
ción a lo que queremos que haga en lugar de estar aten-
tos a lo que él está pensando. Es muy complejo poder
“bucear en la cabeza de los nenes”. Lo más importante es
poder intervenir no sólo respecto de aquellas produc-
ciones magistrales sino también respecto de los nenes a
los que todavía les cuesta más o no pueden dar cuenta,
explicitarlo, verbalizarlo. Esa era también una discusión
que teníamos: cuáles deberían ser las intervenciones más
apropiadas para esos chicos, para que pudieran verbali-
zar, contar.
22
mos cuenta de que teníamos que dedicarnos más a aquel
que no podía mostrar, aquel respecto del cual no
teníamos en claro qué estrategias poner en juego o aquel
al que le costaba elegir una estrategia.
23
nalizado, dándole otro significado. Ese era nuestro
desafío, nuestro objetivo.
24
mento para otra cosa. Lo pudimos pensar en estos
términos cuando dejamos de ver el "es difícil" como una
queja o déficit, y pudimos poner en su lugar una
pregunta. Por otra parte, creo que las docentes algunas
veces hicieron cosas acerca de las cuales no estuvieron
muy convencidas y, sin embargo, igual las hicieron. Y
todas pudimos aprender de eso, lo cual requiere también
cierto coraje y cierta confianza. No es que no hay
diferencias porque es inevitable: venimos de prácticas, de
historias y de miradas diferentes, que se dirimieron con
mucha amorosidad en este grupo. Pero, por otro lado,
esas diferencias fueron tramitadas de alguna manera.
25
cemos entre todos, más allá de que nos gustaría tener un
sistema educativo que nos acompañara de otra manera.
Pero se puede: cada uno desde su lugar va aportando y
vamos construyendo algo mejor para los alumnos que
tenemos.
26
nos proponemos llegar en cada uno de los grados.
27
La colaboración
es una
construcción a
largo plazo, no
está dada a priori.
28
señándole al otro, diciéndole lo que tiene que hacer, desde
un lugar de prescripción. Por eso se requiere una atención
especial cuando uno analiza las intervenciones. Llegar a
esta posición es una construcción a largo plazo.
29
Trabajo colaborativo en
investigación didáctica: una relación
necesaria y fructífera entre docentes
e investigadores.
Entrevista a Delia Lerner.
30
las investigaciones didácticas, el tipo de relación que
establecíamos con ellos no se constituyó de entrada como
objeto de reflexión. Tengo muy presente el momento en
que comenzamos a problematizar esta relación en el caso
de la investigación sobre sistema de numeración, que
iniciamos poco después de mi regreso a la Argentina (en
1988). El problema, que no habíamos observado mientras
trabajábamos en escuelas muy cercanas a nuestra
concepción didáctica, se hizo patente cuando decidimos
probar nuestra propuesta en contextos didácticos más Recuerdo la
alejados. Después de unas pocas reuniones previas con los sorpresa y el
maestros que llevarían a la práctica la propuesta, les susto que nos
entregamos un texto en el que habíamos descrito la
secuencia didáctica y habíamos incluido un repertorio de
causó observar
intervenciones posibles del maestro, basándonos en las que los maestros
experiencias ya realizadas y analizadas en el marco de la dependían mucho
investigación. Recuerdo la sorpresa y el susto que nos de ese escrito
causó observar que los maestros dependían mucho de ese
escrito mientras desarrollaban la clase: mientras mientras
interactuaban con los chicos, consultaban el papel para desarrollaban la
saber qué hacer a continuación. clase: mientras
12(ntes): Como una especie de protocolo de actuación.
interactuaban con
los chicos,
Delia L.: Claro, como si tuvieran que seguir al pie de la consultaban el
letra esas sugerencias que nosotros habíamos escrito con papel para saber
la intención de que tuvieran en qué apoyarse cuando
estaban planificando. No nos habíamos dado cuenta de qué hacer a
que ellos podían interpretar que debían hacer literalmente continuación.
lo que ahí decía. A partir de ese momento, la relación
entre investigadores y docentes se constituyó en un
problema para nosotros.
A lo largo de la investigación que codirigimos Beatriz
Aisenberg y yo –a partir de 2004- sobre lectura y escritura
como objetos de enseñanza y herramientas aprendizaje en
Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, se fue acentuando
la reflexión sobre esta cuestión y fuimos probando
diferentes posibilidades, que suponían una participación
creciente de los maestros. Originalmente, teníamos
algunas reuniones para explicarles en qué consistía el
proyecto de enseñanza y para conversar acerca de su
realización en el aula. Luego, si bien el punto de parti-
31
da seguía siendo el proyecto de enseñanza elaborado por
el equipo de investigación, pudimos intensificar la
planificación compartida y reunirnos con dos o tres
maestros que llevarían a cabo el proyecto en diferentes
escuelas. Esto permitía que los docentes intercambiaran
entre ellos (no sólo con los integrantes del equipo de
investigación). Progresivamente, fuimos introduciendo
otras modificaciones: acordábamos sólo algunas
cuestiones que todos los docentes tomarían en cuenta
porque eran esenciales para lo que queríamos estudiar –
que se trabajara con algunos de los textos elegidos, que las
situaciones de lectura permitieran a los chicos expresar
sus interpretaciones, discutirlas con sus compañeros y
buscar en el texto indicios que les permitieran
confirmarlas o rechazarlas, que los maestros intervinieran
aportando información imprescindible para avanzar en la
comprensión…- y cada maestro quedaba en libertad de
tomar muchas otras decisiones (incorporar otros textos,
plantear otros problemas, hacer las intervenciones que
consideraran adecuadas para que los niños compren-
dieran y aprendieran).
32
de las clases realizadas. El desarrollo de esta investigación
colaborativa –que relatamos y analizamos en un libro
recientemente publicado (2) - mar-có fuertemente la
forma en que continuamos investigando a partir de ese
momento.
Creo que la investigación colaborativa adquiere
características específicas según el contexto institucional
en que se desarrolle. La investigación que realizamos en Además, hacían
SUTEBA tuvo otro rasgo central: el trabajo compartido
entre docentes. En cada lugar donde se llevó a cabo, se
oír su voz sobre
formaron equipos de docentes que trabajaron juntos fuera la factibilidad de
y dentro del aula. Y el trabajo compartido -tanto al lo que
profundizar en el estudio del contenido a enseñar como al
proponíamos los
planificar, realizar y analizar las clases- fue también objeto
de análisis. investigadores,
A partir de esta experiencia, Beatriz Aisenberg y yo nos recordaban
empezamos a pensar que esa era la manera más fecunda límites impuestos
de hacer investigación con los docentes porque aseguraba
que hicieran suyo el proyecto de enseñanza, porque
por las
participaban fuertemente en las decisiones que se condiciones
tomaban acerca de qué y cómo enseñar. Además, hacían institucionales,
oír su voz sobre la factibilidad de lo que proponíamos los
aportaban su
investigadores, nos recordaban límites impuestos por las
condiciones institucionales, aportaban su conocimiento conocimiento
sobre el grupo de alumnos con el que estaban sobre el grupo de
trabajando… Creo que fue en 2012 cuando convocamos alumnos con el
por primera vez -a partir de nuestro proyecto Ubacyt (3) -
a maestros y profesores que quisieran trabajar en
que estaban
investigación didáctica sobre lectura y escritura en trabajando…
ciencias sociales y poco después también lo hizo el equipo
coordinado por Ana Espinoza, que trabaja sobre lectura y
escritura en ciencias naturales.
En algunos casos, una vez desarrollado el trabajo de
campo en las aulas, fue posible analizar con los docentes
involucrados el aporte que su participación significaba
para la investigación: pudimos conocer la perspectiva de
estos docentes acerca de lo que había sucedido en su aula
y tomamos clara conciencia de la interferencia que la
investigación puede suponer para la enseñanza. A
pesar del largo trabajo previo en conjunto, pueden
producirse malentendidos, suposiciones acerca de las ex-
33
pectativas de los investigadores que pueden incidir en la
enseñanza…
34
tenido una reunión de planificación con todos los
docentes participantes durante la cual –entre otras
cuestiones- habíamos hablado acerca de la intervención
docente y el malentendido se despejó completamente. Si
hubiéramos analizado sólo la primera clase y sin contar
con la participación de las maestras, hubiera sido más
difícil estar seguros de que se trataba de una interferencia
de la investigación en la enseñanza.
Por otra parte, las docentes contribuyen al análisis al
explicitar las intenciones que orientan sus diferentes
intervenciones y al compartir lo que saben acerca de sus
alumnos –-lo cual ayuda a comprender mucho mejor qué
quieren decir los chicos cuando intervienen, o por qué
alguno lo hace en tal o cual momento-.
Nosotros ya sabíamos que es mucho más productivo no
analizar intervenciones aisladas de los docentes sino
considerar secuencias de intervenciones que se producen
en ciertos episodios de las clases –en relación con el
trabajo de un cierto aspecto del tema que se está
estudiando-. El análisis compartido con los docentes nos
confirmó que se hacen observables cuestiones o
intenciones didácticas muy diferentes cuando se encara
un análisis demasiado detallista de la intervención y
cuando se toma en cuenta el conjunto de las
intervenciones que tienen lugar en un segmento más o
menos prolongado de la clase.
La incorporación de las perspectivas de los docentes es
importante no sólo porque permite que ellos desarrollen
un proyecto de enseñanza en cuya elaboración han par-
ticipado y con el cual están consustanciados, sino también
porque es un aporte decisivo para la investigación, para la
comprensión de lo que sucede en las clases.
35
12(ntes): ¿Qué pasa con el problema de los saberes de los
docentes respecto de los contenidos, en este caso, de
Historia?
36
fica de la población aborigen durante la conquista
española, una de las cuestiones que nos preocupó fue que
algunos chicos se quedaron con una representación de los
aborígenes como víctimas –sólo como víctimas-; por eso
pensamos que era imprescindible fortalecer el trabajo
sobre las diversas formas de resistencia de los pueblos
originarios y les propusimos este tema a los docentes, por
supuesto contándoles por qué nos parecía relevante
trabajar sobre él.
Los maestros suelen estar de acuerdo con el tema que les
proponemos, pero siempre hay opciones: cada maestro Escribimos una
decide en qué tópico o aspecto prefiere centrarse dentro ponencia sobre
de la temática propuesta, tomando en cuenta el grado en
que trabajan, lo que ya han enseñado, cuáles son las
este tema de la
cuestiones que pueden resultar más accesibles o más adaptación y sus
interesantes para sus alumnos… problemas,
asunto sobre el
12(ntes): ¿Cómo eligieron los textos sobre los cuales se
llevaría a cabo la investigación? que tenemos que
profundizar.
D.L.: Los textos los elegimos juntos. Hemos buscado en Los historiadores
manuales, en libros escritos por historiadores para el
público en general o especialmente para jóvenes y
son muy sensibles
también hemos seleccionado documentos del proceso a estas cosas.
histórico estudiado. Hubo textos muy interesantes que
tuvimos que descartar por su complejidad para los chicos.
En otros casos los adaptamos, por supuesto con
participación de los historiadores. Escribimos una
ponencia sobre este tema de la adaptación y sus
problemas, asunto sobre el que tenemos que profundizar.
37
historiadores y/o buenos textos escolares que podamos
incluir en nuestro proyecto de enseñanza).
Quisiera agregar que la elección de los textos es central
porque están estrechamente vinculados con los
contenidos que nos proponemos enseñar. Pero no son
autosuficientes. Al elegir un texto, tenemos que pensar
también en cómo vamos a trabajar con él, cuál es la
situación de lectura en la que se va a incluir. La lectura
forma parte de un proceso de reconstrucción de la
situación histórica que se está estudiando. En general, el
proyecto se inicia con una exposición del docente que
introduce esa situación, que relaciona con otros temas ya
estudiados por los chicos, que contextualiza el texto que
se va a leer y que permite plantear un propósito lector. De
este modo, cuando se enfrentan con el texto, los chicos ya
tienen algunos conocimientos sobre la cuestión central
tratada en él y también buscan respuestas para inte-
rrogantes o problemas que se están planteando en la clase.
38
12(ntes): ¿Debería haber instancias trabajo colaborativo en
la formación de los docentes?
39
puestas que habíamos hecho inicialmente eran más
abiertas, los alumnos tenían más posibilidades de elegir-.
En algunos casos, logramos que en diferentes
Universidades se trabajara sobre el mismo tema, lo cual
permitía una interacción muy productiva entre los
formadores de docentes.
La investigación realizada en el marco de la formación no
está obligada a producir conocimiento nuevo, porque el
énfasis está puesto en que se produzca un conocimiento
nuevo para los estudiantes y –sobre todo- en que estos
tengan la experiencia de participar en la producción de
conocimiento. Es en este sentido que pensamos que la
investigación es un ingrediente importante en la
formación docente inicial.
Participar en procesos de producción de conocimiento
didáctico hace posible que los futuros maestros
jerarquicen el conocimiento sobre la enseñanza y el
aprendizaje, se convenzan de que es necesario
fundamentar las ideas que se tienen acerca de estos
procesos –no es suficiente con basarse en opiniones
personales-, así como analizar de qué modo los chicos
abordan la lectura y la escritura, interrogarse acerca de las
intervenciones del docente, tratar de entender las razones
por las que los chicos responden a ellas de diferentes
maneras… Hace posible también aproximarse a entender
la diversidad de conocimientos de los niños que
participan en una clase, a comprender que una misma
intervención del docente puede dar lugar a respuestas o
reacciones muy diferentes, que no todos los chicos apren-
den lo mismo ni al mismo tiempo… Además, aproxi-
marse a procesos de producción de conocimiento contri-
buye a entender que el conocimiento es provisorio, que se
va reelaborando y reorganizando, que la enseñanza es
una práctica social de gran complejidad y que es necesario
seguir estudiando durante el ejercicio de la profesión…
Creo que también es importante que quienes están
formándose como docentes –tanto en formación inicial
como en formación continua- tengan acceso a artículos de
investigación y puedan leer (o realizar) entrevistas a
investigadores que se refieran a “la cocina” de la
investigación.
40
Propuesta para ver cuando quieras
desde tu PC o Celular
…de Ciencias
Naturales.
…de Matemáticas.
…de Ciencias
Sociales.
Gisela Untoiglich
Una escuela alojadora de la diversidad.
Magdalena Orlando
Educación inclusiva: compromiso de todos. Cómo
abordarla y llevarla a la acción.
Verónica Martorello
El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA).