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Estructura meditación Luna Nueva.

Un gran abrazo de bienvenida a todas las personas que se han unido a esta red de
consciencia. Tenemos un objetivo concreto: Convertirnos en una antena humana que,
sincrónica y periódicamente, trabajará por la reconstrucción de la red etérica del planeta.

La esencia de este trabajo es impersonal. La función de los facilitadores que


mensualmente orientarán la meditación es crear un cauce por el que, de manera
ordenada, la buena voluntad y la resonancia de esta red de consciencia, pueda fluir y
realizar su tarea.

Dinámica de la sesión:
1. Introducción y aclaración de conceptos (cerca de 10 minutos).
2. Explicación de la dinámica y las actividades de los participantes en los grupos de
Whatsapp formados hasta ahora (cerca de 5 minutos).
3. Meditación. Por tratarse de la primera meditación de esta serie mensual, iremos
lentamente, paso a paso, utilizando las descripciones y visualizaciones como inducción
pedagógica a los elementos que nos permitirán generar una poderosa armonía resonante
que convoque y enfoque las energías entrantes hacia las necesidades del planeta y de la
humanidad.

¿Qué es "la red etérica del planeta"?.


La tierra, como gran organismo vivo cuenta con un sistema sutil de circulación de energía
e información. Diferentes lugares del globo terrestre, han sido reconocidos desde tiempos
inmemoriales como "sitios de poder", zonas de emergencia de energía telúrica, por esta
razón han sido elegidos para construir santuarios, templos, ashrams pues, gracias a sus
características energéticas, son lugares propicios para el trabajo espiritual y de expansión
de la consciencia.

Estos vórtices telúricos, geomagnéticos, se distribuyen a lo largo y ancho de toda la


geografía planetaria y están interconectados entre sí. En los organismos vivos y en
especial, en el cuerpo humano, tenemos la analogía del sistema nervioso central y
periférico con una red de nervios que interconecta núcleos, plexos y ganglios
distribuyendo energía e información a toda la geografía corporal. A un nivel más sutil,
tenemos la red de meridianos y puntos de acupuntura y, aún más sutilmente, el sistema
de chakras primarios, secundarios y terciarios, interconectados por una red de nadis y
canales de circulación energética.

Cuando hablemos de la red etérica del planeta, la invitación es a visualizar la tierra


rodeada y permeada por una red de interconexión que genera puntos de alta sensibilidad
en los que convergen esos ríos, esos cauces de información y energía. El más importante,
se encuentra en el desierto del Gobi, en Mongolia. Otros centros importantes son los
picos sagrados de los Himalayas (Kailash, Meru), el lago Mansarovar, Arunachala,
Darjeeling, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Cotopaxi, el Monte Shasta así como
algunos lugares cercanos a grandes ciudades que han jugado o juegan un papel
fundamental en las dinámicas sociales y económicas de la humanidad (Ginebra, Londres,
Nueva York entre otras).

La idea es que, cuando hablemos de esa red etérica y su reconstrucción y, durante las
meditaciones individuales, visualicemos esos lugares y algunos otros que nos sean
familiares y en esa visualización, imaginemos que con la gran invocación y los mantras
utilizados, estamos realizando un activo trabajo de reconstrucción.

El instrumento sutil de consciencia.


Como algunas de las personas que se unen a este trabajo no están familiarizadas con
algunos de los términos empleados en el proceso de meditación, pasamos a aclararlos. En
primer lugar, entendemos que el alma tiene una estructura energética, vibracional, que
interactúa con el organismo, con la personalidad del ser humano, a través de ese sistema
de chakras y nadis creando circuitos energéticos encargados de procesar diferentes tipos
de información relacionada con diferentes sistemas del organismo y con las experiencias
que tienen lugar a nivel físico, a nivel emocional, a nivel mental y a nivel espiritual.

Mónada.
Término proveniente del Siglo XVIII (G. Leibniz) y que nos refiere a aquello que es la
esencia espiritual, inmodificable, presente en cada ser, en cada manifestación.

Estructura del alma.


En ese "órgano" que llamamos El Alma, converge la Trinidad, esas tres energías esenciales
que en el cristianismo corresponden a Dios Padre, a Dios Hijo (Cristo) y al Espíritu Santo.
La primera persona de esa trinidad, tiene qué ver con el principio de La Voluntad, con la
creación y la destrucción de la vida (el Alfa y Omega del viejo testamento) y en el ser
humano se manifiesta a través de los procesos mentales, del cuerpo mental. La segunda,
tiene qué ver con el principio del amor y la sabiduría representadas por El Cristo y
expresadas, en el ser humano, en la gestión de las emociones, del cuerpo emocional cuya
depuración y armonización conduce al amor manifestado en relaciones humanas
correctas, compasivas y generadoras de recursos compartidos (el bien común). El Espíritu
Santo por su parte (la anunciada capacidad de realizar en nombre del Cristo, milagros y
cosas aún mayores), se expresa en el principio de la actividad inteligente, de la inteligencia
concreta, productiva, capaz de transformar el mundo en el que vivimos para lograr
equilibrio y bienestar.

Los dipolos.
En el ser humano, esas energías se anclan en diferentes centros de control, chakras y,
desde ellos, es posible modular y alinear las actividades de la mente, la emocionalidad y la
armonía del cuerpo físico. Esos dipolos corresponden a: Voluntad, séptimo y primer
chakra. Amor, cuarto y tercer chakra. Inteligencia, quinto y segundo chakra. El sexto
chakra es el gran integrador de este sistema.
La primera estrofa de la gran invocación alinea el dipolo de la Inteligencia Activa,
relacionado con el cuerpo físico/etérico. La segunda estrofa, alinea el cuerpo emocional,
el dipolo del Amor Sabiduría. La tercera estrofa, alinea el cuerpo mental y el dipolo de la
Voluntad.

La cuarta estrofa tiene que ver con la humanidad como grupo, como gran eje evolutivo de
consciencia, con tareas y desafíos comunes y, la quinta estrofa, es una declaración que
moviliza los tres principios fundamentales.

"Restablezcan el Plan sobre la tierra".


Una de las fases necesarias del Plan es el aparente desorden. Al segar las malezas y
remover la tierra, se facilita un proceso de descomposición que la prepara para recibir las
nuevas semillas. Durante la historia de la evolución del planeta y de la humanidad, ha
habido diferentes momentos críticos en los que ha sido necesario remover la tierra,
romper esquemas envejecidos, hacer nuevos surcos para plantar nuevas semillas. Son
tiempos de gran sensibilidad y de alto riesgo. En esos momentos es necesaria la atención
amorosa y enfocada de los grandes grupos de seres que acompañan la evolución de la
humanidad. Nosotros, a través de ese proceso, nos alineamos con ese propósito que ellos
conocen y, de manera impersonal, contribuimos a emitir esas energías, esos patrones de
comportamiento y de consciencia que deben ser "precipitados" en el nivel concreto.

Esa es nuestra función como grupo.

Pétalos y átomos permanentes.


Aunque El Alma está presente en todo ser, aunque cada célula posee un sistema
energético propio, una trama etérica intrínseca y un "órgano del alma celular", en el
proceso de alineamiento y meditación nos relacionamos con El Alma individual y la
visualizamos en una zona localizada entre unos 30 y 60 cms por encima de nuestras
cabezas.

Cuando en esa "anatomía energética" hablamos de pétalos, usamos la palabra con la que
los sabios videntes de la antigüedad la describieron. Esos pétalos son, en realidad, vórtices
energéticos que funcionan procesando información y energía de manera similar a la que
los ganglios funcionan en los plexos del sistema nervioso periférico. Son verdaderas
estaciones de relevo y procesamiento para diferentes tipos de información que van desde
las sensaciones físicas hasta las emociones, los pensamientos, las intuiciones y las certezas
profundas que tienen qué ver con nuestros principios espirituales de vida.

Cuando se dice que en el "Loto del Alma hay 3 pétalos de Voluntad, 3 pétalos de Amor
Sabiduría, 3 pétalos de Inteligencia Activa y 3 pétalos correspondientes a la Joya en el
Loto", lo que estamos expresando es que hay, para cada principio constitutivo básico, para
cada modalidad de acción de esas Personas de la Trinidad, 3 vórtices de procesamiento e
intercambio de información (los pétalos), que mantienen una permanente comunicación
con sus respectivas áreas de impacto en el cuerpo humano y un gran centro integrador (La
Joya en el Loto).

El esquema básico utilizado generalmente es el siguiente:

Cada una de esas tríadas de pétalos tiene un punto focal de transmisión que llamamos
Átomo Permanente. Existen tres átomos permanentes: uno físico, uno emocional y uno
mental. Desde ellos, a través de los llamados hilos de actividad, de vida y de consciencia,
se precipitan las energías respectivas hacia el cuerpo humano. El hilo de consciencia se
ancla en el séptimo chakra y en la glándula pineal, el hilo de vida en el cuarto chakra y en
el corazón y el de actividad, en el quinto chakra y en el aparato fonador, agente principal
del proceso de humanización (Ser humano creador, imágen y semejanza del Padre).

Alma grupal.
De la misma manera en la que las familias establecen un vínculo de afecto que refuerza su
vínculo ancestral y generan una especie de campo energético propio, los colectivos
humanos orientados por principios y objetivos comunes, fortalecidos por vínculos de
afecto y sentido de pertenencia, generan un campo de consciencia compartido que se
estructura en una verdadera Alma Grupal. Esa Alma Grupal es el principio de resonancia
que fortalece las acciones individuales de los miembros del grupo que se orientan a la
realización del propósito, del objetivo del grupo.

Cuando se consolida el alma grupal, se estructura a partir de esos mismos principios


básicos trinitarios que describimos para el alma individual y se conecta (de la misma
manera que el alma individual se conecta con todas y cada una de las células del
organismo humano), con todas y cada una de las personas del grupo. Existe una gran Alma
Grupal del Grupo de Servidores del Mundo, al cual, directa o indirectamente
pertenecemos todas las personas que en alguna medida y a través de sus actividades
profesionales o cotidianas, contribuyen al bienestar y a la evolución de la humanidad, a la
sostenibilidad del planeta.

Las ilustraciones nos permitirán visualizar de mejor manera todo el proceso descrito en el
alineamiento y la meditación.
Ilustraciones,
Cortesía de ViaSer Perú,
Pablo Rodríguez Bazoalto.
Mantras, oraciones, afirmaciones e invocaciones.
La palabra crea, convoca, precipita. El verbo se hace carne. Nada sin él fue hecho. El
Evangelio de San Juan, el génesis y todas las tradiciones sagradas de la humanidad lo
atestiguan. El lenguaje y el uso de las manos, han sido las principales herramientas a
través de las cuales la evolución, ha creado las bases de ese reino de la naturaleza del cual
formamos parte, el reino humano.

En las alineaciones y meditaciones, utilizamos frases, mantras, invocaciones, que aunque


se originaron en tradiciones específicas, son patrimonio de la humanidad y nuestro interés
al utilizarlas no es confesional, es puramente pragmático. Son vehículos de alineamiento y
manifestación.

Los remito a los mantras e invocaciones descritos en los documentos del Dr. Jorge Carvajal
para su comprensión y aprendizaje.
https://www.unmundomejor.life/la-gran-invocacion-una-breve-introduccion/
https://www.unmundomejor.life/mantram-de-unificacion/

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