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Constantes en oración.

Significado del nombre de Daniel


El propósito de ser profeta fue confirmado por Jesús en Mateo 24: 1.5. Daniel
Significa “Dios es mi Juez”. La firme consagración que tenía hacia Jehová  y su
lealtad al pueblo de Dios confirma en totalidad esta verdad en su vida.

El profeta Daniel fue uno de los grandes personajes de la Biblia. Su vida estuvo llena de dolor: vio
la invasión de querida Jerusalén por el rey Nabucodonosor y fue llevado como esclavo a Babilonia
junto a sus amigos Sadrac, Misael y Azarías. En aquella tierra extraña Daniel luchó para
mantenerse fiel a Dios en medio de una cultura pagana. Su perseverancia y fidelidad provocaron
muchas persecuciones, pero también hacían que Dios se mantenía cuidándolo y respaldándolo.

En Persia Daniel sirvió bajo varios reyes: Nabucodonosor, Belsasar, Darío y Cirio. Se ganó el favor
de cada uno al interpretar sueños y prodigios cuando nadie más en la nació podía brindarle ese
tipo de ayuda a los reyes. Esto resulto en que los reyes lo pusieran en altos cargos y hasta llegó a
ser gobernador de Babilonia. También, cuando sus enemigos conspiraban contra el profeta Daniel,
los reyes salían a su ayuda.

La vida del profeta ha dejado un gran legado en lo que se trata la oración y la devoción a Jehová.
Fue por estas razones que fue perseguido y echado al foso de los leones. Al mismo tiempo, estas
cosas hacían de Daniel un hombre justo delante de Jehová y digno de recibir unas revelaciones
extra ordinarias sobre Israel y el destino de toda la humanidad.

Un hombre fiel a Dios

El libro de Daniel muestra que él era un hombre fiel de Dios. Cuando el rey Nabucodonosor
amenazó con destruir a todos los hombres sabios si no le decían cuál había sido su sueño y cuál
era la interpretación, Daniel y sus amigos pidieron un momento para poder ir delante de Dios en
oración, pidiéndole que les revelara la información (Daniel 2:18). Cuando Dios respondió su
oración, Daniel le agradeció y lo alabó por haberle concedido su petición (vv. 20-23).

Más tarde, Daniel nuevamente demostró su fe orándole a Dios aunque sabía que al hacerlo estaba
poniendo su vida en peligro (Daniel 6:10).

La fidelidad de Daniel a Dios hizo que terminara dentro del pozo de los leones y sus detractores
estaban seguros que él sería devorado. Pero Dios envió un ángel, que “cerró la boca de los leones”
(Daniel 6:22), y Daniel fue milagrosamente protegido.

En otra ocasión el registro muestra a Daniel orando y ayunando por los pecados de su pueblo y
pidiendo la misericordia de Dios para sí mismo, sus compañeros de cautiverio y los habitantes de
Jerusalén (Daniel 9).

El registro de la conducta justa de Daniel no está limitado al libro de su autoría, sino que Dios
inspiró al profeta Ezequiel para que dijera: “Si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé,
Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice el Eterno el Señor”
(Ezequiel 14:14, énfasis añadido).

Conocimiento, talento y entendimiento de Dios

Dios vio estos frutos en Daniel y sus tres amigos y les dio conocimiento y talento en toda literatura
y sabiduría. A Daniel, Dios también le dio entendimiento en las visiones y sueños (Daniel 1:17).
Como resultado de las bendiciones que Dios le dio a Daniel y a sus tres amigos, el rey “los halló
diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino” (v. 20).

El propósito del libro

El propósito del libro de Daniel es mostrar que el Dios de Israel, el único Dios poderoso, tiene en
sus manos el destino de todas las naciones

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