Todos los niños, con Down o sin Down tienen el mismo número de neuronas. Y es que no es este número el que nos permite asimilar la información y fijarla en nuestra mente sino las correctas interconexiones neuronales. La estimulación temprana puede suponer una gran diferencia. Mediante los estímulos sensoriales podemos modificar el cerebro de manera funcional y estructural. Estas modificaciones pueden suponer una notable mejora de las interconexiones neuronales. Se ha demostrado que las personas con trisiomía 21 tienen un defecto en estas conexiones, al parecer el cromosoma de más genera problemas en las comunicaciones neuronales. Una correctaestimulación desde el inicio de sus vidas puede ayudarles.
Formas de formentar la estimulación temprana
- De 1 a 3 años. Los niños con síndrome de Down tienen una memoria visual y auditiva superior a la normal, por ello, trabajar desde la repetición visual puede ejercitar su memoria. Ejercicios como crear álbumes de fotos con tareas diarias, con personas del entorno cercano al niño, y jugar a preguntar y repetir la respuesta agiliza el reconocimiento visual. - De 3 a 5 años. Es un buen momento para trabajar el reconocimiento de las áreas y la distinción de izquierda y derecha. Un juego muy estimulante es etiquetar los muebles y los espacios de la casa. También es un momento ideal para iniciarse en la lectura. Leer cuentos a los niños resulta muy alentador, no solo porque suponga un desarrollo emocional e imaginativo, sino porque les permite seguir las historias de izquierda a derecha, establecer órdenes y crear hábitos Los niños con síndrome de Down necesitan entendernos bien cuando nos dirigimos a ellos, es recomendable hablarles siempre de forma tranquila y pausada, a ser posible situándonos a la misma altura para poder tener un contacto visual reconfortante. Los juegos de mímica y de imitación de sonidos se pueden realizar desde la más tierna infancia, potenciando la correcta verbalización y articulación. No es tan importante la constante corrección de errores como la correcta repitición, para que ellos puedan escuchar y memorizar bien. Entre los deportes más recomendados para los niños con Down está la natación, que les permite desarrollar su fuerza y favorece la correcta postura del pequeño. Además es un ejercicio que se puede practicar desde que son bebés pues estimula el correcto funcionamiento cardiorespiratorio.