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Universidad de Chile - Historia de la lengua española

Germanismos léxicos en el español medieval

Darío Rojas

La lengua española muestra influencia superficial de las lenguas germánicas


llegadas de mano de pueblos como los visigodos (ss. V-VII dC). Varios factores
explican dicha superficialidad; el principal corresponde a que los visigodos ya se
encontraban fuertemente romanizados, debido a su ya prolongada presencia en diversos
territorios de la Romania, primero de modo fronterizo y luego ya integrados como parte
de la sociedad románica (como ‘pueblos federados’). En consecuencia, habían adoptado
el latín como segunda lengua, cargada esta con prestigio. De tal modo, su lengua nativa
tuvo poquísimo uso. Los hispanorromanos nativos no aprendieron la lengua de los
invasores. Al no haber bilingüismo extenso, no pudo haber influencia sistémica
considerable.
El componente donde se manifiesta más claramente esta influencia es en el
léxico. Sin embargo, una cantidad importante de germanismos léxicos no fueron
tomados directamente por los hablantes de latín hispánico, sino que constituyen parte
del latín vulgar general. Estas palabras de origen germánico se encuentran en
prácticamente todos los romances (it. bianco, fr. blanc, esp. blanco, port. branco, etc.).
En algunas ocasiones, los germanismos llegan al latín o al romance hispánico a través
del contacto con otras variedades románicas, como es el caso de los germanismos
tomados del francés durante la Edad Media, o los tomados del romance galo; de estos
últimos, muchos tienen origen visigótico, y datan del período en que este pueblo estuvo
asentado en Tolosa (sur de Francia), de modo previo a su llegada a la Península Ibérica.
Estos germanismos son préstamos indirectos. Son préstamos directos, en cambio, los
que ingresan directamente al latín o al romance hablado en Hispania.
A continuación se muestran algunos ejemplos de cada uno de estos tipos de
préstamos. Entre paréntesis se indica el étimo de cada palabra (llevan asterisco las
formas que no han sido documentadas, sino reconstruidas mediante el método
comparativo).

1. Fondo románico común

compañero, compañía (lat. companio < calco de ga-hlaiba 'el que comparte el
pan')

blanco (*blank) bando, bandera (bandwo)


falda (*faldo) bandido (bandwjan)
fresco (*frisk) botín (*bytin)
harpa (*harpa) espuela (*spawra)
jabón (*sajpo) estribo (*strewp)
rico (*riks) guerra (*wirra)
sala (*sal) robar (*raubon)
sopa (*suppa) tregua (*triggwa)
toalla (*thwalja) yelmo (*hilms)
embajada (*antbahti)
2. Tolosa (visigodos)

aspa (*haspa) moho (*muff)


buñuelo (*buggja) parra (*parra)
espía (*spaiha) estaca (*stakka)
garbo (*garwa) ufano (*ufjo)
hato (*fat)

3. Hispania

3.1. Visigodos

agasajar (*gasaljo) guiar (*widan)


arengar (*hrings) recado (*rikan)
ataviar (*tawjan) tapa (*tappa)
brote (*brut) vástago (*wahstus)
estampar (*stampon)

3.2. Suevos

En gallego (y portugués)

britar 'romper' (*brihan)


lobio 'empanado' (*laubya)
trigar 'empujar' (*trihan)
broa 'pan' (*broad)
trincar 'beber' (*trinkan)
[port. ingreme 'terrible' (*ingrimyis)]

En castellano

ascua (*aska)
pata (*pawta)

4. Germanismos de origen francés (Edad Media, ss. XI-XIII)

barón (*baro)
dardo (*darodh)
guante (*want)
heraldo (*heriald)
orgullo (*urgoli)

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