del lOdo-hundimiento en la nada. Y siempre al fondo.

El Hombrl" ~ su vida
como aLUO sacmmemal calderoniano en este gran tablado de las religiones.
Sm duda. el [(!1.1CJ del drama ~ la represemución del drama. más ,genial. que el
hornnre ha ido creando a lo largo de lm- siglo~ en su lucha por la vida cOntra
la muerte. En esta luch¿¡ es donDe má~ el hombre ha bendecido ~ blasfemado.
ha camado a voz en grito y llorado en silencio. se hd rebelado y se ha resignó- Capítulo 3
do. Y el acta de esta emranable. de esta nuestra lucha humana por la \~da
son las reli,giones.
Por tamo. que nadie se eX1.rane: las religiones que hemos heredado de
nuestros mayore!= -desde el hlerofanlc primordial de la caverna sagrada
hiiSUi hoy mismo- no son por su naturaJeza sistemas imelecruales ru posicio-
Breve historia genética de
nes fundamemalista5. como muchos h o~ las conciben. Son. como (Oda dimen-
sión humana. una lucha por la \·ida contra la muerte. Y. en su lenguaje más
hondo. son el gran drama en que el hombre viene represemando esta \ida en
las tradiciones religiosas
«el gran teatro del mundo». desde que ei" mundo es mundo ~ el hombre es
hombre. Lo demás se queda en las «noucias religlosas~ , de los periódicos, por
10 general sobre clrcunsmncias ajenas al fenómeno religioso.
Por eso. nueSlra guía quiere ir más aJlá de lo conceptual hasta lo inciático. 1. LA EXPERIENCIA DE LO SAGRADO
Quiere meluso conJugar ~ declinar esa mara\~lIosa diaiéctica que nos enseña-
ron los griegos entre rlleoria y mySlagogia. o procesion para ver la epifanía de
los dioses -nuestros coregos de las fiestas. que dice Plalón- y perderse en Las dlStinta5 ciencias de 12 religión parecen constatar que el fenómeno reli·
su misterio. Quizá apuntemos demaSiado alto. Pero por ganas que no quede. gloso e~ tan antIguo como la apariclon del homore. ) que eSle"nechoreligio---
so ha ¡eOlaDuñaCO'ññnwClao alalargo de la historia. hasta el punto de poder-
se afirmar que las religiones ya co nfiguradas hunden sus ra íces en unos
prototipos prehistóricos que se pueden rast rear aJ menos hasta el paleolítico.
Según esto. se puede hablar. ya en la prehistoria, de un fenómeno reli2io·
SO que en sus manifesti:lciones. propias de las etapas de esa epoca. atestigua.
ría la exislencia de un homo religiosus con capacidad para lo que podnamos
llamar «experiencia de lo sagrado.,. Es decir. un sujeto religioso que confir·
maria la tesis de M. Eliade de que «lo sagrado es un elemento de la eSlIUctu·
ra de la conciencia y no un momento de la hislOria de la conciencia [yasQ [a
experiencia de lo sagrado esta ligada indisolublemente al esfuerzo del hom-
bre por construir un mundo que tenga un significado>,.
Pero desde siempre esta experiencia de lo santo se ha presemado como
una cons¡elación de s3cralidades que lru. distintas religione~ st5lematizan en
conjunto~ de hierofanías: eS decir en manifestaciones de Jo di\'ino a tra\'es de
la~ realidades concretas de es le mundo. Por estar ordenadJs esa( hierofanias
en una constelación. cada religión o ,(tipo" de reljgjone~ -inclusll la~ ap,a-
renlemente más eA.1raña!=- se preSentí:! como una .. estructura, de una cohe-
rencia mandn;·. dentro de su orden epistemológiCO. Coherenl·¡a que Se extien-
de tambi¿n a lodo el ancho campo de 1;1 hiswria de la~ religlOnt:''' en ¡;u doble
dimensión sinCíóni~ y diacronic3.
AsJ. en un <f\'ance mu~ !!cneral. podemo( di:"lingulf en el de";trmlll1 tipo,l!,-,-
gico de la~ relifionC:E las ~lf!ui;;ntes grandes etapas: un;.¡ Tú~'oma O "n,aCI-

b5
 miento de Jos dioses)': una Cosmogollio o Creación-Emanación del mundo-
los mundos: un pen-odo cosmológico con su doble paradigma cósmico: telúri·
ca y celeste". en que se configura un corpus de rew!!aóón: y un penodo hLSlón-
co con múltiples paradigmas hermeneuucos (místico. profético. sapiencial.
euco. etc.). en que se configura ya un corpus dr rcfleuon. que marca el nacI-
miento de las grandes religiones mundiales. La conJuncion entre estos dos
COrpLU. de revelación) retlexión. es lo que. en forma de Libros. ha IJegado paradIgma celesle pararugma telúrico
hasta nosotros como las «Escrituras. sagradas de las distintas uadiciones reli- --
gIOsas. configuradas ya com o relIgiones. Fmalmente. durante la genérica de lo~
,
períodos de revelación-reflexión) al hilo de su correspondencia con las tradi·
ciones-religiones. \'a n surgiendo las lfJSlifucio11fS: comunidades. iglesias.
escuelas filosóficas y teológicas. etc .. en cuya Írontera se detend rá nuesua ti·
pueDlos del pueblos
-- , pueblm
este asiático amerindlos
pología. difusión afroaustralianos
Pero en todo este recorrido el humus nutricio. donde ahondan sus raíces ,-----'
11
mesopotámica
,
las religiones y desde donde hacen su epif.mia histórica. es la expenencia de lo ,--L- - - ,.\ ,,
sagrado. En esa experiencia de 10 sagrado estaría. pues. la matriz universal de expan~ón
mdoeuropea ,,
los lenguajes básicos de cualquier religi ón ya configurada - los conjuntos , ¡
simbólicos de nlualidades. mitos. místicas. sentido del tiempo y del espacio. , , ,, " ,

~V ,
,.

de la comunidad y del individuo. etc.-. como canales para comunicarse con , ,

lo di\1no. Así, las distintas religiones que naceran a lo largo de la historia no
I
t
serán otra cosa que manifestaciones de esta religiosidad del hombre. y que el
hombre e"."presara en esos lenguajes por el hecho de ser un animal simbólico
religIÓn patriarcal I religión agrana

~ siempre a la búsqueda de un semido.

de cian~-easlas Ir-p-,-tn-·,-,-caJ- l' . . , r-m
- ,tn
- ,-,ca-'-¡ -'
Desde esta perspectiva, hay que negar cualquier clase de evolucionismo
,
../------ ---., I
en sentido estricto en este campo y afirmar ya desde ahora que ~e xiste un
vínculo manifiesto entre el pensamiento arcaico. descubierto gracias a 1m:
documentos arqueológicos. y el pensamiemo qu manifiestan los leJ..1os [de religiones religion..
las religiones ya configuradas]. Emre la infanci3 espiritual del hamo religiosus nacionales misléricas
) su madurez no ha) ruptura. Por con~igUleme no hay que partir en dm: la .........., ~ .
.
historia de la humanidad con una teoria que eSlCtblece que a una mentalidad
prelóglca le sigue una memalidad lógica» (J. RIES. Lo sagrado en 'la hUlonu rel igIOnes supra nacionales
de las rellgio!Jcs. Ed. Encuentro. Madrid 19 0. p. 25- l. de comunidad de iniciad~
. &1 de[UlUt1·0, (... ) lo hUlano dt' las reltgiollo el la polpuoelon reo! y r.feClll'G tU
la d/l"lllidad e/l el sellO del espmw humallo. E.< una prest'/lcio sOterrada d( 10
dll1ll1dad pero una prcseJlcia dillol1/1eo. real ,l- eft'ClnYJ en el seno dl!! espinru
.. - - . -
rebrole$ rebrOte)
humano. Ello es la roe. ID CStn /elllro y el desllllfl dt' la hUlona di: las rellfwlles. néiClonahsla.( mlSlencm
Emfnder qlle esto hurona es lo pillpuuclon pura _' fomwl de la diVlmdad en el
seno del CSl'lrilu humano f... ) t!.\ 0110 que col!Jwe. a mi modo de l.oer. el protfe.
ma .filoJoficodc io hwona de las rel/fIlones.- (ZL,BIRI.O. e.. p. :;.;- , ~

\lap" I

""
2. DEL HOMBRE CAZADOR
AL HOMBRE AGRICULTOR
Y2 SI?!!Un los eSLUdiosos del 51210 XIX. una onmera confi,guracion de esas
sacralidades. a que hemos aludido. se encue~lfa en lo que se dio en llamar
«religión pnmiuva» o «religión de los primitivos».
2.1. La Magna Mater: paradigma telúrico
En esta primera configuración sobresalen:
• La presencia de ftUll poder prOl'idelll~ en el paleolítico, como personifi·
cación numinosa de un ~ Señor de los animale5~ o ~Espíritu de la selva»): el
Gran Animal. que atestiguan más tarde las pinturas rupestres. Un poder que
el bombre nómada y cazador de ese período debió advenir sobre todo. en la
entraña del bosque y bajo la bóveda celeste. en su estrecha comunión con los
arumaJes. El hombre habita IOdaví3 en cue\'as pro\'isionales según las estacio-
nes de la caza: una grullI que todavía no es hogar del fuego ni «(centro de gra-
\"edad~, de un territono eslabie.
• La presencia de la ...Magna MQl{!FJI en el mesolnico. como personifica-
cion numinosa de lo relurieo: la Lierra no sólo como te"o o superficie. sino
como ,e/hu o entrañas de la tierra, representada en las fi,gurillas en relie\'e o
exentas en bulto redondo de las ..Ne nu s~1 que han llegado hasta nosotros.
Una pre encia que el hombre ya sedentario de ese período debió advertir
sobre lodo en la fecundidad de la (ierra como gran matriz de lOdos los dones;
~ que de JéI tierra trasladó a la mUJer.
• Con el neolítico se llegará a una conjunción dialéctica de esas dos figu-
ras en el hinomio Ma,rmo MOler - Hembrél y Gran Animal. cuya presencia lle-
nará lo~ muros de la cue\·a. ahora estable, Se Uat2 ya de una caverna que
empieza a configurarse com(l santuario cosrnico en las entrañas d~ la tierra.
En esas entrañas entierra el hombre a sus muertos en la posición fetal de un
nuevo nacimiento. por lo que también pinta su~ huesos de ocre-rojo. (Cf. a
este respeclo la novela .:hlslórica>· de J. M. AüEL El clan del oso COl'emari(J
-~ otros vols.- . en Mae\'a Ed. Madrid 19Q4:~· como ana lisis: E. TRlAS. o.c..
pp. 61 ss.)
En esta epoca. los aCCidentes de 105 murm y el techo de la gruta empiezan
a ¿.¡dquinr un¿¡ sigmficación por la acción de una mano que ~ plasma en su
superficie. L·na mano quiela o que palpa experta el muro. Tras. el temblor de
esa mano acud\..' wda una sinfoma dt plc I O~ram¡L' (círculos. esferas. mángu-
10(;. redecill.!q que re\'elan la presencia de la Ma~lln ~1aler (1,1 figura exent~ 1I
en el dccldcnl~ de una roca de un cuerpo femenmo. casi ~ólo un gran \'Iemre
con el sunrayadl~ del tri:ingulo \'ul\'aq: dt.·! Gwn Animal (ti 10m con lo"
uem,-)~ dt: I..! luna. k)~ grupo~ dé' anuTi:.tle~ hacmado:- y supt:rpueSlO\).
y aquí o aUá. como epifanía delaladora de aquella mano de artífice \'
mago. aparece una figura humana danzando y con máscara de animal co~
paras y rabo o con cabeza de pájaro. e trata sin duda del gran hierofame, el
que hace emerger y dar cita a lo sagrado. en los pictogramas y el rito. en e.<;a
sala de los mlstenoo;; )". a la vez. el poeta depositario de la memoria. narrador
de milOS ~ leyendas. Es ec:ta figura. como actor del poema. la danza ,. el rito.
la que con\'iene la gruta en sanruario. lugar y momentO (",lugar de ·la citb)
de la presencia de lo sagrado. La caverna es así el útero de la Magna Maler
que con su pansexualismo celebr2 el ciclo de la \;da-muerte·\·ida. AsÍ. la reH.
gión es ya desde su primer \'agido una lucha comra la muerte para la v1da_ \
el rimal que en eUa s celebra no es más que «una larga sene de variacione·s
sobre el tema de la ,ida. (A. M. Hocart).
2.2. Dominus O Kyrios: paradigma celeste
Pero durante esta misma «re\olución del neoütico>t aquella mano pegada al
muro se levantará)'. saliendo de la cueva. se alzará en invocación al cielo. El
techo \'a a ser ahora este cielo abieno y el samuario cósmIco va a salir de la
gruta para convenirse en edificio exento: mojones, hitos. menhues. dólmenes.
un todo ordenado según las coordenadas del sol y de los puntos cardinales. El
hombre divide ya y jerarquiza el mundo por las unidades homogéneas de «los
mundoSJ.': bóveda celeste. atmósfera. tierra. subsuelo: lo inorgánico: cielo, tie-
rra. mar. ríos: mames. valles. simas: el reino mineral: no sólo los metales caí-
dos de los astIos-sidl'ra sino también ya los encontrados en las entrañas-tellus
de la tierra ~ lr.lbajados-siderutWa al fuego: el reino ,·egelal: el aTbo!. la raíz. la
semilla: el reino animal: la serpiente. el toro. el caballo. el aguila: y el hombre
mismo como ser social: la sociedad jerarqUIzada ya según nomas objelivas. el
héroe mítico. los amepasados. el rey, la milicia. el sac.erdocio.
Al despegarse aquella mano de los muro~ ¡meriores de la cueva v salir
alzada hacia la bóveda celeste. esa mano \"a a construir a cielo abie;to un
templo. Empieza así a modelarse la materia primigeni(1 de )a gruta-ca.os en
cosmos-templo. Con la erección del templo (el lugar aCOlado)) la fijación de
la fiesta (el tiempo como calendario) empieza propiamente la Creación: el
orden dci COsmo~ reteniendo) dominando al caos. El templo f':\ento -pn-
mero colina escalonada y luego :lgllral (Mesopolélmlal o pirámide (EgiplO)-
como «centro de gra\·edad .... ahora ya de un mundo ordenado. ser~ el ompha-
lós-ombligo del poblado y luego de la urbe. que se trazara en torno a él. Al
templo que demarca el espacio corresponde lá fiesla que delimita el tiempo ~
~I slIcedcp.e dt b \'idi.1 ~egún los tiempos. .(fa!\w~ o nefastO!',·
Ao;;l l<.t figura dominante dI: l;j .~Ioglla \fule,. ~n prt:-~encla dl<ilccllca con
d Gran AnlrnJI- tlt:-Jitr;i pa ..o o un~ nue\·a fi~ura: DcJf1IlII/o o A)·nos. una
fi~ura ahtlrJ c::lt:~té ~ m;'l~ulina que. como n:rditdero Cn:tJdor. ordena \
jerdrquiz¡t lo~ mundos. al C"on\'t~·!"ti; el cao(" en co:,mll~ .-\ .. i dL!udlJ matt::na pri-
migeOla de la caverna. aqueUa pÍJysis. primiuvamente no tan estable puestO
qu~ ..:gusta. de ocultarse~ (Heráclito) porque es toda"ia '~dé. sib·o. terreno
boscoso O matena no «clareada » por la ¡orma. se converura en una construc·
ción del hombre t<creador» que abre claros en el bosque} que (recorta)
demarca)' (de la raíz remo: t<cortaI"J construyendo un cemenos . lemplwn en
un lugar (templo) ~ organizando un lempus en un tiempo fasto (fiesta).
Esta nueva fü!Ura dominante, Domullls, -figura solnaria o acompañada.
personal o no e~lriclam me personalizada- suplantará p~ a poco. a la
Mo~na MOler. a veces asociado con eHa.. e impondrá al antiguo paradIgma
telÚnco uno nuevo: el paradigma celeste. La cultura del agro seguirá depen·
diendo de la uerra , de las a!!uas matemale~ de sus nos. pero a la vez depen-
derá del sol \' los vientos y de esas misma~ aguas que caen de lo cIelos. En
esta ..rel'olución agrícola». presidida lodavICs por la Magna MOler. se irá s.in-
tiendo cada vez más la presencia de ese Doml1lus celeste y Creador a medIda
que se "aya Imponiendo la civilización urbana de la Ciudad-Estado (Mesopcr
lamia) o de Ja Nación (Egiplo).
En estos estadIOs primordiales -que sin duda conVJven y se entrecruzan
durante milenios- (enemas ya los dos arquetipos o paradigmas cosmicos
que presldlran gran parte del desarrol1o histórico posterior. El primero. cell~­
rico, Inmanente, «femenino,... "1' el segundo. celesle. trascendente y tcffiascuh-
nO)t. El celeste ~a a predominar en Jos pueblos nómadas. Sus representacio-
nes de la dh1inidad seran aquí predominantememe antropomórficas. El
telúrico. por su parte. predominara en los pueblos sedentarios y agrícolas. Y
sus representaciones de la di,·inidad serán má bien teriomórficas o de ani·
maJes (Ja serpienle. eJ lOro. eJ oso. eJ chacaJ, elc.). . quedariÍo enquIstadas las antiguas corrientes telúricas que no encontraron
Sin embargo. en estos pueblos agricolas suele darse un compromiso entre
los dos arquetipos al acep tar la diosa madre (lsis, ISlar. Anath. Astané.
Anahila. CibeJeL) como consone (o hermano o hijo) a un joven dios (Osi-
riso Dumuzl. Tarnmuz. Baal...) que muere y resucita. En cambio en los otrOS
se impone la dh~nidad celeste o palTlaIcal sobre la telúrica o matnarcaJ. ,La
diosa madre va a predominar en las religiones de la namralc:a y ~D los nt05
mislencos. mIentras el dIOS patriarcal \'a a dominar en las relii,.';ones de la casa
~ de lo ciudad_
3. DE LA REVOLUCiÓN AGRARIA A LA URBANA
3 .1, Dos tradiciones principales
•:. Trona difuslOnislD y leoria dr sisIemas
Resumiendo ~ esquemauzando periodo~ postenores. tenemos ya asi p~rli¡a­
da~ 1<li do~ pnmera~ g;andes tradiCIones que: se oo . . queJan en lo~ comle.nzm
de I¡i h,qori<t. la me50pOlámicú-rglpnD. rnli!' pnnutl\·a. donde: 1(\ teluTlC<.l ~
7(1
agrario -y por tanto el dominio de la diosa madre- será durame mucho
üempo el elemento de fondo. aunque aparezca un dio(. ma culino que se \'a
imponiendo a la diosa primigenia y que dominará sobre lodos los dioses: " lo
mdoeuropea. más tardía. donde lo celeste y pauiarcal relega el elerne'mo
lememno a un lugar subordmado.
En lOmo al año 5000 nacen las primera~ CIUdades en el area mesopotárrti-
ca ~ egipcia. Es la llamada «revolución uroan(lJl que florece juntO a grandes
nos que se desbordan en la época de la crecida: el ~iJo secún rilmos ree:ula-
res y los demás sorpresivameme. Esto hiw que. miemras-en EgiptO se "-afir-
maba una monarquia estable, en las demás regiones surgieran unas ciudadelas
autocráticas bajo el poder absolutO de unos reyes·sacerdOles con frecuemes
2uerras entre sí. En esta civilización 3!!fícola·urbana nace la tradición reJieio·
~ mesopotámica. Por el contrario. 1; expansión aria no conuenza hasta- en
lOmo al 3000. cambiando la faz de la zona none mesopotárruca y rebasando
sus territorios tanto hacia el este como hacia el oeste ~ creando lo que llama·
mas la uadlción indoeuropea. ..-
Pues bien. mientras los demás pueblos -los del este aSIático. los ameriñ-
dios precolombinos y los afroaustraJianos- se quedard-n los dos primeros en
el paro de una religión de la casa. famiJiar o imperial. a una religión de la ciu·
dad o estaLaJ ~ los ultimas en una religión narurista: de las tradiciones. meso-
polánuca e indoeuropea saldrán en lOmo al siglo V! a C. los grandes ilurnma·
dos y reformadores que faciliten el paso de una religión étnica o }faetonal
hacia unas rellg;ones supranQcionales. En el interior de este mismo ámbito
cabida en los cultos oficiaJes ni en las nuevas reformas del siglo \1 ) que se
configuraron como nlas 11ltsléricos sobre tOdo en la cuenca meáiterránea.
Acabamos de decir que la tradición mesopotárruco-egipcia es mucho más
antigua. Se ha llegado incluso a afirmar que todas las tradiciones religiosas
parten de un «nucleo seminal mesopotárnico» que se áifundió basta abarcar
casi homogeneamente desde EgipIO al Indo. Es lo que se conoce como ..:teo-
ría diIusionista~. EsIO es verdad. pero con matices. pue~ no explica el naci-
mIento de las religiones. del este asiático. la' precolombmas ~ las afroaustra·
lianas a que h mm, aludido. En efecto. talleoría se presema como demasiado
lineal ~ habr¡! que coteJarla con Qtia m(:¡s compleja:. la «teona de SIStemas".
que megli que haya un único centro de difUSión y afirm~ qut" 'fcl crecimiento
s considera como consecuencia de un efecto multiplicador entre los diferen-
tes subsistemas. ~egun el cual el cambiO de uno de ellm. facillla el cambio en
otro •• (C Rentrew) .
Esto ha~ que tenerlo mu~ en cuenta t3mbltn ~n nuestra expo!-.IClon que ya
a centrars.e dt manera predommante en la.c; tradlClone~ me~opotamlc(\·eglp·
cia. por un lado. e md0europea por otro: ~ en la comparación tipológica
enlre elbs. Con frecuencia )(1 realidad es más. rica ~ qJ,i1! \ OIue"lTéi c:>.posición
nt' liegol a n:fkJar ~s.e «efeclO multiplicado!" entre jo!> dlÍ{"rentt'~ suh"'l~tt:m,,"·'.

E.n efecto. la expansión indoeuropea ----que entre e13OC(l y el JOClO se ex-ueo-
de desde Irlanda, Roma hasta lran \ la lndla- marca una hnea muy distinta
de ese núcleo se~inal mesopotámico del Creciente fénil. Pero una lmea más
oleo quebrada que recta al Ofin-culturar), las herencias anteriores donde se
asientan los arirn ~ 105 continuos cruces con la otra uadlclón. Sm embargo.
eS13S dos tradiciones lendran una cierra "ida independiente hasta que se
en.::uentren -en grao medida. por un lado. mediante la bisagra del zoroastru:-
mü ). JX'r otro. en ese oscuro ámbilO de los ritOS misté riCOS) su smcretism<r--
tras de lo que \'amos a llamar la rno!ución profética del siglo VI a. C.
3.1.1. La tradición mesopotamico-egipcia
•:. El basileus mesopotámico.r el faraón et¿ipcio
Aquella mano pegada al muro. mano de anífice que decoró con el Gran Ani-
mal la sala de los misterios. mano amputada en alguno de sus dedos como
ofre nda sacrificlal a la Ua!!.nD. MQler. , lueQo mano levantada hacia Dominus
de la bóveda celeste. se aplica ahora· a erigir con los matenales de la tierra.
los: de su coneza ~ los de su$. entrañas.. un lemplwn que se ele\'e hasta el cielo.
La colma naruraJ con su des-monte en escalones) luef!o coronada por su
:tgural. se \'a a convenir en el santuario d Dommus Marduk en BabiJonja (la
«tOrre de Babel ~), O de Dominus Baal en Canaán. elc.
'\" la colina natural con des.-monle en escalones \' lue!w ex-ca\!ada en
IUmbas subterraneas y ele\-á ndose con bloques en fo~a ~ pirámide se va
a convenir en santuario cósmico de Domirws-Faraón en EgiptO. Un Faraón
(,(Dios con no tTOS») de residenCIa dual: como faraón vivo que habita con
nOSOtros en el santuario de su palacio: y como faraón muerto que hace su
travesía al más allá delante de nosotros en la cámara sublerránea de su
p,ram¡de. Un Faraón tambien de significación dua l: como Amón -Ra (o
Atón-Ra, etc.) con nosotros. a modo de prese ncia Visible del curso del sol
en su onente \ ocaso. Amón-Ra. el dIOS solar \ vencedor de Jos ocho mons·
truos embosc~dos en el subsuelo de la~ agua~ pantanosas. Y como Osiris-
Horus. a modo de presencia invisible-visible de una dinastia que se sucede.
en la ~ue el faraón padre. \.C! mueno. es OSlriS. ) el faraón hiJO. ya resucita·
do. e~ su hij o Horus. En esta sucesión dinástica se subraya ante lOdo la sig-
nificación. a su vez también dual. de lac: crecidas del :\'ilo que fecundan la
lIerra (la Magna .\lOler ¡sis. resucitadora de su esposo y madre de Horu!-.). )
la~ decreclda~ que la dejan inene (Dommfls·FaraólJ Osiris. muerto por el
diabólico Sel. peTQ re~ucllado por su hermana-esposa y "engado por ~u hij(1
Horu~1-
El faraón terreno e~ asi. la epifam;.¡ au"c=nte. en su pIrámide dI.: D011lUlu.\-
Fan10li O"in(..' la epifani¡t preseme. en ~u palaCIO. de DOI/lUZIl.\·FtmIlNl. por
un ladl . .-\mon-Ra Dtml' p~ir"digm~t celeqe ). p{IT Otro. Horm· como paradig·
m:J IduTlC0 ~Ul: en \;.1 suc6ión óinásliCíl vueh e de 1~1 muent: a la \ lJ:.a. umen-
do asi en él los dos paradigma: el celeste del curso solar \ el telúrico de las
crecidas-decrecidas del Nilo. .
Ya DomUlus del cielo tiene así su representante (Babilonia' o su misma
presencia sagrada (Egipto) en la tierra. En Babilonia. el basileus mesoJX'tá-
mico \;ve en su palacio como repre."emanl~ en la lierra del dim Marduk. que
\'¡ve en el cielo) \isila su cámara en el : iguraf. en lo <tlw de la torre. para
unirse con la hetaira sagrada ) reno\'ar los ciclos cósmicos. En Egipto --en
Menfis o Tebas:- el faraón es la presencia sagrada que. según estructura dual
vIve en el palaóo-sanmario como «hijo,. de Alón-Ra ) ... epif<tnía vi,'a.ro de
Horus ~ que sIgue presente como «epifa nía muena" de O~jri5 en su pirámIde-
SDflIliDno.
Pero. bajo este Dominlls del cielo. ya urbano. sea en su palacio o en su
pirámide. sigue lateme la Magna ft1arer de la tierra. asegurando la fecundidad
de ésta. En Babiloni a será la Madre lstar. en Egipto la Madre Isis. elC .
.:. El nacim;emo d~ la literatura: la asrrología babilonia
}' Sil primer horóscopo. y los oráculos egipcios
Este Dominus del cielo se comumcará con su representante o hijo en la tierra
mediante símbolos astrales en Babilonia) oráculos en EglptO. Aunque est,a
comUnicación es con el ba5ileus o el faraón como mediaCión o presencia de
Dominus en el mundo que ha Cíeado. el templo que se le ha levantado \' la
ciudad donde vive su . pueblo elegido». el instrumento de esta comunica~i6n
será la institUCión sacerdotal. TanfO el basileus como sobre todo el faraón son
el sumo sacerdore del culto. como son el máximo estr:ne!!a de la milicia.
Pero. como para la guerra en la milicia. también para el c~ho delegan sus
funciones adh'malorias u oraculares en el sacerdocio. -
Serán. pues. los sacerdotes los e.....-pecialistas de 12 astrología en Babilonia ,
de la redacción de los oráculos en Egipto. La mano de aq~el antiguo hiera".
fante es ya experta para señalar ideogramas en el cielo ~. piclOgramas en el
papiro. Esta primera literatura sagrada. o tradiciones puestas por escnto en
forma de poemas fundacionales (Babilonia) u oráculos sobre la vida en el
mas allá (E~ipto). es el prólogo de lo que m~s tarde serán las «Escnluras» de
las religiones ya configuradas. Es el paso de la lneratura del palacio a la pro-
duccion de los milOS rituale" del templ o: el mito oral. ya en su vuelta. tra~
haher pasado por el rHual y haberse fijado por escril o como «Escritura •.
s.a,grada: el milO ritual.
Lo5- dos ejemplos más significall\'o~ que han llegado hastii nosotros de
e"o~ poemas) oráculos son el Poema del Ellunw c/ish en Bahiloniá , los orá·
culm del llamado Linro de los murnos en E,gipto. .
• En el p(li:mo del Enuma c/¡sh ("on la" pahthr:t" cCln qUl' comienza:
. . Cuando en lo Jho,· I () Ihmnn de lo CrrociolJ h~bil(miu Icomput"W quiz;.¡
t:nlrc 1"'.511·11-1 · paíodo ka\Sll<!t se m:urt! la Creliclon del (n'm¡)". sal1dCJ dd
cao~ ;ICUO~O pnmordiaL Tuwmm. la!- luchas emre gl'ner:1CI(ln..:r.. de Jio:-t:~ 1,1
 creaClon del hombre y la fundación del templo y la ciudad. El joven dios ven-
cedor es Marduk o. en la versión asiria del poema Asur. Este himno se leía
en la famosa fiesta de Año l\uevo en Babilonia. como aniversario de la reno-
\'ación de la Creación y de la fundación de la ciudad. En la cIUdad y desde el
alto zlgurat de su templo. los sacerdotes babilonios auscultaban la bóveda del
cielo. la rOlación de sus asirOS) los signos del zodiaco. como verdaderos ideo--
gramas. para componer sus augurios y fijar los días fastos y nefastos por los
que se regii1 la vida de los hombres. De aquí nacerán los calendarios. carga-
dos en sus cifras de la magia del horoscopo. pero también la pnmera CienCia
astronómica. elC.
- Por SU pane. el Libro di los muenos., cuyo titu lo antiguo es Capuulas de
la Marcha de DlQ. es un a recopilación de rnuales funerarios. mitos. conjuros.
ensalmos, himnos y oraciones .... para asegurar al difumo su lraveSla al mas
allá. Es un material que se hallli también en los Textos de los sarcófaeos \1 en la
escrilUra mural de los Textos de las pu:ámides. La presente ~olecc¡ón se
remom. a la dinastía X\ 111 (hacia el 1580 a. C ). Está adornada con viñetas
que describen lo rilOS. entre las que destaC2 la escena en que se pesa el cora-
zón a modo de juicio. En el Libro de los muenos encomramos roda el enima
del papiro y del jeroglifo (h¡eros: sagrado. gllfos: grabar. cincelar) o jeroglff¡co
egipcio. un enigma en su doble filo. de lo que se revela ocultándose \ se
oculta al desvelarse: exactamente esa Imea dj\;sona y de unión del \iaje e~tre
el mes allá oculto de la pirámide y sus cámaras mortuorias. y el más acá
manifestado de su erguirse en el horizonte desierto como réplica dual del
palacio en la urbe.
El hiero-glifo egipcio es así el pictograma, escrito en el papiro o en el
muTO. que se corresponde con el ideograma babilonio. escrilo en el cielo en
sus SIgnos zodiacales. El pnmero representa en el Libro de los milenos el \~ aj e
de la VIda humana en su movimIento del más aca manifiesto (Faraon -Horus)
al más allá ocuho (Faraon-Osiris). El seg.undo representa en el EnwlIa ehs"
el trasiego de la vida humana en su movimiento ciudadano. regido por el
calendario y sus días faslos y nefasIos de paz o de guerra. de cosecha o de
sequl3. de \;da o de muerte.
• Pero en MesopOlarnia ha~ mTO poe ma que. siendo quiza de origen
sumerJo. se recogerá en \erslones acádicas, babilonias \' asirias, En aSlTlo esta
la versión hallada en l\'mi\·e. del siglo \ '11 d. c.. dt: la biblioteca dI.. Asurbani-
paL pero que depende po!l.ible meme de la ven.ión babilonia de en lOmo al
~OO(j. Se traH:I del Poema de Gilgamesh que es ademas la primera Joya de la
Ineratura mundi<tl que se conse[\·a. En este poema-no esta toda la filo~fia
de la \ Ida del hombre meropoulmico. ¡,SUS pagina~ rnsplran d horror de lo
(Jue es mu~ 4:inuguo ~ nos ohligan a senllr el mC<tlculable pe"-O del Tiempo ..
(J. L Sorgosj.
Su rlan~ est;J en la bu .. queda iniciatic,¡ de Id inmonalidad que lIe\<! a caho
el heroe Giigame~h. unii e~p.:-cic dt: Adan pnmi,genio qu~. ct'mo d Alijo
[¡iNicu, la rk:rde ¡JI Í1r.d ó!1 quild~:-.ela tarnhl.:-n una "típlt:nh: El t::'tcnano del
poema se presenta a modo de dlalecuca entre la vida civihzada de la Cludad.
enc~rnada por Gilgamesh y la sah'aJe de la naturaleza vrrgen. encamada por
Enkidu. Tras luchar entre ellos, se un en multiplicando sus gestaS, hasta que
ofenden a la Mad re IslaL A pesar de que Enkidu se ha amansado merced a
la comumón amorosa con unit hetaira ¡os dioses decretan su muene. Desola-
do. Gilgamesh emprende él solo la busqueda de aqueUa inmonalidad. Visita
a Urnapisun. el unico hombre que se salvó del diluvio universal. Tal ctiluvio
- una narración restallante de fuerza poética que se recoi'.C en ICi tablilla
XI- lo enviaron los dioses como efecto de sus dlsension;s internas. \' lo
pagaron Jos. hombres. En esta tradición se inspirélli:l Biblia pa ra su redacción.
sin embargo estrictamente monoteista y en su línea clásica de casriQo-mlseri-
cordia, del diluvio de Noé (Gn 6-8). A instancias óe Utnapistin. Gileamesh
busca ~ logra conseguir la planta de la inmonalidad. Pero. en un desc~ido, la
serpiente le arrebata esta planta y se la lleva a las entrañas de la ¡ierra. Todo
un ejemplo del 10rmento inquierame del hombre ya desde su primer poema.
Todo un ejemplo del primer horóscopo (un auscultar la hora y el límite) de
suene fasta y nefasta. .
.:- La persistencia del fondo lelúrico: los ritoS misréricos
Pero desde lo profundo de la pirámide o desde lo alto del Zleurat. dominios
de Daml1ll.lS. tenemos que volver a esas entrañas de la nena donde la inquie·
lame supleme se ha llevado la planta de la inmonalidad. Es decir. a esa tie-
rra. dominio de la Magna MOler:. Aquellas \'isitas de Dommus Marduk (Babi-
lonia) o del dio s Baal (Canaán). etc .. a la cámara del zi.urat o esa
representación dual egipcia de Faraón como epifanía viva de Ho~us \' muena
de Osiris. nos retrotraen (1 la persistencia. ya mu\" sofisticada del m'ito naru-
rista de la Magna Maler como Madre lstar en B~biloDia, ..t\stané en Canaán.
etc .. ~· en Egipto como Madre Isis,
En efecto. 15150 es la Magno Marer que. despedazado Osins. su hermano·
espo~~. a manos de una di"lnidaD maligna pnmordial. Sel, ~ dispersos sus
mlemoros por toda la tierra. que por ellos se hace fecunda. los reC02e, re-
compone hasta resucitar a este dios que seguirá Viviendo en el hijo de -a~bos.
Horus. qut: mata¡<Í a SeL Us sucesión Osiris·Horus (decrecid2s-crecidas del
i'\ilo J sera la sucesión dinástica del faraón muerto al faraón vivo. que derrota
a sus enemigos. Este faraón tendrá siempre un a esposa-herma na que aSCJ;wre
la dinastía. Es la pre~encia latente de la Madre Isis. De aqui nacerán ~n el
tiemJXl. como mas autónorn('ts. los rilos mistencos de la pareja 15is-Oslris.
Por su Jado en BélbiloDla. la Magna Mata es Istar (en Sumer. loanna: en
PCrslli" Anahna, elc.1. que se une Cl)n un Jm"en dios. de Id sc~unda o tercera
generación. vcncedor de Olros diose~ con cuyos resto~ hiZO la Creaclon de lo!>
mundo!-, Asi el juH~n dios Marduk dc;rrOlando .. Ti/Jan/m. Al represc:nclahz.ar
ritualmente este mito 1t:(\góOIco-cosmogoOlco. el basilc:u~ mes(lPotamico
renUC\"(i ... u lunclón ac: ··representante del jo\en Dommu1 ~brd~k. como
 .-
instrumento de la Magno MOler lslar para asegurar la fecundidad de la tierra.
Así se expresaba cada fieslO del Aiio Nuero en el connubium del re~ con la
hetaira de la diosa. como símbolo de la hierogamio o unión sagrada entre el
dios (el Dumizi sumeTio. Tammuz. Baal. ele.). que moría con la siembra. al
que --como la, batames a Dioniso-- lloraban las mUjeres (también en Israel:
ef. Ez S. 14). Yal que la diosa madre "ohía a la vida con la primera cosecha:
es decir. el ritmo cielico de las estaciones.
Al Igual que el basileus. las gentes se ayumaban tambien en los campos
para pro\·ocar con esta .c:nruahdad>· la fecundidad de la lierra. Imitando así
ese ritmo de las estaCIOnes. se repelía mediante el mual el momento pnmor-
dial del aclO lcocosmog6nico y de la fundación del templo y la ciudad.
Pero estos ritos agrarios de carácter popular -muy sofisticados ya en
Egip10 ~ Babiloma. y muy tOSCOS iOdavía en el Canaán que se encontró Is·
rael- fueron palideciendo ante otros rilaS urbanos del culto oficial. Se fue-
ron excluyendo de lal manera que con el tiempo emigraron de la Ciudad-
Estado. en versionc!' distintas (ls.is-Osiri . Istar-Tarnmuz. Cibeles-Alis. etc.) y
como cultos autónomos. hasta configurarse como rt!lígiones de los mislerios.
Allí enCOntraron nuevo ,'igor como ritos de salvación individual (PIJDnnacon
mmonaluolisl de los no ciudadanos. pobres o marginados de la sociedad.
Sólo EleuSJs. en Grecia. era el «misterio» de todos. (Para estos ritos de los
misterios. eLla obra clásica de A..ÁJ.VAREZ DE MIR}\NDA. Las re/igrones misu!-
neas. Rev. de Occidente. Madrid 1961.)
3.1.2. La tradición indoeuropea
.:. ~Siru l in melis sic el in lerra»
Una de las características mas peculiares del sistema indoeuropeo es su
dusencia de la categoría de PersOtla. Ausencia qu~. sin duda. i1ene su raíz en
el poco relie\'e COD que su mnología más primitivii presenta I~ categoría de
Creación ~. por tanto. del concepw de liempo lineal como curso de 13 existen·
cia. Es10 se traduce en la falta de una concepción d 1(1 hIstOria como lelOS o
finalidad hacia donde sus hechos concretos (cJllSlOritl.ll} imramundameme se
encamman. Es decir. no bay una calegoria que explicite un<t concepción de la
HislOria. Pues bien. en el sistema indoeuropeo. la carencia de eslas calegoria~
determina taOlo su visión de los dioses como de los hombres.
• Así. en los dioses. sus «nombres» son en realidad olTiblllOS. Pero no de
un Tú personal divino. sino de unas fuerzas impersonales a las que se ..enoOl-
bra» segun su característica más determinante: I¿¡ soberanía benevolente o
maligna. la defensa mediante la guerra. el sustento y el cuidado. De ahí que
lo~ nombres de los dioses sean a veces intercambiables. pues una fuerza
impersomtl es por si misma ambigua y puede presentar muchos roSlroS. Esla
personificación --que no personalización- se aplicó al principio a las fuer-
zas de la nalUraleza (la bóveda celeste. los VIentos. el fuego ... ) para. pasando
76
por Id ética (el sumo bien. la justicia. el orden ... ) ~ la estéuca (la luz. la belle-
za. la armonia. las artes de las musas hija~ de la Mnemosyne. .. I. subir basta la
personificación de los conceptos (el destino. la necesidad. la inteligenCia ... ).
Jo es de extrañar que. llevado todo esto a su máxima concentraCIón inte-
lectuaL terminara en una personificacion -que no personalización- del
Todo ulllversal. bIen como Brahmall en la India. como Physis en Grecia. 'QIU-
ro en Roma. etc. Un Todo que en la India seguirá aún cercano a lo sagrado (lo
será lo sagrado mismo: pero que en GrecIa se despegará de ello para con\'er-
tirse en el5er-Logos de lo real. Pues lét concepción que ha preSIdido todo este
iter es. naturalmente. el monismo. en su doble dimenSIón IÓgJca (Parm~ni­
des) \. metafis,C3 (Platón).
• Lo mismo ocurre en su ';sión de los homóres. También aquí la ausencia
de las categorías de Persona. Creación. HlSlOrio, hace que el hombre carezca
de «Ilombre» personal como una «creación» indIVidual e inédita ~ como una
..historia» con biografía. Se trata mas bien de un nombre propiamente fun-
cional. un apellido. al quedar subsumido en la /tUlciólI de la etnia. gellS. curia.
frama. casta: la función de la soberanía. de la defensa o del sustento. Así uno
no es fulano de la1 smo en cuanto que pertenece a los brahmines. aristócratas
~ paLncios: a los guerreros. o él. los comerciantes y agricultores.
Hasta tal punto se llevará mas larde esto a su e>.1remo en la India. que no
puede haber matrimonios entre miembros de castas disnnta5 pues retrasarían
los escalones espirales o clfculos del kamla. Así UD paria está socialmente a
una distancia infinita de un brahmín porque así Jo marca constitutivamente
su rueda kármica. '0 hay. pues, sólo una comspondencio atribuu"o-funcional
-sicw-sicUl- entre los atribUlaS de los dioses)' las funCIOnes de los hombres.
sino también una dlSlallÓQ karmico-sustancial. no sólo emre hombres)' dioses.
sino también entre hombres y hombres por haberla enrre castas) castas. (CL
G. DUMFzll.. Los dios", de los u,doeuropeos. Seix v Barra!. Barcelona 1971.)
3.1.3. ComparaCión de ambas tradiciones
.;. La idelllidad personal por el nombre
A diferencia del sislenUl indoeuropeo. la revelación que sustenta las religione<:
mesopotamicas ba~ula toda sobre las calegoria.... de Persono. Creación e His·
lOna Aqui. pues. los nombres de los dIoses son más bien nombres propios ~
no atributos. tanto si se trata de politeísmos (Egipto. MesopOlamia. Canaán.
etc.) como de monoteismos (Israel o el Irán de Zoroaslro). Nombres que dan
a los dioses una idemidad personal más aJiá de su significado naturista. En
efecto. mientras que Jos <\nombres~ de Jos dioses indoeuropeos parecen estar
ligados a la naturaleza. los de los dioses mesopotámicos dicen relación con la
hislOria.
• Así. según la sugerente aunque por alg:uDos discutida ecuación nomina =
nwnina (F. Max Múller. A. Meillet. J. Vendryes ... ). el dios supremo de la Ira·

dlC;ón indoeuropeo sería un dios solar. según se deduce de la misma raiz indo-
europea para decir «Iu~: d~'a en \'édico, devah en sánscrito. siu (de + dy) en
hitila_ :eus en griego. deus en latín. dai\,Q en escita ... Según Dumézil. el ténnl-
no den'o designa un ser individual y personal: si bien los primeros himnos del
R:g¡.'eda preseman unos dioses narurisr3S con Dyaus Pitar a la cabeza. al modo
de Zeus o Zeós en Grecla ~ Júpiter o JOllis-paler en Roma.
El ténnino mesopolamico (semilico) que más se correspondería con el
mdoeuropeo dewa sería la ralZ qds: santidad. El aSirio kuddush. asociado al
babilonio ella significa ~luzl+ . Esto supone que en eJ mundo semita la noción
de luz no hace deTlvar de si un nombre. ni eSe siquiera su atributo principal.
sino sólo UJ.l componente de la noción de ~santidad», atributo básico que. por
ejemplo, la Bibha da a Yahvé y a lo relacionado con su presencia: qados o
sanlO. qodes o sagrado.
• En efecto. en la cradiclÓn mesopoUlmica los nombres de los dioses no
son en sí cósmicos sino socIales o h¡stóricós. oponiéndose explícitamente a
las fuerzas cósmicas para preservar su Creación frente al caos del que victo-
riosameme la han sacado. Así. su lucha COntra Tiharnal. SeL Lell;auilL erc.,
figuraciones primordiales. en defmiliva de la Magna Mater a la que irá susti-
tuyendo Dommus Marduk. Baal. etc .. o Faraón Amón-Ra. Horus. o sobre
lodo Dommlls Yah\"é. Esa lucha contra el caos para defender la Creación se
e:niende a la defensa de la ciudad. como representación del orden del cos-
mos. E incluso llegará hasta el cuidado del "pueblo elegido",. al que pastorea
Faraón (~Dios con nosOlTOsn) o Yahllé (<<Soy el que soy» - .. Yo soy» estará
con \'osotro ).
• Pero sobre el nombre de }áhvé se subraya además que es fruto de una
revelación. La que. por primera \'ez. él hizo a Moisés en la t.mon taña de
Dios» (E\': 3). Tal nombre es ajeno a tod a sign~ficacióll múica que tenga algo
que ver con el cosmos: la luz freme a la liniebla. lo uránico frente a lo telúri-
co. etc.: aunque estos eJemeDlos cósmicos sean el marco de sus teofanías.
Hasta tal puma el nombre de Yah\'é estaba separado de los eleme,ntos cósmi-
cos que. aun siendo el Creador. no se celebraba en Israel una fiesta de la
Creación al modo de como se hacía en Babilonia. en la fiesta de Año Nuevo.
para la renovación cíclica del mundo. Por el contrario, en la Biblia. la Crea-
cIón aparece como el prólogo a la historia de lsrael. hislOria que sí marca
totalmente el significado del nombre de Yahvé, Tal nombre es también ajeno
a todo prinCipio melafisico que tenga que ver con la especulación (al modo
aristOtélico de «una definición onlolóeica)f de su esencia ... , naturaleza abso-
luta. su aseidad. etc.). Por tanto. (rent~ al mito ya la metafísica, la revelación
del nombre de Yahvé está. se(!ún la constan te bíblica. ligada a las circunstan-
cias de la lusLOna. ... - (Creación y 8calología) del Irán de ZoroaSlro y de Israd.
Cuando Moisés. ante la teofanía del fuego de la zarza. k pregunta a Domi-
nus por su nombre. la circunstancia histórica del momemo es la opresión egip-
cia. Su respuesta se adecua de tal manera a esa circunstancia que el nombre
:6
de Yahvé en Ex 3.1.1. significa literalmente: .. Yo estaré allí como el que esta-
r~. Es decir. va estaré en vuestra liberación de Egipto como una presencia
operante: yo ~taré allí y lo demostraré. Hasta tal pUDto entendió Israel en su
crasa matenalidad (sm mitos. ni especulaciones metaflsicas) este «estar ahí
(para VOSOtros)>> que la más primitiva y genuina interpretación de la liberación
de Egipto fue siempre la de una accIón militar de Dommul Yahvé contra
Domlllus o Faraon y su ejército. pero no como una leomaqUJa en 1m cielos.
sino como una batalla en la h.istoria que nene fecha ~ lugar (cf. E.x 15.3 ss.).
Así es como Yahvé se cubrió de glorió; a costa de Faraón (eL E\ 14.18L
De este modo. el nombre de Yahvé. el úruco que él reveló para que a.",í le
llamaran. se mamfies12 en la hIstoria concreta ~ se da a conocer a todo el que
quiera mvocarle. Se emiende que lsrael no tuviera imágenes. pues Invocaba
cultualmenle el nombre santo de Yahvé. que sustituía a la imagen sagrada de
alTOS culto. A la luz.. pues. de Ex 3. 14. el nombre. precisamente re\elado y
no oculto. de Yahvé se interpreta siempre «a partir de un hecho histórico-sal-
vífico. Así es como se impedía a Israel que proyectara el nombre di\ino en la
esfera del misterio. Israel no podía apoderarse del nombre de Yah\"é y hacer-
le objeto de una mitología o especulación profunda: sólo pocha comprender-
lo en el ámbito de la experiencia histórica,. (G. VOl' RAn. Teología del Ami-
~o TcslOmelllo. Ed. Sí~.!:Ueme. Salamanca 1969.1-1. pp. 24J - 14:!t
'" _ Por el contrario~ los nombres de los dIOSes eg¡.pcW5 y babilonios. O eran
secretm o eran muchos. Así el Amón egIpcIO mantenía en secreto su verda-
dero nombre oculto. sólo accesible a los miciados, para evitar la manipula-
ción de su poder. Y Ra tenía muchos nombres. lo mismo que los 50 del babi-
lonio Marduk. para que se les invocara con ese nombre concreto. que había
que conocer. según cada necesidad específica.
.:. lA idenridad personal por la acción creadora
La Olra categona que. aparte del nombre. confiere idellndad personal a los
diOse!o de la tradición mesopotámica. es Id categoría de Creación. casi ausente
en la tradiCión indoeuropea. Si. con el nombre. lo numlnoso se quedaba
toda\'ia en la esfera de lo diymo -los nombres de 105 dioses en su correspon-
dencia o no entre numma-Ilomino- , aquí no!'! planteamos hasta qué pumo
eso nununoso ha bajado a la arena del mundo o se ha quedado en el alto
cielo. Es decir. el deismo de un deus OlfOSUS. que no creó los mundos o si los
creo no se ocupa de ellos, ~ el leísmo de un deus creator el SUSlenUllOr. que
croo los mundos v los sostiene.
Pues bien. aq·ui vueh"e a manifestarse la diferencia radical entre las dos
tradiciones ~ su hallazgo qUIzá mas genial) sorprendente: el Brahman de los
hmdúes. la P/n'sls de los gnegos (Natura en los latinos) y la Gellesu-Parusío
• Respecto de Occwenre. ha~ que declT que el hallazgo de los griegos con
I¿¡. Phnis y de Israel con la Ginesis o Creación -unas categorías que fraguan
79
ya perfiladas hacIa la misma epoca- obligó para siempre a la cultura occi-
dental a abandonar el terreno del mito y a pensar secularmente el mundo_ El
problema es que ambas categorías. siendo su objeto maten al el mismo. for-
malmente han cammado. caminan y caminarán en dos dIrecciones diamctrdJ-
mente opuesta,: la de la aumnomia en la Physts y la de la heteronomia en la
GénesIS. Es decir. 10 que con Casslrer denominabamos en el capitulo primeiO
como t<umverso fiSICO.' frente a .\universo simbóhco».
Por eso es \'ano luchar con molinos de viento y plantearse continuamente
si tiene razón la Biblia -!'CgÚD el concordista título de r la Biblia lellía
ra:;6n- (\ la uenen Dam In : el Big Bang. Tratan del mismo «mundo,.. pero
son ~unJ"ersos)'¡ distintos. El «universo fisicol') de la Ph\'JLS e~ el que es. desde
los presocr;ilicos hasta la NASA. En cambio. el «Universo simbólico» de la
Génesis bíblica procede fundamentalmente de la conjunción de los dos poe-
mas del libro del Génesis: e.l poema antropológico del documento yahl'islO en
su recO{!lda de los mitos oriemales (la acción de Dominus que pastorea a sus
crialUr;s) y el poema teologico del código s~cerdOlal que ve la Génesis como
una inmensa liturgia de siete días con su «crescendo) en el Sobbar. La con-
cepción óe una creario ex nihilo no aparece basta mediados del siglo U a. C.
en ~ Macabeos. I.~ . Se trata ya -aunque aparezca en la expresión de una
mUjer del pueblo ~. por tanto. como algo ya comun- de un «teologema ... óe
procedencia rabmica que \e la Creación blblica ya desde la filosofía..
El problema e~ta en cómo rezar desde la Physis gnega. o qué preguntas
hacemos al Creador AlllIra Ma::da (<<Sabio Señor») o a lahl'é ( «Yo soy" esta·
rá con \'osotros 1: preguntas que quizá debamos contestamos nosotros mis-
mos. O se~U1r preguntando al modo de ZoroaslfO. de Job y de tantos y lan-
lOS. Pero sobre lodo. seguir admirando) camando como los poetas de todas
las religiones. Ha) un dicho judío que dice. más o menos así: «DIOS creó
muchos misterios: y se di\'ient a lo grande viendo cómo los \'an descifrando
sus hijOS/l.
_ Respect(" a Orle",,;. la genialidad d~ la India hindú es haber concebido
el Todo Un!' ersal como 8rahmoll. Esa potencia de lo sagrado que todo lo
pervade. efl\'Ueh'e y sostiene. desde el mundo de los dioses en su mundf:l al de
los hombres en su cammar por el nuestro. desde la concentración de la medi-
tación hasla la acclon del rito ~ de la a5Cesis. desde la admiración a la devo-
ción del alma hindú. El uOIverSO del que aquí se trala no es el [¡SICO. sino el
mismo (o.uOl"er<;,o simbólico» que expresa la lradición mesopotamlca en la
Géncsis. Pero desde una concepción también dlamelralmente opuesta: algo
que es desde siempre y para siempre al modo de) Circulo. O algo que es un
continuo 1101'11111 con un comienzo y un final al modo de la linea. ¿Se encon-
nantn algun díil el ",eterno> Brahmall ~ el ",hi,tórico'* DomilJus? &ta es la
pregunta que subyace a 10 que. hacia el final de estas pagin~. analizaremos
al tratar del sIstema mouirlD hindú y de la rendaClón monOlelSla Judeocnslia·
na. Aqui. por tanto. lo dejamos. pues ha~ en medio mucho circulo hermenéu-
11CO por recorrer.
80
- La categoría de Creación da. pues. lambién una idemuJad personal a
Dominus de la tradición mesopolámica: es fruto de una \'OJwuad soberana.
que puede mamfestarse como tiranía o como misencordla. En cambio la
ausencia u opacidad de esa categoría en la nadición indoeuropea. deja en el
misterio de la gnosi.~ al BrtlhnwJl hindú y a la Physis griega. Cnagnosls que. a
parur del Siglo \1 a. C. empelÓ a su vez a cammar en dos direccione!' distin-
tas: la ClellClO en Grecia y la medllaCWII en la India.
.:- Emrl' la proridencia de una ~'OJuntad personal
)' la predestinación de la cieg,a necesidad
En la tradiclon me.'iopouimicn-egipcio. el rey o el faraon lo eran todo y se les
debla «\'eneraClón» o «adoraclon» como al «elegido» (Mesopotamia) o al
,.hijo> (EgiplOl del dios. El libro bíblico de Esrer ha caplado muy bJen eSle
¡lspeCtO. aunque el marco escenico sea de una epoca más tardja: la persa de
Jer)es. La majestad del rey era el reOeJo de la majestad de Dommus. del diOS
{d. E"t 5). Esté1 majestad en todo el peso de su gloria marca esa ruslOIlCI.O m/im-
fa que mediaba. en primer lugar. entre ese. Dominus del cielo. el diOS. todo
vo/umad soberana y no sometido a regla o m01Ta ninguna) el mismC! rey-sacer-
dote. !iU {4elef!Jdo.... de qUIen Dommus podía rcurar la elección cuando quisiera.
En segundo lugar. ese peso de la gloria tema su correspondencia en la relación
entre el re) ·sacerdote y su pueblo. También entre ellos mediaba una dlStanci"
Infinita. Pero donde esta distancia se hacía «peso insoponable de la gloria ... era
ante Faraoll. encarnación viva de la 'sustancia de Osms. manifestándose en su
«hijo... vencedor - .cDios con nosotros-- ante su ... pueblo de diO '.
En Israel. al re\' se le llama unas veces «elee.ido" al modo babilonio \' OtrdS
l<hiJolI al modo egl!xio. Pero el verdadero rey es~slempre DomiJlUJ Yahve~ El re~
es un merí' inslrumento de sus planes de salvación sobre su «pueblo elegido».
Y. salvo Saloman en ocasiones. Din~..rtiD rey ejerció el sacerdocio. Aqui mfluye.
como \eremos. la tensión entre tienda ~ palacio-templo. entre, profecii:l y reina-
do-sacerdocio. en definiti\'a eOlre lustoria y cosmología: Yahvé no es un dios de
In fecundidad ni su!-> planes de salvi:lcíón !->e rigen por los ritmos de la naturaleza.
sino por l. hlSlOna de Israel que él va haCiendo coo su pueblo. (Sobre el Kabod
}al",i n ,el peso de la Gloria de Yahvé». cf. el L 6 de la obra de ti L'. VO:-, BALT·
H'\S.'ú!. GloneL Uno csrcuca reológica. Ed. Encuentro. Madrid 1988.1
Pero esa ';oluntad soberana de DonunllJ y'. en correspondenCia. la del re~­
sacerdOte podia tOrnarse benigna y manifestarse como guia) pasloreo. Un
signo de eSlo 10 encontramos en Egipto. en la dinasua A'\'1I1. en la conce-
sión. e:\1endida a todo el pueblo. de JXlderse embalsamar: lo que por pnnci·
pj('l rolo podía hacerse con Faraón como sustancia de Osiris. ~o oh'idemos
que esta acción formaba parle del rito inciáuco de Ira\ esía a la otra orilla. Tal
concesión. pues. era un reconocimiento de re'iurreccion que dec;:de Famon·
OSlri~ 5e e).1endm no sólo a Faroón·Horus (el faraon real). sino a lodo el pue·
bkldel Nilo.
 Respecto de la tradición mdoeuropea. lo que en los dioses mesopmámi-
ro-egIpcIO!" es pura l'Olunlad. en los dioses indoeuropeos es necesilÚld o desti-
no. El desuno. Allanké. Farum o hado. en la mitología greco-romana. es hiJo
de la Noche v el Caos. \ 2 él eSlán sometidos dioses \' hombres. Tiene su cone-
°
J0 de Mova; Parcas'~ Sibilas que. con su rueca_ -huso. balanza. reloj. ~ su!'
OráCUJ05 sibilinos.. ejecutan su cumplimiento. a la hora del nacer. durante la
\'idC! y en el inslante de la muerte. Así. cada hombre nace con un desnno-
mOlra. "Ive su \~da pre-destinado. y muere cumpliendo mflexiblemente, ese
destino de la mOlra. Es la necesidad o ananké. a la que. se!!un jos griegos,
eStaD someudos tamoien los dioses. Ananu es. naturalmente. la gran prOlago-
O1S1a de la rra~ed¡a griega.
Esta concepción greco-romana tiene en la In dia su paralelo eh la rueda del
kamla, Ciertas corrienle~ hindúes. budistas y sobre todo jainistas creen que
también los dioses tienen su brma y están sujetos a su rueda y samsaro o
reencarnaciones. Pero el peso de kanna ,de los dio~ es mínimo en relación
con el de las demás existe ncias, De am también la distancia infinita emre dio-
ses y hombres. Distanci2: que. como hemos visto. marca igualmeme las dife-
rencias entre caStas. por el distinto peso de kanna enlre unas y otras. lncluso
en el sistema budista exisle esta distancia infinita entre quien ha llegado al nir-
\'ana. el Buda. ~ lo, que siguen su ciclo. El budismo cree salvar esta distancia
cuando un «ilummando>to o bodhisam'o b'~ en proceso de llegar a ser un Buda)
renuncia proVisionalmente a entrar en el nirvana) se reencarna de nuevo. ¡xli
compasión. para ayudar a OlroS hombres.
• El reflejo en el mundo de los hombres de esta condición di\ina -por la
que los dioses mesopotámicos marcan su disIatJcia infinila medIante su peso
de gloria. y 105 indoeuropeos mediante su peso de knnno (o sometimiento a la
moira)-- da como resultado dos amropologlDs conIrapuesIas. En la primera.
en la mesopOIamico-egipcla. hit Y un espacio para la voluntad ~, por tamo.
para la libertad ~ la hIstOria. con lodos sus riesgos, pero también con su aven-
tura, Como consecuencIa. la accion del hombre e centra en ejercer su res-
pollsabihdud durante el tiempo histórico. adecuando su volumad a la volun-
tad de Dommus. a qUIen tiene que dar cuema de sus aclOS. Pues esa historia
esta preSIdida por Donllnus. que acompaña al hombre como una providencia.
PO! el contrario. en la anlropologia indoeuropea. esa providencia uaducr
como predestinaCión ya que no ha~ \'oluntad ~ libertad que el hombre ejerza
en el tiempo dt' la hIstoria. Como consecuencia. la acción del hombre se cen-
tra en la fIlOSlS-aseeslS, o conoclmiemo de esa predcstinacion ~ logro de su
meta.
,-\si en la primera tradición el hombre puede ser santo O maldito. reconci-
liado o culpablr. según el symballem-diuballem. la coincidenCia o choque
entre la \'olunl~d di\'ina ~ la humana. emre el perdón que borra la culp;: O el
sostenella e no enmendall't, Pues sólo desde el arrepentimIento de la culpa y
el perdón puede el hombre conwmrse. asumir su libertad \ se!wir haciendo
• el CJmlOO TI:Cltt : t!5 decir. su realización per-.onal en el 'tie;po. La culpa
supone asi la posibilidad de conversIón para seguir adelame. Es, en reahdad.
la dimensión mas «revolucionaria ", que hemos heredado de la tradición
mesapotámica: que de hombres es equivocarse. pero que se puede cambiar
de rumbo l segUir cammando,
Por el conuano. en el monismo indoeuropeo no ha~ culpa \. por tanto. no
hay con\'ersión ni hIstoria. Sólo, unas existencias arrapadas ~n la rueda del
kanna. deba~e~dose por la ascesis. resignándose POI el quieusmo o aspirando
por el conocuDlemo a ascender los escaJonef espirales de esa rueda \' Uegar un
día a la e"1.incion, La gran meta del hmduismo. budismo \ ,iaimsmo ~ la"e.>.lin-
ción o nUl'ana-moksa: es deCIr. acabar coo el insoponable' Ciclo de la rueda kar-
mIca. ~te es. ~I esfuerzo gigante del alma indoeuropea por librarse de la
angustl~ del VJ\lr. Est~ es la herencia que DOS ha dejado) que. por lo general.
en. OCCldeme $~ banallza cuando se habla de reencarnaciones. tirando por al _
gnas baratas y SlD ent ender para nada el tormento que conlleva.
El al.ma indoeuropea busca exactameme el mismo «reposo definitivo». a
que. aspIra el alma mesopofámico·judía y que ésta cree encontrar en el sabbaf
blbhco. Se trata. en definitiva. en las dos tradicjones. de llegar a un sabbm-mr-
l:ana-mok,so eternos. La diJerencia esta en que mientras en la tradición mes<r
potámica ese sabbaI lo concede Dominus por su volumad providente. el niTva-
Ila-moksa ha de ganárselo el hombre con una gnosis-ascesis que venza una
necesidad predestinada.
En una y oua tradición cabe también la rebelión e,n sus distjntas tipoJo!!ías:
Promete? encade.na do, Satán arroj.ado. Gilgamesh defraudado, Adan expul-
sado. Sau) d:sesttmado. ~Ipo resIgnado. Job reconocido. Orestes justifica-
do". Pero solo en la pnmera cabe la blasfemia -el modo diabólico de
rezar- como insulto a un Tú personal. DomúJUS. En la segunda puede haber
~ntOS desgarrados. pero son gritos al vacío. (Compárese el lelO a juicio del
hbro de Jo~, ~ el monólogo estremecedor de Prometeo en Esquilo. Dos figu -
ras arqueuplC3s que. con otras muchas de la anu2üedad. suwen \'¡vlendo
eOlre nosalros. CL L. Diez del Corral. La ftmelófl d;1 muo e/asteo en la l¡¡era-
LUra cOfllemporánea. Ed. Gredas. Madnd ]Q74: Ch. MoeUer. Sab¡duri11 griega
.'paradoja cnStlana. E~ ~ J uventud ..Barcelona 1964_ reed . en Encuentro.)
Claro que ¡amblen cabe sahrse. tanto de la re\'elación mesopotarnlca
como .de! ~l S(ema mdoeurop~o, De este, escapando de la re/¡glon de la mfilli-
wd (hIndUismo). o de la rellg¡.ólI de la nudo y la compasión (budismo): \ de la
Otra. ha~iéndolo de la rellglóll de la l/olumadJ' del somellmiemo (Zoroastro.
Israel e Islam) o de la religloll del amor O la comunioll (cristianismo). Cabe
escaparse de eSIO e instalarse. por ejemplo. en lo reh'glón del aleja/memo o la
polenclo de lo sagrado mamellido a dlSlQnClO (confuclamo;;mo. deísmo del sj{!lo
X\'JI) y. en su versión e",-rema_ ateísmo). Son las tipologlas que ya \'imos -en
G. \'a~ der Lee.u". y que \'oh'emos a citar despidiéndonos por ahora de la
etapa mdependtente de eSlas dos !!randes lTadiciones para. desde ell3.!,. aso-
marnm a otros hOrizontes. En estOS cncomraremos nue\'as sensibilidades. \
poslur~s ame lo $agrado. -
 (Emre estas está la cnada atara~a confuciana a la que se apuntan cier·
tas lendencias orientalistas de no\ en Occidente. En esta línea no quiero
dejar de aludir a un librito muy ~'endido enlre, nosotros de L. Racionero.
Oáelllt \' Occidente. Ed Anagrama. Barcelona 1994. Un libro muy bien
esento. Pero en el que no son de recibo ciertas cosas. Por ejemplo. DO es de
recibo que. al contraponer Oriente a Occidente, meta en el mismo saco la
Biblia \ la rniloIO!!la·metafisica ~ie eas. dos tradiciones tan opuestas entre
si. aunque de las dos haya salido-Oc;ideme. Más aún. de la Biblia --el libro
con más bibliol!rafía de lOda 12 humaOldad- cila sólo la flojísima película
de J. HuslOn (;!): ~ de la gían tradición griega. cuatro pasajes manidos. 1\'0
es de extrañar que. entre otras cosas -sobre todo al «ignorar,; el sentido
de Histona en la Bibhd-. DO haya entendido para nada el problema de «la
culpa,.. ni menos el género literario tan inmenso y rico d~ las «Confes io·
nes),> que \'an desde el Miserere y San Agustín hasla los precIosos ensayos de
M. Zambrano \ R. Chacel. \' que se halla despachado con una expresión
brUlal e injust~. impropia d~ uno de los pocos intelectuales que escriben
entre nasal ros sobre estos temas: «La idea de karma es más sana para la
psicología personal que la de culpa. Los efecto!' d~ la noció.n de culpabili·
dad han SIdo de\·asladore~. el monStruo verdoso. billco ~ bíblico de la Culpa
es: el espectro que acosa a Europa. parásilO de su cerebro. sorbiendo las
enemías \'hales: medusa que IHmsforma en piedía la carne viva de la emo·
ción ~, consume los cuerpos para reinar en el yermo de las almas». Si, de
eslO de 1m espectros ya habló Marx. y daban más miedo. iLameDlable! Co·
mo lamentables son también las pp. 14&-14;. 153·155. 161·164: y el colmo.
las que recogen el párrafo citado: 167·1 68. Lo siento. pero magis amica venIas.
al menos como va la veo.)
Todo este p~norama cambia con la conquista persa por Cuo. rey todavía
indoeuropeo. del imperio babilonio. Demostró que también los reyes caían.
Pronto. Sin embafl!O. estos conquistadores persas asumirían la majestad del
basileus mesopotá;;'¡co. Así ocurriría también cuando Alejandro. macedonio--
griego) por tanto indoeuropeo. derrotara a Daría 111 . Su mayo¡ pecado para
los. grie~os fue que se di\inizó al modo de un ba ileus oriental. . ~fitra-. el resurgimiento de la antigua Magna Maler en la figura de la diosa
Con la entrada en BabiloniCl de Ciro (539) ) luego sobre IOdo de Alejan·
dro (331). la~ dos tradiciones. que has.ta entonces habían tcnido una cierta
vida Independiente. aunque con conllnuo~ cruces en Irán y en la cuenca
medlterranea. se fundIeron dando lugar a dos ~tipos" de- religiones de comu·
nidad de Iniciados. tOtalmente contrapuestas: el de los n/os miseéncos ~ el de
las: religlOlleJ sllpranllciollales.
3.2. Una religión .. bisagra»: el zoroastrismo
De Ii..! reforma zoroáslrica sólo podemos recoger Liqui su aspecw de religIón
"DlsagrLl ¡;;ll1re};J tr.tdicion indueurC\pea en In que nace ~ la mesopotámica
s..!
en la que se vierte a partir de los aqueménidas Clro el Grande y sobre todo
Darío 1 (5:!~ ·486). el primer rey ya claramente zoroaslnano.
.:. Las tres erapas del :.oroasrrismo
Zararustra o. en su forma gnega. Zoroasrro. es el pnmer personaje nlStÓnco.
fueréi del ámbno bíblico. que afirma haber leDIdo una Te\'elación en sentido •
estricto. Es decir. un& palé1bra divina venida de fuera. de su dios Ahura
MOlda (.Sabio Señor» l.
A 10 largo de los slglos se pueden di~tlOgUlT eres etapas prinCipales en el
zoroastrismo: la etapa indoeuropea pnrnllh'a. dominada por una casta sacer·
aOlal ~ centrada en el rito sacrificlal. s<lcrificio del que dependían lOc1 uso los
dioses. objeto principal de la reforma de Zaratuslra; la elapa píOfetic<t y
reformadora de éste: y la etapa final en la que resurgen elementos de la pri·
mera elapa adaptándose o forzando el espíritu de la segunda. Este sincreti!;·
mo final fue obra. pnmero. de los sacerdOtes orientales de Irán y se configuró
en Ii:! redacción del Avesta recieme ~. en segundo lugaí. d los mag~ medos
de la época sasánida.
En esta etapa última es importante el proceso de exaltación de la realeza
mediante una in\'estidura dl\'Jna dei rey ~. la remnificacion teológica que se
dio al convertir conceptOs abstractos en entidades dh'in3! ~ en t<ID1geJ;:~; .. Es
el resurf'-imiento de los antiguos dios~ prezoro:'istriCOl: que \uelven a ocupar
un lu,gar en el culto del que ZOroaslIo los expulsó al subrayar el monoteísmo
dualista de Ahura Mazda (Ohrmazd. en su forma pahlevi) frente a Ahrimán
(Angra Mainyu. en su forma avésrica ). Aquí Ahura Mazda !iie rodea ya de
una corte de ángeles. y Ahriman hace lo propio con una cone de demonios.
En general ~e puede decir que los sacerdotes orientales reinterpretaron él
Zoroastro según la antigua uadición mdoeuropea vigente en la India (divmi·
zación de conceptos. reinstaurac ión del sacrificio del "aoma/soma. etc.). ~
que los magos medos occidentales hicieron lo mismo adaptando el zoroasuis·
mo a la uadici6n mesopolámlca (un nuevo dualismo sincretista. una Cldapla·
ción a los ritos mlsléricos de Asia Menor -sobre todo el cuho misté rico de
M.hilo. etc.).
.:. Zoroasrro y /l/all;
Ut época más verosímil de la existencia de Zoroastro parece estar enlre lo"
Siglos )",\11 a. C. De hecho su religión eo;; ya oncial en la dmastía aquemenida
de lo" siglos VH\ ~ Tras la ruina que supusieron .AJejandro Ma~no y la dina~tia
subSigUIente' de los sekucldas (5iglo~ J\ ·m). el zoroaSUlSrnl' resurgió. ya mu~
smcreuslO. con los ars..1cida5 del Imperio paTIo (si~los 11 a. C. . JIJ d. C.I. vol·
\'iendo a IOcr la religion oficlal persa con los sa~a[]ida~ de 1m sl~lo~ IV-\'II. En
el SIglo VJI ocurre la conqui~la ara[:l<! ~ la emlgr<tción de comunidadet:: ZOT03!o·
Irianas d la India (parsismo).

Es en la época sasámda cuando el zoroaStrismo pasa de la tradición ?ral a
la codificación de sus Escnturas. pnnclpalmeme con el A\'esla.. cuya pnmera
filación escrita es del sIglo t\" d. C. Ya un sIglo antes ~xi~lÍan lexlOS que los
sacerdOtes atribUlan a Zoroaslro. Así 10 atestigua Mam (Siglo m) que denun-
cia la marupulación de la tradIción oral que. segun éL se est~b.a h.acie.ndo con
estO::' te>.10S. Precisamente por eso. Mam se decidIó a escnblr el mISmo las
Escrnuia~ de su religión. pretendiendo recoger la here?cia de Zaratuslra.
Bucia \ Jesus \' lanzando su mensaje como una rehglon umversal.
Fu~ esta l~portancia del conceptO de (CE..~nturas)l lo que llevó a la pohli-
ca sasamda \ al clero de los masws de esa epoC2 a poner por escTllo. durante
el reinado de Sapor U -(309-380)_ la tradición oral. resaltando así el Avesta
como Escritura sa!!rada frente a las Escnruras judeocnsuanas. budistas y las
rrusmas mamqueas. . '
El Al'esta (<<conocimiemo>t) consta d~ tres secciones: el Yas na o «Sacnfi-
ciol'! donde se mcluven los Gamo o «cantos» atribuidos al mismo Zaratustra:
el l'cndidild o «ley ~on[fa lo~ demonios.: y los Yasr o himnos a seres sobrena-
turales.
En los Gacha encontramos al!!unm datos autobiográficos de ZaralUstra.
tan realistas \' circunstanciales qu; 3tesuguan contra una mitificación tempra-
na de su eX1~tencia histórica. S610 mucho más tarde. durante la época sasáni·
da. se bara una remitificación culta de su figura. La realidad es que Zaratus-
tra era una :aOfOr o sacerdote que fue expulsado de su comunidad. acogido
por un poderoso. Vistaspa. bajo cuya protección llevó a cabo su reforma y
finalmente, lras fundar una comunidad de pobres: muerto a manos de sus
enemigos a los 77 años lfas haber estado casado y tener hijos.
.:. La reforma "proféticOJi de ZoroaslrO
Su reforma primera fue afirmar la preeminencia de un solo d.i~s soberano.
Ahura Mazaa (~Sabio Señor»). en lucha a muerte con el Espmtu maligno.
An2.ra Mainvu ('1 Ahrimán. Redujo así a los dernas dIOses mdoeur"opern; a la
Cal~E!oría de' arcán2eles o ám!eles. Estos serán buenos o malos según sigan a
..\hu;a Mazda o a Ahrimán ..~quí Zoroaslro valora. a )a inversa que los ¡Jedas
indios-. la bondad o maldad de estos espíritus: son buenos los asura (eso signi·
flca Ahura Mazda) \' ron malm los dae'l'a
Es indudable qu~ Zoroastro se adelantó al proceso de la rej1exioll upanisá·
dlca que interpretó la rCl'elllción védica desde una unidad trascendental.
reduciendo su panteón polileista a la entidad Impersonal de Brahman.. Zoro-
astro. en cambio. interpretó esa entidad como una :-.er personal: Altura
Ma:da. Rebajados asl los antiguos dioses y co",erudo~ en pef<'onificacio~~s
alegóricas (Bucn Pensamiento. Buen Orden. etc.). Zoroastro rompe tambll::n
00; la sacralidad del antiguo sacnficio.
Ya Mani aprecia ~te daw ~ consldt:irt ó ZaratuStrlf como un pionero de l~
r~iorrna que rna<. tarde h¡cI~ron ;:,n la Inuia. por un lado. 10$ eremlta5 upam-
sádicos y. por Olro. el budismo. En la misma direccion pone Mani la reforma
de Jesús respecto del judaísmo. en Occidente. Coloca así a Zaratustra como
el pnmer profeta de estas reformas de Oriente y Occidente. considerándose él
como el último eslabon universal y coronación de lo antenor. Más tarde.
influenciado por el maniquelsmo. hará lo mismo Mahoma.
Frente al sacrificio cruento y dellraoma soma. acemúa Zaratustra la pure-
za religiosa de .. los buenos pensamIentos. las palabras buenas. las. huenas
aCCiones". Basará la reforma en su concepción dualista lantO de lo divino
como de lo humano. Pero el dualismo zoroástrico. como luego el maniqueo
(éste. malentendido en occidente), no es un dualIsmo de espiritu) materia al
modo esencialis13 gnego. SiDO un dualismo que se \¡entila en la historia.
huyendo de toda cosificación metafíSIca.
En efecto. en los tres eones o grandes unidades de tjempo en que según el
zoroastrismo se divide la historia de lo real. el primer eón representa lo per-
fecto antes de la creación. la luz de .t\.hura Mazda. En el segundo eÓn. el de la
creación. se inserta en ésta la tiniebla de Ahrimán. conviniendo al hombre en
protagonista de la lucha. en el tiempo. entre la luz y la tiniebla. En el tercer
eón. tras el juicio. la "iclOnó de la luz de Ahura Mazda será completa. impo-
niéndose contra la tiniebla de Abrimán ~ sus secuaces. Lo imponante de esta
visión escatOlógica es el rechazo de una concepción circular del tiempo para
instaurar una concepción lineal del mismo. que bascula en el eón intermedio
entre la creación y el juicio final.
Zaratustra se apana así de la cosmolo~ía indoeuropea en la que nació. En
efecto. según HeródOto. los antiguos persas hacían sacrificios al sol. la luna.
la tierra. el fuego. el \~ento y el agua. Los sacrificios se hacían en las moma-
ñas. más cercanas a la bóveda celeste: efi. decir. a Zeus. que aqui es Ahura
Mazda. EstamoS' en plena expresión indoeuropea del esplendor del cielo
como hlerofanía de 10 divino. '\2 hemos ,;sto como de eSt: esplendor del cielo
parece derivar el nombre de KDios» corno daeva, Dyaus. Zeus. Deus... La
montaña que se eleva hasta ese esplendor es el axu mundi. ASI el monte
Maro en la India. el monte Olimpia en Grecia y el monte Hara en irán.
Pero en una momaña así ruvo ademas Zaratuslra sus Visiones. su revela-
ción de la palabra de Ahura Mazda. Esto supone una total in\er~lón antropo-
lógica de esa cosmología indoeuropea. Lo numinoro de la montaña represen-
ta la obra creadora de Ahura Mazda. Pasa aSI a pnmer plann la categoría dl'
(reCiClan -tan poco subrayadot en la tradición indoeuropea- y con ella el
concepto de tiempo lineal. Pero además se le comumc;.¡n a Zaratustra los pla·
nes de Ahura Mazda: extirpar el dolor. la IOJlIsticia. la culpa .... e instaurar la
compafi.ión. la rectirud. 13 pureza ... S oyen aquI 105 eco~ de 10 que será la
interpretación amropológic~ budista. pero dentro de la Interpretadon esca·
tológic(t de la hiqoria que por e~a epoca e!itán haciendo los profetas de Is·
raeL En declo. la revelación del dios. 1<1 mio;;lon encomendadrt al profeta y el
nombrt: como prOlilgoni5la del dram:.t entrt' la luz ~ las tlruebias conVienen
el dualismo metafísico en etico) lrasladan la eficacia del rito sacrificlal a la
conducla del hombre.
El mundo unitano de la humanidad
.:. en mO'¡OleÍ5mo dualista: enrre el monismo hindú J' el monoleísmo j udío
1

/~---------~~------~,
Que este dualismo zoroaslriano no sea tan metafísico cuanlCl ético se explica
ademas por el concepro de libertad que Zaratuslra introduce en el alma reli·
giosa: el hombre no es malo ni es bueno por na tu raleza. sino por elección.
Puede elegir entre el bien y el mal. entre el ~Espíri t u de la luz» y el +<Espíriru .'\menca Europa
de la tiniebla». De de esta perspecti\·a. el dualismo de Zaratustra no se ~ 1
opone tanto al monOleismo judío cuanlO al mOnismo upanisád ico. sin caer.
Sin embargo. en el escuero antropoJogismo budista.
Lo que hace fu ndamentalment e Zara tuslra es apostar por una respuesta
racional al mal en el mundo. afirmando que el hombre puede luchar contra
él o colaborar con él. Con la introducción de este principio de la libertad
humana en el escenario de la Creación. es decir. de la Historia. Zaralusrra MexlC::o
«orientó el pensamiento) la praxis del hombre religioso hacia formas inlerio-
rizadas de la existencia e~pirilUal... [afirmando asij el derecho del indi,·jduo a
resistir el Imperativo de la trad ición cuando ésta niega la esencia de la verdad
Termma con 1&
t
; de la justicia" (G. Gnoli).
anlculación
en t:1 mundo
del tiempo eje
4 . LA REVOLUCiÓN PROFÉTICA DEL SIGLO VI A. C. Onente-Ocodente India Chma
\,
COMO ARRANQUE
DE LAS RELIGIONES MUNDIALES

Jaspef5. ha llamado a este siglo VI a. C. el «tiempo axial,. o tiempo-eje. nada

jiI
Grandes culturas Pueblos sin escntura
menos que de la historia universal. ~<Este eje de la hislOria uni\lersal - (hce anuguaE en el ámbito de fas
Jaspe~ parece estar situado hacia el año SOO a. c.. en el proceso esplrilUal llrande." culturas
anu!!:uas Pueblos
acomecido ent re los años 00 y 200. AJIí está el cone más profundo de la his- Mesopolaml3 E~HpIO India Hoang-ho - pnml1wos
toria. Allí tiene su origen el hombre con el que "l\'imos hasta hf)~ ( ... ). La
~ ~
novedad de esta época estriba en que (... ) el hombre se ele\'a a la concienCIa
de la totalidad del ser. de sí mismo y de sus limites. S,ente la terribilidad del
mundo ~ la propia imlxHencia ( ... ). En esa época se con (ituyen I~ C31egonas
fundamentales con las cuales lOda\'Ía pensamo~ y se imclan la!' religIOnes ". ,
/
mundiale!l de las cuales lOda,·ía \'iven los hombres» (K. JASPERS. Ongen y
mela dda hisloria. Re\". de Occidente. Madrid 1%8. pp.10-~1).
Ensanchando hacia el Este el ámbito de las dos tradIciones que hemos
subrayado. para Jaspers este tiempo-eje tiene (fes prOlít~onistas fundamenta-
les y C"'dsi exclusi\·os: China. la India y Occidente (enlendlendo por éSle los
profetas de Isr::.el. la filoc-,ofia de Grecia y ti derecho de Roma l. En efectO. en
Ongen
T, ÚniCO de la humanidad
lOmo al siglo \"1 a. C. aparecen en Chma la~ fif!ura.c; de Lao-lSé ~ ConfuclO:
qUizá un poco antes. Zoroaslro en Iran: en la India \'¿dica. por un lado. lo~ IDe K. J...sI'EkS.. Ongcn .\ melO d(>w ;USIQr1Q. Ed RC\'15Ut de Ocadente. \Iaand l%.S. p. 501

Mapa 11

~ll

ere.mltas que escriben las Upamsades ~t, por otro. Mahavira y Buda: en Israel.
1m proletas escritores: y en Grecia el comienzo de la filosofía. Toda una serie
de mspirado!- e ilummados. proretas. rerormadores e indagadores que avalan
sm duda la tesis de Jasper!' de tiempo-eje de la hiStoria. Este es. preclsamen·
te. ei cambiO que aqUl denommamos como qe""oluclon pro¡éllCQi.
(CL • eSle respeclO. la novel. hislóne. de G. Vidal. Creoción (2 vols. l. Ed
Orbis. Barcelona 19 . donde el protagonjsta. un supuesto nieto de Zoroas-
uo. se encuentra y dIaloga. durante el remado de Darío L con los deponados
Judlos en Babiloma. luego en la India con los eremitas hindúes. con Maha\ira
y Buda y. mas tarde en China, con Lao-tse y Confucio. Y siempre sobre el
trasfondo de la culrura griega y su cosmología física representada por Demó-
nilo. convertido aquí en sobrino del protagonista y recopilador de sus
memorias. Con DemócrilO acaba la no\'ela )' comienza un nue\'o mundo en
Grecia: precIsamente el de Demócrito y su cosmología ílsica de los atomos
freme a la cosmogonía de las religiones. Así. lo e~'Presaba el mismo Demócri-
lO cu::tndo afi nnaba que «Zeus lo mitifica todo».)
Esta eo:re\'olución profética» (con SU!:i \'arianles de: mística. ascé tica.
sapiencial. filosófica. social. etc.) significa el paso del paradigma cósmico al
paradigma hislOricO. Con este nuevo paradigma queda atrás la astrologia
babilOnia ~ el oráculo egipcio. de los que permanecerá como enquistado su
antiguo fondo telurico. que conocerá un nuevo vigor en los grupos mUlerlCOS
de los ritos de los misterios. sobre lodo en la cuenca oriental mediterránea.
Pero. con el paradigma histórico, se abre paso también oua comu nidad: la
comwudad de miciados de las religiones supranocionales. En erecto. se inau-
gura el diálogo profético en el Irán de Zoroastro. se crea la sentencia sapien-
cial y moral en China. se pasa en la India del himno védico a la gnosi!' upanj-
sádica ~ a la ascesis budista. los credos históricos de Israel se vuelven hacia el
futuro de la nueva realidad profética. y la primera filosafla griega comienza
su despegue desde la cosmogonía de las. religiones a la lógica de la razón.
Se LraléJ de una rupruro que da a luz un mundo religiOSO tOlalme~le nuevo,
creando ¡as grandes corriemes que \'ao a llegar hasta nosotros en dos mani-
festaciones principale5- de honda raigambre ~ largo alcance: el monismo poeti-
co-fiíosófico, herenCia de la India y Grecia: y el monOteísmo pro/bico-saplen·
cial. herenCia de la reforma profética de Zoroastro y más tarde su epígono
Mam. ~ de los profetas. sabiOS y apocahpt icos de Israel.
4 .1. Hinduismo-Judaismo: dos religiones . tipo.
\ alviendll al panorama tal como lo hemos dejado en la eXjlClsición anterior. en
este nuevo enfoque de las tradiciones mesopotámica e mdoeuropea. vamos a 1f
estrechando el campo y ceñirnos en pnmer lug.ar a las dos religiones mas carac-
temrica .. de cada una de e~ dos ¡radlciones: el 1r11ldlllSmO comí" cnstalización
¡Jel \'CüLSmo ' e1.ludaLSmc/ como cristaliz,K'lün del \'ofmsmo.
Hay que ad\'enir que. tras la conquista de Babilonia por CiTO y de Egipto
por Cambises. que supuso la caída del basileus y del faraón. sus respectivas
reli2.iones no fueron abolidas. dada la tolerancia de los aquemeDldas persas.
Per~ que tampoco brillaron JX>r su esplendor. Aquí o allá se fue mstalando el
sincretismo. En definio\'a. casi sólo quedó el judaísmo como representante
sim~ular de la !!raD tradición mesopotamlco-eglpcia. Una superVivencia que.
sin -duda. se d;bió a la ruptura que lIe\"6 a cabo el profensmo de Israel. al
inlerpretar la acción de )'"ahvé no como un refugiarse en el pasado sino un
orientarse al fUlUro. Esto seguiría ,'¡vo a pesar de la reforma de la restaura-
cion posleXJ1lca.
De la herencia mesopotámico-egipcla. en cambio. la figura de la Magna
Maler y su antiguo fo ndo telúrico fueron emigrando hacia 105 ritos mistéricos,
mientras que la figura de Domillus (Babilonia) y Faraón (Egipto) quedaría
subsumida en el señorío de Dominus o Kyrios Yahvé sobre dioses (los dm.
querubines sobre el arca. que a su \ez tambien desaparece) y pueblos. r\o
obstante. también quedó de alguna manera subsumido en Israel aquel \'iejo
fondo telúrico. al venerse la palabra revelado de )áhl'é sobre el estratO cósmi-
co de lasfiesros agricolas cananeas.
Una difícil convivencia. llena de tensión. pero real. como lo atestigua.
enLre otros muchos pasajes. la increpa ión del profeta. nada menos que a
Jerusalén. en su insulto oracuJar: ...Asi dice Domllllls Yah"e a Jerusalén: "Tu
ori!!en , tu nacimiento proceden del pals de Canaán. Tu padre era amorreo ~
tu ~ad~e hitit3 ( ...). Te prostituiste a los egipcios rus \'ecinos (...). Luego mul-
tiplicaste IUS prostituciones en el país de los mercaderes. en Caldea .. :'» (Ez
16.3.26.29: el. Os U: elc.). Canaán. EgiplO y Caldea pasaron así a \;vir como
latencias en las fiestas del judeocristianismo: unas latencias continuamente
e....orcizadas por la palabra revelada. pero sin las que éSfa no se encarnaría en
el mundo.
h!Ualmente. \' aún más. en el hU¡Guismo se produce una auténtica rupulfa
con ;us herejla5 'budista ~ Jainista. Incluso la continuidad que se da entre ,'edis·
mo e hmduismo presenta dimenSIOnes totalmente nUC\'3S. qUlzá asumidas de
un fondo preano. como el co ncepto de reencarnación o metempsicosis. que
tambi¿n aparece en Grecia (Pitágoras).la Je~ del kanna. etc .. Que veremos.
El hinduismo y el judaísmo son dos religiones piualelas pero cada una en
su trayectoria. Cabe. por tanlO. hacer enue ellas una ripología de compara-
ción. pero en absoluto ningun sincretismo. Es claro que ese paralelismo no se-
debe a mfluencias mutua. Entre Israel y la India no hubo contactos hasta la
i mediación zoroástrica en el periodo persa. Pero en una upologla los parale·
lismos no descansan en las influencias históricas sino en la semejanza de los
1 desarrollO!; estructurales. Y es claro que esta semejanza se da entre las reh·
~iones de la India e Israel.
- Ya que las dos han aportado una gran producción de te.\10S religiosos -sin
i
dud~ los mas si2nificati\'os de la humanidad-o resaltaremo~ el carácter de
~us ... EscrnuT<'s>~: unos te'\lO~ como primer cuerpo de s'''crnuras (etapa de
1 °1
1
re\-elación). ames de la re\'olución profética. y Otros como segundo cuerpo de RUplUTO elJ separacIón;. RuptuTD en ronnnuida,E
Escrituras (etapa de hermenéutica o reflexión). fruto precisamente de esa EscnrUTaS conómcas dLmnrllJ .:/0 nutl'Q realidad.
re\'oluclón. Pero entre un cuerpo y otro se adviene claramente una mpmra, Jainismo - Budismo 2. lAls proreta5 de Israel
¡SIglO \1) (.1....tls prof. posteriure.!o)o)
que unas veces se va a expresar como ruptura-separación (jainismo-budismCl)
fSlglm \11!·I\")
\ otras como ruptura -continuidad (U panisadeE en la India. profetismo en
israel \ más tarde" cri51ianismo). Tras el período canónico de esas Escrituras. Hinduismo daslco .J uda ls mo clasico
se abr~ el periodo poslcanónico de otros escritos. por los que la India pasa {siglos v a.e. - \1 d. Cl {C;lglOS \ a C. - \'11 d. el
del \'edismo al hinduismo e Israel ya ha pasado del yah\;smo al judaísmo.
Presentamos primero un cuadro comparacn'o. para pasar después a un Tercer cuerpo EscriIuro1
br~'e panorama histórico. hecho también desde una perspectiva tipológica. 1. La obra del cronista
(er. Esd l el
(slf!lm 1\--1II)
4.1.1. Cuadro comparativo 2. Los sabios ~ Qtros escrilOS (\'·11)

ApéndlCf' postcanómco Ape.ndlCC posIcancnlco

IUND U IS~I O
aJ La tradición indoeuropea en la
india: de.l ,edis mo al hinduis mo.
Amecedcnlcs
Ch ·ilil.3ciÓn del \·alle del Lndo
(lll milenio - 1500 2. e)
Inmsión aria
(hacia ISOOóLC)
Primer cuerpo de Escnmras
lAls \"edru;
(~ X\1-\1)
Rlg\'eda (antes delSOOt
Samaveda tpoco despue.< del Rlg)
YaJuJ"\eda (sigJo~ \'11-\1)
:\thaJ"\·a\eda ti.!>I~o VI a. e?)
Segundo cuerpo dI.' Escnlllf'Qs
El cido "édiC(l
(.. los eremilC!.!o dd bOS(lue.. 1
(o,lglos \111-\')
Braham<tnas. h igl o~ \11-\1)
AJan~<lka~ l!ilgll)!. \'11·\'1)
lipani:s.adcs pnmltl\'a~
o\;;:.ndatal~lO)
b, La tradición mesopotamiC4l en
Is r.lel: del.\-ah\ismo al judaís mo.
Ameccdcll1eJ
Ch'ilizacion ca nanea
(J SOO· I:!ro a. C. I
Relig. de los patriarcas
(sagas amenores del SiglO IX)
Conquista de Josué
(haCia 1200 a. C.)
PnmCT c/w7KJ de EsCrifljf{lj
El Pentateuco
(siglm- )o-Y)
Yah\'lsta O) (dnte.~ del -;~])
Eloh"lJI (El (751'·iOOI
Cód. Sacerd. ( Pll57~5 )
DeuterCtnom_ (DI) CMglos \"11-\')
StgundCl CIIC'JX-' de EscnruroJ
1. L.1 .. l1i$toria bíbliC":l.
t..cLos prorct. anleriore.s_l
ISiflCb.1X·\·l
1..,,·obra del ..ammo ilustrado ..
(sigl~ IX·\111)
La ob~a del deuleronomlSt3 tdu)
(siglos \1-\"1
Bíahmasutra
(S!g1~ II-IJJ d. C.l
Upanisades posteriores
Ramayana (siglo 1 a. e)
Mahabharata (siglos 1/1·11 Ol. e)
Bhaga\'ad-Glta (Siglos 1-11 d. e)
«Lo lfumon Imira, MJIro. "anlll.a. Agm.
o Eambiin el páJaro celeste GaTUllnOn :
realidad única que los sabios designan
con dil'tTms nombtn» (Rlgvedo).
__ 1agad en esre mundo hQS1Q alcorau la
liberadón y poder 1'0' cloro; pero emon-
ces iri dr:recho Q mi patria. Esa esencia
sutil e i1n>isible es el ESpl11TU del WI1VCTlO
emero. Ese; es lo Reaúdad. Eso o la ¡'O--
Iiod. Es<> <TCJ IÚ> (ChantJ"8)" Upan).
4.1.2. Breve panorama histórico
4.1.2.1. La tradición indoeuropea en la India:
del vedismo al hinduismo
a) El \'edismo
.:. La ludia preana
Hemm: hablado de un t<nud~o seminal mesop<'lamll:o·,. Pero dentro de ~u
órbaa habríOd que hablar tambien de un núcleo elamita. en
La Mlsná
(siglo 111 d e)
Talmud pa1estinen.se
(Siglo \ d. C)
Tal mud babllómco
(SIglo VlI d, C.)
"MI padn! era un arameo uronu que bajó
a Egipro ) fue o refugiDrse allí siendo
pocos aun, pero se hi::o UM nnción gran·
de. 'poderosa y numerosa. Los egipcios
110$ maltrataron (... ~ Clamamos D}~hvi
Dios de nutslTOS paares ( ...). y }ahu! nQJ
sacó de Eg1plO con mano fume (... ). ",'os
troJo aquí.\ nos dio esto tierra. Yahora
yo traigo las primicias lit- ID uerro que nL
Jah,';' ,"<i= dado> (DI 26.5·10).
Pt:rsl~. que fue el
que sin duda mfluyó en la civilización del vaJle del Indo antes de la llegada de
los arios_ Parece que el culto preario allí eXISlente lema las dos notas caracte-
nsncas de la \'leJa tradicion mesopotármca: una deidad femenina como perso.
nificadon de la Magna Mmer y otra mascuhna como el Señor de los animales.
La deidad femenina centraba en lOmo a si un cuJIo acuáti co de purificacian ~
Da ño mua!. dimensión que - a pesar de que en lo!' edas las diosas son muy
~ecund arias-- permanecerá hasta la India de hoy en torno a los grandes ríos
¡de nornhres femeninos ) sagrados. Por su pD.ne es posible que ID. deidad mas-
culina sea el antepasado del dios Sl\'a que. igualmente con poca presencia en
el vedismo ¡llamado Rudra en los Vedas ). se afirmará en el hinduismo popu-
lar postenor.
.:. La mVQsió" aria
Los arios procedían. al parecer. de las estepas del Pomo) el Cáucaso. Eran
tribus de pastores nómadas que. al ponerse en marcha tanto hacia Orieme
como hacia Occidente. crearon con el tiempo una corriente lingülSlica y reli·
glosa desde Irlanda hasta la Jndia. En lo lingülSlico. tal corriente configuró
una familia de len~uas. la indoeuropea o indogermánica. paralela ~ distinta
de la familia semita. Y en lo religioso. una tradición también paralela ~ dis·
tinta de la mesopotámica.
La religión aria era de tipo naturista muy primitivo. Pero habia desarrolla·
do dos aspectos impon antes: un panteón politeísta que personificaba las
fuerzas de la naturaleza y un rilO sacrificial que lo centraba todn . .A.si. juma a
un dios de la bóveda celeste (Dyaus Pitar. Zeus. Jovis Pater. .. ) destacaban
otros. de las tormentas. los vientos. etc. En el rilO sacrificial tuvieron una
imponancia singular el fuego ~ la bebida sagrada -/raoma en Irán. soma en
la India-. que de su significación natural pasaron a ser elementos diviniza-
dos.
.:. Los l'edas: primer cuerpo de EscnnuaJ
Cuando los pastores; aTio~ se van asentando en la india. 10 hacen en pequeñas
al dea~ regIdas por un cacique o rajá. cuya preemmencia tiene carácter here·
dllario. Con el tiempo consUluirán la clase dommante de los brahmines. Poco
a poco se irán configurando las otras clases a modo de las C<l"l.as que conoce·
mm:: los chatrias. vaisias ~ sudras. hasta los sin casta o parias_En paralelo \'3
surgiendCl un culto que da como resultado lo que la historia de las: religiones
conoce como el \·edl!lmo. que tiene su vigencia propia ~ específica hasta el
SIglo \-11 a. e
En efecto. dura nte e!'te largo penodo ~e "a creand01a literatura \édica de
himnos IRlffI'eda " "Saher regio· ~. Samol'eda o ... melodIiJ5)· para cantar en el
sacrificio del Soma y }uj un 'edll o Íormul~ (.sacrificiales») y conjuros (AlIJar·
Illl'üÚ1 o formulas d(: los .. mi:1f!0s,>,. Esta colección mpanua de hImnos. mas
la añadida de conjuros. forma J05 cuatro l edas O primi!1 cuerpo de Escrituras
canónica .
En el largo período de composición de 10$ cuauo Vedas (\'eda = saber)
hay dlsuntas concepciones de los dIOses. más como ambUlaS intercambiables
de lo divino que como personificaciones indh-iduales. leualmente una
Imponancia cada \-ez más acentuada del ritual como eje ~dinámico de la
mecánica del universo de dio~es y hombres. EsIas son. en resumen. las carac-
terísuC3S- principales del Vedismo:
- La mediaCión mecán.icc. del rIlO entre Ciclo ~ lIerra e5 ta l que Ilel:!a a
crearse una anaJogía. por un lado, entre los acontecimientos humano~ -(las
luchas de los arios en la IndIa) y los ritos como su correlato mágico y. por
otro, el mundo de los dioses. De este modo. los dioses dejan de tener una
definición por sí mismos sobre la base de una milOlo2Ía o «historia divina»
pasando a depender de la funcian que les asigna el rilO. Así A{U)j. dios dei
fuego. pasa a configurarse como el fuego mismo que consume el sacrificio: y
Soma_ como bebida sagrada. pasa a ser el dios que se inmola en la bebida
embriagadora del ri la. Este exceso de ritualizacióD hace que se llegue a afir-
mar que el poder de los dioses depende de los himnos. sacnficios " ofrenda
de soma que reciben. KUDca la magia informó tan fuertemente el ri-to en una
religión organizada.
- Entre cielo y tierra. entre dioses y rito sacrificial. habí2 un principio cós.-
mico: el na (o ma, con el Significado de norma de la acción. más tarde identifi.
cado en pane ron el dhanna)_ En los Vedas este principio es el poder divino
del que se sirve Varuna para imponer el recto orden al universo. Pero ya en los
Brahmanas se habla del djos creador. Prajapati o «Señor de las criaturas>t. que
se vaJe de ese pnnclpio para sacrificarse a sí mismo)' fundu-se así con el univer-
so_ Desde eSla perspectiva, Prajapati es tanto el creador como la creación
misma. Y este proceso es. precisamente. el que se renueva en el ril a sacTificiaL
- Pero el rito sacrificial es eficiente porque en él actúa desde dentro un a
fuerza ~grdda: el bralmwlI (de la raíz ~crecerH hasta significar «poder sagra-
do»). Este brahman (término neutro del masculino Brahma_ que aparecerá
má~ tarde en la Trimurri o trinidad hindú junto con Visnú ~ Si\'a) es el poder
mágico que actüa en el nrua! \ ¿dieo y que a su vez es generado por el mismo
rito. Así. el término brahman "3 a concentrar en sí todas las dimensiones
anteriores: brahman es el poder sagrado que actúa en la palabra hablada (el
veda). en la D.cll"idad cósmica (el na) )' en el mismo rirual romo imitación
¡;!ficaz de una acción di\'lIla.
.:. El Ocio l'édico: segulldo cuerpo dr Escmuras
Ya durante la compilaCión de los ultimas \ 'edas \'an sun!iendo una serie de
comentarios a ellm: de tipo ritual (Brahmanas) ~ doctri~al tAranyaka,) que
clllrnman en 1<.: gran especulación de li:15 L7panisades. A esta Iileratura se la
denomina Ciclo ,"t.·d,C,) \- <;e- la consu:iera (ambll~n canünic-d.

Estamos en la época (siglo VII a. C.) en que los brahmmes dominan
median .. el rilO sacrificial (el brabman) ) el saber religioso (el veda) el
mundo de dioses \' hombres. Pero ya empieza a surgir un mO\1mlento comes-
talanO dentro de ·su misma casta \' entre los charrias (guerrero~) al interpre-
tar de manera di~linta el nto y aJ ·hacer una e).egesls nue\'a del saber religio-
so. Se produce así una rnplUra. por un lado. dentro de la m~s~a religión
védicit (hmdulsmo clásiCO) y. por Otro. apartándose de ella úalmsmo-budls-
=1 . nisades): que forma la secuencIa de: samsara - karma - mn'allD.
La ruptura que se da_ lOda"ia dentro del vedismo. podría esquemauzaI1ie
en estos tre~ puntos:
_ Aspecto social: una serie de brahmines. de pnnclpes de la r~leza y
OtrOS miembros de las clases superiores inician un movimiento de retirada a
los bosques. normalmente bajo la guía de un maeSlTo. Ya el término Aranya-
kas inclu,;e el si(!l1ificado de ~tratados del bosque» y el térmmo Upanjsades.
el de «~ión,' o ~emarse junto al maestro védico para la meditación.
_ •..\speCLO rirual~ en los Aranyakas y las Upamsade~ se ~ustiruye_l~ inter-
pretación meCd.nicisla del rito sacrificial por una interpreta.clón alegonca que
ve en la Vlctlma ofrecida una representación de: todo el unJ\'erSQ: el brahman
del oto como AUllan cósmico al que. por la participación en el rilo. se une el
amzan individual del bombre. Fragua así la doctrina de identidad-diferencia
entre el Brahman (como Alman cósmico) y el aIman del hombre. La formula
que sintetiza esta doctrina en la Chandogya Upanisad es: 10m n'am osi. «eso
eres: tú ... (Alman es: el «yo» en cuanto que «alienta» o resplr~ el alma: de la
misma ralZ: atmósfera \ el \-erbo alemán almen. respirar.)
_ Aspecto lntelec'lUal: sin romper con el rito, aunque interpretándolo
místicameme. e.stos eremita~ \'ao haciendo también una exégesis del saber
S2!!Tado (el veda l. que desembocará en el monismo intelectual de identidad-
diferencia entre Brahmol1-omulII. ya aludido. El atman del hombre es un ele-
memo del .luman universal o Brahman. La perfección consistirá en que el
hombre renuncie. a modo de ofrenda sacrificial. a su atman. ahora mediante
el conocimiemo y técnicas yÓguicas. para fundirse con la reaüdad cósmica del
Brahman.
Estos tres aspectos de mpwra de los eremitas del bosque respecto del
vedismo tradicional se acentúa con la inclusión de un elemento nuevo. e,,1ra·
ño al \·edismo. que se recoge quizá de una tradición no aria muy e"1endida.
Este elemento nuevo se resume en tres términos: reencarnación (la m.eremp-
sícosJS 2rie2a o samsaro budista). le~ de acción-reacción (el kanno) )' libera-
ción(,;oks; hindú o nin'ono budista).
Llegamos así a un periodo tremendameme creativo en la religiosidad de
la India en que esa ruptura fraguará en dos direcciones pnncipales: ~na
como ruplUrtt-continuidad con el vedismo yo otra como ruptura-separacIón
del vedismo. De la primera saldrá el hin.dwsmo clásico y de la segunda. las
«herejias), del vedismo: el jaillumo y el budismo.
96
b) Jainismo-Budismo
En este otro movimiento de los solitarios del bosque. la ruptura -separación
con respeclo al '·edismo negó sin más la eficaCIa de los ritos como mediación
emre hombres y dioses. Uegando incluso a poner tmre parénlesls a éstos (el
silencio budlSlél sobre los: dioses) o a reduclr1o~ a unas exi tencias que ya
completaron su proceso kármico. negando por lanto su carácter divino (jaj-
nismo). El vedismo. pues. desaparece haciendo en él una reducción anTropo-
lógica y manteruendo sólo ese elememo nuevo que recogen también las Upa-
Tamblen eSt2 rupturu-separacion -u ruco elemento que aquí nos intere-
sa- podemos esquematizarla en los tres puntos siguientes:
- .:\speclo social: tanto Vardhamana. llamado más tarde Mahavira o «el
Venerable». como Gautama Siddharta. llamado más tarde Buda o ((el Ilumi-
nado,.. eran de la casta chatria. Como muchos otros solitarios dei bosque
(lamo brahmanas como sramauas). su trayectoria eXlslencial responde al
siguiente esquema. más o menos estereotipado: nacen de buena familia - se
casan y tienen hijos - ante una decepcion pe,rsonaL renuncian al mundo -
pasan un largo período de ascesis JI meditación - alcanzan la omnisciencia -
predican y se rodean de discípulos - mueren por inanición (Parsva. Mahavira)
o Iras lograda ancianidad (Buda).
- AspectO ritual: niegan la práciica ritual y su aspecto de mediación con
lo divino. así como léI interpretación mística que de los rilO~ y dioses hacen
los solitarios upanisádicos. iocluida la concepción de un Brahman o Absoluto
universal. Sustituyen la práctica ritual por la ascesis y la medItación.
- Aspecto intelectual: admiten en cieno modo la concepción antropoló-
f!ica de un atman individual (jwo en el jainismo en el sentido de alma y
sko.ndhas en el budismo en el sentido de conglomerado de impulsos vitales).
pero difieren en su interpretación. Frente al monismo upanisádico. panen
del dualismo de la que posteriormente se llamará filosofía samkhya.
Desde esta perspectiva es de de donde interpretan la sucesión de samsa-
ra-karma-nif\ana. como liberación de un peso o revestimiento de karma
que se va acumulando en las disuntas transmigraciones. La transmigracioo
o samsara consiste. pues, en el paso del alma. aplastada por pesos de
karma. desde una materia a alTa (Maha\lira), o en los sucesivos revesti -
mientos de formas sensitivas con que el karma aprisiona nuestro flujo de
energía ,ilal (Buda).
Su acento se pone. pues. en el kanna, que es de hecho el que se trasmite
como acumulación en la horrible sucesión de renacimientos. Sea para quitar
peso de karma al alma (jainismo): sea para adelgazar el karma mismo libe-
rando el nujo de energía que se halla revestido de formas sensitivas (budismo).
tanlO para Maha\i.ra como para Buda no basta con el recto conocimiento. sino
que hay que llegar al enfriamiento total de las pasiones. a su e:ninción: el nir-
vana. Uegar al convencimiento de esta realidad negativa del «enfriamiento»
97
(en el sentido de 4tremiSIOD tOlal de la fiebre~) de pasiones ~ deseos es hacer-
se Omnisciente (Mabavira) o estar Iluminado (Budal.
e) Hindw'smo clásico
Frente a las ttberejíasl> del jainismo-budismo. l~ comentes upanisadicas
-en ruptura-continuidad con el \'edismo--- desembocan en el llamado hin-
duismo clásico. El dato fundamental aquí es que se pane de los vedas (Rigve·
da. etc.) y del Ciclo l"éd,eo posterior (Brahmanas. etc.) como de un todo de
Escrnuras o .. revelacion:- normauva. Sobre esta base ~ en la hnea marcada
por la5 primeras Upanisades. se hace una Interpretación de los térmmos
reencamación-karma-moksa. distinta del jainismo-budtsmo.
Partiendo de que la perfección consiste en la fusión del atman del hombre
con el Brahman universal. surgen lres métodos o \'las. no excluyemes entre sÍ.
para este proceso:
• Vía del conocimiento
Es el método que se encuentra en el monjsmo de las Upanisades clásicas. El
alman mdividual (o alma) es un elemento divino que se encuentra arrapado
en la materia del cuerpo. Para llegar a unirse con el Brahman o Alman uni-
versal. necesitará poner en marcha la ley del karma de unas acciones cada
vez mas elevadas para conseguir unas reacciones (efectos) cada \'ez más cerca
del Brahman.
La acción kármica se centra aquí ante todo en el conocimiento de Brohman
) en la concentración del pensamiento puro. Su expresión más caracteñstica es
la prácuca del yoga, término (al parecer tampoco de origen ario) que significa
ttenyugar». o enfrenar. tanto la fuerza física como la mental del yogui.
• flia de las obras
E el método que se encuentra en algunas Upanisades más tardia§. Su con-
cepción de la reencarnación-karma-moksa es la mIsma que en el mélOdo
anterior. aunque con ciena influencia del dualismo samkhya. que aceptaron
plenamente Mahavlra y Buda. Pero más que en el yoga. pone de nuevo el
acento en la práctica del rimal \'édico. Hay. pues. una vuelta al rilO. psicologi·
zado ahora como medio para adquirir méritos y alcanzar la purificacioo del
corazón. Así. mediame el cumplimiento de 105 ri tos se va acumulando un
konna meritorio que acerca más a la liberación (moksa) y por tamo a la iden-
lificación con Brahman.
• ViD ddD devoción (o bhDlai)
Es el métOdo que se encuentra en el hinduismo popular. Para el pueblo llano
resultaba demasiado abstracto el monismo de las Upamsades. centrado en el
98
prin.clplo. uruversal del Brahman. De ahI que siguiera con el politeísmo védi-
co. lOdtvlduahzando cada vez más a los antiguos dioses para poder comuni-
carse con eUos segun sus necesidades. Así. los antiguos atributos lOtercambia-
bies entre dtoses se fijan y el creyeme puede ejercer su devoción (la bhakti) a
unos cuantos dioses concretos. Esta de\'oclón se ceDlra sobre lodo en lOmo
a Visnú como el que creó el mundo ~ que deSCIende en sucesIvos «aValaras»
para restaurar el dlranno (la norma sagrada o religiosidad que se intensifica o
relaja en el mundo de los hombres). ) en lOmo a S¡ . . a como personificación
del .uempo en su aspecto destructor: el tiempo que todo lo consume (un dios
poSIblemente preario. corno ya se ha indicado).
AqUÍ encontramos la doble faz de la divinidad suprema. tan característica.
según Dumezil. de la lradicioD indoeuropea. Pero quedaba por iDlegrar a
Brahman. en tomo al que se centraban las Vías del conocimiento y de las
obras. Se llegó así -sobre todo en los Pura,¡Qs o «Historias antieuas~- a un
compromiso. más bien anificiaL entre el Brahman (en neulro. ~mo fuerza
sagrada) upanisádico y los Olros dos dioses. Esta síntesis llevó al nacimiemo
de la Trimuni o trinidad hindú. como un dios único bajo tres formas: Brahma
(aq uí personificado en masculIno), 'isnú y Siva.
Pero la bhakti se centró más específicamente en la devoción a dos avala-
ras o desr..ensos de Visnú para restaurar el dharma: los 3\'ataras conocidos
como lo. dioses Rama y Krishna. El primero es el protagonista del poema
RamayanQ y el segundo, del poema Mahaoharara.
• El "fel'ongello... del hinduismo
En el Mahabharulo se encuentra intercalado el precioso librito de la Bhaga-
l'ad·GilO o «Cámico del Bienavenrurado». que recoge las corrientes reseña-
das en un a síntesis heterogénea. centrada en la bhakti o devoción, en este
caso a Krishna. Así. en la Bhagavad-Gila encontramos unidos el monismo de
las Upanisades y el dualismo de la filosofía samkhya. teniendo como telón de
fondo la bhakti y corno figu ra divma el dios más popular de la India. Krishna
una figura a la que se ha comparado muchas veces con Cristo.
4. 1.2.2. La tradición mesopotámica en Israel:
del yahvismo al judaísmo
(Cf para lodo este apanado la obra ya citada de G. van Rad,
TwIogia del Antiguo TesUlmeJUO)
a) El }'ah¡'i.<mo
.:. El Canaán preisraelica
La .. tierra de Canaán» o la Palestina del siglo XlI], época de la conquista de
Josué. es una civilización predominantememe semita. a caballo entre las dos
99
!!randes culturas de Mesopotarnia ~ Egipto. Desde la perspectiva religiosa
Pertenece. pues. a esa tradición de teocracias presididas por reyes-sacerdOl~s_
Estos son los representantes del dios Baal o «señoTlO de la ciUdad. un dIOs
out> I!uarda toda\13 mu, marcados 105 caracteres del primitivo culto agrario:
ioca.1.
ci¡m; umdo a un im!ar del que es señor ~ al que el hombre tiene. que
!!3narSe mediante sacrifi~ios quizá incluso humanos. S610 más tarde Saal
;parecer;, como dios del CIelo ~ creador. equIparable al Mardu~ ba~i!oni?
Junto a Baal esta Astané. la señora (Baalat) del lugar. persoDlficaclOn sm
duda de la Maglla Ma/er primiliva \' equiparable a la Aseral (Anal) de Ugaril
'a la lstar mesopotámica.
. Se trala de una típica religión naturista cuyos rilOs eróticos (prostitución
sa2rada). tan vilipendiados por los profetas hebreos, no eran más que pane
de-un conjunto mas amplio de una religión de fecundidad: los ritos estaciona·
les que repre~entan las gestas del dios que muere (la siembr~) y resucita (la
cosecha): aunque hay autores que ven en estos c.ic1os del «enuerro del dIO$» y
del ... desoenar de) dios» unos rilas más bien de sucesión dinástica como.
según m¿do propio. ocurría también en Mesopotamia y EgiplO.
La reli!rión de Canaán es. pues. una típica religión de la Naturaleza. En
lucha con ~lIa. \' contaminándose de eUa. se rá como Israel alumbre al mundo
el Yah\ismo. u·na religión que. frente a la Naturaleza. acentúa ante todo la
Historia.
.:. Las tradiciones patriarcales
En este marco cananeo coloca la Biblia una serie de sagas de los antiguos ances-
trQ5i de tsrael. S trata de tradiciones orales de los anuguos clanes y tribus que_
tTaS tener su largo período de ,~da autónoma y ITas sufrir un proceso de decano
tación. entran en la BibJja refom1Uladas \,3 a lá luz de la fe yahvista. Según estas
sa.!!.as. 105. ancestro~ de Israel serian nón;adas venidos de fuera (hacia los sigl~
m-xvllI desde Jaran y antes desde Ur) que vagaban por el país acampando en
los alrededores de lo~ poblados sin mezclarse con los nativOS. ..
El dios de los patriarcas era al parecer un dio~ pastoril y nómada. aunque
en relación con los distintos lugares por donde andaban esos ancestro: Abra-
ham errando por Palestina central) el Negueb, Isaac casi sedentario en el
Sur \ Jacoh. nómada en Palestina central y Transjordania y establecido luego
en e-l Sur. Pero esa relación del dio~ del c1~n con los lugares (Betel. Mambré.
Guerar. Siquem. Fanuel. Berseba, Penuel...) donde precisamente existían
sanluanos cananeos -<:cm las correspondienles «historias divina. o leyen-
das de festhidad de sus diose5-. se reinterpretará a la luz de una ,'inculación
del dios tribal y nómada a las «historias humanas» O eestas de una genealogía:
la de Abraha~. Isaac y Jacob. nombres interrelacionados como una sola
Camilia de ancestros del único Israel. En torno a esta sola familia de cuatro
generaciones agrupará la Biblia (el redactor yahvista), en un resumen esque-
mático. los recuerdos de las distintas tribus.
100
Así. mediante la genealogía se fonna la trama de las narraciones de estos
ancestros y se vincula a su dios no sólo con los lugares concretos de la tierra de
Canaón (los lugares citados arriba y otros). sino también con el destmo ruslónco
de unos ancestros (ese dios C$ el "Dios de Abraham~,. el ..Terror de Isaac> v el
_Fuene de Jamb,, ) ~ su descendencia. el pueblo de lsroel (el.DI'" de Israel. i.
Tal desuno hlslÓriC~ se describe como un plan del dios sobre este grupo
con el que hace una alLol1::O (reno\'ada de Abraham a Jacob). sobre la Que ~e
asienta la doble promesa de hacer del gruJXl un gran pueblo y de darle ia lie·
rra de Ccmaan en que ahora habita como n1ranJero. Est~ ahanza se sella con
el sIgno de la clTCuncisiól1_ De este modo se ponen ya los Cimientos del Israel
posterior: en vez de los distimos baales. atados a sus respeclivo!i lugares de
culto. un solo dios de cielos)' tierra comprometido con unos hombres: en vez
de peregrinos e>'1ranjeros en tierra ajena, moradores de la rie"a promeliáa \'
en vez de tribus dispersas. un ún ico pueblo de Israel. '.
.:. La conquista de Josué
En la primera mitad del siglo XlII los israelitas expulsados de Egipto 4<con·
quistan » la tierra de Canaán. M~ que una conquista por pane de todo un
pueblo (libro de Josué: es Yah\'é quien entrega la tierra). debió tratarse de un
largo proceso de asentamiento en que cada tribu fue abriéndose paso como
pudo (libro de los Jueces: )ah"é suscila caudillos).
y es que dif¡cilmente se puede hablar en esta época de Israel como de un
pueblo ya formado. Incluso es probable que no todas las tribus ¡¡«aran del
desierto. Quizá algún grupo ViDO desde la 1';0 maris (bordeando la costa).
entrando por el Sur desde el oasis de Cadés. Sea lo que fuere. la tradiCión que
predomma en la Biblia es que la confederación que más tarde será Israel se
formó en lOmo al grupo del É.xodo. el grupo de Moisés. que no siguió 1í1 l·ia
matis al salir de Egipto sino la interior (Horeb) y entró en Canaán por el eSle.
.:. El Pelllateuco: primer cuerpo de Escnntras
En efecto. esta es la tradición que se plasma en los documentos más anti!!uos:
las profesiones de fe o credos culrualcs de Israel. Se trat2 de unos sum~n05
históricos donde encontramos. en perfecta sucesión cronológica. la pnmera
concentración de hecho~ que Israel considera como el núcleo de sus tTadlClfr
nes hislóricas. El acontecimiento central es sin duda el exodo o salida de
EgIptO. con el que se Vinculan la guía de Yahvé por el desierto y la conquista
de Canaán (así en DI 26.5 -9: Jos 24: Sal 78; 105: 136: etc.). Pero Israel mnci-
be estos hechos no como una epopeya nacional sin más. smo fundamental-
mente como hechos de Yahvé (4<las guerras de Yabvé»): es dec'IT. como la vin-
culación de Yahvé al destino histórico de Israel.
En tomo a esta [radición principal se irán agrupando otras tradiCiones
históricas secundarias: la tradición sobre la promesa a los patriarcas. de que
101
 .-
hemos hablado: la tradición sobre el Sinaí y otras. independientes. que tamo
bién acabarán agrupándose en lomo al éxodo)' a la figura de Moises. MOisés
no estaba al principio en todas las tradiciones, pero el proceso redaccionaJle
fue conVlmendo. más por su oficio que por su persona. en centro de trabazón
de muchas tradiciones independiemes relacionadas con el lugar del Sinaí: as:i
el .Libro de la Le,'. (DI 1::-26): el «LIbro de la Alianza> (Ex ~1-:3).12 _Le)
de santidad)1 (b 1--26). elC .. añadidos mas tarde a las narraciones de la pri-
mili\"a hierofanía en esa montaña sama.
Partiendo de estas tradiCiones hiSlOricas ~ nUlriendose siempre de eUas.
sin la más mmima concesión al mito. fueron surgiendo una serie de tradicio-
nes teológicas. como la Creación a modo de prólogo a la historia de Israel. la
revelacu:in del nombre de Yahvé. la santidad de eSle nombre. elC .• que robus-
tecieron el fuste del yah\'ismo. Pero esto será la obra de los llamados redaclQ-
res o escuelas de recopilación y reestructuración de las tradiciones orales.
que se llevará a cabo sobre todo a partir de la instauración de la monarquía.
Mienlras tanto. sigue la penetración de Israel en la tierra de Canaán. Con
ella va ocurnendo también la toma de posesión de Yahvé de los santuarios
cananeos: la sustitución de los mitos de sus dioses por la acción histónca de
Yahve en su pueblo. 1srael entra así. de un modo peculiar. en la "adiCIÓn
mcsopolamica donde un dios principai se impone sobre los otrOS manu milito-
n. Así. sobre el magma de los rilOs agrarios cananeos de la Naturaleza. e~"lra­
ños a gent~ del desierto, se fue perfilando la antigua religión de Israel como
religión de la Histona: el )'ahnsmo.
La con\!ivcncia entre cananeos e israelitas es la convivencia del )'ah,~smo
del desierto con la religión agraria de Canaán. Si el yahvismo apona a Israel
la concienCIo. de ~u destino histórico como pueblo elegido entre las nadan es.
pero un destino histórico vivido en la sucesión cronológica de los hechos-
aconreClmlCIIlOS de Israel (éxodo-lravesía del desieno-conquista de la tierra
promelida). la~ ficsras canalleas le aponan el lenguaje celebrativo para la
reactualización cúhica de esa historia.
Se trata de la difícil convivencia entre el rrempo lineal de lo h~lOria ) su
encamación en el nempo cíclico de las fiesws. Es decir. entre la historia como
sucesión de hechos irre\'ersibles) su ordenación reversible en el culto según los
Ciclos de la naturaleza. Tal tenSión entre historia y naturaleza no desaparecerá
nunca en Israel e irá buscando -en la clave de concebir la J\aruraleza romo
Creación y a Yahvé como Creador y Señor de la hisloria- una interpretación Y
lenguaje propios en cada una de sus etapas (primitivos documentos redaccio-
naJes. historia del deuteronomisla profetismo. historia del cronista.. etc.).
Este material narrativo que encontramos ya organizado en el Pernateuco
es el producto de la fusión de al menos tres redacciones o '¡u.enJes- princ:pa·
les. más un documento independiente. Las tres fuentes. brevemente. son:
_ La yaln:is1a (J) , denominada así por usar el nombre de Yabvé. incluso
antes de su revelación en Ex 3.14. Su fecha es probablemente de antes .del
10~
721 (caída de Samaría), y su lugar el reino del Sur. Su material redaccional
abarca desde la .C reaclón hasta la conquista. No acenrúa el carácter relis!ioso
de los hechos m p~rece t~ner influjo directo de los profetas. Su obJe[i~o es
resaltar la presencia continuada de Yab"é en la histona de Israel'. un d'lOS-
una tIerra-un pueblo. Yah\'~. {"DIOS de Israel».
. - La elohlSlo (E~ llamada así por usar el nombre de Elohim (plural de
t< EI ». en el senudo de ~<dlos de dioses») hasta la revelación del b d
Yah _ E.... "om re e'
\'e en .L.."\ =.]4. Compuesta ha~ja el 750-700. procede de circulas profeti-
cos del remo del none. Su maten al redaccional abarca desde Gn 1" ('b -
h ) h I . ..~ra
a~ 3:ta ~ co~qUlsta. Acentúa el carácter religioso de los hechos" está
baJO en mfluJO directo de Jos profetas. Su objetivo es resaltar las e}.i!!~ncla!'
morales. Esta fuente se fundió con la ante rior. posiblemente \,a en ~I siolo
VII. dando ~omo resultado lo que se llama el documento yehOl'isío (JE~ o
_ - ~I códIgo sacerdO/ol (P: del alemán Priesler-KodCI~ Se compuso hacia
) 704!). durant~) después del exilio,)' procede del antiguo reino del Sur. Su
maten al redac~lOna1 abarca desde la Creación hasta la conquista, acentuando
I~ obra de Aaron (en paralelo a como DI acentúa la de Moisés). EsIO la con·
,~ene en una lectura nmal del yahvlSDlo a través de la histOria de las institu·
clones c~huales. Su objetivo es presentar la sucesión cronoló!!ica de los
hechos (lJempo lineal del DI). jalonada por las fiestas (tiem po cíciico a",ario
cananeo) de reacrualización cultuaJ. -
Pero a estas tres fuemes ha} que añadir el Deweronomio (DI' A
I'b . d . ' parece
c~~o I ro m epen~lente (Dt). el último del Pentateuco. pero mnuve lam-
bien eni
d otros" matenales (los llamados del deuteronomislD' dlrl Se compuso
.
urante e Siglo VII a base de un núcleo redactado en el reino del None "
complelado
. luego
.' en el del Sur tras la.
reforma
.de Josí", (6°7)
__ .Es. pues. pos-.
tenor ~I.JE) anten or al P. Su matenal redacclonaJ inclu~e las instrucciones
de .~OIses en M~ab. ampliación de las del Sinai. Es. así. un compend io cate-
queuco. del. ~'ahvls,~ o sobre tradiciones ya fijadas. Usa el género literario de
la predlcaclo~ lev~lIca -aunque en un contexto proféticC'-. en que se unen
1m hech~s hlslóncos con una parenesis O exhortación. para demostrar la
~ohere.ncHi de los «hechos de Yah\'é,.: la libenad del don divino freme a la
mfidelldad del pueblo.
_ c.on D1. comienza. pues. la era de la «reflexión,.. o interpretación herme-
neullca. pas~ndo. de la tradición oral a la «Escritura,.. Su objeti"o es demos-
lrar que la hlsto~.a de I sra~1 responde a un plan de fururo de Yah\"é: el +lbov»
d~ cada generaclOn. Lo nusmo que encontraremos en los autores deuteron'o-
mIstas (dtr) que escribieron los t<libro5 históricos», llamados en la Biblia
hebrea .cProfetas anteriores».
Estos ~atro documentos reestructuran, pues. el materia1 amerior (cúlti·
co-narrauvo) dando como resultado. en apretada síntesis. lo siguiente:
- Los hechos que se confiesan en los antiguos credos histórico-cultuales
y que se exponen en los sumarios primitivos (Dt 26. 5ss.: Jos 24: etc.) no son
103
episodios aIslados. SI[JO una \·erdadera historia u-azéida segun un plan: la his·
IOria salrifica de }QJu'é. Esta hIStoria tiene su centro en el Exodo:
- A la secuencia de esos hechos como historia se incorporan ahora las
aOllguas sagas patriarcales y tribales. Ahora la tierra prometida a los patriar-
cas. es la uerra emregad~ por Yahvé a Israel: lo tierra de Canaoll; ahora la
descendencia prometida a los patriarcas es la anfictionía de las doce tribus: el
pueblo de Israel
Estos cuatro ducumentos con los que se forma el Pemareuco consriruyen
el pnmer cuerpo de Escrituras canónicas del Judaísmo. El objetivo de estos
documentos no es ha er una metafísica de lo divino. ni una antropología. ni
una ml!'tica ni una moraL .1\.1 contrario de las OIras religiones mesopmámicas.
donde predomina la hinchazón de afirmaciones sobre 105 dioses -mitos teo-
gónicos. «historias divinas)·. leyendas de festividad. ete.-. 10 único que se
cuenta de '{ahvé en la Biblia es su ..:gcsla » dentro de la misma historia de
Israel. (Lo mismo hará el 'uevo Testamento respecto de la .cvida» de Jesús.)
De este modo. la Biblia es prácticamente el único libro rehgioso que. en
(i1reclO. apenas dice nada ad mtro de Dios. ¡Sólo silencio~ Sólo se habla de él
ad exIra: su actuación en la \'ida de los hombres l en la hisloria.
.A..si. el objetivo de esos cuatro documenlO~ deJ Pentateuco no es otTO que
la IJlsrono de Israel concebida como JuslOrio de la sal\'ación de YÜ/1l'C para con
su pueblo. Desde esta perspectiva. hay que decir que la Hisiona -pero una
histona concreta. esta hislOna- es la cateeoria determinante del yahvismo.
Es lo que aquí denominamos como 4<hislOri; bíblica».
.:. Los «profelas anteno1'f!S1- o la «historio bíblic(l).l:
segundo cuerpo de EscrirurllJ (primer bloque)
La Biblia hebrea liarna «profetas anteriores.. a los libros que narran la histo·
ria de lsrael desde la conquista de Josué. pasando por el período de la
monarquía. hasta la vuelta del destierro de Babilonia. Por los tiempos en que
el vahvista " el elohlsta van recopilando \la las distintas tradiciones orales. ,.
c~do empieza a configurarse el Deuter~nomio (mientras el código o doc~­
menlO sacerdotal no se redactará hasta la época del destierrol. se hace nece-
sano narrar otro hecho totalmente distinto y de una novedad desconcenante:
la Instauración. uayectoria). finalmente. ocaso de la monarqUla de 1m remos
del Sur o Judá y del None o Israel.
Este periodo se cuenta en tres obras de hislOriO btblica: la obra del #tQIIÓnt·
mo rlusuadoJf, la obra del deweronomisla (dlr) y la obra del cronista (e,).
Como en Egipto y Babiloma, también en Israel. sobre lodo a panir de Salo-
món, existieron crónicas de los distintos reyes. que estos autores bíblicos
conocian y que aprovecharon: además de otras tradiciones orales. Pero la bis·
taria de: estos tres autores -cada uno con su peculiaridad- se distingue de
esas crónicas por ser una obra de «historia bíblica~. Es decir. no les interesan
tanto los hechos brutos.. cuanto su dirección de senudo desde la perspecuva
]().¡
de si ~e ~ no una historia d: la salvación .de Yahvé para ron su pueblo. ~o
son hls~onadores al modo gnego de Tucídldes. concibiendo la historia como
una ItluslOTÍOa> o e!'cueto testimonio de 105 hechos. que podríamos calificar
co~o una «Imagen critica de la historia»: ino (\profetasn O tool020s de la his.
tOna. c~~ceblda como prol'identta. que podriamos calificar co~o «imae:en
kengmancéi ---de ke'ygma: mensaje- de la bistona ». -
De estas tfes obra~. las dos pnmeras: -la que llamamos del anónimo ilu~- •
trado y la del deuteronomista- formarán el segundo cuerpo de Escnruras
Ju nIO con I?s "profetas posteriores»: es decir. los profetas propiamente
dichos: Amos. Oseas. lS31as. erc. La tercera obra. la del CTODlSla. es posterior
) forma parte en la Biblia hebrea del tercer cuerpo de Escrirura o los «EliOCri.
tos».
He aquí una breve noticia de las dos primeras obras:
. ---: La toh istorla bíblica)) del anónimo ilustrado. Se trata de un escrilor
mfluld? por la ...lIustración » que floreció con Salomón: si bien a12unos cnli-
cos alflbu~en estOs pCisajes también al deuteronomisla (dtr), aunq~e apován-
dose en este sup~estO autor ilustrado. Debió escribir su obra entre los si·l!los
IX-VIII. ~ues refleja el espiritu de esa f1uslrCición. sin ad\'enirse en él una h-ue-
lIa profeuca clara como en el deuleronomista
Su malerial redaceionaJ abarca: I Samuel13 (SatiJ-Da\ld) -:' Samuel (rei-
nado de Dal'ld ) - ] Re"es 2 (subida de Salomón). Sobre Iradlelon", amerio-
res..construye una dialéctica eorre la profanidad de la poJítica (subida de
DaVid a~ trono y .su. sucesión) y el mesianismo de la profería de Natan (2
Sam~el 1). Su .0~JeuYo es presentar cómo Yahvé guía ahora la historia. no
mediante pro~I,gIOS eXlernos. sino desde el mismo discurrir de sus hechos.
desde el corazan del hombre. protagonista de esa historia. Es una obra maes-
Ira -de la misma é~~a o .an:e.rior a Homero-. comparable tamo a la epo-
peya como a la narraClOn hlstonca !!Tecolatinas,
- La «historia .bíblica » del d;urerollomislQ (dlr: ver arriba Dr). Debió
com~nerse en el Siglo VI. en torno al c>.ilio. Su material redacclonal. sobre
tradJ:lOnes ya fijas. parece tener dos redactores. El redaclDr A abarca desde
Josue yJueces a 1 Sarnuel12 (sólo Satil): en el libro de Josué. el prolagoniSla
es Yan'e. que. por fidebdad a la promesa. bace e1Jrrega de la lierra al pueblo
con gran. rapidez. En cambio. en el libro de los Jueces ~ J Samuel }-12. el
prOlagomSla es el pueblo que. por infidelidad a Yahl'é. ha de hacer Irabajosa-
me~te la. conquwG de esa tierra: y lodo en una dialéctica de: pecado-casn~o­
pen~tenc~a-perdón. y vueha del ciclo con cada juez que suscita Yahvé (cf. J~e.
ces _.1 1--3).
El redae/?r B abarca desde] Reyes 3 (reinado de Salomón) l' lodo 2 Re,es
(hasta la ~31da de Jerusalén en el 587). Los protagonistas son los reves:· su
a.cumul~cI6n de culpas en ~(sucesión lineal~, por no ser como David. El obje-
tl\O de ambos redactores es hacer una lectura «proféticalol de las tradiciones
q~e subyacen ~ Jos libros de Josué. Jueces y Reyes. construyendo una teolo-
gla de la «fidelidad de Yahvé,. frente a la ~culpa de Israel» )' sus Ungidos. La
105

historia responde así a un plan de futuro de Yahvé: la nUe\'a realidad que
Yahvé creará,
.:. Los -pro/eras posreno~· o ffla nuel:a realidad>:
s<gIUldo cuerpo de EscriU/ros (segllndo bloque)
A la vez que se escribla la obra hislórica del período monárquico (los "P rofe-
las anleriores»), se empezaba a compilar la obra de los profetas propIamente
dichos. Obra que consta. en general. de ue cuerpos: . do como un pueblo sm tierra en el exilio o baJO el dommio de OIro Estado. (Cf.
_ Sus dIChos proféticos. en nombre de Yah\!e y redactados en verso: ora-
culos. etc .. como vaticinio'S del futuro. basados en la t!lipologia Jot de los hecbos
del pasado: . b) Judaísmo clásico
_ Sus relmos vocacionales en primera persona. fechados en ell1empo en
que sucedieron; ' .
_ y narraciones en tercera persona sobre lo sucedido al profeta en su
circunstanCIa histórica.
Como hemos indicado. la Biblia hebrea los incluirá en el segundo cuerpo
de Escrituras. junlO a la obra histórica deUleronomista. Pero la palabr~ de
estos pr íetas \'a a significar una améntica ruplUra respectO de ese yahV1Smo
que. como religJón oúcial del Estado. se practicaba 1.3010 en el remo del. S~r
como sobre todo en el del None. Esta ruptura está. SIn embargo. en conunw-
dad con la herencia amerior de los antiguos ~credos hislórico-cultuaJes>' Yen
la linea de la ~(histona bíblica».
Es necesario subravar la lección que subyace a la distribución de la Biblia
hebrea. a Que hemos aJudido. al denominar (l( Proferas» - ameriores) posterio-
res. aunque sus autores fueron muchas veces contemporáneos- a los libros que
\"dn después de la «Ley,. (o Torá) y antes de los ..:Escril~s~. En ef~.o. alll~~ar
profetas a los historiadores bíblicos. est~ SIendo fiel a la IOlerpreH:lClon teologJC2
que- preside ~sos libros de histOria y que ~ub~ya sobre lOd~!a escuela deUlero-
nomt5ta (dtr): la historia de Israel como hlstona de la sah-aclon.
Pues bien si lo autores deUleronomistas hiCIeron «profecía» al redaclar
su obra histórica los profetas haran por su parte «historIa» en el ejercici? de
su obra proféuca. En efecto -junto al mensaje religioso o la personahdad
espiritual de los profetas de Israel. que es 10 que normalmente se subraya- o
lo que una auténtica exégesis bíblica pide sobre todo es _q.ue n~ se los saque
del conte)"lO de la ~histoña bíblica» en que ejercen su mISIón, SIDO que se los
interprete desde eila. . _
Pues los profetas de Israel-aunque en cominuidad con.la an?gua tradi-
CIón espiritual del desieno-- no vivían retirados como e.re~ttas. ru estab~D. al
s.crviCIOde un santuario oracular. del tipo de Delfos u Ohmpla, SInO que \1Vmn
la vida cotidiana de su pueblo y desde eUa profetizaban. y lo hacían ~bre
lOdo en esos momentos cruciales en que amenazaba una tOrmenta y surgla la
tentación de refueiarse en el pasado. En ese puma es donde el profeta daba
el golpe de timó~ para orientar al pueblo precisamente hacia el fuwro- Se
106
huía así de las falsas seguridades que suponía tal refugio, para abrirse a una
nueva irrupción de Yahvé.
Desde la perspecov. del profela. lo que imponaba no eran los hechos dise-
cados en el tiempo. SLOO la garantía de que Yahvé no se negaría a sí mismo.
dejando inconclusa la promesa) siendo mfiel a la alianza. De este modo los
profetas colocaban el diSCurrir rustónco en un mo\'irmento conllnuo de tensión
escatologica entre la promesa y su cumplimiento: la rJuel'a realuind. Esta es la •
autentica mplUra que predicaron y \ivieron. precisamente cuando Israel se
asentaba en el presente como un Estado monárqUICO o se refugIaba en el pasa·
A. 'EHER.LA esellcw del profensllw. Ed. Sigueme. Salamanca 1975.)
Los ESCRITOS, TERCER CUERpo DE EscRIl1JRAS
.:. lA obra hlSlórica del cromsra ter)
Esa ruptura de la nueva realidad. que lIeyaron a cabo los profetas. significaba
que las tradiciones anteriores - las constituyentes del éxodo. travesía del
desierto y conquista. Jumo con la independientes que se vertebraron en
lomo a eIJas) las añadidas en el reino del Sur sobre la dmastía de Da\id \'
Jerusalén. el temolo \' el monte de Sión. etc.- eran va un Iucar teoló{lÍco d~1
pasado. En vez d~ d~carlas. eUos las con\'mieron e~ profecÍas de lo ~'enide­
ro y en «tipo» de lo nuevo.
Así. de las tradicioncs históricas - y de su meditación sobre ellas como his-
toria de salvación: las tradiciones teológicos- o que constituyen el primitivo
yah\'lsmo. surgen ahora las tradiciones profeIiclu que \"an a hacer de ese yah-
vismo de Israel una religión universal. de donde wmará arranqu e el cristia-
OIsmo. Pues lo que hizo la profecía fue proyectar hacia el fururo de lOdos los
pueblos aquellas antiguas tradiciones como vaticinios de una nueva realidad.
Dentro todavía de Israel, los profela" ponían <!sí en marcha la anti[!u~
promesa de Yah\'é en el marco de la djaléclÍca cumplimjemo-no cumplimien-
to. Ame una dialéctica tan dificil de calibrar en el uempo cabían dos actitu-
des. Una. la Iipológica de vivir los nuevos sucesos. de la historia como aconte-
cimientos en que se cumplen los sucesos del pasado: aconteCImientos que
conunuan el plan de sal\'ación óe Yah\ é y conducen a su reconOCimIento.
segun la antigua sentencia: «para que reconozcan que yo so)' Yah\ré» (Is 43,10).
y otra. la de orillar la esperanza escatológica a que in\'naba esa tipología
) leer los acontecimientos del pasado como un sisrcma de prácticas culruales
y de verdade suprahistóricas que sirvieran de seguridad frente al azaroso
nuir de los sucesos en que Yabvé acechaba) sorprendía siempre a Israel. Es
decir. una construcción de un sistema trabado como «religIÓn,. (la \'lielta al
mito originario de la tradición mesopotámica), en lugar de la continua escu·
cha de la palabra de y.hvé en el tiempo.
\07
 Esta actitud fue la qUE' en general -tras una primera expectativa mesiáni-
ca de un reinado de Dios inmediato-- escogió el Judaísmo clásico que nació
con la comunidad postexilica. A este sentimiento de mJedo al porvenir y a
esta pequeña comumdad. con\'encida del agotamientO de la profecía (cf. Sal
-~.9: - 7.9: Ez - .26: Laro 1.9: elc. l. debemos. SlO embargo. la recopilación
minuciosa de la herencia anterior que constiluye la Biblia hebrea.
Esta comunidé!d. íarmada sobre todo por supervivientes de la tribu de
Judá (ames «judanas». al \;\1r junto a las otras tribus. y ahora ya propiamen-
le «Judios,., : cf. Esd 1-2), ya sin el aliento profético de los antiguos deUlerono-
mIstas del None y anclada en la nostalgia del reino de David. se consideró a
si misma «el restO de Israel lt (Esd 1. 4). Su vuelta del desneiTo se concibe
como un nuevo éxodo ~ un segundo comienzo. Igualmente Esdras es conside-
rado como tlsegundo legislador» después de Moisés. Todo se cumple_ pero en
una c1a\'e distinta de la ~historia bíblica)) propiamente dicha. ESla es la obra
del Cl'Omsta. tan diferente de la historia bíblica del «anónimo ilustrado») y del
deuteronomlsta.
El Estado teocrático judjo -al principio una simple provincia persa. luego
helenística y a la postre romana- que se formó con Nehemías )' Esdras. )' que
narra la obrd del cronista. se basaba en la siguientes insntuciones:
- La Leyes decir el Pentateuco como código normativo. Si en otro
tiempo fue una tradición VI\'a que se acomodaba a cada encrucijada hislónca
en que Yahvé sorprendl3 a Israel (así sobre todo en las «redacciones,· J. E Y
Dt), ahora se conviene en un teJ.10 fijado e intocable. Ya no se lee la Torá
desde la historia. sino ésta desde la Tora convertida en Ley.
- El Temp/o. reconstruido y visto ya definitivamente desde la cenlraliza-
ción de la reforma que hizo Josías en eI6:!2.
- Lo Sinagoga la gran novedad del exilio. donde empezó a leerse la Ul
en un CIclo sabático anual. acompañada de la lecrura de los ProfelOs o de los
El'crUos. Será el sistema de lecturas que copie el cristianismo. añadiendo una
lectura del Evangelio)' Olra de los ApóSIOJes. según el esquema -de cuatro
leclUras- que se \'e plasmado en la escena de la Transfiguración (l\1c 9.2-8 y
para!.).
- El sacerdocio)' los escribas. COIDO aCiQres de la nueva teocracia. Duran-
te este período entran en el pensamiento judío las corrientes zoroástricas
sobre ange.ologla y apocahprica.
.:. Los sabiOS y la apocalíprico
Mientras la obra del cronista transcurre durante el periodo persa) en los Escri-
tos denommados _Los sabios» se advierte la crisis del pensamiento judío en
su choque con el helenismo. Así hay un lipo de Escrilos -Job) Qohe/el o
Eclesiastés- en que palidece la t<hisloria biblica» y todo se asienta en la tra-
dición teológica de la Creación. Pero una Creación desvinculada ya de aque-
lla hl5tona } en parte concebida al modo del cosmos helenístico. Queda toda-
10
\;a. sin embargo: el monoleis~o de los antepasados con el que no acaba de
rompe~ el e~eptlco Q~helel (hbro ~ue enlra en el canOn por su atribución a
Salomon): Un monOleJSmo que se Impone en ~I libro de Job (siglo v). en el
que se le,"nla poderosa la personalidad del diOS biblico al que Job Uama a
tI~nlJenda » ~ en la que es aplastado. Pero este Edipo judío es un héroe indi-
\ldual ~ su "'pecado.» no está ya en la entraña del pueblo de Israel como lo
estaba la «culpa,.. de ese otro Echpo aplaslado -no por un deslino. sino por.
una \'oluntad personal-llamado SaúI.
Fr~,nt~ a este tipo de Escritos surgen otros -PrOI'f!rblOs y Be" Suac o
Eclesla5tlCo-- que rrat~n de escudriñar esa misma sabiduría dIvina colocán-
dola de n.uevo en la ... hJ~lOml bfollca,... Así. en Ben Sirac la Creación vuelve a
ser ~I prologo ?e esa ~ISlO~Ja (~i 42.15-B). de cuyos prOtagorustas se bace
aqUl un encc:ndldo elogIO (SI 44-)0). Es: sin embargo, un libro postcanónico.
" En esta ltn~~ de meditación sobre la historia y en lucha contra su COnver-
SIOO en . metaflslca por pane de las corrientes helenísticas. surge una última
redaccJOn ~~ .Ias recogidas en los .libros canónicos: la apoca/ípaca. Su repre-
semame maxlffiO es el aUlor del Libro tU Da¡¡¡e~ un libro que la Biblia hebrea
coloca entre los Escmos y no entre los Profetas. como lo hará la Biblia meoa
(de los S:tema o LXX). Debió e ribirse este libro en el SJ!!lo 11 3. C. ~ras la
persecución de Anúoco JV Epífanes. que llegó a levantar u; alt.ar a Zeus en
ellemplo de Jerusalén: .Ia abominaCión de la desolación. (Do 11.31: EIl).·
~omo en el. pro:eusmo clásj~. Damel trata de dar aquí una respuesla al
senudo d.e la hJSt.ona. ahora medIante una apocalíptica: es decir. anunciando
un catachsmo umversal y augurando la instauración de un "reinado de Dios,..
Ante lo primero. e.l libro de Daniel plamea por pnmera \ ez en la Bibli~
hebrea -pues los hbros .de Jos Macabe05 no san canónicos en la Biblia he-
brea_ como tampoco el libro de la Sabiduna- la resurrección individual de
Jos muen~s (Dn 12:J-3) .. Respecto a~ reinado de Dios. ya no se apela a un
mes¡as «hIJO de_D~vJd» . SIllO a u~ enViado de Dios desde el cielo: «el llijo del
Hombre. (Dn I,b: d. lo, apócnfos de Henoc y IV Esdras). El Nuevo Testa.
mento. por su parre, unirá estos dos aíquetipos. en la figura de Jesús. .:Hijo
d~l ~~mbre» a ~UJen Dios r~sucita como ~el Cnsw». En efecto, toda la pre.
dlcac~oo de Jesus ~ centrara en el anuncIO de la venida del «reino-reinado
de .0105)1 : u~ anuncIO que sus discipulos verán cumplido en él como Umrido-
CnslO de DIOS. "
ELJUOAiSMO RABiNlCO APENOICE PO='NÓ"ICO
En el siglo 1I a .. C: aparecen junto a los saduceos y escribas Jos fariseos. Se
trala. de un mOVimIento religioso de interpretación más amplia de la Ley. que
em?leza a configurar una Torá oral junto a la Torá escrita. Cuando cae Jeru-
salen ~ los romanos destruyen el templo. los fariseos. ahora como rabinos. se
convIerten en la aUléntica autoridad religiosa de las comunidades de la diás-
pora. Exponen la Torá oral en cenrros de estudjo y academias empleando un
109
género de Interpretación Uamado midrash. Había dos clases de rnidrashirn: la
Halaká (camino. nonna) y la Haggadah (hJStoria. narración). La primera es
una exposición legahSl3 de la Torá. mientras que la segunda es su interpreta·
clón homilética.
Hacia el ~20 d. e el rabino Judá Hanasi recogió algunas de esas imerpre·
taciones (sobre todo las haláktcas) en una obra llamada Misná (repetición).
A su vez. de los comentarios a la Misná surgieron nue\'as obras. Gemara
(añadid ura. culminación). Finalmente. de: la recopilación de estas nacieron
las dos redaCCIones del Talmud (estudio. doctrina). la babilonia (siglos V'Vll) y
la palestina (siglos IV-V}.
Mientras que la Tora escrita e~ fundamentalmente la ampliación de un
Credo histórico (é>.:odcrdesierto·conqUlsta). obra de los distintos redactores o
fuentes (J. E. P. Dt). que a su vez se amplia en la historia bíblica del anónimo
ilustrado y del deuteronomista (dtr) (desde la conquista hasta el destierro). y
que es el fondo de tradiciones históricas y teológicas sobre el que se constru-
yen las tradiciones proféticas, ya la obra del cronista (Cr) (una lectura estereo-
tipada de aquella hlStona). pero sobre todo la literatura rabínica (la Tora
oral. colocada a la altura de la esenia) son fundamemalmente un sistema de
normas de comportamiento que reduce la profecía a enseñanza para ¡me·
grarla en una legislación social.
4.2. Budismo-Cristianismo: dos religiones «tipo »
Las dos religione que acabamos de presemar son dos sistemas cerrados y de
una coherencia total. el hinduismo como rehgi/m mística ~ el judaísmo como
reJigrón profética. El pnmero basculando sobre el mo y desembocando en una
mística teológica sin par) el segundo basculando sobre la histOria para aca·
bar refugiándose en un legalismo antihistórico. El primero como tOtal divini·
zación de la existencia humana \' el seeundo como 10la1 hominización de la
existencia dl\"ma. ."-
Pero son Sin duda los dos modos más representativos con queeJ alma
humana ha e>..-presado lo sagrado en el hombre o lo sagrado del hombre. Por·
que en estas dos religIOnes ve como en ninguna otra la complejidad de
expresar lo sagrado mediante constelaciones de hlerofamas. Como acecha
siempre el peligro de que el ..csym-bolon» se conVlena en «diá-bolos». el sacra·
memo en ídolo y la religión en magia. Cómo se puede pecar por JUllchauJll de
sacralidades ~ cómo se hace a veces necesano un proceso de seclllarcación de lo
religioso para «110 tomar el nombre de DIOS en \'anolo} (cL Ex- 2O.i: Dt 5.11).
Esta necesidad es a1 parecer lo que llevó a que en el seDO de estas dos reli·
gione se produjera esa mprura que ya hemos señalado: en el hmduismo la
ruptura·separación budista)' en el judaísmo la ruptura -continuidad cristiana.
En uno y otro caso tal ruptura se dio por un traslado de sacralidades desde la
esfera de lo dhino a la existencia humana.
110
Todo esto hace que el budismo y el cristianismo se presemen también
como dos religiones «[ipo»; de la sobnedad y de la exorcUilción frente a la
ebriedad e hinchazón de sacralidades del hinduismo y el judalSmo_ A su vez.
el que nazcan de éstas nos ahorra entrar en una exposición detallada de ellas.
para. centramos precisamente en esc su distintivo de ruptura respecto de las
religIOnes ~lIpo») de que nacieron.
4.2.1. El budismo: la existencia humana como contingencia
Cuando Siddahna liene su iJuminacion no acude a1 sistema de sacralidades
del vedismo ni pane de é.l reformándolo corno por esa época están haciendo
los eremitas upanisádicos. Por el contrario, lleva a cabo una reducción antro-.
pológ¡ca tan drástica de ese sistema que traslada los avalaras védico·hmdúes
de los dioses. y su reflejo en el mundo. a Jos procesos de la propia conciencia.
Las ~hi$torias de los dioses,. se sustituyen así. no tanto por una «historia
humana» que sigue estando ante lo divino. cuanto por el entramado psicoló-
gico de una existencia humana amóclOna. De este modo. el mundo de los
dioses queda enmarcado en un parémesis de lOtal silencio y la plenitud de su
absolUlo queda traducida en el vacío de la contine:encia del hombre
Un silencio. naturalmente. intencionado y u~a contingencia ~nscienle.
menle asumida. -<Han muerto los dioses. ha nacido el hombre». dirá muchos
siglos mas tarde. ietzsche. Se trata de una inversión copernicana donde el
sistema doctrinal. el armazón rirual y la trayectoria del alma. que presentaba
el vedismo· hinduismo. quedan ahora reducido a un «conócete a ti mismolt
de pura ascesis. por Olro lado sm ningún e>"1remismo trágico: la \ía media.
En efeclo. cuando Siddharta consigue su iluminación)' se convierte en
Buda. resume S1l proceso imciálico (una rnystagogia sin rito) en est<iS cuatro
verdades: «la noble verdad del dolon.~ «la noble verdad de la causa del dolor:
el deseo).: t<la noble verdad de la superación del dolor: la eninción (niIvana) del
deseo»): .. la vía media que conduce a esa extinción: el dhannQ.lt (o doctrina
budista).
Esto hace del budismo la más pura vivcncia de lo sagrado en el vacío más
desacralizado de la expresión de lo religioso.
4.2.2. El cristianismo:
la existencia de un hombre como hierofanía
Hemos subrayado como originalidad baslca del yah\'ismo-.judaismo la historia, y
más en concreto la historia de Israel como signo de salvación de las naciones.
En continuidad con esta línea: el cristianismo afinna esa hierofanía de la histo·
ria: pero. en ruptura con esa misma linea. el cristianismo traslada ahora esa hie-
rafania a la historia de u.na existencia concreta: Jesús de r\azareL
Se da así el último paso de descenso y concemración de sacralidades: de la
naturaleza a la historia} de ésta a una existencia humana. Si antes había que
entrar en la trayectoria del pueblo de Israel -así tOda\ía los profetas- para
111
participar en la promesa del «Dios de Abraham". y en los bienes de la alianza
del . Dios de Israel>_ en esta última etapa (<<plenitud de los tiempo,») de la his- 1..0 sagrodo
toria de la salvación. ese dios se manifiesta a lOdo pueblo) a lodo hombre
como el te Dios de Jesucristo)•. Con esta hierofanía definiti\'a de lo divino en 1m. agrono o panudd J(X)()(jJ
Jesús de Nazaret. el mismo Misterio de lo sa!,Tddo se hace «biografií'" en cada
existencia humana. Y no por una disolución de lo sagrado en la profanidad del
mundo. sino por la asunción de esa profanidad en la eXiStenCia humana del
CrislO y de todos cuantos personalizan en sí la trayectoria de esta existencia.
Rel. naturaleza rl ~ Re!. casa I
AqUl es donde budismo y cnsuamsmo se acercan y se diferencia el uno del
;
Bloque Bloque Bloque
ouo como nacidos. el primero de una religion «mística), ~ el segundo de una euroasláuco amenndlo AfnC3·Ausuaha
religión ('proféuca». En la religión mlSllca IOdo sucede en el interior del
hombre como una acción psicológica. El proceso imciático de Siddhana es ,
(m. urbano a ptJmrdeJ 500DJ ~.. ~

una iluminación que le invade desde dentro cuando está en meditación) soli· I /---
loquio_ Así su escena yóguica durante 49 días bajo el árbol bodili (ilumina-
ción) Junto a un arroyo cerca del Ganges. En la religión profética lo que
Bloque Bloque
,
Re!. de la ciudad

Bloque
, Bloque
sucede en el interior del hombre es una resonancia de la acción histórica. El
m~pota~l~o mdoeurope~ Esre asiáti amenndlo
proceso imci:::l.iico de Jesús. al comenzar y consumar su obra, es una misión
que se le encomienda. AsI las escenas de comienzo desde la hierofanía del
Jordán a la tentación en el desieno. ~ así las escenas de consumación desde
la hierofanía de la Transfiguración a «la hora» en la cruz.
,
,
(m: pro¡eúca . mistcrico . fiJos6ficc· s.
, 17 .tiempo eJtw)

Rel de la comunidad dI.' iniaad~

Esto hara que el Buda insle a sus discípulos a seguir la vía media que él
les deJÓ como docrrina. pero consiguiendo cada uno su propia iluminación
como Siddahna consiguió la suya. Y estO hará que el Cristo insle a sus discí- ,
pulos a identificarse con él como él lo está con el Padre. pero cargando cada Monoteísmo Dualismo MOnismo sapIencial
uno con su cruz como él llevó la suya. EstO hace que los budistas sean discí·
pujos de la doctrina del Buda. pero sin tener que identificarse con su perso- Ide Israel mdo.uamo MODIsmo filosófico

na. Y esto hace que los cristianos tengan que ide01lficarse con la persona del
,
(rupt.-wnnnuuiDdJ , (mpI. -€OTi.!lIIuidati o separocuinJ
CristO. precisameme haciéndose discípulos de su doctrina. Extrema ndo la
fórmula: el budismo es la doctrina de Siddhana. el Buda: el cristianismo es la
person<1 de Jesus. el Cristo. IJudalSmo r'
'

I Taoismo í {(FiI~f13 griega)

.-------';
~ t'OlviO entOltCt!f Budo o.tuS túsclpu'
los .\ les dilo: "Todo Ik:ga a su término.
"IAsi hablO JesúS)! abmdo 1m sus DIOS al cido.
dijo.' "Podre, ha llegado lo hora ( .. .). Ésto es la
IHmdulSmo ~ Jamismo I
aunque duTt un eón eTl1eTQ. Por fin está
l-1----r/<--__I.[:Al----,I~--
rulo CIerna. que le COnQ¡cnn a ti t1 fimeo Dios
Q pUnJo tk lIegaf71U' la hora de lo pam·

da. Hi« yo cuanto pude hacer, por mi

mISmo .l' por donlÍS (...~ EH Qqui en
odelonu. mi Dluuffla, -oh monJes. pu.
moncceró por generaciones enlrr los
seres mw (...). ¡Estad. puts, atenlos)'
ligilanles../ Me ho &godo ti tiempo de
enuaf en el nm'OnD. Eslas son mis úln·
mas palabros". (A.¡In-ogoslw~
l'f11iildero y Q 1U t.'n\wdo, JesUcnslO ( .•• ~ Potbr
sall10, cuida en tu nombre Q los qut' me luIS
BudIsmo I
I~
Islamismo r
.
dado. para q¡u sean uno como nosotros (...).
Coruágrolm er. la \'OlÚJd: fU Palabro es ,miad.
Como lÚ me has enVIado )'0 también Jos he
cm'jodo al mundo ( ... ). Paúrt, quiero que
dOfJde :vo esté, WC1l1ombién colllmgtJ los que ni
me has dado (._~ Para que ti amor con que
ni me Juu (JrtUJJiQ CSI~ en ¿Jos J >" 01 clJm". Mapa 1IJ
(Jn Ji.]-,,-}

1I~ 113