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La comunicación lingüística y no lingüística

Comunicarse significa transmitir nuestras ideas o pensamientos a alguien

más. Como habíamos visto en la entrada anterior, para que la comunicación se dé,

debe existir un emisor, un receptor, un mensaje y un canal a través del cual se

envía el mensaje. 

Ahora bien, ¿qué pasa si alguno de estos elementos falla? Imagina que estás

hablando con alguien y pasa una moto haciendo mucho ruido, bueno, probablemente

quien te estaba escuchando no haya podido recibir el mensaje que le estabas enviando

mientras el ruido de la moto interfería en la conversación.  Esa sería una interferencia

sonora que podríamos llamar "ruido". Sin embargo, hay muchos otros elementos que

pueden interferir en la comunicación. Para enviar un mensaje se debe utilizar un

código común al emisor y al receptor, hablar en dos idiomas diferentes puede

ser una barrera que imposibilite la comunicación, pero como los humanos somos

muy inteligentes, siempre trataremos de resolver los obstáculos que se nos puedas

atravesar. Así, el código puede ser: lingüístico y no lingüístico.

Llamamos comunicación lingüística a la que se realiza por medio del uso la palabra.

La capacidad de emplear la palabra para la comunicación es exclusiva de los seres

humanos. A través de la lengua, los seres humanos le dan forma y organizan su

pensamiento. De hecho, como los humanos amos cambiando acorde pasa el tiempo,

la comunicación lingüística ha ido evolucionando con nosotros, variando en sus

formas para adaptarse a las necesidades del hombre.

La comunicación lingüística es el código más completo, ya que la lengua oral o

escrita puede ser comprendida por un número mayor de personas que otros

tipos de códigos.
La comunicación no lingüística está comprendida por los gestos, sonidos y

señales. Si bien este formato de comunicaciión es menos preciso que el anterior, bien

puede sernos muy útil, por ejemplo, cuando nos topamos con alguien que habla otro

idioma y no podemos comunicarnos a través de la lengua.

Dentro de la comunicación no lingüística encontramos las siguientes categorías:

Kinesica: Supone los movimientos y las expresiones que empleamos cuando

nos comunicamos. Por ejemplo:  la postura corporal, los gestos, la expresión

facial, la mirada y la sonrisa.

Proxémica: Se refiere al amplio conjunto de comportamientos no verbales

relacionados con la utilización y estructuración del espacio inmediato de la

persona. Hay dos principales ámbitos de estudios en la proxémica: a) estudios acerca

del espacio personal, b) estudios sobre la conducta territorial humana. Para

ejemplificar, cuando tú hablas con alguien que es cercano a ti, tiendes a acercarte más que

a alguien a quien conocieras poco o que fuera tu jefe.

Paralingüística: El comportamiento lingüístico está determinado por dos factores: el

código y el contenido que se pretende comunicar. Sin embargo estos dos factores no

constituyen la totalidad del comportamiento ni verbal ni comunicativo. Existen

variaciones lingüísticas, entre las que se puede citar la elección del idioma, la

utilización de un lenguaje simple o elaborado, la elección de los tiempos

verbales, etc., y existen, por otro lado, variaciones no lingüísticas como el

ritmo, el tono y el volumen de la voz. Al estudio de las variaciones no

lingüísticas se dedica la paralingüística.


La Comunicación Y El Código Lingüístico
Llamamos comunicación al proceso mediante el cual un ser vivo transmite un mensaje a otro. El
lenguaje es la facultad de comunicarnos mediante complejos sistemas de signos. Sin embargo, esta
capacidad no se manifiesta en un solo sistema, sino en gran variedad de lenguas.

Signos

Un signo es algo que evoca la idea de otra cosa. Por ejemplo, la luz roja de un semáforo evoca la
idea de prohibición, igual que un dibujo puede ser la representación de un objeto cualquiera sobre
un papel.
CLASES DE SIGNOS

 Según el sentido a través del cual percibimos, podemos distinguir dos tipos principales de
signos:
o Visuales, por ejemplo, una señal de tráfico.
o Auditivos, por ejemplo, la sirena de una ambulancia.
 Si atendemos a la forma, podemos distinguir dos grandes grupos:
o Lingüísticos, basados en el lenguaje humano.
o No lingüísticos, basados en sistemas de comunicación no verbales, como los
gestos.

Elementos de la comunicación

Los elementos de la comunicación necesarios para que ésta se produzca son:


 El emisor: persona que enuncia el mensaje en la comunicación.
 El mensaje: información que se quiere transmitir como conjunto de signos.
 El receptor: persona que recibe el mensaje en la comunicación.
 El referente: realidad externa a la que se refiere el mensaje.
 Código: conjunto de signos y reglas para combinarlos que componen el mensaje, y tiene
que ser común al emisor y al receptor.
 Canal de comunicación: vía para que el mensaje llegue sin interferencias al receptor.
 El contexto del mensaje: formado por lo que se expresa antes y después del mismo, y que
lo dota de significado completo.

Lenguaje y lengua

El lenguaje es la facultad de que disponemos las personas para comunicarnos utilizando signos
lingüísticos.
La lengua, en cambio, es el idioma concreto que comparte una comunidad de hablantes. En este
sentido hablamos de lengua castellana, lengua catalana o lengua árabe, por ejemplo.

Signo lingüístico

Llamamos signo lingüístico a cada uno de los signos orales y escritos que componen una lengua.
Como en otros tipos de signos, entre los lingüísticos podemos distinguir dos niveles:
 Significante, o plano de la expresión.
 Significado, o plano del contenido.
 
El significante de un signo lingüístico es la imagen fónica que tenemos en nuestra mente de una
cadena de sonidos determinada. Esa imagen permite que podamos pensar palabras sin
pronunciarlas.
El significado de un signo lingüístico es el concepto o la imagen que asociamos en nuestra mente a
un significante concreto.
 
Código

Un código es un conjunto de signos de la misma naturaleza regidos por unas reglas que permiten


formarlos y combinarlos. Así, son códigos la notación musical, la cual, mediante notas y partituras
(signos) agrupadas según unas reglas, permite transmitir la música; o el código de circulación vial,
que mediante colores y formas (signos) pertinentemente colocados (reglas) dirige la circulación.
Una lengua es también un código constituido por los distintos signos lingüísticos y por las reglas
que permiten formar y combinar esos signos: cada lengua, por tanto, es un código lingüístico.

Lengua y habla

 La lengua es el código, es decir, el conjunto de signos y de reglas que está a disposición de


todos los hablantes de un mismo idioma.
 El habla es el uso de la lengua que un hablante hace en un mensaje determinado. Dicho
uso está condicionado por la formación e intencionalidad del hablante y por las circunstancias
en que se produce la comunicación.

Textos Científicos
En los textos de carácter científico y técnico predomina la función informativa, pues su propósito
fundamental es la transmisión del saber. Quienes participan en la comunicación científica
comparten una especialización en un aspecto determinado del saber y disponen de una variedad
lingüística particular (la variedad científico-técnica), poco comprensible para los no especialistas.

Rasgos generales del lenguaje científico

 Universalidad: como el objeto de estudio es común para todas las personas que se
dedican a una disciplina, se produce una homogeneización de los lenguajes científicos en las
distintas lenguas.
 Objetividad: se excluyen lo connotativo y los recursos de la expresividad.
 Precisión: el lenguaje es el instrumento con el que cada disciplina nombra con exactitud
las parcelas de la realidad que estudia.

Análisis de los textos científicos

Los contenidos de la ciencia suelen organizarse como textos explicativos (ver t31). No existen


textos científico-técnicos característicos, pero sí géneros, como las taxonomías, las demostraciones,
etcétera.
Estos textos suelen dividirse en:

 Introducción: se presenta el asunto que se estudia, los objetivos, el marco y los principios
teóricos.
 Desarrollo: se hace la exposición de los fenómenos estudiados y se formula una hipótesis,
que se acompaña de pruebas.
 Conclusiones: se da cuenta de la validez de la hipótesis y de las consecuencias de ésta.
Desde el punto de vista verbal, la construcción de textos científicos y técnicos tiende a la
máxima coherencia lógica. Los rasgos más sobresalientes de la sintaxis son:
 Abundancia de la subordinación para expresar relaciones lógicas.
 Expresiones impersonales.
 Ausencia de elementos expresivos.
 Sintagmas nominales complejos y sintagmas verbales simples (ver t15).

La terminología científica

Terminología es el conjunto de términos que constituyen el vocabulario propio de la ciencia y de la


técnica, o que se emplean con un sentido particular por distintos grupos que comparten intereses
profesionales, ideológicos, culturales o de otro tipo.
Los tecnicismos son los términos por antonomasia que se utilizan en las disciplinas científicas y
técnicas. Sus cualidades principales son:

 Precisión: los términos se refieren a un único concepto ¿es decir, tienen carácter


monosémico-, delimitado con exactitud de antemano mediante definiciones.
 Objetividad y neutralidad emocional: en el uso de los términos deben evitarse la
valoración subjetiva, los valores connotativos y los sentidos figurados.
 Estabilidad y adaptación: el significado de los términos debe mantenerse con el paso del
tiempo, pero los vocabularios científicos y técnicos deben también adaptarse a los
descubrimientos que se suceden.
Formación de tecnicismos

La ciencia y la técnica recurren a los procedimientos morfologicos habituales de una lengua para la
creacion de los términos (derivación, composición, abreviación y prestamos linguísticos), pero con
ciertas peculiaridades.
 Derivacion a partir de las lenguas clasicas:
A lo largo de la historia se ha recurrido al latin y al griego para crear la mayor parte de los
terminos cientificos del espanol y de muchas otras lenguas. Actualmente, a menudo se recurre
al ingles, pero tambien a las lenguas clasicas.
 Neologismos por composicion:
En los lexicos especializados la composicion permite numerosas formaciones, especialmente
con elementos latinos y griegos.
 Neologismos por abreviacion:
o Siglas: consiste en combinar las letras iniciales de cada una de las palabras que
componen la unidad conceptual: FM, SIDA,ADN.
o Abreviacion: forma palabras reduciendo otras: cardiólogo   cardio,
poliomielitis   polio.
Préstamos
 Prestamos léxicos son las palabras que una lengua toma de otra: bypass, escáner.
 Préstamo semántico es el que se produce cuando una palabra de una lengua adopta un
nuevo significado procedente del que tiene una palabra paralela en otra lengua: en
ingles,  mouse  ratón.
 Calco es el compuesto o la combinación de palabras que se han adaptado de otra lengua y
mantienen el mismo significado que la combinación tenía en la lengua de origen: en
ingles, acid rain  lluvia ácida.
 Además, el vocabulario científico y técnico se obtiene:
o Directamente de las lenguas clásicas (latín y griego).
o Dotando de acepciones especializadas a palabras de la lengua común: conjunto,
hembra, película.
o Utilizando términos de otro campo de la ciencia o la técnica: virus  informático.
o Por invención de palabras (quark), metáforas (agujero negro), etcétera.

LA COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA Y NO LINGÜÍSTICA

Comunicarse es hacer conocer a otras personas nuestros conocimientos o pensamientos.


Para que exista comunicación debe existir un emisor, un receptor, un mensaje y un canal
a través del cual se enviará el mensaje. Si alguno de estos elementos falla, se dice que se
ha producido una interferencia y no podrá establecerse la comunicación. Para enviar un
mensaje se debe utilizar un código común al emisor y al receptor. El código puede
ser: lingüístico y no lingüístico.
Hoy en día llamamos comunicación lingüística a la que se realiza por medio de la
palabra. Esta forma de comunicación es exclusiva de los seres humanos. A diferencia de
otros sistemas de comunicación, la lengua sirve para que los seres humanos le den forma
y organicen su pensamiento. Sin la lengua, el pensamiento no habría podido alcanzar el
grado de desarrollo que ha exhibido históricamente.

La comunicación lingüística también es el código más completo, ya que la lengua oral o


escrita puede ser comprendida por un número mayor de personas que otros tipos de
códigos.

La comunicación lingüística ha ido evolucionando, variando en sus formas para


adaptarse a las necesidades del hombre.

No lingüístico: los gestos, sonidos y señales constituyen este tipo de código, el cual es
menos preciso que el anterior.De acuerdo a la intención del emisor, los mensajes pueden
clasificarse en: expresivos, informativos y apelativos.

Actividades de poslectura

Completando el tercer paso del proceso lector, trabajaremos hoy estrategias de poslectura. Su
función es la de comprobar si la hipótesis formulada en la prelectura, o al inicio de la lectura, se
acerca o no a la intencionalidad del texto; es decir, si se interpretó el significado global y particular
del texto, a partir de la compresión del tema y de los rasgos estructurales del mismo.

Capacidad

Aplica estrategias de comprensión lectora.

Cómo funciona la prelectura (y otras técnicas para ayudarte a ser mejor lector)

Para aprovechar y hacer más eficiente el proceso de la lectura debes convertirte en


una especie de detective.
Pero esto no significa que tienes que usar lentes o buscar una lupa (tal vez sí), sino hacer
una investigación previa sobre el texto que está en tus manos.

 Hay Festival Querétaro @BBC Mundo

Y para ello se pueden aplicar una serie de técnicas y actividades para crear un mejor
contexto, sacar más provecho de la información y facilitar la comprensión de lo que estás
por leer.
Prelectura
La prelectura es la preparación que un lector lleva a cabo antes de empezar a leer un
texto detalladamente, define el Centro Virtual Cervantes.
Y las técnicas que se utilizan están muy relacionadas a las actividades que realizas en tu
vida cotidiana: antes de comprar un libro lo estudias para saber qué estás
adquiriendo.
A continuación te ofrecemos una lista de puntos a analizar que componen la prelectura y
así sacarle el mayor provecho a lectura:

 Autor

"Lo primero que se debe hacer es investigar un poco sobre el autor. A qué se dedica,
cuáles son sus ideas, qué es lo que nos quiere exponer. Esta es una manera de que
estemos prealerta cuando nos pongamos con la lectura", describe Felipe Bernal Montes,
profesor jefe de Lectura Ágil, un sitio web español con 4.000 alumnos que ofrece técnicas
para leer y comprender más rápido la lectura.

 ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando leemos?

 Escanear

Otro de los puntos a tener en cuenta es analizar el texto, escanear cómo está


compuesto el libro, pasar las páginas, observar si tiene gráficos, imágenes, etc.
"Hay que echar un vistazo al índice para saber cuándo llegaremos a una parte que nos
interesa más o menos", añade Bernal Montes a BBC Mundo.
Otra técnica similar es leer el texto oblicuamente y de manera rápida, "por ejemplo la
primera oración del primer párrafo, la del segundo y ahí analizar de qué se trata el texto,
algo que en inglés se lo llama skimming and scanning", describe Lucila Gasso, asistente
pedagógica del Centro Universitario de Idiomas de la Universidad de Buenos Aires,
Argentina.

 ¿Por qué me duermo cuando leo y qué puedo hacer para evitarlo?

 Propósito

Otra cosa clave a la hora de leer es conocer el propósito de la lectura.


"Para la lectura informativa se lee ya sabiendo para qué se lee", agrega Gasso a BBC
Mundo

Esto permite entender y generar hipótesis de lo que contiene el texto y habilita a una
mejor comprensión.
"Lo que pretenden estas técnicas de prelectura es que conozcas a lo que vas a llegar y
te motive. Es una manera de enganchar mentalmente a la persona que va a leer una
obra con la obra en sí misma", amplía Bernal Montes.

 ¿Cómo aprende el cerebro a leer?


¿Y el factor sorpresa?
El factor sorpresa está relacionado a una novela de misterio pero cuando se está
leyendo un estudio sobre la antropología en el siglo XX, no hay cuestión de
sorpresa, ejemplifica el profesor especialista en técnicas de lectura.
"Es mejor no tener sorpresas porque lo que motiva es aprender lo que estás leyendo",
dice.

 Consejos de "superlectores" para leer más rápido

Autoevaluación
Una vez que se terminó de leer el texto en detalle llega el momento de la autoevaluación.
Según los especialistas consultados, no hay una técnica específica para valorar la
comprensión del texto.

Sin embargo, existen recomendaciones que ayudan a reciclar la información adquirida.


"Hay gente que realiza fichas. Pueden ser en papel o en algún programa de internet. Allí
escribes lo que has aprendido y refuerzas un poco el proceso de aprendizaje. El hecho de
pensar esquemáticamente o crear un mapa mental siempre ayuda a tener más clara las
cosas y a memorizar", aconseja Bernal Montes.
Porque, según el profesor, "lo importante de una buena memoria no es memorizar
mejor, sino guardarlo con un orden, con una forma, para poder recuperarlo más
adelante".

 ¿Te distraes fácilmente? 4 consejos para mejorar tu concentración

Concentración
Otro punto fundamental para que la lectura sea exitosa es la concentración.
Y es que no todos tienen la capacidad de leer en cualquier sitio y hora y no distraerse.

Existen una serie de técnicas que ayudan a aumentar la concentración entre ellas:

 Enumeración

"Recomendamos tomar un texto y tratar de contabilizar todas las palabras que empiecen
con A, o todos los artículos. Esta es una forma de concentración muy difícil porque lo que
nos interesa no es el contenido del texto, Sin embargo, te ayudará a que cuando te
pongas a leer estés concentrado de otra manera", sugiere Bernal Montes.

 ¿Por qué a veces nos cuesta tanto concentrarnos?

 Frecuencia

También se recomienda aumentar los días dedicados a la lectura.


"Si le introduces más información a tu cerebro, como éste tiene la obligación, por cada
minuto que estás leyendo, el cerebro tiene más dificultades para desconcentrarse", dice el
profesor experto en técnicas de lectura.
"Parece contraproducente pero aumentar tus horas de lectura con las técnicas
adecuadas mejora tu concentración", enfatiza.
 Control

Otra técnica que puede ser aplica para favorecer la concentración es ser capaz de
controlar la voz interior, aquella que repite las palabras mientras estamos leyendo.
Y según el especialista, utilizarla no es absolutamente necesario para comprender la
lectura.
En cambio, podrías usar esa voz para que durante el proceso de lectura realices mapas o
esquemas para almacenar la información y luego tener más herramientas para reciclarla.
Postlectura
Y como existe la prelectura, también está la postlectura.
"La postlectura es la explotación del texto y cómo usas toda esa información para aplicarla
después", explica Lucila Gasso de la Universidad de Buenos Aires.
"La lectura no es solamente leer, es también comprender, aprender, memorizar y
recordar. Es un conjunto de cosas. A parte de aplicar técnicas de lectura, también
puedes mejorar tu concentración y tu memoria, concluye Bernal Montes.

Enunciado y oración

Los conceptos de enunciado y oración varían de acuerdo al enfoque teórico que los
define. La perspectiva funcionalista tiene una concepción diferente a la de la Nueva
gramática de la lengua española (NGLE) de la Real Academia Española y la Asociación
de Academias de la Lengua Española (2009). Esta obra presenta un enfoque
generativista, aunque aclara que muchos conceptos surgen de un consenso entre
diversas miradas teóricas y «en algunos párrafos de la Nueva gramática se exponen de
manera resumida los argumentos que suelen darse a favor de dos o más opciones
contrapuestas en el análisis gramatical, pero sin elegir necesariamente una de ellas
(RAE–ASALE, 2009: XLVI).

Conceptos de enunciado y oración desde una perspectiva funcionalista


Aquello que es descripto. A veces aparece al final del texto, como por ejemplo en las
adivinanzas, los chistes o ciertos textos publicitarios, para crear suspenso. Ejemplo:

Llevo mi casa al hombro


camino con una pata
y voy marcando mi huella
con hilito de plata.
El caracol

En Gramática de la lengua española, Alarcos (1994) entiende al enunciado y a la oración


como marcos en los que funcionan las diversas clases de palabras. Sin embargo, se
diferencian entre sí de la siguiente manera:

El enunciado es un mensaje completo e inequívoco en una situación dada. Es la unidad


mínima de comunicación, delimitada por el silencio previo a la elocución y el que le sigue
a su cese, y acompañada por un determinado contorno melódico o curva de entonación.

La oración es un tipo especial de enunciado que se caracteriza por poseer un verbo


conjugado entre las palabras que lo componen. Esta forma verbal funciona como núcleo
de la oración porque contiene en sí mismo la relación predicativa: el sujeto y el predicado,
entendidos como «aquello de que se dice algo». Alarcos ejemplifica su concepto con el
verbo escribe, demostrando cómo en su raíz contiene la referencia léxica y se expresa el
predicado (lo que se dice: escribir) y en sus morfemas flexivos o terminaciones contiene el
valor gramatical y es donde se expresa el sujeto, que él llama sujeto gramatical (aquello
de lo que se predica: él/ella escribe).

Para este autor, todos los demás componentes de la oración son términos


adyacentes que aparecen en torno al núcleo verbal y no son indispensables para que
exista oración. Estos términos cumplen la función de «especificar con más precisión y en
detalle la referencia a la realidad que efectúa el verbo o núcleo de la oración» (Alarcos,
1994:257).

Estos adyacentes se caracterizan según la función que cumplen en la oración: sujeto


léxico (o explícito), objeto directo (o implemento), objeto preposicional (o suplemento),
objeto indirecto (o complemento), atributo (o predicado nominal), adyacente circunstancial
(o aditamento) y adyacente oracional.

Los enunciados que no poseen entre las palabras que lo componen verbos conjugados
son denominados frases y poseen diversas estructuras caracterizadas por el hecho de
que sus constituyentes son siempre de índole nominal: sustantivos, adjetivos, adverbios o
cualquier otra categoría que funcione como un nombre gracias a la transposición.

La noción de transposición le permite a Alarcos explicar la razón de la que funciones


sintácticas sean llevadas a cabo por diversas estructuras. El caso, por ejemplo, de las
oraciones adjetivas: oraciones que funcionan como adjetivos gracias a que los
pronombres relativos las transponen, es decir, las habilitan a funcionar como tales.

Conceptos de enunciado y oración en la NGLE


En esta obra el concepto de enunciado se define como la unidad mínima de la
comunicación:

Existe cierto acuerdo en el hecho de que las palabras, los grupos de palabras y las
oraciones pueden constituir ENUNCIADOS por sí solos si se dan las condiciones
formales, contextuales y discursivas apropiadas. Los enunciados no son, por tanto,
unidades necesariamente oracionales. Así la expresión No a la guerra es un enunciado,
puesto que constituye una unidad de sentido, aunque carezca de verbo, y posee
propiedades entonativas distintivas. El enunciado, entendido como la unidad mínima de
comunicación, puede estar representado por una oración, pero también puede estar
formado por muy diversas expresiones —a menudo exclamativas— que, pese a no ser
oracionales, expresan contenidos modales similares a los que las oraciones ponen de
manifiesto. Así, la secuencia ¡Enhorabuena! no es una oración, sino una interjección
(§32.1c), pero coincide con ¡Te felicito! en que constituye un enunciado y da lugar a un
tipo de acto verbal muy similar (RAE – ASALE, 2009: 73).

Los enunciados se caracterizan por:

• Tener valor comunicativo: expresan un mensaje que el receptor comprende.


• Poseer una entonación propia en la oralidad.
• Aparecer aislados en el texto. No están unidos gramaticalmente a otros enunciados. En
la escritura se distinguen por empezar con mayúscula y terminar con punto, signos de
interrogación, signos de exclamación o puntos suspensivos.

La unión coherente de esos mensajes mínimos (enunciados) da como resultado un texto.


En el texto está contenida la idea global que el emisor desea comunicar, por eso se lo
define como la unidad máxima de la comunicación. Algunas veces el texto necesita de
muchos enunciados para desarrollar el tema, pero otras veces, basta con un enunciado
para lograr el objetivo comunicativo.

Cada enunciado posee un contenido que se manifiesta en determinadas secuencias de


palabras relacionadas sintácticamente entre sí. Según las características propias de esas
secuencias los enunciados se clasifican en: oracionales, nominales, adjetivales,
adverbiales o interjectivos, como se observa en los siguientes ejemplos creados a partir
del cuento de Alejandro Dolina, «Historia de aparecidos».

• Oracionales: Un hombre ve danzar un espectro blanco.


• Nominales: ¡Un espectro!
• Adjetivales: ¡Blanco!
• Adverbiales: ¡Aquí!
• Interjectivos: ¡Ay de mí!

Por otro lado, la oración es la unidad máxima de la sintaxis. Se construye mediante


sintagmas, que a su vez se componen de palabras que se definen como las unidades
mínimas de la sintaxis.

La oración está compuesta por dos miembros: un sujeto y un predicado. Dada esa
propiedad, la oración puede definirse como la unidad mínima de la predicación.

Desde el punto de vista de su significado, el predicado es la acción, proceso, estado o


propiedad que se le atribuye al sujeto. A esa relación entre el sujeto y el predicado se le
llama relación predicativa.

Las ORACIONES son unidades mínimas de predicación, es decir, segmentos que ponen
en relación un sujeto con un predicado. El primero suele estar representado por un grupo
nominal (Los pájaros…) y el segundo por un grupo verbal (…volaban bajo), aunque no
son estas las únicas opciones. En efecto, son también oracionales, y muestran la misma
relación de predicación, las estructuras en las que el predicado, que puede tener o no
naturaleza verbal, precede en muchas ocasiones al sujeto, como en las oraciones
ABSOLUTAS (Una vez en casa toda la familia…) y las EXCLAMATIVAS bimembres
(¡Muy interesante el partido de ayer!), entre otras construcciones similares (RAE - ASALE,
2009:71).

El predicado puede estar compuesto por sintagmas:

• Verbales (verbo conjugado, por lo general): Eric se había enamorado de ella.


• Nominales: Un fantasma tenaz, el enamorado.
• Adjetivales: Tenaz, el fantasma.
• Preposicional: De miedo el fantasma.
• Adverbiales: Muy mal el fantasma.
Conclusiones generales

Los conceptos de enunciado y oración pertenecen a campos de estudio lingüístico


diferenciados: el primero se relaciona con la gramática textual y la pragmática y el
segundo con la gramática oracional en sus diversas concepciones teóricas.

El concepto de oración propuesto por la NGLE (2009) abarca más que la noción
alarquiana de estructura sintáctica nucleada en base a un verbo conjugado. En esta
última gramática académica se conciben oraciones sin verbos conjugados, siempre y
cuando se establezca una relación predicativa (sujeto-predicado) entre los sintagmas que
las componen.

Los predicados, por lo tanto, no están conformados solamente por sintagmas verbales.
Los sustantivos, los adjetivos, los adverbios y las preposiciones también pueden tener
argumentos exigidos por su significado léxico y conformar, por ende, predicados.

Los predicados se clasifican por su valencia, es decir, por el número de argumentos que
exigen (avalentes, monovalentes, bivalentes o trivalentes), así como por la forma
sintáctica que estos presentan (pueden ser verbales, adjetivales o nominales).

Finalmente, es importante recordar que, siempre que no se caiga en contradicciones


conceptuales, es relevante emplear todas las herramientas teóricas que, en función de los
objetivos pedagógicos propuestos, ayuden a enriquecer las competencias lingüística y
comunicativa de los estudiantes en las clases de español.

Redacción: construcción de
párrafos
Un párrafo es la mínima unidad de redacción que explica y desarrolla el significado de
una idea. Un párrafo generalmente tiene tres partes: la oración principal, las oraciones
argumentativas y la oración concluyente; todas ellas contienen la misma palabra clave
o idea clave que controla la información en el resto del párrafo. Un párrafo es un
conjunto de oraciones que desarrollan una idea y está separado por un punto y
aparte. Puede contener varias oraciones señaladas por puntos o por puntos y comas
y constituye la columna vertebral de un texto.
Existen estrategias y técnicas básicas que se pueden usar para producir un escrito
con efectividad. En general, en las tareas como estudiante o profesional se requiere
escribir párrafos, ensayos, monografías y tesis de extensión y contenido variable y
diferente. Los párrafos y los ensayos deben contener ideas principales y
adicionalmente mayor explicación o desarrollo de las mismas.

Tipos de párrafos
Una primera división es la siguiente:

 Párrafos descriptivos. Se usan para:


 Describir
 Establecer características de cosas, personas, situaciones
 Abundar en aspectos que se quiere destacar
 Explicar una idea o definir un personaje
 Párrafos narrativos. Son los que:
 Cuentan hechos o procesos a partir de un objeto o sujeto central
 Permiten la lectura y desarrollo de las ideas
 Se usan en textos científicos y literarios
 Caracterizan a los periódicos o cuentos, llevan orden cronológico de
afirmaciones e informaciones
 No necesitan garantía
 Párrafos Argumentativos: Son los que:
 Definen ideas o conceptos
 Tienen como objetivo persuadir al lector de la idea exacta
 En los que el autor fundamenta su postura o afirmaciones con relación a una
idea
 Cuya estructura es compleja, se relacionan párrafos descriptivos o narrativos
 Se establece una premisa, tesis, supuesto y se señalan razones. Se citan autores,
cifras, hechos verídicos
Por otra parte, nos encontramos que existen otras clasificaciones, que abundan sobre
el contenido de cada uno de los párrafos y la parte de la cual forman parte, ya sea la
introducción, desarrollo o conclusión. Así tenemos los siguientes tipos:

Párrafos de Desarrollo
 De enumeración. La información se presenta en forma de listado, relacionada entre sí.
Este párrafo se compone de dos partes: la lista de propiedades y la idea principal como
organizador. Ésta puede presentarse en forma de recuento, dice cuántos elementos
anteceden o preceden a la lista; de síntesis, hace una anticipación presentando los
contenidos brevemente.
 De secuencia.Similar al de enumeración, los elementos se presentan de manera
separada, ordenados siguiendo un criterio explícito; por ejemplo, espacial, cronológico,
explicitado por medio de letras o números. Es común en los textos de tipo científico y
típico en las instrucciones operativas para la resolución de un problema.
 De Comparación/Contraste. Indica las semejanzas o diferencias entre dos o más
objetos, situaciones, ideas o personas y establece una comparación de acuerdo con
ciertos criterios seleccionados de antemano. Serafini propone dos tipos de esquema
general: 1) Desarrollo por descripciones contrapuestas: cada una de las categorías se
analiza por separado, comparando los dos o más objetos y mostrando sus diferencias. El
párrafo finaliza cuando se han agotado los criterios de comparación. 2) Desarrollo por
descripciones separadas: cada objeto es analizado por separado. Se construyen de esa
forma dos párrafos con estructura idéntica, con los términos de la comparación
presentados en paralelo.
 De desarrollo de un concepto. La idea principal se enuncia de manera explícita, luego
se reafirma con ejemplos o argumentos. Las ideas de apoyo explican, aclaran, dan
detalles o ilustran la idea principal. Ésta puede aparecer al principio o al final.
 De enunciado/ solución de un problema. En el desarrollo de este párrafo el problema
se enuncia de manera retórica, así como también la solución. Su uso es común en textos
de tipo descriptivo y científico. Consta de dos partes: a) presenta el problema, b) presenta
la solución. Para este esquema existen variantes: a) forma completa, b) contraposición de
soluciones, c) omisión de solución, d) omisión del problema.
 De Causa/ Efecto. Es un párrafo que presenta un acontecimiento, hecho o situación,
explicando a continuación las causas que lo provocaron. La descripción de la causa
puede preceder o bien seguir a la del efecto 
Párrafos de introducción
Un párrafo de introducción es el primer contacto que el lector tendrá con nuestro
escrito, de manera que debemos captar su atención e interés desde este momento
para que siga leyendo hasta el final. Existen varias formas de estructurar una
introducción. A continuación se presentan las más comunes:

 De síntesis:Es la más frecuente en todo tipo de texto, en ella se resume el tema o la


tesis del escrito. La ventaja de esta introducción es que presenta en forma rápida,
información esencial sobre el contenido del texto, la desventaja es que hace la
información previsible y reiterativa.
 De anécdota. Las anécdotas, los hechos, las historias, atraen e involucran al lector.
 De breves afirmaciones. Es típica del estilo periodístico; son frases breves, sintéticas y
efectivas.
 De cita.Es una de las formas más utilizadas y eficaces para atraer la atención del lector,
pueden ser proverbios, versos de poetas o frases pronunciados o escritas por una persona
famosa.
 De interrogante. Plantea un problema; el texto posterior describe su desarrollo y en
ocasiones añade otras interrogantes que ilustran los diferentes aspectos de la cuestión
inicial.
 De analogía. Establece una comparación entre el tema escrito y otra situación; explica
el problema aprovechando un contexto similar que sea capaz de atraer la atención inicial
del lector. Los párrafos de introducción también pueden ser las llamadas «entradas
novedosas» utilizadas por los periodistas para atraer el interés de los lectores.
Párrafo de conclusión
Un párrafo de conclusión es el cierre de nuestro escrito, se requiere un desenlace en
el que estén presentes los puntos más importantes Existen varias formas de
estructurar una conclusión. A continuación se presentan las más comunes:

 De síntesis. Breve resumen de las principales ideas del escrito


 De anécdota. Recupera el hilo de todo el texto a través de elementos narrativos o
visuales que atraen la atención del lector dejándose un buen recuerdo del escrito.
 De breves afirmaciones. Sigue a un período que representa el verdadero final del texto
y se plantea como un eco, una resonancia que profundiza en él.
 De cita. Se pueden usar cualquier tipo de citas siempre que se adapten al tema tratado.
 De interrogante. Plantea al final del escrito las cuestiones no resueltas, los problemas
abiertos a las hipótesis del futuro.
 De analogía. Establece una comparación entre el tema escrito y otra situación, explica
el problema aprovechando un contexto similar que sea capaz de atraer la atención inicial
del lector.
Aunque estas composiciones pueden diferir en su longitud y contenido, un párrafo y
un ensayo son similares en dos formas importantes. Primero, cada uno tiene una idea
central en una oración principal (en el caso del párrafo) o en un párrafo principal (en el
caso del ensayo). Segundo, la idea central en la oración principal o párrafo principal
debe estar completamente explicada o desarrollada en oraciones o párrafos
argumentativos.

Estructuras de un párrafo
Estructura que confronta dos términos, ideas u objetos, para señalar similitudes o
diferencias. Por ejemplo: “Un libro y un folleto son publicaciones diferentes. El libro
tiene una extensión superior a 40 páginas, está encuadernado y consta de un índice
de temas diversos, mientras que el folleto se conforma por unas cuantas hojas
engrapadas que desarrollan un tema específico”.
Relaciona una idea central que se puede ejemplificar. Un ejemplo de ello: “La Navidad
es una época de celebración: se organizan reuniones familiares, abundantes comidas
y cenas, se hacen regalos en buen espíritu de concordia y amor”.
Establece el asunto desde la primera oración y determina el desarrollo de las ideas:
“Se puede abordar el problema del medio ambiente desde tres perspectivas básicas:
los recursos naturales, que constituyen la materia prima de todo proceso productivo;
el hombre, sujeto que actúa y vive el mundo, y por último la necesidad de un
desarrollo sustentable”.

Idea Principal
La idea principal de un párrafo está contenida en una oración principal, la cual debe
ser lo suficientemente clara en su requerimiento de mayor explicación o desarrollo en
otras oraciones argumentativas relacionadas, las cuales, a la vez, tienen como
referencia el sujeto de la oración principal. Una buena oración principal no es
demasiado general o demasiada estricta en su sentido. Es recomendable establecer
la idea central al principio del párrafo, en la primera oración.

Existen distintas maneras de tipificar los párrafos; lo más importante es que se debe
incluir en ellos la información que responda a las preguntas: ¿qué?, ¿quién?,
¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué? y ¿cómo? Dependerá del tipo de escrito y del estilo
del escrito, si se contesta a las preguntas: una por párrafo o dos en un mismo párrafo.
Redacción Científica. Es la transmisión de una señal clara al receptor con palabras
sencillas y ordenadas.

Características
La característica fundamental de la redacción científica es la claridad. El éxito de la
experimentación científica es el resultado de una mente clara que aborda un problema
claramente formulado y llega a unas conclusiones claramente enunciadas.
Idealmente, la claridad debería caracterizar todo tipo de comunicaciones; sin
embargo, cuando se dice algo por primera vez, la claridad es esencial. la mayoría de
los artículos científicos publicados en nuestras revistas de investigación primarias se
aceptan para su publicación precisamente porque aportan realmente conocimientos
científicos nuevos. Por ello, debemos exigir una claridad absoluta en la redacción
científica.

Orígenes
Los seres humanos han sido capaces de comunicarse desde hace milenios. Sin
embargo, la comunicación científica, tal como hoy la conocemos, es relativamente
nueva. Las primeras revistas científicas se publicaron hace solo 300 años, y la
organización del artículo científico llamada IMRYD (Introducción, Métodos, Resultados
y Discusión) se ha creado en los últimos 100 años.

Los conocimientos, científicos o de otra clase, no pudieron transmitirse eficazmente


hasta que se dispuso de mecanismos apropiados de comunicación. Los hombres
prehistóricos, desde luego, podían comunicarse en forma oral; pero cada generación
comenzaba esencialmente en el mismo punto de partida porque, sin documentos
escritos a los que acudir, los conocimientos se perdían tan rápidamente como se
adquirían.

Las pinturas rupestres y las inscripciones grabadas en las rocas figuran entre los
primeros intentos humanos de dejar registros para generaciones posteriores. En cierto
sentido, hoy tenemos la suerte de que nuestros primeros antepasados eligieran esos
medios, porque algunos de esos "mensajes" primitivos han sobrevivido, mientras que
los contenidos en materiales menos duraderos hubieran perecido. (Tal vez hayan
perecido muchos). Por otra parte, las comunicaciones por ese medio eran
increíblemente difíciles. Hay que pensar, por ejemplo en los problemas de reparto que
hoy tendría el servicio postal de los Estados Unidos si la correspondencia fuera, por
término medio, de rocas de 50 kilos. Ya tiene suficientes problemas con las cartas de
20 gramos.

El primer libro que conocemos es un relato caldeo del Diluvio. La historia estaba
inscrita en una tablilla de arcilla de alrededor del año 4000 antes de J.C, anterior
al Génesis en unos 2000 años (Tuchman, 1980).
Hacía falta un medio de comunicación que pesara poco y fuera portátil. El primer
medio que tuvo éxito fue el papiro (hojas hechas de la planta del papiro, encoladas,
para formar un rollo de hasta 60 a 120 cm, sujeto a un cilindro de madera), que
comenzó a utilizarse alrededor del 200 antes de J.C. En el año 190 antes de J.C se
empezó a usar el pergamino (hecho de pieles de animales). Los griegos reunieron
grandes bibliotecas en Efeso y Pérgamo (hoy Turquía) y también en Alejandría.
Según Plutarco, la biblioteca de Pérgamo contenía 200 000 volúmenes en el 40 antes
de J.C (Tuchman, 1980).

En el año 105, de nuestra era, los chinos inventaron el papel, el medio moderno de
comunicación. Sin embargo, como no había una forma eficaz de reproducir las
comunicaciones, los conocimientos eruditos no podían difundirse ampliamente.

Tal vez el mayor invento de la historia intelectual de la humanidad ha sido la imprenta.


Aunque los tipos movibles se inventaron en China alrededor del 1100 (Tuchman,
1980), el mundo occidental atribuye ese invento a Gutenberg, que en el
año 1455 imprimió su Biblia de 42 renglones en una imprenta de tipos movibles. El
invento de Gutenberg se puso en práctica en toda Europa de forma eficaz e
inmediata. En el año 1500 se imprimían ya miles de ejemplares de centenares de
libros (los llamados incunables).

Las primeras revistas científicas aparecieron en 1665, cuando, casualmente,


empezaron a publicarse dos revistas diferentes: la "Journal des Scavans" en Francia y
las "Philosophical Transactions of the Royal Society of London" en Inglaterra; desde
entonces, las revistas han servido de medio principal de comunicación en las ciencias.
En la actualidad se publican unas 70 000 revistas científicas y técnicas en todo el
mundo (King y otros, 1981).

Historia de IMRYD
Las primeras revistas publicaban artículos que llamamos "descriptivos". De forma
típica, un científico informaba: "primero vi esto y luego vi aquello". o bien :" primero
hice esto y luego hice aquello". A menudo, las observaciones guardaban un simple
orden cronológico. Este estilo descriptivo resultaba apropiado para la clase de ciencia
sobre la que se escribía. De hecho, ese estilo directo de informar se emplea aún hoy
en las revistas a base de "cartas", en los informes médicos sobre casos, en los
levantamientos geológicos.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la ciencia empezaba a moverse de prisa y de
formas cada vez más complicadas. Especialmente gracias a la labor de Pasteur Louis
Pasteur que confirmó la teoría microbiana de las enfermedades y elaboró métodos de
cultivos puros para estudiar microorganismos, tanto la ciencia como la información
sobre la ciencia hicieron grandes adelantos.

En esa época, la metodología se hizo sumamente importante. Para acallar a sus


críticos, muchos de los cuales eran fanáticos creyentes en la teoría de la generación
espontánea, Pasteur consideró importante describir sus experimentos con exquisito
detalle. Como los colegas razonablemente responsables de Pasteur pudieron
reproducir sus experimentos, el principio de la 'reproducibilidad de los experimentos'
se convirtió en dogma fundamental de la filosofía de la ciencia, y una sección
separada de métodos condujo al formato IMRYD, sumamente estructurado.

Como he estado en contacto con la microbiología durante muchos años, es posible


que exagere la importancia de esta rama científica. No obstante, creo sinceramente
que la conquista de las enfermedades infecciosas ha sido el mayor avance en la
historia de la ciencia. Creo también que una breve recapitulación de esa historia
puede ayudar a entender mejor la ciencia y la comunicación de la ciencia. Aun los que
creen que la energía atómica o la biología molecular, son el mayor "avance",
apreciarán el paradigma de la ciencia moderna que ofrece la historia de las
enfermedades infecciosas.

Los trabajos de Pasteur fueron seguidos, en los primeros años del presente siglo, por
los de Paul Ehrlich y, en los años treinta, por los de Gerhard Domagh (sulfonamidas).
La segunda guerra mundial impulsó el descubrimiento de la penicilina (descrita por
primera vez por Alexander Fleming en 1929). Se informó sobre la estreptomicina
en 1944 y, poco después de la segunda guerra mundial, la busca alocada pero
espléndida de "medicamentos milagrosos" produjo las tetraciclinas y docenas de otros
antibióticos eficaces. De esta forma, dichos acontecimientos permitieron avasallar los
azotes de la tuberculosis, la septicemia, la difteria, la peste, la tifoidea, y (mediante la
vacuna) la viruela y la poliomielitis.

Mientras esos milagros brotaban de nuestros laboratorios de investigación médica


después de la segunda guerra mundial, era lógico que las inversiones de los Estados
Unidos en investigación aumentasen grandemente. Este estímulo positivo para apoyar
la ciencia fue acompañado pronto (1957) de un factor negativo, cuando los rusos
pusieron en órbita el Sputnik I. En los años que siguieron, ya fuera con la esperanza
de conseguir más "milagros" o por temor a los rusos, el Gobierno federal siguió
destinando miles de millones de dólares a la investigación científica en los Estados
Unidos.

El dinero produjo ciencia. Y la ciencia produjo artículos. Montañas de ellos. El


resultado fue una enorme presión sobre las revistas existentes ( y sobre muchas
nuevas). Los directores de revistas científicas, aunque solo fuera en legítima defensa,
comenzaron a exigir que los manuscritos estuvieran sucintamente escritos y bien
estructurados. El espacio de las revistas se hizo demasiado precioso para
desperdiciarlo en verbosidades o redundancias.

El formato IMRYD, que había estado haciendo lentos progresos desde finales del
siglo XIX, se hizo de utilización casi universal en las revistas de investigación. Algunos
directores lo adoptaron porque se convencieron de que era la forma más sencilla y
lógica de comunicar los resultados de la investigación. Otros, no convencidos quizá
por esta lógica simplista, se uncieron sin embargo al carro de los vencedores porque
la rigidez de dicha estructura ahorraba realmente espacio (y gastos) a las revistas y
facilitaba las cosas a los directores y árbitros (llamados también revisores), al "hacer
un índice" de las principales partes del manuscrito. La lógica del IMRYD puede
definirse mediante una serie de preguntas:

 ¿Qué cuestión (problema) se estudió? La respuesta es la Introducción.


 ¿Cómo se estudió el problema? La respuesta son los Métodos.
 ¿Cuáles fueron los resultados o hallazgos? La respuesta son los Resultados.
 ¿Qué significan esos resultados? La respuesta es la Discusión.

Ahora nos parece evidente que la lógica sencilla del IMRYD ayuda realmente al autor
a organizar y escribir su texto, y que ofrece una especie de mapa de carreteras claro
para guiar a los directores, árbitros y, finalmente, lectores en la lectura del artículo.

Percepció n
Sin duda, la mayoría de las personas habrá oído esta pregunta: si un árbol cae en un
bosque y no hay nadie que lo oiga caer, ¿hace ruido? La respuesta correcta es "no".
El sonido es algo más que "ondas de presión" y, en realidad, no puede haber sonido
sin un oyente. De igual modo, la comunicación científica es un proceso en dos
sentidos. Lo mismo que una señal de cualquier clase resulta inútil mientras no se
perciba, un artículo científico publicado (señal) resulta inútil si no es recibido y
entendido por el público a que se destina. Por ello, podemos reformular el axioma de
la ciencia: un experimento científico no está completo hasta que sus resultados se han
publicado y entendido. La publicación no será más que "ondas de presión" si el
documento publicado no se comprende. Hay demasiados artículos científicos que
caen en el silencio de los bosques.

Comprensió n
La redacción científica es la transmisión de una señal clara al receptor. Las palabras
de esa señal deben ser tan claras, sencillas y ordenadas como sea posible. La
redacción científica no tiene necesidad de adornos ni cabida para ellos. Es muy
probable que los adornos literarios floridos, las metáforas, los símiles y las
expresiones idiomáticas induzcan a confusión, por lo que rara vez deben utilizarse al
redactar artículos de investigación.

Sencillamente, la ciencia es demasiado importante para ser comunicada de otra forma


que no sea con palabras de significado indudable. Y ese significado indudable y claro
debe serlo no solo para los colegas del autor, sino también para los estudiantes que
acaban de iniciar su carrera, para los científicos de otras disciplinas y, especialmente,
para los lectores cuya lengua nativa no es la misma del autor. [Esto último es
particularmente aplicable al idioma inglés].

Muchas formas de escritura se destinan al entretenimiento. La redacción científica


tiene una finalidad distinta: comunicar nuevos descubrimientos científicos. Por esta
razón, debe ser tan clara y sencilla como sea posible.

Lenguaje
Además de la organización, el segundo ingrediente principal de un artículo científico
debe ser un lenguaje apropiado. En este libro, subrayo continuamente el uso correcto
del lenguaje (1), pues creo que todos los científicos deben aprender a usarlo con
precisión. En la actualidad existe un libro (Day, 1982) dedicado enteramente al inglés
para científicos. (N. del E.) (1) (N. del E.: Cómo es lógico, en el original el autor se
refiere específicamente al idioma inglés, "...porque la mayoría de los científicos tienen
dificultades en este campo. Tenemos que reconocer que 'el inglés se ha convertido
casi en el lenguaje universal de la ciencia' (E. Garfield, The Scientist, 7 de
septiembre de 1987, p.9)"

Si el conocimiento científico es, por lo menos, tan importante como cualquier otro,
debe comunicarse eficazmente, con claridad y con palabras de significado indudable.
Por ello, el científico, para tener éxito en sus esfuerzos, debe ser culto. David B
Truman, cuando era Decano del Colegio Universitario de Columbia, lo dijo muy bien:
"En las complejidades de la existencia contemporánea, el especialista que está
capacitado pero no educado, y que está técnicamente calificado pero es culturalmente
incompetente, constituye una amenaza". El lenguaje no tiene que ser difícil. En la
redacción científica decimos: "El mejor lenguaje es el que transmite el sentido con el
menor número posible de palabras" (aforismo que apareció durante algunos años en
las "Instrucciones a los autores" de la Journal of Bacteriology). Los juegos literarios,
las metáforas y todo eso hacen que la atención se desvíe de la sustancia al estilo.
Deben usarse rara vez, si acaso se usan, en la redacción científica.

Acerca de la redacció n científica


En cualquier investigación, el investigador debe ir sintetizando sus análisis para ir
conformando el cuerpo de su informe de investigación. La característica fundamental
de la redacción científica es la claridad. El éxito de cualquier trabajo de investigación
científica es el resultado de un claro diseño metodológico, que aborda un problema
claramente formulado y llega a unas conclusiones claramente enunciadas. La
redacción científica es la transmisión de ideas que deben ser tan claras, sencillas y
ordenadas como sea posible. La redacción científica no tiene necesidad de adornos.

Sencillamente, la ciencia es demasiado importante para ser comunicada de otra forma


que no sea con palabras de significado indudable. Y ese significado indudable y claro
debe serlo no sólo para las personas entendidas en el tema en cuestión, sino también
para cualquiera que se interese por su lectura.

Las cualidades fundamentales que un texto científico debe exhibir son: la cohesión, la
coherencia y la intencionalidad. La cohesión se entiende por el modo en que lo
elementos del texto están relacionados entre sí y permiten analizar de forma rápida el
texto en cuestión, identificándose con precisión la introducción, el desarrollo y las
conclusiones, aunque no estén demarcados en la estructura del texto.

La coherencia se manifiesta mediante la continuidad de sentido, es la estructura


lógica y psicológica de las ideas expresadas.

La intencionalidad queda delimitada en un texto por la posibilidad de percibir el


objetivo que se persigue a lo largo de todo su contenido.[1] Un trabajo científico debe
ser sumamente organizado, con unas partes componentes destacadas y claramente
distinguibles.
A continuación se incluyen algunas recomendaciones que son válidas para la
redacción de cualquier tipo de trabajo científico, aunque en cada caso, los
investigadores deben tener en cuenta los requisitos que se exigen en la presentación
de los mismos por las editoriales y los consejos de redacción; las comisiones
organizadoras de eventos, etc. La claridad de la redacción debe comenzar por el
propio título del trabajo. El título es la primera impresión que se recibe acerca del
trabajo, por lo tanto, debe ser bien estudiado y dar, en la medida en que lo permitan
sus límites, una indicación clara y concisa acerca del contenido del trabajo.

Es decir, los términos del título deben limitarse a aquellas palabras que subrayen el
contenido significativo del trabajo de forma que este resulte a la vez comprensible y
localizable. El resumen es una parte importante de cualquier trabajo, ya que puede
considerarse como una versión en miniatura del mismo, debe ofrecer un sumario
breve de cada una de sus partes principales. Un resumen bien preparado permite a
los lectores identificar rápida y exactamente el contenido de un documento,
determinar la pertinencia de su lectura. El resumen no debe exceder de 250 palabras
y debe ser de un solo párrafo.

El resumen deberá indicar: los objetivos principales y el alcance de la investigación,


referir de forma general los métodos empleados, resumir los resultados y enunciar las
conclusiones principales. Debe escribirse en pretérito, porque se refiere a un trabajo
ya realizado.

La primera sección del texto propiamente dicho debe ser, naturalmente, la


introducción. La finalidad de esta es suministrar suficientes antecedentes para que el
lector pueda comprender la importancia de la investigación y la significación de
resolver el problema que la justifica. Se deben dar los argumentos que convencen
acerca de la existencia de dicho problema y su carácter de problema científico, tener
en cuenta que si no se expone el problema de una forma razonable y comprensible,
los lectores no se interesarán por la solución. Se recomienda escribirla en tiempo
presente porque se refiere al momento de iniciar el trabajo. A continuación de la
explicación del problema y su fundamentación, se debe mostrar el diseño
metodológico de la investigación, es decir, se deben exponer las categorías de la
metodología de investigación científica que permiten comprender los propósitos,
alcances y resultados alcanzados en el trabajo, así como los métodos que permitieron
al investigador ir dando cumplimiento a las tareas desarrolladas.

Una vez redactada la introducción, se debe pasar al desarrollo. En este caso hay que
tener en cuenta que es la parte esencial del trabajo. Es importante su estructuración
por capítulos, epígrafes, subepígrafes, etc., en dependencia de la extensión del
mismo. Generalmente estas secciones del trabajo se van redactando en la misma
secuencia de las tareas de investigación, es decir, primero toda la información que
corresponde a la etapa factoperceptible, que debe ser sintetizada en consideraciones
significativas que se constituyen en las premisas de la etapa de abstracción. A
continuación se debe explicar esta etapa de abstracción, brindando la información que
permite al lector comprender el proceso investigativo, los métodos utilizados y los
resultados alcanzados así como la forma en que se han aplicado o validado.
“No sea verboso al citar figuras y cuadros. No diga: «El cuadro 1 muestra con claridad
que la nocilina inhibió el crecimiento de neisseria gonorrhoeae». Diga: «La nocilina
inhibió el crecimiento de neisseria gonorrhoeae» (cuadro 1).”[2]

Finalmente deben brindarse las conclusiones que demuestran la validez de los


resultados. La precisión con que se dan las conclusiones, haciendo referencia a los
aspectos más novedosos que brinda el trabajo y a la validez, impacto y pertinencia de
sus resultados es un aspecto vital en cualquier trabajo científico. Los resultados tienen
que expresarse clara y sencillamente, porque representan los nuevos conocimientos
que se están aportando. Las conclusiones deben mostrar cómo concuerdan (o no) sus
resultados e interpretaciones con los trabajos anteriormente publicados, las
consecuencias del trabajo y sus posibles aplicaciones prácticas.

Consideremos estas ideas: (…) "No dé nada por sentado. (…) En definitiva, la buena
escritura, como la buena música, tiene su culminación apropiada”. (…) Muchos
trabajos científicos terminan «no con una explosión sino con un gemido»”.[3]

La calidad de un texto científico también se reconoce por la presencia del lenguaje


argumentativo. En tal sentido, es importante distinguir el lenguaje argumentativo del
explicativo y el descriptivo. La clasificación establece que:.“La descripción es la forma
acumulativa de representación de lo individual concreto, rara vez constituye por sí
sola un texto completo, sino que forma segmentos que gozan de cierta autonomía
dentro de textos más amplios (...)

La exposición es el equivalente abstracto de la descripción. Su contenido son ideas,


pensamientos, opiniones, en suma abstracciones (...) Es la presentación discursiva de
pensamientos que concurren en torno a un mismo objeto o que proceden de un
mismo sujeto en una circunstancia dada, pero entre los que no se establecen
concatenaciones lógico temporales, sino que siguen el mismo principio acumulativo
de la descripción (...)

La argumentación es el proceso que relaciona la información de determinadas


proposiciones, las premisas, para obtener una nueva información; la conclusión o
tesis. Puesto que la tesis constituye información nueva, no puede ser nunca una
verdad evidente ni fácilmente integrable en el cuerpo de conocimientos y convicciones
del receptor potencial; de ahí el papel de las premisas, que constituyen el proceso de
argumentación previamente dicho, orientado a vencer las posibles resistencias del
receptor para la asimilación cognitiva o pragmática de la tesis”[4] Es evidente que los
trabajos científicos deben ser escritos haciendo uso, fundamentalmente, de la
argumentación, ya que la descripción y la exposición reclaman permanentemente una
interpretación, una justificación que las estructure, no ofrecen fundamento suficiente a
su contenido. De ahí la importancia de que el investigador domine el lenguaje
argumentativo o interpretativo, como también se le conoce.

Es sumamente importante que se trabaje sobre la base de llegar a “verdades


científicas”, aunque es conveniente tener en cuenta que “(…) Al mostrar las relaciones
entre los hechos observados, no es necesario llegar a conclusiones cósmicas. Es raro
que una sola persona sea capaz de iluminar toda la verdad; frecuentemente, lo más
que uno podrá hacer será arrojar un poco de luz sobre una parcela de la verdad.”[5]
Otro factor que garantiza la calidad de un texto científico es el que tiene que ver con el
asentamiento de las fuentes de información. Este elemento está muy vinculado al
rigor con que se muestran los resultados del proceso de investigación en cualquiera
de sus etapas. El asentamiento bibliográfico confiere al texto actualidad y credibilidad,
en tanto aporta criterios acerca de la validez y pertinencia de la bibliografía consultada
y la manera en que el investigador aprovechó la misma.

Existen variadas formas de asentar la bibliografía consultada en un texto científico.


Las más utilizadas actualmente son las de apellido y año y la de ordenación numérica.
El sistema apellido y año (también conocido como “sistema Harvard”) inserta en el
texto un paréntesis con el apellido del autor de referencia y separado por una coma, el
año de la publicación. Se requiere que en la lista bibliográfica al final del texto se de
toda la información correspondiente al autor, año, editorial y país, tal y como se
ejemplifica a continuación.

En el texto:
Al trasladar este concepto al campo de la arquitectura y considerando principalmente
las acepciones de razón, antecedente y factor que genera algo, surge pronto la
conveniencia de referirse a la obra de Tedeschi (Tedeschi, 1977) …….. Siendo un
libro, aparecerá en la Bibliografía: 15. TEDESCHI, Enrico. 1977. Teoría de la
Arquitectura. Nueva Visión, Buenos Aires. Si la referencia insertada en el texto fuera
un artículo de una publicación periódica: 19. SÁNCHEZ DE Carmona, Manuel. 1996.
“Análisis tipológico de la arquitectura religiosa del siglo XVI en México” en Estudios de
Tipología Arquitectónica, UNAM, México. En este caso, si un mismo autor fuera
referenciado en varias publicaciones del mismo año, entonces se identifican con letras
minúsculas, por ejemplo: ………(Sánchez de C., 1996 a)…………………..(Sánchez de
C., 1996 b)………..

El de ordenación numérica se realiza insertando un sobreíndice junto a la referencia


en orden consecutivo y asentando los datos correspondientes al final de la página o al
final del texto en una sección de Notas Bibliográficas, donde se precisan solamente el
nombre del autor y el título del documento, ya que en la Bibliografía se incluirán los
restantes datos de la misma forma en que se muestra en el ejemplo anterior. Para
profundizar en el uso de este sistema, se recomienda el libro Metodología de la
Investigación Bibliográfica de Ricardo Repilado.

Normas APA 2020


A diario recibimos varias preguntas con respecto al número mínimo y máximo de
palabras en un parráfo, en todo el documento, en el título, etc. Analicemos punto a
punto. ¿Cómo contar cuántas palabras hay en mi documento APA? Cuanto te soliciten
el número de palabras en tu trabajo es sólo contar todas las palabras. Eso incluye la
página de título, el resumen, el texto principal, las citas, los encabezados, las notas al
pie, la lista de referencias, las tablas, los títulos de las figuras y los apéndices. Es decir:
todo. Esto proporciona una representación precisa de la longitud total de su papel y le
evita tener que realizar cálculos elaborados solo para saber si su papel es demasiado
largo, demasiado corto o correcto. Use la función de conteo de palabras de
su programa de procesamiento de texto para contar las palabras en su trabajo.

Cuá l es el nú mero mínimo o má ximo de palabras o líneas en un parrá fo?

El Manual de Publicaciones APA no establece un número mínimo o máximo de


palabras permitidas en una oración o párrafo. Las oraciones y los párrafos de
cualquier longitud están técnicamente permitidos.
Sin embargo, hay otras razones para evitar oraciones y párrafos muy cortos o
muy largos. Las frases muy cortas pueden parecer abruptas, entrecortadas o
sin contenido y las frases muy largas pueden ser confusas para el lector.
Los párrafos más cortos que dos o tres frases pueden parecer incompletos y
los párrafos más largos que una página pueden contener demasiadas ideas a
la vez y confundir el lector. Sin embargo, si la información presentada justifica
el uso de una frase o párrafo corto, uselo. No hay ningún problema.

Limite de palabras en un documento APA

El límite de palabras para un trabajo APA será establecido por quien lo solicita.
Es decir, el Manual de Publicaciones no tiene una directriz sobre este punto.
Debes preguntar a tu profesor o instructor de tu trabajo académico o en caso
de publicación en una revista deberás preguntar a la persona responsable por
recibir los artículos. Los límites varían ampliamente de acuerdo a la naturaleza
del artículo que estás escribiendo. Los informes sueles ser con pocas palabras,
pero las disertaciones académicas suelen ser largas.
Limite de palabras en el resumen

El límite de conteo de palabras para el resumen también lo establece el editor


o el profesor. Los límites de palabras en el Abstract varían de una revista a otra
y generalmente varían de 150 a 250 palabras. Para las tareas de los
estudiantes, el límite también suele ser de 250 palabras. Entonces, si tu
profesor no ha establecido un límite específico, toma estas instrucciones como
limites.

¿Cómo presentar trabajos académicos?


Introducción

Un aspecto fundamental en la realización de los diferentes trabajos que, a lo largo de nuestros


estudios, se nos irán planteando es el de su presentación. Aunque pueda parecer que se trata de una
cuestión menor, la realidad es muy diferente ya que con mucha frecuencia una buena presentación
marca la diferencia.

A igualdad de contenidos, un trabajo mal estructurado y con una deficiente presentación es más
difícil de leer y casi siempre causará una peor impresión en la persona que lo deba examinar,
haciéndola más proclive a considerarlo más negativamente. Por otro lado, una buena presentación,
tanto desde un punto de vista conceptual, como  formal, hará más convincente el resultado de nuestro
trabajo.

La utilización de un lenguaje claro y directo, una redacción precisa y una estructuración lógica de
la información facilitará la lectura y comprensión del texto.

Subir

Estructura

Habitualmente los profesores nos habrán proporcionado indicaciones prácticas sobre la


presentación del trabajo. Si no es así, tendremos que seguir una estructura lógica que deberá contar,
al menos, con los siguientes apartados:

 introducción
 desarrollo de los diferentes aspectos del tema tratado
 conclusiones

A esta estructura básica tendremos que añadir una serie de elementos que conforman el
documento en sí mismo: portada, índice del contenido, bibliografía utilizada, así como todo el aparato
de citas bibliográficas sobre el que se apoya nuestra exposición. Además si, como es altamente
aconsejable, acompañamos los textos con la presentación de gráficos, esquemas, tablas o imágenes,
éstas deberán ir acompañadas de un pequeño texto explicativo que favorezca su comprensión.

A continuación vamos a examinar con mayor detalle cada una de estas partes:

 Portada: donde debe constar el título del trabajo, el nombre del autor, curso, asignatura,
grupo, etc. Es la fuente que permite identificar el trabajo.
 Resumen: en el caso de artículos para su publicación, tesis, etc. se debe incluir un pequeño
resumen (entre 50 y 250 palabras), donde se informe del contenido y naturaleza del
documento que se presenta y las conclusiones, lo cual resultará de mucha utilidad para el
lector.
 Sumario o tabla de contenidos: recoge los diferentes apartados que se tratan en el
documento, con sus correspondientes subdivisiones, si las hubiera, en el orden en que
aparecen en el texto y con mención de la página donde comienzan.
 Lista de abreviaturas y símbolos: se recomienda que se detallen en ella todos los
elementos que no sean de comprensión inmediata y universal por cualquier posible lector.
 Introducción: describe el propósito y los objetivos del trabajo, el alcance (cronológico,
geográfico, tipológico, etc.), así como la metodología utilizada.
 Cuerpo del trabajo: debe estar estructurado en epígrafes claramente señalados y
destacados.
 Conclusiones: en ellas se deben presentar los resultados de nuestro trabajo.
 Anexos: en esta parte se recoge información complementaria que facilita la comprensión del
texto, como gráficos, fotografías, glosarios, muestras de datos, etc.
 Bibliografía: es el conjunto de documentos utilizados para la elaboración del trabajo, aunque
no se hayan citado. Habitualmente se presenta de forma alfabética. Para su realización hay
que ceñirse a unas normas muy precisas.
 Índices alfabéticos: onomásticos, de materias, etc. permiten buscar en el texto entradas
específicas. Sólo son recomendables en trabajos extensos. Hoy día, gracias al uso de
procesadores de textos, su realización es mucho menos costosa.

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Redacción

En cuanto a la redacción, además de una correcta utilización del lenguaje,  es recomendable el


uso de un estilo claro y directo, que facilite la comunicación y la comprensión de lo que queremos
expresar. Para ello debemos:

 ser coherentes en nuestra exposición, evitando dejar en nuestro discurso cuestiones


pendientes y  sin desarrollar
 buscar la variación en el uso general del lenguaje, para no incurrir en repeticiones, pero
evitarla en el uso de la terminología especializada, para no crear confusión
 evitar las frases excesivamente largas y con construcciones subordinadas
 ser precisos y concretos en el lenguaje, haciendo un uso correcto de la terminología empleada
 utilizar un discurso despersonalizado
 utilizar expresiones sencillas, huyendo de frases rebuscadas
 evitar el uso de expresiones coloquiales
 enlazar las frases mediante el empleo correcto de  palabras o expresiones adecuadas para ello
 evitar la repetición de términos y el uso de muletillas recurrentes e innecesarias
 descifrar las siglas

Por otro lado, los textos escritos se estructuran en forma de párrafos, cada uno de los cuales
debe tratar y desarrollar una idea concreta. A su vez, cada párrafo debe funcionar como un todo en el
que las ideas se relacionen entre sí de una manera natural.

Además, otros dos aspectos muy importantes a tener en cuenta son el cuidado de la ortografía y
el uso correcto de la puntuación. Para la primera, podemos ayudarnos de los correctores ortográficos
y gramaticales de los procesadores de texto, aunque no debemos nunca confiar ciegamente en ellos.
En cualquier caso, lo más útil es aspirar a tener un correcto dominio de las normas ortográficas y de
puntuación. Para tratar de conseguirlo y para aclarar dudas en la materia son siempre de gran utilidad
los diversos manuales y libros de ortografía y estilo existentes.
No debemos olvidar que redactar significa también revisar y corregir, por lo que tendremos que
ser cuidadosos y releer el texto hasta conseguir una perfecta construcción.

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Aspectos formales

La forma de presentación visual de un texto es importante, tanto que, en muchas ocasiones, una
mala presentación puede arruinar un buen trabajo. Una configuración adecuada del texto facilita su
legibilidad y comprensión. A continuación detallamos algunas recomendaciones:

 se deben paginar todas las hojas, a excepción de la portada y las hojas de respeto, y revisar
la secuencia cuando hemos introducido cambios, tanto en la paginación como en el índice
 el texto debe estar organizado en capítulos, apartados y subapartados, cada uno de ellos
claramente destacado con letras mayúsculas o negritas. Se deben jerarquizar entre sí
mediante un uso adecuado de la tipografía y de números arábigos
 las notas y observaciones que complementan el texto deben incluirse a pie de página o al final
de cada capítulo
 es conveniente presentar el cuerpo del texto justificado, con interlineado sencillo o a espacio y
medio y márgenes adecuados
 se recomienda usar una única familia de letras, evitando las fuentes demasiado exóticas, que
pueden dificultar la lectura y no ser adecuados para un trabajo académico, al restarle
seriedad
 es conveniente ser sobrios en la presentación y evitar caer en excesos visuales que pudieran
entorpecer la lectura
 el sistema de presentación de citas y referencias bibliográficas debe ser único y  consistente
en todo el trabajo
 los gráficos, tablas, etc. deben llevar un texto explicativo y una mención de la fuente de
donde se han tomado, debiendo además ir numerados en secuencias diferentes para cada una
(figuras, tablas, etc.)

SIGNOS ORTOGRÁFICOS. Son todas aquellas marcas gráficas que, no siendo


números ni letras, aparecen en los textos escritos con el fin de contribuir a su
correcta lectura e interpretación. Cada uno de ellos tiene una función propia y
unos usos establecidos por convención. Hay signos de puntuación y signos
auxiliares.

a) Signos de puntuación. Sus funciones son marcar las pausas y la entonación


con que deben leerse los enunciados, organizar el discurso y sus diferentes
elementos para facilitar su comprensión, evitar posibles ambigüedades en textos
que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes, y señalar el carácter
especial de determinados fragmentos de texto —citas, incisos, intervenciones de
distintos interlocutores en un diálogo, etc.—. La información relativa al uso
específico de cada signo se ofrece en su entrada correspondiente
(→ COMA; COMILLAS; CORCHETE; DOS PUNTOS; INTERROGACIÓN Y EXCLAMACIÓN
(SIGNOS DE); PARÉNTESIS; PUNTO; PUNTOS SUSPENSIVOS; PUNTO Y COMA; RAYA).

b) Signos auxiliares. Sus funciones son muy variadas y se explican en las


entradas correspondientes a cada uno de ellos
(→ APÓSTROFO; ASTERISCO; BARRA; DIÉRESIS; GUION2 O GUIÓN; LLAVE; PÁRRAFO;  TILDE2
).

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