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BINOMIO MADRE E HIJO

Todos sabemos que el lazo entre una mamá y su hijo es el pilar más importante.
La unión madre e hijo se considera binomio, ya que consta de dos partes
involucradas, pero en el transcurso del proceso se implican varios aspectos que
forman parte del desarrollo.

En el caso de la llegada de un nuevo ser a la vida de una mujer, se involucran


muchos aspectos en pro del bienestar de ambos, como lo son las relaciones entre
el padre y la madre, la familia, el apoyo social, el estrés, la importancia del padre
en la adopción del rol y las interacciones entre el padre, la madre y el niño; esto es
considerado microsistema.

El lugar de trabajo, la escuela, el cuidado diario, el rol maternal en desarrollo y el


niño, se considera el mesosistema y, por último, pero no menos importante las
influencias políticas, sociales y culturales, el entorno de cuidado de la salud y el
impacto del actual sistema de cuidado de la salud sobre la adopción del rol
maternal es lo que origina el macrosistema.

Es así como futuros profesionales del área de salud, nuestro propósito es brindar
atención integral a la mujer y su vínculo más cercano durante la preconcepción,
gestación, parto y puerperio por medio de los controles prenatales, comunicación
asertiva, consultas integrales, teniendo en cuenta que, el rol de enfermería no
termina al final de la consulta o al termino del embarazo.

Basados en la teoría de adaptación al rol materno por Ramona Mercer, quien


propone la necesidad de que profesionales de enfermería tengan en cuenta
aspectos como el entorno familiar, escuela, iglesia, entre otros y como esto se ve
reflejado en el desarrollo de la nueva madre, ya que constituye un proceso de
interacción y desarrollo en el niño, es ahí cuando vemos que el vínculo y
aprendizaje de la madre lo adquiere en la experiencia del cuidado y la gratificación
que extrae de su papel maternal.
Mercer abarca otros factores como lo son la edad, estado de salud, relación
padre-madre y características del lactante y define que ello influirá al momento de
llevar los cuidados a su hijo con características innatas de su personalidad.

Teniendo en cuenta que no es lo mismo realizar un control prenatal a una


primigestante adolescente, con déficits económicos, sociales, educativos y demás,
a realizarlo a una multípara o abordar una mujer sin déficits económicos y/o
socioculturales, puesto que no podemos transgiversar las múltiples situaciones.

Realmente es muy importante el saber y el saber hacer, pero no debemos perder


el ser, enfermería es un área integral en cuanto a situaciones y pacientes.
Contamos con teorías que podemos llevar a la práctica y mejorar el estado de
salud físico y mental de los pacientes, en este caso de la mujer gestante y su
recién nacido, quienes conforman una pareja en desarrollo de aprendizaje de la
cual podemos asistir y hacer parte, incluso desde la etapa pre concepcional, ya
que el trabajo de enfermería nunca termina.

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