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Bolívar en Perú.

(Análisis de Alexander Natera)

Simón Bolívar fue invitado por una comitiva enviada por el congreso de le República del Perú, en
donde asistió el presidente José Bernardo de Tagle y su gabinete ministerial en Pleno. Un día
después de su llegada, le encargan la dirección de la lucha contra el ejército realista y el congreso
lo nombra “Suprema autoridad”.

La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero, que se oponía a la
llegada del libertador a Trujillo. El primer Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar
la primera Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en
suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos de
Simón Bolívar.

Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del Perú. Ningún peruano
formó parte del estado mayor siendo que sólo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama
peruana del ejército. Ello se debía a que el Libertador no se sentía con confianza suficiente.

Durante todo ese tiempo, parte de la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante Martin George
Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las
costas peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde Colombia.

Luego de la derrota de Riva Agüero, las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa
central y norte, y de la sierra norte (actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y
Cajamarca).

Las fuerzas realistas ocuparon Lima el 29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a
la sierra central y sostener una guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del
militar español de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas,
inclusive el mismo Torre Tagle, y que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe, donde murió al
año siguiente en el sitio del Callao, confirmando con esta acción la traición a Bolívar.

Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de febrero y
entrega a Bolívar todo el poder político y militar. Bolívar se convirtió en la única y máxima
autoridad en el Perú, nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue generalizado
del ejército unido a Trujillo y Huamachuco.

Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete ministerial. El


gobierno de Bolívar en el Perú se caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo
que sería la organización del naciente estado peruano.

El 20 de mayo de 1825, desde la ciudad de Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un


Congreso General que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente. Sin embargo, ese día no
se pudo inaugurar el nuevo congreso ya que el Libertador no estaba conforme con la
incorporación de algunos diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue electo por el
departamento de Arequipa.

El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades y
poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para
que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo
nombraba como Presidente Vitalicio.

El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín Congreso con dirección a Colombia


dejando en el Perú un “Consejo de Gobierno” cuya misión era lograr la vigencia de la Constitución
Vitalicia. Bolívar no regresaría más al Perú.

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