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QUIZÁS EN OTRO MOMENTO
CERRAR
Fecha 256 a. C.
Beligerantes
República romana
República de Cartago
Comandantes
Marco Atilio Régulo Amílcar
Lucio Manlio Vulsón Hannón
Longo
Fuerzas en combate
330 barcos 350 barcos
140 000 tripulantes e 150 000 tripulantes
infantes de marina e infantes de marina
Bajas
24 barcos hundidos 30 barcos hundidos
10 000 hombres 64 barcos
asesinados capturados
30 000 a 40 000
hombres capturados o
asesinados
[ocultar]
Campañas de la primera guerra púnica
264-241 a. C.
Mesina
Agrigento
Lípari
Milas
Sulci
Tíndaris
Ecnomo
Aspis
Adís
Bagradas
Cabo Hermeo
Palermo
Lilibea
1.ª de Drépano
Thermae
Phintias
2.ª de Drépano
Ercte
Egadas
Lutacio
Índice
1Fuentes
2Situación
o 2.1Operaciones en Sicilia
o 2.2Barcos
3Preludio
4Batalla
5Consecuencias
6Véase también
7Notas
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Fuentes[editar]
La fuente principal de casi todos los aspectos de la primera guerra púnican. 2 es el
historiador Polibio (200 a. C.-118 a. C.), un griego enviado a Roma en 167 a. C.
como rehén.34 Sus obras incluyen un manual ahora perdido sobre tácticas
militares,5 pero su obra principal son Las Historias, escritas en algún momento
después de 146 a. C., aproximadamente un siglo después de la batalla de
Ecnomo.36 La obra de Polibio se considera ampliamente objetiva y neutral entre
los puntos de vista cartagineses y romanos.78
Los registros escritos cartagineses se destruyeron junto con su capital, Cartago,
en 146 a. C., por lo que el relato de Polibio de la primera guerra púnica se basa
en varias fuentes griegas y latinas, ahora perdidas.9 Polibio era un historiador
analítico y siempre que era posible entrevistaba personalmente a los
participantes de los eventos sobre los que escribía.1011 Sólo el primer libro de
los 40 que comprende Las Historias trata de la primera guerra púnica.12 La
precisión del relato de Polibio se ha debatido mucho en los últimos 150 años,
pero el consenso moderno lo acepta al pie de la letra en buena medida, y los
detalles de la batalla en las fuentes modernas se basan casi por completo en
interpretaciones del relato de Polibio.121314 El historiador Andrew Curry considera
que «Polibio resulta ser bastante confiable»;15 mientras que Dexter Hoyos lo
describe como «un historiador notablemente bien informado, trabajador y
perspicaz».16 Existen otras historias posteriores de la guerra, pero en forma
fragmentaria o resumida,417 y generalmente cubren las operaciones militares en
tierra con más detalle que en el mar.18 Los historiadores modernos también
suelen tener en cuenta las historias posteriores de Diodoro Sículo y Dion Casio,
aunque el clasicista Adrian Goldsworthy afirma que «el relato de Polibio suele
ser preferido cuando difiere con cualquiera de nuestros otros relatos».11n. 3
Otras fuentes incluyen inscripciones, evidencia arqueológica y evidencia
empírica de reconstrucciones como el trirreme Olympias.20 Desde 2010, se han
recuperado varios artefactos del sitio cercano de la batalla de las Islas Egadas, la
batalla final de la guerra, que se libró ocho años después, y su análisis y la
recuperación de otros elementos están en curso.21
Situación[editar]
Operaciones en Sicilia[editar]
El buque de guerra típico de esta guerra fue el quinquerreme, una nave de cinco
remos, como indica el nombre.18 Era una galera de unos cuarenta y cinco
metros de eslora, cinco de manga a nivel del agua y un francobordo de unos tres
metros, que desplazaba alrededor de cien toneladas largas (ciento diez toneladas
cortas; cien toneladas). El experto en galeras John Coates sugiere que estos
barcos podían navegar a una velocidad de siete nudos (13 km/h) durante
períodos prolongados.29 La moderna réplica de la galera Olympiasha alcanzó
velocidades de ocho nudos y medio (16 km/h) y navegó a cuatro nudos
(7,4 km/h) durante horas y horas.18
Las embarcaciones se construyeron como catafractos, o barcos «protegidos»,
es decir, con una cubierta completa, para poder transportar mejor a los infantes
de marina y a las catapultas;3031 también tenían unas estructuras anexas al casco
principal en las que se disponían los remeros. Estas permitían fortalecer el
casco, aumentar la capacidad de carga y mejorar las condiciones de los
remeros.32 La teoría generalmente aceptada con respecto a la disposición de
los remeros en quinquerremes, es que había conjuntos —o filas— de tres
remos, uno encima del otro, con dos remeros en cada uno de los dos remos
superiores y uno en el inferior (un total de cinco remeros por fila), orden que se
repetía a lo largo de los costados de la galera en las veintiocho filas de cada
borda, por lo que había un total de doscientos ochenta remeros.33
En 260 a. C. los romanos se propusieron construir una flota y utilizaron un
quinquerreme cartaginés naufragado como modelo para el suyo.34 La falta de
experiencia en construcción naval hizo que construyeran copias que eran más
pesadas que las embarcaciones cartaginesas, lo que las hacía más lentas y
menos maniobrables.35 El quinquerreme fue el caballo de batalla de las flotas
romanas y cartaginesas durante las guerras púnicas, aunque también se
mencionan ocasionalmente a los hexarremes —seis remeros por banco—, a
los cuatrirremes —cuatro remeros por banco— y a los trirremes —tres remeros
por banco—. Tan ubicuo era este tipo de navío que Polibio lo usa como
sinónimo de «buque de guerra» en general.36 Un quinquerreme contaba con
una tripulación de trescientos hombres, de los cuales doscientos ochenta eran
remeros y veinte tripulantes y oficiales de cubierta.37 Normalmente también
llevaba una dotación de cuarenta infantes de marina,38 número que aumentaba
hasta los ciento veinte cuando se preveía un combate inminente.3940
Conseguir que los remeros remaran como una unidad, así como ejecutar
maniobras de batalla más complejas, requería un entrenamiento largo y
arduo,41 y al menos la mitad de los remeros necesitarían tener algo de
experiencia para que el barco se pudiera manejar con eficacia.42 Como
resultado, los romanos estaban inicialmente en desventaja frente a los
cartagineses, más experimentados, por lo que para contrarrestar la
superioridad cartaginesa, los romanos introdujeron el corvus, un puente de 1,2
metros de ancho y 11 metros de largo, con una púa pesada en la parte inferior,
que diseñaron para perforar y anclar en la cubierta de un barco enemigo.39 Esto
permitió a los legionarios romanos que actuaban como infantes de
marina, abordar barcos enemigos y capturarlos, en lugar de emplear la táctica
tradicional de embestir. Todos los buques de guerra estaban equipados con
un ariete y un juego triple de hojas de bronce de sesenta centímetros de ancho
que pesaban hasta doscientos setenta kilogramos colocados en la línea de
flotación. Se fabricaban individualmente por el método de la cera perdida para
encajarlas de manera inamovible en la proa de la galera y se aseguraban con
púas de bronce.4344
El abordaje se había vuelto cada vez más común y había ido sustituyendo a la
embestida como sistema de ataque durante el siglo anterior a las guerras
púnicas, ya que los buques más grandes y pesados adoptados en este período
carecían de la velocidad y maniobrabilidad necesarias para arremeter al
enemigo, al tiempo que la construcción más robusta de los cascos reducía el
efecto del ariete incluso en el caso de un impacto directo del espolón.4546 La
adopción romana del corvus fue una continuación de esta tendencia y
compensó su falta inicial de conocimientos náuticos. Sin embargo, el peso
adicional en la proa que suponía el nuevo elemento restaba maniobrabilidad al
barco y, en condiciones de mar agitado, el corvus se volvía inútil y peligroso
para la estabilidad de la nave.454647 En 255 a. C., la flota romana quedó
destrozada por una tormenta mientras regresaba de África: 384 barcos se
hundieron de un total de 464n. 4 y 100 000 hombres se ahogaron.4849 Es posible
que la presencia del corvus hiciera especialmente inestables los barcos
romanos y no hay registro de que se haya utilizado después de este desastre.50
Preludio[editar]
La flota cartaginesa se reunió en Cartago a fines de la primavera de 256 a. C.,
antes de zarpar hacia Lilybaeum (la actual Marsala), su principal base en Sicilia,
para reabastecerse y embarcar soldados para usarlos como marines. Luego
navegó hacia el este a lo largo de la costa de Sicilia hasta Heraclea Minoa, la
más oriental de las ciudades sicilianas que aún conservaban los cartagineses y
se le unieron los barcos que ya operaban desde Sicilia,51 al menos 62 y
probablemente más.52 Estos aumentaron a la flota cartaginesa hasta 350
barcos, casi todos quinquerremes, comandados por Hannón, que había sido
derrotado en Agrigento seis años antes, y Amílcar, el vencedor de la batalla de
Thermae —no confundir con Amílcar Barca—.5354
La flota romana, formada por 330 buques de guerra, la gran mayoría
quinquerremes, se reunió aproximadamente al mismo tiempo, probablemente
en Ostia, el puerto de Roma.53 Fueron acompañados por un número
indeterminado de transportes, en su mayoría con caballos de batalla.55 Los
dos cónsules del año, Marco Atilio Régulo y Lucio Manlio Vulsón Longo, recibieron
el mando de la flota, cada uno navegó en un hexareme, siendo los únicos
barcos más grandes que participaron en la batalla.53 La flota romana navegó
hacia el sur a lo largo de la costa italiana, llegaron a Sicilia desde Messana y
navegaron hacia el sur y luego hacia el oeste hasta la rada de Phintias
(Licata moderna) donde se reunieron con el ejército romano en Sicilia.
Embarcaron a 80 legionarios escogidos en cada buque de guerra, con la
intención de desembarcarlos en África en pos de su objetivo estratégico o de
complementar a los marines de las galeras por si la armada cartaginesa los
desafiaba.385657
En total, la flota romana tenía 140 000 hombres a bordo: remeros, otra
tripulación, infantes de marina y soldados.58 El número de cartagineses se
conoce con menos certeza, pero Polibio lo estimó en 150 000, y la mayoría de
los historiadores modernos apoyan ampliamente esto. Si estas cifras son
aproximadamente correctas, entonces la batalla de Ecnomo es posiblemente la
batalla naval más grande de todos los tiempos, por el número de combatientes
involucrados.555960
En lugar de navegar directamente desde Phintias hacia el norte de África, los
romanos pusieron rumbo hacia el oeste, con la intención de cruzar el estrecho de
Sicilia en su punto más estrecho. Los barcos de la época, especialmente las
galeras menos aptas para navegar, se mantenían a la vista de la tierra siempre
que era posible por lo que esto minimizaría el tiempo que la flota pasaba en
mar abierto.61 Los cartagineses conocían las intenciones romanas y anticiparon
correctamente su ruta, interceptaron a la flota romana al este de Heraclea
Minoa, después de que hubieran dejado Licata. Se dice comúnmente que las
flotas se encontraron frente al cabo Ecnomo, inmediatamente después de que
los romanos abandonaran Licata.62 Sin embargo, esto no es compatible con
Polibio, o cualquier otra fuente primaria, por lo que es una convención
moderna.63 El historiador medieval Juan Zonaras cita a Dion Casio para ubicar la
batalla inmediatamente al este de Heraclea Minoa.63
Batalla[editar]
Serie de mapas esquemáticos que muestran el desarrollo de la batalla.
La flota romana se desplegó en cuatro escuadras de tamaño desigual y
perlongó la costa siciliana en formación compacta. Las dos primeras escuadras
(I y II) iban en vanguardia, con las naves formando una cuña. Un cónsul
mandaba cada escuadra: Vulsón la de la derecha y Reǵulo la de la izquierda.
Sus hexarremes navegaban juntos en la «punta» de la cuña. La tercera
escuadra (III) marchaba detrás: era la que remolcaba los transportes y la cuarta
(IV) avanzaba desplegada en línea, protegiendo la retaguardia de la formación.
Los cartagineses navegaron hacia el este: esperaban encontrar a la flota
romana, y posiblemente pequeños barcos exploradores advirtieron de su
aproximación.64 Estaban organizados en tres escuadras de tamaño desigual,
dispuestas en una sola línea al frente con su flanco izquierdo en dirección a
tierra (1). El centro cartaginés (2) lo mandaba Amílcar y la derecha, (3) Hannón.
Las flotas se avistaron y ambas avanzaron.65
Mientras las dos escuadras romanas que iban en cabeza, la primera y la
segunda, se dirigían hacia el centro de la línea enemiga, Amílcar fingió retirarse
con su escuadra, la segunda, probablemente remando en reversa, y los
cónsules lo persiguieron. La tercera escuadra romana, que remolcaba los
transportes, se quedó atrás: se abrió un hueco entre las dos que iban en
vanguardia y las otras dos que se encontraban en la retaguardia. Ambas alas
cartaginesas se abalanzaron sobre estas últimas, dejaron atrás el centro
romano e intentaron atacar desde los flancos para evitar el corvus, el
mecanismo de abordaje romano. La primera escuadra cartaginesa, la más
cercana a la costa, atacó a los buques de guerra romanos que remolcaban a
los transportes, que habían quedado al descubierto por el avance de las dos
principales escuadras, por lo que soltaron sus remolques para poder
maniobrar. La tercera escuadra cartaginesa, mandada por Hannón y que
estaba compuesta por los barcos cartagineses más rápidos y maniobrables,
atacó a la escuadra que cubría la retaguardia de la formación enemiga, cuya
derrota estorbaban los transportes ya a la deriva. Cuando el centro romano
quedó separado de las dos escuadras más atrasadas, Amílcar y sus barcos de
la segunda escuadra cartaginesa viraron para enfrentarse a los romanos que
los perseguían. Por tanto, la batalla se dividió en tres luchas separadas.6667
Tanto los historiadores modernos como los antiguos han sugerido que la
retirada de Amílcar tenía la intención de romper la compacta formación romana
y permitir a los cartagineses usar su mayor habilidad táctica para superar la
amenaza de los corvus y embestir a los barcos romanos por las bordas o por la
popa. En la época de Ecnomo, ni la velocidad ni la maniobrabilidad de los
barcos romanos, ni las habilidades de sus tripulaciones, estaban a la altura de
las de los cartagineses.6869 Los romanos se volvieron más hábiles durante los
cuatro años posteriores a la construcción de su primera armada, mientras que
el reciente gran aumento en el tamaño de la armada cartaginesa significaría
que muchas de sus tripulaciones tendrían poca experiencia. En consecuencia,
la superioridad en la maniobrabilidad de sus barcos y la habilidad marinera de
sus tripulaciones fue menor de lo que pensaban; además, los barcos romanos,
de sólida construcción, eran menos vulnerables a las embestidas. Los tres
combates pronto se tornaron confusos,67 restando importancia a la pericia
marinera. Por otro lado, cuando los romanos pudieron emplear el corvus,
gozaron en los abordajes de la ventaja que suponían en los combates los
legionarios veteranos y fuertemente armados que habían embarcado para
transportar a África.3870
Los jefes de la tercera escuadra romana se sintieron superados y se retiraron
hacia la orilla, maniobra que los cartagineses de la primera escuadra no
pudieron impedir, pese a que las naves romanas no se hallaban en buena
posición para llevarla a cabo. Una vez allí, los navíos de la tercera escuadra
romana adoptaron una posición defensiva: se detuvieron en aguas poco
profundas, de espaldas a tierra, para que dificultar que los cartagineses
pudieran atacar sus flancos y tuvieran que enfrentarse al corvus si atacaban
desde proa. Pese a ello, el combate que se libró allí fue el que puso en
mayores apuros a los romanos. La escuadra romana más atrasada también fue
vencida por la tercera de los cartagineses: aunque presentó una denodada
resistencia, su situación se volvió desesperada.67
La batalla se decidió en la lucha que sostuvieron los centros de las dos flotas:
la primera y segunda escuadras romanas contra la segunda cartaginesa. Los
romanos apresaron y hundieron varios barcos cartagineses, aunque estos
últimos también hundieron varios navíos. Después de una larga lucha, las
tripulaciones de los barcos supervivientes del centro cartaginés se
desanimaron y huyeron.67 El centro romano interrumpió la persecución que
había emprendido en respuesta a las señales de los cónsules regresó para
socorrer a las dos escuadras que se encontraban en retaguardia y para
rescatar a los transportes a la deriva. La escuadra de Vulsón atacó a la primera
cartaginesa y la de Régulo hizo lo propio contra la de Hannón. Régulo se
acercó a los cartagineses desde su lado desprotegido, amenazándolos así con
atraparlos entre sus naves y las de la cuarta escuadra romana contra las que
ya combatían, pero Hannón se retiró con algunos de los barcos, que pudieron
zafarse del combate.71 Régulo acudió entonces para reforzar la acometida de
Vulsón contra la primera escuadra enemiga, la única que seguía luchando. Fue
entonces cuando los cartagineses sufrieron las mayores pérdidas; cincuenta de
sus barcos, atrapados contra la costa y muy superados en número, se
rindieron.72 Después de un prolongado y confuso día de lucha, los cartagineses
terminaron siendo vencidos contundentemente: treinta de sus navíos fueron
hundidos, otros sesenta y cuatro y entre treinta mil y cuarenta mil hombres,
apresados.73 Los romanos, por su parte, perdieron veinticuatro naves, que se
hundieron durante la batalla, y diez mil hombres, que perecieron en el
combate.7374
Consecuencias[editar]
Véase también[editar]
Flota cartaginesa
Flota romana
Notas[editar]
1. ↑ Fue conocido como Hannón el Grande, el segundo (de tres) cartaginés llamado
Hannón en recibir ese sobrenombre.1
2. ↑ El término púnico viene de la palabra latina punicus —o poenicus—, significando
«cartaginés», y es una referencia la ascendencia fenicia de los cartagineses.2
3. ↑ Bernard Mineo analiza otras fuentes distintas a Polibio en «Principal Literary
Sources for the Punic Wars (apart from Polybius)».19
4. ↑ Esto supone, según G. K. Tipps, que los romanos llevaban consigo los 114
barcos cartagineses capturados.48
Referencias[editar]
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2. ↑ Sidwell y Jones, 1998, p. 16.
3. ↑ Saltar a:a b Goldsworthy, 2006, p. 20.
4. ↑ Saltar a:a b Tipps, 1985, p. 432.
5. ↑ Shutt, 1938, p. 53.
6. ↑ Walbank, 1990, pp. 11-12.
7. ↑ Lazenby, 1996, pp. x-xi.
8. ↑ Hau, 2016, pp. 23-24.
9. ↑ Goldsworthy, 2006, p. 23.
10. ↑ Shutt, 1938, p. 55.
11. ↑ Saltar a:a b Goldsworthy, 2006, p. 21.
12. ↑ Saltar a:a b Goldsworthy, 2006, pp. 20-21.
13. ↑ Lazenby, 1996, pp. x-xi, 82-84.
14. ↑ Tipps, 1985, pp. 432-433.
15. ↑ Curry, 2012, p. 34.
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17. ↑ Goldsworthy, 2006, p. 22.
18. ↑ Saltar a:a b c Goldsworthy, 2006, p. 98.
19. ↑ Mineo, 2015, pp. 111-127.
20. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 23, 98.
21. ↑ Royal y Tusa, 2019, pp. 13-18.
22. ↑ Warmington, 1993, p. 168.
23. ↑ Miles, 2011, pp. 166-167.
24. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 74-75.
25. ↑ Goldsworthy, 2006, p. 129.
26. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 92, 96-97, 130.
27. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 97, 99-100, 107-108, 110-115, 115-116.
28. ↑ Rankov, 2011, p. 158.
29. ↑ Coates, 2004, p. 138.
30. ↑ de Souza, 2008, p. 358.
31. ↑ Meijer, 1986, p. 120.
32. ↑ Coates, 2004, pp. 129-130, 138-139.
33. ↑ Casson, 1995, p. 101.
34. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 97, 99-100.
35. ↑ Murray, 2011, p. 69.
36. ↑ Goldsworthy, 2006, p. 104.
37. ↑ Goldsworthy, 2006, p. 100.
38. ↑ Saltar a:a b c Tipps, 1985, p. 435.
39. ↑ Saltar a:a b Casson, 1995, p. 121.
40. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 102-103.
41. ↑ Casson, 1995, pp. 278-280.
42. ↑ de Souza, 2008, p. 358.
43. ↑ Curry, 2012, pp. 35-36.
44. ↑ Tusa y Royal, 2012, p. 14.
45. ↑ Saltar a:a b Miles, 2011, p. 178.
46. ↑ Saltar a:a b Wallinga, 1956, pp. 77-90.
47. ↑ Goldsworthy, 2006, pp. 100-101, 103.
48. ↑ Saltar a:a b c d Tipps, 1985, p. 438.
49. ↑ Saltar a:a b Miles, 2011, p. 189.
50. ↑ Saltar a:a b Lazenby, 1996, pp. 112, 117.
51. ↑ Tipps, 1985, pp. 435-446.
52. ↑ Lazenby, 1996, pp. 83, 86.
53. ↑ Saltar a:a b c Tipps, 1985, p. 434.
54. ↑ Rankov, 2015, p. 155.
55. ↑ Saltar a:a b Goldsworthy, 2000, pp. 110-111.
56. ↑ Walbank, 1959, p. 10.
57. ↑ Lazenby, 1996, pp. 84-85.
58. ↑ Lazenby, 1996, p. 86.
59. ↑ Lazenby, 1996, p. 87.
60. ↑ Tipps, 1985, p. 436.
61. ↑ Tipps, 1985, p. 445.
62. ↑ Tipps, 1985, p. 446.
63. ↑ Saltar a:a b Rankov, 2015, p. 156.
64. ↑ Tipps, 1985, p. 452, n.68.
65. ↑ Goldsworthy, 2000, pp. 111-112.
66. ↑ Goldsworthy, 2000, pp. 112-113.
67. ↑ Saltar a:a b c d Tipps, 1985, p. 459.
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71. ↑ Rodgers, 1937, p. 288.
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Bibliografía[editar]
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Enlaces externos[editar]
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre la batalla
del Cabo Ecnomo.
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Batallas en la península itálica de la primera guerra púnica (264-241 a. C.)
Batallas navales de la Antigua Roma en el Mediterráneo
256 a. C.
Batallas en la región de Sicilia