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Analizar desde las perspectivas conceptuales de flujos y


visualidad los productos de consumo popular que son usados
para el amor en el mercado local.

Identificar los flujos de producción, circulación, distribución de
los productos de consumo popular que son usados para el amor
en el mercado local.

Analizar los contenidos visuales y discursivos presentes en los


objetos de consumo popular usados para el amor en el mercado
local.

Construir una herramienta digital que permita desarrollar


investigaciones colaborativas que avancen en la agenda
metodológica de la disciplina antropológica.

ccc   
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El propósito de esta investigación es realizar una exploración
acerca de la circulación y la visualidad de los objetos utilizados
en las practicas populares de la medicina natural relacionadas
con el amor. Esta investigación se desarrolló durante un mes en
cuatro fases: construcción del proyecto, definición de marco
teórico y metodológico, trabajo de campo, sistematización y
análisis. (cuadrito)

El equipo investigador está conformado por 16 estudiantes de


antropología visual distribuidos por áreas según el siguiente
esquema: (cuadrito)

Asumimos una perspectiva de econom, en tanto esta nos permite


llevar la mirada más allá de los discursos, rituales y
significaciones implícitas en este campo, para contemplar
también sus lógicas de producción, circulación, consumo y
posesión (Pool, D. 2001), pero para evitar las posiciones
objetivistas que no dan lugar a la agencia y reducen hasta
desaparecer el lugar de las subjetividades en los procesos de
construcción de la realidad social, partimos del estructural
constructivismo de Pierre Bourdieu, que aunque se nutre de
diferentes tradiciones objetivistas, como la economía política,
no reduce al sujeto a un mero resultado de la imposición de una
estructura, y resuelve la aparente contradicción entre sujeto y
estructura, por medio de una relación dialéctica en la que ambos
se construyen y reconstruyen constantemente. Es por esto que en
lugar de economía o mercado, recurriremos al concepto de
campo social, proveniente del estructural constructivismo.
Para lograr comprender con mayor profundidad los discursos y
significados que subyacen a esta práctica, y la forma en que
estas se relacionan con los procesos de construcción de
identidades a nivel subjetivo y colectivo, decidimos hacer
también un énfasis especial en las construcciones visuales que
caracterizan este tipo de prácticas y productos.
Así pues, el desarrollo teórico y metodológico de nuestra
investigación sigue dos grandes caminos, el primero de ellos,
encaminado a dar cuenta del campo de los productos para el
amor y la forma en que este circula entre diferentes agentes, es
lo que hemos llamado ³flujos de los objetos´, y el segundo, que
hemos denominado ³visualidad´, desde el que nos proponemos
dar cuenta de las características de las imágenes que circulan en
esos flujos.
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El punto de partida para la construcción de nuestra perspectiva
teórica para el análisis de los flujos de los productos de la
medicina natural para el amor, es lo que Pierre Bourdieu
llamaría el estructural constructivismo, que intenta superar la
aparente contradicción entre el constructivismo y
estructuralismo, o dicho en otras palabras, entre el sujeto y la
estructura, a partir de una relación dialéctica entre las
condiciones objetivas y las subjetivas. Desde esta perspectiva la
agencia y la estructura no se contradicen ni se excluyen, ambos
se construyen y recontruyen permanentemente. ß 
esttsm [qee] de qe exsten en e mnd s
msm y n smente en s sstems smbós eng e
mt et. estts b et
s ndependentes de  nen
y 
ntd de s gentes qe sn pes de ent  de
n ss p ts  ss epesentnes. 
nstt
sm [qee] de qe hy n géness s  de
n pte de s esqems de peepón de pensment y de
ón qe sn nsttt
s de  qe [m] Hbts´
(Bde 1998:127). Así, Bourdie incorpora en su análisis una
perspectiva estructuralista, que considera la existencia de una
serie de sistemas de relaciones, que además de ser externos al
individuo, se le imponen a través de diversos mecanismos; y una
perspectiva constructivista, que considera la realidad social
como una construcción de sujetos individuales y colectivos.
El esquema teórico propuesto por Bourdieu, gira en torno a ³un
reducido número de conceptos, hbts mp pt y cuya
piedra angular es la relación de doble sentido entre las
estructuras objetivas (las de los mps ses) y las
estructuras incorporadas (las de los hbts)´ (Bourdieu,
1997:7). Exploraremos entonces cada uno de estos conceptos,
con el fin de elaborar a partir de ellos, un esquema de análisis
para la interpretación de las relaciones que se dan al interior del
mercado de productos de los productos para el amor.
v v v %"
Uno de los conceptos centrales del estructural constructivismo
es el hbts ß(«)sstems de dspsnes ddes y
tnsfebes estts esttds dspests p
fnn m estts esttntes e s de m
pnps genedes y gn des de p ts y
epesentnes qe peden est b et
mente dptds 
s fn sn spne  búsqed nsente p n s
b et
mente ßegds´ y ßeges´ sn se e pdt de
 beden  egs y  
e qe td est et
mente
qestds sn se pdt de  ón gn d de n
det de qest.´ (Bourdieu. 1990:91). Son las formas de
ser, hacer, pensar y sentir a partir de las cuales orientamos
nuestras acciones e interacciones, y se construyen como
resultado de los condicionamientos asociados a una forma
particular de existencia. Su importancia en este esquema teórico
radica en que es en él donde se encuentra la estructura y el
sujeto. Son la Interiorización de la exterioridad, ß(«) pemten
 s fe s extees e eese pe según  óg
espe f de s gnsms en s qe est n npds («).
A t
és de é  estt qe  pde gben 
p t n p 
 de n detemnsm me n sn 
t
és de s nstnes y  mtes gnmente sgnds
 ss n
ennes´ (Idem, 1990:97). Es a partir de ellos que
percibimos e interpretamos nuestras experiencias y son ellos los
que aseguran que las experiencias pasadas sigan existiendo
como principios de percepción, de pensamiento y de acción.
v v &  '
Los campos sociales son por así decirlo, el escenario de juego,
son esps ses, conformados por relaciones durables
entre agentes con diferentes posiciones y disposiciones, que
persiguen intereses comunes. Estas relaciones son conflictivas y
antagónicas, en tanto los participantes del campo persiguen
intereses propios, como en el caso de las personas dedicadas a la
venta de los productos para el amor, cada quien desea vender
sus productos y en esa medida los demás vendedores y
vendedoras se convierten en potenciales competidores que
pueden disminuir sus posibilidades de éxito en el mercado; pero
también solidarias, en tanto a cada uno de los participantes del
campo, ³(«) tiene una cantidad de intereses fundamentales
comunes, es decir, todo aquello que está vinculado con la
existencia misma del campo; de allí que surja una complicidad
objetiva que subyace en todos los antagonismos. («) La lucha
presupone un acuerdo entre los antagonistas sobre aquello por lo
cual merece la pena luchar («)´ (Bourdieu. 2002:144).
v v (  
³Los campos sociales se manejan como ³mercados´ o redes de
intercambio de bienes (materiales o simbólicos). Los recursos
que circulan y son objeto de luchas o consensos en los diferentes
campos sociales, reciben el nombre de capital´ (Bourdie,
2002:203). Las posiciones que ocupan los agentes en un campo
social, se definen a partir de la distribución de los diferentes
tipos de capital, entre los que Bourdie identifica cuatro
variedades principales, el capital económico, el cultural, el
social y el simbólico ³(«) comúnmente llamado prestigio,
reputación, renombre, etcétera («). Las especies de capital,
como una buena carta de un juego, son poderes que definen las
probabilidades de obtener un beneficio en un campo
determinado´ (Bourdieu. 2002:148).
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El lenguaje ocupa también un lugar fundamental en la propuesta
de Bourdie, pero hace un llamado a no buscar el poder de las
palabras en las palabras mismas, pues ³el poder de las palabras
sólo es el poder delegado del portavoz («)´ (Bourdieu.
2002:166). El lenguaje representa, manifiesta y simboliza
diferentes formas de autoridad que provienen de agentes con
diferentes cantidades de capital o en otras palabras, de poder.
Así, la capacidad performativa de las palabras y en nuestro caso,
de la estética como expresión de un discurso específico, depende
en gran medida, de los capitales y disposiciones propias de
quien lo enuncia. Es decir, las palabras, la estética y las
diferentes formas de expresión de los discursos sociales sólo
ejercerán su capacidad de transformación si son pronunciados o
emitidos por la persona o el actor adecuado. Todos podemos dar
una orden en cualquier lugar, pero para que esta surja efecto es
necesario que contemos con una posición específica en el campo
en el que la orden es emitida.
v & *
En concordancia con los objetivos de investigación propuestos,
consideramos de vital importancia ubicar teoricamente cual es la
concepción de objeto desde la que abordamos nuestros
planteamientos, para lo cual retomamos a Maurice Godelier para
quién los objetos se constituyen en tres categorías: los que se
donan, se intercambian y se guardan. Un mismo objeto puede
estar presente en diferentes dominios, y sucesivamente puede
venderse, donarse, o atesorarse como algo sagrado. Godelier
sostiene que ßn es e b et e qe e s dfeens sn s
dstnts ógs de s dmns de 
d s qenes es
nfeen sentds dstnts  medd qe se desp  de n 
t mbnd n e de fnón y de s.´ (Godelier,
1998:157).
Para el contexto en que se enmarca este proyecto de
investigación, la venta de productos de medicina natural y más
exactamente los que se relacionan con el amor, se abordaran los
objetos que insertan en un sistema de intercambio y venta, que
circulan para satisfacer una necesidad particular. Estos objetos
hacen parte de una economía de mercado, es decir una
producción o elaboración, porque se cultivan como plantas
medicinales, o se fabrican como esencias, perfumes, ungüentos
(esotéricos), para luego ser distribuidos y vendidos en puestos
de medicina natural.
Se parte de la idea que estos productos naturales y esotéricos, se
producen y distribuyen masivamente como objetos de
intercambio económico, insertos en un sistema monetario, pero
los objetos no son vistos como simples mercancías, son
representados como objetos ³sagrados´ o por lo menos q ue lo
simbolizan. Este carácter sagrado, o simbólico, de los objetos
según Godelier es el soporte de la relaciones de dependencia, y
de reconocimiento que los sujetos mantienen con seres
imaginarios, que son los
eddes ppets de s ss y
s benes de mnd quienes comparten el poder sobrenatural
de los objetos (Idem, 1998:250). Sobre los objetos recaen
entonces representaciones imaginarias de la vida, la riqueza y el
poder; en este sentido la fuerza que se le otorga a los objetos es
la posibilidad de materializar lo invisible y representar lo
irrepresentable (Idem, 1998:153). Por tanto el concepto objeto
sagrado es el que más se acerca a esta idea, pero no se puede
desligar que los objetos sobre los cuales se enfoca este análisis
hacen parte de procesos de producción, donde simultáneamente
se dan relaciones sociales, que ponen a circular no solo valores
económicos, sino valores simbólicos. Se hace necesario, en esta
lógica, entender el conocimiento que algunas personas tienen a
nivel técnico de los objetos (Godelier, 1981:30), es decir sus
propiedades naturales, y como esto además se vincula en
algunos casos con el uso mágico, o simbólico, en rituales que
garantizan la eficacia del objeto.
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En este ámbito, hemos visto también que tales objetos adquieren
en su uso una serie de connotaciones complejas que no pueden
desconocerse. Así, para dar cuenta de los flujos de los productos
relacionados con el amor en los puestos de venta de objetos
naturales y rituales, se asumirá el concepto de hibridación
aportado por Néstor García Canclini, por cuanto permite
analizar la presencia y comercio de diversidad de productos
provenientes de diferentes regiones del Ecuador y de distintos
países. Asimismo, da paso al análisis de cómo los rituales se han
modificado y adaptado según las necesidades de los usuarios y
la ampliación d la oferta de productos. Hibridación, entendida
como ³s pess stes en s qe estts 
p ts dsets qe exst n en fm sepd se
mbnn p gene ne
s estts b ets y p ts´
(García Canclini, 2000:8), nos permite explicar cómo las
prácticas rituales enfocadas en el amor han sido reinventadas, a
partir de la incursión de nuevos productos provenientes no sólo
del contexto nacional, sino de otros países, lo cual ha conducido
a la generación de nuevas prácticas por parte de los usuarios y a
la comercialización cada vez mayor de nuevos productos que se
hibridan con los existentes. En este sentido, ß h bd es 
nt de  p y n nde neesmente   s ntess
es sbe td me  y e
t´ es decir la mezcla de
elementos, objetos y prácticas (Barbero, 1991: 2). Lo híbrido
surge entonces de la creatividad individual y colectiva, y es así
que para el caso que nos compete, esta idea nos permite
reconocer como en el contexto local se entrecruzan saberes y
técnicas de otros lugares para ser reinsertados a nuevas
condiciones de mercado.
En este sentido, se observaronlos flujos de mercado en los
cuales se presentan los intercambios de mercancías propias y
extranjeras que influyen a su vez en el establecimiento de
nuevas prácticas y rituales o de la prevalencia de algunos
rituales tradicionales sobre las nuevas propuestas. Al estudiar
los procesos de hibridación se deben tener en cuenta el diálogo
entre culturas y tradiciones, así como los aspectos que impiden
su coexistencia, y considerar que no existe solo fusión en estos
procesos, sino tambien desgarramiento o aspectos que no se
hibridan. Esto a su vez conduce a cuestionar la identidad de los
rituales y productos relacionados con estas prácticas, ya que los
contactos interculturales replantean las identidades y generan
nuevas interpretaciones y prácticas.
A su vez el autor trabaja el tema de la coexistencia y fusión de
creencias y rituales, las cuales se han explicado a través del
término sincretismo el cual alude a la práctica de religiones
como la católica junto con ritos chamánicos, sin embargo el
término hibridación permite para dar cuenta además de los
flujos de mercado y establecer los lugares de donde provienen
los productos, así como sus características y el valor mágico o
ritual atribuido a los mismos.
El concepto de hibridación fue escogido sobre otros como
internacionalización y transnacionalización por cuanto estos nos
permiten analizar la coexistencia de prácticas y productos
provenientes de diferentes lugares y universos simbólicos que
confluyen en espacios de medicina natural para el desarrollo de
rituales amorosos.
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Uno de los puntos teóricos de partida en el presente ejercicio de
investigación gira en torno al concepto de la visualidad,
entendida ésta como ß hbdd p ntepet y mnp
mens es
ses (...) se h desd  pdmente en e
púb de  
 ón de  mgen («) L
sdd n es
nnt  nnt  se hmn m 
s y p e se
pede pende y enseñ e ns se pede hb de
fbet ón y fbetdd de 
sdd en tnt qe
pend  e  pdd pendd de sbe ee y esb

smente´ (Valero, 2002). En este sentido buscamos


adelantar un análisis, desde la visualidad, a los productos del
amor ofrecidos en el mercado local, enfatizando una mirada
crítica sobre los elementos que lo componen como objeto-
imagen y rastrear el tipo de dinámica social que se da a partir de
su producción y consumo, más allá de solamente el análisis
iconográfico de las piezas, convertidas ya en mercancías. Segun
Appadurai la situación de mercancía en la vida social de
cualquier objeto es ³ stón en   s psbdd de
ntemb (pesente psd y ft) p t s es s
sg smente ee
nte´ (Appadurai, 1986:13), situación
marcada por factores temporales, sociales y culturales y que en
su trayecto o carrera distribuyen conocimiento. De ahí que nos
interese tanto el tránsito material de los objetos (circuitos de
compra y venta) como el inmaterial, es decir, el construido en
los imaginarios de vendedores y consumidores, así como la
construcción de representaciones evidenciadas en la gráfica de
tales productos y su publicidad. Cabe aclarar que la mirada
sobre los productos del amor abordará la
sbdd de estos
(valor característico de la obra gráfica que permite su lectura) y
³
sdd m ppedd de et en eón   b y
dd de sntn  de  pp b en  medd qe
pemte s mpensón´ (Valero, 2002). (explicarlo, lectura del
investigador teniendo en cuenta el punto del diseñador).
Buscar ese apoyo visual responde a que ß
són es n
expeen det y e s de dts
ses p smnst
nfmón nsttye  m xm pxmón qe pdems
nseg   nte  tént de  edd´ (Dondis,
1985:14). Desde luego, considerando la autenticidad como un
concepto problematico, consideramos en este sentido que mas
que lo autentico, esta perspectiva nos permite rastrear el diseño
gráfico a partir de sus formas, elementos e intenciones (la de sus
autores) desde la producción, puesta en diálogo o sintonía con
la percepción, el lugar del consumidor mismo, donde se debate
el significado compartido, lo que a su vez trasciende el objeto, la
imagen y devela gustos, imaginarios, sentimientos, significados,
reapropiaciones, creencias, etc. En este sentido, int entamos
entender a la visión más allá del hecho físico de ver y de
asumirla como ßpte ntegnte de pes de mnón
qe engb tds s nsdenes de bes tes s tes
pds  expesón sb et
 y  espest  n ppóst
fnn´ (Idem, 1985:20).
Dos criterios prevalecen al definir las características de lo
popular en la gráfica, uno que hace referencia a los aspectos
técnicos y otro al tráfico de ésta en un circuito de marcada
estratificación social. En el aspecto técnico la gráfica popular se
cataloga generalmente por ß nfmdd de t  y  ft
de ess téns y déms ²sbe td en e s de
´ (Mena, 2008) o como una ßmnfestón t n
f pentemente exent de s n
ennes déms
de  mpsón p st nqe n nts de deste  en
db  tpgf  y dseñ´ (Checa-Artasu y Castro, 2009:5).
En definitiva, las características que de la gráfica popular se
ofrecen resultan de la comparación que se establece entre ella y
el llamado arte académico. Estas cuestiones estilísticas aún se
presentan en carteles y murales de la autoría de ciertos
diseñadores de la gráfica popular, sin embargo, en el caso de las
imágenes publicitarias que en esta ép de  epdtbdd
tén, de la piratería y del montaje se destinan a los productos
que se mueven en un t pp, responden más a la
lógica de la hibridación propuesta por García Canclini,
concretamente en el campo de la imagen la cual ßt  s
ess y s mens es y tefts p
enentes de s mss
med gbes se pp de s mbs gnds desde e te
t s pehende s te dpt p  tnsmsón de
n mens e qe nt  nsm´. (García Canclini, 1989:4).
La otra vertiente del criterio de lo popular en la gráfica es una
mirada clasista, tal como el concepto t pp en sus
orígenes[1]. El flujo de este producto se establece en un circuito
donde el productor del diseño, el cliente que lo demanda y el
receptor pertenecen a un mismo estrato social, un estrato
popular. (Checa-Artasu y Castro, 2009: 3). En las dinámicas
actuales, resulta difícil marcar los lindes de los estratos sociales
a los que pertenecen los integrantes de este circuito de
circulación. La gráfica en los empaques de los productos
destinados al amor que transitan por los espacios de mercado
local es recibida por consumidores de diversos estratos sociales.
Este consumo, que rebasa el ámbito de las clases más populares,
no sólo está determinado por las posibilidades que ofrece la
modernización del proceso técnico sino, y sobre todo, por la
peculiar hibridez del producto que se ofrece. De un lado el
consumidor encuentra en el objeto la promesa de solución a
dificultades de diversa índole, en este caso del amor, y de otro
el mensaje visual explícito de que está en el camino correcto. En
este sentido, el de la persistencia de ciertos imaginarios
populares en el objeto-imagen, es que nos interesó el análisis de
la gráfica popular presente en los productos ofrecidos en el
³mercado del amor´. Para ello se parte de la concepción de lo
popular desde la primera de las vertientes teóricas que
mencionamos, es decir, en cuanto a la estética y técnicas
representacionales, ya que por las razones expuestas, resulta
complejo asumirla desde lo que se refiere a las clases populares
como productores y destinatarios absolutos.
Ciertamente, el argumento de una identidad cultural propia -
rastreada quizás en esos imaginarios populares- es un terreno
movedizo ya que los distintos ³paisajes´ de identidad, al igual
que los objetos que los representan se ven en constante
migración y reagrupación en distintos territorios, desde donde se
reconstruyen sus historias y reconfiguran sus propósitos, lo cual
ha generado una compleja relación entre la persona y sus
objetos, que para la antropología descriptiva -en un escenario de
tal movimiento- también ha sido de gran importancia para
establecer ciertos orígenes de lo que se puede considerar como
³esencial´ en una lógica de representación sistemática y
globalizada. (Küchler, 2002:60).
En estos objetos-imagen el valor de uso y el mensaje del texto
visual están íntimamente ligados. No se busca interpretar la
convencionalidad de un significado social, dejando de lado la
esencia material del objeto en sí, frente a un análisis que permita
preguntarse ¿qué es lo que las imágenes realmente quieren? y no
solamente ¿qué es lo que las imágenes pueden hacer por
nosotros? No es lo visual lo que requiere un análisis más
extenso, sino la mirada de lo visual como parte de un amplio
dominio de lo figurativo, inserto en una trayectoria de
acontecimientos desde los que se desarrollan los estudios de
cultura material (Pinney, 2002:82-85).
ßn  ndt hmn n es df  detet n ppensón 
 nfmón
s. Bsms n py
s de nest
nment p mhs  nes pe sbe td p e
 te det de  nfmón y p s pxmdd  
expeen e´ (Dondis, 1985:14), entonces, la propuesta de
un análisis de estos productos desde su hibridez de objeto-
imagen no resulta arbitraria. El diseño gráfico del que se
acompañan estos objetos en el espacio mercantilizado en que
circulan, es una especie de mensaje directo al consumidor.
c   - * ./
Cinco herramientas han sido fundamentales para el desarrollo de
esta propuesta: Las entrevistas semiestructuradas, la observación
registrada en diarios de campo, el análisis de las imágenes para
lo cual fue necesario crear un archivo fotográfico, la cartografia
de los objetos y la sistematización de la información por medio
de Weblog.
) v
Sobre las entrevistas en necesario señalar que suelen ser
empleadas como el método de recolección de datos más
eficiente cuando no se dispone de demasiado tiempo y
presupuesto, para el rastreo de archivos, y cuando se quiere
saber la experiencia del informante respecto al tema (Taylor y
Bogdan, 1984:105). Para la recolección de datos sobre las
características del consumo de productos para atraer, mantener y
alejar el amor, se emplearon entrevistas cualitativas de tipo
semi-estructuradas. Estas comprenden una guía de preguntas
que, a diferencia de las entrevistas estructuradas, permiten la
improvisación por parte del entrevistador de acuerdo a la
pertinencia de los detalles que el informante proporcione. Es
decir, suelen ser fexbes y dn ms (Idem, 1984:101).
Por otro lado, es sabido que la entrevista cualitativa exige del
entrevistador la empatía suficiente con el informante para
mantener encuentros que satisfagan las necesidades de
información de la investigación, sin que ello signifique ver al
informante como mera fuente de información (Idem, 1984:104).
Es importante considerar que las entrevistas, como cualquier
relación interpersonal, son susceptibles de repetir
malformaciones en la comprensión del lenguaje en el cual los
informantes se expresan.
De ahí que la interpretación del entrevistador sea de suma
importancia para el buen resultado de la entrevista.
Independientemente del uso de la grabadora para el registro de
la información, se emplearon diarios de campo para el registro
de los apuntes personales de cada entrevistador, así como para
llevar un control temático de los puntos examinados en el
trabajo de campo, con el fin de reparar en los puntos álgidos de
la investigación y de los informantes clave.
) & +$-# '
De igual manera, los diarios de campo fueron utiles en la tarea
de observación que consiste consiste en la contemplación
sistemática de un evento (Ruíz Olabuénaga, 2007:125), dicha
observación ocupa un puesto privilegiado dentro de las
herramientas cualitativas de investigación. Aunque existen
muchas desventajas que enturbian la información obtenida a
partir de esta herramienta, Ruíz Olabuénaga plantea cuatro
pasos a seguir para una sistematización apropiada de la
observación: la orientación, la planificación, el control teórico y
el control de veracidad (Idem, 2007). Mismos que han sido
considerados para el proceso de observación en el análisis de
este tema.
La orientación referida a la observación de acuerdo al objetivo
específico de la investigación a la cual servirá. Para ello, la
observación etnográfica estuvo basada en el análisis de los
productos de la medicina natural ofertados, principalmente, en el
mercado Santa Clara que procuren mantener, atraer y alejar al
amor.
La planificación de la observación tuvo una duración de tres
semanas -del 25 de febrero al 11 de marzo de 2011-, dentro de
las cuales podemos distinguir dos fases exploratorias: la primera
(semana 1) de reconocimiento y la segunda de seguimiento
(semanas 2 y 3). En dichas fases de observación se identificaron
los sitios, dentro del mercado público de Santa Clara, en donde
se ofertan dichos productos; a su vez, se tuvieron los primeros
acercamientos con las vendedoras. Posteriormente se ahondó en
el conocimiento de los productos (lugar de origen, composición
visual del empaque, precio y características del consumidor), a
la par se dio lugar a entrevistas semi-estructuradas y en
profundidad con vendedoras, consumidores, diseñadores y
distribuidores.
El control teórico se relaciona con la argumentación de los
resultados y propósitos de la observación basados en supuestos
teóricos y/o científicos. Para ello recurrimos al marco teórico ya
desarrollado en coherencia con los dos ejes temáticos ya
señalados.
]inalmente, sobre el control de veracidad, la observación estuvo
en manos de diferentes observadores, a partir de ello se
consideraron tanto los elementos repetitivos encontrados en las
diferentes visitas como aquellos que sobresalieron por su
unicidad.
Por otro lado, dentro de la tipología de la observación hecha por
Ruíz Olabuénaga se determinaron como las opciones más aptas,
de acuerdo al tiempo y el espacio de observación, la seet

ptpnte y la seet
 n ptpnte (Idem 2007:136-
137). La primera se decidió con base en el elemento de
privacidad en el que las hierberas redundaron, es decir, para
poder tener acceso a la práctica hubo que participar en ella. La
segunda fue resultado de la toma de distancia del fenómeno
social, es decir, se analizaron los resultados finales
complementándolos con la información recabada en las
entrevistas con diferentes tipos de informantes.
Cabe destacar que el empleo de los diarios de campo que cada
observador y entrevistador realizó ha sido de suma importancia
para la comprensión holística del tema abordado. Cada diario
arrojó elementos contundentes a observar y a analizar en las
observaciones y entrevistas consecuentes. Tanto los resultados
de la observación, las entrevistas y los diarios de campo están
incluidos en el análisis final.

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La utilización de esta herramienta, responde a la idea de que ³la


percepción usual más común de la naturaleza de los mapas es
que son espejos, representaciones graficas de algunos aspectos
del mundo real («) y que el papel del mapa es de presentar una
imagen factual de la realidad geográfica (Harley, 1990: 73). Por
esta razón, considreamos conveniente su uso en el análisis de los
flujos o circulación que tiene los objetos de la medicina natural
y esotérica, relacionados con anhelo de encontrar, sostener o
alejar el amor; en tanto permite ubicarlos espacialmente a lo
largo de un proceso de producción, distribución, venta y
consumo. Lo que se pretende es generar un conocimiento a
partir de los datos que ofrecen las personas que hacen parte
como informantes, y está sera implementada en ubicación de los
distintos lugares de origen, distribución, venta y consumo
productos medicinales y/o esotéricos. El insumo esencial para
esta acción fueron las entrevistas en tanto indagamos en
información acerca de los lugares de donde vienen los
productos, quienes la producen, quienes y como se distribuyen,
su preferencia, las mezclas que se dan etc.

El uso de cartografías, ha sido una estrategia conceptual y


metodológica aplicada por las ciencias sociales en proceso de
investigación donde se aplican instrumentos técnicos y
vivenciales con el fin de elaborar herramientas para la
planificación y trasformación social a través de la
implementación de la investigación-acción-participante desde la
cual se propone la construcción de conocimiento de manera
colectiva. Para los objetivos trazados de la presente proyecto
etnográfico, se retomo esta metodología para la elaboración de
un conocimiento sobre la forma en que se mueven los objetos
que son del interés temático de esta propuesta, mas no se hizo
desde una pespectiva de investigación acción-participante,
dados los impedimentos de tiempo y accesibilidad que se tienen,
pero si desde el abordaje conceptual, es decir, partiendo de los
saberes colectivos, que se recolectaron por medio de la
experiencia interpersonal tanto del investigador-cartógrafo,
como de quien hizo una lectura desde su contexto (Habegger y
Mancila, 2006), para luego ser cruzados con fin de elaborar una
imagen colectiva, en este caso del flujo de los objetos.
La información arrojada por estas variables, se analizó y
sistematizó, en razón de lograr identificar unas rutas de flujos y
la visibilización de los distintos lugares, su funcionamiento y su
uso. Esta información se consignó a partir de la elaboración de
convenciones implementadas en los mapas. Para esto fueron
útiles las aplicaciones que en campo de lo cartográfico ha
desarrollado las tecnologías de la información, a partir de
portales web (googlemaps, google earth, entre otros) que
desarrollan mapas para ser usados para diversos fines.
Como referentes se cuentan con el trabajo de realizado por el
artista Mark Lombardi quien a partir de la utilización de fuentes
secundarias (investigaciones periodísticas, archivos judiciales,
entre otro tipo de información) para elaborar las conexiones que
sostenían algunas empresas, bancos y corporaciones
multinacionales con mafias norteamericanas. Así, realizamos un
mapeo de los objetos a partir de aspectos como la ubicación de
sus lugares de origen, las direcciones en que se mueve n, sus
usos, funciones, distribución, venta y consumo y qué tipo de
relaciones se van creando en estos trayectos y estadías.
) )# 
Para analizar el catálogo de los objetos (usos)-imagen (texto
visual) resultó significativa la propuesta que para el análisis de
la imagen publicitaria hace Roland Barthes en la etó de 
Imgen. Tres son los mensajes que a nivel de lectura
semiológica ofrece la imagen publicitaria: el lingüístico, el
icónico denotado y el icónico connotado o cultural.
El primero, está presente de variadas formas en casi todo texto
publicitario. Su función es la de ayudar a identificar los
elementos y la escena misma que se ha representado. Ofrece una
nomenclatura para denominar lo que dichos elementos denotan,
pero guía al lector hacia la preferencia de algunos signos del
mensaje icónico por encima de otros. La palabra aparece como
sustituta, pero definitivamente es la imagen la de mayor carga
informativa. (Barthes, [s/f]: 3-4)
La imagen visual publicitaria, que sin duda es enfática, posee en
su composición texto escrito y texto icónico, en este segundo
caso dos son los niveles de análisis. El mens e ón
dentd es el primer nivel de lo inteligible, en el que el lector
identifica los elementos compositivos de la escena y la escena
misma representada, se trata de una descripción denotada de la
imagen. En este nivel, los signos se encargan de limitar la
interpretación del lector a una lectura literal. Al despojar
utópicamente a los signos de toda connotación, ß mgen se


e  dmente b et
 es de en esmds ents
nente.´ (Barthes, [s/f]: 4-6). En este momento de lectura
literal de los signos aparecidos en la imagen gráfica a analizar,
es necesario tener presente la posible aparición de elementos
provenientes de espacios amplios de difusión y que en este
proceso de hibridación de los objetos, comentado anteriormente,
pueden convivir representaciones foráneas y regionales en un
mismo texto.
El tercer y último nivel propuesto por Barthes, el mens e
nntd supone el mayor nivel de complejidad pues toda
imagen es polisémica, recibe tantas lecturas como individuos -
provenientes de códigos culturales diversos- se enfrenten a ella.
Al intentar dar sentido a la aparición de signos discontinuos
dentro del texto visual, más que la denotación literal de los
signos aparecidos en la escena, se requiere de una nomenclatura
capaz de expresar la esencia de los significantes de connotación,
para ello se propone el empleo de semas de connotación que,
organizados en campos asociativos, en articulaciones
paradigmáticas, conceptualicen los signos aparecidos de manera
discontinua. (Barthes, [s/f]: 6-7)
Para el propio autor la imagen denotada y connotada conviven
en un mismo texto y la distinción entre una y otra es operatoria
porque ßn se enent nn ( mens en pbdd) n
mgen te en estd p. Aún nd fe psbe
nfg n mgen entemente est se n  de nmedt
 sgn de  ngendd y se mpet  n n tee
mens e smbó.´ (Barthes, [s/f]): 4). Pero el tránsito de uno a
otro supone el mayor nivel de complejidad en el ejercicio
axiológico de la imagen visual. Superar el mero hecho
descriptivo es lo que se propone finalmente. Interrogar a las
imágenes a partir de la relación que guardan con el uso del
producto que acompañan, del contexto en que se (re)producen,
de la experiencia acumulada que permite ahondar el análisis del
uso de la metáfora como herramienta que va a crear el canal
entre la experiencia física y la imagen, que incorporadas a
establecidas influencias sociales definen la representación de un
objeto y su rol característico desde donde la metáfora representa
aun más que la misma palabra, al componer una identidad
cultural ya sea del pasado o en su presente (Tilley, 2002:24).
) 01
]inalmente, sobre el Weblog podemos señalar que en el marco
de la organización y analisis de la información, esta herramienta
digital permitió no sólo la socialización entre el grupo de
investigación, sino que tiene tambien responde a un proposito de
difusión de contenidos como herramienta de investigación
colaborativa que permita la retroalimentación, el intercambio de
información y la generación de una red de investigadores que
tengan interés en el tema propuesto, independientemente de su
ubicación geográfica, como estrategia a mediano plazo; teniendo
en cuenta que las tecnologías para la información y
comunicación (TIC s), han generado enormes transformaciones
en las condiciones y posibilidades de la vida social y han
acaparado la atención de un amplio sector de intelectuales de
diferentes campos de las ciencias sociales.



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24 de febrero de 2011 de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002junio5106valero.htm

[1]n técnica -en el caso de la imprenta y el grabado- hizo posible la aparición


de una literatura y una iconografía materiales, impresas, provenientes de la
tradición oral y de la imaginería de las clases populares respectivamente, lo
cual era visto por la nobleza como un proceso de vulgarización, noción a la
cual [junto a lo Kitsch] en ocasiones se ha asociado el arte popular (Martín
Barbero, 2003). Una vez que la academia estudia, conceptualiza y cataloga
estilísticamente la llamada gráfica popular ya no empleará estos términos
peyorativos, la autenticidad y otros valores serán los encargados de describir
esta práctica.

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