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Introducción
Desde el surgimiento de la agricultura en el neolítico, el hombre ha domesticado
plantas y animales, modificando el entorno, para garantizar el abastecimiento de
alimentos. De esta forma comenzó la actividad agrícola como una respuesta a las
necesidades básicas de los seres humanos. Desde ese entonces hasta la actualidad,
la agricultura ha evolucionado hacia una actividad económica que ha aprovechado los
avances científicos y tecnológicos para mejorar los rendimientos de los cultivos,
intentando asimismo asegurar la protección de las plantas contra plagas y
enfermedades para la seguridad alimentaria de los pueblos. Bajo este contexto, es
donde la sanidad vegetal adquiere su relevancia al establecer el marco legal apropiado
para la protección de los vegetales, y sus productos, contra los daños producidos por
organismos nocivos. En 1877 comenzó una corriente por salvaguardar los productos
alimenticios de cada país, un primer registro fue en el Reino Unido donde se aprobó la
primera legislación fitosanitaria (ley sobre el escarabajo de la patata). Sin embargo,
esta corriente viene siendo un tema de preocupación en todo el mundo, generándose
múltiples decretos o legislaciones de cuarentena que restringen la entrada de
productos que no presenten registros de trazabilidad en todo el proceso de la
producción. Recientemente, el Perú firmo un convenio con Brasil, Chile, Argentina y
Uruguay con el objeto principal de constituir el Comité Regional de Sanidad Vegetal,
para coordinar e incrementar la capacidad regional de prevenir, disminuir y evitar los
impactos y riegos de los problemas que afectan la producción y comercialización de
los productos agrícolas de común interés para los países miembros

Desarrollo
La especie humana, desde su existencia hace diez mil años, sobrevivía mediante la
caza y la recolección. Aproximadamente una treintena de individuos, unidos por el
parentesco, cazaban animales salvajes y recolectaban frutos y semillas silvestres para
poder alimentarse.
A partir de 9500 a. C., se empezó a cultivar los ocho cultivos fundadores neolíticos
(farro, cebada, guisantes, lentejas, yero, garbanzos y lino) en el Levante mediterráneo.
Uno de los eventos más importantes fue la domesticación del arroz (China entre 11
500 y 6200 a. C.), seguido de poroto chino, soya, la caña de azúcar y algunas
verduras de raíz (domesticadas en Nueva Guinea alrededor de 7000 a. C). En los
Andes de América del Sur específicamente en Perú, se domesticó la papa, los frijoles,
la hoja de coca y el algodón (entre 8000 y 3600 a. C.); así como las llamas, las
alpacas y los cuyes.

Después de la domesticación de los principales alimentos para la humanidad, se


introdujo técnicas agrícolas para intensificar la producción a gran escala (monocultivo,
técnicas de riego, rotación trienal y el uso de mano de obra especializada).

A partir del cambio tecnológico en la agricultura, los cultivos han padecido con la
aparición o intensificación de las plagas y enfermedades. Esto se constata en el
Antiguo Testamento, en el cual los mildius y tizones se mencionan junto con la guerra
y las enfermedades humanas, corno las grandes calamidades de los pueblos.

En la actualidad, la seguridad alimentaria se ubica en nuevos escenarios del desarrollo


y de la desigualdad, eso le confiere un tratamiento especial a la sanidad vegetal de
carácter preventivo. Por otra parte, los avances tecnológicos, la velocidad de la
difusión de la información, la diseminación del proceso de globalización en todas las
escalas territoriales, los ajustes recurrentes al modelo de economía de mercado,
provocan desequilibrios de carácter complejo en la estructura socioespacial del país,
pero también formas nuevas para enfrentarla. Sin duda, lo realizado en los últimos
años en materia de Fito sanidad, se relaciona con los nuevos retos que vive
actualmente el mundo. Sin embargo el reto de enfrentar la seguridad alimentaria ha
permitido a lo largo de la historia superar las limitaciones de la producción, lograr
avances tecnológicos para aumentar el rendimiento de los cultivos, incorporar nuevos
descubrimientos para el control de las plagas y las enfermedades de las plantas,
diversificar la producción, mejorar los procesos de conservación y almacenamiento y
vida en el anaquel, y también nuevas formas de procesamiento de los productos para
disponer de reservas durante periodos más largos. La seguridad alimentaria constituye
un factor estratégico para la seguridad de un país, ya que está inmersa en la
necesidad de satisfacer el consumo humano inmediato y conformar una reserva
estratégica para enfrentar las adversidades que lo mismo puede estar relacionadas
con lo errático del clima o las especulaciones del mercado.
Conclusiones
La agricultura es de gran relevancia económica, social y ambiental para los países en
desarrollo. Sin embargo, existen varios factores que afectan la calidad y producción de
los cultivos, siendo las enfermedades la principal limitante. La baja productividad de
los cultivos, el aumento del costo de los fertilizantes y las semillas, y los cambios en
los patrones de aprovechamiento de la tierra debido al cambio climático afectan a la
disponibilidad de alimentos y aumentan sus precios, lo que puede hundir a millones de
personas más en la pobreza. Por esta razón, el agricultor tiene la responsabilidad de
adquirir medios de defensa vegetal (manejo integrado del cultivo), por medio de
instituciones que brinden capacitación técnica para el uso responsable de productos
agrícolas que ayuden al campo.

Referencias bibliográficas

Richard P. (2018) La Importancia de la Sanidad Vegetal en la Agricultura


Moderna.
file:///C:/Users/Windows/Downloads/La_Importancia_de_la_Sanidad_Vegetal_en.pdf.

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