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LAS EMOCIONES Y LA CREATIVIDAD.

Las emociones son el centro del sentido de la vida, sin ellas pienso que la vida seria
aburrida; cada día experimentamos muchas de ellas en distintos momentos, con
diferentes personas, sabiendo esto creo que la creatividad no es la excepción.

Para la carrera que estoy estudiado, sentir se convierte muchas veces en el motor de
cada proyecto; un producto audiovisual no es bueno si no te genera alguna emoción, en
mi caso como realizadora llevo las historias metidas en las venas, cada proyecto tiene
una parte de mí, por lo tanto, mi interior se ve reflejado en ellos.

Uso las emociones como mi musa, todo con el objetivo de transmitir algo real, como
artista soy sensible, y trato de mantener mis emociones a flor de piel, sin embargo,
entenderlas es muy difícil y para mi peligroso, explorar demasiado una emoción puede
llevarte a un bloqueo dentro de ella.

Otro punto a tratar son aquellas emociones fuera de la inspiración, las que rondan cuando
pienso en un proyecto y todo lo que lleva su proceso de realización, de alguna manera
el pensamiento de que lo que hago y su magnitud me asusta, la crítica puede ser
aterradora y muchas veces este pensamiento me detiene de realizar ideas que podrían
ser beneficiosas. Incluso me cohíben de oportunidades que podrían cambiar mi vida para
bien, me temo que si no me arriesgo pueda perder grandes oportunidades.

Para poder mejorar debo aprender a transformar mis emociones, la mayoría del tiempo
las logro entender y aceptar, mi problema radica en transformarlas y regularlas, la que
más logra estar presente es el miedo, sobre todo a sentirme expuesta o ridiculizada, no
logro tomar este vacío en el estómago y ponerlo como un impulso, es como saber que
estás perdido, pero no ver el camino que se debe tomar para retomar el curso hacia el
éxito.

La forma que encuentro para lograr calmar mi mente y despejar el camino es detenerme
un momento y pensar en el bien mayor, de esa forma lanzarme será más fácil, cambiar
el impulso puede funcionar, ya no será el miedo sino la confianza de que, si me lanzo al
vacío, el paracaídas va a funcionar y tendré un aterrizaje exitoso, si fracaso podre
aprender, si no fracaso celebraré en tierra firme.

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