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Vol. 26, No.

92 (2005) 7

FENOMENOLOGÍA DEL CUERPO


HUMANO1
Miguel Ángel Villamil Pineda
Universidad Santo Tomás

Recibido: marzo 2 de 2005


Aprobado: mayo 6 de 2005

Resumen

Uno de los problemas fundamentales planteados por la ciencia y la filosofía occidental


es el que se refiere al ser del hombre. Las respuestas dadas a este problema han girado
alrededor de concepciones idealistas y materialistas. La fenomenología nos pone de
presente que estas representaciones, al radicalizar sus posturas, resultan insuficientes,
ya que, por dar prioridad al cuerpo o a la subjetividad, destotalizan la unidad integral
del ser humano. La experiencia nos muestra al hombre como un ser corporal unitario
que se manifiesta como: expresión de una subjetividad; vía de acceso al mundo de las
cosas; “punto cero” de todas las experiencias; órgano transformador de la realidad;
órgano de socialización; órgano axiológico. Además, el hombre tiene la posibilidad de
reflexionar, es decir, de volver sobre las experiencias corporales. Así, podemos ver que
la experiencia corporal y la experiencia reflexiva son los dos modos de ser fundamenta-
les de una misma constitución humana. No “tenemos” un cuerpo, somos cuerpo; no
pensamos “desde” el cuerpo, ni “a través” del cuerpo, pensamos como cuerpo, pensa-
mos corporalmente.

Palabras clave

Fenomenología, ser del hombre, cuerpo, experiencia, reflexión

Abstract

One of the fundamental problems set up by the science and the western philosophy is that
of the human being. The answers given to this problem have gone round idealistic and

1
Esta es una síntesis de una investigación mediante el método fenomenológico sobre el sentido del cuerpo.
8 Cuadernos de filosofía latinoamericana

materialistic understandings. The phenomenology puts us in mind that these


representations, as they harden their stances, result insufficient because the stress they
put on the body or on subjectivity dismantle the human being complete unity. The
experience shows us the human being as a corporeal unity being that is revealed as:
expression of subjectivity; the way of access to the world of things; ‘zero point’ of all
experiences; the trasforming organ of reality; the socializing organ; the axiologic organ.
Moreover, the human being has the faculty to think over, that is, to go back on the corporeal
experiences. In this way, we can see that the corporeal and the reflective experiences are
the two fundamental modes of the same human constitution. We don’t ‘have’ a body, we
are body, we don’t think ‘from’ the body, neither ‘through’ the body, we think as a body,
we think in a bodily form.

Key words

Phenomenology, human being, body, experience, reflection

Introducción po ha sido denigrado como un objeto inde-


seable, como fuente de error, como una rea-
La percepción es un proceso cultural lidad a soportar, como un aspecto; en suma,
de aprendizaje. La tarea de aprender como un “algo” ajeno al ser humano. La fun-
a percibir debe hacerse más pronto ción esencial del alma sería la de humanizar
que tarde porque en aprender a per- el cuerpo, y sólo en la medida en que lo lo-
cibir se nos va la vida. gre, ese cuerpo se diferenciaría de otros cuer-
pos meramente zoológicos.
La filosofía occidental ha considerado que
uno de los problemas fundamentales, al cual La visión materialista es monista y define al
debe responder el filósofo, es el que se refie- hombre como un organismo biológico. En
re al ser del hombre. De la respuesta a esta los últimos tiempos, bajo el imperio del po-
pregunta dependen las concernientes al ori- sitivismo, sobre todo el de médicos y biólo-
gen y estructura de su naturaleza, a los al- gos, el hombre ha llegado a ser definido sólo
cances del conocimiento humano, a la voca- a partir de su materialidad. De esta manera,
ción axiológica del hombre, a la el “alma” pasa a ser concebida como la fun-
intersubjetividad y las consecuencias de ésta. ción de un cerebro humano más desarrolla-
do. El comportamiento –pensamiento, liber-
Pero, ¿cuál ha sido la respuesta a la pregunta tad, intencionalidad, sentimientos, emocio-
sobre el ser del hombre? Han sido múltiples, nes, personalidad– es explicado sólo como
y la mayoría de ellas han girado alrededor efecto de relaciones físico-químicas lleva-
de visiones reduccionistas, ya sean das a cabo en el cuerpo humano.
espiritualistas o materialistas.
La fenomenología, en su conjunto, se opone
La visión espiritualista es dualista y define tanto a la visión dualista como a la materia-
al hombre como un ser compuesto de cuer- lista, y afirma, en un sentido totalmente di-
po y alma (razón, mente o espíritu). Dentro ferente, que el hombre es una corporeidad-
de esta visión, con mayor frecuencia, el cuer- subjetivada, una conciencia-encarnada. De
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acuerdo con esto, considera que la concien- ser-en-el-mundo (Heidegger), corporeidad


cia “pura” no es el origen y fundamento del anímica (Zubiri), vida que experimenta el
pensar, y que la constitución del mundo y mundo (Husserl).
del otro no tiene el signo de la idea, sino de
una operación corporal, que, como el cogito Antes de exponer en detalle la visión
cartesiano, conoce, quiere, desea, imagina, fenomenológica, veamos algunas de las vi-
siente. La percepción, o conciencia siones reduccionistas.
irreflexiva, es el diálogo de la vida con su
mundo y con el otro; diálogo que implica la 1. Visiones reduccionistas acerca del
palabra, el gesto, la significación, el sentido. ser del hombre
El pensar reflexivo que nos permite la repre-
sentación cognoscitiva, valorativa, sensitiva
1.1 ¿Es el cuerpo una cárcel o una
y afectiva acompaña a la percepción porque
tumba para el alma?
el cuerpo tiene la posibilidad de reflexionar3
sobre sí, es decir, de volver sobre sus viven- Para Platón el hombre es alma y cuerpo, pero
cias, sus experiencias de mundo y del otro. el cuerpo es considerado cárcel y tumba del
La percepción y la reflexión son las dos ca- alma. El alma, como miembro del mundo de
ras del constituir corporal. las ideas tiene por misión liberarse del cuer-
El sostén material del comportamiento hu- po y volver a su existencia espiritual. Lo es-
mano efectivamente está formado por las piritual es la verdadera realidad. De aquí que
estructuras espacio-temporales de las célu- Platón afirme rotundamente que “el hombre
las nerviosas, pero la fenomenología afirma es su alma”2.
que dicha materialidad no define el ser del Para Agustín, como filósofo, el hombre es
hombre en sentido estricto. El cuerpo está esencialmente alma: “el alma es un alma ra-
constituido por la materia, pero la subjetivi- cional que se sirve de un cuerpo”3. Dado su
dad, es decir, su ser personal, es el principio platonismo y su pasaje por el maniqueísmo,
de organización de dicha materia. A pesar de no es de extrañar que Agustín asumiera pos-
su supercerebro, el hombre no sería un ser turas muy negativas frente al cuerpo y a todo
personal capaz de decidir por sí mismo si su aquello que tiene asiento en él, como el sexo,
principio ordenador de la materia no fuera por ejemplo.
una verdadera subjetividad.
En estos dos autores, el alma, que se servía
Tanto el espiritualismo como el materialis- del cuerpo para experimentar el mundo, es
mo, al radicalizar sus posturas, destotalizan separada y concebida en un mundo autóno-
la realidad de la existencia humana, la cual mo. Esta separación se debe a que, en aras
se nos muestra como una unidad integral en de construir un conocimiento netamente ob-
el mundo de la vida. La fenomenología, le- jetivo, no se problematiza el fundamento de
jos de divorciar cuerpo y subjetividad, trata las ideas y, por tanto, no se llega a descubrir
de explicitar dicha unidad integral concibien- al cuerpo como sujeto. El error radica en que
do el cuerpo humano como la expresión de la realidad del mundo fue suplantada por la
una subjetividad: espíritu encarnado realidad de la idea. La idea no es subsistente
(Merleau-Ponty), libertad situada (Sartre), en sí misma; ella siempre se alimenta del

2
Platón, Alcibiades, I. 130; Fedro, 247c.
3
Agustín, De mor. Eccl. Et manich, I, 27, 52.
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mundo real experimentado por el cuerpo. La nos encontramos con un proyecto absoluta-
idea es expresión subjetiva de la esencia de mente único. La corporeidad humana es una
la realidad. Platón no la concibe así, sino realidad original y esencialmente diferente a
como una especie de “ego divino” ante el la de los demás seres vivos. Los sentidos
cual la corporeidad humana pierde su con- humanos no son como los sentidos de los
sistencia. animales; no están determinados por la na-
turaleza, sino abiertos al mundo. En virtud
1.2 ¿Es el cuerpo humano de esta apertura sensorial podemos y debe-
animal? mos crear cultura. La no especialización del
cuerpo humano nos impulsa a transformar
Aristóteles concibe al hombre como un com- el mundo según nuestras intenciones y nece-
puesto de materia y forma: “cuerpo es mate- sidades.
ria y el alma es su forma”4. El alma es el
principio que constituye en viviente al cuer- Desde un enfoque negativo, tenemos que
po. Cuerpo y alma unidos substancialmente reconocer que los órganos y sentidos anima-
forman al hombre. El alma es, ante todo, ra- les son más perfectos y están estrictamente
zón. Esto lleva a Aristóteles a definir al hom- adecuados a las exigencias y condiciones de
bre partiendo de la dimensión zoológica: su vida. El animal posee una especie de ley
animal racional, animal político. Lo racio- natural que prescribe su comportamiento en
nal es la diferencia específica que tiene como cada situación. Comparado con el animal, el
función humanizar la animalidad. Las pro- hombre aparece como el hijo más huérfano
piedades individuales, tan esenciales al ser de la naturaleza: desnudo e inerme, débil y
personal, no tienen importancia porque por pobre, tímido y desarmado; y lo que acre-
medio de la lógica quedan reducidas a me- cienta la suma de su desgracia, desprovisto
ros accidentes. Esta concepción llevó a de toda guía de la vida. El carácter natural
Aristóteles a definir a las mujeres como “va- de la raza humana consiste en fallas y caren-
rones accidentados”, casos fallidos de la na- cias8. Dentro de la escala animal, el hombre
turaleza esencial5. Para este autor, habría que es un ser necesitado que ocupa uno de los
excluir de la especie humana a los esclavos, lugares más bajos: le falta revestimiento de
quienes no son animados y, por lo mismo, pelo, órganos de ataque, formación apropia-
pertenecen totalmente a sus dueños6. da para la huida. Además, es superado por la
mayoría de los animales en la agudeza de
Tomás de Aquino profundizó el pensamien- los sentidos. En el mundo animal, el hombre
to de Aristóteles. Nos dice que “de la unión tiene una carencia mortalmente peligrosa, lo
substancial de cuerpo y alma resulta el hom- cual hubiese provocado su rápida extinción.
bre”7. La racionalidad de esta alma constitu-
ye la diferencia específica en la definición Desde un enfoque positivo, debemos afirmar
de hombre, esto es, animal racional. que el hombre, desde el principio, es un ser
capaz de experimentar, transformar y domi-
Concebir al hombre a partir de la animalidad nar la naturaleza9. El hombre es el primer
es una visión ingenua, ya que en el hombre liberto de la naturaleza, está organizado para
4
Aristóteles, De anima, L.II, c. I, 412ª, 414b.
5
Cf. Aristóteles, De la generación de los animales, II, 3, 737a.
6
Cf. Aristóteles, Política. I, 2, 1253b.
7
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, I, 77, 2.
8
Cf. Michel Landmann, Antropología filosófica, trad. Carlos Moreno (México: Uteha, 1961).
9
Cf. Arnold Gehlen, El hombre: Su naturaleza y su lugar en el mundo (Salamanca: Sígueme, 1987) 8-10.
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la libertad. No es una máquina infalible en En este orden de ideas, el cuerpo es entera-


manos de la naturaleza. Él se convierte a sí mente extraño al espíritu. Al ser definido
mismo en meta y objeto de su trabajo. como extensión, cae bajo los análisis cuanti-
tativos realizados a las cosas. Así, Descartes
La no especialización natural significa una inaugura la filosofía de la razón pura y deja
apreciable ventaja debido a que nuestros ór- las puertas abiertas para el advenimiento del
ganos no están adecuados a unos fines pre- positivismo, el cual tilda a la percepción de
determinados, sino abiertos a metas y fines conocimiento oscuro y la reemplaza por el
que podemos definir desde nosotros mismos. conocimiento claro de las matemáticas. El
La corporeidad humana, al no estar gober- mundo comenzó a ser considerado como un
nada por el instinto, sino a disposición de su mundo racional en sí, en el nuevo sentido de
subjetividad, puede aspirar a crear un mun- la racionalidad tomado de las matemáticas o
do que rebase las fronteras deterministas del de la naturaleza matematizada12.
hábitat, esto es, el mundo cultural. Nuestra
existencia puede hacerse más fácil gracias a Conocemos los esfuerzos de los racionalistas
nuestros inventos y estructuras sociales y, de que trataron de explicar las innegables rela-
esta manera, podemos incluso dominar al ciones entre cuerpo y alma: el ocasionalismo
animal, aparentemente mejor equiparado de Malebranche, el monismo panteísta de
para la sobrevivencia. Con respecto a la Spinoza, la armonía preestablecida de
corporeidad subjetivada, el animal es tan Leibniz. Éste es también el cometido de la
sólo un ser de carencias, y el hombre es el actual ciencia cognitiva, la cual intenta cons-
ser que ocupa el puesto más alto entre to- tituirse como una ciencia natural de la men-
dos los seres. te. Su propósito puede entenderse como el
de la construcción de una teoría que permita
1.3 ¿Es el cuerpo humano una elaborar explicaciones que sean aceptables
máquina o una cosa? para un enfoque naturalista de las propieda-
des de la mente. De este enfoque nace el
La filosofía moderna, a partir de Descartes,
computacionalismo y la inteligencia artifi-
acentúa el dualismo. Cuerpo y alma son con-
cial. Éstos suponen que los procesos menta-
cebidos como dos realidades opuestas radi-
les son procesos algorítmicos de manipula-
calmente. Para Descartes, en el universo sólo
ción de símbolos que se realizan en un me-
existen dos sustancias: pensamiento y exten-
dio físico complejo –cerebros o computado-
sión. El cuerpo pertenece al mundo de la
res– gracias a la arquitectura funcional del
extensión, y en su funcionamiento es asimi-
sistema.
lado a una simple máquina. En sí, el hombre
es pensamiento: “hablando con precisión no
Los entusiastas de la inteligencia artificial
soy más que una cosa que piensa, es decir,
consideran que el cuerpo es una máquina.
un espíritu, un entendimiento, una razón.
Daniel Dennet13 afirma que la conciencia
¿Qué soy entonces? Una cosa que piensa”10.
consiste en tener una máquina virtual como
“El yo, es decir, el alma por la que soy lo
sistema de control. La conciencia viene sien-
que soy, es enteramente distinta al cuerpo”11.

10
Renato Descartes, Meditaciones metafísicas (Madrid: Alfaguara, 1977) 25-26.
11
Renato Descartes, Principia Philosophiae, I, 8.
12
Cf. Edmund Husserl, La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental (Barcelona:
Crítica, 1991) 14.
13
Cf. Daniel Dennett, Conciousness Explained (Boston: Little, Brown and Co. 1991).
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do como una gama amplia de actividades y por el sentido de este mundo en donde vivi-
habilidades. Al descomponer lo complejo mos, nos movemos y somos. Mundo en don-
podemos llegar a un nivel en donde las ta- de el agua es dulce, los árboles frondosos, el
reas se pueden hacer mecánicamente. Mecá- cielo, a veces, triste por su gris y, a veces,
nicamente significa que un computador pue- alegre por su azul, y el cantar de los pájaros
de hacerlo, y si un computador puede, en- verdaderas armonías para nuestros oídos. Un
tonces la conciencia funciona como un me- mundo del cual hayan desaparecido las cua-
canismo complejo de neuronas. Por consi- lidades sensibles o emotivas es un mundo no
guiente, la conciencia puede ser representa- sólo inhabitable, sino también sin sentido. En
da sintácticamente por un sistema formal en un mundo tal, el besar de los amantes se re-
un computador. duciría a un bombardeo de partículas o a sim-
ples reacciones físico-químicas. Y un beso
Es cierto que muchas actividades de la con- desprovisto de intencionalidad, emociones,
ciencia pueden ser reproducidas mecánica- sensaciones, no sólo es abstracto sino tam-
mente, pero esto no nos garantiza que todas bién irreal y, por lo mismo, privado de todo
las actividades pertinentes puedan ser simu- sentido.
ladas mecánicamente, o que no haya unos
aspectos de la conciencia que puedan esca- 1.4 ¿Es el cuerpo humano un
par al modelo computacional. Quizá las emo- compuesto biológico?14
ciones son estados de conciencia que no son
computacionales. ¿Podría amar un compu- La primera disciplina agregada a la física es
tador? Para responder afirmativamente esta la química. Ésta nace cuando la constitución
pregunta tendríamos que reducir la de la materia –inerte y vital– es expresada a
intencionalidad del ser humano a la partir de leyes cuantitativas. De esta disci-
extencionalidad de su materialidad. El he- plina se desprende la bioquímica y luego la
cho de que algunos estados conscientes pue- biología, es decir la ciencia de la vida. De la
dan ser representados por computaciones no biología general se pasa a la biología huma-
significa que sean computaciones. La con- na, cuyo capítulo más importante es la fisio-
ciencia no actúa sólo sintácticamente sino, y logía del cerebro humano.
sobre todo, semánticamente. Las formas, los
mecanismos, las habilidades, las tareas son El especialista en biología humana confirma
concebidas a partir del sentido, la significa- los valores de la subjetividad y trata de ex-
ción, la intencionalidad, en suma, la subjeti- plicarlos como propiedades que emanan de
vidad. la materia. Concibe al hombre como un ser
distinto del animal porque su cerebro es
Las idealidades de la ciencia no sólo reen- cuantitativamente más complejo. Las cuali-
vían al mundo sensible a partir del cual han dades de la materia humana se deben a dicha
sido construidas, sino que su sentido depen- complejidad. Por consiguiente, la dualidad
de totalmente de este mundo. De aquí la exi- entre cuerpo y alma queda superada.
gencia fenomenológica de volver a las cosas
mismas, de volver a este mundo para inte- La energía nerviosa es la producción y el in-
rrogarnos, en primer lugar, por el sentido de tercambio de ondas eléctricas de origen quí-
nuestro cuerpo sensible y, en segundo lugar, mico. El funcionamiento psicológico no sur-

14
Cf. Paul Chauchard, “Las ciencias biológicas y el ateísmo”, El ateísmo contemporáneo, Vol. I, Tomo I,
Facultad Filosófica de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma (Cristiandad: Madrid, 1971) 513-533.
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ge de una modalidad especial de energía. No es connatural. Dicho “principio de organiza-


obstante, a pesar de que la onda eléctrica que ción” es lo que los fenomenólogos denomi-
produce el flujo nervioso puede ser captada nan subjetividad. El hombre no sería capaz
por los oscilógrafos, la célula no es una ima- de decidir libremente si su principio ordena-
gen exacta de una máquina. Ella posee algo dor de la materia no fuera una verdadera sub-
que la hace diferente, tiene caracteres pro- jetividad. Por consiguiente, la libertad se
pios. El fenómeno eléctrico es análogo al convierte en la propiedad fundamental del
fenómeno nervioso y no a la inversa como cerebro humano.
comúnmente suele representarse.
En síntesis, el hombre no es meramente un
Si bien en el hombre todo funcionamiento compuesto biológico determinado a priori
puede ser leído a partir de leyes cuantitati- por las leyes rígidas de la materia. Por el con-
vas físico-químicas, se puede hacer esto bajo trario, es el ser capaz de sobreponerse a su
una modalidad especial y específica. El áci- materialidad y darle un sentido inédito a su
do nucleico es el que dirige dicha especifici- existencia a partir del principio ordenador de
dad y especialidad del ser humano. Éste es su materia, es decir, a partir de su subjetivi-
producto de esa prodigiosa complejidad y dad. Sin llegar a desconocer los aportes va-
organización de las moléculas cerebrales. liosos de la biología, consideramos que hay
una serie de problemas que no encuadran
La biología materialista afirma que la vida dentro de su enfoque y se salen de su com-
se funda únicamente en los poderes de los petencia. La biología plantea problemas que
ácidos nucleicos. El funcionamiento vital del sobrepasan su razón de ser. Lo que localiza-
hombre consiste en intercambios energéticos mos en el cerebro son los centros de ejecu-
y estructuras espacio-temporales de una ma- ción motriz o de recepción sensorial pero no
teria cuyos constitutivos se renuevan ince- los productos de éstas. ¿Cómo explicar los
santemente y cuya arquitectura es lo único actos y actitudes humanas inmateriales –pen-
que se mantiene: todo es dinámico y funcio- samientos, sentimientos, emociones– a par-
nal. Por tanto, el psiquismo humano, al que tir de la materia?
los dualistas llaman alma, no es más que la
función de un cerebro más desarrollado. La fenomenología ha buscado dar respuesta
a algunos de estos problemas, pero lo ha he-
La biología humana nos obliga a reconocer cho teniendo en cuenta la advertencia de
un materialismo dinámico y funcional en el Husserl: “los científicos del espíritu no de-
que el pensamiento es indisoluble del cere- berían conformarse en considerar el espíritu
bro. Pero, a su vez, también nos lleva a reco- como espíritu, sino que deberían retroceder
nocer el misterio que entraña la materia hu- a los fundamentos corporales y elaborar sus
mana; misterio que la ciencia reconoce en explicaciones con la ayuda de la física y de
los enigmas del cuerpo humano. la química”15.
Este enfoque nos muestra al hombre como El “principio de organización” no se agota
una unidad, como una totalidad. El cuerpo en su materialidad. Su esencia se manifiesta
está constituido por una materia, pero esa sobre todo en sus producciones que, paradó-
materia difiere de todas las demás porque jicamente, son inmateriales. Razón por la
posee un “principio de organización” que le

15
Edmund Husserl, Erste Philosophie I, Husserliana VII (Haag: Martinus Nijhoff, 1956) 325.
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cual, para acercarnos más a la esencia del sentido mediato a mis experiencias inme-
ser del hombre, consideramos necesario diatas.
explicitar el desempeño de la corporeidad
humana en el mundo de la vida. Por otra parte, cuando entro en relación con
otras personas, también comprendo que mi
cuerpo no muestra la totalidad de mi ser. Me
2. Visión fenomenológica acerca del doy cuenta que además de expresar lo que
ser del hombre soy, también puedo mentir, fingir o encubrir-
me en mi cuerpo. Sé que la mirada del otro,
2.1 El cuerpo humano en el aunque a veces descubra actitudes mías que
mundo de la vida ni yo mismo logro percibir, no abarca la to-
talidad de mi ser. En el encuentro con el otro,
En el mundo de la vida realizo una doble descubro que no soy el único en el mundo.
experiencia de mi ser: experimento ser ver- El mundo no es sólo mío sino compartido.
daderamente corpóreo y experimento una En él los significados se entrecruzan, com-
cierta trascendencia de mi dimensión corpo- plementan, enriquecen. Mi yo, aunque es
ral. Estas dos experiencias constituyen el único e irrepetible, comparte muchos signi-
fundamento de mi persona. ficados de mundo con los otros.
Me identifico con mi cuerpo en cuanto exis- Mi experiencia personal de identificación y
to mi cuerpo: sin mi cuerpo sería nada. Mi trascendencia corporal se me presenta como
cuerpo está situado aquí y ahora. Con rela- materia prima para filosofar. Con base en ella
ción al ahora soy siempre presencia. Con re- puedo darle sentido y valor a mi realidad.
lación al aquí estoy dotado de características Así descubro mi verdad. Pero mi verdad no
físicas. Por consiguiente, mi cuerpo me ase- es estática, ella se dinamiza y enriquece en
gura un lugar en el mundo y en el tiempo, y, la medida en que entra en diálogo con la ver-
siendo cuerpo, le doy sentido a los cuerpos dad de los otros. Gracias al encuentro de mi
que me rodean. Mi cuerpo percibe, tiene há- verdad con la verdad del otro amplío el hori-
bitos, es instintivo, es sexuado, es emotivo y zonte de mi pensamiento y, por ende, el ho-
afectivo. Mi cuerpo conoce el mundo y sabe rizonte de la verdad misma.
desenvolverse en él. Mi cuerpo es expresivo
y comunicativo. En suma, mi cuerpo es la Las experiencias de identificación y reflexión
presencia de mi ser personal ante el mundo. son las que trataré de explicitar en los siguien-
tes apartados.
Pero también experimento situaciones don-
de mi cuerpo deja de ser el protagonista y se 2.2 El cuerpo como expresión de
convierte en una especie de “espectador pa- una subjetividad
sivo”. Observo que cuando reflexiono y juz-
go mis experiencias corpóreas, experimento La visión fenomenológica del hombre nos
una cierta trascendencia de mi cuerpo. Esto invita a poner en juego nuestra propia exis-
me lleva a decir que los hechos no entrañan tencia de hombres en el mundo. La existen-
la totalidad de mi ser personal. Gracias a la cia precede a la esencia. Al hablar de exis-
conciencia que poseo de experiencias pasa- tencia hacemos referencia implícita al cuer-
das, esbozo el futuro y me concibo como un po. La esencia se afirma en la existencia cor-
ser histórico, como un proyecto, donde el poral y no al contrario como lo tratan de ha-
espacio y el tiempo van más allá o más acá cer los enfoques reduccionistas que definen
del presente inmediato. Así, puedo darle un al hombre como una realidad acabada: cár-
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cel, animal, máquina, compuesto biológico. rían según la actitud u orientación que asu-
Todos estos seres guardan alguna relación mamos como sujetos corpóreos frente a nues-
con el ser del hombre pero no lo definen en tras posibilidades. Así, podemos hablar del
absoluto. El error de dichos enfoques radica yo-unidad como el soporte de los diversos
en que definen al ser del hombre como un modos de ser hombre: yo-organismo, yo-ins-
objeto que puede ser explicado y demostra- tinto, yo-perceptivo, yo-trabajador, yo-re-
do “desde afuera”. Nuestra experiencia de flexivo, yo-social, yo-trascendente.
hombres nos muestra que, paradójicamente,
somos nosotros quienes creamos los esque- La experiencia humana nos muestra el ser
mas conceptuales pero, a la vez, no nos de- del hombre como un ser indivisible que es-
jamos encuadrar bajo ninguno de ellos, ya tablece sus relaciones con el mundo siendo
que siempre nos mostramos como una reali- cuerpo: el cuerpo humano es la expresión de
dad inacabada. Lo que las ciencias positivas una subjetividad; es la manifestación de su
explican de la corporeidad humana no se re- ser personal. En este orden de ideas pode-
fiere a mi cuerpo en tanto sujeto, sino al cuer- mos concebir el cuerpo humano como:
po en tanto objeto. i) El camino de acceso al mundo de las cosas
Por consiguiente, la pregunta por el ser del
ii) El órgano de percepción
hombre no debe ser formulada en términos
de “qué es el hombre” como si fuera un iii) El “punto cero” a partir del cual organi-
“algo” ya acabado, sino en términos de zamos el mundo
“cómo es el hombre” teniendo en cuenta que
es un “alguien” cuya esencia entraña siem- iv) El órgano transformador de la realidad
pre a un sujeto abierto a sus posibilidades.
v) El órgano de reconocimiento, comunica-
Esto nos lleva a decir que la esencia del ser
ción y socialización con los otros sujetos
del hombre no puede ser explicada y demos-
trada, sino mostrada y explicitada a partir de vi) El órgano axiológico
las posibilidades y realizaciones humanas en
el mundo de la vida: “el cuerpo propio es vii)El fundamento, condición y posibilidad
una permanencia del lado de mí; nunca está de la creación de cultura.
verdaderamente delante de mí como objeto,
no puedo desplegarlo bajo mi mirada. El 2.3 El cuerpo humano como el
cuerpo propio se queda al margen de todas camino de acceso a las cosas
mis percepciones, está conmigo”16.
Como hombres somos seres situados en la
La existencia nos muestra al ser del hombre naturaleza, pero nuestra ubicación difiere a
como una totalidad significativa; una reali- la que tienen las cosas porque nosotros esta-
dad dinámica que consiste en significar. Di- mos abiertos al mundo de las cosas. Esta
cha totalidad entraña una diversidad que con- apertura nos permite dar sentido y significa-
siste no en diferentes vidas, realidades o sus- do tanto a nuestra existencia como a la de la
tancias, sino en diversos modos de ser de una naturaleza misma. Gracias a esta facultad, la
misma vida. Una persona puede asumir di- naturaleza deja de ser una realidad cruda para
ferentes roles y funciones permaneciendo y convertirse en un mundo de significados. La
siendo ella misma. Estos modos de ser va- tarea de la fenomenología consiste en mos-

16
Maurice Merleau-Ponty, Fenomenología de la percepción, trad. Jem Cabanes (Barcelona: Península, 1975)
108.
16 Cuadernos de filosofía latinoamericana

trar la relación intrínseca que se da entre su- todos los anteriores. Más aun, es la fuente de
jeto y mundo, es decir, el enlace recíproco donde emergen todos, ya que en él es donde
entre hombre y naturaleza significada. el cuerpo propio se encuentra en permanen-
te contacto con las cosas.
La presencia del hombre en el mundo com-
porta dos modos dinámicos de existencia: la 2.4 El cuerpo humano como
situación –estoy en el mundo– y la inten- órgano de percepción
cionalidad u orientación –soy consciente en
el mundo. Nos comunicamos con el mundo cuando el
cuerpo actúa como órgano de percepción
El hombre es situación en cuanto es un ser efectiva. Las percepciones son relaciones de
que posee un aquí y un ahora propios. La sentido que establecemos con el mundo. Éste
situación nos muestra al mundo no como una se nos muestra como el horizonte en donde
sumatoria caótica de cosas, sino como el sis- las cosas se revelan o se ocultan según la
tema de significados que establecemos con intencionalidad adoptada. Una obra de arte
las cosas por medio del cuerpo propio. La se revela o se oculta según la orientación de
estructura del cuerpo condiciona las posibi- nuestra percepción. Podemos ser videntes o
lidades de experimentar el mundo, determi- ciegos ante una pintura como Las Meninas,
na la zona de nuestras operaciones posibles, por ejemplo. De nuestra percepción orienta-
la amplitud de nuestra vida. Un ciego o un da depende la valoración o la indiferencia
sordo experimentan el mundo de un modo ante las cosas.
distinto a como lo haría un sujeto normal.
Ellos crean un sistema de significados “es- La percepción es el saber experiencial que el
peciales” donde sus posibilidades están de- cuerpo va adquiriendo a lo largo de la vida.
terminadas por su corporeidad. En el caso Este saber se nos muestra como un fenóme-
de Beethoven, por ejemplo, los significados no unitario y original. Es unitario porque la
auditivos fueron reemplazados por los tácti- experiencia perceptiva se nos ofrece de gol-
les, los cuales tuvieron que especializarse pe, inmediatamente. Las distinciones del tac-
debido al condicionamiento de su cor- to y de la vista son desconocidas en primera
poreidad. instancia. Lo que nos enseña a distinguir las
percepciones de nuestros sentidos es la re-
El mundo se nos revela, y nosotros, siendo flexión. La afirmación de que poseemos cin-
cuerpo, le damos sentido, significado. La si- co sentidos y de que cada uno funciona como
tuación y la intencionalidad nos llevan a afir- un mundo independiente sin comunicación
mar que de hecho existen muchos mundos con los demás, contradice el fenómeno uni-
humanos. El amor, la ciencia, la filosofía, la tario de la percepción. Percibimos de un
religión son orientaciones posibles. A partir modo indiviso con nuestro ser total. Apre-
de ellas podemos percibir el mundo y crear hendemos la estructura única de la cosa me-
distintos productos culturales: mundo cien- diante una única forma de existir que rela-
tífico, técnico, religioso, filosófico. Todos ciona, a la vez, todos los sentidos17. Expre-
estos mundos humanos tienen como tela de siones donde se conjugan percepciones cru-
fondo el mundo de la vida. Éste nos es co- zadas de varios sentidos confirman lo dicho:
mún y revela muchos más significados que colores cálidos, fríos, chillones, duros; soni-

17
Cf. Maurice Merleau-Ponty, Sentido y sin-sentido, trad. Marcis Comadira (Barcelona: Península. 1977)
89-90.
Vol. 26, No. 92 (2005) 17

dos claros, rugosos, brillantes; perfumes pe- La reflexión no es un saber distinto, sino un
netrantes, dulces. saber con un mayor grado de explicitación.
Ésta rompe con la familiaridad que ejerce el
La experiencia perceptiva es original porque cuerpo con el mundo y trata de mostrar este
es la primera operación corporal que ejecu- saber corporal desde cierta distancia y a par-
tamos para aprehender el significado de las tir de cierto asombro o extrañamiento. La
cosas. La percepción no es un mosaico de tarea de la reflexión es educativa. Con base
datos sensoriales que al ser analizados o aso- en ella podemos organizar, afirmar o reorien-
ciados a comportamientos (pensamientos, tar nuestras experiencias perceptivas según
deseos, sentimientos, emociones) nos darían fines más discernidos y plenificantes para el
como resultado el sentido o la significación: ser personal de cada uno.
la experiencia perceptiva es conocida mucho
antes que la reflexiva. Es un anacronismo En síntesis, la experiencia perceptiva se nos
considerarla como secundaria18. La signifi- muestra como la primera certeza del mundo.
cación que aprehendemos en el acto De tal manera que, si dudamos de la percep-
perceptivo es preconceptual. Antes del yo ción, implícitamente estamos dudando de la
pienso que percibo está el yo percibo. Perci- reflexión; lo cual nos llevaría a un escepti-
bir es vivir, y vivir es conocer. En otros tér- cismo insalvable. La ilusión, de la cual pue-
minos, la percepción antecede a la palabra y de ser presa nuestra percepción, tiene como
a la re-presentación; la comunicación corpo- referente primigenio una percepción verda-
ral antecede al lenguaje verbal. Más aun, el dera: no puedo tener la idea de una ilusión si
lenguaje verbal es consecuencia de la comu- antes no he experimentado efectivamente la
nicación corporal. No es gratuito que los ni- idea de certeza.
ños, por ejemplo, comprendan los gestos y
las expresiones fisionómicas mucho antes de 2.5 El cuerpo humano como
ser capaces de re-presentarlas por su cuenta “punto cero” a partir del cual
o de verbalizarlas: la toma de conciencia de organizamos el mundo
la palabra como región original es natural-
mente tardía19. El hombre es un ser situado en el mundo.
Dicha situación comporta un carácter origi-
La percepción constituye el fundamento de nal distinto al de las cosas y los animales.
las experiencias conceptuales. Antes de la Las cosas son siempre presentes. Los anima-
conciencia reflexiva se da de hecho la con- les viven el tiempo de forma cíclica. El hom-
ciencia perceptiva. Esto no significa que la bre, en cambio, es presencia temporal, es
percepción sea de carácter irracional ni que decir, su estructura esencial es la temporali-
sólo llegue a ser racional a partir de la re- dad. Las vivencias que conforman nuestra
flexión. La percepción es una especie de “sa- experiencia no son un caos de actos desliga-
biduría cotidiana”. El cuerpo propio, al estar dos unos de los otros. Ellas conforman una
en constante contacto con el mundo, “sabe” estructura unitaria en donde pasado presente
más del mundo que la propia reflexión. Los y futuro convergen: no somos sólo lo que
objetos que percibimos son percibidos y pen- somos sino también lo que hemos sido y lo
sados a la vez. que seremos. Por esta razón, el ser del hom-

18
Cf. Merleau-Ponty, Sentido…, 100.
19
Cf. Merleau-Ponty, Fenomenología …, 191.
18 Cuadernos de filosofía latinoamericana

bre está abierto a todos los espacios y todos que la de los elementos aislados. La percep-
los tiempos; gracias a su estructura espacio- ción analítica, que nos muestra los elemen-
temporal, el hombre es el único ser que pue- tos aislados, corresponde a la actitud tardía
de adaptarse a la diversidad de climas y die- de la reflexión. La percepción espontánea se
tas del mundo. da como una unidad temporal.

Partiendo del cuerpo propio como “punto El yo-reflexivo parte del pasado real, de la
cero”, podemos organizar el mundo. Mi cuer- experiencia de la percepción espontánea y
po hace que haya un lejos y un cerca, un alto nos brinda la posibilidad de situaciones fu-
y un bajo, un arriba y un abajo, un lado dere- turas, convirtiéndonos de paso en seres res-
cho y uno izquierdo, un antes y un después, ponsables de nuestra propia historia. La ten-
una ausencia y una presencia. No obstante, dencia del cuerpo propio hacia la racionali-
el cuerpo propio no es estático sino dinámi- dad es una invitación permanente de pasar
co. Mover el cuerpo significa apuntar hacia del “punto cero” a puntos más elaborados;
las cosas y reorganizarlas de forma distinta. de pasar de la experiencia vivida a la expe-
Al responder a la solicitud que ejercen las riencia reflexionada.
cosas sobre nosotros, el mundo se vuelve a
organizar de otra manera. Si me desplazo, El “punto cero” es fundamento, pero él no
organizo el mundo desde otro aquí y otro agota la totalidad del ser del hombre. Los
ahora y, a la vez, conservo la experiencia del hábitos estables que se dan de forma imper-
antes y del allá. A esto se le suma la contem- sonal pueden ser rotos y explicitados a partir
plación de la posibilidad de ejercer nuevos de la reflexión. La experiencia reflexiva pue-
desplazamientos, de anticiparme a futuras de llevarnos a conquistar nuevas situaciones
presencias: cada presencia capta paso a paso, en las que los hábitos, las costumbres y has-
a través de su horizonte de pasado, presente ta los instintos, en vez de esclavizarnos, es-
y futuro, la totalidad del tiempo posible. Así, tén al servicio de nuestros intereses y metas.
supera la dispersión de los instantes y pue-
En la dinámica de la experiencia vivida y la
de reintegrar el pasado a la experiencia per-
reflexión personal, podemos concebirnos
sonal20.
como proyectos que tienden hacia la auto-
A partir de esta estructura espacio-temporal, realización. El proyecto personal nos exige
podemos afirmar que la experiencia corpo- pasar de lo que tenemos como condición a
ral se desarrolla teleológicamente, esto es, lo que apuntamos por opción; de lo que so-
como inclinación y tendencia continua ha- mos a lo que tenemos intención de ser; de la
cia la aprehensión de las cosas como fenó- impersonalidad a la personalidad. De esta
menos unitarios, como flujo de momentos manera, la persona se engrana en la situa-
diferentes de un mismo tiempo. Las percep- ción y, a partir de ella, puede llegar a fundir-
ciones del oído, por ejemplo, no son formas la en su proyecto: el lazo que une al cuerpo
desligadas en el tiempo. Una melodía no la humano con el mundo es, al mismo tiempo,
percibimos como una suma de notas, sino el medio de su libertad. Se trata de compren-
como una totalidad en donde cada nota cuen- der cómo el hombre sin quebrantar sus
ta por la función que ejerce en el conjunto. condicionamientos, sino al contrario utilizán-
La percepción del conjunto es más primitiva dolos, proyecta alrededor los instrumentos

20
Cf. Merleau-Ponty, Fenomenología …, 103.
Vol. 26, No. 92 (2005) 19

de su liberación, constituyendo un mundo bre primitivo han sido fruto de obras manua-
cultural en el que el comportamiento natural les: pinturas rupestres, piedras talladas, uten-
sea convertido en humano21. silios…; el conocimiento del mundo se ha
perfeccionado a través del tiempo, hasta lle-
2.6 El cuerpo humano como gar a ser lo que hoy denominamos como téc-
órgano transformador de la nica y tecnología.
realidad
En cuanto al principio de instrumentalidad,
La apertura del cuerpo humano nos muestra vemos que el cuerpo propio es el fundamen-
al hombre como un ser que, además de estar to de todos los instrumentos. Un instrumen-
situado, posee la capacidad de crear nuevas to es una cosa material que ha sido humani-
situaciones. Esto nos lleva a decir que el cuer- zada para realizar un fin determinando, y una
po humano es un cuerpo fenomenal que está vez utilizado puede ser desechado o mejora-
abierto a aprehender las cosas como fenó- do. Por tal motivo, el cuerpo humano no pue-
menos y a usarlas como medios para lograr de ser concebido como un instrumento, por-
fines o tareas. A esto debemos agregarle la que jamás podemos abandonarlo: el cuerpo
capacidad que también poseemos de proyec- humano es la raíz de la instrumentalidad, ya
tar el cuerpo propio anexándole nuevos ins- que todos los instrumentos existen en virtud
trumentos que nos permitan cambiar la rea- de un cuerpo que está en disposición de uti-
lidad. Así, el cuerpo humano se nos muestra lizarlos22.
como principio de dominio de la naturaleza
y como principio de instrumentación. Las creaciones del hombre, como la técnica
y la tecnología, no son fines en sí mismos,
Como principio de dominio, el hombre pue- sino medios. Por consiguiente, deben ayu-
de intervenir la naturaleza para transformar- dar a la dignificación y a la realización inte-
la y ponerla a su servicio. El poder de mani- gral de la humanidad. No como pasa en el
pulación figura como la expresión más evi- reino de la tecnocracia donde el hombre deja
dente de la capacidad transformadora del de ser un fin para ocupar el lugar que le co-
cuerpo humano. El hombre, siendo mano, rresponde al instrumento; de esta forma, el
trabaja, actúa y lucha en relación con las co- hombre va en contra de su esencia, y la
sas. En virtud de esta capacidad, nuestra re- instrumentalización y deshumanización co-
ferencia al mundo no es sólo de conocimiento mienzan a hacer carrera.
sino también de transformación. El mundo
se nos muestra manipulable gracias a que Los instrumentos son la extensión de las po-
nuestra estructura corporal lo permite. En la sibilidades del cuerpo humano: la lente del
medida en que reorganizamos el mundo si- ojo, el audífono del oído, la retroexcavadora
guiendo nuestros intereses o necesidades, de la mano, el computador del cerebro. Sin
proyectamos sobre él un sentido original, y embargo, todos ellos se refieren al cuerpo
de paso lo humanizamos. como al arquetipo que los evalúa y supera.
El hombre se procura instrumentos porque
Siendo manos, el hombre ha ido conociendo sabe que su ser es limitado y débil frente a
y transformando el mundo a lo largo de la los ambiciosos proyectos que planifica. No
historia. Las noticias que nos llegan del hom- podemos reducirnos a la labor de nuestros

21
Cf. Merleau-Ponty, Sentido …, 20.
22
Cf. Joseph Gevaert, El problema del hombre: Introducción a la antropología filosófica, trad. Alfonso Ortiz
(Salamanca: Sígueme, 1987) 102.
20 Cuadernos de filosofía latinoamericana

cuerpos porque las obras pensadas, deseadas nuestra existencia personal. El mundo de la
o necesitadas sobrepasan inmensamente existencia no es ni mío ni tuyo, sino nuestro.
nuestra estructura corporal. Nuestra re- Esto nos lleva a afirmar que la existencia
flexión, el volver sobre las experiencias vi- propia es esencialmente una co-existencia.
vidas, nos permite concebir mejores moda-
lidades de trabajo para llevar a cabo los ob- El cuerpo humano es una huella parlante.
jetivos proyectados. Es por esta razón que, Sabemos por experiencia que las vivencias
día tras día, creamos mejores medios artifi- van acompañadas de gestos corporales. El
ciales que prolongan nuestras fuerzas y am- comportamiento humano no es solamente un
plían nuestro campo de ejecución. estado interior, sino también expresiones
corporales externas que se brindan a los de-
2.7 El cuerpo humano como más como un lenguaje genuinamente huma-
órgano de reconocimiento, no. Experiencias como las del amor o el odio
comunicación y socialización se manifiestan como estados interiores y tam-
con el otro bién como gestos corporales; por lo cual son
accesibles a la percepción del otro. Son ti-
Además de dar lugar a nuestra existencia pos de comportamiento que pueden verse
particular, el cuerpo propio nos inserta en un desde afuera, existen sobre un rostro o sobre
mundo donde existen otros sujetos corpóreos: unos gestos23.
el mundo intersubjetivo. En éste, mi cuerpo
existe para el otro y el cuerpo del otro existe En el mundo de la vida, el cuerpo propio,
para mí. además de estar abierto al mundo de las co-
sas, también lo está al de los demás. El otro
La intersubjetividad tiene como punto de no se nos presenta como un pensamiento
partida la intercorporeidad. El reconocimien- objetivo, sino como una evidencia corporal.
to del otro es, en primera instancia, un hecho Yo experimento la visión del otro no como
perceptivo. La concepción del cuerpo pro- un pensamiento de ver sino como una mira-
pio como expresión de mi subjetividad me da capaz de organizar el mundo desde su
conduce necesariamente hacia el reconoci- centro personal. Gracias al otro, nuestro ser
miento del cuerpo ajeno como expresión de conoce y amplía su radio de experiencias y
una subjetividad distinta, diversa. La posibilidades: las observaciones que hago
intersubjetividad en tanto intercorporeidad es sobre experiencias como el amor o el odio,
un hecho que goza de evidencia plena. Sien- por ejemplo, son observaciones que apren-
do percepción distinguimos de inmediato do a partir del cuerpo de los otros, ya que yo
otros cuerpos expresivos, esto es, otras fuen- no puedo ser testigo de ese comportamiento
tes de sentido, de significación, que compar- en el momento de experimentarlo. La viven-
ten con el cuerpo propio un mundo común. cia espontánea de estas experiencias se me
escapa porque yo soy ellas en el momento
El ser personal es único e irrepetible, pero de realizarlas. Paradójicamente, podemos
los significados del mundo particular están pensar la ira en el momento de calma, y re-
permeados por todas partes de los significa- ferirnos a ella sólo en la vivencia de una ira
dos de otros seres personales. La manera ajena. Tal vez mediante el análisis formal
como percibimos y el lenguaje que utiliza- podamos pensar al hombre como un ser so-
mos siempre lleva una huella que trasciende litario, pero la experiencia vivida nos mues-

23
Cf. Merleau-Ponty, Sentido …, 96.
Vol. 26, No. 92 (2005) 21

tra la imposibilidad de este hecho. El hom- Nuestra experiencia corpórea nos conduce
bre no es un ser solitario que vive en un hacia dos momentos esenciales en la concep-
mundo de cosas, sino un ser solidario que ción del hombre: la afirmación de la subjeti-
vive en un mundo cultural intersubjetivo. vidad propia y el reconocimiento de la sub-
jetividad de los otros. En el momento en que
El mundo cultural indica que yo y los otros reconocemos la experiencia como propia, nos
gozamos de una misma estructura común y abrimos a todo lo que no es “yo”, somos sen-
que ambos, a partir de la realidad primigenia sibles al mundo y a los demás. Nuestra vida
de la corporeidad, podemos comprender, se nos muestra como individual y, a la vez,
transformar y mejorar las acciones deposita- universal25.
das en la naturaleza por el género humano a
lo largo de la historia. En la relación con los Dichos momentos esenciales –la afirmación
otros es donde la existencia particular hunde y el reconocimiento– nos abren la posibili-
sus raíces, encuentra una prolongación de sus dad de un encuentro, un diálogo entre suje-
intenciones y una manera familiar de tratar tos corpóreos. La multiplicidad de orienta-
con el mundo: con el otro se da un ser a dos, ciones o formas de ver el mundo, no imposi-
en donde las múltiples perspectivas se bilitan el encuentro intersubjetivo. El cuer-
entrecruzan unas con las otras para dar ra- po humano, en tanto intersubjetivo, siempre
zón de un mismo mundo común24. está abierto a crear nuevas y mejores situa-
ciones; nuevas maneras de humanizar un
Todo tipo de comunicación humana, ya sea mundo que nos es común.
gestual o verbal, halla en la estructura del
cuerpo humano su fundamento, condición y Además de la apertura que el cuerpo propio
posibilidad. El gesto y la palabra, para ser tiene hacia los otros, cabe decir que también
expresivos y comunicativos, parten del he- está abierto a lo Infinito. En el mundo de la
cho de que deben ser ejecutados y percibidos vida, esta orientación amplía esta intersub-
por un cuerpo humano. jetividad y nos puede mostrar lo Infinito
como un ser personal que comparte y, a la
La estructura común de nuestra corporeidad, vez, trasciende la existencia. Es decir, el hom-
anteriormente mentada, no implica que la bre puede experimentarse a sí mismo, a los
visión propia sea la visión única del mundo. otros y a las cosas en relación con Otro Eter-
La experiencia nos muestra que existen mu- no. La experiencia religiosa es también un
chas perspectivas, las cuales constituyen las modo de ser en el mundo con otros. Dicha
bases de los diversos mundos culturales. No manera de ser es significativa en la medida
hay una visión única del mundo; sin embar- en que el hombre experimente a Dios no
go, vemos que es fácil que un sujeto, ya sea como un pensamiento abstracto, sino como
personal o cultural, considere su visión de una vivencia que lo interpela hasta en sus
mundo como la única. Así, dicho sujeto pri- actitudes y comportamientos más íntimos. En
va a los demás de la riqueza de posibilidades la vivencia de Dios, el hombre hace partici-
contenidas en su propio ser, y reduce su mun- par al ser supremo en su proyecto, ve enri-
do y el de los demás a las estrechas dimen- quecidas sus posibilidades y encuentra el
siones del campo de su interés. sentido primigenio de su existencia.

24
Cf. Merleau-Ponty, Fenomenología …, 354.
25
Cf. William Luypen, Fenomenología existencia, trad. Pedro Martín (Buenos Aires: Carlos Lohlé, 1967)
45-47.
22 Cuadernos de filosofía latinoamericana

En la orientación hacia Dios, el cuerpo pro- es decir, que más significado tienen para
pio juega un papel fundamental, ya que la nosotros: la apertura al mundo es una carga.
comunicación con el Tú Eterno parte de dos El hombre está sometido a una sobrea-
experiencias corporales esenciales a todas las bundancia de estímulos, a una plétora de
expresiones religiosas: la manifestación en impresiones sin finalidad, que afluyen a él y
la historia, por parte de Dios; y la contem- que él tiene que dominar de alguna manera
plación de ese Dios manifestado por parte para poder vivir humanamente. La carga di-
del hombre. La diversidad de actitudes y ex- recta e inmediata que produce la multiplici-
presiones rituales experimentadas en la orien- dad de sensaciones tiene que ser transforma-
tación a Dios se inscriben en este campo. da en una oportunidad para existir26.

2.8 El cuerpo humano como Los significados que se derivan de las diver-
órgano axiológico sas sensaciones poseen un valor cultural muy
rico y riguroso: la vista puede ser asociada a
El espacio vital del hombre no es un hábitat la razón o a la brujería; el gusto puede servir
cerrado, sino un mundo de significados abier- de metáfora para el refinamiento estético o
to. No obstante, nuestra condición humana para la experiencia sexual; un olor puede sig-
nos dice que somos seres finitos; que nues- nificar santidad, poder político o exclusión
tro cuerpo es limitado; que frente al horizonte social27.
de posibilidades que nos brinda el mundo,
no podemos responder de una vez por todas, El residuo de la valoración del amplio cau-
que se nos hace necesario establecer una je- dal sensorial, se va constituyendo con el tiem-
rarquía de valores para poder organizar la po en el paradigma perceptivo de tal o cual
invasión de percepciones que nos vienen del cultura. Los miembros que la componen,
mundo. Nuestra existencia es paradójica por- partiendo de esta base, pueden llegar a tra-
que, a la vez, se nos muestra como infini- ducir esta experiencia en conceptos o repre-
tud de posibilidades y como finitud de ex- sentaciones. El paradigma sensorial propio
periencias. de cada cultura se nos muestra como el mo-
delo básico a aprender. Después de un largo
La apertura corporal permite en nosotros una
proceso de apropiación y madurez, el ser
multiplicidad de sensaciones que debemos
personal puede criticarlo, resistirlo o enri-
reducir para ponerla acorde a nuestras capa-
quecerlo.
cidades. En virtud de esta reducción pode-
mos realizar las creaciones culturales. En
Por consiguiente, la percepción humana es
otras palabras, la apertura al mundo, al no
un proceso de valoración y de aprendizaje
brindarnos ningún punto de referencia natu-
cultural. Los sentidos educan, y sus expre-
ral a partir del cual las cosas estén fijamente
siones se aprenden. El modelo sensorial
estructuradas, nos impulsa a canalizar el cau-
adoptado por una cultura revela sus aspira-
dal de sensaciones a través de nuestros sen-
ciones, preocupaciones, divisiones, jerar-
tidos y sus extensiones. Así, descargamos
quías e interrelaciones: los sentidos enmarcan
todo el material sensitivo que nos abruma y,
la experiencia perceptiva según orientacio-
poco a poco, vamos incorporando sólo el
nes y valoraciones personales o culturales28.
residuo de sensaciones que más valoramos,

26
Cf. Gehlen, El hombre …, 40.
27
Cf. Constance Classen, Fundamentos de una antropología de los sentidos (online) 2, consultado en 30/06/
00, disponible en: <http:/www.unesco. org./issj/rics153/classenpa.htlm)>.
28
Cf. Merleau-Ponty, Fenomenología …, 232-233.
Vol. 26, No. 92 (2005) 23

Según el modelo sensorial adoptado, pode- prendió al hombre desde la visión del ser,
mos decir que existen culturas visuales, ora- pero no al ser desde la visión del hombre31.
les, táctiles… La cultura occidental ha adop-
tado el paradigma perceptivo visual. Ésta ha La cultura occidental acentuó más el sentido
considerado que el sentido de la vista es prin- de la vista, en cuanto a su importancia cultu-
cipal, ya que está estrechamente relacionado ral, cuando la asoció al floreciente campo de
con la racionalidad. la ciencia. En ese momento, la mirada
inquisitiva y penetrante del científico, ayu-
dada por las extensiones ópticas como el
3. La cultura occidental: una microscopio y el telescopio, se convirtió en
cultura visual la metáfora de la adquisición de conoci-
miento 32.
La primacía del sentido de la vista se obser-
va ya en la mitología clásica. Edipo, después Las teorías de la evolución también favore-
de ver la crudeza de su realidad, opta por cieron la elevación de este sentido al decre-
sacarse los ojos. De esta manera, se cegó no tarlo el sentido de la civilización. Se supuso
sólo al mundo de las cosas, sino también a que los sentidos inferiores –olfato, gusto y
su proyecto de vida. Este acto significó para tacto– perdían importancia conforme el hom-
Edipo reducir la existencia a su mínima ex- bre ascendía en la escala de la evolución:
presión. “existe una jerarquía sensorial de las razas
humanas en la que el europeo (el hombre-
Este legado cultural pasó a la filosofía. Los ojo) ocupa el peldaño superior, seguido del
pensadores clásicos consideraban a la vista asiático (el hombre-oído), el amerindio (el
como el sentido por excelencia, pues él nos hombre-nariz), el australiano (el hombre-len-
revela la presencia de las cosas29. Para Platón, gua) y el africano (el hombre-piel)”33.
la razón constituye “los ojos del alma”. Idein,
de donde viene la palabra idea, significa “ver En los siglos XIX y XX, la función de la vis-
no sensible”. Idea significa “lo visto por el ta se amplió más con la invención de las tec-
alma”. Y así como el ver sensible necesita nologías visuales como la fotografía, la tele-
de la luz natural, el ver racional necesita de visión, el cine y la informática.
la luz del Ser. El mundo de las ideas es vi-
sual, es un mundo de figuras contempladas30. En consecuencia, la preferencia de Occiden-
te por la visión ha permeado sus construc-
Aristóteles también se rige por la hegemo- ciones culturales en todos sus ámbitos: es-
nía del sentido de la vista. Esto le permite critura, pensamiento, tecnología... Por eso,
desarrollar una filosofía inspirada en imáge- todos los paradigmas sensoriales de culturas
nes y objetivaciones del mundo. Él, una vez extrañas fueron filtrados por la manera vi-
construido su esquema conceptual-visual, fue sual de percibir el mundo. La escritura, la
intercalando los demás sentidos. Así, com- lectura, los textos se han utilizado como es-

29
Cf. A. Synnott, Puzzling over the senses from Plato to Marx (Toronto: University of Toronto Press, 1991)
3-4. Cit. en Classen, Fundamentos …, 3.
30
Cf. Danilo Cruz Vélez, Filosofía sin supuestos (Buenos Aires: Sudamérica, 1970) 238-245.
31
Cf. Martín Buber, ¿Qué es el hombre?, trad. Eugenio Imaz (México: FCE, 1954) 23-46.
32
Cf. Classen, Fundamentos …, 3.
33
S. Gould, The Flamingo‘s Smile: Reflection in Natural History (New York: Norton, 1885) 204-205. Cit.
en Classen, Fundamentos …, 6.
24 Cuadernos de filosofía latinoamericana

quemas fijos en el análisis cultural. Se creía las labores superiores, como la erudición, la
que la cultura de un pueblo es un conjunto aventura y el gobierno, debían ser ejecuta-
de textos que el investigador intenta leer por das por el género masculino.
encima del hombro de sus propietarios. Mu-
chos investigadores no fueron más allá de la El énfasis visual hace que la explicitaciones
descripción e interpretación visual de una o representaciones de la cultura giren en tor-
cultura ajena. Por eso no se percataron de no a conceptos ópticos: contemplar, imagen,
que existen objetos culturales que pierden perspectiva, punto de vista, perfil, horizon-
toda su significación original si son abstraí- te, cosmovisión, ideas, ideas claras, reflejo,
dos de su contexto dinámico y transforma- evidencia, intuición, objeto, sujeto, texto,
dos en objetos estáticos, observables en las contexto... También hace que los conceptos
vitrinas de los museos o álbumes de fotogra- derivados de otras experiencias sensoriales
fías. Hay un sinnúmero de obras de culturas vayan siendo sustituidos por conceptos ópti-
ajenas que son hechas para ser aplicadas por cos: armonía de mundo, por visión de mun-
el cuerpo y no simplemente para ser contem- do; olor a santidad, por aura... Al estructurar
pladas34. esquemas puramente visuales para compren-
der otras culturas, también se puede pasar por
Es evidente que el paradigma perceptivo oc- alto que existen culturas que explicitan su
cidental ha hecho avanzar la cultura humana modo de percibir el mundo a partir de com-
en medidas extraordinarias. Pero, a la par, plejos vocabularios no visuales36.
también ha llevado a discriminación cultu-
ral. Recordemos que los semitas, africanos,
4. Perspectivas
amerindios... fueron considerados por los
occidentales como prehumanos sin alma por-
que no compartían con ellos su manera de Es el momento para hacer una breve síntesis
percibir el mundo. Las culturas estructuradas de lo que nuestra reflexión sobre lo percibi-
en otro sentido diferente al de la vista eran do nos ha permitido plasmar en el lenguaje
concebidas como primitivas o salvajes. Las como sedimentación de la experiencia hu-
distinciones raciales –blanco, negro, amari- mana.
llo, zambo, mestizo...– también se hicieron La experiencia nos ha puesto de presente que
a partir de sensaciones visuales35. no tenemos un cuerpo sino que somos cuer-
po. Que no pensamos “desde” el cuerpo, ni
La discriminación de la mujer también estu-
“con” el cuerpo, ni “a través” del cuerpo, sino
vo ligada a la percepción. Las mujeres fue-
que pensamos “como” cuerpo, que pensamos
ron consideradas sólo como aptas para desa-
corporalmente; que nuestro cuerpo no es una
rrollar sentidos inferiores, y por eso estaban
suma de órganos o sistemas, ni un elemento
destinadas a ambientes como la cocina, la
acompañante de una psiquis con mayor o
cama o el cuarto de los niños; mientras que
menor influencia sobre ella.

34
Cf. Classen, Fundamentos …, 4-5.
35
En el estudio de los sentidos no se halla la prueba de una fase de la evolución, sino claves esenciales sobre
la manera como una sociedad crea y plasma un mundo con sentido. Una cultura extraña no puede ser
estudiada según el modelo de la cultura propia. Esto significa que se debe descifrar los valores codificados
en cada uno de los sentidos. Así, descubriremos un profundo simbolismo sensorial ignorado para poner de
manifiesto la jerarquía de valores sensoriales que entraña cada cultura. Cf. Classen, Fundamentos …, 4-5.
36
Cf. G. Gossen, Chamulas in the world of the sun (Cambridge: Harvard University Press, 1974) 5-25. Cit.
en Classen, Fundamentos …, 7.
Vol. 26, No. 92 (2005) 25

El cuerpo se nos ha hecho presente como bres cotidianos, al status de seres capaces de
intencionalidad no tematizada; como expre- interrogar y de reflexionar con mirada críti-
sión de una subjetividad; como la vía de ac- ca los acontecimientos que giran en torno
ceso al mundo de las cosas; como “punto nuestro. De esta manera, las investigaciones
cero” de todas las experiencias; como órga- que se creían cerradas y agotadas vuelven a
no transformador de la realidad; como órga- abrirse. La mirada crítica nos devuelve la
no de socialización; como órgano axiológico; subjetividad enajenada y nos muestra al mun-
como apertura originaria al mundo; como un do como un ser que todavía está por mirar.
ser no determinado a priori por la naturale-
za; como fundamento, condición y posibili- Uno de los pocos presupuestos aceptado por
dad para crear cultura. De esta manera, el los fenomenólogos es el carácter teleológico
cuerpo humano no es una “adecuación” con del ser humano: el hombre es un ser cuyo
lo que hay fuera de él sino un habitar que, al ser es tener que llegar a ser. Para Husserl, los
fundamentar la unidad cuerpo-mundo, da griegos, al asumir que la existencia no era
origen al significar. La corporeidad es un un destino regido por los dioses o la Natura-
“saber” consciente sobre el mundo. La sen- leza sino un proyecto, decidieron vivir en “la
sación corporal no es un comportamiento libre conformación de su existencia, de su
ciego; ella constituye perceptivamente la sig- vida histórica a partir de las ideas de la ra-
nificación. Ella no es el contenido de una zón, en orden a tareas infinitas”37. Esta deci-
conciencia sino los modos como la concien- sión griega se convirtió en el presupuesto
cia corporal constituye mundos de significa- justificador del quehacer de la humanidad
ción. La percepción no es la sumatoria o la occidental. El telos espiritual de esta huma-
organización de sensaciones, sino las opera- nidad “en el que viene inserto el telos singu-
ciones de una conciencia corporal que, como lar de las naciones y de los hombres indivi-
el cogito cartesiano, conoce, quiere, desea, duales, yace en lo infinito, es una idea infi-
rechaza, imagina, siente... nita hacia la que de modo oculto tiende, por
así decirlo, a desembocar el devenir espiri-
Todo lo anterior nos sugiere que podríamos tual global”38.
seguir aplicando el método para poner de
presente el significado de la percepción en El objetivo fundamental de la educación es
las distintas creaciones culturales: pintura, precisamente conducir al estudiante a apren-
literatura, escultura, tecnología, publicidad, der a ser y no simplemente a tener. Pero este
cine..., y finalmente en la educación. Quere- aprender a ser implica un aprender a pensar,
mos aprovechar para detenernos un poco en el cual, a su vez, implica un aprender a per-
el tema del “aprender a percibir”, o, como cibir. ¿Por qué? Porque la sabiduría es tan
decía Merleau-Ponty, re-aprender a ver el sólo una utopía, una posibilidad del ser hu-
mundo, como uno de los objetivos fundamen- mano. Y la educación tiene que ser una edu-
tales de la educación. La percepción no nace, cación para la sabiduría. Tenemos que lle-
se hace, ya que ella es un proceso cultural de gar a ser sabios; es decir, a ser hombres que
aprendizaje. En virtud de esta posibilidad, desde su experiencia de vida estructuran las
nos liberamos de los enfoques deterministas bases de un mundo cada vez más humano.
y absolutistas, y nos elevamos, como hom- Esto es posible si nuestro pensar es un regre-

37
Edmund Husserl, La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental (Barcelona: Crítica,
1991) 328.
38
Husserl, La crisis …, 330.
26 Cuadernos de filosofía latinoamericana

sar mediante la reflexión a lo que se vive y frente a nosotros. Ellos deben ser apropia-
se experimenta en el mundo de nuestro dia- dos y constituidos. Partiendo del mundo de
rio vivir, para confrontarlo críticamente con la vida, en el cual todo sentido se origina, el
el significado del ser humano y con las nor- alumno debe aprender a analizar sus viven-
mas ideales que deben orientar nuestro tras- cias para convertirlas en experiencias cons-
cender. cientes, en experiencias comprendidas, en
experiencias puestas en relación con otras,
No es suficiente habitar el mundo para com- tanto propias como ajenas, para otorgarles
prenderlo, ya que nuestro mundo no es una continuidad, coherencia y valor. Sólo así
unidad fáctica, sino la unidad de sentido que pueden contribuir al desarrollo del propio
abraza todo el horizonte de nuestro existir. pensamiento y del propio ser.
La reflexión sólo será significativa y de al-
cances existenciales, si hemos realmente El aprender a percibir también se hace in-
aprendido a percibir, superando el percibir dispensable, pues sólo él nos permite tomar
ingenuo de la actitud natural que afirma la conciencia de las perspectivas que alimen-
realidad como lo que se encuentra al frente, tan al Otro para poder entrar en diálogo con
como algo autónomo y finiquitado en su ser él. Ser cuerpo es estar en el mundo con los
y en su significado, y que, inclusive, lleva al otros. Sólo a través del diálogo, del encuen-
hombre a pensarse como un simple ente en- tro, facilitado por la percepción, aprendemos
tre los entes del mundo y no como el sujeto a no tener la “Razón”, a no absolutizar nues-
del mundo. Gracias al pensar reflexivo, el tros puntos de vista, a convertir los puntos
alumno alcanza la representación de vista en pensamiento colectivo. Gracias a
cognoscitiva, valorativa, imaginativa y nuestra posibilidad de percibir, nuestra ver-
afectiva de sí y de su mundo. Y eso es posi- dad deja de ser adecuación del sujeto con el
ble porque el cuerpo posee la posibilidad de objeto para convertirse en un acontecimien-
flexionar-se sobre sí y de re-flexionar sobre to en el que los sujetos se implican entre sí y
el mundo. La reflexión y lo irreflexivo son las se implican con el mundo. La verdad sólo
dos caras del constituir mundos humanos. acontece en el diálogo, en el encuentro, pues
sólo en él se concilian la identidad y la dife-
Toda educación debe ser crítica y reflexiva. rencia, la unidad y la diversidad. Sólo en el
Ella debe capacitar al alumno para interro- diálogo, en cuanto impone la importancia de
gar al mundo de la vida en toda su riqueza, los problemas sobre las soluciones, se desa-
teniendo en cuenta que el primer acercamien- rrolla en el alumno la capacidad de pensar,
to a esta interrogación es la percepción en- la cual, a su vez, puede ser definida como el
tendida no como función sensorial sino como diálogo de la vida (bios) con su mundo, diá-
el arquetipo del encuentro originario del logo que implica la palabra, la significación,
hombre con su mundo; encuentro mediante el sentido.
el cual intersubjetivamente le otorgamos o
nos apropiamos del sentido que los hombres La tarea del aprender y enseñar a percibir
ya le han dado. Pero los sentidos no son como debe hacerse más pronto que tarde porque
las cosas que simplemente se encuentran ahí en aprender a percibir se nos va la vida.

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