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El límite entre estas dos partes viene marcado por el pliegue pontino.
La luz de la médula espinal, el canal central, es continua con la de las
vesículas cerebrales. La cavidad del rombencéfalo es el cuarto
ventrículo, la del diencéfalo es el tercer ventrículo y las de los hemisferios
cerebrales son los ventrículos laterales
(fig. 18-5). La luz del mesencéfalo conecta con el tercer y el cuarto
ventrículos. Esta luz se hace muy estrecha y entonces se conoce como
el acueducto de Silvio. Los ventrículos laterales se comunican con el
tercer ventrículo a través de los agujeros
interventriculares de Monro.
M É D U LA E S PIN AL
Capa neuroepitelial, capa del manto y capa marginal
La pared de un tubo neural que hace poco que se ha cerrado consta de
células neuroepiteliales. Estas células se extienden sobre todo el grosor
de la pared y forman un grueso epitelio seudoestratificado.
Además, están conectadas por complejos de unión en la luz. Durante la
fase del surco neural e inmediatamente después del cierre del tubo,
estas células se dividen rápidamente produciendo más y más células
neuroepiteliales. En conjunto, constituyen la capa neuroepitelial o
neuroepitelio. Cuando el tubo neural se cierra, las células
neuroepiteliales empiezan a originar otro tipo de células que se
caracterizan por tener un núcleo grande y redondo con un nucleoplasma
pálido y un nucléolo de coloración oscura. Se trata de las células
nerviosas primitivas o neuroblasto. Forman la capa del manto, una zona
alrededor de la capa neuroepitelial.
La capa del manto forma más tarde la sustancia gris de la médula
espinal. La capa más externa de la médula espinal, la capa marginal,
contiene fibras nerviosas que emergen de neuroblastos de la capa del
manto. Como resultado de la mielinización de las fibras nerviosas, esta
capa adopta una coloración blanquecina y por eso recibe el nombre de
sustancia blanca de la médula espinal. Placa basal, placa alar, placa del
techo y placa del suelo Como resultado de la adición continua de
neuroblastos a la capa del manto, en cada lado del tubo neural se
observa un engrasamiento ventral y uno dorsal.
Los engrasamientos ventrales, las placas basales, que contienen células
de las astas motoras ventrales, forman las áreas motoras de la médula
espinal; los engrasamientos dorsales, las placas alares, forman las áreas
sensitivas. Un surco longitudinal, el surco limitante, marca el límite entre
las dos.
Las partes dorsal y ventral de la línea media del tubo neural, conocidas
como placa del techo y placa del suelo, respectivamente, no contienen
neuroblastos; actúan principalmente como vías para las fibras nerviosas
que cruzan de lino a otro lado.
Además del asta motora ventral y el asta sensitiva dorsal, un grupo de
células nerviosas se acumula entre las dos áreas y forma una pequeña
asta intermedia (fig. 18-8 B). Este asta, que contiene células nerviosas de
la parte simpática del sistema nervioso vegetativo (SNV) sólo aparece a
los niveles torácico (T1-TI2) y lumbar superior (L2 o L3) de la médula
espinal.