Está en la página 1de 8

Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y técnicas corporales N°39 páginas 86 - 91

Dentro y fuera Jugando a diferenciarnos


Inside and out: playing to difference ourselves

Miguel Llorca Llinares y Josefina Sánchez Rodríguez

DATOS DE LOS AUTORES

Miguel Llorca Llinares y Josefina Sánchez Rodríguez son Profesores Titulares de la Universidad de
La Laguna. Coordinadores del Seminario de Psicomotricidad de la Facultad de Educación de la ULL.
Direcciones de contacto: mllorca@ull.es y jsrodri@ull.es

RESUMEN ABSTRACT
En el presente artículo abordamos el proceso In this paper we address the complex process
complejo de construcción de la identidad personal of construction of personal identity which is
en el que adquiere una especial importancia la particularly important response that is given to
respuesta que se le da al individuo desde su entorno the individual from maternante environment. The
maternante. Se analiza el acompañamiento que accompaniment is made from the psychomotor
se hace desde la sala de psicomotricidad para room to promote awareness of its corporate limits
favorecer la toma de conciencia de sus límites of separation is analyzed based on the linkage to
corporales, partiendo de la vinculación al otro hasta another until differentiation, the meaning of the
la diferenciación, del significado de la vivencia del experience of the inside and the outside, smelting .
dentro y del fuera, de la fusión a la separación.
KEY WORDS: Body identity, personal identity,
PALABRAS CLAVE: Identidad corporal, Identidad psychomotor.
personal, psicomotricidad.
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
La construcción de la identidad personal. chez, 2009) del proceso de construcción de la
identidad personal y del lugar que ocupa el cuerpo
La construcción de la identidad personal es un pro- en este proceso. Aquí nos planteamos reflexionar
ceso complejo que no depende exclusivamente del sobre lo que implica tener un cuerpo y las dificul-
individuo sino que en él también cobra una espe- tades que pueden presentar las personas con TEA
cial importancia la respuesta del entorno en el que en la construcción de su yo corporal, mediatizadas
se desarrolla el individuo. por su falta de intersubjetividad, de percibir al otro
como sujeto, impidiendo la diferenciación, sin per-
En el momento de nacer el bebé está totalmente cibir los límites entre el interior y el exterior (dentro
indiferenciado y dependiente de su madre, depen- y fuera), entre el YO y el NO YO (la diferenciación).
dencia física y afectiva que requiere de un entorno Tratando de reflexionar sobre nuestro trabajo con
maternante que cubra sus necesidades para poder niños con autismo y por lo tanto con dificultades
sobrevivir y ayudarlo a diferenciarse como perso- en la construcción de su yo corporal, me encuentro
na, procurándole una “base segura” sobre la que ir con el libro No todo sobre el autismo (Carbonell;
afianzado su desarrollo. Para sobrevivir y favorecer Ruiz, 2013) en el que hay un capítulo dedicado al
el proceso de vinculación, el bebé nace con una se- cuerpo del autista que me ayuda a organizar mis
rie de reflejos arcaicos, como la succión y el agarre, reflexiones y repensar la práctica. Para estos auto-
así como pautas conductuales, como pueden ser el res llegar a tener un cuerpo implica construir una
llanto, el movimiento, la actitud corporal reflejada imagen propia e identificarse con ella, y ser capaz
en su tono muscular, que ocasionan una respuesta de ordenar la satisfacción que se obtiene de ese
por parte de su madre que de forma ajustada lo cuerpo.
sostiene y mueve, favoreciendo la creación de los
vínculos primarios fundamentales para el “apun- Construir una imagen propia e identificarse
talamiento” de la construcción del psiquismo. Así con ella:
pues, la capacidad para sentir y pensar no es una
conquista natural, necesita de otras personas con Al niño o niña con autismo le resulta difícil cons-
las que vincularse, que le ayuden a diferenciarse truir una imagen propia, no tiene conciencia de
tomando conciencia inicialmente de su “yo corpo- la unidad de su cuerpo, lo percibe de forma frag-
ral”. Vinculación propiciada por la actitud empáti- mentada, se puede quedar fijado en la fase del
ca de la madre en relación con los aspectos físicos objeto parcial, durante la cual, la cara, la mano,
y emocionales, con la capacidad ajustada para es- el seno…, son objetos separados, no integrados
timularlo mediante la presentación de objetos que en un ser global. Algunos de esos “objetos” son
ayudarán a la diferenciación entre él y su madre y “buenos” y otros “malos”, según que las sensacio-
entre él y el mundo. Para Bowlby (1998), la necesi- nes que produzcan sean agradables o desagrada-
dad de establecer vínculos afectivos y duraderos es bles. Esta percepción fragmentada de su cuerpo
la pulsión más primitiva. hace que los fenómenos corporales le sean ajenos
Ya hemos hablado en otro trabajo (Llorca y Sán- y extremadamente complicados. Su dificultad para

87
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
tener una imagen global de sí mismo conlleva que
cualquier sensación o actividad, como malestar o
nas de nuestro entorno. El almacenamiento de in-
formación de estas huellas formarán la “memoria
dolor en una parte de su cuerpo, o como cortar originaria” de todas las experiencias pulsionales,
las uñas o el pelo, pueda convertirse en motivo de vividas durante el periodo de indiferenciación, an-
incertidumbre y temor. tes de la constitución del YO (Camps, 2002). Es la
permanencia y la continuidad de las percepciones
La unidad del yo corporal aparece hacia los 8-9 de origen interno y la intermitencia, así como la
meses por referencia a la imagen preferencial de la variedad de las percepciones de origen externo, lo
madre, de tal manera que los “objetos parciales”, que va a crear poco a poco un yo-permanente y un
buenos o malos, se encuentran reunidos en el mis- no yo-fluctuante.
mo objeto total y en la misma persona. Pese a se-
guir dependiendo de su madre, en el bebé con un El sujeto organiza las satisfacciones corporales a
desarrollo ajustado, empieza a producirse la toma través de órganos y funciones, vinculadas a los ob-
de distancia progresiva de su madre utilizando en jetos de la pulsión que se constituyen alrededor
primer lugar los mediadores corporales, mirada y de los cinco orificios del cuerpo: la boca, los esfín-
voz fundamentalmente, y posteriormente los ob- teres, los genitales, los ojos y los oídos y a través
jetos como mediadores de la relación (Lapierre, de la envoltura y los registros que van quedando
2008). inscritos en la piel. Cada uno de estos órganos se
va construyendo a partir de su función vinculada
En el caso de los niños y niñas con TEA, no poder al otro más allá de la mera satisfacción de la ne-
construir su unidad imaginaria supone no poder cesidad.
identificarse con los demás, al no tener conciencia
del YO no puede percibir a los otros (NO YO) como En el caso de los niños y niñas con autismo se
sujetos, y por supuesto tampoco puede percibir- constata que tienen dificultades con las funciones
se como uno más de ellos, por esto, estar en un vinculadas a estos objetos pulsionales, presen-
grupo puede convertirse en una experiencia inso- tando dificultades para comer, hablar, controlar
portable. esfínteres, se tapan los oídos ante ruidos fuertes,
sordera selectiva, cierran los ojos, miran de reojo,
Ordenar la satisfacción que se obtiene del se sienten invadidos y amenazados, miedosos ante
cuerpo: la posibilidad de ser penetrados y destruidos, o
imposibilitados de expulsar sus heces por miedo
Desde el momento del nacimiento, las sensaciones a desprenderse de una parte de su cuerpo. Es fre-
de placer y de displacer las percibimos a través de cuente en los niños con autismo los problemas
nuestro cuerpo. Originariamente son las huellas de de la piel, la reacción a las texturas y el temor a
placer y displacer inscritas en nuestro cuerpo las desprenderse de su ropa y ser tocados. No tienen
que irán ayudando a percibirlo, en función de la conciencia de su globalidad corporal y presentan
relación y respuesta que obtenemos de las perso- dificultades en la vinculación con el otro que lo

88
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
ayudaría a ir tomando conciencia de las diferentes
partes de su cuerpo a partir de la relación y las
Así pues, para hacernos presentes podemos uti-
lizar como estrategias los juegos circulares, que
huellas de placer y displacer, quedando perdidos y magistralmente realizan las madres, juegos de
sin capacidad para situar los objetos de la satisfac- estructura muy básica con respuesta contingente
ción en el entramado simbólico. ante cualquier iniciativa del niño que demande
Estas dificultades con el cuerpo propio se mani- continuidad, lo que genera modelos elementales
fiestan de maneras muy distintas, les desborda la de anticipación y de intencionalidad en la acción:
emoción y aparecen las estereotipias corporales o te hago cosquillas y espero a que me mires, tomes
buscan lugares en los que sentir los límites cor- mis manos o pidas más, para hacértelas nueva-
porales e, incluso, contenerse. No tener construi- mente. Los juegos circulares nos permiten ir intro-
do el cuerpo, ni en su imagen, ni en el circuito de duciendo juegos de anticipación: una canción que
satisfacción (Carbonell; Ruiz, 2013), deja al sujeto lleva asociada determinados movimientos; los tur-
sin una percepción de los límites, de lo que está nos y la imitación: ahora tú, ahora yo, procurando
dentro y de lo que está fuera. ir añadiendo la utilización de objetos en estos tur-
En el proceso de acompañamiento para la cons- nos, inicialmente con juguetes de fácil manipula-
trucción de su imagen corporal, partimos de ción que le resulten atractivos y que, en ocasiones,
nuestra disponibilidad corporal para favorecer su pueden implicar demanda de ayuda, favoreciendo
vinculación y evolución a partir de experiencias pla- el interés por la otra persona y la toma de concien-
centeras y ayudarlos a la diferenciación del dentro cia de la existencia del otro. A través de la escu-
y del fuera. cha y disponibilidad corporal del psicomotricista,
del diálogo tónico que se establece, el niño podrá
Acompañamiento en el proceso de construir ir construyendo los procesos de intersubjetividad
su identidad como persona. primaria.

Lo primordial para favorecer la vinculación será El encuentro con el otro, la contención y el sostén
hacernos presentes en la vida del niño, conseguir corporal en los procesos lúdicos placenteros que
la empatía necesaria para sacarlo de su soledad, se van creando, van a permitir al niño ir tomando
procurando relaciones placenteras, de forma que conciencia de sus límites corporales y construyen-
primeramente nos reconozca y luego nos busque do un continente psíquico a sus experiencias in-
para jugar. Teniendo en cuenta que muchos de ternas.
ellos tienen dificultad para el contacto, podemos
tratar de entrar en relación a través de los media- A medida que la relación va evolucionando y el
dores corporales, tales como la mirada, la voz y niño encuentra más peticiones que realizar al adul-
el gesto. Se trata, ni más ni menos, de utilizar las to, procuraremos que su demanda de ayuda sea
estrategias que utiliza inicialmente la madre para cada vez más explícita y en función de sus posibi-
entrar en relación con su hijo (Llorca y Sánchez, lidades, se apoye en el otro, en la gestualidad, o
2003). en la palabra para hacerse entender, siempre bus-

89
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
cando la respuesta emocional y poniendo palabra
a esa emoción.
Para muchos niños con autismo, llegar a este pro-
ceso de acercamiento al cuerpo del adulto es difí-
cil, pues sus barreras al establecimiento del vínculo
Para favorecer este proceso y acompañarlo en el son muy fuertes. Observamos como en ocasiones,
camino desde la indiferenciación (el dentro) a la cuando llegamos a establecer una relación cerca-
diferenciación (el fuera) nos apoyamos en los ma- na con ellos, abandonan su cuerpo y desconec-
teriales y la distribución del espacio de la sala de tan de sus sensaciones como forma de huir ante
psicomotricidad. el encuentro emocional con el otro. Compartir
los espacios del dentro que tenemos en la sala de
Contar con materiales contenedores facilitará la psicomotricidad (dentro del plinto, de los cojines,
vivencia placentera del dentro, procurando el de un aro) es una manera simbólica de acceder al
encausamiento de la emoción desbordada y la cuerpo, de compartir con el niño una relación cor-
posibilidad de sentir los límites de su cuerpo. poral cercana venciendo el temor a la fusionalidad,
Sentirse contenido lo calma y hace bajar su tono, pudiendo compartir emociones y hacer de espejo
con el riesgo de aislarse de su entorno y perderse de los sentimientos del otro para construir una re-
en la sensación regresiva, por lo que con mucha lación basada en la intersubjetividad.
cautela trataremos de hacernos presentes, presio-
nando suavemente para ayudar a sentir los límites En este proceso de toma de conciencia de sí mismo
corporales y utilizando los mediadores corporales y del otro, y como reacción a la pérdida del ob-
para procurar establecer una relación que nos per- jeto primario surgen los juegos reaseguradores de
mita acompañarlo desde fuera para luego inten- aparecer y desaparecer, propiciando la creación del
tar compartir ese dentro, cuando sea posible, símbolo de la madre ausente, del objeto que des-
ayudando al proceso de identificación con el otro. aparece, al igual que ocurre con el resto de juegos
de contenidos presimbólicos (vaciar y llenar, apilar
A través de la empatía, del encuentro en el juego y tirar, dispersar y agrupar) (Aucouturier, 2004). La
corporal placentero, podremos encontrar momen- curiosidad se desplaza hacia “el mundo externo” y
tos en los que conectar con el niño, donde poder del “otro”, jugando la madre nuevamente un pa-
compartir experiencias de disfrute o de frustración pel fundamental que desde su seguridad afectiva
tratando de llegar a situaciones de complicidad y favorece el desarrollo de los deseos del niño por
confianza. Compartir el dentro supone reestable- descubrir su entorno. Cada vez es más capaz de
cer el vínculo primario, venciendo el temor a ser moverse y alejarse de su figura materna, experi-
invadido y destruido por el otro, rompiendo el ca- mentando emoción y excitación, pero le tranquili-
parazón protector construido por el autista (Tustin, za poder regresar a la seguridad de su madre.
2006) para volver a vivir estados regresivos y fusio-
nales que le devuelvan el sentimiento de plenitud Es ese otro también, el que realiza el acompa-
y globalidad al ser acompañado por el cuerpo del ñamiento en el afuera, para que después de
otro. construir su propia identidad e identificación con

90
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
el otro en el dentro y en la proximidad, sea capaz
de percibir a la otra persona como sujeto, que lo
En psicomotricidad relacional, el psicomotricis- ta
tiene su espacio (Lapierre, 2011), es un lugar
acompaña en su juego y exploración de la sala, delimitado por una colchoneta o alfombra que
abriéndolo al mundo social. Es en esta fase de la representa simbólicamente el cuerpo del psico-
intervención cuando podemos introducir materia- motricista, es un lugar de seguridad afectiva al
les favorecedores para acceder al simbolismo, ma- que el niño puede acudir durante el desarrollo de
teriales más o menos estructurados que ayuden a la sesión, un lugar de tranquilidad, donde no se
elaborar el juego y sobre todo, que nos permitan puede pelear. En el proceso de diferenciación será
hacer una decodificación simbólica de su uso y importante la toma de conciencia de este lugar al
continuar manteniendo un espacio de comunica- que acudir cuando necesita al psicomotricista, y la
ción con el niño (Lapierre, 2011). La creación de construcción del espacio propio, un lugar que el
este espacio de comunicación a través de los mate- niño asume como suyo y que le permite situarse en
riales y los mediadores corporales nos permitirá se- un entramado más simbólico, buscándolo como
guir incluyendo la presencia del otro para no sentir refugio, lugar de descanso o lugar para desarrollar
angustia ni vacio cuando dejan de sentirse conte- su juego, diferenciado o compartido con los otros
nidos por una relación más directa y cercana. En en función de su deseo.
muchas ocasiones, cuando el niño autista deja de El proceso de identificación personal concluye
sentir a su lado la presencia y propuesta del adulto cuando el niño es capaz de entrar y salir de la rela-
recurre a acciones y estimulaciones repetitivas que ción, y de entrar y salir del espacio del psicomotri-
lo ayuden a sentirse contenido y protegido frente cista teniendo su propio espacio diferenciado.
a su sentimiento de pérdida, angustia y confusión.

BIBLIOGRAFÍA RESEÑADA

AUCOUTURIER, B: (2004): LOS FANTASMAS DE ACCIÓN Y LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ. GRAÓ: BARCELONA.

BOWLBY, J. (1988): LA BASE SEGURA. ROUTLEDGE: LONDRES.

CAMPS, C. (2002): EL ESQUEMA CORPORAL. EN LLORCA ET AL (COORD): LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ: UNA


PROPUESTA EDUCATIVA MEDIANTE EL CUERPO Y EL MOVIMIENTO. ALJIBE: MÁLAGA.

CARBONELL, N.; RUIZ, I., (2013): NO TODO SOBRE EL AUTISMO. GREDOS: MADRID.

LAPIERRE, A. (2008): “LA FORMACIÓN DEL PSICOMOTRICISTA”. CURSO DE EXPERTO EN PSICOMOTRICIDAD.


UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA. TENERIFE.

LAPIERRE, A. (2011): EL ESPACIO EN PSICOMOTRICIDAD. SEMINARIO IMPARTIDO EN LA ULL.

91
ISSN: 1577-0788
NÚMERO

39
NOV / 2014
LLORCA, M. Y SÁNCHEZ, J. (2003): CRECIENDO JUNTOS: UN ACERCAMIENTO DESDE LA EDUCACIÓN PSICOMOTRIZ
A LAS PERSONAS CON ESPECTRO AUTISTA. REVISTA IBEROAMERICANA DE PSICOMOTRICIDAD Y TÉCNICAS
CORPORALES”. Nº 10. P. 11-24. ASOCIACIÓN DE PSICOMOTRICISTAS DEL ESTADO ESPAÑOL Y RED FORTALEZA DE
PSICOMOTRICIDAD.

LLORCA M. Y SÁNCHEZ, J. (2009): LA FRAGILIDAD DE LA IDENTIDAD: JUGAMOS A CRECER. REVISTA IBEROAMERICANA


DE PSICOMOTRICIDAD Y TÉCNICAS CORPORALES, 33, PÁG. 55-60.

WING, L. (1998): EL AUTISMO EN NIÑOS Y ADULTOS. PAIDÓS: BARCELONA.

DISERTACIÓN REALIZADA EN EL MARCO DEL SEGUNDO CONGRESO INTERNACIONAL DE CHILE – NOVIEMBRE

92
93

También podría gustarte