Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- Esto va vosotros. Nos hemos reunido en la plaza por vosotros. Esto está
dedicado a vosotros. Vosotros, personas valientes y bellas. Vosotros,
hijos indomables de la libertad y la democracia. Este es nuestro humilde
homenaje, de nuestra ciudad a la vuestra, con amor.
- Os bombardean. Es un horror.
- Eso, eso, estamos horrorizados.
- Cuando vemos –las noticias- nos horrorizan.
- Por la mañana –Me ducho, Me exfolio con esmero, hago zumo y pongo
las noticias un momento, y ahí está.
- Me doy cuenta porque los niños se poner a llorar. Acabábamos de
empezar a hacer el amor, casi nunca lo hacemos, y de repente oigo a los
niños llorando. No es una pataleta, no están llamando la atención, no…
lloran como nunca habían llorado, voy corriendo hasta su dormitorio, paro
de hacer el amor y corro a su habitación, y los niños están ahí con la
televisión encendida y os están bombardeando. Es horroroso.
- Os están bombardeando, los edificios se caen. El castillo, un parque en
el centro de la ciudad, un tren, el teatro… todo –un hombre bomba acaba
de inmolarse y –las imágenes me asustan. Vosotros, todos, os estáis
muriendo y pienso que eso es terrible.
- Veo un hombre en una camilla. Su sangre está… hay mucha sangre. El
doctor le raja ahí, en el medio de la calle. Le hace una incisión y le
manipula el corazón con su mano como… –mira –lo aprieta, lo suelta,
aprieta-suelta –mantiene así el corazón latiendo y yo, yo, yo… si –Me
enamoro de ese hombre. No veo bien su cara, está llena de sangre. No
puedo ver su cuerpo –está cubierto con algo… pero a pesar de todo
pienso –os lo voy a enseñar… Pienso (mostrándolo) “somos uno, tú y yo,
somos la misma persona y, si sales de esta, nos vamos a encontrar y
vamos a hacer el amor y vamos a tener una vida muy feliz…” Por supuesto
2
tú, él, ese hombre murió un momento después. Le taparon la cara con
una manta y el doctor salió corriendo a atender a otra persona que lo
necesitaba. La pena me supera. ¿No es rarísimo…? Destrozada de dolor
por un hombre que salió treinta segundos por la tele mientras me estaba
tomando el desayuno. ¿Soy una friki de esas que…?
- No no. No a mí me pasa igual. Ahí está esa niña pequeña --¿ves? La niña
pequeña que vi huyendo de la explosión, está escapando y es una
pequeña niña negra pero está totalmente blanca por el polvo de la
explosión. ¿Ves? ¿la ves? La niña pequeña va corriendo hacia la pantalla
y yo estoy desayunado y la llamo –permítanme mostrarle como la llamo –
miren. (lo hace) “¡Ven con mamá! ¡Ven, ven, ven!” ¿Veis? En realidad
estoy de pie en mi cocina y estoy gritando “¡ven con mamá!” Por un
instante creo que ella puede atravesar la pantalla o que yo puedo
agarrarla desde fuera del televisor; solo por un segundo, es una locura –
¡Cómo pueden herirte esas imágenes tan terribles!
- Creo que nunca he visto algo tan horrible por la tele a la hora del
desayuno.
- Nosotros nunca hemos visto cosas tan horrorosas por la tele.
- Es lo más horrible que alguien haya visto jamás por televisión.
- ¿Cómo puedes sentirte si no es completamente, absolutamente
horrorizado? ¿Estás horrorizado?
- Sí, me enferma y los niños se sienten... No debería dejar a los niños ver
eso, los niños no deben… pero no podíamos movernos. Solo… (pausa)
Cuando Thomas llegó los niños y yo estábamos llorando desconsolados
y nos sentamos todos juntos en la litera, la familia entera, todos juntos
mirando a la pequeña tele de los niños, y vimos a una mujer que se
parecía a mi madre, se parecía tanto a mi madre, a mi madre que se la
llevó un cáncer hace tanto, y esa mujer en realidad me está mandando un
mensaje a través de la pantalla, ella me dice –este es su mensaje (lo
actúa): “Te quiero. Te quiero con todo mi corazón. Estoy tan orgullosa de
ti. Mi niña.” Unas palabras muy sencillas que mi madre nunca pronunció
–la verdad, esa enfermedad la estaba consumiendo— pero ahora esa
mujer con su cuerpo destrozado por la bomba me manda ese mensaje
desde la tele. Cuando se muere, lloro de corazón, ¿Saben? Nunca lloré
3
cuando mamá murió así que ahora… lloro. Lloro así. Miren como lloro por
vosotros… (lo hace).
- Os han bombardeado. Yo no puedo seguir como si nada. No puedo vivir.
No puedo trabajar, ni comer, ni dormir.
- Voy a trabajar. Intento vender, comprar, negociar, hacer todo lo que se
supone que yo hago --analizar, predecir, iniciar proyectos, pero nada sala
bien porque la pena no me deja pensar.
- Esta soy yo haciendo el amor con mi amante hasta que digo “no por favor,
para por favor, por favor, sácamela. Me siento tan mal. Me siento tan mal
haciendo el amor en un momento como este –es como si hubiera un
muerto en la habitación. No puedo hacer el amor con todo lo que está
pasando por ahí.” Me la saca. Tengo tanta suerte de que él comprenda,
de que sienta lo mismo que yo. Mi amante siente la pena que yo siento.
Es tan buen amante. Le ll1amo “Thomas-tres-corridas”… porque, bueno
porque… Pero ahora, estamos así. Míranos mirándoos. Mirando las
imágenes una y otra vez. Esas pobres imágenes. Hay pocas cámaras
para grabar todo lo que sufrís. Una y otra vez las mismas imágenes, pero
nunca es suficiente.
- Esto es un pequeño cementerio. Los niños os han hecho este pequeño
cementerio en la salita, para vuestros niños muertos, y ahora están ahí
todo el día llorando y agarrándose el uno al otro. Mis hijos lloran por
vosotros así – (lo muestra) a veces me pregunto si sería mejor mandarlos
a la calle, al aire libre y decirles “jugad, sois niños, por amor de dios, jugad”
pero no puedo porque todos estamos así, todos estamos así –Eso dice
Thomas— Enséñaselo por favor.
4
- Os han bombardeado ¿Qué sentido tiene ahora nada en nuestras vidas?
Quiero ir en coche hasta el mar, conducir hasta la playa y solamente…
sentir.
- Aquí tengo una foto vuestra. La recorté del periódico. Había muchas fotos
de muertos, pero vosotros sois los que más me impresionasteis. No sé
por qué solo algunos…. Aquí está vuestra foto y aquí están las flores que
yo corte de… Un jardín de flores para vosotros, y las llevo a la cocina y
luego entro y allí y lloro y lloro y lloro y lloro más y acabo tirada en el suelo
de la cocina… ahora voy a dar gritos terribles de dolor. Miradme como lo
hago. Mirad como hago esto por vosotros. Por favor observar mi lamento.
Vedlo. Vedlo. Mirad. (Representa esa pena).
- Esta es la carta que os he escrito. ¿Puedo…? Mi carta. “Siento que hayáis
muerto. Es tan injusto. Es tan cruel. Os vi por la tele durante el desayuno.
Estoy seguro/a que otra gente os quiere. Espero…” (Pausa larga.)
“Espero que tengáis amigos y familia que os quiera y que estén llorándoos
pero solo quiero que sepáis que yo, un/a desconocida/o que no es un/a
desconocido/a, os quiero con todo mi corazón y desde ahora en adelante
estaré siempre de luto por vosotros.” He escrito esta carta y ahora no sé
qué hacer con ella, en el sobre solo he puesto --¿veis? “A LOS
MUERTOS” Y –alguno de vosotros, por favor cogedla. Cogedla y llevadla
a través de las aguas a los muertos.
- Todos vosotros, por favor –venid aquí—haced un grupo, así, así,
mandemos un mensaje a nuestra ciudad hermana. ¿Estáis todos? ¿Sí?
¿Podemos… mirar ahí… y… y todos juntos…?
- VUESTRO SUFRIMIENTO ES NUESTRO SUFRIMIENTO. NUNCA OS
OLVIDAREMOS.
- Y… le damos a “enviar”.
- Y ahora aquí estamos todos. Aquí estamos todos nosotros. Toda la ciudad
reunida en la plaza.
5
Algunos avanzan y ponen flores negras delante de la imagen.
Todo está siendo grabado en vídeo.
6
- OS HAN BOMBARDEADO. ESTAMOS ANGUSTIADOS. NOS
LAMENTAMOS. NOS DUELE. ESTÁIS LEJOS DE NOSOTROS.
PERO NUESTRO CORAZÓN ES VUESTRO CORAZÓN. NUESTRO
DOLOR ES VUESTRO DOLOR. VUESTRO MUNDO HA CAMBIADO
PARA SIEMPRE. OS AMAMOS. OS QUERREMOS SIEMPRE
PORQUE ESTAMOS UNIDOS A VOSOTROS PARA SIEMPRE.
- Buenas noches. Dormid bien. Nuestra ciudad ha hecho lo que debía,
esta noche. Dormid es el descanso de las personas justas.
- Creo que esta noche va a ser la primera vez que duerma desde que
os bombardearon. Me siento tan… ¿cómo decirlo?... sí… aliviado. Me
siento más aliviado.
7
El ocaso de los dioses.
Susan y Jane, cada una a un lado de un escritorio. Jane tiene un sándwich1 y
un café.2
JANE: Sí.
JANE: No, Susan, tendrás tu desayuno al final. Habrá una supervisión médica
mientras desayunas.
JANE: Bien.
JANE: Te entiendo.
JANE: Lo siento.
JANE: Si quieres.
SUSAN: Sí quiero, sí. Tome nota, tome nota y póngalo en su informe: en mi zona
no hay comida.
8
JANE: ¿Perdona?
SUSAN: No, no, no, no hay comida. Nada. Nos morimos de hambre. No hay-
SUSAN: Perdona, llevo sin--- han pasado semanas desde la última vez…
SUSAN: No quiero mendigar. No quiero hacer esto como si fuera una mendiga.
Yo era importante. Era profesora universitaria. Los alumnos me respetaban. Esto
es patético. Yo no soy así de patética. Es sólo que llevo…
9
JANE: Susan, en realidad no quiero… quiero que dejes mi sándwich. Te he traído
aquí porque quiero que me ayudes. Estoy escribiendo un informe y necesito tu
ayuda.
JANE: Susan.
SUSAN: Pero vosotros, ¿Qué han traído a esta zona? ¿Han traído todas las
provisiones a tu zona? ¿Verdad?
SUSAN: Para los vencidos los restos, a los derrotados la puta desnutrición de
mierda ¿no, no, no?
SUSAN: No.
JANE. Bien, no, el mundo es— los rebeldes son los que nos impiden haceros
llegar la comida, ¿entiendes? Lo intentamos pero nos atacan y… No es nuestra
culpa. Lo hacemos lo mejor que podemos. Pero cuando hay fuerza destructivas
entre vuestra gente…
Susan se atraganta.
JANE: ¿Ves? ¿Ves? Eso es lo que pasa. Eso es lo que pasa. Ves. Si solo, solo-
10
Susan se atraganta.
JANE: Con mucho, mucho cuidado. Solo un trago, si no será peor. Así, Susan.
Lo estás haciendo muy bien. Lo estás haciendo bien. Estoy orgullosa de ti. Es
importante que- despacio ¿vale? Traga despacio.
JANE: Ha habido casos. Gente que pasa mucho tiempo sin comer y que de golpe
come y la comida, la comida, la comida los mata, así que intenta…
SUSAN: Vale.
JANE: Mira… este informe. Un hombre estuvo en el desierto seis meses. Fue
capturado por los insurgentes, cuando fue liberado volvió a la ciudad y encontró
a su mujer viviendo en un agujero en el suelo. La mujer había encogido. No había
comido durante meses. El hombre consiguió dinero y le compró una manzana a
su esposa. Él la amaba, ella necesitaba comer, pero la manzana la mató. Su
cuerpo no estaba preparado. Está todo en este informe. Él quería darle de comer
pero ella murió y él terminó ahorcándose en un árbol. Es por eso por lo que no
te quiero dar de comer, no es porque yo sea mala.
3 Pastillas esterilizadoras (para hacer el agua potable), me parece poco claro en español.
11
SUSAN: Soñaba con tomar café. Antes siempre desayunaba café. Salía de casa
temprano y cogía el coche para ir a la universidad y en el camino siempre paraba
para tomar un café y un sándwich. Echo de menos eso.
SUSAN: La tiranía era mala. Escribía artículos. Protestas. Hacía lo que podía.
Pero todas las mañanas tomaba mi café y mi sándwich.
JANE: Susan- creo que es mejor que no tomes café sin una supervisión médica.
SUSAN: Dices- coged a la puta flaca esa y que venga a ayudarme con el informe
que estoy escribiendo y los soldados te traen a la puta flaca aquí.
JANE: Espero que fueran amables. ¿Te dijeron que esto es voluntario?
SUSAN: Bueno, estoy aquí ahora y tú puedes hacer lo que quieras conmigo
porque el poder es vuestro.
JANE: Por eso vine aquí, porque quiero hacer lo mejor para tu país.
12
JANE: Vi por la tele como eran las cosas antes aquí – los abusos contra los
derechos humanos y ahora la guerra, y quise estar aquí para hacer las cosas
bien.
JANE: Bueno…
SUSAN: No.
SUSAN: Entiendo.
13
JANE: Hasta que estemos seguros de que la cafeína – no te afectará
negativamente.
SUSAN: No.
JANE: Bueno, eso está bien. Bien. Bueno, si me ayudas con el informe, te darán
después un desayuno supervisado. Un puré especial para que te lo comas bajo
control médico. Para que no haya riesgo de que te mate. Hemos aprendido.
Hemos progresado. Ahora sabemos cómo las personas que no han comido
tienen que hacer la transición alimenti-
SUSAN: Ésta no soy yo, sabes: Esta puta huesuda que te quita la comida.
JANE: Lo sé.
SUSAN: Tenías que tener cuidado sobre lo que hablabas, pero la comida- podías
comer hasta reventar. Me encantaba eso.
JANE: Sé que soy una privilegiada, Susan, sé que he tenido mucha suerte toda
mi vida.
SUSAN: No te juzgo.
JANE: Vale.
SUSAN: Estás siendo muy buena conmigo. Lo valoro. Estás haciendo bien tu
trabajo.
JANE: Gracias.
14
JANE: Vamos a seguir con el informe.
JANE: Susan.
SUSAN: Lo siento, lo siento. No quiero- no- Necesito comer, por favor… Soy
inteligente, antes era una mujer inteligente. Tengo ese tipo de mente que hace
preguntas. No quiero, a veces desearía… Pelee con mi padre para ir a la
universidad. A veces, desearía ser más… dócil. Pero siempre- ¿Por qué? ¿Por
qué? ¿Ves? Lo siento. Si solamente entendiera para qué es el inform-
15
que están yendo las cosas? Queremos escucharos. Escuchar y entenderos. ¿De
acuerdo?
JANE: Soy… mira… soy una fuerza extranjera. Os traigo el orden. Os traigo la
libertad y la democracia, Yo…
SUSAN: Mi hijo pequeño tiene siete. Se llama Dan. Antes de la invasión él jugaba
con su bicicleta “con ruedines4” en la calle con sus amigos. He vivido con él en
el sótano durante los últimos seis meses. A veces nos hemos estado bien. Me
inventaba historias. Él se inventaba historias. El pequeño diablo. Ese es uno de
los personajes que nos inventamos. El pequeño diablo- su amigo con el ala rota-
SUSAN: No.
JANE: Bien, muy bien. ¿Y cómo se portaron los guardias en el punto de control?
SUSAN: Sí.
4 O cuatro ruedas.
16
JANE: Susan, no, Susan no Susan, ¡para!
SUSAN: (Con la boca llena) No tienes ni idea del hambre. Todo, cuando tienes
tanta hambre, tú-
JANE: Susan, para ya. Tienes que parar. Ese hombre. La manzana. Se colgó
de un árbol. Susan.
JANE: Tú, joder,-No quiero matar a nadie- No, quise- tú cogiste esa comida- Yo
vine aquí- libertad- elección-democracia- derechos humanos- nuestro
principales valores.
17
JANE: Susan, voy a hacerte vomitar. Voy a ayudarte a vomitar, pero, por favor,
hazlo aquí dentro --¿Vale? Vamos a hacerlo en orden, ¿entiendes? Bien.
JANE: Así, Susan, sí, sí. Vamos, Susan- abre los ojos. Mantén los ojos abiertos.
Mírame, Susan, intenta fijar tus ojos en mí. Mírame. Intenta mirarme. Abre los
ojos Susan. Abre los ojos, Susan. Escucha mi voz. Escucha mi voz. Escucha.
Susan. No tengo pareja, no tengo marido. No tengo hijos, Susan. Tengo muy
mal ojo con los hombres. Susan, elijo a hombres que desaparecen a los pocos
meses, elijo hombres inútiles, con trabajos inútiles, con trabajos que no son
trabajos, hombres a los que mantengo y luego se piran, se aprovechan y se van.
Susan, quiero tener un hijo pero se me está pasando el momento, Susan, es una
puertecita que se me está cerrando y seguramente no tendré hijos, pero conozco
a gente con hijos que son unos… Mi piso es precioso, Susan, he convertido mi
apartamento en el lugar más encantador del mundo. Me encantan las revistas
de decoración y mi piso parece una foto de esas revistas, algún día yo saldré en
esas revistas. Estoy segura que saldré en ellas algún día. Un día tendrás una
universidad nueva tan hermosa, hecha entera de cromo y cristal y con unos
muebles tan hermosos y tus estudiantes podrán hablar con libertad igual que
nuestros estudiantes hablan con libertad ahora. Susan, va a ser fabuloso. Soy
muy optimista, Susan, porque todo está empezando a funcionar- los programas
de ayuda se están poniendo en marcha, las infraestructuras, las inversiones, la
libertad y la democracia, la libertad y la democracia.
JANE: Abre los ojos, Susan, abre los ojos. Susan, Susan –abre los ojos.
18
Continuación La guerra de los
mundos.
- Ahora en casa. Míranos. Aquí. De vuelta a casa. Shhhhh. Los niños
están dormidos. He desmontado su cementerio de la salita de estar,
ven, ya no está. No se quejaron y ahora Thomas y yo haremos por fin
el amor sobre la alfombra. Aquí mismo. Justo… aquí, creo. Y será el
mejor polvo que hemos echado en años. Se correrá dentro de mí. Le
dejaré correrse dentro. Le quiero.
- Ahora voy a ordenar el piso. Voy a quitar vuestras fotos. ¿Puedo? Sí.
(Lo hace.) Allí. ¿He hecho bien? Sí. Ahora el tiempo pasa. Es como si
de alguna manera… No quiero quedarme estancada. Siempre os
recordaré. pero no me puedo estancar.
- ¡Oh! No… no puedo ver la cara de mi madre. Desde que murió veo su
cara pero ahora no… no sé, de algún modo ya nunca está. Por favor…
vamos… traedme el álbum de fotos de mi madre (traen un álbum de
fotos.) Gracias. Por supuesto. Gracias. Esta es ella. Ahí está ella en la
verja del jardín con su cigarrillo en la mano. Esa es su cara. Por
supuesto. Pero (cierra el libro) se vuelve a ir. (Cierra los ojos.) No. No
puedo verla. No se queda. Adiós, mamá. (Pausa larga.) Adiós.
- ¿Café? Buenos días. Aquí tiene su café.
- Un nuevo día. Un nuevo día y aquí está el desayuno, me tomo –
miren—un café fuerte, delicioso. Estoy sentado/a en un sitio mu
ruidoso. Mírenme. Todos vosotros- regadez moi! ¡Atención! ¡Cuánto
ruido hay aquí! Tengo un trabajo ruidoso rodeado/a de gente ruidosa
y de camino a mi oficina BZZZZ BZZZZ BZZZZ hago una parada para
tomareme un café ruidoso. BZZZZZ. Y hay una tele – ahí – está
encendida –y vosotros estás en la tele y me decís, esto es lo que me
decís:
- “¿Por qué nos han bombardeado? Somos buenas personas. No lo
entiendo. ¿por qué nos bombardeáis a nosotros, somos buenas
personas? Somos buenos. Nosotros- eh—nosotros vamos de
19
compras. Tenemos familias. Nuestra sociedad está en orden.
Nuestros políticos, elegidos democráticamente, toman decisiones
sabias. Tenemos valores justos: democracia y libertad. El mundo
anhela nuestros valores morales. Y en la medida que la geopolítica
nos permite llevamos nuestros valores al mundo: libertad y
democracia”
- Estoy dejando a mis niños en la guardería y la tele está encendida en
medio de las hordas de chiquitines y de repente aparecéis por la tele
y me habláis, me decís… esto es lo que me decís….
- “Mi buen hermano estaba conduciendo un buen autobús esta mañana.
Un buen hombre haciendo un buen trabajo. Pero ahora él está muerto.
Se murió en la calle delante de nuestras buenas cámaras de televisión.
Desde mi propia cocina, rodeado de mi buena familia, vi a mi propio
hermano morir. El dolor es muy profundo.”
- Estoy cuidando a mi amante en el hospital y la tele está muy alta. Me
levanto para apagarla pero de repente me decís directamente a mí:
- “¿Quieres saber quién me ha hecho esto? ¿Querrás saber quién lanzó
las bombas? Te lo diré. Te lo diré. Los malos las lanzaron. Nos vieron
y nuestra bondad era una amenaza para su maldad extrema. Y por
eso lo hicieron. Nos bombardearon con su maldad. Créeme, amigo,
los malos son fuertes pero si los buenos nos unimos podemos
combatir al mal y ganarles”.
- Me aparto de la cama de mi amante en el hospital y me acerco tanto
al televisor –así me acerco—y tú me miras desde el televisor y me
dices:
- “¿Malos o buenos? ¿Justo o injusto? ¿Lo correcto o lo incorrecto? Tú
eliges. Pero la batalla ya ha comenzado y tienes que elegir. Elige,
amigo, elige. Dios o el Demonio. Así es—el bien… o el mal. La batalla
ya ha empezado. Elige. Decide. ¿Con quién vas a luchar? Elige. Ya.
Pausa.
Elige.
20
- Yo también. Es la hora del desayuno y yo-
- Nosotros, nosotros, nosotros…
Todos se ríen.
- Parad.
- Parad. Esto no es…
Risas histéricas.
- No es apropiado.
21
Voy a ordenar todo hasta que se me pase la risa. Voy a ordenar así.
(Lo hace) Ahí… estoy calmado/a ahora… ¿Por qué? ¿Por qué me dio
la risa?... Bueno, para ser honesto, la culpa es vuestra –vosotros me
hicisteis reír… cuando—habéis-- ¿por qué dijisteis todas esas
tonterías…? Por favor nunca, nunca, nunca más digáis la mierda esa
de la guerra del bien y el mar, nunca nunca jamás ¿vale? ¿Vale?
- Por favor, quiero, quiero sentir lo que sentía antes. Esa tristeza. La
pena. ¿Podéis, por favor, gracias, poner de nuevo las imágenes de la
bomba? ¿Hola? ¿Me oís? Quiero las imágenes otra vez. Gracias.
Silencio.
Ya me acurdo. Los niños y Thomas están jugando con al pin pon, están
en la barbacoa – no quieren… y veo las imágenes y estoy… estoy vacía. Lo
siento… no puedo sentir lo que sentía antes por vosotros. Me encantaría pero
yo… Bueno, para ser sincera, es vuestra culpa. Cuando os vi por la tele soltando
esa… esa… si, lo siento pero esa mierda, esa es la palabra. Me habéis hecho
dejar de sentir lo que sentía antes. Siento… bueno, no siento nada. Nada. Venga,
quitada las imágenes. Quitadlas ya.
- Veo a mamá en la verja del jardín con su cigarrillo en la mano. Era una
vieja. Puff, puff, puff, cigarrillo, cigarrillo, cigarrillo. Pequeños consejos baratos
22
de sabiduría. “No te gastes la paga”… “Haz lo que te gustaría que te hicieran a
ti” ¡Dios, cómo odio a esa vieja puta gilipollas! El cáncer se la llevó antes de que
se lo pudiera decir, pero la odio. Como me gustaría haberle dicho a la cara: te
odio, mamá. No hiciste nada por mí. Solo arruinarme la vida. ¿Dónde estás,
bruja? Sal, mamá. Muéstrate para que pueda decirte que te odio. Venga ven.
¿No? (pausa) No.
- ¡Oh! Estos sentimientos son terribles, terribles. Quiero… Le digo a mi
amante: “Abrázame. Vamos a relajarnos y vamos a abrazarnos y a querernos el
uno al otro” porque creo que aquí en el medio de la tierra todo tiene sentido, en
esta… quietud, un amor sencillo, sin más, y ahora – oh gracias a dios—aquí mi
amante… mi amante (abrazo) oh si si si si si, estamos bien. Todo está bien.
Gracias. Shhhhhhhh.
- Y quiero dormir pero estáis en la tele, y estáis de pie en un campo trigo,
hay espigas hasta donde la vista alcanza y solamente hay un tractor y vosotros
y vosotros me decís esto:
- “Soy un ángel. Brillo en la luz pura que desprende nuestro Señor. Mi ala
se ha quebrado en el bombardeo. Pero volveré a la lucha. Luchar contra el mal
es la obligación eterna de los buenos. Debe haber una guerra. Dejad que la
guerra comience.”
- Sí. Tenemos que declarar la guerra a los terroristas. Esa gente terrible
que ha destrozado una civilización debe ser atacada. Supongo que es lo justo.
Supongo que tendremos que hacer eso. Oh, sí, supongo que haremos eso. Lo
haremos. Iremos a la guerra. De acuerdo- La guerra- vale- sí, guerra, guerra,
guerra… ¿estáis de acuerdo?
De acuerdo, guerra.
23
(Pausa)… Oh. Me doy miedo a mí mismo, esa persona, esa gente, una persona
que yo, que yo, yo pueda sentir, que todos sintamos — ¿no es asqueroso?
¿Nadie más se alegra de que seáis bombardeados? (pausa larga) ¿Nadie?
¿Ninguno?
Uno a uno, todo el coro avanza mostrando que están de acuerdo con “Gracias a
dios sois bombardearon”.
- Todos sentimos…
- Nosotros sentimos –hacia vosotros que habéis sido bombardeados –esos
terribles, terribles –perdón, perdón, perdón, perdón –esos terribles sentimientos,
pensamientos, sentimientos, pero en realidad –honestamente eso es lo que
sentimos.
- ¿Niños? Niños, hora de ir a la cama. Hora de dormir. A dormir.
24
Paraíso perdido
Liz, Maria.
LIZ: No puedo dormirme. Llevo varias noches así... Primero pensé que era un
gato… Me puse tapones en los oídos, tomé pastillas para dormir y puse un CD
con olas de mar que normalmente va… Pensaba: las gatas hacen un ruido
terrible cuando están haciendo el amor. Pensaba: olvida ese ruido… es una gata
pasando la noche de su vida. Pero hace dos noches me dije que tenía que ser
honesta conmigo mismo, sé desde el principio de dónde viene ese ruido, sé que
no es un gato. Esos gritos de dolor en mitad de la noche vienen del piso de abajo.
¿Eres tú gritando? ¿Verdad?
MARIA: …
Se va. Vuelve.
LIZ: Trabajo en una aerolínea. Tengo unos horarios complicados así que el
sueño es muy importante para mí. La aerolínea es muy estricta con nuestra
apariencia y si yo me paso la noche en vela porque tú no paras de gritar…
¿entiendes? Podéis parar un poco… digo, si os gustan esas cosas. Tú le das a
tu pareja y luego él a ti, somos adultos, está bien si todo es consentido… Pero
son las dos de la mañana y tengo que estar a las seis en el aeropuerto… y esos
gritos terribles a las dos de la madrugada… esta es una conversación
incómoda… Yo intento no hacer ruido… ¿Podrías decirle a tu… pareja… o lo
que sea… esto? Por favor, María, por favor ¿sí?
María solloza.
LIZ: ¿Te pega, María? ¿Te maltrata? Hay muchas mujeres que sufren… tantas…
yo creo que ellos aman a sus mujeres, pero en realidad también las odian. Lo
25
que tienes que hacer Marías es decirle: se acabó, fuera, no puedes entrar aquí.
Y si no te escucha puedes ir a un centro de acogida para mujeres maltratadas…
No llores, María… hay muchos centros para mujeres… ¿Está él en casa, María?
¿Está aquí?
LIZ: Pues entonces deja de llorar, vete a la cama y duerme un poco. Por la
mañana cambias la cerradura y si sigue molestando te vas a un refugio para
mujeres maltratadas y ya está. Ahora, -buenas noches, buenas noch- bueno,
buenos días ya. Tengo que volar muy temprano así que buenos días, vamos las
dos a intentar dormir un poc/
Pelea para que María la suelte hasta que lo consigue. María solloza.
LIZ: Así mejor. Buena chica. Mucho mejor así. Me voy. Me voy a la cama. Y…
por favor… no quiero más gritos por la noche, no quiero volver a levantarme por
la noche ni tener que bajar aquí. Tú casa es preciosa pero no quiero tener que
volver a bajar. Buenas noches.
LIZ: ¿Es eso una quemadura? ¿Te has quemado? Tienes una quemadura muy
fea ahí. ¿Te ha quemado él? ¿Te lo has hecho tú misma? ¿Te odias a ti misma?
¿Te has quemado con la plancha adrede y gritabas por eso? Este sitio huele a
carne quemada… Tienes que curarte eso y ponerte una venda, luego vete la
cama y duerme, mañana ve al hospital.
26
LIZ: María, no, por favor. Sé que está pasando algo horrible aquí… pero de
verdad… por favor… no puedo meterme en esto…
GARY: Bueno, María, aquí estamos de nuevo. Los dos hemos vuelto.
GARY: ¿Te lo esperabas? Te esperabas que viniéramos los dos de nuevo tan
pronto.
LIZ: No entiendo…
27
GARY: Está bien, la situación está controlada, nosotros nos hacemos cargo.
¿Dónde tienes que estar ahora?
LIZ: Pues…
GARY: Pues eso es lo que vas hacer. Vas a hacer eso, Liz, Vuelve a tu piso y
pon el CD de las olas.
BRIAN: Hemos visto tu buzón, Liz. No hemos estado cotilleando, hemos visto tu
buzón…
GARY; ¿Cómo estás, María? ¿Cómo vas de memoria? ¿Recuerdas algo esta
noche?
BRIAN: Vamos Liz, vamos. Vete a la cama. Las olas. Venga. No hace falta que
te metas en esto, no sacas nada metiéndote en esto.
LIZ: Claro.
LIZ ¿Sí?
LIZ: Vale.
28
GARY: Hola María. ¿Qué nos vas a contar? ¿Qué quieres contarnos esta noche?
¿Vas a contarnos algo? Vamos, María.
BRIAN: Vamos.
GARY: ¿Perdón?
LIZ: Tiene una quemadura… una… marca de fuego… en el brazo… justo ahí…
¿veis?
GARY: No.
LIZ: ¿Perdón?
GARY: Liz, liz, liz… Aprendí… aprendí… hace mucho tiempo… que todos somos
desagradables, todos nosotros, todos somos personas despreciables… no
somos ni siquiera personas, somos/
GARY: Todos nosotros somos horribles, muy horribles… no hay nada… ningún
animal… ni el mismo diablo… Todos nosotros somos completamente horribles.
LIZ: Creo que podéis llevarla al hospital, o algo, o hacerle algo que/
BRIAN: Ella nos ha metido en esto. Ella no va a hacer nada sola. Ella quiere que
nosotros/
29
asquerosas. Pero tenemos que hacerlo, tengo una mujer, tengo hijos, tengo una
hipoteca, nosotros, tú sabes, vamos el jardín botánico, comemos en restaurantes
italianos… Soy un tipo normal, sabes, al final de mes pago mi hipoteca y soy un
tipo normal… tengo que seguir adelante. He pensado alguna vez en colgarme.
Por supuesto… muchas veces he pensado en colgarme de un árbol… pero
cuando vuelves hay una mujer perfecta y normal y unos niños perfectos y
normales, y tú eres… oh. Me tomo mi café y entonces… tengo que seguir
adelante. Porque eso es lo que tengo que hacer. Eso es lo que hago. Seguir
adelante. Y eso es lo que hay que hacer y no puedes hacer otra cosa que seguir,
así que, en este brazo, en este brazo… no. Miro este brazo y no, no veo ninguna
quemadura.
GARY: No.
BRYAN: Vamos, Liz, se está haciendo muy tarde… Liz, venga, es la hora de irse
a la cama.
LIZ: María, ¿quieres que me quede? Si tú… si quieres que me quede de verdad,
yo me quedo.
LIZ: Quiere que me quede. Así que si no les importa, si no les importa. Me voy a
quedar y…
GARY: No hay nada que ver, Liz. Nunca hay nada que ver.
30
GARY: No somos tipos malos. No somos malos. No somos peores que… hay
muchos… un montón de hombres como nosotros… Sí, somos desagradables,
sí, me gustaría que… El mundo no es perfecto, ojalá el mundo fuera perfecto.
Soy asqueroso. Me siento culpable. Me odio a mí mismo.
María grita.
LIZ: No. No. No. No quiero que hagas eso, por favor.
LIZ: No. Eso es, eso ha sido, tú- ¡para ya!- para, para. Está sangrando, está
sangrando, está sangrando. Vamos, María. Todo está bien. Estoy aquí. Estoy
aquí. Soy Liz de la planta de arriba. Liz. Mírame, María, seguro que me has visto
alguna vez en el portal, trabajo en una aerolínea, vamos, María.
GARY: Mira, sé que esto es incómodo, Liz. Es incómodo para todos nosotros,
así que mejor que te vayas arriba/
LIZ: No.
BRIAN: De acuerdo.
LIZ: Ya.
31
de trabajo. Si viviéramos en tiempos ordinarios entonces, en tiempos
maravillosos, maravillosos- En restaurantes italianos con pasta deliciosa-
maravilloso, pero no, vivimos en tiempos extraordinarios-
GARY: Exacto, gracias, gracias, las bombas. Nos están bombardeando. Nos
odian y nos bombardean y nuestra libertad y nuestra democracia están, están….
LIZ: No, no hagas eso, es una persona, es una persona. Ella… No, no lo hagas
eso… no puedes hacerle eso.
GARY: Todos hemos perdido a alguien. Todos estamos heridos. ¿Te parece que
Brian es un salvaje?
LIZ: No.
GARY: Liz, eres igual… tú eres tan salvaje como nosotros y todos estamos
heridos. Salvajes y heridos, eso es lo que somos.
32
Brian da con el martillo en la otra rodilla de María. Ella grita.
LIZ: Para, por favor, para por favor, es suficiente… te has pasado mucho,
mucho… para para, para.
GARY: Liz ¿Conoces a María? ¿Sabes algo de María? ¿Sabes quién es?
GARY: María te odia, Liz. María te odia por completo. Odia cómo vives. A María
le encantaría ponerte una bomba. Ella está planeando ponerte una bomba. Ella
está planeando eso y ella… ha estado preparándose y tramando e
informándose… y el chico del hospital… ella lo conocía, al tipo que mató a tu
amiga… Era el hijo de María. Y María amaba a ese niño y lo mandó a un campo
de entrenamiento para que el aprendiese a inmolarse para llevarse a tu amiga
por delante.
LIZ: Vale. Bien. Sí. Voy a hacerlo. ¿Es verdad? ¿Es verdad lo que están
diciendo?
MARIA: …
LIZ: ¿Te han hecho ellos esto? ¿Te han lavado la ment/
33
MARÍA: No estoy loca. Tú eres la loca. Yo soy buena. Te mataré. La destrucción
está cerca.
MARÍA: Nosotros somos encantadores, Liz, pero ella era parte de tu mundo. Ella
es parte de tú mundo, igual que tú, y merecía morir.
LIZ: Sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí.
Le devuelve el martillo.
LIZ: Eso haré, gracias. Lo haré porque dormir es muy importante, ¿no? Ocho
horas es tan… tan… sí…
34
BRIAN: Bien, Liz. Buenas noches. Buenas noches.
LIZ: ¿Sí?
Ella se va.
35
Final de La guerra de los mundos
Ruido de bombas.
36
- Me estás enseñando a tu hija y digo “yo… oh… me alegro de que esto te
pase.”
- Te odio y me alegro de que esto te haya pasado a ti.
- Eso es lo más asqueroso, lo más terrible, eso es… no…
- Me alegro.
- ¡Oh dios mío, dios mío! No hay nada. Hemos dejado de ser humanos.
Somos… vemos esto y… por favor… no queda nada humano en mi ahora. O en
vosotros. No quedan humanos.
-
Entra el hombre empapado en sangre.
- Ya nunca pongo las noticias. No leo los periódicos. Ahora hay otra guerra.
Pero de alguna manera… es mejor si yo no sé nada sobre ella. Es terrible. Me
pone de los nervios. Estar calmado es un tesoro. Mi calma. Miradme en calma.
No quiero odiaros. Me lo he trabajado y ahora no pienso en vosotros. Creo que
hoy ha sido un día hermoso. Creo… sí, creo que mañana será un día estupendo.
Mañana será estupendo.
37
Guerra y paz.
Alex y el soldado.
ALEX: Y Alex tenía siete años y Alex le dijo al soldado: ¿Por qué vienes aquí?
SOLDADO: El soldado dijo: Lo sé, hijo, ¿piensas que no lo sé, joder? Sé lo horrible
que soy. Si pudiera tener cabeza de nuevo…
SOLDADO: Podrías…
38
SOLDADO: No, no, no lo hagas, es nuestro momento ¿no? ¿Nuestro tiempo? ¿Me
dijiste que te gustaban nuestros encuentros?
ALEX: A veces.
ALEX: A veces me asusto, le dijo Alex al soldado sin cabeza. Le dijo al solado sin
cabeza: me hice pis en la cama. La última vez me hice pis. Y también otras veces.
ALEX: No mucho.
ALEX: Claro. Y Alex dijo: hice un dibujo de ti pero creen que eres un sueño. No se
imaginan que eres real.
SOLDADO: Buen chico, dijo el soldado. Así es, qué bueno eres, hijo, sí sí sí, buen
chico.
ALEX: Y Alex dijo: Soy un buen chico, todo el mundo me lo dice. ¿Y tú qué haces?
SOLDADO: Las chicas no me quieren, así que duermo en el callejón, dijo el soldado.
Una paja y a dormir.
SOLDADO: El ejército te hace duro, dijo el solado. Hay cosas peores. Y entonces el
solado preguntó: ¿Puedo tocarte la cabeza otra vez?
SOLDADO: Pero el soldado dijo: quiero con todas mis fuerzas… esta noche…
necesito tocarte la cabeza esta noche, hijo.
39
SOLDADO: Y el soldado dijo: el miedo está bien. Es bueno, el miedo. He tenido miedo
muchas veces.
ALEX: ¿Sí?
SOLDADO: Oh, sí. Muchísimas veces. Eso me hizo un hombre. Me he cagado encima
veinte veces al día y he seguido luchando. Y el soldado dijo: Únete al ejército, hijo.
Nadie es un hombre de verdad hasta que se alista. Y dijo: soy un hombre de verdad,
¿no?
SOLDADO: Pero el soldado dijo: por favor, déjame sentir tu cabeza de nuevo. Es una
cabeza estupenda. Eres un buen chaval.
SOLDADO: Seguro que sí, y yo soy un pedazo de mierda. Venga, chaval, déjame
tocarte.
SOLDADO: Luego.
ALEX: Sí.
SOLDADO: Somos todos iguales: con una pistola en la mano todos somos grandes
hombres. ¿Cuántos años tienes?
ALEX: Siete.
SOLDADO: Entonces dijo el soldado: eres demasiado joven para saberlo. Pero
espera, en unos años te sentirás vacío, vació y te dolerá todo todos los días, como si
te hubieras perdido hace mucho tiempo.
SOLDADO: Vacía, dijo. Pero te sentirás completo con esto (por la pistola) en tu mano.
Se puede vivir sin comida, vivir sin dinero… sí, es duro, pero se puede. Vivir sin
40
familia, sin amigos, eso es fácil. ¿Pero vivir sin la guerra? Ningún ser humano ha sido
capaz de vivir sin la guerra. Nunca será posible Es lo que nos hace humanos.
SOLDADO: A un moro. Vino a por mí, así que… Era un niño un poco mayor que tú,
pero venía hacía mí con una pistola, así que… pum.
Le da la pistola a Alex.
ALEX: Pesa.
SOLDADO: ¿Te puedo tocar ya, hijo? ¿Vale? ¿Vale? ¿Vale? Yo te he dejado…
¿vale?
ALEX: Vale.
SOLDADO: Y el soldado dijo: precioso pelo. Piel. Dientes como… Esto dientes son la
polla… ¿Vas al dentista? Antes no se iba al dentista. Tienes una cabeza genial. Es
preciosa.
41
ALEX: Lo sé, dijo Alex.
SOLDADO: Se van a matar, créeme, se van a pelear por ti. ¿Quieres chicas?
SOLDADO: Mejor. Hay mucho tiempo para los chochetes… Mucho tiempo…
SOLDADO: “UH-UH”
ALEX: Supongo.
ALEX: Ya.
SOLDADO: Así que no… Espera tienes un moco. Déjame que te que suene la nariz.
SOLDADO: Te voy a sonar… Así, ahora está perfecta. Tenemos que cuidar esta
cabeza.
SOLDADO: ¿Qué?
ALEX: ¿Es por eso por lo que vienes aquí? preguntó Alex.
ALEX: Dijo Alex: soy un niño muy listo. Me he dado cuenta. Noche tras noche. Vienes.
Atraviesas mi pared. Noche tras noche. Quieres mi cabeza.
42
ALEX: Quieres llevarte mi cabeza, ¿sí sí sí?
ALEX: Quieres coger mi cabeza y ponértela y escaparte con ella, eso es lo que
quieres.
SOLDADO: Es hermosa.
SOLDADO: Estoy agonizando, hijo. Necesito, quiero una… oh, por favor, hijo-
SOLDADO: Oh, no, no, para – Soy más grande que tú, soy un hombre grande
entrenado y-
ALEX: ¡PAPÁ!
SOLDADO: Oye, hijo, vamos, escucha, oye lo que te tengo que decir, este mundo,
este país, esta… todo existe gracias a mí, porque me fui y luche contra esos putos
moros.
ALEX: mmmmmggghhuuuuuh
SOLDADO: Y si no podemos luchar contra los putos moros entonces todo se acabará,
vale – ¿sí? ¿Sí? Este lugar, esta urbanización, estos fondos de inversión, se acabarán
a no ser que yo luche en la batalla. ¿Entiendes? ¿Lo entiendes? ¿Lo entiendes?
SOLDADO: Sí.
43
ALEX: ¡Boom! Dijo Alex.
SOLDADO: Sí.
ALEX: Enséñamelo.
ALEX: ENSÉÑAMELO.
ALEX: Oh, sí. Y Alex dijo: no queremos a la gente como tú por aquí. Somos una
urbanización privada.
ALEX: Quizá.
ALEX: ¿Sí?
SOLDADO: No había vallas cuando yo era un niño, cuando tenía tu edad, hace quince
años. Era hermoso. No había casi árabes. Todo estaba bien. Y jugábamos en la calle.
Y jugábamos a la guerra. Era precioso. Parabas solo cuando mamá gritaba “la
merienda”. ¿Y ahora? Mi comunidad. La mitad de los otros trabajan en el centro
comercial. La mitad de nosotros estamos liberando el mundo de los moros. Vamos.
Vamos. Hazme feliz. Dame tu puta cabeza, por favor. ¿Sí? ¿Qué me dices?
ALEX: No tanto como las otras veces. Dijo Alex: vete ahora.
44
SOLDADO: Tengo que luchar. Ayúdame. ¿Quieres tú mundo? ¿Quieres esta vida?
¿Quieres que esto dure para siempre? Dame tu cabeza para que pueda luchar.
Alex se va.
ALEX: Y Alex estaba enfadado y gritó: aléjate de mí, gilipollas. Tú- esta es mi
habitación, es mi propiedad, de mi familia… Yo saco buenas notas…soy muy
inteligente… Tenemos un todoterreno… Soy poderoso y tú, tú eres… un parásito…
comes comida basura… eres un analfabeto, nunca ascenderás, fumas y juegas a la
quiniela, eres sucio y no eres de esta urbanización privada. Fuera, vete, fuera.
Monstruo. Pareces… eres un monstruo deforme. Monstruo/ monstruo monstruo
monstruo MONSTRUO, MONSTRUO.
SOLDADO: Sí. Soy asqueroso, joder, ¿y qué mierda vas a hacer tú? ¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?
ALEX: Me das ganas de vomitar. Y Alex dijo: mi pis se está helando en la cama. No
eres humano. Yo sí. Pero tú no eres humano.
SOLDADO: Lo sé.
SOLDADO: Y el soldado dijo: que te jodan. Yo soy este país. Yo amo a este país.
Tengo una misión y la voy a cumplir. Y no hay ningún niño hijo de puta en este puto
fondo de inversiones que pueda pararme, porque todo esto, este mundo no es nada si
nosotros no nos vamos a reventar moros, ¿lo entiendes? ¿Entiendes? ¿Entiendes? Y
el soldado dijo: DAME TU CABEZA.
45
sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y sigue y
sigue. ¿Qué es eso? JA JA JA . Oh, buen chico, o buen chaval ¿Qué es eso? Te has
cagado encima. Te has cagado por todas partes. Ja ja ja ja ja ja ja ja…
SOLDADO: Eso no vale para nada, joder, hijo. JODER. JODER. HIJO DE PUTA.
JODER. DUELE. JODER.
SOLDADO: Perdón.
ALEX: Siento haberte hecho daño… ¿Ves esta casa? Es una buena inversión. Vale un
millón más antes de que te des cuenta. Debes irte. No perteneces a esta propiedad
privada. Uhg. Tú… ahora tu sangre por mi edredón...
ALEX: Con lo difícil que encontrar limpiadoras. Hay trabajo pero son unos vagos.
(Apunta con la pistola.) Quiero que te vayas. Vete. Ahora o te disparo en el corazón.
Gracias por tu visita.
46