La primera guerra mundial comenzó el 28 de julio de 1914 cuando el sucesor al trono
del imperialismo austrohúngaro, FRANCISCO FERNANDO, fue asesinado en Sarajevo, por un individuo perteneciente al grupo ultranacionalista serbio (mano negra). Austria, que desde tiempos atrás deseaba controlar sebia, aprovecho el atentado como pretexto para enviar un ultimátum en el cual exigía que permitiera el ingreso de las autoridades austrohúngaras a su territorio con el objetivo de investigar el asesinato y castigar a los culpables. Tras la negativa, Austria, declaro la guerra a serbia el 28 de julio de 1914. Con la declaración de la guerra pusieron en juego los compromisos contraídos por parte de las distintas alianzas. El 30 de julio Rusia movilizo a sus tropas a la frontera de autra-hungria, para defender a serbia, con quien tenia una alianza de asistencia mutua, Alemania, que era aliado del imperio austrohúngara, emplazo a Rusia para que retirara sus tropas al tiempo que exigió a Francia que se mantuviera neutral. Cuando Alemania le declaro la guerra a Rusia, a principios de agosto, Francia tuvo que hacer lo propio a Alemania, debido a la alianza que tenían con los rusos. Con la intención de invadir Francia, los alemanes invadieron Bélgica, en protesta por la violación de la neutralidad de los países, gran Bretaña le declaro la guerra a Alemania. En poco tiempo, la mayor parte de las naciones europeas se vieron involucradas en el conflicto armado. Con el tiempo Japón y estados unidos, se incorporarían al bando del a triple entente, también conocido como el bando de los aliados, mientras que el imperio otomano, luchara al lado de las potencias centrales.
Los historiadores suelen dividir el desarrollo de la primera guerra mundial en cuatro
etapas: Guerra de movimientos (1914) Guerra de posiciones (1915-1916) La crisis de 1917 Fin de la guerra de 1918 Cada una de ellas se caracterizo por el despliegue de estrategias, armamentos y objetivo militares distintos. GUERRA DE MOVIMIENTOS (1914) Esta primera etapa se caracterizo por la apertura de dos frentes de batalla en Europa. El frente occidental en Francia y el frente oriental en Rusia. El plan de Alemania consistía en movilizar sus tropas hasta Bélgica, violando la neutralidad de este país, para sorprender el ejercito francés y tomar en pocas semanas la cuidad de parís. Al mismo tiempo los alemanes pretendían invadir Rusia, a la cual consideraban mas vulnerables, con la idea de que una vez que su ejercito derrotara a los franceses, este pudiera incorporarse al frente oriental para derrotar a los rusos. Durante los primeros días de guerra, Alemania avanzo, casi sin oposición, por el territorio francés. El gobierno de Francia tuvo que abandonar parís y replegarse a la cuidad de burdeos. Las tropas francesas se apostaron en la ribera del rio Marne para hacer frente al ejercito invasor. Los alemanes confinados en la victoria, enviaron algunas divisiones al frente oriental para reforzar el avance sobre su territorio. El 5 de septiembre de 1914, en la que fue conocida como la batalla del rio Marne, el ejercito francés ataco a las fuerzas alemanas, obligándolas a retirarse. La división del ejército en dos frentes de batalla debilitó el poderío militar alemán, el cual enfrentó una inesperada resistencia por parte del ejército ruso, el cual llegó incluso ocupar la región de Prusia oriental que se encontraba bajo la soberanía austriaca. Las tropas alemanas fueron incapaces de tomar ciudades costeras, cómo caláis Dunckerque y Boulongne, por las que posteriormente llegó el apoyo de los ingleses. El fracaso de la guerra relámpago, llevó la estabilización de ambas frentes. Los intentos de ambos bloques militares que por romper las líneas del enemigo fueron infructuosos dando lugar a un nuevo periodo conocido como la guerra de trincheras. GUERRA DE POSICIONES (1915-1916) guerra de posiciones o de trincheras supuso un cambio radical en la estrategia militar. durante este periodo, los ejércitos en conflicto se apostaron a lo largo de una larga línea de trincheras que se extendía cientos de kilómetros desde el mar del norte hasta la frontera con suiza. Las trincheras son una suerte de zanjas que se constituyen con el fin de proteger a los soldados mientras estos disparan hacia el enemigo. estas fortificaciones, que pueden llegar a medir de uno a 2 m de profundidad, Conectan unas con otras para formar largos canales a través de las cuales se movilizan armamentos y tropas. La guerra de trincheras es fundamentalmente de carácter defensivo. los ejércitos permanecen de semanas, o incluso meses, apostados sobre y sus respectivas trincheras, a la espera de que se organice alguna escaramuza. La única forma de obtener una victoria es avanzar en bloque sobre el terreno en disputa y tomar la posición enemiga. durante a la guerra de trincheras el ejército alemán adoptó una estrategia defensiva que buscaba mantener su posición en el frente occidental, al tiempo que concentraba su mayor fuerza ofensiva sobre el ejército ruso. La idea era que una vez vencidos los rusos las tropas alemanas pudieran concentrar su periodo militar en el occidente para avanzar sobre los franceses e ingleses. Millones de soldados perecieron durante este periodo como resultado de las condiciones precarias de las trincheras. A la lluvia, el lodo, el frío y las enfermedades se sumaban el uso de nuevas tecnologías de guerra como las armas automáticas, los gases venenosos y los lanzallamas. Pese a lo anterior las posiciones de ambos bandos apenas se modificaron. A lo largo de 1916 se emprendieron varias operaciones bélicas en el frente occidental con el fin de romper las líneas enemigas. Entre febrero y diciembre, En lo que fue una de las más largas y crueles batallas de la primera guerra mundial, los alemanes atacaron la fortaleza de Verdun, en el noreste de Francia, la respuesta aliada llegó en julio de ese mismo año, cuando las fuerzas inglesas y francesas lanzaron una ofensiva en el norte de Francia, se tornó el río SÓMME. A pesar del escalofriante número de bajas (cerca de 2 millones) no hubo cambio de posición de ambos ejércitos. Mientras tanto en el frente oriental, los alemanes consiguieron algunos avances importantes sobre el ejército ruso. LA CRISIS DE 1917
El año de 1917 estuvo marcado por la emergencia de movimientos sociales que
exigieron el fin de la guerra en todas las naciones involucradas. La guerra de trincheras había afectado en la moral de los combatientes al punto de qué en el frente de batalla comenzaron a darse protestas y deserciones. Tanto en los países aliados como las potencias centrales tuvieron lugar huelgas y motines, muchos de los cuales fueron reprimidos de manera violenta. No obstante, el principal acontecimiento de este periodo fue la revolución rosa, en febrero de 1917, como resultado del descontento generado por las derrotas militares y la hambruna, el pueblo ruso se levantó contra el régimen zarista. Tras la adicción del zar Nicolás II se formó un gobierno provisional, el cual fue derrotado a través de un golpe de Estado, por la facción bolchevique liderada por Lenin tras la instauración de un golpe socialista, Lenin decidió entrar en conservaciones con las potencias centrales con el objetivo de poner fin a la guerra. Marzo de 1918 se firmó el tratado de Brest-litovsk que a partir del cual Rusia sería la las potencias centrales gran parte de su territorio. A partir de ese hecho la guerra se concentraría por completo en el frente occidental. Otro acontecimiento Levante que tuvo lugar durante este periodo fue la entrada de Estados Unidos a la guerra, país que hasta entonces se había mantenido al margen del conflicto. Entre las razones de su incorporación al bando de los aliados destaca el hundimiento de un carguero por submarinos alemanes y las preocupaciones en torno a las ambiciones expansionistas de las potencias centrales
FIN DE LA GUERRA (1918)
Entrada de Estados Unidos a la guerra supuso la irrupción de la potencia económica y militar que inclinaría la balanza hacia el lado de los aliados, los recursos materiales y humanos que aportaron los estadounidenses fortalecieron la moral y la capacidad bélica del bando aliado. En julio de 1918 el ejército aliado implementó una contraofensiva que logró replicar al ejército alemán hasta la frontera con Bélgica, ante el avance inminente de las fuerzas aliadas comenzaron las deserciones entre las tropas de las potencias centrales. Poco a poco en los países que apoyaban Alemania comenzaron a capitular. En este contexto en noviembre estallaron en Berlín protestas masivas que derivaron a la abdicación del káiser Guillermo II y la formación de un nuevo gobierno. Tres días después Alemania firmó el armisticio con el cual se ponía fin a la guerra. A principios de 1919 se desarrolló en París la conferencia de paz en donde las naciones aliadas acordaron las condiciones que finalmente serían oficializadas en el tratado de Versalles dicho tratado firmado el 28 de julio de 1919 se estipularon las siguientes condiciones: Explicó a las potencias centrales la responsabilidad moral y material de la guerra Se despojó a Alemania de parte de su territorio y se obligó a ceder a las naciones vencedoras todo su imperio colonial Impusieron restricciones militares severas a los alemanes: se le confiscó su flota, armamento y equipo de guerra, se redujo considerablemente su ejército, se le obligó a suspender el servicio militar obligatorio, se le prohibió fabricar material de guerra, así como poseer artillería pesada submarinos y aviación Se obligó a Alemania pagar sumas exorbitantes a los países vencedores por concepto de indemnización Con el objetivo de mediar en disputas internacionales y evitar futuras confrontaciones se creó la Sociedad de naciones organismo del cual fue excluida Alemania
Con El fin de la Primera Guerra Mundial las fronteras de Europa nuevamente se
reconfiguraron, los imperios austro-húngaro y otomanos fueron desmembrados, es que Alemania y Rusia perdieron gran parte de su territorio. Nuevas naciones, como un griego Turquía, se formaron a partir de ese proceso, algunos países, por ejemplo; Polonia, recuperaron su independencia, mientras que otros como Yugoslavia Checoslovaquia, se formaron de la unión de distintas comunidades étnicas. El reparto de las colonias alemanas entre los vencedores modificó también la correlación de fuerzas en los territorios extra europeos. Francia e Inglaterra fueron los países más beneficiados por este proceso, consolidando su dominio en Oriente medio, África y pacífico. La reconstrucción de Europa supuso un desafío para los países involucrados, los cuales debieron afrontar episodios de crisis económica endeudamiento e inflación. La hegemonía de las naciones europeas pasó a manos de Estados Unidos, país que se convirtió en el principal prestamista del mundo. Japón por su parte aprovecho para consolidarse como potencia en Asia. Las pérdidas humanas principalmente de la población masculina en edad productiva, produjeron un desajuste demográfico relevante, en este contexto, las mujeres ocuparon espacios laborales que previamente le habían sido vedados, y en algunos países, como Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, conquistaron nuevos derechos políticos como el derecho al voto. Descontento de los sectores campesinos y proletariado propició la expansión de las ideas comunistas y el fortalecimiento del movimiento obrero en toda Europa. Tras el triunfo de la revolución rusa estallaron rebeliones similares en Alemania y Hungría, al tiempo que se formaron sindicatos y partidos obreros en otros países. BLOQUE II: LA CRISIS ECONOMICA GLOBAL COMO PREAMBULO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y LA CREACION DE INSTITUCIONES PARA LA PAZ LA CRISIS ECONOMICA DE 1929 Y SUS EFECTOS MUNDIALES. Al terminar la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos emergió como una potencia económica. A diferencia de los países europeos, que habían quedado devastados tras el conflicto bélico, Estados Unidos experimentó un periodo de auge económico sin precedente, impulsando en buena medida por el crecimiento industrial y las políticas de reconstrucción. Éste periodo de bonanza se vio interrumpido a finales de los años 20, cuando la excesiva concentración de riqueza, aunada a las innovaciones tecnológicas que permitieron ampliar considerablemente la producción, propició la crisis del sistema capitalista. El periodo conocido como la gran depresión inició en 1929, con la caída de las bolsas de valores en Estados Unidos, y se propagó rápidamente hacia el resto del mundo, generando decrecimiento, pobreza y desempleo. Esta crisis económica, la cual se prolongó hasta finales de los años 30 y en unos países hasta la década de los 40 propició el resurgimiento de ideologías de corte nacionalista que originarían una nueva guerra mundial LA GRAN DEPRESION La Primera Guerra Mundial tuvo consecuencias económicas y políticas relevantes. A las pérdidas humanas y materiales de las naciones involucradas, se sumaba un panorama económico adverso, derivado de las deudas contraídas como parte del esfuerzo bélico, así como el alza generalizada de los precios. Adicionalmente, los países derrotados debieron enfrentar los pagos exorbitantes por concepto de reparación de daños, los cuales afectaron negativamente las condiciones de vida despoblación, y comprometieron seriamente a su economía. En este contexto algunos países industrializados como Estados Unidos y Japón se posicionaron en el escenario global, ocupando los nichos del mercado que tradicionalmente habían estado bajo el dominio de las naciones europeas. Para 1919, Estados Unidos había desplegado a Gran Bretaña como potencia hegemónica, al convertirse en el principal motor de reconstrucción europea, vía otorgamiento de créditos y el comercio internacional. O sino acciones tecnológicas y la aplicación de los principios Fordistas y Tayloristas a la producción industrial propiciaron un incremento inusitado de la productividad. Hacia finales de la década de los 20, Estados Unidos era el principal productor de petróleo, electricidad, carbón, hierro fundido y acero. Asimismo, era responsable del 42% de la producción industrial, a nivel mundial. Estados Unidos no sólo cubría la demanda de los países europeos cuya base industrial había quedado devastada por la guerra invertía en el extranjero y otorgaba créditos a las naciones que enfrentaban dificultades económicas tras la posguerra. Durante este periodo, las grandes empresas estadounidenses expandieron sus operaciones en el exterior a través de filiales y sociedades mercantiles. Para mediados de la década de los 20, Estados Unidos se había convertido en el principal centro financiero global. A escala interna, la economía estadounidense experimentó un crecimiento acelerado prácticamente en todos los sectores. No obstante, a partir de 1925 comenzó a presentar signos de desgaste. El desfase entre los incrementos a la productividad y los salarios, aunado al desempleo por la mecanización agrícola e industrial propició una crisis de sobreproducción, la cual se agravó por un descenso de las exportaciones Con el fin de dar salida a los excedentes de la esfera de producción, se otorgaron créditos de forma indiscriminada. El acceso a financiamientos y la publicidad impulsaron al consumismo de los bienes que producirían internamente la sensación de bonanza impulsó a los ciudadanos a invertir en la bolsa de valores, la cual registraba alzas constantes, año con año. La demanda de acciones propició una burbuja especulativa que no era congruente en el desempeño de la economía. Este problema se agravó cuando los inversionistas, incentivados por el auge que experimentaba en los mercados financieros, comenzaron a operar en la bolsa con el dinero que había pedido prestado a los bancos. El ciclo expansivo de la economía estadounidense llegó a su fin el 25 de octubre de 1929, cuando la burbuja especulativa reventó, propiciando el desplome de la bolsa de valores de Nueva York. Tras años de ganancias exorbitantes, en el curso de unos días las acciones perdieron la mayor parte de su valor Miles de inversionistas perdieron todo lo que habían acumulado durante los años de la prosperidad. La venta masiva de las acciones desató el pánico entre los ahorradores, quienes acudieron demás a retirar su dinero de los bancos, lo que generó la quiebra en cadena del sistema bancario y la devaluación de la moneda. El consumo se redujo de manera drástica, en gran parte por las pérdidas asociadas a la especulación, pero también en la falta de crédito y la reticencia de inversionistas a arriesgar su capital en el contexto de la incertidumbre. Como resultado de lo anterior, un gran número de empresas cerraron y el desempleo alcanzó tasas históricas. El periodo que va de la crisis de 1929 hasta finales de los años 30 se les conoce como la gran depresión. Durante estos años la economía estadounidense experimentó un deterioro en prácticamente todos sus indicadores. Entre 1929 y 1933 el Producto Interno Bruto cayó a una tasa promedio de 8.2% anual, la producción industrial se desplomó en 50% y el desempleo alcanzó el 25% de la población económicamente activa La crisis económica se difundió rápidamente desde Estados Unidos hacia otros países. La reducción de los préstamos internacionales y de las exportaciones estadounidenses tuvo grandes implicaciones, principalmente para las naciones europeas, que vieron interrumpido el flujo de dólares Con la excepción de la Unión Soviética se mantuvo aislada del sistema capitalista global, la mayor parte de las naciones desarrolladas registraron descensos considerables en el PIB y en la producción industrial. Como respuesta al escenario económico adverso, los países adoptaron políticas económicas de corte proteccionista para salvaguardar su mercado interno. La imposición de aranceles y otras medidas regulatorias desató una guerra comercial, cuyo efecto más notable fue la reducción del comercio internacional, el cual perdió hasta dos terceras partes del valor registrado en 1929. La caída de los flujos comerciales se prolongó por bastante tiempo. En 1938 casi una década después del inicio de la crisis, el comercio internacional no había recuperado ni siquiera la mitad de su valor. En 1933, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt puso en marcha una política económica de carácter intervencionista, denominada New deal, a partir de la cual se pretendía reactivar la golpeada economía estadounidense además de reformas al sistema financiero y monetario, dicha política contemplaba programas de asistencia social, ayuda para el trabajo subsidios agrícolas y leyes laborales, así como la Seguridad Social. Pese a lo anterior, la economía de Estados Unidos no se recuperó. La reactivación industrial y el empleo pleno se lograrían hasta su aparición en la Segunda Guerra Mundial.