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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Comunicación Social

Cátedra: Opinión Pública

La Opinión Pública
O.P y estados posibles: Integración de las principales conceptualizaciones y
visiones

(Ensayo)

Profesor: Alumno:

Santolo, Daniel Díaz, Gerson

C.l.: 26.327.082

24 de abril del 2.021


Desarrollo

El fenómeno de Opinión Publica data desde la época de la Ilustración y de


filosofías políticas liberales de finales de siglo XVII y XVIII (Locke 1690; Rousseau,
1762,1968) y, especialmente, a la teoría democrática del siglo XIX (Bentham 1838,1962).
Existen diferentes posturas respecto a lo que significó para la época y cómo era utilizada
como un instrumento persuasivo por las élites de gobierno. Así como también por los
“capacitados en conocimiento” para ser portadores de Opinión, en/de un “espacio público”.
En este sentido, son muchos los autores, científicos y aficionados quienes han aportado sus
conocimientos para “intentar” mostrar, de acuerdo a distintas expresiones de cada época,
lo que es el fenómeno Opinión Pública, y el espacio público.

Uno de los investigadores de este fenómeno fue Price Vincent, quien en su trabajo
Concepto de la OP hace un recorrido para ver cómo se llega a lo que conocemos hoy por
Opinión Pública. Lo que plantea el libro, en sus primeras páginas, es que hubo una
discusión basada en lo que era la OP y cómo diferentes autores consideraban este
fenómeno: opinión y público. Posteriormente a su integración como un total: Opinión
Publica.

Los dos primeros capítulos señalan sobre cómo el fenómeno de OP (analizada y


bien organizada) era utilizada por los grandes medios de comunicación para influir en las
masas y así favorecer los gobiernos. De hecho, se expresa que quienes manipulaban los
medios eran los gobiernos, por su capacidad de élite. En este sentido élites políticas,
burocráticas, grupo de interés, comunicación: líderes de opinión. Así mismo, refiere el
texto, que se incentivó en los científicos y letrados de la época estudiar de forma analítica el
impacto de los medios a través de la propaganda. Lo anterior, señala el autor, fue debido al
éxito que tuvieron las élites en sus campañas presidenciales. (Price, 1992). La OP también
fue calificada de “informal”, pero fuerte “promotora de presión y control social” debido a la
gran influencia que tenía sobre las masas.

La concepción y/o conceptualización de OP en la modernidad está asociada a una


gama de suma de opiniones individuales. Se puede observar, como estudiante, un contraste
de lo que era la OP entre épocas. Era considerada como “una clase” donde los que
pertenecían eran “pudientes” de pensamiento. Ozouf (1988, citado por Price) señala que
para los franceses cuando se hablaba de OP era equiparada con la opinión de los letrados,
en asuntos sociales y políticos. Fue considerado también como una crítica a la monarquía,
por enfrentarse con ideales en contra a su propuesta (p. 28). Sin embargo, hay otros autores
que expresan su opinión respecto a este fenómeno “cualquiera puede ser un formador de
opinión según el peso que tengan sus opiniones en la sociedad”. Los medios, los políticos,
los periodistas, inclusive los actores, personajes que tengan influencia social son portadores
de Opinión Pública.

Price nos habla acerca de los sentidos de la opinión, y expresa que cuando las
opiniones se vinculan a las sociedades coge un carácter peyorativo, señala “opinión común,
opinión general y opinión vulgar”. Su referencia radica en que epistemológicamente este
tipo de opiniones “sujetos a estados cognitivos, son de inferior conocimiento”. Lo que
literalmente sería como no son/o no deberían ser considerados como tal. En un sentido más
moderno se equipara el término opinión a la moral y las costumbres (Neumann, Noelle,
1979, 1984. p. 20. Citado por Price).
Partiendo de lo anterior, el autor plantea que la OP-popular ejerce una clase de
presión social y que es de carácter “informal”, y que a su vez ejerce una especie de “control
social” (P. 21, 22). En este sentido, se refiere a la masa, al todo. Así sismo, las opiniones
(para la época) se equiparaba con lo que era la reputación de las personas que emitían su
juicio, con la estima y “con el cuidado general de los otros”, de intereses (Speier, 1950,
Citado por Price). Así mismo, desde un enfoque sociológico de la comunicación de masas,
se puede observar desde una visión general de las cosas, la interrelación que se estableció
(y aún sigue) entre los medios/ grandes medios y el público. En este sentido, y retomando
lo que es la OP, existen múltiples conceptualizaciones de lo que es la OP. Habermas, por
ejemplo, consideraba que el estudio de este fenómeno adopta una actitud crítica frente a los
poderes políticos, hace referencia a que los individuos son racionales y discuten de acuerdo
a lo que ellos consideran correcto, “se forma de acuerdo a su propia idea, bajo el
presupuesto de un público que razona y reflexiona.”. Refiriéndose a que ahora el proceso
de OP es más de carácter activo e individual-reflexivo frente a una idea, un asunto de
debate público.
Price en su investigación expresa que la opinión no es un estado del individuo, sino
un proceso que se va formando a partir de unos condicionantes previos. Uno de ellos, y el
más estudiado en relación con el proceso de formación de opiniones, es el de actitud (p.
38). En el sentido de la “actitud” cito al autor Abreu Sojo quien menciona que las actitudes
varían de acuerdo a comportamientos definidos llamado por Allport (citado por Sojo),
estado mental y neurológico: vivacidad por medio de la experiencia. Aquí entran diversas
aristas y, por lo tanto, a los comportamientos actitudinales que definen a las actitudes,
influidos por componentes cognoscitivo, perceptivos, ideas, juicios de valor, creencias y
aspectos emocionales; en un segundo lugar, lo afectivo, lo emocional; en tercer lugar, lo
conativo, que tiene que ver con la predisposición de individuos a actuar de una manera
concreta, con una acción determinada. El autor Maletzke (citado por Sojo) expresa que el
arraigo de la actitud está ligado a la personalidad, cuya fuerza motivadora es, estrictamente,
la acción.

Lo público, desde luego, es considerado como “el sujeto y objeto” de la OP. Por lo
que no se puede desagregar. Lo público guía y le da forma al proceso de debate a través de
lo que será después opinión pública. (Price, p. 30). En un enfoque más contemporáneo
Price comienza a hablar de lo que significaba ya para demócratas el hecho de la opinión
pública, y expresa que “el debate público se da principalmente en virtud de interacciones
entre los actores de la elite política y sus espectadores atentos, facilitadas en varias
importantes formas por la prensa” (1994, 120). Comienza a verse a la masa heterogénea, a
diferenciarse público de la multitud y la masa: la diferencia es la racionalidad. Como
señalaba Habermas.

En lo contemporáneo es distinto el proceso de fenómeno de opinión pública, si retomamos su


génesis la opinión surge en espacios muy pequeños y donde tenían los recursos para debatir
sobre los asuntos públicos. Ahora, si nos vamos a la modernidad “el debate   está en los
medios, no significa que no haya debate público, sino que ese debate está marcado por los
medios. En realidad hay debate pero éste está marcado por un tema de agenda.”. (Pérez, J.
1996). De lo anterior, se ve como los medios reestructuran el espacio público . Por otro lado,
las opiniones son de los públicos, pero “su publicidad está en los medios, de aquí que siga
oyéndose en la actualidad que la opinión pública es lo que dicen los medios de
comunicación.” (1992, p. 177). En este sentido, también se habla del público y este va
modificándose/mutándose de acuerdo a los asuntos que debaten, de acuerdo al grupo o en
la realidad en la que viven. No obstante, son los medios los que plantean los temas de debate.
A partir del tema el espacio público se constituye y transforma en conversaciones entre
individuos. La conceptualización de OP sería el debate del asunto y como estudiantes o

profesionales de la comunicación no podemos pensar en un público si no hay un asunto que es


controvertido, incluso. Partiendo de ideas en líneas atrás, nosotros como profesionales de la
comunicación entramos en la élite. En este sentido, cuando hay debate o un asunto de OP
también “entra en juego una cuestión de poder ”, dice Price. Se podría decir que el público
ahora consume ideas y opiniones, más que emitirlas y pensarlas, las reproducen. Y digo
que las reproducen porque los medios/élites periódicos y las revistas, la radio y la
televisión son los generadores del ahora espacio público. Partiendo de lo anterior, citaré al
autor Sancari, S. quien en su libro El debate público y los actores de la política en el
ámbito de la Corte Suprema cita al Máximo Tribunal de Argentina durante buena parte
del período de la época, en un texto de su autoría: La Corte Suprema de Justicia y la
opinión pública. (1976- 1983)., en la introducción de su obra dice: “No cabe duda que la
prensa constituye un instrumento de expresión, no solo en lo concerniente al suministro de
informaciones sobre hechos o sucesos, sino también desde el punto de vista de los
problemas que se generan en la sociedad, comentándolos e interpretándolos, elementos
todos formativos de la opinión pública”. Por lo que podemos ver la gran influencia de los
medios de comunicación y de las denominadas élites en la población, en el público: “la
masa-la audiencia”. Y como estudiante lo coloco entre comillas por sus accesiones luego de
leer los documentos para la realización de este ensayo, en donde la masa es inerte y la
audiencia es activa.

A manera de concluir, podría asumir que si bien la OP contemporánea se crea a


partir de opiniones individuales (que luego son compartidas y expresadas) estas opiniones
surgen por un problema o una “confrontación” de carácter social emanadas por la élite, por
un medio capaz de generar debate de un asunto público. Lo que quiere decir que, desde mi
criterio como estudiante, el fenómeno de OP es al final un fenómeno colectivo de carácter
propio. Porque como mencioné, las opiniones, dice el autor Pérez, J, nunca pueden
constituirse como definitivas porque al final son eso: opiniones., porque si bien la sociedad
tiene influencia es la élite quien decide.

Referencias bibliográficas

Price, V. (1944). Concepto de Opinión Pública. [Documento en línea]. Disponible en:


https://www.uv.es/guilopez/documentos/2_1-Concepto_Opinion_Publica.pdf

Price, V. (1992). Opinión Pública. [Documento en línea]. Disponible en:


file:///C:/Users/Windows%207/Desktop/Price%20Vincent%20-%20Opinion
%20Publica.PDF
Pérez, José. (1996). El Espacio Público. [Documento en línea]. Disponible en:
https://www.nexos.com.mx/?p=7938

Sojo, Abreu. (2009). El estudio de la Opinión Pública. (3ra ed). Venezuela, Caracas,
valencia: Vh Vadel Hermanos.

Sancari, Sebastián. (S.F). El debate público y los actores de la política en el ámbito de la


Corte Suprema. [Documento en línea]. Disponible en:
http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/pensar-en-derecho/revistas/9/el-debate-
publico-y-los-actores-de-la-politica-en-el-ambito-de-la-corte-suprema.pdf

Taverna, E. (S.F). ¿Cómo se construye la opinión pública? Análisis e indagación sobre los
alcances, límites de los medios de comunicación masiva en esa construcción y las
posibilidades de resistencia en los últimos cinco años en la Argentina. [Documento
en línea]. Disponible en: https://www.academia.edu/19807063/_C
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