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Unidad 1
-Conceptos básicos.
-Reacción social:
-Campos de trabajo
El efecto de la acción del dispositivo es la producción de otra acción que operará sobre el
sujeto y que será valorada como conveniente a los fines rehabilitatorios del mismo.
El sujeto que se hace pasivo de la acción de la justicia por su acto, es sometido a su vez a la
acción de otro acto (la imposición) que lo desplaza del lugar de sujeto activo. En este
movimiento la dialéctica es: Acto – Sujeto – Acto. Su condición será la de ser confirmado
como Sujeto de la Acción, precisamente la posición previa a la intervención de la Justicia.
o ¿Tiene existencia la rehabilitación en tanto dimensión dentro del sistema penal o, tal
vez es fuera de él donde se puede situar su espacio? La cuestión subsiste como
interrogación al considerar que existe una necesidad de ambos espacios: el registro
jurídico penal y otro, el de la palabra. El sistema penal opera como sistema de
sanciones, cuyo interrogante fundamental es precisamente la penalidad justa. El
campo de la palabra es el modo de sostenimiento subjetivo. En el primero la
rehabilitación insiste en encontrar un lugar difícil de decir en el sistema, en el segundo
es necesario la angustia para que el sujeto pueda decir fuera del acto.
Unidad 2
-Introducción.
Según Bentham el objeto de todas las leyes es aumentar la felicidad total de la comunidad
y, por consiguiente, excluir cualquier cosa que tienda a sustraerla. Las leyes deben excluir
el daño, que es el opuesto contradictorio de la felicidad. Sin embargo agrega que el castigo
es un daño pero se admite en la medida en que excluya otro mal mayor.
Uno de los problemas cruciales es el marco de análisis del castigo. Cuando se lo enfoca
desde el punto de vista del crimen, el problema que se plantea es la licitud de un
resguardo puramente legal del examen.
Hume trata la teoría de la virtud y el vicio, poniendo en nexo con el castigo de la siguiente
manera: defecto, falta, vicio y crimen no solamente tienen algo en común, sino que
pertenecen a la misma especie, denotando más bien grados de crítica y desaprobación.
Plantea un problema que ya había sido tomado por Platón antes, el de si la virtud puede o
no enseñarse. Según él la virtud fundada, no en la ciencia, sino en la opinión verdadera, no
es efecto de una enseñanza sino el resultado de un favor divino.
Protágoras contrariamente sostiene que la virtud puede enseñarse, reconociendo así un
vínculo entre virtud (vicio) y crimen. Razonamiento: si la virtud no fuese algo que
pudiéramos procurarnos sería imposible entender por qué se sanciona a quien delinque.
El que se preocupa por castigar inteligentemente no golpea a causa del pasado, sino en
previsión del futuro a fin de que haya tentación, tanto del culpable como de los testigos de
su castigo, de recomenzar. Así puede pensarse que la virtud puede enseñarse, si es verdad
que el castigo tiene por fin la intimidación. El castigo debe ser justificado por un hecho del
futuro y no del pasado, teniendo así un fin de prevención.
Taylor dice que los hombres son justamente reprendidos y castigados cuando delinquen,
el propósito es que este castigo pueda ser una “lección” a fin de q no cometan delitos en
el futuro (tanto el delincuente como otros). La existencia de la justicia criminal es una
prueba de que la virtud puede ser objeto de aprendizaje, prueba de la conexión entre
virtud (vicio) y el crimen.
Con relación al crimen define la pena como un mal infringido por una autoridad pública a
quien ha hecho (u omitido) lo que esa misma autoridad considera una transgresión a la
ley. Define al castigo como un mal, aplicado por una autoridad que ejerce el poder, como
consecuencia de un hecho anterior que la ley califica de ofensa, y para obtener, hacer
valer, o dar vigor a un fin legal, el de la obediencia. En la esfera del vicio introduce el tema
de si el vicio (crimen, pecado) puede ser castigo de sí mismo. Habla de “castigos naturales”
y dice que no hay acción humana que no sea una larga cadena de consecuencias, cuyos
eslabones pueden ser tanto placenteros como no placenteros. “aquel que quiera hacer
algo por placer debe aceptar por anticipado sufrir todos los dolores ligados a esta cosa”.
Respecto del pecado dice que en lo concerniente a los castigos naturales no siguen al
pecado por el efecto de una decisión sino por consecuencia natural. La falta no consiste
únicamente en el hecho de cometer una acción o de pronunciar palabras prohibidas por la
ley, o en la omisión de lo que ésta ordena, sino también en la intención, en el propósito de
transgredirla. Así todo crimen es una falta, pero no toda falta es un crimen. Diferencia
entre ley civil y ley natural. En la primera, sin ley no hay falta. En la segunda, siendo
eterna, cualquier violación, ingratitud o actos contrarios a la virtud moral, no pueden dejar
de ser considerados faltas u ofensas.
-La narración histórica y el pensamiento contemporáneo del castigo. El valor estratégico de la tesis
utilitarista y retribucionista.
En la obra “La guerra del Peloponeso” el autor – Tucídes – pone en boca de Cleón y de
Diodotus lo esencial de las dos tesis. Cléon reclama la muerte de lo mitilenios y les niega
toda merced, porque, afirma, su ofensa no fue involuntaria sino deliberada y con malicia.
Siguiendo los principios había que castigarlos y agrega que hay que castigarlos como lo
merecen (retribucionismo) y enseñar a los otros aliados que la pena de rebelión es la
muerte (utilitarismo). Diodotus – opuesto a la muerte de los sublevados – dice que por
más que se los considere culpables no va a aconsejar su muerte a menos que sea oportuna
(retribucionismo), considera que se está deliberando más para el futuro (utilitarismo) que
para el presente, y donde Cleón ve tan positivo como los útiles efectos de la disuasión que
seguirá de considerarse la rebelión susceptible de pena capital, Diodotus que considera los
intereses del futuro tanto como él, se mantiene en lo contrario. Se ven así no solo los
postulados de ambas tesis, sino también intentos de compromiso entre ambas.
Las tesis utilitaristas y tesis retribucionistas:
o El utilitarismo apela a las consecuencias valiosas del castigo. El castigo solo se justifica
computando las consecuencias de la pena, o sea tomando su utilidad u oportunidad.
Algunos piensan prioritariamente en la disuasión del ofensor o en el uso preventivo
del castigo respecto de terceros; otros en la reforma del ofensor.Para determinar la
proporción y utilidad de la medida (castigo) se debe mirar al ofensor, por ello propone
medidas alternativas.
o El retribucionismo justifica el castigo en razones de justicia. El autor de la ofensa ha
causado daño, merece por ello que se lo castigue. Este castigo o medida debe ser
tomado de acuerdo a la ofensa, por eso se basa en la Ley del Talión, que podría aquí
ser leída diferente:” por un ojo, no más que un ojo”, por ello es una ley de mesura).
o
Retribucionismo y utilitarismo pueden operar ya sea aislados y contradictorios, o bien
combinados y comprometidos con la misma acción. Foucault elaboró un conjunto de ideas
acerca de que no hay que imaginar un discurso utilitarista aceptado y otro retribucionista
excluido – o viceversa – sino que hay que restituirlos con lo que acarrean.
Mabbott intenta preservar el campo retribucionista de toda contaminación utilitarista. Su
razonamiento parte de la dificultad que padece el utilitarismo – ya sea en su forma de
disuasión o reforma – ya que en ambos casos podría justificarse la condena de un
inocente. Un solo hecho puede justificar el castigo, el hecho – pasado – de haber cometido
un crimen. El castigo es una pura forma legal, que excluye el más mínimo contenido moral
o social. Produce una doble operación de limpieza: la disuasión queda descartada porque
no es el castigo, sino la publicidad lo que disuade. Lo mismo para la reforma. Si bien
admite que si un hombre es castigado con justicia es posible disuadir a otros y lograr
también su reforma, no quiere decir que la disuasión y la reforma sean modificaciones del
castigo y menos aún razones para él.
H.L.A. Hart expresa que en todas las comunidades ciertas ofensas morales serán
seleccionadas para su supresión en cuanto crímenes. Hilo de su argumento: la retribución
simplemente definida como la aplicación de los dolores del castigo al autor de una ofensa
moralmente culpable puede figurar entre los fines concebibles de justificación de un
sistema de castigo. Propone distinguir entre a)retribución como fin general de justificación
y b) retribución como determinación de que sólo aquellos que han violado
voluntariamente la ley pueden ser castigados. Parte de la disputa entre ambas tesis podría
evitarse si se admitiera al mismo tiempo que las consecuencias benéficas (utilitarias)
presiden el fin general de justificación y que la búsqueda de este fin está sujeta a una
restricción, la del principio de distribución, que independientemente requiere que el
castigo sólo se aplique al autor de la ofensa.
La historia de los espacios es equivalente, en Foucault, a una historia de los poderes. En la forma
de distribución de los espacios y en la inserción programada en ellos de los individuos produce su
principio de poder.
El tiempo
o Son tres los procedimientos con que la disciplina da al tiempo un uso técnico para el
logro del control: establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regular los
ciclos de repetición. El tiempo tiene que ser de buena calidad, no tener defectos ni
impurezas. Los reglamentos se encargan de ello con interdicciones. La exactitud y la
aplicación son virtudes esenciales del tiempo disciplinario. El tiempo es un “programa”
que controla desde el interior la elaboración del propio acto. Con ello se define un
esquema anatomo -cronológico del comportamiento. Foucault considera al tiempo
como una cuestión de definición y también a su métrica un problema de coordinación.
La métrica del tiempo depende de una correlación entre el cuerpo y el gesto. La
disciplina prescribe un orden de sucesión a los movimientos y este orden señala para
cada uno de ellos una dirección, una exclusión y una amplitud. El objetivo es que el
tiempo penetre en el cuerpo y con el entren los controles minuciosos del poder.
Consiste en imponer la mejor relación pautada cuerpo-gesto.
o El tiempo de las disciplinas es más modesto porque constituye una técnica pragmática
de sujeción; cifrado instrumental exige al cuerpo una docilidad pautada. Además este
tiempo admite cierto aire de comparación metafísica. Para que exista la disciplina se
requieren los segmentos temporales, las pruebas marcadas, los niveles estatuarios;
disponer de series, fijar a cada uno su columna, su grado, su ejercicio, su antigüedad.
o Del mecanismo social en donde se objetiva el hombre productivo-obediente de esta
sociedad disciplinaria, Foucault tiene al Panóptico de Bentham por su diagrama más
expresivo, por su modelo ideal. El modelo de una sociedad que pasa del castigo a la
vigilancia. El Panóptico de Bentham fue un plan, un modelo arquitectónico de cárcel.
Para Foucault se trataría de una “arquitectónica” en una parte del sentido que Kant
acuerda cuyo significado es arte de construir. En la arquitectónica hay un campo
general de enunciados donde los elementos son captados no como agregados sino
como objetos de un posible saber. La prisión ver-saber del panóptico no está solo
como decía Foucault en el origen de una teoría jurídica o moral en el origen de la
criminología sino que mantiene relaciones plurales directas indirectas, con la
constitución de las ciencias del hombre. Es este el significado de arquitectónica que
tienen los conocimientos que se derivan del panóptico. Foucault ve al panóptico como
una gran máquina de castigar- vigilar- ejercitar. Bentham plantea esta secuencia pero
en lugar de ejercitar plantea producir. Las reglas fundamentales en el texto de
Bentham son la de la inspección y la de la economía. El cree ser portador de un
discurso sobre el castigo que para Foucault se puede retraducir como toma
tecnológica de los cuerpos para su adaptación e integración según los fines de un
poder anónimo y funcional. Las piedras del panóptico quieren convertir en dóciles (por
ejercicio) y cognoscibles (por visibilidad) a los hombres que albergan. El panóptico “es
una máquina de disociar la pareja ver-ser visto: en el anillo periférico, se es totalmente
visto, sin ver jamás, en la torre central se ve todo sin ser jamás visto” principio de
visibilidad del panóptico: celdas bañadas en luz, luz que aprisiona, nada queda
ocultado. La soledad del detenido es soleada y observada, lo incluye en una relación
del poder que el mismo sostiene y realimenta. Es una arquitectónica del poder-control
y no del poder-soberanía. Máquina de hacer experiencias plurales.
¿El principio del Panóptico no es el mismo de Goffman en Internados? Muchos son los
rasgos comunes entre ellos, lo que no excluye también algunas diferencias significativas.
Goffman plantea a las IT como lugar de residencia y trabajo donde un gran número de
individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo,
comparten en su encierro una rutina diaria, administrada formalmente. En las mismas
todos los aspectos de la vida se desarrollan en el mismo lugar y bajo la misma autoridad
única (Bentham= mirada del ojo central) Cada etapa de la actividad diaria del miembro se
lleva a cabo en compañía inmediata de un gran número de otros, a quienes se da el mismo
trato. Todas las etapas de las actividades diarias están programadas estrictamente y la
secuencia es impuesta desde arriba mediante un sistema de normas formales explicitas y
un cuerpo de funcionarios que las hará cumplir. La clave de las IT consiste en el manejo de
muchas necesidades humanas mediante la organización burocrática de conglomerados
humanos, indivisibles. De allí se derivan consecuencias importantes. En las IT tenemos una
escisión básica entre un gran grupo manejado, los internos, y el personal, los supervisores.
Hasta acá no hay en estas características diferencias con el Panóptico.
La mutilación del yo también está presente en el panóptico. (Cancelación roles vida civil).
Se reconoce en la incautación del tiempo la causa técnica de esa ruptura: separación entre
el interno y su mundo dura todo el día, por varios años. Perdida del nombre.
Humillaciones.
Con esto tanto en el panóptico como en instituciones totales la existencia de la relación
castigo-nombre y su constancia histórica. Esta relación es objetivada e implica un rasgo
común.
En cuanto a la emancipación Bentham considera una imprudencia lanzarlos al mundo sin
custodia y sin auxilios. Llega a plantear la existencia de un Panóptico subsidiario
(establecimiento con el mismo principio pero con más libertad y sin humillaciones) en el
caso de que el preso no tuviese flia, amigos.
Bentham parte de un modelo carcelario y también se refiere a hospital panóptico y
Goffman parte de hospital psiquiátrico y también se refiere a prisiones.
Lo importante de las similitudes entre panóptico, IT de Goffman y modelo de Bettelheim
(sueño de encontrar en el edificio ontogénico el establecimiento psiquiátrico perfecto) es
que los efectos que se esperan según los fines dependen no tanto de desarrollos
conceptuales como de la aplicación de tecnologías de control normalización.
DIFERENCIA: Para Goffman estar “adentro” o “encerrado” circunstancias que dependen
del significado especial del interno sobre “salir” o “quedar libre”. Creándose tensión entre
mundo habitual e institucional, la cual es aprovechada por la institución como estrategia
para el manejo de los hombres. Lo lleva a la conclusión de que “las IT no persiguen una
victoria cultural”. En cambio para Foucault las palancas estratégicas del panóptico tienen
un fin primordial político: promover la docilidad y la utilidad de todos los elementos del
sistema. El adiestramiento minucioso y concreto de las fuerzas útiles es el lugar donde se
ancla el poder. La regla de oro del panóptico no es solo para vigilar, es para clasificar los
cuerpos en un cálculo general.
Llamado del panóptico: vivir sin tiempo muerto (no malogrado, perdido o robado)
Justificación utilitarista, ojo que castiga ejercita educa p crear hábitos de trabajo,
obediencia y utilidad según el orden social. El panóptico instala el discurso del castigo en el
centro de otro fenómeno que lo prolonga más allá del derecho positivo: la disciplina
productiva de las fábricas. (Sueño de una categoría social q sanciona un orden disciplina-
trabajo y encuentra su arquitecto-filósofo q le enseña como sancionar adiestrando y
recuperándola fuerza de los cuerpos de los q están dedicados a su desorden).
-El panorama.
-Consideraciones Finales.
-Introducción.
El artículo 18 de la constitución nacional establece que las cárceles serán sanas y limpias,
para seguridad y no para castigo. Esto rechaza el sentido retributivo o expiatorio de las
penas, utilizándolas solo como un medio usada para mantener el orden social.
La ley de ejecución de la pena privativa de la libertad expresa que la ejecución de la pena
privativa de libertad tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de
comprender y respetar la ley, promoviendo a su vez la comprensión y el apoyo de la
sociedad.
Lo legislado supone observar el fenómeno del delito con miras hacia el futuro. Se
abandona la idea retributiva de la pena por una pena con sentido resocializador.
Entonces la restricción de derechos que se le impone al condenado está inspirada en el
propósito de imbuir al sujeto de ciertos caracteres que le permitan volver a la convivencia
en condiciones de respetar los derechos humanos de terceros.
De esta manera inferimos los inequívocos propósitos de la prevención especial, en tanto
mensaje dirigido al sujeto para que no caiga nuevamente en conductas antisociales. Pero
nuestro sistema opera también como mecanismo de prevención general positiva en
cuanto con cada sentencia queda demostrada la vigencia del orden normativo.
Para comprender el fenómeno (el delito) debemos observarlo como un fenómeno
complejo. Por lo tanto habrá que intentar un análisis no solo desde la óptica jurídica, sino
también desde el psicoanálisis.
-Pena y retribución.
Las teorías dicen que la pena es un buen justificado, pero ésta puede despertar culpa.
Retribución: Dar algo positivo y recibir algo positivo. Es inherente a la vida social que
permite el equilibrio del sistema, pero solo en parte, porque la reparación sola no basta.
El delito altera el equilibrio individual y social. Se debe eliminar su existencia porque es un
mal.
La pena no es la reparación de las consecuencias. La pena es para la retribución de la
comunidad amenazada por su acto.
Durkheim sugiere suavizar la pena ya que el delincuente, como persona, también merece
el respeto de la comunidad. Una solución sería considerar al sujeto como racional y
respetarlo.
-La medida.
Implica limitar, reflexionar una situación desordenada que provoco un delito donde la
pena, por ser una contraprestación, conlleva cierta medida ya establecida cuyo objetivo es
reestablecer el equilibrio.
-Relación delito-pena.
Ambos tienen el mismo valor negativo. La pena como retribución está mal.
Es criticable que haya una pena para cualquier tipo de delito. Es como si un médico curara
todas las enfermedades con el mismo remedio.
-Pena como prisión.
Se debe considerar una cuantificación en la pena que sea proporcional al acto delictivo,
principalmente en lo temporal.
Prisión o muerte solo se diferencian en la posibilidad de reintegración que una tiene
mientras que la otra no. En ambas hay una negación del otro.
Cuando se cuantifica el tiempo de la pena se hace en relación a la comunidad y no en
función del delincuente, que se lo excluye del espacio social.
-Templum, tempus.
La cárcel puede ser un refugio (además de ser la espera de la muerte) que lo aparta de la
comunidad.
Cada delincuente vivirá su propia pena.
La visión del presente se obscurece ante la expectativa del futuro.
-Conclusión.
La prisión quedo como el único medio para castigar los delitos por eso se busca justificarla,
sirviendo de seguridad y tratamiento hacia aquellos que infligen la ley.
Encrucijada: si la prisión es una terapia, no se puede determinar la duración. Pero el
tiempo se establece en relación proporcional con el delito.
La pena se hace contra la voluntad del delito. Se vive como castigo y sin dignidad. Cuanto
más dura, menos de vida le queda al sujeto.
Reik.
o Quiere abolir el castigo.
o El psicoanálisis rechaza la pena estatal ya que la neurosis domina la conducta. El sujeto
actúa con impulsos preexistentes de culpabilidad, deseando la pena lo estimula a
cometer el delito.
o Se debe remplazar con prevención y transformaciones del sentimiento.
Alexander y Staub.
o Plantean abolir el castigo solo para los neuróticos ya que carece de sentido.
o Están en contra de la retribución.
o La pena no mejora al sujeto. El inconsciente es más fuerte que la conciencia.
o Se debe educar con psicoanálisis.
Redl.
o La violencia de la sanción puede traer angustia, inmovilización (detiene la expresión
agresiva exterior volviéndolo para el propio sujeto).
Para un castigo eficaz, el sujeto debe aceptar su culpabilidad en donde su superyó se basa
en las normas sociales y sin falsedad ante el yo mediante la proyección de culpabilidad y
racionalización.
La angustia ante la pena causa impulsos asociales y vengativos.
La culpabilidad como sentimiento es una excusa para causar delitos, donde el yo engaña al
superyó.
Alexander y Staub plantean que la angustia ante el superyó derrumbado y ante los
institnos determina, proyectándose, la expiación donde el superyó necesita una figura
exterior de autoridad para reprimirse. El castigo genera la sensación de venganza.
El yo lucha contra el delincuente que lo amenaza externamente y contra un enemigo
interno que son los propios instintos reprimidos que amenazan al yo, bajo la tentación de
ver el acto del sujeto externo (tentación de vengarse).
En un superyó criminal está adaptado a los impulsos antisociales del ello y solo mediante
la pedagogía se puede cambiar por uno social, no con castigo.
Para el autor debe darse un derecho protector de los delincuentes.
El psiquismo obtura las conductas disfuncionales, pero si los mecanismos fallan, un modo
exterior (ley) demuestra la vigencia de la ley permitiendo al delincuente restaurar el lazo
social.
Unidad 3
-Introducción.
En las últimas décadas, las ciencias vienen prestando especial consideración a la posición
de la víctima dentro de la estructura que entraña el delito.
La presente contribución intenta describir en qué medida, nuestro derecho penal, ha
incorporado los conceptos de reparación, como elemento a tener en cuenta al construir la
solución del conflicto que se deriva del deliro. Para ello, hemos de comenzar por
sistematizar los distintos modelos legislativos que nos ofrecen en esta materia.
-Introducción.
Los seres humanos son constantes trasgresores del orden jurídico establecido y por ello
junto al derecho constitutivo figura el sancionador.
La pena consiste en la privación o restricción de bienes jurídicos establecida por la ley e
impuesta por el órgano jurisdiccional competente al que ha cometido el delito. Son
principios rectores de ella los de legalidad, personalidad e igualdad de todos ante la ley.
Para las sociedades hoy, la pena aparece como una función necesaria de defensa social,
sin la que sería imposible mantener el orden público.
Diferentes doctrinas penales han dado interpretaciones diferentes del fundamento del
derecho de penar:
o Las teorías absolutas: Son las que buscan el fundamento y fin de la pena solo en la
naturaleza íntima de la misma y no en un objetivo transcendente. La pena es justa en
sí, con independencia de la utilidad. El fin de la pena es la retribución, la expiación del
delito cometido
o Las teorías relativas: Atribuyen a la pena un fin independiente, señalándole un
objetivo político y utilitario. Se castiga para que no se delinca, y la pena se impone
porque es eficaz. Pueden clasificarse en dos grupos:
Teoríaspreventivas: asignan ala pena el fin de prevenir delitos futuros. Estas se
dividen, en:
Prevención general: utilizan la pena en referencia a la colectividad. La pena
debe tratar de impedir que los individuos caigan en el delito, mediante la
intimidación de las sanciones.
Prevención espacial: Emplean la pena con única referencia al delincuente y la
ejecución de la misma se entiende como medio idóneo para evitar que el
infractor de la norma delinque de nuevo.
Teorías reparadoras: pretende como fin reparar las consecuencias dañosas del
acto perpetrado.
o Teorías mixtas: Tratan de hermanar los dos puntos de vista de las teorías absolutas y
relativas, asociando la justicia absoluta con el fin socialmente útil.
-La intimidación.
-Conclusión.
Podemos decir:
o Que la mayoría de las investigaciones realizadas hasta la fecha sobre los fines de la
pena se han ocupado casi exclusivamente de uno de ellos: la prevención del a
reincidencia de los individuos ya condenados.
o Que no existe ninguna prueba científica del valor intimidante de la pena.
o Que el concepto mismo de intimidación es ambiguo.
o Que, pese a ello, se continúa creyendo en los poderes mágicos de la intimidación.
o Que la intimidación no puede exceder ciertos límites.
o Que existen diferencias considerables en la manera de ver y apreciar la amenaza
penal.
o Que no se puede afirmar que la experiencia del castigo intimide la delincuente.
o Que las teorías retributivas y expiatorias se basan en facciones y mitos, así como en
una concepción del hombre totalmente desacreditada por la ciencia moderna.
o Que la pena sigue aun desempeñando una función moral y social importante.
Unidad 4
El artículo 41 proporciona las bases para fijar la pena en cada caso, teniendo en cuenta las
circunstancias de la conducta delictiva y de la personalidad del delincuente.
Los tribunales no lo consideran en su totalidad, sino que incluso tienen en cuenta una o
dos circunstancias para graduar la pena.
Naturaleza de la acción:
o Cada delito tiene un valor dado de criminalidad, un hurto no tiene la misma
criminalidad que un homicidio.
o Se refiere a la manera de ser de la ejecución de la acción constitutiva de cada delito.
o Comprende los modos de ejecución de la acción.
o Permite obtener datos sobre la peligrosidad del autor, teniendo como base las
circunstancias de la ejecución de la acción, en especial el modo de ejecución.
o Revela múltiples aspectos de la personalidad del delincuente. La conducta delictiva es
la expresión de la psicopatología particular del individuo.
o La conducta delictiva es la conducta que realiza un individuo en determinado
momento de su vida y en circunstancias especiales para él.
Medios empleados:
o Estos medios son los instrumentos utilizados por el autor para cometer el delito.
o Hacen referencia a todos los instrumentos subjetivos y objetivos que le individuo
utilizó para hacer posible dicha conducta antisocial.
o La elección del medio por el delincuente puede ser sintomático respecto a su
personalidad.
o Los instrumentos empleados están referidos a:
Medios objetivos: Armas, objetos pesados, muebles, sustancias toxicas, objetos
mecánicos, etc.
Medios subjetivos: Engaño, amenazas, provocación de miedo, otras situaciones
psíquicas.
Extensión del daño y del peligro causado:
o Este dato tiene en cuenta, en primer lugar, el bien jurídico lesionado y el valor
atribuido al mismo.
o Significa analizar situaciones que se mueven en tres esferas:
Ámbito de la ejecución penal.
Situaciones que se mueven en los antecedentes de la víctima.
Situaciones que se mueven en la individualidad de la víctima hacia su familia.
o Las consecuencias del delito en la victima generalmente son:
Perdida/daño de sus pertenencias.
Lesiones físicas-psicológicas.
Muerte de la víctima.
o Las consecuencias del delito en la victima dependen de las características de
personalidad de la víctima, la reacción de la familia y del medio social.
o Los daños pueden aparecer inmediatamente o posterior a la fecha del hecho.
o Los daños pueden ser de índole moral y de índole material.
Edad:
o Las diferentes etapas de la edad temporal, señalan diferentes edades psicológicas.
o Significa la consideración de:
Los procesos de maduración bio-psico-social para el conocimiento de la edad
psíquica del individuo y esto está muy relacionado a la capacidad de comprensión
y consciencia del daño ocasionado.
Los procesos de envejecimiento que representan un debilitamiento físico, psíquico
profundo y progresivo que pueden alterar las funciones intelectuales y las
conductas sociales.
Educación:
o La educación y las normas educativas son fuerzas del ambiente cuyo origen está en la
familia y en el medio social y cultural.
o También reviste importancia la educación transmitida a través de los grupos
informales, la apreciación de la formación intelectual y moral y su valor sintomático
delictivo.
o El individuo crece dentro de una constelación familiar en la que todos los miembros
participan como influencias en la formación de su personalidad.
o El ambiente material, la situación económica social, llega a tener enorme importancia.
De ella depende en buena porción, el clima psicológico. La insatisfacción de anhelos y
necesidades elementales ocasionan variaciones de conducta, angustias y
razonamientos.
o Esta circunstancia puede aclarar muchos interrogantes sobre los motivos que llevaron
al individuo a delinquir, los medios empleados, las circunstancias del tiempo, lugar y
modalidad delictiva, y especialmente para comprender la peligrosidad del individuo.
Costumbres:
o Significa conocer la historia del individuo hasta el momento de la conducta delictiva,
conocer sus hábitos, su comportamiento cotidiano, sus relaciones interpersonales, su
modo de vida.
o Sociológicamente el individuo está influenciado por todos aquellos grupos con los que
comparte el mismo tipo de conducta. Por lo tanto desarrollara aptitudes, rasgos
emocionales, actitudes y creencias como resultado de su pertenencia a ese grupo.
Conducta precedente:
o Comprende la conducta que el individuo había realizado antes de cometer el delito.
o Se refiere a los factores desencadenantes que actúan sobre una idea o una
disposición.
Calidad de los motivos que lo determinaron a delinquir:
o Esta circunstancia nos enfrenta con la criminogenesis.
o Toda conducta tiene una policausalidad muy compleja que deriva de distintos
contextos o múltiples relaciones en los que se halla todo ser humano.
o Es necesario el conocimiento de las motivaciones (causas) que han llevado a cometer
el delito, en relación a la historia del individuo.
o El conocimiento del tipo de delito, la vinculación con la víctima, la situación pre-
delictiva y post-delictiva, así como todos los datos posibles de la historia personal y
familiar brindaran una base para poder establecer el diagnóstico sobre las causas o las
motivaciones que llevaron al delito.
Miseria o dificultad de ganarse el sustento:
o La miseria puede influir gravemente sobre la familia, esto puede provocar en el
individuo una presión psicológica y social que sea proyectada en una búsqueda de
medios económicos, a la acción delictiva.
o Esta circunstancia es considerada atenuante a los fines de la individualización de la
pena.
La participación que haya tomado en el hecho:
o Nos indica que es necesario conocer el grado de la participación pero especialmente la
calidad de la participación que demuestren una mayor o menor peligrosidad. Ej:
golpear entre cuatro individuos a la víctima hasta matarla implica una calidad de
participación de alta peligrosidad social.
o Conocer el grado de participación implica el estudio de la psicología del grupo. Es
necesario entonces profundizar en la dinámica del grupo.
o A cada mimbro le corresponde un tipo distinto de rol y de participación.
La reincidencia en que hubiera incurrido:
o La reincidencia siempre implica un triples fracaso:
De la institución penitenciaria en cuanto al tratamiento impartido.
De la prevención de la ley.
Fracaso individual del sujeto, de sus controles psíquicos, de la dificultad para
tomar conciencia del daño ocasionado y su identificación con la conducta agresiva
y antisocial.
o La reincidencia reviste una mayor peligrosidad social.
o Es un síntoma porque el individuo en sus relaciones interpersonales y en su
percepción existencial demuestra proclividad a mayor inestabilidad.
o La reincidencia es un agravamiento de la pena, por ello es necesario que el juez
conozca el porqué de esa reincidencia, la sentencia anterior, el tipo del delito, el
tiempo que estuvo en la institución penitenciaria y los lapsos entre su salida y su
reincidencia.
Demás antecedentes y condiciones personales:
o Comprende todos los antecedentes, conductas y situaciones del sentenciado que no
están mencionados específicamente en el contenido del artículo 41 y que pueden
estar referidos a la existencia de una mayor peligrosidad del autor.
Vínculos personales:
o Se refiere a la relación entre el autor de la conducta delictiva y la víctima.
o Es necesario analizar las circunstancias del encuentro autor-victima, específicamente
el tipo de relaciones interpersonales.
o La relación autor-victima puede clasificarse en:
Relación familiar. Pertenecer al mismo grupo familiar.
Relación de conocimiento. Caso de amigos, vecinos.
Desconocimiento autor-victima.
Calidad de las personas:
o Se refiere a la víctima o víctimas del delito que demuestran una mayor peligrosidad del
autor.
o Se pretende conocer la personalidad de la víctima.
o Si la victima presenta una disminución física, psíquica y social reviste mayor
peligrosidad del autor del delito (ej: victimas con retardo mental).
o No es lo mismo encontrarse con victimas totalmente indefensas o victimas
provocadoras (con personalidad histérica, en la que imaginan ser agredidas).
Circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión:
o Constituyen datos sobre la menor o mayor capacidad criminal del delincuente. La
nocturnidad, el descampado, la oportunidad, etc. son datos que toman su significación
criminal en los distintos delitos y en sus acciones concretas de ejecución.
o Se refieren a circunstancias que, generalmente, están intercorrelacionadas y deben
analizarse como síntomas de mayor o menor peligrosidad.
o Aquí el tiempo significa la fecha, hora, momento en que se realiza el delito. La hora o
el día (feriados, días hábiles, días de pago) suelen estar referida a una delincuencia
especializada, es decir, el individuo elige ese tiempo porque es adecuado a su accionar
delictivo y porque facilita su consumación.
o En cuanto el lugar también puede ser sintomática de la personalidad del delincuente
respecto a su peligrosidad. Ej: el homicidio en una institución penitenciaria de una
vista familiar por un interno es un índice de alta peligrosidad.
o En cuanto al modo, es decir, la manera particular en que se realiza el delito, es
siempre particular, propio del individuo.
o La circunstancia ocasión se refiere a una situación que el individuo considera propicia
para cometer el delito.
El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto, de la víctima y de las
circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso:
o Es una regla dirigida al juez para que tome conocimiento del sujeto, de la víctima y de
las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso.
o Para la debida aplicación de esta regla es necesario que el juez cuente con auxiliares
técnicos que le informen sobre la personalidad del autor del delito, sobre la relación
autor-victima, y de la personalidad de la víctima.
Significa relacionar e integrar todas las circunstancias que menciona para conocer los
aspectos más significativos de la historia del individuo. No cabe tomar circunstancias
aisladas.
Significa la necesidad de considerar a la conducta delictiva como perteneciente a un
individuo con determinada problemática psico-social.
La conducta delictiva tiene un sentido cuando la relacionamos con la vida del sujeto en las
situaciones concretas en que dicha conducta delictiva se manifiesta.
La fundamentación de todas las circunstancias permitiría conocer los rasgos de
personalidad más importantes del individuo y el valor de las circunstancias en su sentido
agravante o atenuante en función del delito.
-Introducción.
Green llego a la conclusión de que los factores legales explican la mayoría de las
disparidades aparentes entre las decisiones del tribunal; los factores más importantes
fueron la gravedad del delito y las condenas previas del acusado. Gaudet atribuye
dicha diferencia a la “ecuación humana” o a la personalidad del juez. Cuanto más
sofisticados se hacen los intentos para aplicar un tratamiento individual, mayores
posibilidades existen de diferencias en las practicas judiciales.
El juez debe imponer únicamente las sanciones previstas en el código, pero las
medidas penales a su disposición suelen ser limitadas, lo que limita el poder de
individualización. El juez necesita, para individualizar la pena en forma adecuada,
disponer de una amplia información sobre la personalidad del reo y su historia
vital, antecedentes que se pueden encontrar en el informe preparado por
profesionales. El informe deberá ser completo, fidedigno, perteneciente al caso
estudiado, brece, inteligible y rápido.
Unidad 5
-Abstract.
En este trabajo de investigación se buscó plasmar la real aplicación del artículo 41 del
código penal argentino en las sentencias condenatorias durante el año 2008.
-Introducción.
Los conflictos sociales que culminan en una sentencia judicial del fuero penal constituyen
una vasta fuente de información en cuanto a la crisis que vive nuestra sociedad, por lo
tanto estudiarlos implica una revisión de nuestra realidad.
Nos planteamos dos interrogantes: ¿Cómo interpretan los jueces cada uno de los
elementos del artículo 41? ¿Qué importancia agravante o atenuante les asignan?
El proceso de establecer la pena al autor individualizado hace a la esencia del sistema
jurídico.
-Conclusiones.
Los órganos judiciales conocen y resuelven conflictos, generando así una acción social
concreta.
Esta investigación se centró específicamente en la labor judicial, analizando las tendencias
reveladas, a partir del procesamiento de la información recabada, en torno a un proceso
concreto: la individualización judicial de la pena.
Se determinó que existen ciertos parámetros de los contemplados en el artículo 41 del CP
cuya consideración por los magistrados tiene lugar en casi el 100% de los supuestos.
Entretanto, otras pautas solo se estiman en aproximadamente un 50% de los casos.
Finalmente ciertas directrices para la individualización judicial de la pena prácticamente no
se tienen en cuenta.
La propensión a considerar o no un elemento del articulo 41 permite dilucidar cierta
coherencia en el obrar de los magistrados, independientemente de las opiniones
doctrinarias, e incluso de la norma. Se trata de una especie de lógica interna.
-Introducción.
Muchas de las IT parecen funcionar la mayor parte del tiempo sin otro propósito que
servir como depósitos de internos, pese a que se presenten ante el público con carácter de
organizaciones racionales y tengan como objetivo formal la reforma de los internos, de
acuerdo con un esquema ideal. Esta contradicción entre lo que la institución hace y lo que
sus funcionarios deben decir que hace, constituye el contexto básico donde se desarrolla
la actividad diaria del personal.
El trabajo del personal se refiere única y exclusivamente a seres humanos que son objetos
y productos. El determinante crucial de este mundo laboral deriva de los aspectos únicos
del ser humano como material sobre el que hay que trabajar.
“La norma de humanidad” se define como parte intrínseca de la institución y como
garantía que ofrece a los internados implícitamente a cambio de su libertad. Es decir,
garantizarles algunos derechos como personas.
Otra contigencia típica de este mundo laboral se origina en los status y relaciones de los
internos en el mundo exterior y en la necesidad de tenerlos en cuenta.
En cuestión de normas y derechos el personal tiene obligaciones precisas cuyo
cumpliemiento se encargan de recordarle, no solo sus superiores jerárquicos sino los
diversos organismos de control de la sociedad general y hasta los parientes de los
internos. Obligación del personal de mantener ciertas normas de humanidad en el trato
con los internos, pero plantea el conflicto permanente entre las normas humanitarias y la
eficiencia de la institución.
Otra diferencia aparece cuando el interno está autorizado a hacer algunas visitas fueras
del establecimiento, porque entonces los desatinos que puede cometer en la sociedad civil
comprometen la responsabilidad de la institución.
Otra diferencia consiste en la posbilidad de impartir instrucciones a los objetos humanos a
través del ejercicio regular de la amenaza, la recompensa o la persuasión.
Aunque los materiales humanos no pueden ser nunca tan refractarios como los
inanimados, la misma capacidad de ellos de percibir y llevar adelante los propósitos del
personal hace que puedan obstaculizar más efectivamente al personal que los objetos
inanimados.
Otro aspecto en que los materiales humanos difieren de todos los otros y plantean
problemas únicos, es su posibilidad de llegar a constituirse en objetos de la simpatía y
hasta del cariño del personal, por más que se haya intentado mantener distancia: siempre
existe el peligro de que un interno parezca humano.
Las condiciones especiales del trabajo con seres humanos determinan la tarea diaria del
personal, tarea que por su misma índole se desarrolla en un clima moral especial.
La interpretación del comportamiento del interno en los términos moralistas adecuados a
la perspectiva de la institución, entraña necesariamente ciertos grandes supuestos previos
sobre el carácter de los seres humanos. El personal tiende a desarrollar una especie de
teoría de la naturaleza humana que es parte implícita de la perspectiva institucional:
racionaliza la actividad, proporciona un medio sutil para el mantenimiento de la distancia
social con los internos así como una imagen estereotipada de ellos y justifica el trato.
Típicamente abarca las posibilidades “buenas y malas” del comportamiento, las formas
que presenta la indisciplina, el valor instructivo de los privilegios y castigos y la diferencia
“esencial” entre personal e internos. Esta teoría, es sólo uno de los esquemas
interpretativos que ofrece la IT.
Trabajo: en el mundo exterior se trabaja por un salario, por lucro o por prestigio, la
eliminación de tales motivos invalidad ciertas interpretaciones de la actividad y reclama
otras nuevas, tales como quehaceres; es decir, que derivan de las necesidades de trabajo
del establecimiento, pero la versión que se le da al paciente es que con su ayuda volverá a
aprender a vivir en sociedad y que el empeño y la eficiencia que demuestre en su
cumplimiento se tomarán como evidencia diagnóstica de su mejoría. Es posible que el
paciente mismo perciba el trabajo desde este ángulo.
La atención de los internos está típicamente racionalizada según los fines ideales o
funciones del establecimiento, lo que exige servicios técnicos regulares: se contratan
profesionales evitando a los internos la necesidad de salir. Los profesionales poco a poco
vayan sintiéndose insatisfechos, se quejan de no poder practicar adecuadamente su
profesión y que se los mantiene “cautivos” solo para que autoricen con una sanción
profesional el sistema de privilegios, es decir mantienen una relación un poco difícil con
los fines del establecimiento.
El grupo que se halla en constante contacto con los internos suelen sentir que se les ha
impuesto una tarea contradictoria: mientras reduce a los internos a la obediencia, debe
dar la impresión de atenerse a las normas humanitarias y realizar los fines racionales de la
institución.
Cada perspectiva incluye una imagen del otro que rara vez conduce a una identificación
simpática. Además de las vinculaciones personales ilícitas o equívocas que atraviesan la
línea divisoria personal-internos, se presenta un segundo contacto irregular.
Los miembros del personal, a diferencia de los internos, mantienen algunos aspectos de su
vida aislados de la institución. Es cosa sobreentendida que el tiempo de trabajo de los
internos apenas tiene valor para ellos mismos, y que el personal puede disponer de él
discrecionalmente. Son circunstancias en que cuesta mantener la separación de roles y los
internos no tardarán en encontrarse desempeñando tareas serviles en beneficio del
personal. Sin embargo, como el marco de referencia formal de la institución no incluye
estos servicios el personal se ve obligado a mostrar cierta consideración por sus servidores
y se siente imposibilitado de mantener la distancia habitual. Es una forma accidental de
cruzar las fronteras.
Acercamientos institucionalizados: La IT parece desarrollar una serie de prácticas
institucionalizadas a través de las cuales personal e internos se acercan lo suficiente para
que cada grupo obtenga algo favorable del otro y se identifique simpáticamente con la
situación del otro, expresan unidad, solidaridad e interés conjunto en la institución, antes
que diferencias. Se caracterizan por atenuación de las formalidades y la orientación del
trabajo que rigen los contactos entre internos y personal y por ablandamiento en la
cadena habitual del mando. Representan el “relevo del rol”.
o Una de las formas más comunes de ceremonia institucional es la redacción, impresión
y distribución de un boletín semanal o una revista mensual. Los colaboradores son
internos de lo que resulta una especie de parodia jerárquica; la supervisión y la
censura se encomiendan a un miembro del personal que congenie más o menos con
los internos, pero que sea leal. El contenido contribuye a dar acento de realidad
pública a este mundo interior. Dos clases de materiales publicados:
“noticias locales”: información sobre ceremonias recientes y referencias a
acontecimientos de orden “particular” (cumpleaños, ascensos, viajes, etc) sobre
todo de las figuras más encumbradas o famoas del personal. Tiene carácter de
congratulación o condolencia y expresa en nombre de toda la IT un interés
simpático por las vidas de sus miembros.
De enfoque editorial: noticias del mundo exterior relativas al status social y
jurídico de internos y ex – internos; ensayos originales, cuentos y poesías. Aunque
redactado por internos este material expresa el enfoque oficial de la IT: la teoría
personal sobre la naturaleza humana, una versión idealizada de las relaciones
entre el personal e internos y la posición que debería adoptar un converso ideal:
presente la línea de acción de la institución.
-Introducción.
-Garantía de legalidad.
-Debido proceso.
-Seguridad personal.
-Defensa en juicio.
-Libertad personal.
-Cohesión familiar.
El derecho de crear y mantener una familia se encuentra también reconocido, así como el
de evitar injerencias extrañas o abusivas en la vida familiar. Esto último implica la
necesidad de impedir actos imputativos o probatorios que aun cuando pudieran ser de
suma relevancia para lograr el castigo de un delito, por provenir de parientes directos de
su autor, puedan poner en peligro la unidad de su familia.
Para ello deberá establecerse la prohibición de denunciar a ascendientes, descendientes,
cónyuges o hermanos, salvo que el ilícito haya sido cometido en perjuicio del denunciante
o de un pariente suyo de grado igual o más próximo que el autor.
La excepción se justifica pues éste, con su accionar delictivo, ya habría afectado la
cohesión familiar.
Habrá también que impedir el testimonio en contra del cónyuge y los parientes
precedentemente señalados, salvo que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del
testigo o de una persona ligada a él por alguno de esos vínculos, casos en que se acordará
a los primeros la facultad de abstenerse de declarar.
Idéntica posibilidad deberá otorgarse respecto de otros más lejanos en pro de lograr
idéntica tutela, y habrá que establecer la prohibición de requerir de todos ellos la exibición
de cosas o documentos relacionados con el delito o que puedan servir como medios de
prueba, o como medio de facilitar la producción de éstas.
En todos estos supuestos el estado debe preferir la obstaculización y aun la frustración de
su potestad represiva, a lograr su efectivización a costa de la destrucción de la unión de la
familia del presunto culpable.
También cabe dentro de esta idea el reconocimiento a la familia de la víctima de un delito
de homicidio de lograr, en un plazo razonable y luego de las operaciones periciales del
caso, la entrega de su cadáver para la realización de las ceremonias fúnebres habituales.
-Propiedad.
-Pudor.
Como una manifestación de la dignidad de la persona, es necesario asegurar el respecto a
su pudor cuando sea objeto de la persecución penal del estado.
Será preciso que se restrinja al límite de la más estricta necesidad cualquier actuación
judicial sobre su cuerpo, como sería la requisa personal, autorizándola solo cuando se
sospeche que oculta sobre sí cosas relacionadas con el delito, e instrumentando un
trámite respetuoso de aquel aspecto.
El mismo cuidado deberá observarse en caso de inspección corporal y mental y en relación
al lugar de cumplimiento del encarcelamiento procesal (clasificando a los internos por
razones de sexo, antecedentes y naturaleza del delito atribuido, etc.)
Se considera que el domicilio es como una proyección espacial del ámbito de intimidad de
una persona, lo que ha determinado el reconocimiento general de su inviolabilidad y la
exclusión de injerencias arbitrarias en él. Sin embargo, esta garantía puede admitir
excepciones durante el proceso penal, cuando sean indispensables para asegurar el
descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley.
Por ejemplo, se podrá autorizar el registro y allanamiento del domicilio, cuando en su
interior puedan encontrarse cosas relacionadas con el delito que se investiga o con sus
posibles partícipes. En este sentido habrá que señalar la necesidad de que el allanamiento
de domicilio sea dispuesto solo por el juez competente y en los casos exclusivamente
autorizados por la ley, mediante orden motivada y previa al acto, escrita y determinada. La
ejecución de la diligencia será diurna y permitiendo la presencia del titular del domicilio.
-Secreto profesional.
El derecho a que las intimidades comunicadas a ciertas personas por requerimientos
propios de su oficio, profesión o estado, sean mantenidas en reserva, debe también ser
tutelado en el ámbito del proceso penal.
Habrá que establecer, respecto de los depositarios de las confidencias, la prohibición de
denunciar los delitos que puedan conocer a través de ellas, cuando tal conocimiento se
encuentre, por la ley, al amparo del secreto profesional.
Deberán abstenerse de declarar como testigos sobre los hechos de los que se hubieren
enterado en razón del propio estado, oficio o profesión, los ministros de un culto
admitido, abogados, procuradores, escribanos, médicos, farmacéuticos, parteras, demás
auxiliares del arte de curar, salvo que sean liberados por el interesado en que se guarde el
secreto.
En todos estos casos el interés público en el descubrimiento de la verdad deberá ceder
frente al derecho individual.
Quien haya sido injustamente condenado en un proceso penal, a de intentar que se revise
la sentencia en su favor, aun cuando se encuentre firme.
La autoridad de cosa juzgada deberá ceder cuando haya sido lograda a consecuencia de un
error judicial, determinado por falsas pruebas o por prevaricato, cohecho, violencia u otra
maquinación fraudulenta.
Basalo define al sistema penitenciario como la organización creada por el estado para la
ejecución de las sanciones penales. En ese sistema tendrán cabida los distintos regímenes
penitenciarios
El régimen penitenciario es el conjunto de condiciones e influencias que se reúnen en una
institución para procurar la obtención de la finalidad particular que se le asigne a la
sanción penal. El conjunto de influencias y condiciones incluye la arquitectura
penitenciaria adecuada al tipo de establecimiento que se desee emplazar, el personal
idóneo, una serie de sentenciados, un nivel de vida humana aceptable. En cuanto a la
finalidad particular que se le asigne a la sanción penal pueden ser: la reeducacion, la
readaptación, la segregación condicionada. Cada establecimiento tienen su propio
régimen penitenciario.
El tratamiento penitenciario es la aplicación intencionada a cada caso particular de
aquellas influencias peculiares, especificas, reunidas en una institución determinada para
remover, anular o neutralizar los factores relevantes de la inadaptación social del
delincuente.
-Tipos de regímenes.
-Progresividad.
-Servicio criminológico.
-Consejo correccional.
-Introducción.
A fines del siglo XVIII, bajo la influencia de la corriente humanitaria, las penas corporales
empezaron a ser remplazadas por las penas privativas de libertad.
En esa época las escuelas penales le atribuyeron a la pena fines diversos: la escuela clásica
acentúa su aspecto moral, retributivo, expiatorio e intimidante; los positivistas introducen
la noción de medidas de seguridad y los neoclásicos siguen asignándole fines represivos
aunque también insisten en la necesidad de la enmienda del condenado: el movimiento
de la defensa social considera que la pena debe asegurar una protección eficaz de la
comunidad social.
La concepción penitenciaria moderna intenta sacar partido a la prisión aplicándole al
delincuente un tratamiento reeducativo con vistas a su rehabilitación social y a su
readaptación.
La verdad es que aún no se ha decidido cual o cuales deben ser las finalidades de la pena
privativa de libertad.
En todos los casos hay problemas en lo que se considera éxito o fracaso del
tratamiento. El único criterio utilizado ha sido la reincidencia. Tampoco existe
unanimidad en lo que se refiere a si debe juzgarse la eficacia del tratamiento durante
su aplicación o solo cuando ha transcurrido un determinado lapso después de
terminar dicho tratamiento.
-Futuro de la prisión.
Se trata, por un lado, de lugares pacificados. En la medida en que las instituciones inician
una modalidad especifica de relación social, tendiendo a formar y socializar a los
individuos de acuerdo a un patrón específico desempeñan un papel esencial en la
regulación social global. Su finalidad no es de existencia, sino centrado en las relaciones
humanas. La familia, la Iglesia, el Estado pueden considerarse instituciones porque
plantean los problemas de la alteridad, de la aceptación del otro como sujeto pensante y
autónomo por cada uno de los actores sociales.
Las instituciones crean normas particulares y sistemas de referencia que sirven como ley
organizadora de la vida física y de la vida mental y social de aquellos que son sus
miembros.
Toda institución tiene la vocación de encarnar el bien común y para hacerlo va a favorecer
la manifestación de pulsiones con la condición de que se metaforicen y metabolicen en
deseos socialmente aceptables y valorados ya que la emergencia de símbolos tiene la
función de unificar la institución y garantizar su poder sobre la CC y el ICC de sus
miembros. Sin instituciones sería inconcebible cualquier civilización. En todas ellas se pone
al descubierto la mirada de lo divino, quien permitió la existencia de la armonía y exige a
cambio nuestro amor hacia él y hacia los otros. Esta última es la presencia de Eros, que
vincula a los seres entre sí y permite a cada cual reconocer en el otro a su “prójimo”. El
clamor de Eros tiene posibilidades de trastornar a los miembros de la institución. Si esto
ocurre, no podrán darse cuenta de la silenciosa entrada de Tanatos en el proceso de
instauración del vínculo. Cuando sobreviene esa situación, triunfan la indiferenciación y la
homogenización, cuyas características mortíferas son conocidas. Entonces, un modelo de
trabajo y eficacia es sustituido por un modelo de fusión sin fallas, lo cual refleja la obsesión
de la plenitud. Podríamos decir que Tanatos se despliega en el lugar donde parecía
dominar Eros, promoviendo “un narcisismo de muerte”.
Por otra parte, son lugares que no pueden impedir la emergencia de lo que estuvo en su
origen y contra lo cual surgieron: la violencia fundadora. Si bien renunciaron a la violencia
de todos contra todos, instauraron la violencia legal, la cual es enunciada como ley
estructural. Pero al hacerlo exige de los hombres sacrificios que los colocan en situaciones
intolerables porque genera angustias y peligros específicos. La violencia parece
consustancial a la vida institucional, ya que procede de la legalidad que reclama a los
hombres la renuncia a sus pulsiones y al hacerlo, es capaz de favorecer el deseo de
transgredir lo prohibido.
En cuanto a las estructuras adoptadas para que la institución funcione, se presentan como
“defensas contra la ansiedad depresiva y contra la ansiedad persecutoria”.
La institución no instaura una pantalla suficiente como para impedir que sus miembros se
sientan invadidos por las proyecciones de los otros y que experimenten un sentimiento de
intrusión en su psique, entonces hay que admitir que Tánatos desempeña un papel
esencial en la vida en la institución.
-Las instituciones: sistemas culutrales, simbólicos e imaginarios.
Estas instituciones están pobladas de individuos que por naturaleza ocupan posiciones
asimétricas. La institución familiar, coloca a éste en una situación de dependencia total; la
escuela instaura una separación entre un maestro, guardián del saber, y un alumno en
proceso de aprendizaje; el ejército instaura una diferencia fundamental entre el
comandante y el soldado. La instituciones terapéutica no deroga esa asimetría, coloca de
un lado los médicos, enfermeros, educadores, analistas, formadores poseedores de
técnicas más o menos sofisticadas, y de otro a los "clientes" que en primera instancia
podrían definirse como objeto de esas técnicas.
Pero ofrecen una modalidad de existencia particular, en las demás instituciones las
relaciones son asimétricas sólo por un tiempo, si el niño puede llegar a ser padre, el
alumno maestro, el soldado comandante, tomando al individuo y colocándolo a la fuerza
en un lugar que no pidió, lo cual no sucede en las instituciones terapéuticas. En éstas,
instituciones hospitalarias, de reeducación, de acogida, protección o salvaguarda, la
relación asimétrica es permanente y los individuos no llegaran a ser agentes activos
institucionalmente hablando. Todos ellos expresan, más o menos explícitamente, una
demanda de ayuda. Llegan llenos de esperanza y dispuestos a la sumisión, pero también
con sus exigencias desmesuradas y sus posibilidades de rebelión y violencia.
Encuentro con lo arbitrario:
o Se trata de personas que han encontrado en sus vidas lo arbitrario y no una ley
estructurante, han experimentado un exceso: exceso de contactos eróticos en unos
casos, de amor invasor, de apego englobante, y en otros casos exceso de golpes, de
odio destructor, de deseos de muerte o más sencillamente de indiferencia de sus
padres (sus primeros educadores), que los hacen vivir en una situación de carencia
afectiva insoportable. No tuvieron la posibilidad de confrontarse ni con límites y
prohibiciones explicadas y aceptables, no han estado en condiciones de vivir una
represión necesaria para la constitución de un sujeto viviente. Si esa represión hubiera
tenido lugar, hubiera sido creadora de cultura y de lenguaje, y hubiera abierto las
puertas a la sublimación. Si no fue posible, tal vez se deba a que lo reprimido no haya
estado en su lugar en los mismos padres.
o Es lo que pasa en la psicosis si nos referimos a la teorización que propone P. Aulagnier.
"En el registro de la psicosis, la represión aspira a volver imposible la revelación de un
no reprimido presente y que actúa en la psique materna. En tanto instancia represora,
la madre prohibirá al hijo todo pensamiento, toda significación, toda interpretación,
que pusiera en palabras eso no reprimido. Por eso en este caso no puede haber una
alianza positiva, estructurante, entre la acción represora operada por el padre y la
acción represora que debiera apropiarse el Yo.
o Puede estar en juego otra determinación: la ausencia de todo discurso de represión
por parte de los primeros educadores, al no poder lidiar con el odio y a la supresión. La
violencia es un discurso sin voz, la violencia no se puede hablar, se vive, se expresa,
trabaja al nivel de una marca sin meditaciones, sobre el cuerpo y sobre el espíritu.
o Algunos de ellos fueron enfrentados a prohibiciones estructurantes. Entonces su
demanda de ayuda se debe a un exceso o a un déficit de prohibiciones, cuando no a la
imposibilidad de encontrarse y definirse en el laberinto de las prohibiciones múltiples
que les son impuestas sin jerarquía.
El exceso de prohibiciones:
o Exceso de prohibiciones: así las viven los pacientes que padecieron una educación
rígida, de tipo puritano, donde lo que estaba en juego no era solamente no transgredir
la prohibición, sino considerar con horror lo designado por ella, como la expresión de
lo demoníaco oculto en cada ser. a. Cuando eso se produce, asistimos a un desarrollo
tal del sentimiento de culpa, derivado de la angustia ante la retirada de amor, de la
angustia ante el superyó, que a través de la renuncia casi completa a la satisfacción de
las pulsiones, lleva a niveles de tensión intolerables. Nos encontramos con individuos
incapaces de seguir el programa del principio del placer, que ya no saben amar, y por
consiguiente son incapaces de deseo, dado que el deseo es indisociable del placer, de
la búsqueda de un objeto que procure placer y al que el sujeto desea procurar placer.
sí mismo" (Mac Dougall, 1978, pág. 220). Cuando no necesitan la institución
terapéutica o formativa, cuando no experimentan fallas en su caparazón, se
conforman con vivir como muertos-vivos, y con hacer pagar a su entorno, a su familia
y a sus subordinados su estado de renunciamiento pulsional erótico. Pero si se instala
una falla, entonces se sienten perseguidos, no entienden lo que les pasa, pueden
inclinarse a la locura, o ser presas de la idea del suicidio. Piden ayuda, pero la pulsión
de muerte que los anima les va a impedir abrir los ojos. Pueden vivir niveles de tensión
tan elevados que la energía durante mucho tiempo comprimido se derramará de
golpe, y harán lo que nunca se habían animado a hacer y siempre habían imputado a
sus adversarios: van a sentir remontarse dentro de ellos emociones de las que no se
creían capaces, y acudirán en busca de asistencia.
o Terapeutas y formadores conocen bien a estos individuos sin problemas, cuyo
problema consiste precisamente en no haber podido admitir y aceptar su conflicto y
sus sufrimientos, y que funcionan bajo la égida de una ideología protectora que les
impide vivir y pensar.
El déficit de prohibiciones:
o La civilización moderna favorece la eclosión de individuos abandonados a sí mismos, a
quienes los padres no pudieron servir como referencia porque ellos mismos en una
situación de perturbación, por lo tanto incapaces de enunciar prohibiciones
estructurantes. Individuos están de hecho despojados de superyó y de ideal del yo,
tienen como grupo de apoyo solamente a sus "pares", y los ideales mediáticos
propuestos masivamente. Lo que empieza por padre acaba en la masa, la masa
versátil, atrapada por los discursos más groseros, las imágenes más violentas,
impropias de la imaginación creadora, se entrega a los ídolos más efímeros, a los
impulsos más primarios, y vive bajo la égida de lo arcaico. El otro sólo puede ser
percibido en tanto objeto de satisfacción de sus necesidades más inmediatas, menos
metabolizadas. Al igual desconoce de la alteridad, ya que la propia nunca fue
conocida.
o Son incapaces de culpabilidad y de remordimiento, funcionan bajo el registro de la
búsqueda de la satisfacción inmediata. Inadaptados amorfos sobre los que es difícil
influir, porque nunca fueron investidos como personas autónomas, porque recibieron
la indiferencia de sus padres y de su ambiente: se volverán indiferentes a sí mismos,
tanto como a los demás.
o Terapeutas, educadores y reeducadores se preguntan cómo ayudarlos a construirse
una identidad, a hacerlos capaces de amor, a darles ganas de trabajar, a convertirlos
en sujetos responsables de su vida y de su tiempo. En efecto, parecería que en ellos la
única gana es el regreso al estado anorgánico. Sufren violentamente por no haber
encontrado puntos de sostén y de anclaje. Pero no lo saben. Necesitarían aprender a
sufrir para pasar de la situación de sufrientes a la de seres de sufrimiento.
El laberinto de las prohibiciones:
o Los individuos se ven atrapados en una serie de normas, no jerarquizadas, que
impiden a los individuos tener puntos de apoyo, apuntalar su vida sobre fundamentos
sólidos. Entonces son empujados de una norma a otra, de normas oficiales a normas
insidiosamente evocadas, de normas de solidaridad a normas de individualismo.
Cuanto más se diferencia la civilización, menos promulga leyes unívocas; cuanto más
pierde el individuo sus puntos de referencia, más cuestionada, más fragmentada
resulta su identidad, y más forzado se ve a elaborar duelos y a procesar
reorganizaciones de su personalidad.
o Aparte de la neurosis, las únicas soluciones abiertas al sujeto son: el repliegue sobre sí,
la "personalidad narcisista", presa del delirio de grandeza en la incapacidad de
reconocer a los otros y en la ilusión de creerse creador de normas afirmativas que
permiten dar la última palabra a la pulsión auto conservadora; o bien la elección de
una norma temporaria valorizada, que sirve de ideal y rige la vida, que culmina en la
creación de lo que podemos llamar "personalidades oscilantes". Las personalidades
narcisistas y las personalidades oscilantes nunca piden ayuda, porque son incapaces
de interrogarse. Sólo si su tranquilidad se ve empañada verán despertarse la duda y
sabrán lo que es la vacilación. En cambio, los que no saben ya "a qué santo
encomendarse" vienen a buscar formadores para que les indiquen "el buen camino" o
terapeutas que les permitan enfrentarse a sus conflictos neuróticos. Estos últimos son
sin duda los menos atravesados por la pulsión de muerte, en la medida en que sienten
subir en ellos la angustia de la vida.
o Cualquiera sea el sufrimiento que opera en la psique de estos diversos pacientes, se
presentan como individuos desadaptados, fragmentados, atravesados por la pulsión
de muerte de los otros que interiorizaron y que vuelven contra ellos mismos o/y
contra su entorno, empujados por el odio de sí y de los otros o, al menos, por una
interrogación dolorosa que pone en cuestión la posibilidad de estar vivo, en otras
palabras, de darse una finalidad y de querer realizar algo para sí y para los otros, y a
veces por la desaparición en ellos de todo deseo. Su psique está en peligro de muerte,
y sabemos que la muerte psíquica arrastra ineluctablemente la degradación lenta pero
irreversible, o la muerte física, propia y de otros. Están allí con un grito silencioso, y
esperan que un sujeto los escuche y, mediante su presencia atenta, indique que
pueden recibir el sentido (o la ausencia de sentido) del que son portadores sin saberlo.
Son operadores sociales, que tomaran a su cargo individuos que están mal consigo mismos
dentro de una institución.
Quienes trabajan en lo psíquico lo hacen por razones variadas. Estas razones remiten a
constantes:
o SERES MARGINALES: Los operadores son seres marginales, son personas que no se
interesan ni en la producción ni en la decisión ni en el poder, es decir en nada
constitutivo a la existencia de esta sociedad. Un psicoanalista puede tener poder, lo
que lo caracteriza no es emplearlo. Ser marginal significa conducirse de manera no
congruente con el sistema social y tomarse a pecho lo que al sistema no le preocupa:
la verdad y la autonomía del sujeto. Esta posición marginal comporta siempre como
posibilidad la negación o el olvido de las exigencias sociales y de la realidad histórica.
La relación terapéutica puede idealizarse. La complacencia ara su acción, el interés
para su función, pueden arrastrar al terapeuta a la instauración de un proceso de
desrealizacion. En este momento puede creerse que el amor de transferencia es un
amo verdadero y que el análisis reemplaza la vida. Pocos terapeutas caerían en esta
trampa. Pero la tentación es grande, porque todo marginal aspira en convertirse en
central haciendo prevalecer una palabra nueva. Si sucumbe a la tentación se
convertirá en padre y madre del paciente, su amante real y le impedirá desprenderse
de él. El paciente es el mismo un marginal, el terapeuta corre el riesgo de estar
fascinado por in paciente, de identificarse con él y con sus normas.
o PERSONAS PREOCUPADAS POR SUS PROBLEMAS PSIQUICOS: Estos operadores están
preocupados por sus problemas psíquicos mal o insuficientemente resueltos. Es
corriente constatar que en terapeuta sigue su propio trabajo de exploración de su
psique en la relación que entabla con los pacientes. El problema esencial que vive el
terapeuta es el mito personal, concierne al origen. ¿De dónde vienen los niños? ¿cómo
naci? Siempre se trata de una pregunta referida al parentesco y a la filiación, a las
diferencias de sexos y la diferencia de generación. En la mayor parte de la gente estas
preguntas están olvidadas, en el terapeuta se encuentran de manera punzante. El
terapeuta nunca está seguro de haber sido deseado por sus padres, de haber nacido
realmente, de estar en condiciones de favorecer el nacimiento de otro. Necesita de
otros, su mirada, su amor, su reconocimiento, pero también su odio y sus preguntas,
para saber que existe. Obsesionado por el problema de la filiación, el que trabaja en lo
social tiene más oportunidades que otros de hacer que esos deseos sean operantes.
o SERES EN PROCESO DE CAMBIO: El terapeuta percibe al individuo como un ser en
proceso de cambio, que vive de sus conflictos, de sus contradicciones y del intento de
tratarlos. Así es sensible a lo imprevisto, desea favorecer en otros un proceso de
descubrimiento de la verdad que lo constituye e instituye. El ideal de Pigmalión
obsesione a todo interviniente; la tendencia a clausurar la experiencia sigue siendo
una tentación constante, en la medida que el terapeuta siempre teme que el paciente
lo lleve por caminos no balizados, donde los dos podrían encontrar la experiencia
innombrable. Todo terapeuta pone más o menos en marcha proyectos consientes o
fantasmas inconscientes referidos al modelo formador. El deseo de cura
profundamente expresado y motor exclusivo de la acción puede provocar una
reacción terapéutica negativa y encerrar aún más al paciente en sus dificultades. El
deseo de reparación desarrolla en el agente una voluntad demiúrgica de salvataje y
una visión del otro como una maquina cuyos engranajes se conocen bien y cuyo
funcionamiento hay que mejor, de allí el peligro de no escuchar la queja del paciente y
de constatar lateralmente a sus demanda. Todo individuo, especialmente todo
terapeuta, se encuentra en una situación de poder y puede ceder a la tendencia de
abusar de él, aun cuando conscientemente sepa que debe resistir a ella. Entonces se
convierte no en un padre que cumple el papel de referente, sino en un perseguidor
negador y castrador de los otros.
Hasta finales del siglo XVIII la privación de la libertad es una de las varias clases de pena.
También hay penas de galeras y la pena de muerte, las mutilaciones y las penas
infamantes.
En estas cárceles no hay derechos ni deberes, hay la mayor promiscuidad, sin control
sanitario.
Paralelamente a las cárceles existe otra institución llamadas “casas de trabajo”, que nacen
en estas sociedades porque están necesitadas de numerosa mano de obra no solo
especializada, sino también disciplinada. Basan su régimen en la disciplina y el aprendizaje
laboral. Han albergado a pobres, mendigos, delincuentes.
Con la crisis del mercantilismo y el aumento de la población europea, estas casas de
trabajo sufren una mutación: su capacidad laboral se degrada y acaba por desaparecer
para convertirse en depósito de individuos sobrantes.
En este sigo, los papeles de las cárceles y las casas de trabajo se entrecruzan
Surge el individuo socialmente marginado destinado a un tipo de pena: la privación de
libertad para su educación disciplinaria y/o segregación.
Al final del siglo XVIII las corrientes ideológicas materialistas dan lugar a las posturas
reformistas de las cárceles, de las casas de trabajo y de los asilos, con el fin de implantar
una efectiva disciplina en la zona marginada, lo cual se pretende lograr con la reforma
moral y religiosa y la reforma sanitaria del cuerpo.
La disciplina tiene como principal motivo erradicar la corrupción y el desorden de las
prisiones. Así se establece la separación de los reclusos mediante su clasificación por sexo
y edad, para después colocarlos en régimen de aislamiento celular parcial, es decir, trabajo
común, pero en silencio y separación por la noche.
En el siglo XIX se puede decir que se establece definitivamente el penitenciario.
Es en Pensilvania donde se plasma el modelo celular completo o sistema de Filadelfia, que
supone el aislamiento total nocturno y diurno.
El modelo del Filadelfia es progresivamente abandonado por la evolución del trabajo
manual, tosco e individual a favor de la implantación del sistema Auburne, en el que el
aislamiento es solo nocturno mientras que el trabajo se realiza colectivamente pero en
silencio.
En ambos modelos, el instrumento privilegiado es el sometimiento. El mostrar señales
tangibles de arrepentimiento equivale a dar prueba de estarse reformando.
Al final del siglo XIX, cuando fracaso la cárcel como castigo se crea una necesidad de
cambio en la política criminal.
El aislamiento celular completo produce un alarmante record de muertes,
automutilaciones y suicidios.
Es el pensamiento positivista, con el concepto de peligrosidad social, el que hace posible el
cambio de orientación de la ideología punitiva, al centrarla en un cambio del individuo. La
cárcel pasa a ser un aparato de transformación del individuo, un laboratorio.
El tipo de conducta que la resocialización ha de crear en el individuo es aquella que le lleve
a adaptarse a las normas capitalistas. Se impone un método consistente en un tratamiento
socio-terapéutico para su integración en el proceso de producción y de consumo.
Pero al entender que el individuo disidente-infractor es una personalidad peligrosa cuyo
acto es síndrome de un desequilibrio, la producción de un cambio de actitudes deberá
también implicar la imposición de un programa terapéutico. En este proceso el recluso
será sometido a relaciones autoritarias, colocado bajo la autoridad medica en la terapia y
bajo la custodia laboral.
Terapia y medicalización, aprendizaje y disciplina serán elementos que se entrecruzaran y
autoifluenciaran en la vida diaria de la cárcel.
o La relación terapéutica: El tratamiento se fundamenta en el estudio de la personalidad
del recluso, implica una situación autoritaria y de subordinación reglamentaria. Se
ejerce un saber clínico sobre el condenado, se lo convierte en un “caso” para asentar
únicamente en él, el cambio que se desea realizar. El recluso se convierte en el
espécimen viviente de una determinada anomalía y es clasificado conforme a las
categorías patológicas. Para el recluso el tratamiento terapéutico es un juego
humillante que tiene que aprender a jugar, ya que es la base para llegar al fin de la
sentencia o para alcanzar la etapa de libertad condicional. El recluso deja de
convertirse en un humano libre para convertirse en una cosa depósito de
prescripciones. El tratamiento pretende hacer del interno una persona con la
intención y capacidad de vivir respetando la ley penal, así como de subvenir a sus
necesidades. Se procurara desarrollar en ellos una actitud de respeto a sí mismos y de
responsabilidad individual y social. Se estimulara el internes y la colaboración de los
internos en su propio tratamiento. Sera de carácter continuo y dinámico.
o El aprendizaje laboral: El trabajo penitenciario en el mundo capitalista occidental
presenta las siguientes características:
Escasez de instrucción laboral: Solo un número muy reducido de reclusos ejercen
un tipo de trabajo que llamaríamos “reciosalizador”.
Imposibilidad de escoger algún tipo de trabajo que interese al recluso.
Falta absoluta de medios para completar o iniciar estudios.
Carencia o ineficacia de los organismos postcarcelarios para encauzar al ex recluso
en la vida laboral: aunque éste haya adquirido una técnica laboral, el certificado
que lo evidencia muestra explícitamente su procedencia carcelaria.
El mundo laboral del preso tiene unas características muy distintas a las que
encontrará en el exterior. El trabajo carcelario no guarda ningún tipo de relación con
la producción de tipo industrial que impera en la sociedad. Al mismo tiempo, en el
mercado del trabajo, se exige cada vez más la especialización, por lo que le trabajo
como peón no le dará acceso a un verdadero oficio que pueda ser útil. Foucault dice
que la utilidad del trabajo no es un provecho, ni siquiera la formación de una habilidad
útil, sino la construcción de una relación de poder, de una forma económica vacía, de
un esquema de sumisión individual.
o La medicalización: Como método de control tiene una finalidad disciplinaria: mantener
al recluso en su situación de aceptación alienada de la disciplina o modificarle su
actitud de rebeldía. La finalidad del tratamiento médico es aclimatar a este individuo
desviado de sí mismo a la posibilidad de continuar funcionando, es decir, a que se
someta al mundo institucional. La terapia se ha confundido con el tratamiento médico
y psiquiátrico individualizado consistente en programas que tienen como primer
objetivo quebrar la resistencia del preso para replegarlo a las demandas de la
institución.
o La disciplina: En el sistema penitenciario progresivo la disciplina llega a abarcar todos
los aspectos de actuación del recluso porque es la base de su proceso escalonado
hacia la libertad. Hemos visto que la terapia consiste ya en si en una dominación, lo
mismo sucede con el trabajo y la medicalización. Todos los elementos de la
resocialización convergen, pues, para lograr un máximo de disciplina. Hay una
contradicción entre querer enseñar al recluso a comportarse competitivamente en
una sociedad libre y los métodos empleados: falta de libertad y estrecha y rígida
regulación de la vida del recluso. La cárcel resocializadora es un espacio construido
sobre los cimientos de una inquebrantable disciplina y lo único que se espera del
reposo es sumisión, siendo esta la determinante de la normalidad o anormalidad de su
conducta.
La cárcel es un aparato disciplinario exhaustivo en varios sentidos: debe ocuparse de
todos los aspectos del individuo; es omnidisciplinaria; no se interrumpe; disciplina
incesante; da un poder casi total sobre los detenidos: disciplina despótica.
Al estudiar aquellas conductas que tienen que ver con el delito o con las conducta
antisocial, se hace impresindible señalar, no solamente los factores psicológicos de lops
individuos afectados, sino también todos aquellos factores que directa o indirectamente
incidieron para que se produzca la transgresión.
Tomemos como ejemplo el caso de los delios o las conductas antisociales en los que están
involucrados menores de edad. Esto repercute en el seno de la sociedad produciendo una
alarma social, que no es otra cosa que un llamado de atención; llamado que la sociedad
está empeñada a negar, utilizando para ello mecanismos e instituciones ineficaces (porque
para el fin con que fueron creadas: la sociabilización).
De esta manera solo se logra formar grupos sociales segregados de una estructura social
alterada en sus vínculos.
Así, la socialmente llamada “delincuencia juvenil” es aceptada como algo natural y
absoluta, y nunca como algo relativo al contexto social; lo que implica no reconocer ni
aceptar las falencias de todos y cada uno de los integrantes del cuerpo social.
Las instituciones están empeñadas más en defender a la sociedad del anormal que en
curar al enfermo y su enfermedad.
Lo esencial pareciera ser el estigmatizar a aquel que se desvió de la norma, ya que a partir
de ese momento, todo lo que haga será equivocado.
Si bien en este contexto institucional la enfermedad tiene un valor relativo, bajo ningún
concepto significa que no existe, solamente se encuentra encubierta tras los muros
institucionalizados. Y es en este punto de inflexión donde el psicólogo forense adquiere
aún más relevancia, porque es necesario activar la concientización de que existe una
población en riesgo, y que ésta no necesita del castigo o de la caridad, sino de un
adecuado tratamiento.
Las instituciones se manejan con un sistema referencial que esta basado en un sofisma; de
esta manera solo existirán las conductas delictivas o antisociales, evitando reconocer
ciertas conductas como un actingout; y esta es una importante diferencia ya que los acting
si bien pueden ser sancionados en el plano jurídico penal, también están evidenciados en
el área mental, por lo tanto, si bien por un lado aparece la falta, implicaría por otro lado
ciertos elementos que posibilitaran instituir los factores causales de la transgresión, y no
solo al causante de la misma. La dificultad está en diferenciar el delito del actingout.
La punición definida como tratamiento esta aun constituida por el aislamiento, las reglas
represivas e incluso los psicofármacos.
El diagnostico ha asumido el significado de un etiquetamiento, ya que ante la
imposibilidad de comprender el problema planteado, la unida salida es descargar la
agresividad sobre el objeto que no se deja comprender.
Ahora, sumergidos bajo un castillo de entidades morbosas, etiquetamientos y
definiciones, estamos obligados a separar la enfermedad con su clasificación nosografía, si
queremos llegar a ver la cara del enfermo y su real malestar.
Lo antisocial es un problema que nunca ha sido afrontado, solo negado.
Distanciando al interno de la sociedad se lo aleja y se lo desarraiga de su realidad,
haciendo de él un sujeto separado de su historia, de su ambiente, de su propia vida,
transformándolo así en objeto de nuestra propia agresividad.
El enfermo así arrancado del contexto social, es despojado de todo elemento humano,
para reducirlo a un puro objeto de contemplación y señalarlo como caso interesante.
Si bien al relación terapéutica existe, lo es solo en parte, ya que se da en forma individual,
mientras que es negada en la relación institucional. La única alternativa que al interno se
le permite, es la de identificarse con una institución cuya estructura está construida a
imagen de lo que el interno debe convertirse.
La sociedad, a través de estas instituciones domina y controla, y no permite al sujeto
separarse de ella (aun cuando se encuentre fuera de sus límites); no le permite la
individualización.
-Instituciones cerradas.
-Control social.
Unidad 6
-Introducción.
Definición: Conjunto de medidas que buscan impedir el surgimiento de la delincuencia o la
persistencia en el delito (reincidencia).
Tipos:
o Primaria: relacionado a la salud pública, a la educación.
o Secundaria: Sujeto en situación peligrosa, darle oportunidades.
o Terciaria: Control y vigilancia. Individualizada y orientada a cada sujeto.
También existe la:
o Prevención general: A todos.
o Prevención especial: A ciertos sujetos.
Se aplica tanto en el agresor como en la victima (para evitar revictimización).
-Modelo social.
-Modelo mecánico.
Transformar los espacios físicos más propensos para que ocurran los delitos (ej: callejones
oscuros).
Hacer más difícil el objetivo del delincuente.
Re quiere educación, cooperación de la comunidad.
-Modelo comunitario.
-Advertencias previas.
-Historia de la prisión.
Hasta fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, el derecho penal recurrió al empleo en gran
escala de la pena capital, a las penas corporales, al trabajo forzado, a las penas
infamantes, a la exposición en el rollo o la picota, a las penas pecuniarias y las
eliminatorias, así como el destierro o la deportación.
Desde tiempo inmemorial existió la cárcel pero su papel especifico de detención de los
presuntos delincuentes hasta el momento del juicio y, si este era condenatorio, hasta el
instante del cumplimiento de la pena impuesta.
El proceso final que desembocara en el predominio de la pena de prisión transcurre entre
fines del siglo XVIII y comienzos XIX. La reforma del derecho penal produce la limitación y
una abolición de la pena capital y de las penas corporales. La privación de libertad se
convierte entonces en una verdadera pena.
La reforma motiva una preocupación persistente por hacer de la prisión, más que un
medio punitivo un instrumento de corrección.
El progreso hacia la conversión en un órgano correccional ha estado invalidado por los
vanos ensayos de soldar juntos en la prisión punitiva dos elementos incompatibles:
o La explotación de la mano de obra de los reclusos para el lucro del Estado.
o El mejoramiento de los reclusos por medios morales y educativos.
Ya en el primer tercio del siglo XIX se presentan dos de los regímenes penitenciarios
clásicos: El filadelfico o régimen de soledad y el auburiano o régimen del silencio. Ambos
coincidían en edificar la prisión como una sociedad artificial, cerrada y encerrada entre
infaltables murallas de espalda a la vida social. El castigo corporal formaba parte.
Las reacciones motivadas por las limitaciones inherentes en la prisión clásica tienen dos
direcciones: una destinada a mejorarla y otra a sustituirla. Por ejemplo el establecimiento
abierto, los permisos de salidas, el régimen de semi-libertad y la libertad condicional. Su
propósito era reemplazar el secuestro social del delincuente por un proceso
resocializador.
TEORICO
Concepción del hombre
o Derecho: ser racional, piensa, calcula. Ser hedonista (busca placer, huye del dolor).
Aprende de la experiencia, conoce las leyes.
o Psicología: Si bien el hombre es racional hay aspectos que no son racionales, lógicas
del inconsciente. A veces buscan el dolor (conductas autodestructivas). Se dan
mecanismos de repetición a pesar del as consecuencias negativas. Hay mecanismo de
negación y disociación.
Los hechos sociales son:
o Complejos.
o Dinámicos.
o Interdisciplinarios.
o Necesitan ser contextualizados.
Etapa del proceso penal:
o Investigación penal preparatoria:
o Etapa de juicio:
o Ejecución de la pena:
o Etapa de post-penitenciaria: Patronatos, evitar reincidencia.
El psicólogo interviene en:
o La comprensión de la problemática de un sujeto puntual en su proceso penal ya sea
como autor o víctima.
o Estudiar la reacción social formal e informal.
o Instituciones: Cárceles, policía, organización post penitenciaria, centros de atención a
la víctima, tribunales, fueros civil, penal, laboral, prevención.
Sanciones
o Penas: tiempo determinado.
o Medidas de seguridad (art 34 código penal).
Son sanciones complementarias o sustitutivas de las penas con efectos
preventivos y con un fin tutelar. Se aplica a aquel sujeto que comete un “injusto”
pero al ser inimputable no puede ser declarado culpable.
Se aplican a menores de edad o sujetos inimputables que no pueden comprender
la ley.
Se basan en la peligrosidad del sujeto (hacia sí mismo y hacia los demás) y no en la
culpabilidad.
Sin tiempo predeterminado.
Si se trató de un acto por un sujeto enajenado el juez puede ordenar la
internación en un hospital psiquiátrico u otro tipo de institución adecuada.
Delito: Acto tipificado por ley como infracción penal. Es una conducta antijuridica e
imputable sometida a una sanción penal.
Individualización penal: Es el proceso de acercar la ley general y abstracta al caso concreto
particular. Tipos:
o Legislativa: Ocurre cuando el legislador determina un tipo de pena específica para un
tipo de infracción, con sus atenuantes y agravantes.
o Judicial: Es la que hace el juez en el proceso de sentencia condenatoria con las bases
del artículo 41 del código penal.
o Penitenciaria: Es la ejecución del tratamiento penitenciario al sujeto concreto
habiendo hecho el proceso de observación. 4 fases.
o Post-penitenciaria: Acompañamiento, orientación, post-tratamiento.
CONCEPTOS
-Psicología forense: hace referencia a la plaza donde se trataban en Roma los negocios públicos y
donde se celebraban los juicios. También se denomina al sitio en que los tribunales oyen y
dictaminan las causas y lo que concierne al ejercicio de la abogacía y la práctica de los tribunales.
DEF: Javier Urra Portillo, Bartol y Bartol, Teixido, Losel, Emilio Mira y López
-Reacción social: Es la respuesta que una comunidad determinada le da al estímulo provocado por
una situación que se considera atípica o desviada.
-Utilitarismo: Apela a las consecuencias valiosas del castigo. El castigo solo se justifica computando
las consecuencias de la pena, o sea tomando su utilidad u oportunidad. Algunos piensan
prioritariamente en la disuasión del ofensor o en el uso preventivo del castigo respecto de
terceros; otros en la reforma del ofensor. Para determinar la proporción y utilidad de la medida
(castigo) se debe mirar al ofensor, por ello propone medidas alternativas.
-Instituciones totales: Lugar de residencia y trabajo donde un gran número de individuos en igual
situación, aislados de la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro
una rutina diaria, administrada formalmente. En las mismas todos los aspectos de la vida se
desarrollan en el mismo lugar y bajo la misma autoridad única. Cada etapa de la actividad diaria
del miembro se lleva a cabo en compañía inmediata de un gran número de otros, a quienes se da
el mismo trato. Todas las etapas de las actividades diarias están programadas estrictamente y la
secuencia es impuesta desde arriba mediante un sistema de normas formales explicitas y un
cuerpo de funcionarios que las hará cumplir. La clave de las IT consiste en el manejo de muchas
necesidades humanas mediante la organización burocrática de conglomerados humanos,
indivisibles.
-Sistema penal: Conjunto de agencias que coinciden en la cuestión criminal. Algunas son
exclusivamente penales (policías, servicio penitenciario, tribunales, etc.), otras participan del
poder punitivo pero sus funciones son más amplias (agencias políticas, agencias de reproducción
ideológicas, etc.) (Zaffaroni). Conjunto de funciones debidamente estructuradas cuya razón de ser
es la justicia social penal.Como todo sistema constituye un todo cuyas partes son
interdependientes.Es un aspecto de sistema de justicia, es un sistema de decisiones, actuaciones,
mandatos y sanciones. Su adecuado funcionamiento y aceptación dependen del apoyo que
reciben del gobierno y régimen político existente (López Rey).
-Pena: Consiste en la privación o restricción de bienes jurídicos establecida por la ley e impuesta
por el órgano jurisdiccional competente al que ha cometido el delito (Rico).
-Sentencia: Es “la decisión final del juez, destinada a conciliar los intereses colectivos y los
intereses del delincuente”. En una concepción más amplia seria, la sentencia seria “el proceso que
engloba tanto las etapas previas a la decisión del juez como las que la prolongan durante la
ejecución de la pena” (Rico).
-Sistema penitenciario: la organización creada por el estado para la ejecución de las sanciones
penales. En ese sistema tendrán cabida los distintos regímenes penitenciarios
-Ciencia penitenciaria: consiste en el estudio de los métodos de ejecución de las penas y medidas
se seguridad privativas de libertad que se propongan un tratamiento del delincuente para
readaptarlo a la sociedad y en la organización practica de esos métodos en las mejores
condiciones posibles.
Unidad 1
-Psicología judicial. Del Popolo.
-Criminología. HernandezMartinez.
Unidad 2
-Las dimensiones de la criminalidad. López Rey.
Unidad 3
-Las sanciones penales y la política criminológica contemporánea. Rico.
-Principios de justicia y asistencia para las víctimas. Cesano.
Unidad 4
-Las circunstancias para la individualización de la pena. Marchiori.
Unidad 5
-El diagnostico criminológico. Porta.
Unidad 6
-Algunas tendencias actuales de la ciencia penitenciaria. Perrot.