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¿Cuál es el origen de la Filosofía

Filosofía es la ciencia que se ocupa de responder los grandes interrogantes


que desvelan al hombre como ser el origen del universo o del hombre, el
sentido de la vida, entre otros, con el fin de alcanzar la sabiduría y todo esto se
logrará a través de la puesta en marcha de un análisis coherente y racional que
consistirá en el planteamiento y la respuesta de cuanta cuestión se nos ocurra,
por ejemplo, qué es el hombre, qué el mundo, qué puedo conocer, qué puedo
esperar de tal cosa.

Importancia de la Filosofía

La Filosofía es el amor por la sabiduría, tal y como la entendían los antiguos


griegos, que se preguntaban acerca de materias tan fundamentales como
la existencia, el conocimiento, la verdad, o la moral. Cuestiones universales tan
primordiales que atañen al ser humano desde su base como ser con conciencia
de su propia existencia en el mundo. Este amor por la sabiduría fue el primer
peldaño que aportó las primeras nociones de conocimiento para el mundo
Occidental y que hoy suponen la base de la Ciencia, tal y como hoy en día la
conocemos.

El proceso del conocimiento en el Mito de las cavernas como lo


explica platón:

Como hemos visto, el mito de la caverna reúne una serie de ideas muy
comunes para la filosofía idealista: la existencia de una verdad que existe
independientemente de las opiniones de los seres humanos, la presencia de
los engaños constantes que nos hacen permanecer lejos de esa verdad, y el
cambio cualitativo que supone acceder a esa verdad: una vez se la conoce, no
hay marcha atrás. Estos ingredientes se pueden aplicar también al día a día,
concretamente a la manera en la que los medios de comunicación y las
opiniones hegemónicas moldean nuestros puntos de vista y nuestra manera de
pensar sin que nos demos cuenta de ello. Veamos de qué manera las fases del
mito de la caverna
De Platón pueden corresponderse con nuestras vidas actuales:

1. Los engaños y la mentira:

Los engaños, que pueden surgir de una voluntad de mantener a los demás con
poca información o de la falta de progreso científico y filosófico, encarnaría el
fenómeno de las sombras que desfilan por la pared de la caverna. En la
perspectiva de Platón, este engaño no es exactamente el fruto de la intención
de alguien, sino la consecuencia de que la realidad material sea tan solo un
reflejo de la verdadera realidad: la del mundo de las ideas.

2. La liberación:

El acto de liberarse de las cadenas serían los actos de rebeldía que solemos
Llamar revoluciones, o cambios de paradigma. Por supuesto, no es fácil
rebelarse, ya que el resto de la dinámica social va en sentido contrario.

3. La ascensión:

La ascensión a la verdad sería un proceso costoso e incómodo que implica


desprenderse de creencias muy arraigadas en nosotros. Por ello, es un gran
cambio psicológico que se plasma en la renuncia a las viejas certezas y la
apertura a las verdades, que para Platón son el fundamento de lo que
realmente existe (tanto en nosotros como a nuestro alrededor).

4. El retorno:

El retorno sería la última fase del mito, que consistiría en la difusión de las
nuevas ideas, que por chocantes pueden generar confusión, menosprecio u
odio por poner en cuestión dogmas básicos que vertebran la sociedad.  Sin
embargo, como para Platón la idea de la verdad estaba asociada al concepto
de lo bueno y el bien, la persona que haya tenido acceso a la realidad auténtica
tiene la obligación moral de hacer que el resto de personas se desprendan de
la ignorancia, y por lo tanto ha de difundir su conocimiento.
Las sombras en el fondo de la caverna:

El hombre que en el mito de la caverna decide liberarse de las cadenas que lo


aprisionan toma una decisión muy difícil. Pero en el mito, esa decisión, lejos de
ser apreciada por sus compañeros, es valorada como un acto de rebeldía. Algo
que no está muy bien visto, que podría haberle instado a abandonar su intento.
Cuando se decide, emprende en solitario el camino, superando ese muro,
Ascendiendo hacia esa hoguera que tanta desconfianza le provoca y que lo
deslumbra. En el proceso las dudas le asolan, ya no sabe qué es real y qué
no. Tiene que desprenderse de creencias que llevan mucho tiempo con él.
Ideas que no solo están arraigadas, sino que, a su vez, suponen la base del
resto del árbol de sus creencias. Pero, a medida que avanza hacia la salida de
la caverna, se va dando cuenta de que lo que creía no era del todo cierto.
Ahora ¿qué le queda? Convencer a los que se burlan de él de la libertad a la
que pueden aspirar si se deciden a romper con la comodidad aparente en la
que viven. El mito de la caverna nos presenta a la ignorancia como esa
realidad que se vuelve incómoda cuando empezamos a ser conscientes de su
presencia. Ante la más mínima posibilidad de que haya otra posible visión del
mundo, la historia nos dice que nuestra inercia nos empuja a derribarla por
considerarla una amenaza para el orden establecido.

¿Con que reacciones humanas se podrían comparar las que


manifiestan los prisioneros de las cavernas el hombre que les traía
la iluminación de otro mundo?

hay un grupo de hombres que se encuentran prisioneros desde su nacimiento y


que están encadenados del cuello y las piernas, pudiendo sólo mirar hacia la
pared del fondo de la cueva, sin poder mirar hacia atrás en busca de la causa
de esas cadenas. Detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y más
allá una hoguera y después la entrada de la cueva que da al exterior. Por el
pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras,
gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los
prisioneros pueden ver. El autor se pregunta qué pasaría si uno de estos
hombres pudiese liberarse. La realidad le confundiría. La luz de la hoguera
lastimaría sus ojos y las figuras borrosas que pudiera ver le resultarían más
ficticias que las sombras a las que está tan acostumbrado.

Y va más allá. Si este hombre fuese obligado a salir de la caverna la luz del sol
le molestaría tanto que lo único que querría sería volver a la oscuridad. Ahora
bien, para poder captar la realidad en todos sus detalles, este hombre tendría,
primero, que vencer la molestia que esta nueva condición le impone, y en
segundo lugar dedicar tiempo y esfuerzo a entender y captar las cosas tal y
como son.

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la


caverna para "liberar" a sus antiguos compañeros. Éstos se burlarían de él, le
dirían que sus ojos se han estropeado, y si este hombre intentara liberarlos y
llevarlos hacia la luz éstos serían capaces de matarlo.

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