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ECONOMÍA

Viernes 4/12/2020
Docente: Mauro Etchevest
Alumno:
DNI:

UNIDAD 3
- Oferta y Demanda. Competencia.

Los consumidores y la demanda


La conducta de los consumidores:

Las necesidades humanas son culturales y siempre crecientes, como vimos en el


primer tema, y una parte importante de ellas son de tipo económico, es decir, para
satisfacerlas se requieren bienes escasos.
La teoría económica supone que el objetivo que persiguen las unidades de consumo,
familias o consumidores, es aumentar todo lo posible su bienestar mediante el
consumo de bienes y servicios: cuanto mayor es su consumo, mayor es el grado de
satisfacción y de bienestar de los ciudadanos en cualquier sociedad. Ahora bien,
el límite al consumo viene dado por el dinero disponible para comprar en el mercado,
por la renta de los consumidores. Teniendo en cuenta esta restricción, el consumidor
racional utilizará su presupuesto de forma que, dados unos precios de los distintos
bienes y servicios, y dadas sus preferencias o gustos, consiga el mayor número de
bienes y, por tanto, el mayor grado de utilidad o satisfacción.

En cualquier caso, y aunque se trata de una hipótesis discutible, éstos son


los supuestos básicos de la teoría económica acerca del comportamiento de los
consumidores, asumiendo la Ley de los Grandes Números de la teoría de la
probabilidad, que garantiza que cuando una muestra es suficientemente grande, su
promedio esperado es muy próximo al de la población total. Es decir, la Economía
prevé el comportamiento racional de la mayoría de los consumidores, de la masa, y no
el de un individuo concreto, que puede ser tan atípico como se quiera. Un error que
suele cometerse a menudo, es considerar que lo que hago "yo" es lo que hacen el
resto de consumidores, sin tener en cuenta que nuestro comportamiento puede estar
fuera de la media.

El consumo y la utilidad
Si observamos con un poco más de detalle nuestra conducta como consumidores,
podemos analizar cómo cambia la utilidad que obtenemos cuando consumimos un
bien cualquiera. Con las primeras unidades de consumo, normalmente la satisfacción
conseguida es grande. Pero si seguimos aumentando el consumo de ese bien, llegará
un momento en que la utilidad sea cada vez menor, e incluso se convierta en
insatisfacción o desutilidad.

Por ejemplo, una persona a la que le encantan los helados, disfruta con un buen
cucurucho de su sabor preferido. Pero no contento con el primero, se toma otro que lo
saborea con el mismo placer o más que el anterior. Sin embargo, a partir del tercer
helado la satisfacción que recibe empieza a disminuir, y si se toma hasta seis helados
probablemente tenga un cólico que le cree una gran insatisfacción.

Este hecho, que se repite para prácticamente todos los bienes en algún momento,
significa que los seres humanos valoramos más aquello de lo que tenemos escasez que
de lo que tenemos abundancia: si dispongo de muchos vestidos, los valoro menos que
si tuviera sólo uno o pocos.

A este comportamiento se le llama la Ley de la Utilidad Marginal Decreciente, porque


a partir de un determinado momento, cada unidad adicional de consumo genera
una utilidad adicional o marginal para el consumidor cada vez menor.
El gráfico representa, mediante una curva decreciente, el comportamiento de la utilidad
o satisfacción marginal que genera el consumo de una unidad adicional de cualquier
bien. Se repite lo anterior: Si consumimos una unidad del bien, obtendremos una
satisfacción muy grande (imaginemos que se puede medir el nivel de “satisfacción” del
consumo, en el ejemplo se le asigno 7 a la utilidad o satisfacción); pero al consumir una
unidad más de ese mismo bien, el nivel de satisfacción que obtenemos será menor. Y si
seguimos consumiendo del mismo bien, cada vez obtendremos menos satisfacción
hasta llegar al punto que consumir ese bien o no hacerlo, nos será indiferente.

En el siguiente vídeo se explica la Ley de la Utilidad Marginal Decreciente, que sirve


como base para la teoría de la demanda.
https://www.youtube.com/watch?v=K_mBd_MOtuA&feature=emb_logo

El consumo de bienes y servicios está limitado por la renta (sueldo/salario) de los


consumidores. Y si éstos son racionales, deben vigilar su presupuesto para gastarlo de
la mejor manera posible, con el fin de obtener la máxima satisfacción.

La función de Demanda
Se denomina demanda a la cantidad de un bien o servicio que un consumidor
está dispuesto a comprar en un período de tiempo. Observa que lo que se trata de
medir es la "disposición a comprar" de los consumidores, y no sus compras reales.

Y ¿de qué depende la demanda de un bien, la cantidad que queremos comprar de ese
bien?, o dicho de otra forma, ¿cuál es la función de demanda?

La observación de la realidad ha llevado a los economistas a concretar una serie


de factores que inciden en la demanda de un bien o servicio:
o El precio del bien
o La renta de los consumidores

o Los precios de bienes sustitutivos y complementarios


o Las preferencias o gustos de los consumidores
o El tamaño del mercado (población con poder adquisitivo)
o Las condiciones climatológicas
o La legislación
o Las expectativas sobre el futuro

o Etcétera.

La lista de variables es larga y compleja, por lo que conviene simplificar. La teoría


económica considera cuatro factores esenciales que influyen en la demanda de
cualquier bien: su precio (P), la renta del consumidor (R), el precio de bienes
relacionados (P') y las preferencias del consumidor (G). El resto de variables, salvo
situaciones especiales, no se consideran, de forma que la función de demanda viene
dada por la expresión:

QD = f (P, R, P', G)

La cantidad demandada de un bien (QD) "depende de" P, R, P' y G

Trabajar simultáneamente con las cuatro variables que definen la función de demanda
es complicado, y para simplificar la situación la teoría económica analiza de forma
sucesiva la relación entre la cantidad demandada y cada uno de los factores que la
determinan, considerando que el resto permanece invariable. A continuación, se
estudia separadamente la relación de la demanda con cada una de esas variables que
la determinan.

1- La cantidad demandada de un bien y su precio

El mecanismo del mercado utiliza los precios de los bienes como señales para la toma
de decisiones de compra por los consumidores. El precio, por tanto, es una variable
fundamental para el estudio de la demanda, y conviene "aislarla" del resto de variables
de la función de demanda.

De esta forma, se puede analizar la relación de la cantidad demandada de un bien con


su precio, es decir, manteniendo constantes las otras tres variables: la renta de los
consumidores, el precio de los bienes relacionados y las preferencias.

¿Qué relación mantiene la demanda de un bien con su precio?

La Ley de la Utilidad Marginal Decreciente afirma que la satisfacción que obtiene un


consumidor al incrementar sucesivamente las unidades que consume de un bien es
cada vez menor. Este enunciado puede interpretarse también en términos de valor: el
consumidor otorga un valor (medida de su utilidad) cada vez menor a las unidades
adicionales de un bien.

De la ley se deduce que el precio que está dispuesto a pagar el consumidor por
unidades adicionales del bien, es también decreciente. Por las primeras unidades del
bien está dispuesto a pagar precios altos, correspondientes a un grado de satisfacción
alto; pero cuanta más cantidad tiene del bien, menor es el grado de utilidad que le
aporta, por lo que el precio que está dispuesto a pagar es menor cada vez.

Se obtiene de esta forma la Ley de la Demanda Decreciente, que asegura una relación
inversa entre la cantidad demandada de un bien y su precio:

A menor precio mayor demanda y a mayor precio menor demanda

Supongamos un consumidor que nos revela sus intenciones de ir al cine mensualmente


en función del precio de la entrada. La gráfica y la tabla siguientes muestran su
elección para varios precios ($):
La curva de demanda resultante de las elecciones del consumidor es convexa
y decreciente: si el precio de la entrada es $10, sólo iría al cine una vez al mes; si el
precio baja a $6 iría tres veces; y si fuera de $2 acudiría 7 veces cada mes.

Mediante el ejemplo se ha expresado la curva de demanda para un consumidor


individual. Si se tratara de representar a todos los consumidores de un mercado, por
ejemplo, de Estella, la curva de demanda sería el resultado de sumar horizontalmente
las cantidades demandadas por los distintos consumidores para cada precio. Esta
curva de demanda del mercado tiene la misma forma que la individual, pero en el eje
de abscisas aparecen las sumas de las cantidades demandadas por el conjunto de
consumidores, como se representa en esta otra gráfica:

La curva en este caso representa la cantidad demandada por todos los consumidores
que forman el mercado para cada uno de los precios: a $10, irían al cine 100
consumidores cada mes, a $6 la entrada el consumo aumentaría a 300 visitas, y a $2
irían 700 personas en un mes.

Observa que cuando cambia el precio también lo hace la cantidad demandada, y nos
deslizamos a lo largo de la curva para alcanzar la nueva combinación precio-cantidad.

En los ejemplos anteriores se han utilizado curvas convexas para representar la


demanda, pero para facilitar su estudio y simplificar la realidad, se pueden
usar funciones lineales y representar la demanda como una recta decreciente en
relación al precio:
La expresión matemática de la función de demanda respecto al precio viene dada por
la ecuación de la recta:

QD = 850 - 75P

La lectura de esta ecuación nos informa de los valores extremos de la recta que
representa la demanda. Si el precio fuera cero (P=0) la cantidad demandada por el
mercado sería de 850 entradas de cine al mes. Por otra parte, a un precio de $11,33
nadie iría al cine (QD=0).

2- La cantidad demandada y la renta de los consumidores

La renta de la que dispone una familia o un individuo es otra de las


variables con fuerte impacto en la demanda. De hecho, si no existe una renta mínima,
si la persona no dispone de dinero, no puede comprar nada y, por tanto, no tiene
demanda.
A medida que aumenta la renta, también lo hacen las posibilidades de compra, y en
consecuencia, aumenta la demanda. De esta forma, la relación entre estas dos
variables, cantidad demandada de un bien y renta del consumidor, es positiva: más
renta más demanda y viceversa.
La variable analizada en el apartado anterior, el precio del bien, realmente se mide en
relación a la renta, de manera inconsciente: una persona con unos ingresos muy bajos
tiende a considerar caros casi todos los bienes del mercado, mientras que otra persona
con altos ingresos tenderá a pensar que son baratos. Ello es así porque
la referencia del consumidor a la hora de valorar cualquier bien, su barra de medir,
es su presupuesto.

La curva de demanda y la renta


¿Qué ocurre con la curva de demanda-precio de un bien si varía la renta de los
consumidores, permaneciendo constantes los otros factores? Es decir, se supone que
el precio del bien y de los relacionados, así como los gustos del consumidor no varían,
permanecen fijos; la única variable que dejamos que cambie es la renta del
consumidor, que puede aumentar o disminuir.
En este caso toda la curva de demanda se desplaza, cambia su posición en las
coordenadas. Esto es así porque ahora lo que cambia es una de las variables que no
recogen las coordenadas, que representan el precio del bien y la cantidad demandada
del mismo.

Si se trata de un bien normal, un incremento en la renta de los consumidores hará que


estén dispuestos a comprar más cantidad para cada precio, produciéndose
un desplazamiento de la curva de demanda hacia la derecha, como se representa en la
gráfica siguiente:

Si los consumidores ven incrementada su renta, la demanda se desplaza paralelamente


hacia la derecha hasta la posición verde en el gráfico. A un precio de $10 la entrada de
cine, ahora acudirán cada mes 250 consumidores, frente a 100 antes del aumento de
renta. Si el precio por entrada es $2 el número de entradas vendidas aumenta hasta
850, en vez de 700 con la renta más baja.

Podemos observar que, para cualquier precio, el incremento en la cantidad


demandada siempre es de 150. Ello es así porque estamos considerando una función
de demanda lineal y el aumento de renta no cambia la pendiente de la recta, sólo la
desplaza hacia la derecha. De hecho, la nueva ecuación de la recta que representa la
demanda desplazada es:

QD' = 1000 - 75P

que mantiene la pendiente negativa (-75) y aumenta el origen en la abscisa en 150


unidades, respecto a la ecuación anterior al incremento de renta.

Por el contrario, una disminución de la renta lleva a consumir menos cantidad para
cada precio, y la curva se desplaza a la izquierda, como representa el gráfico siguiente:

En este caso el desplazamiento de la curva de demanda es paralelo hacia la izquierda,


como consecuencia de la disminución de la renta de los consumidores: si el precio de
la entrada es $10 no están dispuestos a ir al cine; y si el precio es $2 reducen las
entradas a 550 mensuales, frente a las 700 antes de la bajada de renta. La nueva
demanda viene dada por la encuación:
QD' = 700 - 75P

La expresión matemática indica que la recta se ha desplazado paralelamente, pues


mantiene la pendiente (-75), y ha reducido el origen en la abscisa desde 850 hasta 700:
para cada precio ahora se demandan 150 entradas menos.

Los bienes inferiores


Si se trata de los llamados bienes inferiores, la relación con las variaciones de renta son
al contrario que cuando los bienes son normales.

Un aumento en la renta de los consumidores hace disminuir el consumo de este tipo


de bienes, por ser de calidad inferior, y la curva de demanda se desplaza a la izquierda.
Ejemplos de bienes inferiores: Bienes de segunda mano, las llamadas marcas
secundarias, etc..

3- La cantidad demandada y los precios de bienes relacionados

La cantidad demandada de un bien también depende de cuáles sean los precios de


otros bienes con los que tiene relación. Así, no es indiferente el precio de la gasolina
en el consumo de coches; o el precio de los vuelos en avión en el uso del tren de alta
velocidad.
A continuación se analiza el efecto de los precios de los bienes
relacionados (sustitutivos y complementarios) en la cantidad demandada de un bien o
servicio.
1. Bienes sustitutivos
Los bienes sustitutivos son los que satisfacen la misma necesidad. Muchos de los
bienes o servicios que consumimos tienen sustitutivos más o menos cercanos, aunque
la forma de satisfacer la necesidad no sea idéntica: podemos viajar en coche o en tren,
comer una fruta u otra, comprar un armario de madera maciza o de madera
contrachapada, etc.

¿Qué ocurre si aumenta el precio de un bien que es sustitutivo del que estamos
considerando?
Por ejemplo, un incremento en el precio de los cigarrillos, ¿cómo afectará a la
demanda de tabaco de liar? Se puede esperar que una parte de los consumidores
abandonen el consumo de cigarrillos y pase a consumir picadura por lo que aumentará
la demanda de éste, desplazándose toda la curva hacia la derecha.
Cuando el precio de un bien sustitutivo disminuye, sucede justo lo contrario: una parte
de los consumidores abandonarán la compra del bien considerado y pasarán a
consumir el bien cuyo precio ha bajado. Ello dará lugar a una disminución de la
demanda del bien, desplazando la curva hacia la izquierda.

2. Bienes complementarios

Los bienes complementarios se consumen conjuntamente, como el coche y la gasolina,


las lentillas y el líquido de conservación, o la pintura y el pincel.

Si tomamos como ejemplo la demanda de coches, ¿qué sucede si aumenta el precio de


la gasolina? el efecto en este caso será un menor consumo no sólo de gasolina, sino
también de coches, por lo que la demanda se desplazará hacia la izquierda, indicando
una menor cantidad demandada para cada precio. Lo contrario ocurrirá ante
una bajada del precio de la gasolina, que hará que la demanda de coches se desplace
hacia la derecha, recogiendo el aumento en la cantidad demandada para cada precio.

4- La cantidad demandada y las preferencias de los consumidores

El cuarto factor que determina la cantidad demandada de un bien o servicio es


las preferencias o gustos de los consumidores.
Cuando cambian las preferencias se produce un desplazamiento de la curva de
demanda: si un bien se pone de moda, los consumidores estarán dispuestos a comprar
más cantidad por el mismo precio, provocando un aumento de demanda o
desplazamiento a la derecha de la curva; el desplazamiento será hacia la izquierda si
disminuye la demanda al dejar de gustar el bien o servicio.

Las modas cambian a menudo, unas veces como consecuencia de la publicidad, otras
por avances tecnológicos. Existen múltiples ejemplos de este fenómeno: los
pantalones pitillo o acampanados, los zapatos en punta o achatados, los mp4 o los
móviles con internet que desplazan a los modelos anteriores, o la fidelidad a las
marcas comerciales.

En las últimas décadas el marketing se ha desarrollado enormemente, y las grandes


empresas estudian la conducta de los consumidores en sus bases psicológicas, guiando
sus preferencias y creando necesidades nuevas.

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