Está en la página 1de 32
ALBERTO © VERGARA CIUDADANOS SIN REPUBLICA DE LA PRECARIEDAD INSTITUCIONAL AL DESCALABRO POLITICO eg Planeta Prdlogo a la segunda edicidén (2018) gHortelanos o republicanos? You're going to reap just what you sow! Lou Reep La primera edicién de Ciudadanos sin Republica apareci6 cl 2013, hace cinco afios. Aunque el libro era y es una coleccién de articulos, en el ensayo introductorio propuse una tesis general sobre el Pert de inicios del siglo XXI que procuraba englobar el sentido de los textos compilados. Sostenia que el pais estaba definido por fa distancia que media entre el éxito del proyecto neoliberal y el fracaso del proyecto republicano. Y abogaba por reducir la brecha entre uno y otro pues sin una agenda republicana —que brinde prioridad a las instituciones, el Estado de derecho y el ciudadano como agente politico—, el crecimiento econémico conseguido y alentado por el proyecto neoliberal jamés nos Hevarfa por si solo al desarrollo. Es decis, podrfamos ser més ricos, pero no necesariamente desarrollarnos. Felizmente, sostuve entonces, el modelo econdmico nacional y su buen desempefo proveia una base material importante y necesaria para impulsar una agenda republicana. Los cinco afios transcurridos no han alterado mi diagnéstico, La distancia sehalada es vigente. Lo asombroso es que no se haya hecho 1 Cosechards exactamente lo que sembraste (traduccién propia). CIUDADANOS SIN REPUBLICA casi nada en este lapso para avender las dimensiones institucionales que, como sabemos desde hace mucho tiempo, venian descomponiéndose. Es decir, sorprende que hayamos continuado en una via que anticipaba la atrofia. Con sus propios acentos, tanto el gobierno de Humala como el de Kuczynski fueron ajenos a una agenda republicana. Por tanto, el diagnéstico objetivo de la primera edicién de Ciudadanos sin Repitblica se mantiene vélido. Sin embargo, lo que no puede responder aquel ensayo fundamentalmente teérico € histético de hace cinco aiios, es la razén por la cual hemos sido incapaces de sacar al pafs de la inercia anti-institucional, aun cuando era urgente hacerlo. -Por qué cultivamos de forma necia el desinterés por el Estado de derecho, las instituciones y la democracia? Para responder a esta pregunta, debemos descender del mundo de la teorfa y aterrizar en los callejones de la politica, sus ideas y actores. Es lo que realizo en este prélogo. En las pdginas que siguen presento dos tesis principales. La primera es que la razén clave por la cual esta deriva no ha podido ser modificada reside en que nuestros lideres politicos, tecnocraticos y empresariales optaron por un proyecto de pais que llamaré “hortelano”: uno que elige priotizar el crecimiento econémico y menosprecia las preocupaciones de una agenda republicana. Es decir, més que padecer la ausencia de proyecto republicano, hemos suftido su deliberada ausencia. El segundo argumento se deriva del primero: si sabfamos que el pais cojeaba de la pata institucional y se insistié y aplaudis el proyecto hortelano, nadie tiene derecho a poner cara de sorpresa ante la “crisis presente” (robandole la expresi6n a Victor Andrés Belatinde); crisis originada casi por entero en deficiencias institucionales. En este nuevo milenio hemos tenido dos grandes visiones politicas del pai hortelanismo, respectivamente, segtin mi propia terminologfa. Ambas Ia de Valentin Paniagua y la de Alan Garcia. Republicanismo y son comprensiones muy distintas de y para el Perit. Lo importante 14 PROLoGO €s que se trata de proyectos politicos que fueron formulados desde el dpice del poder, no son disquisiciones puramente intelectuales. En una época dominada por el técnico y sus indicadores (0 el indicador y sus técnicos2), se agradece la visién de ciertos politicos. Comencemos con el republicanismo de Paniagua. Tal vez se haya olvidado, pero al asumir el gobierno de transicién el afio 2000, Paniagua establecié con meridiana claridad un horizonte de accién republicano. Su ascenso al poder se dio en dos pasos. Ante la debacle institucional y moral generada por el fujimorismo y la consecuente parilisis econémica, Paniagua debié asumir primero la presidencia del Congreso y, unos dias después, la presidencia de la Republica. En ambas posesiones de mando, brindé discursos donde esbozé sus ideas sobre el Pert y un programa que ¢s, tal vez, la tinica articulacién real y politica de republicanismo que posee el Pert contemporaneo. Al asumir la presidencia del Congreso enuncié con todas sus letras los objetivos del republicanismo, llamando a devolverle al pafs “su genuino derecho a gobernarse por obra de su voluntad y emanciparse de cualquier cutela o vigilancia que no sea la de su propia soberan(a expresada libremente en las nforas” ya reconciliarlo “con sus instituciones”. Es decir, autogobierno y legitimidad de la politica publica. Republicanismo clisico (para una elaboracién detallada de esto, ver el ensayo introductorio de este libro). Cuando Paniagua asumié la presidencia de la Repiblica abrié el discurso hablando sobre la lealtad hacia la Constitucién, Al tomar posesién del Congreso empez6 evocando su Cusco natal, un guifo a las provincias postergadas por el centralismo fujimorista. Subrayé la importancia del Ande, en particular. En ambos discursos enfatizé la necesidad de reinstitucionalizar el pais. Finalmente, hizo un llamado a “que nadie se sienta excluido” y a que el mecanismo de accién gubernamental fuese el consenso. Las cuestiones econémicas apenas si las mencioné en la asuncién a la presidencia del Congreso. En cambio, en el discurso presidencial se extendié mis, al sefialar la “insoslayable necesidad” de “buscar el equilibrio fiscal como elemento bisico de la estabilidad econémica”. Pero no era este el corazén de su propuesta. Sin arriesgar ciertos principios econémicos, su 15, CIUDADANOS SIN REPUBLICA prioridad era la recuperacién de las instituciones y su relacidn legitima con la ciudadania. Al cuantificar sus dos discursos, encontramos que las palabras més usadas fueron “Gobierno”, “Constitucién”, “pueblo”, “carea’, “responsabilidad” y “democratica” (en todos los conteos de palabras que aparecen en este texto he eliminado términos genéricos e imprecisos como “Peri”, “todos”, etc. Aunque el gobierno de transicién solo estuvo en el poder durante ocho meses, sus iniciativas de politicas piblicas respondieron a la vision republicana. Se establecié una agenda con politicas especificas anticorrupcién, el sombrio Ministerio de Economia creé una iniciativa de transparencia econémica, las fuerzas armadas fueron despolitizadas y los organismos electorales, reencauzados pata asegurar Ja yoluntad popular. Como se aprecia, no solo hubo un discurso republicano, sino que se aposté por reformas destinadas a sanear la vida institucional del pais, Pero fue un esfuerzo efimero. Nadie retomé aquellos principios politicos tras aquel gobierno de transicién. Més suerte tuvo el proyecto modernizador. En una serie de articulos alrededor de la metafora de “el perro del hortelano”, Garcia conceptualizé y enarbolé paral pais un claro ideario de modernizacién por la via econémica. En especial en el primero de ellos, publicado el afio 2007 en el diario El Comercio bajo el titulo de “El sindrome del perro del hortelano”, el entonces presidente presenté una limpia mirada hacia el pais y su desarrollo. No es que Garcia inventara este horizonte modernizador, pero tuvo el interés y la capacidad para ponerlo en blanco y negro y hacerlo publico. Y triunfé. Pero antes auscultemos sus puntos centrales. Para empezar, lo evidente: el titulo del programa se centra en el papel de quienes entorpecen la posible modernizacién del pais. Ciudadanos que son perros del hortelano complotando contra el progreso. Es decir, desde el saque, el énimo del proyecto ¢s divisivo y belicoso con la ciudadanfa. El primer parrafo establece su diagnéstico més general: el problema principal en el pais es la abundancia de “propiedad ociosa”. Esta no recibe inversion ni genera trabajo. La cuestién esencial del Perit contemporaneo es, afirma 16 PROLOGO el expresidente, la propiedad privada. La Amavonia y el Ande necesitan (y esperan) a sus grandes inversionistas para asf superar el subdesarrollo. Pero el proyecto enfrenta los escollos plantados por ciertos ciudadanos intoxicados de ideologias. El ecologismo envenena a la ciudadanfa, tal como Io hizo antes el comunismo, Nuestro futuro, afirma Garcia, esté en “poner en valor los recursos que no utilizamos’, y, concluye afirmando que esto es “lo tinico que nos hard progresar” (las cursivas son mias). Aunque este andlisis cualitativo deberfa dejar claras las prioridades del proyecto hortelano, al sistematizar los textos encontramos que la evidencia cuantitativa del uso de palabras se condice con esto. La palabra més usada por Garefa en aquellos articulos fue “millones”. Le siguieron “inversién’, “hortelano”, “perro”, “recursos” y “hectéreas”, En resumen, nuestro futuro descansa en el capital privado que pueda vitalizar tanto recurso ocioso y, no menos importante, anular, de alguna manera no especificada, a esos perros del hortelano que boicotean el progreso. En este ideario, el lector habré notado, no existe preocupacién alguna por el Estado de derecho, la democracia, las instituciones o la representatividad de los ciudadanos (para una interpretacién alternativa del discurso hortelano, ver el texto de Paulo Drinot citado en la bibliografia de este prélogo). Estamos, entonces, ante dos formulaciones muy distintas de aquello que el Perti deberia procurar. El hortelanismo centrado en la modernizacién del pais por la via del fortalecimiento de la inversién privadayy contna ciudadanos que atrasan al pais y; enfrente, el republicanismo de Paniagua donde la puerta al progreso es, mas bien, la legalidad y la ciudadanfa como conjunto. En aquella, la sierra y la Amazonia son territorios con recursos; en esta son espacios con historia. La retérica de Garcia es de enfrentamiento con lo mis pobre de nuestro pafs, el de Paniagua es un discurso para el consenso nacional. Para el hortelanismo el progreso se origina en la econom(a abiertas para el republicanismo en la ley, Y, desde luego, tan importante como lo que afirman es lo que callan. En el hortelanismo no figura una palabra sobre el Estado de derecho o la democracia. En el republicanismo de Paniagua no se abunda en una hoja de ruta econémica (aunque se le menciona més de lo que el hortclanismo considera cuestiones institucionales). Es decir, 17 CIUDADANOS SIN REPUBLICA repitimoslo, ambos programas tenian sus prioridades establecidas y aquello que postergaban también. El mandato de Paniagua fue breve y su prédica nunca encarnd en algtin proyecto politico posterior. Y hay que ser honestos, seguramente aquel proyecto también cargaba sus vicios y habria incubado sus propios desaciertos, no se trata de idealizarlo. Pero tampoco podemos ocultar el vinculo evidente que hay entre las que eran sus prioridades y el descalabro contemporaneo. En todo caso, lo que ha gobernado efectivamente el Perit durante estos tiltimos diecisiete afios es el proyecto hortelano, es decis, el que defiende que el desarrollo es un derivado de la prioridad principal: la gran inversién privada. Y con el paso de los aftos, estamos cosechando lo que sembramos. El proyecto hortelano triunfé y perdurd. Logré mucho de lo que buscaba. El pico de la inversién mineraen el Perti se dio entre 2005 y 2011, el consumo privado exploté entre 2006 y 2012, nuestra economia se expandié con gran celeridad y la pobreza se redujo en proporciones ejemplares. En resumen, muchas de las prioridades econdmicas del hortelanismo fueron conseguidas por nuestros gobiernos post-Fujimoti. Ahora bien, todo esto se logré porque se invirtié capital politico, técnico y econémico para sacar adelante el proyecto hortelano. No cayé del cielo. No se firman 17 acuerdos comerciales en 15 afios por casualidad. Se impulsé decididamente la agenda de la gran inversién privada y la de la apertura de nuestra economfa, Pero esa misma agenda positiva, vital y arrolladora respecto de las prioridades cconémicas, era muda, ya lo hemos visto, en muchos otros Ambitos. Entonces, a la vuelta de los aftos, somos més ricos —o menos pobres— pero huele a descomposicién por los cuatro costados. Porque sin reforma del poder judicial, la corrupcién nos secuestr6; sin reforma politica, los partidos se consolidaron como vehiculos de representacién lumpen; sin reforma del Estado, todos los gobiernos son ineficientes a la hora de gobernar; sin un proyecto empitico hacia la ciudadanfa, esta desprecia a sus politicos, desconfia de sus instituciones y sospecha de las grandes inversiones; sin priorizar la agenda del Estado de derecho ni la inversién en capital humano, la 18 ProLoGo econom(a que, antes levantaba vuelo fécilmente desde muy abajo, ahora planea bajito; sin forvalecimiento estatal diversas actividades ilegales se expandieron por el territorio nacional, martirizando la vida social y econdmica a través de la extorsin y el crimen, depredando nuestra naturaleza a vista y paciencia de todo el mundo. Y tal vez nada evidencie con més claridad estas dindmicas que el caso Lava Jato y la presencia de Odebrecht en el Perti. Las iniciativas del gobierno de transicién partian de la concepcién republicana segtin la cual actores privados y codiciosos debian ser regulados por las leyes de la reptiblica. Y eso no ocurtié. Jorge Barata era amigo de pellizco en nalga de lo més fino de nuestros politicos y empresarios. En fin, la crisis presente, estd hecha de todo aquello que el proyecto hortelano deliberadamente considerd insignificante para el progreso del pafs: instituciones, Estado de derecho y ciudadanos. Ahora bien, no caeré en la arrogancia paternal del “te lo dije”. El crecimiento econémico aceleradisimo del Peri durante los 2000 y su abrumadora reduccién de pobreza obnubilé a muchos. Y podria incluirme. Se confié, como en toda tesis modernizadora, que el éxito econémico se traduciria en beneficios politicos ¢ institucionales. Me incluyo porque mi libro del 2007, Ni amnésicos ni irracionales: las clecciones de 2006 en perspectiva histérica, cargaba con algunas premisas asimilables a ese horizonte modernizador. Pero el mfo era un optimismo muy tibio si se le compara al que cundié en el pais. El hortelanismo fue un subidén de 4nimos. Las altas tasas de crecimiento entre 2005 y 2011 dinamitaron el escepticismo. Todo era color éxito. “El Pert avanza” se volvié mantra. La confianza empresarial era dinamizada por unos bonos anuales espectaculares. Ni siquiera la presencia de Ollanta Humala en segunda vuelta de 2006 atemperé los énimos. Lo importante para el argumento es sefialar que no se celebraba la generacién de riqueza (algo innegable y saludable a todas luces), se aplaudia que ella era el mismisimo progteso 0, al menos, la via hacia él. En el Pert el PBI no es un indicador econémico, es la encarnacién misma del éxito nacional. Pocas cosas més reveladoras de esta confianza de amplio espectro en la economia que la adopcién por parte de Jaime de Althaus del famoso axioma 19 CIUDADANOS SIN REPUBLICA de un marxista heterodoxo y modernizador como Barrington Moore: “Sin burguesia, no hay democracia’, En su libro de 2011, La promesa de la democracia, de Althaus usaba repetidas veces dicha formulacién teérica. Qué quera decir esto? Que la democracia es el derivado de un proceso econémico y social que le antecede: el enriquecimiento y el establecimiento de una clase burguesa. O sea, la revolucién capitalista que sacudia al Pert pronto parirfa saludables retofios politicos e institucionales. El hortelanismo, en sfntesis, gané en varias canchas. Se impuso intelectualmente, encarné en répidas y agresivas politicas puiblicas que perduraron en el tiempo, y estas se legitimaron y consolidaron gracias al crecimiento econémico acelerado y a la reduccién de pobreza; la fortaleza del proyecto hortelano demostré todo su poderfo cuando el presidente Humala debié tragarse sus palabras de candidato y anunciar que “Conga va’. Habja entendido que los negocios van primero, Sin embargo, a lo largo del nuevo milenio se fue abriendo una brecha. La conduccién del pais ha seguido atada al hortelanismo, mientras las ciencias sociales, internacionales y nacionales, mostraban que las relaciones entre crecimiento econémico y desarrollo institucional no eran ni directas ni color rosa. Centrado en el Pert, John Crabtree llamé la atencién tempranamente sobre esto en su libro Making institutions work in Peru (2006). Hugo Nopo, en un libro comparativo de 2012, sefialé que a pesar del gran crecimiento econémico, las brechas étnicas y de género no disminufan, complotando contra el desarrollo. En Qué se puede hacer con el Perti (2013), Piero Ghezzi y José Gallardo abogaron por un Estado mas activo para conseguir una mejor economia (nétese que el hortelanismo defiende lo contrario, mejor economia trae mejores instituciones). Moisés Arce, en 2014, documenté que la protesta social contra las grandes inversiones se debe mucho més a la fragmentacién de la reptesentacién politica que a ideologias envenenadoras 0 a la codicia. En un documento de trabajo para el Banco Central de Reserva (BCR), Lavado, Martinez y Yamada (2014) propusieron que el subempleo cn el Pert crecfa como producto de la liberalizacién del mercado de la educacién superior. Carlos Ganoza y Andrea Stiglich publicaron El Pert 20 PROLOGO. esté calato (2015), donde proponfan que sin una mejor representacién la economia seguiria deterioréndose. Estudios mds recientes como el de Ricardo Fort y Alvaro Espinoza (2017) han mostrado que, aun cuando el Estado cuenta con muchos més recursos, la ineficiente representacién politica y la fragmentacién social malogran la calidad del gasto piblico. Jaime de Althaus, que habia sido un adalid modernizador, publicé La gran reforma (2016), un libro muy bien documentado donde muestra que la revolucién capitalista no hizo casi nada en materia de reforma de la justicia y absoluramente nada en la de la policia, a la vez que esboza caminos de reforma posibles. En resumen, y alineado con lo que Ciudadanos sin Republica (2013) proponia en su primera edicién, toda esta produccién intelectual seftala que crecer econémicamente esté muy bien pero, ano ser quese incida con decisién politica en una serie de éreas esencialmente institucionales y democraticas, nuestras posibilidades de progresar estén destinadas al estancamiento. Era sabido, entonces, que la economia nacional, la democracia, {a educacién, el imperio de la ley, entre otras esferas, se degradarfan si segufamos posponiendo una real accién sobre ellas. Las cifras del PBI solo disimulan los problemas. {Qué quiero mostrar con este excurso intelectual? Que las premisas del hortelanismo se cafan a pedazos desde hace mucho en el Perti y de manera obtusa se ha insistido en ellas, El establishment politico, tecnocritico y empresarial a cargo del pais en estos tiltimos aftos decidié seguir sobreel caballo desfalleciente del hortelanismo. Es més, siguié aplaudiéndolo. Aun cuando el resto parece haberlo olvidado, yo recuerdo que en la CADE se ovacionaba a Luis Miguel Castilla, ministro de economia de Humala y que habia sido viceministro de Garcia (unos afios después los mismos que aplaudian decidieron que Humala habia destrozado la economia peruana... ;Y por qué, entonces, aplaudian a su ministro de econom{a?). Y cuando PPK fue elegido, el hortelanismo fue apapachado con renovada conviccién: a reducir tramites y destrabar inversién. Todo lo demés podia ser pospuesto, Reforma de la educacién a la basura. Reforma del servicio civil congelada. Igualdad de género, al tacho. Mejoras a la representacién politica, postergadas. Brindar mayores facultades a Jas unidades anti-corrupcién, al olvido. Los ppkausas 21 CIUDADANOS SIN REPUBLICA entregaron todas las timidas iniciativas institucionales que habia en el Perd. No les cost6 mucho. Con fervor hortelanista, priorizaron facilitarle la vida a los empresatios y postergar, una vez més, a las instituciones. Pero una década después del articulo de Garcia, la receta ya no dio resultados. Pospusieron a las instituciones, y a cambio desaceleraron la economia, contrajeron la recaudacién tributaria, y la pobreza volvié a aumentar. Ni soga ni cabra. No quisieron darse cuenta de que el hortelanismo no daba més. Por un lado, esto se debe a que es una construccién ideoldgica muy poderosa en Ja derecha peruana. Por el otro, porque empujar iniciativas republicanas requiere de politicos empecinados y con convicciones, que no tenemos. Al menos para m( es impresionante que ante toda la evidencia intelectual, de datos y resultados politicos, el hortelanismo no haya sido abandonado. Algo tan elemental para el desarrollo como la reforma de educacion y la igualdad de género fue traicionado sin mayores problemas por el ppkausismo. Pero el problema es que no es un asunto de un partido © de unos pocos actores, es un asunto de extendidas convicciones hortelanas. El lector puede buscar los articulos y editoriales aparecidos en el diario El Comercio y en Pert 21, por hablar de medios respetados, donde se conminaba al gobierno a que no peleara por la educacién pues esto crisparia al pais y la inestabilidad mermarfa nuestra performance econémica. Como es absolutamente evidente hoy, la contradiccién entre pelear por la educacién y generar crecimiento econémico era y es una falsedad monumental. Y si nos detenemos en varios de los comentaristas més influyentes del pafs, constatamos que son monolingiies del idioma hortelano. Esto se hace evidente si analizamos columnas de opinién de los tiltimos afios (es decir, cuando, como ya he mostrado, el hortelanismo hacfa agua intelectualmente por todos lados). El economista Roberto Abusada, por ejemplo, quien ha sido un engranaje clave entre el sector privado y el Ministerio de Economia y Finanzas (MEF) durante més de veinte afios, publicd entre febrero del 2014 y abril del 2018, 111 columnas de opinién en El Comercio. De lejos, la palabra que utilizé més veces fue “ctecimiento” (382 veces), le siguieron “inversién”, “economia”, 22 PrROLOGO “gobierno”, “privada’, “empresas”, “millones”, “precios”. La tiltima de las palabras con relevancia en este andlisis es “instituciones” (33 veces). La palabra “democracia” aparece 4 veces en las 111 columnas. O veamos las columnas de Gianfranco Castagnola, Presidente de Apoyo Consultoria, presente en los directorios mas importantes del pais y hombre cercano al gobierno de PPK. Procesadas las 36 columnas que publics en el diario EL Comercio entre junio del 2015 y abril del 2018, la palabra mds empleada es “economia” (90 veces). Le siguen “gobierno”, “inversién”, “millones”, “empresas”, “crecimiento” y “proyectos”. La palabra “democracia” es utilizada dos veces. Estas columnas, es importante recordarlo, no aparecen en la seccién de economia de El Comercio, sino en la de opinién. Ellas procuran influir sefialando una senda de progreso para el pais, no una senda para la economia del pais. No es casual que el premier Fernando Zavala repitiese los postulados del hortelanismo en un articulo del diario El Comercio en el cual explicaba la visin del gobierno de PPK y lo terminaba afirmando que “solo si somos capaces de echar a andar nuestra economia de forma sostenida podremos dar una respuesta adecuada a las demandas de nuestra ciudadania en materia de seguridad, salud y servicios piblicos esenciales” (las cursivas son mias). El lector puede retroceder unas paginas y constatar la similitud de esta frase final con la tiltima linea del articulo de Garcia una década atras: el crecimiento era lo tinico que traeria progreso. Contra toda evidencia, nuestra derecha hortelanista cree que el sector interior o el poder judicial —Ambitos clave para enfrentar la inseguridad ciudadana, por ejemplo— solo mejorardn si nuestra economia se echa a andar. No se preocupe, lector; ya darn fruro las facilidades al empresariado, crecerd la economia y entonces, le aseguramos, podré regresar a casa sin temor a set cogoteado. Mientras tanto, buena suerte. Ahora bien, este diagnéstico centrado en las ideas de quienes han estado a cargo del Estado —o influido sobre él—, debe ser completado observando el reciente desarrollo y organizacién de intereses particulares cn la politica peruana, Desde 1992 en adelante el poder se mudé por entero al Ejecutivo. Y ahi dentro, eché rafces en las oficinas a cargo de 23 CIUDADANOS SIN REPUBLICA regular el mundo econémico. El pais ha sido manejado esencialmente desde un aislamiento horcelano y tecnocritico, La politica quedé a las afueras de esa isla autodescrita como de “eficiencia’. Afuera, aislada de la vida de las politicas piblicas, la politica ha ido creciendo centrada en intereses particulares, Hoy tenemos jefes de extorsionadores que son alcaldes para asegurar su impunidad, ‘gobernadores regionales que son Jos cabecillas de las actividades ilegales mis lucrativas de su regién, y un congreso infiltrado de representantes de diversas actividades particulares: legisladores que no estin ah{ pata representar el interés general, sino para conseguir una excepcién tributaria para su compaiiia de transportes, asegurar que no se regule su universidad, negociar un mejor trato para las azucareras que representan, impedir que nifias y nifios en el Peri sean educados en la conviccién de la igualdad de oportunidades, etc. Este nuevo y fortalecido archipiélago de intereses particulares asedia al aséptico mundo hortelano, El desencuentro grave entre el ejecutivo de PPK y el legislativo de Keiko Fujimori lo ha transparentado con nitider por primera vez, El hortelanismo preferirfa que no existan, sabe que la biisqueda constante de excepciones y favoritismos es una forma de populismo dafina (la comprende, eso si, cuando se trata de la gran inversién que engordard el PBI, pero no ésta de poca monta). No obstante, en tltima instancia, ambos terminan alinedndose. Porque el tecnocratico hortelanismo no tiene ni la capacidad ni el interés de hacer la politica requerida para disciplinar a esta multiplicidad de intereses buscando evadir la ley 0 conseguir un trato preferencial. Intentarlo generarfa inestabilidad, “ruido politico”, se podria perder la “confianza empresarial” y, ay, crecer menos, por lo cual es mucho mejor, una vez més, telegar la afirmacién de un Estado de derecho que regule los intereses particulares en nombre del interés general. E] hortelanismo, entonces, tiene una ratz social, ideolégica, temporal y politica muy distinta de este fortalecido archipiélago de intereses particulares en la politica peruana, pero en una alianza contingente, son fuerzas que complotan mano a mano contra la posibilidad de una agenda republicana centrada en la legalidad general Ys por tanto, en la defensa de la ciudadanta, 24 PROLOGO Para terminar, y tomandole la expresién a Luis Alberto Sanchez, es tiempo de realizar el balance y liquidacién del hortelanismo. Su principal deficiencia no es lo que promueve, es lo que impide. No alcanza con el crecimiento econémico y ni siquiera es cierto que pelear por reformas democraticas o cn favor del Estado de derecho mermen la economfa. Esta, mas bien, esta paralizada por no hacer reformas que incidan en una mejor productividad, legitimidad de las autoridades, institucionalidad, capital humano (ademis de los factores puramente internacionales). Necesitamos que la agenda republicana sea una prioridad en si misma, no por sus consecuencias sobre la economfa, Lamentablemente, hasta hoy debemos escuchar a politicos y lideres de opinién convencidos de que en el Pert: todo iba bien hasta que Garcfa dejé el poder. Es decir, implicitamente, confiesan que el hortelanismo era, es y debe set, nuestro mapa hacia el progreso. Tal vez la vida en el pais tenga que deteriorarse mucho més, para que el credo hortelano sucumba. eee Cuentan que a las afueras del Town Hall de Filadelfia donde se preparaba la constitucién americana de 1787 habfa un gentio aguardando conocer el documento que preparaban los founding fathers. Benjamin Franklin salié de la sala y uno de los ciudadanos ahi reunidos le pregunté: “:qué cosa han preparado para nosotros?”. Franklin se detuvo y respondié: “una repiblica... si consiguen conservarla”. La moraleja de la anécdota es evidente, el caparazén institucional republicano fracasard sila ciudadania no se ocupa de mantenerla viva. Pero hay porciones de ciudadanfa que importan més para este propésito, Es mas dificil exigirle lealtad a las leyes de la replica a quien pasa necesidades severas. Es comprensible cuando el compatriota en apuros materiales compromete las leyes de la repiblica a cambio de un polo, un téper o la promesa de un puesto de trabajo (no digo que lo justifique, ni que aceptar el trucque sca una necesidad histérica impuesta por la carestia). Lo 25 CIUDADANOS SIN REPUBLICA que es inaceptable, en cambio, es que quienes tienen la vida resuelta estén tan facilmente dispuestos a sacrificar el principio de legalidad, la igualdad ante la ley, la soberania popular 0, para suavizar el diagnéstico, a no pelear por ellos, si a cambio se puede construir un mejor clima de negocios. Eduardo Dargent public hace una década un libro al cual se suele citar equivocadamente. De tanto en tanto leo cosas del tipo “como dijo Dargent, seguimos siendo demécratas precarios”. Se olvida que su argumento era més filudo. Sostenia que el problema de la democracia peruana no es que fodos seamos demécratas precarios, sino que nuestras élites lo son. El hortelanismo es —y me permito la audacia de ponerle un piso més a su argumento— el corazén filoséfico de la precaricdad democratica de la derecha peruana. La izquierda tiene las suyas, y de ellas me he ocupado, como queda claro en este libro, Sin embargo, para set honestos, la izquierda ha sido marginal en Ia historia peruana reciente. Entre 1992 y 2016 nunca tuvo representacién parlamentaria. Ni pincha ni corta. Mas critico para el pais es este hortelanismo desentendido de la democracia, indolente ante la ciudadania e indiferente ante aquello que debe hacer la vida mas civil y civilizada, y no solamente més préspera. Bueno fuera que nuestro hortelanismo se hubiese indignado por los abusos de Fujimori en los noventa, que escribiese encendidos editoriales contra el intento de Garcfa por liberar al grupo Colina el 2010, que pechara al fujimorismo y al aprismo cuando modifican ilegalmente la constitucién a través del Reglamento del Congreso, etc. Pero nunca ocurre. Arden en principios libertarios para reclamar la reduccién de trdmites. Somos hechura de esa derecha. De una derecha més fujimorista y alanista, que paniagiiista o vargasllosista. Al igual que hace cinco afios, estoy convencido que hay espacio para la mejoria. Creo que el hecho de que la izquierda no vaya a estar al mando del pais pronto, combinado con el fracaso reciente de PPK y su elenco hortelanista, brindan le oportunidad para estrenar el coraje de unas prioridades politicas cercanas a lo que en este libro se denomina republicanismo. Y sino, habré que seguir empeorando para un dfa mejorar. 26 PROLOGO Los textos que han sido agregados a esta nueva edicién de Ciudadanos sin Reptiblica aparecieron en diversos medios. Gracias al New York Times en Espanol, El Comercio y \a revista Poder por brindar el permiso para reimprimirlos. Gracias a Jaime Bedoya por permitirme publicar aqui la entrevista que me hizo para Somos (El Comercio) antes de la caida del gobierno de PPK y que, sin planificarlo, terminé siendo una autopsia pre-mortem de ese gobierno. Debo agradecer también a Viviana Baraybar y Maria Claudia Augusto, incomparables asistentes, colegas y amigas. A Planeta las gracias por confiar —jnuevamente!— en un libro que compila articulos politicos. Especialmente, gracias a Marfa Fernanda Castillo. Alberto Vergara Washington D.C., mayo de 2018. Bibliografia utilizada en el prélogo Arce, M. (2014). Resource Extraction and Protest in Peru. Pittsburgh, PA: University of Pittsburgh Press. : Congreso de la Repitblica. (s.f). Discurso al asumir la presidencia del Congreso de la Reptiblica del doctor Valentin Paniagua Corazao, 16 de noviembre de 2000. Lima: Congreso de la Reptiblica. Recuperado de: htep://wwwrw.congreso.gob.pe/Docsparticipacion/ museo/congreso/files/mensajes/2001-2020/files/ mensaje-2000- vp-asuncion.pdf Congreso de la Republica. (s.f). Mensaje del Presidente Constitucional del Peri, doctor Valentin Paniagua Corazao ante el Congreso Nacional, el 22 de noviembre de 2000. Lima: Congreso de la 27 CIUDADANOS SIN REPUBLICA Reptiblica. Recuperado de hup://www.congresogob.pe/partici- pacion/museo/congreso/mensajes/mensajecongreso-22-11-2000/ Crabtree, J., ed. (2006). Making institutions work in Peru: Democracy, Development and Inequality Since 1980. Londres: University of London y Institute for the Study of the Americas. Crabtree, J., ed. (2006). Construir instituciones: democracia, desarrollo y desigualdad en el Peri desde 1980. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catélica del Pert, Universidad del Pacifico ¢ Instituto de Estudios Peruanos. Dargent, E. (2009). Demécratas precarios: élites y debilidad democritica en el Peri y América Latina. Lima: Instituto de Estudios Peruanos. DeAlthaus, J. (2011). Lapromesade la democracia: marchasy contramarchas del sistema politico en el Perit. Lima: Planeta. De Althaus, J. (2016). La gran reforma (de la seguridad y la justicia). Lima: Planeta. Drinot, PB, ed. (2017). “Foucault en el pais de los incas: soberanfa y gubernamentalidad en el Pert neoliberal.” En El Pert en teoria, editado por Paulo Drinot, 225-253. Lima: Instituto de Estudios Peruanos. Fort, R. & Espinoza, A. (2017). Inversién sin planificacién. La calidad de la inversién publica en los barrios vulnerables de Lima. Lima: GRADE. Ganoza, C. & Stiglich, A. (2015). El Peri estd calato: el falso milagro de la economta peruana y las trampas que amenazan nuestro progreso. Lima: Planeta. Garcfa, A. (28 de octubre de 2007). “El sindrome del perro del hortelano”. El Comercio. Recuperado de https://elcomercio.pe/edicionimpresa/ heml/2007-10-28/el_sindrome_del_perro_del_hort.html Ghezzi, P. & Gallardo, J. (2013). Qué se puede hacer con el Perti: ideas ‘para sostener el crecimiento econémico en el largo plazo. Lima: Universidad del Pacifico y Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catdlica del Pert. Lavado, P, Martinez, J., & Yamada, G. (2014). “;Una promesa incumplida? La calidad de la educacién superior universitaria 28 PROLOGO y el subempleo profesional en el Pert”. Lima: Banco Central de Reserva del Pert, Serie de Documentos de Trabajo 2014-021. Recuperado de: htp://www.berp.gob.pe/docs/ Publicaciones/DocumentosdeTrabajo/2014/documento-de- trabajo-21-2014.pdf Nopo, H. (2012). New Century, Old Disparities: Gender and Ethnic Earnings Gaps in Latin America and the Caribbean. Washington, D.C: Inter-American Development Bank y World Bank. Vergara, A. (2007). Ni amnésicos ni irracionales. Las elecciones peruanas del 2006 en perspectiva historica. Lima: Solar. Vergara, A. (2013). Ciudadanos sin Reptiblica: ;Cémo sobrevivir en la jungla politica peruana? Lima: Planeta. Zavala, E. (13 de noviembre de 2016). “Por un Estado més Agil y moderno”. El Comercio. Recuperado de: https://elcomercio.pe/ opinion/colaboradores/agilmoderno-fernando-zavala-148145 2a. Ciudadanos sin Republica: Una introduccion Entre la libertad y la igualdad no hay una contradiccién sino una distancia. Octavio Paz, Los articulos que recoge este libro fueron publicados durante los tltimos cinco afios. No nacieron, como es obvio, para vivir uno al lado del otro en un yolumen como este, Nacieron, més bien, bajo los apremios del tiempo periodistico, de la urgencia de hablarle a una realidad politica que, como el viejo pistolero Lucky Luke, parece ser mds répida que su sombra y que empuja al articulista a improvisar explicaciones y, a veces, aun contra su voluntad, a jugar en la cancha de la profecia. Asi, aunque nacieron bajo tal ritmo, sentenciados a vivir dispersos y a ser desechados tras una lectura répida, aqui estén reunidos en una suerte de acto rebelde contra el destino. Seria un ejercicio de mandoneria inaceptable que yo le diga al lector cémo debe leer o interpretar este conjunto de ensayos. Sin embargo, en esta introduccién puedo permitirme contarle cémo los leo o interpreto yo, ahora que han sido inesperadamente agrupados. En este libro conviven dos ritmos. Como en la musica, hay una melodia y una armonia. Como en la misica también, lo primero es més facil de distinguir que lo segundo. Tanto que el libro est organizado desde la melodia sincopada del tiempo electoral. Pero ella se sostiene 31 CIUDADANOS SIN REPUBLICA sobre una armonia vinculada, no al tiempo electoral, sino al del Pert contemporineo, el de los afios 2000. Ambos tiempos poscen su propio vocabulatio, personajes, tramas y dilemas, pero no pueden existir por separado sin que perdamos algo esencial en el conjunto. La melodfa de la cotidianeidad politica da orden al libro. Con excepcién de la primera seccién, que agrupa articulos politicos de corte més general, el cuerpo del libro (de la segunda a la cuarta seccién) esti marcado por el ritmo de las sorpresas, incertidumbres, paranoias y esperanzas (desmesuradas todas) que suele generar nuestra politica. La segunda seccién contiene los articulos escritos durante la segunda presidencia de Alan Garcfa y, entre otros temas, subyace ahi la intriga por su inesperada conversién a los evangelios conservadores y el descalabro aprista. La tercera parte abarca la coyuntura que va de las elecciones regionales y municipales de octubre de 2010 al triunfo de Ollanta Humala en junio de 2011: una verdadera montafia usa electoral. En tal periodo se desplegé nuestra acostumbrada incertidumbre politica, pues, sin que nadie pudiera preverlo, Susana Villardn se hizo de la Alcaldia de Lima y Ollanta Humala, ese candidato que cinco afios de encuestas habfan asegurado que jams podrfa imponerse en una segunda vuelta, terminé gandndola. La vida te da sorpresas. Finalmente, la cuarta seccién lidia con las post-sorpresas. Ya no son las electorales, son aquellas que nos brinda el cjercicio del poder en el Perti, verbigracia: la imprevista maltrecha gestién de Villarén y ef acomodo de Humala al business as usual de la politica peruana. Y aunque todo sorpresivo, todo se nos aparece también como un largo did vu, Entonces, fa estructura del libro responde a la batura del cronograma electoral nacional. Sin embargo, esta melodia se sostiene en una armonia. Es el didlogo con la época, Fesprit du remps. Mis alli de nuestros politicos pasajeros y ligeros, de sus partidos inexistentes, més allé del quinquenal aro electoral por el que pasamos excitados y de la encuesta de popularidad que aparecerd el proximo lunes, qué define a nuestra época?, :cudl es su cardcter y cudles sus contornos? Este es el tema inconfeso de estos articulos. En esta introduccién quiero convertir esa armonfa implicica en una interpretacién mas explicita de la época. 32 INTRODUCCION Alfredo Torres ha escrito que el Perti atraviesa la paradoja del crecimiento infeliz. Me parece una excelente definicidn. Los articulos aqui compilados pertenecen plenamente a ese horizonte temporal, econémico y animico. Pero vayamos mis all4: ;qué quiere decir «crecimiento infeliz»?, gde dénde brota el crecimiento y de dénde la infelicidad? Lo que quiero defender aqui es que l Perti contemporaneo est definido por el desencuentro de dos promesas: la neoliberal y la republicana. Antes debo decir que, desde luego, hemos tenido otras promesas en nuestra historia pero las voy a obviar, pues nada sobrevive de ellas: la promesa socialista murié hace un buen tiempo y sus lideres —los muchos viejos y los pocos jovenes— van de tumbo en tumbo roidos por la nostalgia de una presunta época dorada. ‘También esté enterrada la promesa corporatista (la del primer APRA y la del velasquismo); ambas ttadiciones se extinguieron junto al siglo XX. En cambio, sobrevive en el Pert, con problemas y tensiones, la vieja promesa republicana, tan antigua como el pais, y la del neoliberalismo que aqui y en muchos otros sitios liquidé al siglo XX. El contrapunto peruano contemporaneo esté dado por el éxito de la promesa neoliberal y por el fracaso de la republicana.-Lo primero es responsable de nuestro crecimiento, lo segundo produce la infelicidad. Asi, la foto precisa y estitica de Alfredo Torres se convierte en peliculas una pelicula con un origen por indagar, pero, sobre todo, con un futuro por pelear. En 1823 se promulgé nuestra primera Constitucién: «la Consticucién Politica de la Reptiblica Peruana». Nétese que no era la Constitucién del Estado peruano, ni de la nacidn peruana, ni de la sociedad peruana, ni de la democracia peruana, Desde el origen mismo, fuimos, antes que nada, una Republica. Y esto ha perdurado. La Constitucién de 1993, aunque no lo menciona en su titulo general, lo reproduce en el articulo 43, «La Repiiblica del Perit es democrética, social, independiente y soberana». De nuevo, lo esencial es nuestra condicién republicana. El republicanismo es el rasgo politico mas distintivoy duradero de nuestro pats, No es casualidad que en los tiltimos afios algunos de nuestros intelectuales hayan vuelto a 33 CIUDADANOS SIN REPUBLICA Ja cuestin esencial de la Reptiblica (todas las referencias bibliogréficas estén al final de esta introduccién). Pero ;qué es el republicanismo y qué cosa una Repiiblica exitosa? La Republica, como teoria y como experiencia histérica, es la libertad por la via del autogobierno, Nacié por oposicién a aquellos regimenes 0 Estados donde los individuos no eran libres pues no se autogobernaban sino que delegaban tal funcién a un monarca. En Europa, durante los siglos XVI y XVII, solo era considerado libre quien vivla en un Estado libre, esto es, en una Reptiblica autogobernada por sus ciudadanos y no una en donde mandaba un rey 0 principe. La idea republicana alude a unas condiciones para que los ciudadanos vivan libremente sin ser dependientes de algtin ente superior a ellos. ;Cudles son esas condiciones esenciales de Ja libertad republicana? No es aqui el lugar para construir una teorla, pero quisiera dejar en claro tres elementos centrales de Ia promesa republicana. Primero, un orden fundado en la igualdad de los ciudadanos. No igualdad econémica, la igualdad ante la ley y, sobre todo, en la capacidad de participar en los asuntos piiblicos de la misma manera que cualquier otto ciudadano. Es lo que Tocqueville lamé Cégalité des conditions: un orden politico constituido por scmejantes. Como recomendé Maquiavelo: donde no haya igualdad instituye un principado y solo erige una Repiblica donde encuentres igualdad. A diferencia del socialismo que ve a la desigualdad econémica como un vicio en s{ misma, para el republicanismo el problema radica en que ella produce una esfera piblica y unas instituciones donde algunos consiguen mas influencia que otros deslegitimando su cardcter piblico y comtin, Es decir, para el republicanismo la igualdad cs el requisito para el ejercicio de la libertad. En segundo lugar, el orden republicano es uno comandado por la ley y por unas instituciones legitimas. Son legitimas en tanto ellas canalizan las demandas de la sociedad asegurando que ella efectivamente se autogobierne (en el mundo moderno, por la via de la representacién). En la medida que las instituciones emanan de la propia ciudadania es poco relevante el pasajero gobernante, pues llega al poder en nombre de 34 INTRODUCCION todos y gobierna a través de las instituciones que la comunidad se otorg6 asi misma. De ahi que Washington repitiese que el ciudadano de una Republica no puede conceptualizar al gobierno como «ellos» sino como «nosotros». Finalmente, la Repiblica sana requiere confianza entre los ciudadanos y entre los grupos de ciudadanos; requiere algiin sentido de fratetnidad. La Reptiblica se deshilacha si los de arriba desconflan de los de abajo; se erosiona si los de abajo creen que las instituciones estan hechas para beneficio de los de arriba; y se tambalea si, fruto de la desconfianza entre los ciudadanos, ellos carecen de espacios puiblicos donde coincidir. Por ello, en tiltima instancia, que el republicanismo esté siempre ligado a la educacién como espacio primordial para la construccién de una comunidad de ciudadanos iguales. Ese ideal republicano, aunque presente en cada una de nuestras constituciones y cacareado por nuestros politicos desde el inicio de nuestra vida independiente, nunca pudo cumplirse. Es la vieja preocupacién de Basadre, Es también, en parte, el vicjo desencuentro entre la élite limefia y el pais lejano. Nunca se comprendieron. Como lo sefialan trabajos recientes sobre la vida politica en la sierra peruana durante el siglo XIX, existié siempre una demanda republicana en nuestra periferia. Pero nunca se entendieron con la élite republicana en la capital. Como ha mostrado Carmen McEvoy, més alla de la creacién de simbolos patrios y discursos sobre la modernizacién del pais, en Lima tuvimos un republicanismo de salén que sobrevivié como retérica y entrelazado con el militarismo. De ahi esa ambivalencia esquizofrénica que nos define politicamente desde hace tanto tiempo: una tierra de caudillos y constituciones, para retomar el titulo de Cristdbal Aljovin. El siglo XX no estuvo marcado ni por la experiencia republicana ni por proyectos intelectuales republicanos. La mitad del tiempo fuimos gobernados por las Fuerzas Armadas. Los pocos intermedios democraticos desembocaron en el desgobierno. A nivel intelectual, conforme avanzé el siglo, el vocabulario de la revolucién y la clase ajusticié al de las instituciones y el ciudadano. Por tiltimo, a final del siglo, la promesa republicana se desangré entera cuando nos entregamos a nuestro chino ap CIUDADANOS SIN REPUBLICA providencial: gobiérnanos, sécanos de este entuerto, hazte tus leyes, te lo delegamos todo, no nos dejes en manos de nosotros mismos y prosigue con tu tarea salvadora, En el mejor sentido del siglo XVI y XVII europeo, dejamos de ser libres pues quisimos y decidimos vivir bajo la voluntad de un tercero, abdicamos una vez mas de aquello que define a la libertad republicana: autogobernarse. Peto el fin del siglo XX no estuvo marcado inicamente por el tltimo descalabro de la promesa republicana, también lo estuvo por el ascenso de otta promesa: la neoliberal. Si el republicanismo es una teoria y prictica politica, el neoliberalismo es una teoria y practica econdmica. Debo decir que no utilizo neoliberalismo en un sentido peyorativo 0 apocaliptico, sino analftico (al que se le erice la piel puede correr a releer sus libros de Naomi Klein). El neoliberalismo es un programa de accién politica que tiene en el centro de sus intereses la libertad del individuo a través del establecimiento de una economia de mercado abierta. Aunque en ‘América Latina se le suele vincular a Estados Unidos y al Consenso de Washington, el origen intelectual del movimiento estuvo en Europa y desde el inicio tuvo la pretensién de convertirse en una ideologfa universal. Si nacié del rechazo a los regimenes totalitarios europeos de mediados del siglo XX, su apogeo prictico estuvo ligado a la crisis del Estado de bienestar europeo a fines de los afios setenta. Neoliberalismo o colapso. Se hizo entonces célebre la descripcidn que Margaret ‘Thatcher hizo de sus politicas econémicas: TINA (siglas en inglés de There is no alternative, ‘no hay alternativa’). Del otro lado del Atlantico, el neoliberalismo europeo y el conservadurismo americano iniciaron un romance al calor de la sonrisa de Ronald Reagan. A riesgo de simplificar, estos son los rasgos esenciales del neoliberalismo: en el centro de su preocupacién est la libertad del individuo, Pero ya no se trata de una libertad, como hubiera querido el liberalismo tradicional, definida por las libertades politicas libertad de prensa, de credo, de asociacién, etc.—, sino por la via de la economia. En la agenda neoliberal, un individuo libre es aquel que no encuentra intromisiones del Estado al actuar en el mercado. En tal sentido, como el marxismo, el neoliberalismo es un economicismo. Contiene un programa 36 INTRODUCCION politico, pero se deriva de una teorfa y una preocupacién primordialmente econémica, Puesto que la libertad individual queda definida por la via de un mercado sin presencia del Estado, se necesita restringir cuanto sea posible la actividad econémica estatal. Necesariamente, a més Estado, menos libertad para los individuos. Lo cual es lgico y coherente, pues la libertad individual ha sido definida desde la esfera de la econom(a. Contra el socialismo o el Estado de bienestar, el neoliberalismo confia en que el mercado redistribuiré la riqueza de manera més eficiente que la accién estatal. Como consecuencia, la libre competencia dard lugar al crecimiento econémico que redundaré en beneficio de todos. Asi, a partir de unos principios claros y simples, el neoliberalismo ofrece una forma de progreso. Desde luego, como asumieron y argumentaron intelectuales y think tanks neoliberales, esto generaré desigualdades econémicas, pero, en tiltima instancia, mas que un problema, son ¢l motot del progreso econémico, pues ellas incentivan la competencia que genera el crecimiento. Para un neoliberal, inevitablemente, la pobreza es més grave que la desigualdad. Ese movimiento intelectual y politico también aterrizé en el Peri. Hernando de Soto fue el encargado de recibirlo y adaptarlo a estas tierras en los afios ochenta. Infiltrandole consideraciones del nuevo institucionalismo de Douglass North, su papel fue crucial en persuadir progresivamente a las élites peruanas de un discurso que nunca habfa calado en el pais: el mercado, agentes libres, titulos de propiedad y empresatios populares. Aun cuando se ha vuelto un lugar comin decir que si Vargas Llosa perdié la eleccisn de 1990, sus ideas la ganaron, esto es inexacto. Las ideas que ganaron fueron las de Hernando de Soto. El neoliberalismo a la peruana se sostiene sobre la confianza en el capitalismo popular (eso no es Vargas Llosa). Esos preceptos neoliberales se convirtieron en programa politico cuando cn 1990 se encontraron con el desconcertado presidente Alberto Fujimori y con las Fuerzas Armadas que habfan largamente abrigado la esperanza de un Pinochet peruano. Y esas eran las ideas econémicas que le habjan dado resultado a Pinochet. El gobierno de Alberto Fujimori logré una empresa que parecfa destinada al a CIUDADANOS SIN REPUBLICA fracaso: construir una coalicién a favor de las politicas neoliberales, la cual contaba con el respaldo de las clases altas y empresariales, pero también con la de los pobres que habian votado previamente por Iequierda Unida y por cl APRA. Entonces, si el republicanismo es una teoria politica que promete igualdad, instituciones y ciudadanos, el neoliberalismo promere libertad, mercado y emprendedores. Si el republicanismo adolecié de un elitismo intraducible hacia las grandes mayorias, el neoliberalismo conecté con ellas como discurso y como proyecto politico. Si el republicanismo confia en la educacién como mecanismo para construir una comunidad libre, el neoliberalismo confia en el /aissez-faire para obtener un individuo libre. Si el republicanismo es una doctrina de lo piblico, el neoliberalismo pregona lo privado. Ahora bien, el desencuentro de estas promesas en el Perit contempordneo no proviene de la teorfa, sino de la experiencia histérica: en veinte afos el neoliberalismo cumplié con sus promesas, el republicanismo se apresta a cumplir doscientos y nos sigue fallando. El neoliberalismo no prometié un pais mas igualitario, tampoco uno mAs democritico; ni prometié uno mds justo, tampoco una comunidad de ciudadanos fortalecidos. Como hemos visto, su agenda era otra: maercados desregulados, crecimiento econémico, desigualdad si hacia falta, el individuo como consumidor y/o empresario. Y el neoliberalismo cumplié su promesa. Eso le ofrecié al Pert y eso le trajo. En un pais donde las promesas politicas se pasan por el water permanentemente, los neoliberales peruanos cumplieron su palabra. Las politicas neoliberales en pie desde 1990 reconfiguraron el pais: se crecié a todo vapor, se redujo la pobreza como nunca antes, la inflacién se convirtié en un recuerdo, aparecié una nueva clase media, las ciudades y el consumo explotaron, el discurso del emprendimiento se volvié jerga popular y hasta el mundo rural prosperd. En fin, en apenas un par de décadas, el Perti se convirti6 en algo que ni el mas optimista podria haber imaginado en 1990. El Per de hoy es en gran medida hechura de nuestros neoliberales y sus ideas. Para decirlo en inglés, they delivered. Y puesto que el componente politico del neoliberalismo es secundario frente al econdémico, hicieron su trabajo INTRODUCCION sin ascos bajo el autoritarismo de Fujimori y tampoco se hicieron paltas con la democracia reestrenada en 2000. Las instituciones democraticas 0 republicanas nunca fueron su prioridad. Ahora bien, como ensefié Albert Hirschman en Las pasiones y los intereses, las promesas incumplidas pesan sobre las sociedades tanto o més que aquello que ellas si consiguen. La frustracién del deseo no realizado las acompafia en el tiempo y ningtin orden social puede sobrevivir legitimamente si aquello que se prometié construir fracasa frente a todo el mundo. Ese es el caso del republicanismo en el Pert. Nos pesa esa promesa tan vieja, tan deseada y tan incumplida. El Perit contempordneo no esta marcado tinicamente por el éxito de la promesa neoliberal, también lo esta por el fracaso de la promesa republicana. La confianza de los peruanos hacia sus instituciones, hacia la ley o entre ellos mismos es paupérrima; los peruanos detestan el Congreso que los representa; ricos y pobres desconfian mutuamente de ellos; la educacién incumple su papel de integrar a la comunidad politica, perduran distintas formas de discriminacién, carecemos de canales que permitan que Estado y sociedad se escuchen y cada vez que enfrentamos conflictos sociales (Bagua, Conga, etc.) 0 cuando nuestros procesos electorales visibilizan a los sectores frustrados de nuestro pais, entonces el fracaso republicano nos explota en la cara y se nos aparece transparentemente eso que no somos: una comunidad politica legitima de ciudadanos iguales. Sin embargo, lo que me interesa subrayar no es el incumplimiento de la promesa republicana o el cumplimiento de la neoliberal (cada una por separado), sino la relacién entre ambas; el desencuentro. El progreso econémico y la modernizacién del pais en la tiltima década es de tal magnitud que ni siquiera tenemos la distancia necesaria para comprender lo que ocurre. ¥ como sabe cualquiera que haya hojeado los libros de Marx, lo verdaderamente revolucionario no es un partido comunista, sino el capitalismo. Eso es lo que nos esta pasando por encima sin que podamos pensar cémo encatzar semejante huracdn. Porque el progreso econémico adormece algunas de nuestras carencias institucionales, pero también activa muchas otras. Mis colegas politlogos han mostrado distintas a CIUDADANOS SIN REPUBLICA manifestaciones de esto mismo en los tiltimos afios. Eduardo Dargent ha subrayado el desarrollo desigual del Estado en el Peri contemporsneo: mientras que las agencias estatales vinculadas a la actividad econémica han conseguido capacidades importantes, el resto del Estado se mantiene defectuoso y débil. El trabajo de Carlos Meléndez sobre los conflictos sociales en los afos 2000 es otro ejemplo: ellos surgen de instituciones de intermediacién muy débiles combinadas con enormes inversiones econémicas. Lo primero es una manifestacién de lo que yo llamo aqui el incumplimiento de Ja promesa republicana, lo segundo parte del éxito de la promesa neoliberal. Y el desencuentro termina con muertos. Pero el desencuentro de hoy, ademés, plantea una pregunta angustiosa respecto del futuro: crecimiento y las instituciones sean las de siempre? serd gobernable el Perti cuando escaseen los esteroides del En fin, gqué hacemos con estas promesas divorciadas? ;Podemos amiscar al mercado dindmico y efervescente con la construccién de unas insticuciones politicas legitimas? js posible reconciliar la frustracién republicana con el éxito neoliberal? Los enamorados de la teorfa responderin que tal tarea es imposible. Sostendrin que entre Repiblica y neoliberalismo media un abismo insalvable: aquella promesa se ocupa de lo piblico y esta de lo privado; a més neoliberalismo, menos Reptiblica, y viceversa. Pero las nitidas contradicciones de la teorfa son mal lazarillo en el mundo sin guidn de la historia politica. Entre Republica y neoliberalismo no hay una contradiccién, hay una distancia. La tarea més urgente de nuestra época es reducirla, Pero esto resulta dificil de imaginar hoy. A nivel de los discursos, a nuestra izquierda afiosa la preocupacién por las instituciones solo le vino a la mente para atacar a Fujimori 0, més recientemente, para defender a Susana Villardn; solo se acuerdan de ellas cuando pueden utilizarlas como arma politica, jamés como un fin en s{ mismo. Y la derecha se ha pasado una década gritandole «caviar» —y hasta «terruco»— a cualquiera que hablase de instituciones o derechos humanos. A un nivel més politico, el pais ha quedado dividido entre fujimorismo y nacionalismo, dos fuerzas y electorados que son, antes que nada, antiinstituciones. No es un panorama alentador para la agenda republicana. 40 INTRODUCCION Y, sin embargo, no hay més remedio que dar batalla. El crecimiento econémico acumulado de los tiltimos afios deberia ser un insumo para la construccién republicana y en algtin sentido ya lo es, A fines de los ochenta, el historiador Alberto Flores Galindo escribié un texto titulado «Republica sin ciudadanos» que cerraba su exploracién historica del Perti de entonces. Aunque centrado en la Colonia y en el siglo XIX, era un diagnéstico ineludiblemente vinculado al Pert de la violencia senderista: la segregacién y el racismo de las élites costefias habia creado una sociedad tan pobre, desigual, racista y dividida que careciamos de ciudadanos. Aquel ensayo de Flores Galindo, que como buena parte de su obra sirvié de insumo teérico a la izquierda de los ochenta, ha perdido vigencia. Este ya no es un pais sin ciudadanos, La abolicién del pongaje y la servidumbre hace cuatro décadas, la inclusién definitiva de los analfabetos en nuestra democracia en 1980, més de tres décadas votando ininterrumpidamente, ciertas lecciones tras el gobierno autoritario de Fujimori y, finalmente, la reduccidn abismal de la pobreza en el Perti han confluido en la construccién de ciudadanos. El Perit ya no es el pais de los ochenta, ni volverd a serlo. Hoy quedamos mejor definidos como «ciudadanos sin Repiiblicay. Porque son las instituciones republicanas las que nos siguen siendo esquivas (instituciones que, ademds, no recibfan el interés de Flores Galindo, centrado unicamente en el andlisis de la sociedad peruana). Desde luego, no intento decir que tenemos una ciudadania plena y virtuosa, un pais abarrotado de atenienses sabios y prudentes (que «mi pais no es Grecia», lo escribié Lucho Hernandez hace mucho). Quien lea este libro no encontraré aqui el optimismo bobo que ha tefiido al Perti oficial de los tiltimos aftos. Sin embargo, tenemos més ciudadanos que nunca antes en nuestra historia. Una ciudadania impulsada por el miisculo econémico més que desde la virtud priblica. Peto el individuo enriquecido o desempobrecido es ya més ciudadano que nunca antes. Es aqui donde, nuevamente, hace falta hilvanar la promesa republicana con la ‘neoliberal. Construir las instituciones que permitan dotar de vida politica a esa construccién primaria y precatia de ciudadanos en el Pert contempordneo. Instituciones que, por cierto, haran falta cuando el crecimiento econémico se modere y nos encare este nuevo 41 CIUDADANOS SIN REPUBLICA tipo de ciudadano, fortalecido, con nuevas expectativas, pero sin filtros republicanos. Tengo la impresién que en el Perti existe un contingente de electores que busca la recuperacién de consideraciones cercanas a lo que aqui he descrito como republicanismo. Por Jo menos somos un cuarto del pais. Y nos va a dar igual si la plaraforma que lo encarne est, en términos econémicos, un poquito més a la detecha 0 un poquito més a la izquierda: nuestra preocupacién principal es otra. Pero, si alguna leccién ha dejado un par de siglos de republicanismo fallido es que este no podrd construirse desde un salén limefio, y la aventura de Pedro Pablo Kuezynski en 2011 deberfa ser la tiltima leccidn (que ni siquiera hacia falta) de que la frivolidad limefia es mala candidata. El éxito neoliberal radica, en gran parte, en la conexién que logré con el Perti popular, Los nuevos proyectos republicanos deberfan tenerlo en cuenta: ;cudl es la ruta hacia un republicanismo més popular sin por ello hacerlo populista? Carmen McEvoy afirma que el nudo politico del siglo XIX peruano se resumfa de la siguiente manera: ;Cémo pasar del esquema caudillo/ pueblo al de partido/ciudadano? En el siglo XXI, zquién podria afirmar que nuestro dilema es otro? ¥ aunque histérico y enraizado, no queda otra que enfientarlo, Puede que la representacién de la agenda republicana esté de capa caida, pero las transformaciones brutales por las que ha pasado el Pert de las tiltimas décadas (politicas y econémicas) y el progreso de su gente merecen que se le rescate y dar asi los pasos que nos permitan ser un. pais sano y libre, ademés de uno menos pobre. Hace més de treinta afios Julio Cotler le respondié a César Hildebrandt: «Yo no creo que la politica sea el arte de lo posible |...] la politica consiste en hacer posible lo necesario». Y lo necesario en nuestra época ¢s la recuperacién de ciertas consideraciones republicanas y politicamente liberales. Alguien debe convertir esa necesidad en posibilidad. Del capitalismo popular al republicanismo popular. :Cémo se emprende con éxito la tarea de reconciliar el desarrollo econémico con el desarrollo institucional? Obviamente, la respuesta no est en este libro. Este libro recoge, mds bien, los rastros dispersos ¢ implicitos, episédicos y andrquicos, de cémo fui claborando esa pregunta en los iltimos afios. 42 INTRODUCCION Los articulos recopilados en este libro aparecieron en distintos medios nacionales ¢ internacionales. Por permitirme reimprimirlos gracias a Foreign Policy en espaiol, Letras Libres, FOCAL, Perti Econémico, Libros & Artes, Argumentos y La Repiiblica. La revista Poder merece un agradecimiento especial. Desde hace cuatro afios publico un articulo mensual ahi y esos textos componen mayoritariamente este libro. Muchas gracias a David Rivera, director de la revista, y a su equipo, que han hecho de Poder un producto intelectual exitoso, tan aguerride como sofisticado. Gracias también a Martha Alvarez, Gabriel Acevedo y Hugo ‘Arrué. Y debo agradecer también a quienes suclen tener la gentileza de cer algunos de mis artfculos antes de ser publicados y encuentran tiempo para enviarme comentarios: Eduardo’ Dargent, Paulo Drinot, Graciela Ducatenzeiler, Steve Levitsky, Jaime Portas, Pablo Quintanilla Bedregal, José Luis Rénique, Ricardo Vergara, Lula Paniagua y Marfa Inés Vasquez. Finalmente, gracias al equipo de Planeta que confid en este proyecto y me permite realizar el suefto de todo escritor neurético: tener un nuevo libro sin la maldicién de escribirlo. Belmont, Massachusetts. Junio, 2013 Bibliografia utilizada Aljovin, Cristébal (2000). Caudillos y Constituciones. Pertti 1821-1845. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catélica del Peri y Fondo de Cultura Econémica. Dargent, Eduardo (2012). El Estado en el Perit. Una agenda de investigacién. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catélica del Peri. CIUDADANOS SIN REPUBLICA De Althaus, Jaime (2011). La promesa de la democracia, Marchas y contramarchas del sistema politico peruano. Lima: Planeta. Flores Galindo, Alberto (2005). «Reptiblica sin ciudadanosy. En: Buscando un inca, Identidad y utopia en los Andes. Lima: Sur. Hildebrandt, César (2009). Cambio de palabras. Lima Tierra Nueva Editores. Hirschman, Albert (1978). Las pasiones y los intereses. Argumentos poll favor del capitalismo antes de su triunfo. México D. E: Fondo de Cultura Econémica, ‘as en Jacobsen, Nils y Nicanor Dominguez (2011). juan Bustamante y los limites del liberalismo en el Altiplano. La rebeliin de Huancané (1866-1868). Lima: SER. Mallon, Florencia (1995). Peasant & Nation. The Making of Post-Colonial Mexico and Peru, California: California University Press, Maquiavelo, Nicolds (1987). Discursos sobre La primera década de Tito Livio. Madrid: Alianza Editorial. McEvoy, Carmen (2011). «De la Reptiblica Jacobina a la Republica Practica. Los dilemas del liberalismo en el Per, 1822-1872», En: Jaksic, Ivan y Posada, Eduardo (editores), Liberalismo y poder. Latinoamérica en el siglo XIX. México D. F: Fondo de Cultura Econémica. Meléndez, Carlos (2012). La soledad de la politica. Transformaciones estructurales, intermediacion politica y conjlictos sociales en el Peri (2000-2012). Lima: Mitin. Méndez, Cecilia (2005). The Plebeian Republic. The Huanta Rebellion and the Making of the Peruvian State, 1820-1850. Durham, Londres: Duke University Press. Mirowski, Philip y Plewhe, Dieter (eds) (2009). The Road from Mont Pelerin. The Making of the Neoliberal Thought Collective. Boston: Harvard University Press. Neira, Hugo (2009). :Qué es reptiblica? Lima: Fondo Editorial de la Universidad San Martin de Porres. Skinner, Quentin (2009). «A Genealogy of the Modern State», Proceedings of the Bristish Academy. Stedman Daniel (2012). Masters of the Universe. Hayek, Friedman, and the Birth of Neoliberal Politics. Princeton: Princeton University Press. Thurner, Mark (2006). Republicanos andinos. Lima: Centro Bartolomé de las Casas ¢ Instituto de Estudios Peruanos. ‘Tocqueville, Alexis (1987). La democracia en América. México D. E: Fondo de Cultura Econémica.

También podría gustarte