Está en la página 1de 5

RESPONSABILIDAD

PENAL
DE
MENORES
en suma todas los tipos de internamientos los datos son mayores, pues en 1992 la medida más
usada era la libertad vigilada seguida de amonestación, mientras que en el 2000 aumenta el
número de libertad vigilada y seguida de servicios a la comunidad. Además este ligero
aumento hizo que aumentara el trabajo en los juzgados, esto incide directamente en la no
eficacia de la prevención.
Habría que destacar que en primer lugar la edad de responsabilidad penal (15.8), seguida,
sucesivamente, de la potestad para consentir relaciones sexuales (16,93), para abandonar los
responsabilidad penal de menores a través de las distintas reformas en la legislación de
menores anteriores a la vigente, LO 5/2000 reguladora de la Responsabilidad Penal de los
Menores, válida hoy en día.
Cuando hablamos de menores, tenemos que tener claro el artículo 19 del CP “los menores de
dieciocho años no serán responsables criminalmente”, aunque el artículo especifica que
“cuando un menor de dicha edad cometa un hecho delictivo podrá ser responsable con arreglo
a lo dispuesto en la Ley que regule la responsabilidad penal del menor”.
En la ley vigente podemos observar dos grandes novedades. Una de ella es la responsabilidad
civil del infractor, en la cual “se contempla la necesidad de que la víctima no quede
desamparada, y de ahí nace la posibilidad de que a los padres del menor se les atribuya la
responsabilidad civil solidaria respecto al daño que sus hijos hayan causado”. Por otro lado,
la segunda novedad sería exigir responsabilidad a adolescentes entre 14 y 18 años que hayan
cometido delitos o faltas tipificadas en el Código Penal.
Centrándonos en la evolución de la responsabilidad penal, podemos concluir que hubo dos
reformas clave, una en 1948, la cual estableció el sistema de la jurisdicción especial para
menores y fue reforma en dos ocasiones. Estuvo vigente hasta 1992, cuando después de la
Constitución de 1978, se hizo una gran reforma de la legislación de menores. La última
modificación del CP fue en 2003, después de la muerte de Sandra Palo, exigiendo mayor
endurecimiento en la ley y consiguiendo que en 2006 se realizase una reforma que alargue el
tiempo de internamiento en los centros hasta cinco años como máximo, más 3 años de
libertad vigilada.
La ley actual ha ido cambiando en función de las necesidades que ha ido teniendo la justicia
conforme a la delincuencia juvenil.

El artículo Fernández Molina, E y Rechea Alberola, C (2000) “El reto de la nueva justicia de
menores” Boletín criminológico, nº47 nos muestra una realidad sobre los problemas de los
jóvenes menores infractores en la norma penal en Castilla- La Mancha.

1
La ley del menor vigente es la L.O 5/2000, la cual se comprende entre los 12 y los 15 años.
Sin embargo, dicha ley recibirá una modificación, los menores de 14 no tendrán
responsabilidad penal, pero hasta los 17 años entraran en la jurisdicción del menor, que hasta
ahora eran condenados como adultos en este ámbito de responsabilidad penal. Este cambio se
debe a partir de los datos estadísticos existentes sobre la delincuencia juvenil, ya que se
calcula que la delincuencia comienza en una edad muy temprana, alcanzando su máximo a
los 18, y más tarde, va disminuyendo gradualmente. Esta ley también especifica que algunos
individuos entre 18 y 20 años, podrán ser juzgados por la jurisdicción de menores.
En este caso, Castilla – La Mancha ha llevado a cabo un estudio sobre la previsión de casos
de aumento que habrá en el Juzgado de Menores después de imponer estas nuevas
modificaciones a la ley. Para ello, investigaron sobre los expedientes de menores
comprendidos entre 12 y 20 años de 1998, en el que observamos que el número de casos
entre los 16 y los 18 se ha incrementado un 190% actualmente. Por otro lado, podemos
concluir que los individuos entre 18 y 20 años podrán ser juzgados como menores si no
reinciden y no de gravedad del hecho del artículo 4 de la Ley.
En conclusión, podemos decir que los delincuentes menores no tienen carreras delictivas
consolidadas, si no que se tratan de delincuentes espontáneos, por lo que la Ley excluye de
responsabilidad penal a los menores de 14 años, esto no significa que haya que dejarlos a su
libre albedrío, si no que haya una propuesta de prevención para que estos jóvenes no lleguen
a delinquir.

El artículo Aizpurúa González, E (2014) “Presente y futuro de la opinión pública hacia el


castigo de los menores infractores. Evidencias, carencias y posibilidades” Boletín
criminológico, nº12 trata sobre cómo está influyendo la opinión pública en el castigo de
menores, ya que ha tomado gran importancia en las decisiones político-criminales, como
podemos ver en las sucesivas reformas de la L.O 5/2000, donde observamos la evolución de
la ley atendiendo a satisfacer las demandas sociales. Ciertas teorías afirman que las normas
aceptadas socialmente, ayudan a percibir a los tribunales como organismos legítimos, lo que
lleva a la sociedad a obedecer, denunciar delitos y colaborar como testigos.

2
En cuanto a factores explicativos de la opinión pública hacia el castigo de los menores,
podemos hablar de cinco factores principales como son las variables demográficas y
personales, variables atribucionales, variables cognitivas, variables instrumentales y variables
expresivas. Los cuales directa o indirectamente condicionan las actitudes hacia el castigo
juvenil.

De estos factores se sacaron diversas


conclusiones: los hombres y las personas
con mayor edad tienden a ser más punitivas.
El impacto de las variables de la orientación
política y religiosa. Una persona con
principios disposicionales tienden a ser más
punitivos entendiendo el delito como
elección y una persona que tiene principios
situacionales tienden a ver el delito como una consecuencia de algo. La opinión pública se
encuentra condicionada por la calidad y la cantidad de información disponible. Una persona
víctima de delito (componente experimental), tienen una vinculación positiva entre
victimización y punitivismo.
Las técnicas de investigación utilizadas fueron cuestionarios con preguntas genéricas y
abstractas. Más tarde, se incorporó a las preguntas anteriores una serie de procedimientos
complementarios, como por ejemplo, la técnica del caso- escenario, que consiste en formular
un caso de delito concreto con información sobre el hecho y el delincuente, con sus
respectivas respuestas basadas en estereotipos e imágenes distorsionadas. Actualmente, se
han incorporado encuestas de valoración económica, para ver cuánto dinero estarían
dispuestos a destinar los encuestados a los programas de reducción de delincuencia.
En conclusión, anteriormente no se tenía en cuenta la opinión pública, por lo que la ley no
tenía carácter punitivo, a raíz de introducir la opinión pública mediante encuestas y
programas para conocer la repercusión de la delincuencia juvenil sobre la población, la ley ha
sido reformada y por tanto, se tiene más conocimiento y más punitivismo. Todavía queda
mucho por hacer para conseguir un progreso en el futuro.

El artículo Clemente Micó, E y López Latorre MªJ (2001) “Programas de mediación en el


ámbito penal juvenil” Boletín criminológico, nº51. Estos programas van dirigidos a menores
de entre 14 y 15 años de edad, incluyendo todo tipo de delitos, aunque tienden a centrarse en

3
delitos que no revisten excesiva relevancia penal. La mediación es concebida como un
mecanismo de desjudicialización, y como una medida educativa cuyo objetivo prioritario es
que el menor se responsabilice de la infracción cometida. Esta mediación tiene lugar antes de
la comparecencia del menor ante el juez, de esta manera se le da otra oportunidad al joven, ya
que todos los operadores entrevistados declaran que las informaciones aportadas por el menor
y la víctima durante el proceso de mediación nunca han de utilizarse en un proceso judicial
ordinario posterior, señalando la falta de validez jurídica de las informaciones obtenidas en el
proceso de mediación.
Ésta se realiza, bien a través de un encuentro «cara a cara» entre la víctima y el menor
infractor, o bien a través de encuentros indirectos, aunque siempre que resulta posible se
intenta priorizar los de tipo directo. Para que se pueda realizar esta mediación es necesario el
consentimiento de los padres del menor, por lo que si los padres no están de acuerdo no se
podría realizar ninguna intervención. Los informes elaborados por el equipo de mediadores
valoran positivamente el proceso de mediación
Detalla la relevancia de la entrada en vigor de la “ley de menores” y observa que en España
es donde en cuanto al tipo de instituciones responsables del programa, predominan las
instituciones públicas, y con personal remunerado, al contrario que en otros países estudiados
como Estados Unidos o la comunidad europea donde participan personal voluntario y
remunerado conjuntamente.

El artículo de Fernández Molina, E, Bernuz Beneitez, MªJ y Pérez Jiménez, F, (2005)


“Tratamiento institucional de los menores que cometen delitos antes de los 14 años” Revista
Española de investigación criminológica. Según la cual afirma que la LO 5/2000, reguladora
de la responsabilidad penal de los menores ha obligado a las comunidades autónomas a
-

También podría gustarte