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Introducción
El propósito educativo de cada una de ellas y los cambios que se han gestado hasta la
actualidad. Se definen a continuación:
Objetivo general:
Contenidos:
1. Evaluación y medición
1. Evaluación y Medición
Esta época, esta designada históricamente a partir del siglo XVI cuando el hombre
comienzan a tratar de descubrir la “verdad” que anteriormente solo estaba sujeta por lo
expuesto por la iglesia como máxima autoridad, sin embargo, las acciones del mismo,
empezaron a ser cuestionadas, obligando al ser humano a tratar de comprender su
propósito en el universo, la naturaleza de sus actos y el aprovechamiento de los recursos
disponibles para progresar en una vida con mayor autonomía y control sobre lo que
sucede a su alrededor.
Ante este riesgo, el hombre crea una diversidad de métodos capaces de comprobar los
fenómenos estudiados, apoyándose en sistemas controlados de medición y evaluación,
surgiendo así, lo que conocemos hoy como el método científico, enmarcados en
diferentes corrientes del pensamiento como el Empirismo, Materialismo Dialéctico,
Positivismo, Fenomenología y Estructuralismo, originando diferentes vías en la búsqueda
del conocimiento.
Por consiguiente, es lógico pensar que existen diversas concepciones de evaluación, desde
su aplicación científica hasta la actualidad.
En esta perspectiva, ¿Será la medición el método exclusivo para emitir juicios valorativos
en función de la educación que se exige la sociedad actual? Ante tal paradoja es preciso
ahondar sobre lo que se entiende por validez, debido a que éste concepto explica la
relación entre medición y evaluación.
acogida y contradictoria para varios autores de la época, sin embargo, en 1971 hizo un
comentario que reavivó la controversia: “La validación es el proceso de examinar la
precisión de una predicción o inferencia específica hecha a partir de los puntajes de una
prueba’, es decir, la validez se refiere no a las puntuaciones o datos en sí obtenidos en una
prueba, sino a las inferencias que se realizan a partir de ellas bajo determinadas
circunstancias. Por su parte, Silva y Martorell, (1991) confirman que lo que se valida no es
el instrumento, sino la interpretación de los datos obtenidos por medio de un
procedimiento específico. En esta perspectiva, es necesario reflexionar sobre las razones
por las cuales se evalúa, y aclarar por qué el docente debe valorar en términos educativos
la utilidad real de la información obtenida de una prueba, sobre la prioridad del
cumplimiento administrativo de la evaluación, ante todo hay que reconocer que los
docentes siente una sensación de seguridad numérica aun cuando ésta generalmente
induce al poco análisis de los resultados obtenidos en las evaluaciones, priorizando los
intereses crediticios (“aprobó o no”, “15 alumnos reprobaron”, la mayoría de los
estudiantes son pésimos) sobre los logros académicos (“hasta qué punto se ha aprendido
este contenido”).
Por lo tanto es preciso preguntarse: ¿Qué factores dificultan el aprendizaje efectivo? ¿Qué
estrategias pueden dar mejores resultados? ¿Qué recursos tecnológicos son los más
apropiados Para facilitar el aprendizaje? ¿Cómo conformar comunidades de aprendizaje a
través de la mediación didáctica para mejorar su desempeño educativo? ¿Cómo gestionar
el conocimiento en entornos virtuales de aprendizaje? Por consiguiente, no es fortuito
que en el sistema educativo actual los procedimientos e instrumentos de evaluación
realizados en la actualidad son poco planeados y generalmente no están bien
estructurados, además, se evidencia una serie de factores que distorsionan la medición de
lo que los estudiantes realmente saben, como relacionar la conducta a la calificación, las
altas posibilidades de fraude o las pruebas que privilegian lo memorístico sobre lo
reflexivo.
Sin embargo, éste propósito evaluativo no es compartido por todos los educadores, lo
cual es susceptible de generar confusiones y debates personales para decidir si asume la
evaluación como medida del éxito de la enseñanza en términos de las adquisiciones
observables en los alumnos o si ésta debe de ir más allá de la acumulación de
conocimientos, para convertirse en un proceso reflexivo en el cual se consideran diversos
factores que inciden de una u otra forma en los aprendizajes significativos de los alumnos,
en el cual queda claro que lo importante entre medir y evaluar el aprendizaje no es la
cantidad de conocimientos que se aprenden, sino la calidad del desempeño del alumno.
Ante estas circunstancias es preciso comparar las diferencias entre evaluar y medir.
CUADRO COMPARATIVO
EVALUAR MEDIR