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DIOS CUMPLE SUS PROMESAS (ABRAHAM Y SARA)

La promesa es confirmada por medio de una señal. 17:1 -27

Con cada falla de Abraham, Dios hace algo para reforzar su fe. Abraham está
dudando de la promesa de Dios. Dios ahora comienza con una serie de incentivos
para fortalecer a Abraham.

Aplicación ¡Cuán a menudo necesitamos recordar lo que Dios ha hecho por


nosotros!

I. UNA NUEVA IDENTIDAD. Gèn. 17:1-4

A. Dios hace un pacto.

¿Qué propósito tiene el texto de mencionar la edad de Abraham en Génesis 17:1a?

1. Nos hace ver que no importa como este nuestra vida (vieja) y Dios puede
actuar. Ejemplo: Caleb, (Josué, 14:6-15).

2. Dios hace las cosas cuando El quiere, a su tiempo, según su voluntad, no


cuando nosotros lo deseamos, aunque no lo entendamos, pero así es Dios.

Nota: Otro nombre de Dios aparece en 17:1b. Dios se presenta como “El Shaddai”,
vea Éxodo. 6:3. es decir, el Dios Todopoderoso; nombre que va de la mano con el
18:14. “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?” Nada era y ni será imposible para
Dios, incluso el de darles un hijo a Sara y a Abraham que cumpliría la promesa.

El pacto de Dios no se basó en las obras, sino en la fe. Si Abraham cumplía con
su obediencia, Dios establecería su pacto. La obediencia es clave para que Dios
cumpla sus promesas.

Se nota que Dios exige a Abraham el andar en una vida integra, recta delante de
sus ojos. Gén. 17:1c. Dios puso su pacto unilateral entre Él y Abraham. Gén. 17:2; lo
cual no significa que no habrían responsabilidades para sus beneficiarios. Ver 7-9.
Como muestra de ese pacto, Abraham se postra en una actitud de reverencia,
sumisión y honra (v. 3).

En el verso 4 Dios le sigue recordando de ese pacto que haría con él, el cual lo
haría padre de muchedumbre. (v. 4). Lo cual antes de decirle cual será el nombre,
ya se lo ha cambiado y le dice Abraham, padre de muchedumbre de gentes,

Dios cumple sus promesas, aun cuando habían pasado muchos años, 17 años
desde el nacimiento de Ismael (Gén. 16:15, 16) y 24 años desde que o llamó (Gén.
12:4). Dios fue fiel, de igual manera es fiel con nosotros, Dios no olvida sus
promesas, quizá han pasado muchos años y esa promesa no ha llegado a su vida,
pero en la memoria de Dios está presente.

B. Nombres Cambiados. Gén. 17: 5-8

Ya no será tu nombre Abram “padre enaltecido” quizá con idea de que Taré el
padre de Abraham lo hubiera considerado como un ídolo. Sino que será tu nombre
“Abraham”. Cp. 11:27. El nombre que significa “padre de muchas naciones”
reflejaba la nueva relación de Abraham con Dios, como un propósito de Dios para
su vida lo cual lo llevo a aceptar su otra realidad, así como su nueva identidad sobre
la base de la promesa que Dios le había hecho de descendencia. Cp. Rom. 4:17.

1. Como está escrito: cita de Gèn. 17:5.

2. Da vida a los muertos: Abraham había experimentado esto de primera


mano. (Heb. 11:11, 12). En Rom. 4:19, la esterilidad de la matriz de Sara: al
momento de recibir la promesa de Isaac, ella solo era 10 años menor que
Abraham (Gén. 17:17), con 90 años de edad e incapaz de tener hijos por
medios naturales

3. Llama las cosas que no son como si fuesen: esta es otra referencia al
carácter judicial de la justificación. Dios puede declarar justos a pecadores
creyentes aunque no lo sean.
En el verso 6, reyes saldrán de ti: la multiplicación de gente era para que se
formaran grupos étnico o naciones y por propio derecho, procederían de Abraham.

Aunque Abraham pudo haber dudado de que Dios le diera hijos, lo cual lo hizo
13 años atrás cuando se llegó a Agar la criada de Sara y tuvo a Ismael, quien no
estaba en los planes de Dios. El plan era otro, el ser padre de mucha gente y de
quien saldrían reyes.

La promesa de los reyes se cumplió en la dinastía davídica, quienes eran


descendientes de Abraham. Pero el mayor cumplimiento fue el Señor Jesucristo, el
Rey de reyes. El pacto era perpetuo, se contaría con todo aquel que reaccionara con
fe como Abraham, cada nación sabría de la fidelidad de Dios a Abraham.

Cambio de nombre a Sarai – Sara. Gén. 17:15-17

En el v. 15. Sarai… Sara: Aquí se ve el lugar de Sara en el pacto, ella iba a


tener una nueva identidad, aunque Sarai “mi princesa” Dios cambio su nombre a
Sara eliminando el pronombre posesivo limitativo “mi” y llamándola “princesa”, lo
que Dios hizo fue restituirle su dignidad, ella seria la antecesora de las naciones y
de los reyes prometidos.

En el v. 16. Madre de naciones: Cp. Gén. 17:5.

En el v. 17. …Se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón:


una reacción de adoración ante la promesa de Dios fue distorcionada por la
incredulidad de Abraham. El sabía que tenía que ser padre (Gén. 12:2; 15:4) pero
esta era la primera mención de que su estéril anciana esposa debía ser la madre.

¿Por qué a veces nos cuesta mucho creer en las promesas de Dios?

Primero, Abraham se postro sobre su rostro en señal de adoración a Dios


reconociendo la soberanía de Dios. Y segundo, Abraham se rio. Aun los más fieles
fallan. No lo reprende Dios, quizá era una risa de gozo y no de burla. En muchas
ocasiones hemos leído que Dios hará algo imposible, quizá dudemos o haya alegría.
II. SEÑAL DE OBEDIENCIA. Gén. 17:9-11

A. Abraham y su obligación.

Dios les declara las promesas a los descendientes de Abraham, Dios prometió
ser su Dios del pacto y que todo lo que les dé, sería para ellos.

En el verso 9, vemos la primera cosa que Dios pide tanto de Abraham como de
los descendientes. Todos tienen la responsabilidad de ser un pueblo de fe y así ser
parte del pacto como muestra de una identidad. Dios le dice:

v. 9. Guardarás mi pacto: A pesar de las repetidas desobediencias de parte


de los patriarcas y de la nación, la fidelidad de Dios a su compromiso de pacto
nunca falleció. (p.e. Dt. 4:25-31; 30:1-9; 1 Cró. 16:15-18; Jer. 30:11; 46:27, 28; Am.
9:8; Luc. 1:67-75; Heb. 6:13-18). Las declaraciones divinas acerca de la obediencia
(22:16-18; 26:3-5) fueron pronunciadas años después del establecimiento formal
del pacto de Dios (12:1-3; 15:12-18) aunque la nación fue apóstata, siempre hubo un
remanente obediente de israelitas fieles (ver Sof. 3:12-13).

v. 10-11. La seña del pacto: La circuncisión era el rito por el cual se


mostraba ese pacto entre Dios y el pueblo. La verdad, no era algo nuevo en este
periodo de la historia, pero la importancia religiosa y teocrática especial aplicada a
la misma, era totalmente nueva y así identificando al circuncidado como
perteneciente a la descendencia física y étnica de Abraham. (cp. Hch. 7:8; Rom.
4:11). Sin la revelación divina, el rito no hubiera adquirido este significado
distintivo, de modo que permaneció como un distintivo teocrático de Israel. (cp. v.
13). Era algo sanitario porque podían anidar enfermedades en los pliegues de la
piel, de modo que su eliminación evitaba esta posibilidad.

El verso 10, “todo varón de entre vosotros” las mujeres judías


presentaban un menor grado de cáncer en el cuello de útero. En cambio, el órgano
masculino era el portador de la simiente que producía pecadores depravados. Así la
circuncisión simbolizaba la necesidad cortar el pecado y de una profunda
purificación para contrarrestar los efectos de la corrupción. Señal del pacto.
B. Alcance del pacto.

Tuvo rose en todos los varones que se convirtieren en miembros de la familia


de Abraham. Todos los que genéticamente salieran de Abraham. Los que nacían
“en casa” eran los hijos de parientes, como la de los siervos, criados, etc. La
circuncisión era el propósito de un recordatorio entre Dios y el pueblo y que se
hacía a los 8 días, el mismo marco se repite en Lev. 12:3.

Por otro lado en el v. 14. Será cortado de su pueblo: la circuncisión era


señal de obediencia a Dios y el ser cortado de la comunidad del pacto significaba la
perdida de los beneficios temporales que se derivaban de formar parte de la nación
especial, escogida y teocrática, hasta el punto incluso de la muerte por juicio divino.
Todo aquel ser humano que rechaza a Dios, rechaza las bendiciones en Cristo.

III. OBEDIENCIA RECOMPENSADA. Gén. 21:1-7

A. Se cumple la firme promesa.

Al fin Dios hizo lo que por muchas veces les dijo que haría, como lo haría, y
cuando lo haría, aun el escritor del libro repite las palabras de recordar un
nacimiento de un hijo.

v. 21. Visitó Jehová a Sara: A la anciana pareja (vv. 2, 5, 7) les nació un


hijo exactamente como les había sido prometido y la espera de 25 años llegó a su
fin (con la risa de la incredulidad) dando paso al regocijo (v. 6). Había terminado la
esterilidad de Sara. (11:26) ver Heb. 11:11.

Para verlo más claro, note las respuestas de fe de Abraham en base al


nacimiento de su hijo: “Llamaron al niño “Isaac”, que significa “risa”, v. 3 que
recuerda la reacción de Sara y Abraham antes de la noticia, pero también de el gozo
que tuvieron al ser padres. “Lo circuncidaron de acuerdo al pacto, v. 4, (ver 17:11).
“Alabaron a Dios por el cumplimiento de la promesa, v. 6-7.
En todo esto se ve un aspecto milagroso, a raíz de una obediencia genuina, y
que con el tiempo tuvo su fruto, el cumplimiento de la promesa.

Cuando nació Isaac, Dios cumplió su promesa a Abraham. (12:2; 15:4-5; 17:7).
Isaac fue un don sobrenatural de Dios

Ahora a nosotros nos da alegría porque por ese nacimiento, por ese milagro
vino Jesucristo el Señor.

Así como Sara y Abraham obedecieron, Dios los recompensó con la bendición
de un hijo y sintieron gozo al ver cumplida la promesa. Eso pasará si somos
obedientes a Dios, El nos bendice y aunque le fallemos El mantiene su promesa.

Ahora nuestro gozo es Cristo desde que nació en nuestro corazón, Dios nos da
la oportunidad de que hablemos de El con gozo. Dios sigue recompensando a todos
los que creen en sus promesas y lo hace con la salvación, en Cristo.

Si usted está ocupado en algo o Dios le ha pedido que le sirva y usted ha temido
obedecerle, Dios promete sus promesas y no las olvida, puede que pasen meses,
años, pero a Dios no se le olvidan las promesas que tiene para su vida.

Cuando obedecemos, El recompensa con gozo y paz, reconociendo su voluntad.

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