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INTEGRANTES:
X
El Principito inicia un periplo por otros asteroides. El primero que visita está habitado por
un rey, quien aparenta ostentar un gran poder pero que al mismo tiempo evidencia carecer
de súbditos para ejercerlo. Le pide al Principito que se quede con él, pero el Principito
decide continuar su viaje
XI
En el segundo planeta que visita el Principito estaba habitado por un vanidoso, cuyo único
deseo es que lo aclamen y lo admiren. El Principito antes de dejarlo, le pregunta para qué
le sirve que lo admiren, sin que le respondieran.
XII
El siguiente planeta visitado por el Principito estaba habitado por un bebedor, un ebrio que
bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber, lo cual deja al Principito confundido
XIII
El Principito visita luego un planeta habitado por un hombre de negocios, quien trafica con
las estrellas: las cuenta, las registra, en fin, las posee. El Principito le increpa que eso no es
de ninguna utilidad para las estrellas, dejando al hombre de negocios desconcertado.
XIV
El siguiente planeta estaba habitado por un farolero y su farol, el cual encendía y apagaba
velozmente, puesto que su planeta giraba con mucha rapidez. El Principito lo deja con
cierto pesar, pues le simpatiza este hombre que cumple su deber sin cuestionarlo, y al
mismo tiempo, lamenta perderse las sucesivas puestas de sol que se producían en aquel
mundo.
XV
El principito llegó al sexto planeta donde habitaba un geógrafo, su planeta era 10 veces
más grande que el anterior. El geógrafo confunde al principito con un explorador, este le
hace una pregunta al anciano donde le cuestionó sobre su oficio a cual le responde que un
geógrafo es el encargado de conocer donde se encuentran los mares, los ríos, las ciudades,
las montañas y los desiertos. Al principito le parece interesante y hace algunos halagos al
planeta del geógrafo, luego pregunta acerca de los lugares y el anciano le explica que
desconoce esa información ya que su oficio no le permite estar vagando por lugares, dicho
trabajo lo realiza los exploradores, ellos le informan acerca de eso, pero deben de
confirmarlo con pruebas ya que si dicen algo erróneo podría ser una catástrofe.
El geógrafo pregunta acerca del planeta del principito para anotarlo en su registro, a lo cual
él comienza a describirlo, llega al punto de mencionar a su flor, el geógrafo le comenta que
no toma nota sobre eso y el principito le pregunta la razón, entonces responde a que su flor
es efímera, eso quiere decir que están destinadas a desaparecer, esto hace al principito
recordar sus remordimientos al abandonarla, dejándola sola contra el mundo.
El principito pide la opinión de cuál planeta debería visitar, a lo cual el geógrafo le
comenta que el planeta Tierra.
XVI
Como era de esperarse el principito llegó al séptimo planeta, la Tierra. Aquel planeta está
lleno de muchos habitantes y es caracterizado por la sincronización de los faroleros al
momento de actuar para encender y apagar los faroles de todos los continentes. Cabe
recalcar que nunca se equivocaban en el orden para entrar en escena, un trabajo digno de
admirar y solamente el único farolero que podía descansar era el encargado del farol del
polo Norte y del polo Sur.
XVII
Al parecer en el planeta Tierra los habitantes no ocupaban mucho espacio como lo parecía,
la humanidad podría amontonarse sobre alguna isla del pacifico sin problemas. Las
personas mayores dirán que este hecho es falso, ya que ellos tienden a creerse importantes
a lo que ocuparían mucho espacio, además de que les encanta hacer cálculos.
Cuando el principito llegó a la Tierra se sorprendió de no ver a nadie, todo el lugar estaba
vacío, a lo que creyó que se había confundido de planeta, de repente un anillo de color luna
se comenzó a mover en la arena, a lo que era una serpiente. El principito le preguntó a la
serpiente acerca del planeta donde se encontraba, entonces respondió que en la tierra,
específicamente en el desierto, razón por la cual no se encontraba nadie. Luego el
principito se sentó sobre una piedra y comenzó a contemplar las estrellas, haciendo
preguntas sobre ellas y el propósito por la que están encendidas, a lo cual él opina que la
razón es para que cada quien identifique cual es la suya. La serpiente hace un comentario
donde le dice al principito que su estrella es muy hermosa y pregunta acerca del abandono
de su planeta, el otro le responde que es debido a problemas que tiene con su flor, al
terminar de comentarlo se creó un silencio, entonces el
XVIII
El principito atravesó el desierto donde en el camino se encontró una flor con tan solo tres
pétalos. Él le pregunta a la flor acerca de los hombres y ella responde que solo ha visto seis
o siete pero había sido hace varios años, además de que no se sabe dónde encontrarlos, ya
que no tienen raíces, por lo tanto, el viento los mueve de un lado para otro, haciendo que
no se queden en un lugar fijo, que a su parecer lo nota molesto. El principito se despide de
la flor partiendo a otro lugar.
XIX
Llega a una gran montaña, la cual escala hasta la cima, estas eran las únicas montañas que
él conocía, solo eran dos volcanes que le llegaban a la rodilla y uno extinguido que lo
utilizaba como taburete. Él se había subido con la idea de que así vería a todo el planeta y
con ello a todos los hombres pero para su desgracia no alcanzó a ver más que algunas
puntas de rocas muy afiladas.
Exclama al azar y responde sólo su eco, a esto el principito piensa que es otra persona y le
pregunta quién es, a lo que contesta con la misma respuesta, al terminar tal acción lo hacen
reflexionar sobre la falta de imaginación, haciendo un hecho de que ese planeta es raro y
no hacen nada más que repetir lo que dice. El principito recuerda su planeta y a su flor
mencionando que ella era la primera en hablar.
Intransitivos
2.–¿Qué haces ahí? –preguntó al bebedor que estaba sentado en silencio frente a una gran
número de botellas vacías y otras tantas llenas.
3. Si eres el primero en tener una idea y la haces patentar, es tuya. Las estrellas son mías,
las poseo puesto que nadie, antes que yo, soñó con poseerlas.
4. Porque si un explorador dijera mentiras sería una catástrofe para los libros de geografía.
Y también si un explorador bebiera demasiado.
5. Empezó entonces por visitarlos para buscar en ellos una ocupación y para instruirse.
Transitivos
1. Mientras el principito proseguía su viaje, iba pensando: "Éste sería despreciado por los
otros, por el rey, por el vanidoso, por el bebedor y por el hombre de negocios. Sin
embargo, es el único que no me parece ridículo, quizás porque se ocupa de algo ajeno a sí
mismo”. Suspiró con nostalgia y se dijo:
"Es el único del que hubiera podido hacerme amigo. Pero su planeta es tan pequeño que no
hay lugar para dos... "
2. Después limpió su frente con un pañuelo de cuadros rojos. Mi trabajo es terrible. Antes
era razonable; apagaba el farol por la mañana y lo prendía por la tarde. Tenía el resto del
día para descansar y todo el resto de la noche para dormir.
3. Tu planeta es tan pequeño que puedes darle la vuelta con sólo tres pasos. No tienes que
hacer más que caminar muy lentamente para quedar siempre hacia el sol. Caminarás
cuando quieras descansar, y el día durará el tiempo que desees.
4. Esto seguramente no lo creerán las personas mayores, pues ellas siempre se imaginan
que ocupan mucho sitio. Se creen importantes y grandes como los baobabs. Se les puede
decir que hagan el cálculo; eso les gustará ya que adoran las cifras. Otros no perderán el
tiempo pues me tienen confianza.
5. La primera fue hace veintidós cuando un abejorro cayó y hacía tan insoportable ruido
que me hizo equivocarme cuatro veces en una suma. La segunda, fue hace once años, por
una crisis de reumatismo. Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo para perderlo
callejeando.
–En cincuenta y cuatro años sólo tres veces he sido interrumpido. La primera fue hace
veintidós cuando un abejorro cayó y hacía tan insoportable ruido que me hizo equivocarme
cuatro veces en una suma; la segunda, fue hace once años, por una crisis de reumatismo.
Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo para perderlo callejeando. ¡Soy un
hombre serio! Y la tercera vez... ¡la tercera vez es ésta! …llevaba, pues, quinientos un
millones...
–¿Millones de qué?
El hombre de negocios advirtió que no lo dejarían seguir en paz y contestó (malhumorado)
lo siguiente:
–Millones de esas cositas que algunas veces se ven en el cielo.
–¿Moscas?
–¡No, cositas que brillan!
–¿Abejitas?
–No. Unas cositas doradas que hacen soñar y desvariar a los holgazanes. ¡Yo soy un
hombre serio y no tengo tiempo de soñar!
–¡Ah, estrellas!
–Sí eso “estrellas”.
Conclusión acerca del principito
Sin duda el principito es un gran libro, desde los dibujos que desarrolló el
autor, así como la narración, descripción e argumentación, algo muy
admirable para los lectores.