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Quantum
Quantum
Cada vez que inicia el semestre, es común que el profesor indague qué genero es el que nos
llama la atención. Cuando casi todos quieren ser poetas y/o novelistas, yo más humildemente
desde mi percepción, el ensayo es una especie de coliseo, donde yo soy una gladiadora que ha
de combatir.
puede también tomar vida propia, volverse el Frankenstein de todo escritor; un lugar en el
que se acierta o se falla. En esta arena se debaten ideas y emociones; una batalla épica donde
los contrincantes son fuertes y no se puede predecir quién será el ganador, la mayoría del
Para el océano Alfonso Reyes, el ensayo es hijo caprichoso de una cultura, una curva
y/o sociales, análisis y/o recreaciones de famosos textos, exposición de ideas que argumentan
Según la “tradición” , el ensayo moderno tiene dos formas de ser abordado, desde la
(casi) confesión del yo, representada por Montaigne; o un acercamiento más “frío”, como los
ensayos de Francis Bacon. En México tenemos un Alfonso Reyes que merece mención aparte,
latinoamericana; nuestro Nobel Octavio, y uno que otro picarón como Salvador Novo o
Carlos Monsiváis.
El tema del ensayo puede ser cualquier cosa, desde rascarse la cabeza hasta la
trascendencia humana; como los amigos imaginarios, el ensayo puede ser de distintos
tamaños y colores (tono). Pueden querer convencer o ampliar conocimientos. Incita o pacifica
a su lector. Se deja ser reflexión del mundo o el altavoz de gritos ancestrales: ¿Por qué leer a
los clásicos?, indago Calvino alguna vez. Abre espacios de debate entre personas y en más de
una ocasión, es cielo despejado para una tormenta de carcajadas. El ensayo es pues, un lugar
importantes como Gaos, Torres Bodet, mi querido Hugo Hiriart, etc. Estar dentro de él, el
ensayo, es siempre a fuerza de poder decir que por alguna razón te paras allí. Pisar un coliseo
es ganar la arena que está debajo de los pies. Debe tenerse entendido que una vez plantado
allí, no se puede salir huyendo. Se vive o se muere. Escribir ensayo es tener valor para
comprometerse con lo que se dice, es saber que algo tienes qué decir. El ensayo es espacio
Me preocupa no dar la talla del genio que el mundo anda buscando, y para colmo no contar
con la suficiente decencia de callarlo. ¿Para qué ocultarlo? Si lo sabe Dios que lo sepa el
mundo, como dice Cortázar “Hay que ser realmente idiotas para” no aceptar que se es más
bien mediocre de la vida. Acaso ¿no es peor ir fingiendo que se es otra cosa? Negarse el
Puede ser que la palabra mediocre no sea la adecuada, pero es preciso ser directos
desde el principio para no levantar expectativas con las que después no se puedan cumplir. No
quiero que mis conocidos me echen en cara la egolatría o el desprecio por mí misma, digamos
Mi infancia aconteció sin mérito ni gloria extensa; mi generación fue más como una
especie de siglo de oro en la que nomás Góngora Rosmara y Lope de Zacaula Vega brillaban,
yo, terminé siendo apenas una Manuel de Pina cualquiera. Mi mamá jamás fue invitada a la
mesa de honor los 10 de Mayo, y mis logros han sido siempre menores a los de otros. Sería
falso afirmar, por supuesto, que reprobé materias o que me expulsaron por mala conducta,
En la actualidad, creo que nada de eso ha cambiado; el otro día me fui a comprar unos
libros y entre que no encontraba el que quería y el coraje por no llevar suficiente dinero para
comprarme otros, salí triunfal por haber encontrado Juntando mis pasos de Elías Nandino;
pero cuál va a ser mi sorpresa al saber que “mi hallazgo”, era poco menos que nada para el
resto de los compañeros. ¿Por qué debería alegrarme de tener ese libro? Bueno, supuse que
decir lo tanto que marcó mi vida ese libro sería sinónimo de bajeza y poca cultura lectora.
me nota? Que yo soy el mediocre, y que por lo mismo no me importa que lo notes; en el
fondo, ser mediocre no es tan malo, no llevo la necesidad de ir por la vida como una
mediocridad en muchos casos es un gran escudo ante las rivalidades o envidias a talento tan
puro. Disfruto de la serenidad que da mirar por horas el pasar de los carros, idealizar un
Como mi mediocridad es tanta, a veces me pongo a hacer una cosa y luego inicio otra;
soy un cúmulo de proyectos a largo plazo, una especie de emprendedora sin fines de lucro.
Muchos genios se han acercado a mi y me han ayudado con mis proyectos, elevan mis ideales
y los perfeccionan; tanto, que se vuelven suyos, y yo no puedo hacer otra cosa que
entregárselos, pues finalmente ellos son los que trabajan. Como dice Horacio, echarse a
cuestas sólo aquello con lo que se es capaz, y ¿qué puede ofrecer un mediocre?
Me llevo la vida Light, me gusta. Soy una especie de Maga en México; un personaje
creado por Cortázar, con esa manera de no hacer las cosas como hay que hacerlas, me
jamás ser una intelectual seriamente comprometida; en resumen, soy alguien no tan mala
HETEROSEXUALES ABSTENERSE