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Jest Penne Rows Cavirus0 2 REPRODUCCION DELLENGUAJE HABLADO EN LA LITERATURA GAUCHESCA* 2.1. Un ambiente que, como el hispanoamericano, ‘pone a eruditos puristas det idioma a fandticos admira- ores de todo lo que puede considerarse ~a voces sin ma- yor fundamento ~ como manifestaciin de To local, de lo ‘atv y de lo popular es siempre naturalmente propenso ‘la traslacién de esta altemativa emocional al eampo mas elevado de las discusiones académicas. Pero en ete terre= no tambien, las mis de las veees, contin imponiéndose, el fervor de las predilecciones y el flr dela estructura entales ya previamente formadas, antes que la erudicion de los fildlogos ola sensbilidad de los critics. Com al- ‘Bunas excepeiones, realmente pocas, cuando se habla de ‘imo es el leigaje de la itertura gauchesca, en realidad no se dice precisamente eso, sino que se estableve si este lengusje es 0 no es tal, como el autor en euestin supone que debera ser. Solo que este edm deberia ser, general- ‘mente no nace de un examen extco y cientiic de Ia turalezs dol lengusie que el naivismo empl, sino de una tesitura emocional ode un simple deseo subjetivo. ‘Asi los puristas, cuando le reprochan al autor nativista © gauehesco que no se auste al verdadero lenguaje de la regién rioplatonse, dan por supuesto que este verdadero lenguaje seria un lenguaje sin vulgarismos, en cambio el 2 } DistscTaLoh GENERAL 8 WEPAKoMMENEAS purista en general distingue ente el regionalism - que es aceptable y “debera ser includo en el Diccionario de la Academia Espafola"- y el vulgarismo, que en cambio ‘no mereceria lugar en el Diccionario, ni debera usarse en ¢l lenguaje comin. En cambio, el nativsta, cuando nos dice que poetas y esertores escriben en el lenguaje del gaucho, reproducen el lenguaje del gaucho tal como es, admite primero tcita 0 expresamente que existe un len- ‘uaje gaucho, y que este lenguaje gaucho es conocido por Fn realidad, ninguna de estas tres afrmaciones puede sostenerse desde un punto de vista linguistic. Por consiguient, en este trabajo no varnos 9 examinar rmeramente sie lengusje de fa Iiteratara gauchesea coin- fide 0 no coincide con el lengusje del gaucho rea. Esta cuestin ha sido repetidamentediseutda, 2 nuestojuieio sin los debidos fundamentos, justamente porgue no se ha aclarado primero el problema hisico que nos ocupat en este capitulo, o sea la verdadera relacicn entre estos dos Jenguajes: i hay © no hay alguna necesidad -o aun algu- 1a posibilidad - de coincidencia entre ambos lenguajes Por supuest, si y solamente si a conclusion es que el lenguaje dela literatura gauchesce debe necesariamente reproducir el lenguaje del gaucho, entonces y solo enton- es se plateardel problema de si realmente ocure asi, y también el problema de sien realidad existe o no existe el Tengusie (nico lengua) del gaucho, y es @ no es cono- do por nosotes, Para comenzar, haremos una breve presentcién de fa tesitura de los “purists” (que no necesariamente son os mismos “puristas” con respecto al habla urbana), y lo hharemos eitando in extenso al fidlogo argentino Arturo bs) ose Prone Row. Costa Alvarez, quien planisa el problema como sigue: “Ninguna persona cult ha hablado muna como gaucho, ninginesertor ha usado nunca el xsucheseo coma lengut propia, Dicho sea de paso, el fenyvaje gauchesco real es tino y ef de los eseritores uauehescos ¢8 otro. Aquel ert natural, este es artificial ™ En el misme lugar, Costa Alvarer trae a colacién al- sgunas de las supnosias contradicciones sistemas, itre- Aducibles a leyes determinads, que componen el Lenguaje tliado por los esritores gmucheseos de habla eastll na. Los ejemplos de canisadicciones que da el autor, som los siguientes: 1) Transforms desu 2) Fa ipo, en en tena "ino ter alan sprit i tengnso“engrocs™ 5) gies conan con rapt a gion tein de por simp enc eine pro fp temple 4) Transformacién de o en m, como en aegar anogae", pero fambign taneformacion de ene, commen sepltura Siempre segiin Costa Alvare2, estas contadicciones nel lengua de In literatura gauehesca serian pruebas de {que el exeritor no ha eaptado bien ef lenguae del gaucho: ‘porgue Jeémo puede pretender un cambio “del espaol al ‘Enuchesco” y pretender al mismo tiempo que existe tam bign el eambio contrario? Esto prueba que el escritor 0 so) Dias cmt OEMERAL FANON, conace bien el Lenguaje del gaucho, pues oaccptamos que nel enguaje “natural” del gaucho o e vuelve u, 0 bien afirmames que w se vuelve o, pero no pademos postular ambos cambios a la vez “Tado el razonamnicato es cindido, y solo lo comenta- ‘mos detenidamente aqui debido a que desde la fecha de ‘su publicacién eché a volar por todo el mundo hispinico cente filélogos y sobre todo entre fldlogos aficionados a la fiteraturenativista, [No necesitamos demostrar que Costa Alvarez esti ‘equivocado al ponderar Ia diferencia ente el lenguaje dle fa literatura y ef del gaucho: es evidente que ningun dle Tos dos es “natural” Todo lengua es una institucin humana, es “artifiia!, Tl ve lo que quiso decir Costa Alvarey er que el Teng rest del cho er “espn reo pon st se tata eke un er lenninligien ete m0 dejo de influcncia tous ss ezonarienlos ullerores, Pues Solo asi pales ented que busgue falls dh tea on el lenguaje. Ln realidad, de las cuatro "contradic siones" que menciona Costa Alvarez, slo exinton ln 86> spunda y la tercers, puesto que ~ar y-ear sm meramente dos variants de ortografia, dos maneras de esribie una Ferma que es una sola en la pronuneiaeién popular y tam bin en la semiculta. £1 eampesing rioplatense dice cam lary cambiar, pero campeo ¥ cambeo bajo el acento. Si alga escrvor gauchesco o nativista ha usado alguna vez ‘eambearen el infinitive - lo eval no es imposible, aunque nosotros munca lo hemos visto = su eror es so axtogré- fico, y también sélo hasta certo punto, ya que ala grafia ‘ea corresponde de todos modes la pronuneiacin [a-) salvo que [ae sea acentuada:(ytr}, mafia di), etc Eseribirea- 0a 6 lo mismo cuando se tata de repr: psy ese Poona Rows dducic la promunciacn, como daria lo mismo escribir ma- hiceh o maniseh, pues ambas grafias se pronunciarian de todos modos igual En cuanto aa cunts “eontradiccion”, tampoco lo es, pues munea puede variar ‘un fonema”, sino siempre un fonema en una posicign dada y en un entomo Fico dado Seri fo mismo decie que ls latinos de los niveles po- plares no sabian hablar, porque eliminaban Ia w de spe- alum, pero no la de cuppa, ¥, para peor, transformaban fo la wede eupa. En realidad, la diptongacién de hiato de ‘ahogar es wn feninteno muy distinto dela variacin del timbre de sepultura. Queda entonces como “eontradic~ cin a supuesta fsa diptongacién y a monoptongacié dle we, e. Aqui en realidad hay cierta contradiccién, ©n cuanto aparentemente bay dos cambios que estin operan- Alo en sends contrarios; pero si tal contradiccion existe, ‘no lees inoputable al eseritor gauehesco, pues ea existe fen el lenguaje campesino rel también, y aun en niveles ‘levados, Asi aun [os roplatenses verdaderamente cultes ‘suelen decir apretoy tambign enrieda, Los casos que cit Costa Alvarez come flsos, pueden ose entre ls campe- sins actusles de evelquier zona de fa regi rioplatense; To enel no prueba que los haya usado también el gaucho, pero al menos prueba que su coexstencia, conrariamente las afrmaciones de Costa Alvarez, es posible. ‘Lo que suede es que no pademes esperar de nuestros ‘campesinos que recuerden para cada palabra que usa, si tn latin tenia voeal breve o vocal larga; pues tales el oF teen dela diferencia ene dipongo y vocal simple en ca5- fellano, Se tata pues de una difeenciacign de hace re ‘hos sighs, ue se est comencando a perder en algunos ‘e305 en todos Tos nveles del castellano. Asi, por ej esa scrovocin GPE €HSPANOAMEICA plo, aun Jos hispeno-hablantes mis eultos dicen mueble- "a, con un diptongo en silaba étona, ue no corresponde- rial prottipo original del casollano. En todos ls paises americanos que hemos visitado, hemos podido observar la alterancia de las formas cuezo/oaza también cueso/ caso, segin cul de los dos verbos sobrevive en la zona en cuestin (véase en I, L4). Aprieto ha sido remplazado por apreto en todos los nivelessociolingtisticos, al menos fen el Rio de la Plata. La diptongacin ya no se rige por su origenetimoldgico, sino por la norma del subsistema cen cuestin, Cada hablante sprende el verbo al aprender a ‘haber, junto con sus formas conjugadss, e independiente- ‘mente de la etimologia ode la norma académica, Si bien cn la mayoria de los casos hay coincidencia con Ia etimo- Fogia latina, esto no ene que sucedernecesariamente. Por consiguente, cada diferencia es estritamente individual, yy no se puede hablar de una “ley fonetica” que sera lo Unico que podria justificar la estura de Costa Alvarez. Enel fondo, lo que importa no es determinada “contra- sliceion” o iregularidad, real o aparente, sino el engaioso critero de Costa Alvarez al pretender, no ya simplemente ‘que el Lenguaje dela literatura gauchesca es diferente del lenguaje del gaucho, sino que es diferente porno ser logi- co ni coherente. Buscar “contradieeiones” en el enguaje de a literatura gauchessa equivale a decir que el lenguaje real de los campesinos roplatenses es un sistema perfec- tamente delimitado, coordinado y estitico, y que, por !o tanto, el lenguaje de Is literatura geuchesea, para parecer- seal primero, deberia ser también preciso y coherente. La realidad nos muesira, sin embargo, que no solamente el lenguaje gnucheseo utiliza ceneia y templa, augar y se: oltura, doldré y oler, sino que también la lengua litera pa) Jost Puowa Roma ria aeadémica de Espata mantiene resultados diferentes {de antiguas vacilaciones, como p. ej. saldrd peto, dole- ri, o bien querré pera mroriré 0 bien eaiga,traiga, pero haya. Sucede que ninguna forma existe en ninguna lengua porque “debe” estar, por razones logicas sino simplemen= fe porque los hablantes la han preferido a otras posibilida ‘es, La Légica del lenguaje en el sentido ce su cohesion y racionalidad, es la logica de los hablantes;y esta no sucle Ser muy perteeta, Ninginlengeaje es un esquema racio- ralmente consruido; ello no pasa de ser el entemecedor censutio del purist ‘eros pes que ya en nuestro primer ejemplo el pro- blema queda equivocadamente planteado. Sigue despuss Casta Alviree dieiendo: “Suprimis sumtin os cabin lige ila poriorctsnradyexepatey Kv cl tol se Tenge aus st ek 9 “ipl cmt aren, dom ato de lo mis tnodneta aa or ex wa expect de cain anda mies La eu, por puesto, euivale a atime que ss pviminos to to gue woos mei, da slament To ie: Pera na ress el prblema cel mtr spr. oe, que esl voproduson del fenguje en I rata uchosn om bien Costa Aare sprobablemente el mas repre= sen de os que han opad es punt dita te fatto, noes cambio unc, Een estar ie pe Cater umplamente on ana pct, pra en os as ‘ocss tata nutes. Ya Dong F Sarmiento, ¢ Chien xin gpbego ose pose conser precise es Diauscronucta cient sr aNtrynteans un armigo de los guuchos, observaba que “nvestros gau- chos no han estrpeado tanto la lengua como lo hicieron cellos [Ascasubiy Del Campo}. ¥ todavia en épocas muy recientes, encontramos las mismas actitudes, por ejem- plo en Domingo A. Caillava! 0 en las notas periodisticas dde Manuel Galvez". Creemos que ni Costa Alvarez, ni Sarmiento, ni Caillav, ni Galvez u otros que han emitida ‘opiniones similares, han sabida recoger acertadamente e} verdadero sentido del lenguaje de Ia literatura gauche «a, Sarmiento, porque express un juicioaxiol6gico que no che en la valoracin lingstiea de un género literrio, Costa Alvarez, cuyo etrio no esti eoneebido en térmi= nos de mejar/peor, sino de igualdifvente, ers sin em ‘argo, st apni, desde ol punto de vista lingbstico,y reps eam fas le geen reales verde Nev alo sequrtmente por sis enfin pv psa ya jpovo mecaniestas, No pede aliemarse, en elo, que el Fonguaje de fa literatura yauehesea (ue, pa simpliiear Hlamaremos de ahora en adelante "gauchoseo") sea me~ ‘nos natural que el lenguaje del gaucho real (lenguaje que, de shors en adelante, denominaremas “gaucho” 9 “habla do"), Podriamos devr, en cambio, que ni el lenguaje ga ‘chesco ni el gaucho son naturales, porque no bay lengus~ je natural El lenguaje, por su misma condi de tal, es siempre una ereacién humana y, por fo tanto, artifical. No tiene existencia fuera de la mente humana, y por lo tanto no puede ser natural, Exo es vido para ambas funciones del Lenguaje: la dela expresiny la dela comunicacién La clasificacign de los divesos lenguajes en naturales 1 amifieiales,y a creencia de que solo los naturales son verdsderamente buenos, tiene cieramente resabios de eas Jeet Prana Row 0a de los neogramiticos,y ess completamente fuera 4s tugar boy la Finca expresva, el lengusje de la liertara anuchesce le sive al escritoro poeta tan bien como el propio al gaucho real, Como medio de comuniacia, el esetiorgauchesco se sirve desu lenguajefente asus fc- toes on tanta efiacia como el gaucho rel frente a su ineiocuto. Minas longus hablado del gach real bodes una cunvenein ist (como todo lengua c0- Toquil ene personas reales (os gnuchos), el del eseritor sstchesco obedece también a una convene, aunque 80 Yalan tia, sino express entre personajes no menos fet ies, que son tos eseores missy sus lectores. Por consguiet si bienexisten macadas diferencias ene ol gaucheseo y el Tenguaje hablado por el gaucho, In indole de extasdferencas no ex preciament la que consignan Sarmiento, Costa Avate,Cailva y algunos bros: Nos proponemos en este captulo nda acerea del ‘enlader sentido del engusje"gaueheso” eran y su Teac eo el lenguaje hablado del gaucho. 2.2. El gaucho, como tipo social, ha deseparccido ya, aunque todavia se conservan su nombre, su vestimenta © indumenteria, al menos en parte, asi como algunas de sus costumes y muchas de sus tredicione. Sin embargo, la reac y ol auge de la literatura gauchesca no se deben ninguna de las costumbres o tradiiones gachas que se conservan, sino ms bien a uno de [os factores puramente circunstanciales que han rodeada 8 existencia: el hecho de haber sido el gaucho, en todas las épocas, el primer perseguido en todos os grandes cambios sociales o éni- 0s dela egién rioplatense, Io eonvierte en una especie 0) DiauscroLocn GENERALE SraoNMERCANA de simbolo para todos aquellos que, aunque en menor gr do, se oponfsa también a esos cambios. Hay tres momentos esencales en la evolucin histi- «a del gaucho en cuanto tipo social. Los ies son momen- tos de transicin. En primer lugar el gaucho aparece en el porte de la Banda Oriental, como producto del mesti- 2aje entre los espanoles (0 riolos) que se habia estable- cdo subrepticiamente en aquel teritorio aun no abierto 8 a colonizacién, y los indigenas. En esta época ya se ‘tata de una etnia de compresién, igualmente presionada desde Buenos Aires por los esparioles y desde el Norte por los portugueses. Sus inicosaliados naturals eran los charias, y esta allanza funcionaba a la perfecién, como Io atestiguan sabradamente algunos documentos un in- ditos que hemos encontrado en uns biblioteca brasil fa y que se rfioren 4 las expediciones - fisrndas - de Tos expafoles en 1715. Esta primera época transiin de una colonizacion precaria, ciudadana, una ‘cupacidn efectiva de la tiers rioplatense por espatotes Yy portupueses. EI segundo momento es la ansicion dela Colonia «la independencia, y puede colocarsesproxima- ddamemte entre 1805 y 1810. Como es sabido, el gaucho, desde siempre el desheredado de a tirea, desemnpeia papel social y politica, asi eomo militar, sumament in pporante en todos los acontecimientos que eondujeron a la independeneia riplatense. Hay sin embargo una gran diferencia con la epoca anterior: mientras en aquslla los ‘nioos perseguidos eran los gaichos y los indios, ahora en cambio cxste una eausa comin entre el gaucho ¥ el roll ciudadano. Por esta razén, mientras en la primera etapa no hay nada que pueda denominarse “possia gau- chesca”, en la segunda aparece un género postico que si Jes) Prono Rona pede ys teciirjusticieramente este nombre: coplas, te- ios, caneiones burlescas que no muestra ni el grado de evalueién mila complejdad Iiteraria que tenia a Hite fura gauchesca posterior, pero que si constituyen ya sus primerss manifestaciones La tercera época, que representa a dl desarroto total de este género, coresponil al periodo sarmentista en la politica argentina (y uragasya), que intentaba desaraigse ‘muchas de los elements éinicos y eultrales de rir is piniea para romplazarios por otros de origen principal- mente italiano, El objetivo inmediato de esta politica fue Ta liquidacion de! tpo-sceial del gaucho, pero en.no menor scala se practi un politica estatal y eultral antsy fics. Reconfomos tabign que ef Presidente Bartolome Mitre se entfeni® 1 fs provineias, euys defenses eran rincipatinote gauiclns. ¥ recone fubign que Hose Merinalez, ef ator de Ef snr Martio Bier aw era lun mero espectidor en est lets, sino que eta de ido absandrado dl antniteismo, y bast intent egar a ln ciudad de Paysand, ata sazénsitade, eruzand el ‘io Uruguay. Bn esta tercera etapa, pues, fa iterate gn cchesca noes sino une expresin de una lucha politica in- tema, ents la tradicién bispinica y las innovaciones de rmiento y de Mite, y esa expresién toma como bande ‘ala causa del gaucho, puesto que el gaucho es el primer peneguida, y también el primer defensor de Ia eaus de Ja hispanidad, Literatura gauchesva significa por lo tanto algo intimamente vinculado a la problematica eotiiana ‘contemporinea. No sucede lo mismo en épocas posteio~ 1 cuando el gaucho ya no existe como tal, y cuando la temtética gauchesea noes sino una literatura de evocacién 9 de nostalgia, ante cambios esiueurles que sobrevienen oti Ditecronocin cena mnawonen ‘ena sociedad y que afectan por igual alos descendientes de itlianos y a los descendientes de los que habian Iu- chado contra ef aluvion italiano (y de ota procedenca). En este sentido, la moderna literatura nativsta, nostl 2, se acerea mucho mas por su pape! emosional al poema Taharéile Zorvll de San Martin, que es una evocactén de Ja gloria de aquellas tribus indigenas que los antepasados de Zonilla exterminaran, En gran parte, el autor proce- dente de una zona urbana vioplatense, fampoco hace otra cosa sino evocar las glrias de una sociedad exterminadla sangre y fuego, identificindose asi con cirtos aspecios ‘de una vida que, para él flizmente, ya no existe. Por eso ‘misma, este autor - diferencia del pocta gouehesco de Is pues de Io leminde - no siempre tiene una elart sein de eto aspoetos, ni desu Wafer eel en fas con Aicinnes de vie reales del gain, Paro a ais Ge ‘un ejemplo, el emi e simplemente un srhul de sonra ps i emprna litera gach, pero es ua wets de cuas-adoracin en la poesia natvisa tai, Si Ia literatura gauehesea se basa en algunas paites de la vestimenta y de las raliciones del gaucho que to- ddavia se conservan, no puede decir en cambio que se haya conservadi el habla de! gaucho, como sistema cohe- rente y untari, que hoy pudiéramos estudiar, Podemos, ‘en cambio, estudiar el lenguaje “gauchesco" tal como se ‘conserva on las obras de Tos autores que feeron contem- porineos del gaucho, como Bartolomé Hidalgo, Hilario ‘Ascasubi, Estanislao del Campo o José Herninde7. Esto ‘eo que hacen los acualesexeritores nativistas, quienes, por lo tanto, no se nuteen en le fente misma, sino que aprenden ~ 2 os fines de su ulterior utilizacin ~ un siste- ta lingistico ereado por sus antecesores, deformindolo (39 Jost Pana Rona «su vez en cierta medida, Esto es, que los primitives au ‘ores guucheseos se han tansformado en fuente cas nica {Ge informacién acerea del lenguaje que se debe wilizar. iste exactamente [a misma diferencia entre Hidalgo © Ascasubi por un lado, y los natvisas actales por el ‘otto, que la que hubo entre Tos autores latinos clisicos y los humanistas de la tardia Edad Medis o de épocas aun posteriores. Es cierto que estos iltimos también esribian en latin - [os hay aun hoy quienes lo hacen ~ pero éste e5 tun Iain de “segunda mano”, carente de vtalidad, puesto que, como lo dice Eugenio Coscrut, no esti sujeto a los ‘cambios inherent al uso diario en el habla, Aun cuando estos eambios praducen cera evoluciin en cl latin exco- listico medieva), esta no se refleja en los textos de los f= _manistas de la misma gpa. Enel easo de los gauchescos hay todavia otro Factor que conrbuye a deforma elle quaje de fa literatura, Mientras fos unnanistas se nteian fn lo elsicos que eanocian y dominaban perfectamente bien el latin eulto de su época - puesto que se tataba del Tenguaje ideal de lengua de su tempo, de su lugar y de ‘su nivel, es decir que no habia desfasamientos diacni- £05, ni diatpicos, ni diastratcos -en cambio, los atuales _gauehescos 0 nativistas toman como ejemplo a los gau- ‘hescos primitives para quienes ya el lenguaje del gau- ‘cho real era hasta cierto punto siempre ajeno, en cuanto existian diferenciaciones tanto diatépicas como, por sobre todo, diastrticas, En efecto, aun com la concesin de situarnos en un pla. no sineronico, es innegable que la literatura gauchesca, desde sus mismos principios, abarca un érea demasiado lextensa. No creemos que haya existido monca tal cosa ‘como un lenguaje unitario del tipo social llamado gau- bw cho. Mis bien todo nos autoriza a suponer que el gaucho hablaba en forma igual © casi igual, en cada lugar, los habitants de la misma regién perenecientes a otras ea- as sociales, esto es, alos que eran sus canterrineos pero ‘que no eran gauchos. Los gauchos de Gilemes hablarian l dialecto saltefo, los gauchos de Rivera, en cambio, el dialect dela Banda Oriental, Debemos ererlo asi, debi- ddo a ese desideranum eseneal de todo lenguaje que es la ecesidad de itercomprensiGn, Ahora bien el gaucho vi- vig en un teritorio muy extenso, Nacié en lo que es hoy Uruguay, pero su habitat en la época de la aparcin de le poesia gauchesca abarcaba todo el actual Rio Grande do Sul y tal vez una parte de Santa Catarina; todo el Uruguay, ‘oda la extensidn de las provincias argentings de Entre Rios y Santa Fe, la mayor parte de la provincia de Buenos Airea, y pequefias partes de las provincia de Cortientes y Cordoba; al Norte, con sustanciales diferencias enicas y etaggraficas, Salta y zonascicunvecinas, Los resultados de las investigaciones dialectoligicas {que se han realizado en todo ese tritorio, demuestran que, aun haciendo abstraceiéa de las regiones de habla Portugues, esto es, limitandonos alas regiones gauches- fs hispano-hablantes, enconteamos una rica variedad de hablares muy distintos entre si tanto en lo fenieo como cn lo morfoldgico, y con mucho mis razin en aspectos lingtisticos por naturaleza més dspersos, como lo son et \esico y Ia sintexis, Resuta, pues, que en In actualidad hay una amplia variedad dialectal cuyos origenes pueden tellano comin en un lenguaje gauchesco, Este no es un fendmeno exclusive, sino que sucede con cualquier otro ideal de lengua, incluso con el espafol académieo o con cl “espaol de Espata”. Fs bien sabido que los sudamer- ea) Diarra NERA san anos, cuando quieren hablar mejor, reeurren a voeablos YY promunciaciages de 1o que consideran el “espafo! de Espa, pero aqui nuevament la carga evocativa o ide lidad ne esté uniformemente clstribuida, sino que, por ejemplo, la promunciacién [2] tiene una carga mucho ma yor que la pronuneiacién [0], y un hablante sudameriea- fo que quiere “hablar bien” en una ocasi solerne, did {cfiahsién), no [eButisdn}, pero tampoco [eBlién}. En cuanto al uso de Ins formas verbales, di e quesomare en lugar de el que rome... de su lengua comin, pero en cambio no prestard ninguna atencién ala diferencia de va Jory de significado entre el espafol ideal y el rioplatense, cen e uso de td y de he tome, Vernos pes que en esie sentido también, el gauchesco y el Iunfardeseo Funeionan om ide kenga eon as isn maids gue ‘Lespafio academia, Fn este sent el zac nes wv lenge sino um marco de rere Fllengiajede literatura gaucliesexs es, pues, cea mente un lengua vivo. El escrito no To re-cea, sto que Jo repite simplemente. Utlizanda el etterio de F. Casey, diriamos que aqui reside, justamente, la principal diferen- cia entre el lenguaje gaucho y el lenguaje gauchesco. El primero era un lenguaje vivo, vuelto a crear por el gaucho fen eada acto lingtistico y que, por lo tanto evolucionaba y Permitia al hablante cir libertad de ereacin dentro del sistema general de este fenguaje. El enguaje gauchesco, en cambio, es, por asi deirlo, une lengua muce, fia, sin nin- ‘guna probabilidad de evolucién. Esto surge, preeamente, de fialided y de su ideaidad, Es en este sentido que deci= ‘mos que es un leguaje atépico es devi que noes hablado 1 registra fielmente of habla, ni presente ai pasado de nin guna region en concrete, Dentro del vaste teritorio don- est) ose Peono Ron ‘dea lrecidoy Mlorece la literatura gauchesca y natvist, hay notoras variaciones de divers aspects del lengua ‘Una reproduccién del lengaje hablado deberiatomae- las en cuenta, pero una lengua literaria no tiene por qué, det ‘mismo modo que el espaol académico nolo hace. Hlescr- tor gauchesco no puede tomarlas en cuenta, aun en caso de cconocerlas, puesto que no dispone de inguna libertad para hacerlo. Hay un molde nico, un sistema consagrado, se debe segut. “Todo el mundo sabe”, por ejemplo, qe el gnucho deciahaiga en lugar de haya. Aso he consaprado generac tras generacién de autores. Ahora bien: nues- {tas propiasinvestigaciones dialectol6gices han demostra- 4o incuestionablemente que en gran parte de Uraguay, en asi toda la provincia de Ene Ris, en toda Ie provincia de Cortentes (excep en Ia 20na de Goya), en el Sur de Santa Fe y en una parte de Is provincia de Cordoba, asi cama c Ins proximidades de Bienos Aires y en la porcion oriental de la provincia de La Pampa, redomina ls forma haya s0- bre la forma haga. Esto signifiea queen mite mis de fa mitad de la zona gaucha de habla castllana no existe hoy sa forma haga tan caracteristca del lenguaje de los per sonajes de la literatura gauchesca. Esto ao prueba, per al ‘menos hace muy probable que antafo tampoco haya exis- tido. A pesar de esto, si alguno de las esertores dijera 0 pusiera en boca de uno de sus personajes a forms aya, se Te tildaria inmediatamente de mal conocedor del lenguaje gauchesco El escritor no puede basarse, pues, en la observacién real del lenguaie viva sino que debe ister sin reflexion alguna, mejor dicho, sin reflexion de indole lingistica, a sis predecesores, no importa de qué region esté hablando © de qué region procedan sus personajes. Cabe sella, sa DiatscroLoc GEENA ESPANORMERICANA en este sentido, una notable excepeién, que es el esi {or nativsta uraguayo Serafin J. Garcia, quien, sobre todo en su eoleeciin de eventos tiulada Las partes de Don Menchaca, deja de cefirse a estos moldes preestableci- os, para imitar bastante adecuadamente el lenguaje del lugar que describe, perteneciente als bones del “dialee: to fronerizo castellano” del nordeste del Uroguay"*, Por lo demas, en le casi totalidad de los autores, los geuchis- mos son precisamente eso: moldes preestablecidas, fr ‘mas esteeotipadas que, segin se supone, caracterizan el lenguaje gaucho en una forma atépica, sin distinciones de lug. En consecuencia, asistimos aun proceso de progresiva petrificaciin del lenguaje literaio gaucheseo, que se ma- nifiesta sobre tado por el desplazarmiento de las relacio es y proporeiones mormaleseatie los diversos aspectos del Lenguaje. Tal ver en un gesto de insiniva proteccion propia o de reacidn frente algo que no conace jer in- tuye, el esertor gauchesco o nativita, que no cotoce los aspectos negativos del lenguaje que utiliza (eto es, frente 4 cierta palabra castelana, no se da cuenta de que el len- uaje gaucho no Ia tiene), pera que en sus modelos, los ‘autores anteriores, encuentra un repertrio bastante consi- derable de aspectes positivas (es dit, palabras o formas que el lenguaje gaucho rene, trata de evita las difculta- des que esta situncidn representa, acumulando desmesurs-

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