DECISIONES FINANCIERAS: CONSIDERACIONES TÉCNICAS

La dirección financiera de la empresa muchas veces puede verse obligada a tomar la decisión de recurrir a financiamiento
externo para cumplir con los requerimientos de capital para diferentes propósitos, tales como: Lograr la liquidez necesaria
para cumplir con sus requerimientos de capital de trabajo, o contar con los recursos necesarios para lanzar nuevas líneas de
productos, o para cumplir con objetivos de misión superior, como aquellos dirigidos a buscar alternativas financieras para
apalancar las estrategias de crecimiento, expansión y posicionamiento de la empresa.

Teniendo en cuenta la trascendencia de esta decisión económica, es importante revisar cada uno de los
criterios que se considerarán para definir la opción que cumple con las posibilidades y requisitos del usuario
que solicita la financiación.

Para seleccionar un plan de financiamiento, se deben evaluar una serie de criterios, los cuales están directamente
relacionados con las características del usuario y la entidad y con el destino del financiamiento.

1. El criterio fundamental que se debe considerar de manera preliminar es la evaluación de la capacidad de

pago del usuario que pretende acceder a un mecanismo de financiamiento. Cabe señalar que el estudio
realizado por la institución financiera no es suficiente, ya que muchos usuarios tienen cargos financieros no
formales y por lo tanto no son informados al momento de solicitar un producto financiero; Estos podrían
incluir el pago de servicios de cuidado de niños o limpieza doméstica, entre otros.

2. Estimar la capacidad de asumir una inversión inicial para la adquisición del producto de
financiamiento, a fin de evitar afectar la liquidez del prestatario del crédito o la generación de
descapitalización.

3. Evaluar las condiciones crediticias fundamentales; Entre estos son de vital importancia la revisión de la
tasa de interés, el plazo del crédito y los plazos de pago.

4. La evaluación previa es una herramienta para la toma de buenas decisiones, en la medida en que la información se
toma como insumo para realizar comparaciones con otras entidades financieras, con el fin de realizar la elección que
se ajuste a las condiciones financieras del solicitante del crédito.

5. Para determinar los intereses reales que se deben asumir para un producto financiero, es importante saber
que las tasas deben expresarse en términos financieros equivalentes y para poder expresar las cifras reales,
por lo que es necesario expresar las tasas en el mismo camino. eficaz.

Siempre que un banco entregue las tasas en expresiones nominales, ejecute el procedimiento de
transformación aplicando la siguiente fórmula:

TE: (1+ i / n) ^ ̂n -1

Donde:

TE: tasa efectiva

i = tasa nominal

n = período de capitalización

Por ejemplo: una institución de crédito ofrece una tasa nominal anual del 16%, con capitalización mensual. TE:

(1 + (((16% / 12)) ^ ̂12) -1)

TE: 17,23%

Esto significa que la entidad financiera desembolsa el préstamo a una tasa nominal de 16%, que en términos efectivos
y reales corresponde a una tasa de 17.23 efectivo anual.

La importancia de la conversión de tipos radica en que los usuarios pueden determinar de forma real la carga de intereses
que debe soportar el producto financiero.

Con respecto a los pagos, es importante solicitar información adicional, es decir, solicitar una tarifa que se
ajuste a su disponibilidad financiera no solo en los montos sino también en la modalidad del mismo ”.

6. En cuanto a los pagos, es importante solicitar información adicional, es decir, solicitar una tarifa que se
ajuste a su disponibilidad financiera no solo en los montos sino también en la modalidad de los mismos.
Es decir, definir los criterios con los que la entidad va a estimar la cuenta, entre los que puede considerar
la tarifa fija, el interés fijo o los pagos de capital fijo.

7. Evaluar las posibilidades que ofrece la modalidad de crédito para realizar pagos irregulares y poder realizar el pago
total de la deuda en un tiempo menor al inicialmente pactado; de tal manera que se logre una menor carga sobre los
costos crediticios, específicamente sobre los generados por las tasas de interés.