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¿Por qué implementar la gestión del cambio en una empresa?

1. Aumenta el éxito de proyectos e iniciativas. Además, mejora la capacidad de una


organización para adaptarse a los cambios constantes que sufre el mercado. 
2. Permite aprovechar el talento humano. Al estandarizar la consistencia y eficiencia del
trabajo, la gestión del cambio se asegura que el activo de los colaboradores no sea
pasado por alto. A medida que se producen cambios en la compañía, los empleados son
capacitados para comprender sus nuevos roles y construir una cultura orientada al
cambio.
3. Garantiza el crecimiento organizacional. La gestión del cambio fomenta la estabilidad,
posicionamiento y el crecimiento futuro de la empresa, al permitirle permanecer dinámica
en el mercado.
4. Facilita los periodos de cambio comercial. Permite a las compañías mantener un
estado constante de evolución. De este modo, los trabajadores permanecen motivados y
productivos durante la introducción de nuevas tecnologías o procedimientos.
5. Aumenta la moral de los empleados. Impulsa la creación de equipos de trabajo y el
enriquecimiento laboral. Gracias a estos factores, la productividad y la calidad de trabajo
se ven beneficiadas, reduciendo los ciclos de producción.
6. Reduce los costos de una organización. Al tener colaboradores preparados para los
cambios que se llevarán en los procesos, las empresas no necesitarán contratar personal
externo. Eso permite la disminución de costos y la retención y satisfacción de los
empleados.

La gestión del cambio es un procedimiento complejo que requiere una planificación detallada y
con metas definidas. Para desarrollarla de manera efectiva, es importante que las compañías
trabajen de la mano con sus colaboradores, ya que son estos los que empezarán a implementar
los cambios en los procesos. Tenerlos en cuenta no solo los mantendrá motivados, sino también
fomentará el alcance de los objetivos estratégicos.

Modelo de Kurt Lewin

Este modelo fue desarrollado por el fundador de la psicología social moderna. También se
conoce por el modelo de las tres fases: descongelamiento, cambio y congelamiento.

1. El descongelamiento supone el desarraigo de los comportamientos o prácticas que


quieren transformarse.El objetivo es demostrar a los implicados la necesidad de dicha
modificación. Para ello se debe lograr que el personal se sienta insatisfecho con la situación
actual, que se convenzan de la necesidad de ese cambio y que estén dispuestos a adoptarlo.
2. En la etapa del cambio, se introducirán los nuevos comportamientos. Para ello se
formará y entrenará al personal de cómo serán los nuevos procedimientos tanto de trabajo como
de relaciones, se determinarán los objetivos y las estrategias, así como los planes de acción.
3. Por último, el recongelamiento consiste en volver a los viejos hábitos a pesar de haberse
adoptado el cambio. De ahí que se deban realizar unos subprocesos en los que un ambiente
apropiado es fundamental. Asimismo, también es importante motivar a las personas para que
adopten las nuevas medidas, evitando así reproducir las anteriores.

De este modo conseguirás afianzar esa modificación, encontrando un nuevo equilibrio. Hay
quien apuesta por de nuevo congelar la situación. Esto es una vez realizada la transformación o
cambio organizacional asegurar el nuevo patrón de conducta.

En definitiva, si se quiere tener éxito, según Lewin se deberá determinar el problema, identificar
la situación real, saber qué meta se quiere alcanzar y elaborar una estrategia para conseguir ese
cambio organizacional.

Modelo de Greiner

Este modelo se basa en cuatro factores:

o Edad de la empresa. El tiempo hace que se vayan institucionalizando la forma


de administrar una empresa. Aunque con el tiempo, lo habitual es que tanto las prácticas
corporativas como gerenciales cambien para facilitar el desarrollo y crecimiento del negocio.
o Tamaño de la organización. Éste se calcula en función del número de empleados y nivel
de ventas. Cuanto más número de personal y ventas hay, surgen nuevas jerarquías. En general,
se piensa que al llegar a determinado umbral, las prácticas se convierten en rutinas y las
decisiones pasan por un protocolo.
o Fases de evolución. Períodos en los que ocurren cambios en la organización. Es decir,
los periodos de tranquilidad y los de crisis. En otras palabras, etapas en las que el crecimiento se
mantiene sin grandes problemas e incluso llega a crecer (periodo evolucionario). Pero se dan
etapas de crisis en las que las formas de gestión y dirección ya no sirven (etapas de revolución).
o Tasa de crecimiento de la organización. Para ello se tendrá en cuenta el contexto
competitivo de su respectivo mercado. Es decir, la velocidad en las que la empresa
experimentará etapas de evolución y revolución dependerá en buena parte del ambiente y el
mercado en el que esté integrada la empresa.

La base de este modelo es que en cada fase de crecimiento la empresa debe adoptar una
estrategia específica según las relaciones de estos cuatro factores que acabamos de explicar.
Por lo que ese crecimiento sería motivado por diferentes fases: creatividad, dirección,
delegación, coordinación, colaboración y alianzas.
EJEMPLO

Coca Cola

Hoy día la conocemos como una de las multinacionales de refrescos. Pero su origen era un
jarabe para reducir los problemas de digestión y aportara energía, por lo que en un principio se
vendía en farmacias allá por 1886. Se vendía a 5 céntimos el vaso.

Sin embargo, en 1891 se realizó un plan para reinventar la compañía al entrar un nuevo
directivo en la compañía. Este plan consistió en transformar un jarabe en una bebida para
todos los públicos y de venta en bares y cafeterías. De vender 9 vasos al día, en la actualidad se
venden 1.900 millones de unidades al día.

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