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POÉTICA
¡Oh ser de hondas leyendas santas,
de ascetas flacos y Satanás (De viva voz a G[erardo] D[iego].)
con piedras negras y cruces toscas,
con fieras mansas y cuevas hondas Pero, ¿qué voy a decir yo de la Poesía? ¿Qué voy a
donda te vieron entre la sombra decir de esas nubes, de ese cielo? Mirar, mirar, mi-
soplar la llama rarlas, mirarle y nada más. Comprenderás que un
de lo sexual! poeta no puede decir nada de la Poesía. Eso déjaselo
a los críticos y profesores. Pero ni tú ni yo ni ningún
¡Machos cornudos poeta sabemos lo que es la Poesía.
de bravas barbas! Aquí está: mira. Yo tengo el fuego en mis manos. Yo
¡Resumen negro a lo medieval! lo entiendo y trabajo con él perfectamente, pero no
Nacisteis juntos con Filomnedes puedo hablar de él sin literatura. Yo comprendo
entre la espuma casta del mar, todas las poéticas; podría hablar de ellas si no cam-
y vuestras bocas biara de opinión cada cinco minutos. No sé. Puede
la acariciaron que algún día me guste la poesía mala muchísimo,
como me gusta (nos gusta) hoy la música mala con
bajo el asombro del mundo astral.
locura. Quemaré el Partenón por la noche para em-
pezar a levantarlo por la mañana y no terminarlo
Sois de los bosques llenos de rosas
nunca.
donde la luz es huracán;
En mis conferencias he hablado a veces de la Poesía,
sois de los prados de Anacreonte,
pero de lo único que no puedo hablar es de mi poesía.
llenos con sangre de lo inmortal.
Y no porque sea un inconsciente de lo que hago. Al
contrario, si es verdad que soy poeta por la gracia de tu frente ancha,
Dios -o del demonio-, también lo es que lo soy por la rudo Don Juan!
gracia de la técnica y del esfuerzo, y de darme cuenta
en absoluto de lo que es un poema. ¡Qué gran acento el de tu mirada
mefistofélica
y pasional!
PALABRAS DE JUSTIFICACION
Vas por los campos
Ofrezco en este libro, todo ardor juvenil, tortura y con tu manada,
ambición sin medida, la imagen exacta de mis días hecho un eunuco
de adolescencia y juventud, esos días que enlazan el ¡siendo un sultán!.
instante de hoy con mi infancia reciente. Tu sed de sexo
En estas páginas desordenadas va el reflejo fiel de mi nunca se apaga;
corazón y de mis ansias teñido del matiz que le pre- ¡bien aprendiste
stara, al poseerlo, lc vida palpitante en torno, recién del padre Pan!
nacida para mi mirada.
Se hermana el nacimiento de cada una de estas poes-
La cabra,
ías que tienes en tus manos, lector, al propio nacer
lenta te va siguiendo,
de un brote nuevo del árbol músico de mi vida en
enamorada con humildad;
flor. Ruindad fuera el menospreciar esta obra que
mas tus pasiones son insaciables;
tan enlazada está a mi propia vida.
Grecia vieja
Sobre su incorrección, sobre su limitación, segura,
tendrá este libro la virtud, entre otras muchas que te comprenderá.
que los árboles llueven. yo advierto, de recordarme en todo instante mi in-
fancia apasionada correteando desnuda por las pra-
deras de una vega, sobre un fondo de serranía.
EL MACHO CABRÍO
1919.
(1921)
El rebaño de cabras ha pasado
junto al agua del río.
En la tarde de rosa y de zafiro,
llena de paz romántica, VELETA
yo miro Julio de 1920. (Füente Vaqueros, Granada.)
al gran macho cabrío.
ENCINA
ELEGIA A DOÑA JUANA LA LOCA
En la niebla se convierte Diciembre de 1918. (Granada.)
la carne y el rocío. A Melchor Fernández Almagro.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores Y tu corazón caliente,
y nos unge de espíritu santo de los mares. nada más.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
LOS ÁLAMOS DE PLATA
La nostalgia terrible de una vida perdida, Mayo de 1919.
tus manos ni tus cabellos. el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
Sólo me queda en la frente o la ilusión inquieta de un mañana imposible
la mariposa del beso. con la inquietud cercana del dolor de la carne.
La luna le ha comprado
pinturas a la muerte. SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR
En esta noche turbia 10 de noviembre de 1919. (Granada.)
¡está la luna loca!
Yo pronuncio tu nombre
Yo mientras tanto pongo en las noches oscuras,
en mi pecho sombrío cuando vienen los astros
una feria sin músicas a beber en la luna
con las tiendas de sombra. y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
MADRIGAL de pasión y de música.
1919 Loco reloj que canta
Yo te miré a los ojos muertas horas antiguas.
cuando era niño y bueno.
Tus manos me rozaron Yo pronuncio tu nombre,
y me distes un beso. en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca. de los ojos de Dios,
Más lejano que todas las estrellas de la pasión perfecta.
y más doliente que la mansa lluvia ¡Árboles!
¿Conocerán vuestras raíces toscas
¿Te querré como entonces mi corazón en tierra?
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿qué otra pasión me espera? LA LUNA Y LA MUERTE
¿será tranquila y pura? 1919
¡¡si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!! La luna tiene dientes de marfil.
¡Qué vieja y triste asoma!
Están los cauces secos,
los campos sin verdores
y los árboles mustios,
EL CANTO DE LA MIEL sin nidos y sin hojas.
Noviembre de 1918. (Granada.) Doña Muerte, arrugada,
pasea por sauzales
La miel es la palabra de Cristo, con su absurdo cortejo
el oro derretido de su amor. de ilusiones remotas.
El más allá del néctar, Va vendiendo colores
la momia de la luz del paraíso.
-¡Amarga mucho el agua
de los mares! La colmena es una estrella casta,
pozo de ámbar que alimenta el ritmo
El mar de las abejas. Seno de los campos
sonríe a lo lejos. tembloroso de aromas y zumbidos.
Dientes de espuma,
labios de cielo. La miel es la epopeya del amor,
la materialidad de lo infinito.
Alma y sangre doliente de las flores
condensada a través de otro espíritu.
ÁRBOLES
1919. (Así la miel del hombre es la poesía
que mana de su pecho dolorido,
¡Árboles! de un panal con la cera del recuerdo
¿Habéis sido flechas formado por la abeja de lo íntimo.)
caídas del azul?
¿Qué terribles guerreros os lanzaron? La miel es la bucólica lejana
¿Han sido las estrellas? del pastor, la dulzaina y el olivo,
hermana de la leche y las bellotas,
Vuestras músicas vienen del alma de los pája- reinas supremas del dorado siglo.
ros,
La miel es como el sol de la mañana, -¿Qué vendes, oh joven turbia
tiene toda la gracia del estío con los senos al aire?
y la frescura vieja del otoño.
Es la hoja marchita y es el trigo. -Vendo, señor, el agua
de los mares.
¡Oh divino licor de la humildad,
sereno como un verso primitivo! -¿Qué llevas, oh negro joven,
mezclado con tu sangre?
La armonía hecha carne tú eres
el resumen genial de lo lírico. -Llevo, señor, el agua
En ti duerme la melancolía, de los mares.
el secreto del beso y del grito.
Mójalas en el agua
de la canción añeja.
EL PRESENTIMIENTO ¡Arroyo claro,
Agosto de 1920. (Vega de Zujaira.) fuente serena!
TARDE
NOVIEMBRE
¡Pasionaria azul! Noviembre de 1920.
Yunque de mariposas.
¿Vives bien en el limo Todos los ojos
de las horas? estaban abiertos
frente a la soledad
(¡Oh, poeta infantil, despintada por el llanto.
quiebra tu reloj!) Tin
Tan,
Clara estrella azul, Tin
ombligo de la aurora. Tan.
¿Vives bien en la espuma
de la sombra? Los verdes cipreses
guardaban su alma
(¡Oh, poeta infantil, arrugada por el viento,
quiebra tu reloj!) y las palabras como guadañas
segaban almas de flores.
Corazón azulado, Tin
lámpara de mi alcoba. Tan,
¿Lates bien sin mi sangre Tin
filarmónica? Tan.
El cieloestaba marchito. poner entre las hierbas
¡Oh tarde cautiva por las nubes, sus ramas
esfinge sin ojos! mucho antes que el otoño
Obeliscoy chimeneas lo dorara.
hacían pompas de jabón.
Tin Pero los puntales
Tan, de mis miradas
Tin lo sostenían.
Tan. ¡Viejo chopo, aguarda!
¿No sientes la madera
Los ritmos se curvaban de mi amor desgarrada?
y se curvaba el aire, Tiéndete en la pradera
guerreros de niebla cuando cruja mi alma
hacían de los árbolus que un vendaval de besos
catapultas. y palabras
Tin ha dejado rendida,
Tan, lacerada.
Tin
Tan.