CORPORACIÓN UNIVERSITARIA ADVENTISTA

FACULTAD DE TEOLOGÍA

INFORME DE LECTURAS

NOMBRE: Wilmer Julian Peña Cortes

CARRERA: Lic. Teología

INFORME No. 3

LIBRO: La ciencia descubre a Dios1

PÁGINAS DESDE: capítulo 3 paginas 85 - 120

1. RESUMEN DE LO LEÍDO

La vida misma es un milagro, pero si lo vemos desde lo microscópico se

convierte en un milagro mayor. El código genético de la vida se conserva en
una parte de la célula que se llama ADN donde se determinan las
características particulares de los individuos vivos.

El origen de la vida ha sido un enigma que la humanidad ha tratado de

descubrir a lo largo de las edades. La generación espontánea, la evolución de
las especies, la evolución química y otras han sido las fórmulas que han
tratado de descifrar este enigma. Todas ellas con sus experimentaciones y
teorías que no logran llenar el vacío existencial de las criaturas.

La existencia de un código genético universal es la prueba fehaciente de la

providencia divina de que venimos de una sola mano, la mano del creador de
los cielos y la tierra.

1
Ariel A. Roth, LA CIENCIA DESCUBRE A DIOS, 1o en formato digital (Madrid, España: Editorial Safeliz, 2010).
Las células, organismos que permiten la vida de cualquier vida, es un
mecanismo complejo que se desarrolla con altos grados de dificultad y de ellas
dependen la vida, en la formación de energía y procesos de crecimiento
natural. Pensar que estos elementos llegaron o se manifestaron de la nada es
un concepto absurdo que se debe desechar por completo.

2. LECCIONES APRENDIDAS

La vida no puede surgir de otra mano que no sea la mano de Dios el

todopoderoso que registra la biblia, libro sagrado que contiene la voz de Dios
dada al hombre, las complejidades que los científicos y médicos y naturalistas
entienden mejor que yo sobre la vida y su desarrollo no puede surgir de la
casualidad.

3. APRECIACIÓN PERSONAL

Tengo un sentido en la vida al comprender de dónde vengo y así determinar

hacia donde voy. Nuestro origen se remonta a la mente inteligente de un Dios
misericordioso y supremamente superior a mí.