Para iniciar es importante tener en cuenta un conocimiento previo sobre los principios de la salutogenesis, los cuales son concluyentes para la atención y avance de la salud, ya que a dado desde el punto de vista corporal, este se rige como el principio de la Heteroestasis, es decir, que el ser humano tiende a poseer una capacidad para afrontar y responder a desafíos.
Entender el modelo salutogénico permite reflexionar que hay un sentido positivo a
través del sufrimiento como instructor de sabiduría, donde la dolencia nos enseña cuales son los nuevos rumbos que debemos tomar “Salud en el Rio de la Vida”. La salud depende mucho de una condición de equilibrio y de serenidad entre lo anímico espiritual y lo orgánico, que de una situación biológica de ausencia de síntomas. Un reto actual es fortalecer la formación de profesionales de la salud, centrándose en potenciar la capacidad para colaborar y detectar los recursos ya existentes en las comunidades y en las personas que las integran, mejorando nuestros conocimientos y habilidades con la ciudadanía y con otras instituciones para responder a las necesidades e intereses de las personas a lo largo de todo el devenir del río de la vida.
El desarrollo de un sentido de coherencia interno, permitirá al individuo pensar y
percibir situaciones, con la finalidad de manejarla, logrando así una dirección de vida adecuada. De tal manera que un sentido de coherencia es indispensable para una salud positiva, ya que involucra la capacidad para responder en forma flexible y constructiva frente a factores de estrés y retos a los que se enfrenta el individuo en el mundo actual.
Al poder destacar esta capacidad ante situaciones en el exterior de las cuales se
pueden llegar a presentan como obstáculos y resistencias, su salud corporal se ve fortalecida. También debemos resaltar que desde un nivel anímico, la salutogénesis relaciona la salud con el sentido de coherencia, el objetivo es lograr que nos relacionemos con nuestras circunstancias, de tal forma que se encuentre un sentido en ellas y en nuestras vidas, considerando las situaciones vitales desde tres visiones: que son comprensibles, manejables y que tienen un significado y por último a nivel espiritual, la salutogenesis plantea que los hombres aprenden a desarrollar resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc), es decir, que puedan erigir una fuerza interna basada en lo espiritual. Hoy en día esto es lo más difícil, pero es lo más decisivo; difícil porque hoy en dia los valores que se promueven son los materiales y los superficiales. Es importante un fortalecimiento interior a través de la confianza en el curso y en el sentido de la evolución de la humanidad.
Pudiendo hacer mención de Seligman, este reafirma que el sentir emociones
positivas es realmente importante para cada ser humano o ser vivo, no sólo porque resulta agradable por derecho propio, sino porque genera una mejor relación con el mundo. Si se desarrolla más emotividad positiva en nuestra vida, se desarrolla amistad, amor, una mejor salud física y mayores logros. La calidad de vida es un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las potencialidades de las personas; posee aspectos subjetivos y objetivos. Es una sensación subjetiva de bienestar psicológico, social y físico. Incluye como aspectos subjetivo la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la productividad persona y salud objetiva. Como aspectos objetivos, el bienestar material, las relaciones armónicas con el medio ambiente físico y social y con la comunidad.