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Vizcaíno G., M. (2003).

In memoriam Robert King Merton o la estructura de


oportunidades. Cooperativismo y Desarrollo, 83, Octubre, p.81-83.

In memoriam.
Robert King Merton o la estructura de oportunidades

Milcíades Vizcaíno G.1

El prominente sociólogo norteamericano Robert King Merton falleció el 23 de febrero de


2003, en Nueva York. Estaba próximo a cumplir 93 años, el 4 de julio, día de la
independencia de los Estados Unidos, fecha que el sociólogo precisa en una reflexión de su
vida de aprendizaje. Con ocasión de su deceso, es oportuno referirse a su contribución al
desarrollo de la Sociología. La búsqueda de los rasgos que lo identifican como clásico
contemporáneo y que lo recuerdan como uno de los pilares de la sociología del siglo XX se
hace sobre la base de su concepto de “estructura de oportunidades” que no solamente
describió sino que descifró en relación con su experiencia.

Merton concibe la disciplina sociológica como la ciencia que se propone descubrir las
formas en las cuales las actitudes y los caminos que toman los seres humanos están
influidos, no determinados en todos sus detalles, por móviles cimentados en estructuras
sociales y culturales. Son las estructuras las que marcan la conducta de los actores sociales
y las orientan en direcciones preestablecidas, sin que ello signifique ni que exista un único
destino, ni que sea inexorable, ni que se imponga de manera inalterable, ni que violente las
opciones individuales. Solamente significa que pesan en las decisiones y que ejercen una
fuerza en las determinaciones subjetivas. Frente a ellas, los individuos pueden elegir entre
alternativas mediante el uso del libre albedrío y del uso a su favor de las circunstancias que
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Sociólogo y Magíster en Educación con especialidad en investigación socio-educativa; docente e
investigador en las Universidades Cooperativa de Colombia y del Rosario.
(e-mail: mvizcain@urosario.edu.co)
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le son propicias. Las estructuras, que tienen una forma probabilística, se presentan como
coincidencias en la conducción de la vida cotidiana. Biografía e historia se asocian para
producir un ser humano como Robert Merton.

Los escenarios por donde transcurrió la vida de Robert fueron medios serendípicos
(casuales, espontáneos, no previstos), llenos de fascinantes sorpresas y cargados de
consecuencias. Unos ejemplos ilustran el concepto y la trayectoria del autor de Teoría y
estructura sociales (1949), el cual será considerado un clásico traducido a 16 idiomas, con
30 reimpresiones y uno de los más influyentes en la Sociología del siglo XX (el tercero
después de Economía y sociedad, de Max Weber, y de La imaginación sociológica, de
Charles Wright Mills), según una encuesta entre afiliados a la Asociación Internacional de
Sociología, en 1998. No le faltaban méritos para ser reconocido como un brillante
exponente de la disciplina sociológica. Merton presidió la Asociación de Sociólogos de los
Estados Unidos en 1957 y fue el primer profesional de la especialidad en recibir la Medalla
Nacional de Ciencias, en 1994, por sus investigaciones sobre el racismo, la comunicación
social y estructuras y comportamientos sociales. Autor de más de veinte libros y 200
artículos y doctor honoris causa en por lo menos veinte universidades. Uno de sus tres
hijos, llamado también Robert, fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1997.

Merton no buscó la Sociología sino que se encontró con ella. En Temple, en donde hizo su
BA, ocurrió un encuentro casual cuando decidió tomar un curso de Sociología con el joven
instructor George Simpson. Fue suficiente esa clase para involucrarse en el nuevo y, para
muchos, exótico y dudoso campo de conocimiento. Pero la convicción se reafirmó cuando
su profesor lo vinculó a su trabajo doctoral sobre El negro en Filadelfia en calidad de
asistente encargado de clasificar, contar, medir y totalizar las referencias a negros que
aparecieran en periódicos de Filadelfia durante varias décadas. Ambos trabajaban en algo
que Harold Lasswell denominaría “análisis de contenido” y que se constituiría en una
herramienta muy usada en estudios empíricos.
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Con su director Simpson asistió a una reunión anual de la American Sociological


Association en donde conoció a Pitirim Alexandrovich Sorokin, el sociólogo inmigrante
ruso, fundador del Departamento de Sociología en Harvard. El encuentro con esta figura de
la Sociología le reforzó su motivación para inscribirse en el programa, a pesar de que los
profesores de Temple le informaban que Harvard no gozaba de acreditación. No importaba;
el profesor Sorokin le atraía suficientemente como para reforzar su decisión: lo hacía por la
persona y no por la institución. Sorokin representaba una visión actualizada de las
corrientes contemporáneas de la Sociología occidental, las cuales había conocido bien no
sólo por su trabajo en Rusia sino en su paso por Europa antes de llegar a los Estados
Unidos. Pero esto no era todo; había otra coincidencia: durante la Gran Depresión, Merton,
como muchos condiscípulos, tenía una inclinación por los planteamientos socialistas, y
Sorokin representaba una experiencia cercana a ellas como secretario de Alexandr
Kerensky por lo cual había sido detenido, encarcelado, condenado a muerte y conmutada la
pena por el destierro. Por otra parte, Merton procedía de una familia judía modesta de
inmigrantes, como su maestro.
La relación con el profesor Sorokin le daría una sorpresa que le mostraría caminos en el
estudio de la disciplina y le abriría las puertas como investigador. Fue designado para que
lo sustituyera en la presentación de una ponencia sobre la sociología francesa. Fue una
oportunidad para involucrarse en el estudio de Emilio Durkheim y sus discípulos Halwachs,
Mauss, Lévy-Bruhl y Bouglé. A partir de esa experiencia, fue invitado a escribir una reseña
de La división del trabajo social que se había publicado recientemente, por primera vez, en
los Estados Unidos. El conocimiento de Durkheim le llevó a profundizar en el análisis
estructural y funcional de tal manera que cuando tomó un curso con el joven instructor
Talcott Parsons ya estaba involucrado en la temática, circunstancia que le permitía captar el
horizonte de quien sería una figura destacada en la Sociología norteamericana por cuatro
décadas. Los borradores de La estructura de la acción social, del sociólogo Parsons, que
saldrían publicados cinco años más tarde (en 1937), eran la base de sus exposiciones en
clase, las cuales mostrarían un ejemplo de “publicación oral” antes de proceder a una
publicación escrita en un espacio en donde enseñar se convierte en un estímulo para la
actividad intelectual.
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Merton se demostraba a sí mismo lo que cuarenta años después escribiría: “la estructura de
oportunidades confiere dos ventajas al joven en los campos más codificados: la posibilidad
de comenzar temprano a investigar como colega joven calificado y la posibilidad de hacer
un aprendizaje que es, al mismo tiempo, actualizado y relativamente diversificado”. Este es
precisamente su caso. A los treinta años prácticamente contaba con una producción sobre
ideas básicas que serían las bases para desarrollos posteriores. En Temple, no solamente se
aficionó a la Sociología; también adquirió el gusto por la música clásica como una
continuidad de su niñez cuando escuchaba música de cámara en la Orquesta de Filadelfia.
Aprendió en las bibliotecas infantiles que gran parte de la educación tiene lugar fuera de los
salones de clase. Para ello le sirvieron enormemente los cuatro años de latín, dos de francés
y varios años de física, química y matemáticas y su contacto con el Club de Diseño Gráfico
así los “resultados visibles” fueran escasos. A pesar de las privaciones del barrio bajo del
sur de Filadelfia, encontraba Robert muchas oportunidades de hacerse a un capital social,
cultural, humano y, especialmente, público; capital de toda suerte excepto el financiero
personal, y que canalizó a su favor.

En Harvard se vinculó estrechamente con George Sarton, Pitirim Sorokin, L.J. Henderson y
Talcott Parsons. A partir de su tesis, publica en el primer número de la American
Sociological Review (1936) un artículo sobre Las consecuencias no intencionales de la
acción intencional. Tras un breve paso por la Universidad de Tulane, llega a Columbia, en
1940, en donde se conoce con el migrante austríaco Paul Lazarsfeld. Con él desarrolla la
relación teoría- investigación empírica en el Bureau of Applied Social Research, del que
Merton fue director. Este encuentro y el trabajo sucesivo con Lazarsfeld permitieron a
Merton construir argumentos para discutir las grandes concepciones sobre el Sistema social
parsoniano y afianzar la idea de las teorías intermedias o de alcance intermedio (middle-
range) a través de las cuales es más posible un diálogo fluido entre teoría e investigación
empírica, con la cual fue coherente en sus trabajos. Ejemplos de esta posición son “Las
perspectivas de “los de adentro” y “los de afuera””, “Interacciones de la ciencia y la técnica
militar”, “Las prioridades en los descubrimientos científicos”, “Descubrimientos únicos y
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descubrimientos múltiples en la ciencia”, “La ambivalencia de los científicos” y “Edad,


envejecimiento y estructura de edades en la ciencia”. Son sólo ejemplos que muestran el
camino cuando la ciencia sociológica no cuenta todavía con una solvente madurez para
mostrarse con estructuras macro desde las cuales examinar las sociedades por encima de los
determinantes de tiempo y espacio. En sus palabras, “cuanto más codificada se halla una
ciencia o una especialidad, tanto menor es su grado de emprirismo”. Entendía como
“codificación” la consolidación del conocimiento empírico en formulaciones teóricas
sucintas e interdependientes.

La recepción crítica de los postulados básicos de la Sociología, incluidos los de su maestro


Parsons, le llevaron a construir categorías nuevas o a innovar el uso convencional de otras
en trabajos relacionados con su teoría de las funciones latentes, las consecuencias no
buscadas de la acción, la profecía que se cumple a sí misma, la conducta desviada y la
anomia. Este último concepto, extraído de Durkheim, fue reinterpretado y llevado a su
tipología de cinco formas de adaptación de conductas desviadas (conformidad, innovación,
ritualismo, retraimiento y rebelión) que siguen siendo de utilidad en la investigación. La
teoría de los grupos de referencia y la privación relativa son dos aportes a la psicología
social así como la construcción y tratamiento de los “grupos focales”. Por este mismo
camino, revisó la teoría de la burocracia de Weber poniendo de manifiesto las
consecuencias negativas del ritualismo. En el campo de la sociología del conocimiento y
particularmente en la sociología de la ciencia, con su tesis Ciencia, tecnología y sociedad
en la Inglaterra del siglo XVII (1938), pone a prueba una tesis weberiana sobre la
influencia del puritanismo en los orígenes de la ciencia moderna y su visión normativa de la
ciencia mediante el reconocimiento del ethos democrático caracterizado por el
comunitarismo, el universalismo, el desinterés y el escepticismo organizado en La ciencia y
la estructura social democrática.

La actividad académica permanente le sugirió nuevos conceptos, algunos de uso corriente y


otros desconocidos o con poca utilización en nuestro medio. Una lista de esos conceptos
podría llegar a, por lo menos, una treintena. Algunos son: altruismo institucionalizado,
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ambivalencia sociológica, conceptos y proto-conceptos, consecuencias imprevistas de la


acción social, desplazamiento de objetivos, disfunciones sociales, duraciones socialmente
esperadas, efecto Mateo en la ciencia, escepticismo organizado, estructura de oportunidad,
funciones latentes y manifiestas, grupos de referencia, individuo de referencia, estructura de
referencia, ideas auto-ejemplificadoras, ignorancia especificada, profecía que se cumple a sí
misma, publicación oral, socialización anticipada y teorías de alcance intermedio. Estos
ejemplos indican elementos comunes dentro de la escuela del estructural-funcionalismo
pero también su ubicación específica y, en algunos tópicos, su camino propio.

Merton es un ejemplo de la libertad de investigación porque asume, en ocasiones,


planteamientos formulados por sus predecesores o sus contemporáneos pero, igualmente,
ejerce el poder de disposición para separarse de ellos cuando lo considera racionalmente
justificado. El trabajo de Gonzalo Cataño, por un lado, de traducir, analizar y divulgar
trabajos inéditos en español nos ha permitido el acceso al pensamiento de Merton; y, por
otro lado, el trabajo de Gabriel Restrepo, Las teorías intermedias de Merton y la sociología
norteamericana (1971), nos ubica al sociólogo en el contexto de los Estados Unidos y,
particularmente, en la corriente del estructural-funcionalismo.

La existencia de este sociólogo es una lección de cómo avanzar en la ciencia de Comte y de


Durkheim y de cómo y qué categorías construir en el oficio del sociólogo que da cuenta de
la cambiante y esquiva vida en sociedad.

Nota bibliográfica

Son muchas las referencias de y sobre Merton que están incluidas en el texto. Para no
abundar en ellas, se ha reservado este espacio. De Merton son, principalmente, Teoría y
estructura sociales (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 1980. 2ª.ed. en
español), La Sociología de la ciencia. 2 vols. (Madrid: Alianza Editorial,1977),
Ambivalencia sociológica y otros ensayos (Madrid: Espasa-Calpe,1980), Ciencia,
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tecnología y sociedad en la Inglaterra del siglo XVII (Madrid: Alianza,1984), A hombros


de gigantes: posdata shandiana (Barcelona: Península,1990) y “Una vida de aprendizaje”
(Revista Colombiana de Educación, No.33,1996.p.103-125). Acerca de Merton, HUNT,
Morton M., “¿Porqué suceden las cosas así? Un perfil de Robert K. Merton” (Revista
Colombiana de Educación, No.33,1996.p.p.127-146); CATAÑO, Gonzalo, “El Merton
esencial” (Revista Colombiana de Educación, No.35,1997.p.115-119) y “Una mirada a la
obra de Robert K. Merton”, Historia, Sociología y Política (Bogotá: Plaza y Janés-
Universidad Pedagógica Nacional,1999.p.255-266; este artículo fue publicado como “Un
examen de la obra de Robert K. Merton”, en la Revista Paraguaya de Sociología, Año 28,
No.80 (Enero-Abril,1991);p.155-160); y Gabriel Restrepo, Las teorías intermedias de
Merton y la sociología norteamericana (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia,
Departamento de Sociología,1971. Cuadernos No.2).

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