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PRESENTADO POR:
LUZ ESPERANZA GARCIA MORENO
PRESENTADO A:
JACKSON MOSQUERA ORTIZ
SENA
QUIBDO-CHOCO
2020
CUALIDADES MOTRICES
Saltar la cuerda. Práctica común para los boxeadores, mediante la cual no sólo
ejercitan su resistencia aeróbica sino también su agilidad, ya que pueden saltar la
cuerda en combinaciones de un pie, el otro, o ambos juntos, a altas velocidades.
Básquetbol. Este deporte es conocido por ser uno de los que más agilidad
amerita, ya que sus practicantes están al mismo tiempo corriendo, pasándose el
balón y obstaculizando el recorrido de los rivales. Practicarlo a menudo es una
buena forma de desarrollar agilidad.
EJERCICIOS DE EQUILIBRIO.
Una buena forma de ejercitar la fortaleza de las piernas al mismo tiempo que la
agilidad, es procurar el equilibro del cuerpo entero sobre una pierna y luego la
otra, manteniendo una postura recta y luego intentando subir brazos y piernas.
Ejercicios en una escalera. Subir y bajar una escalera a toda velocidad, pisando
cada peldaño con un pie correspondiente y sin saltarse ninguno, permitirá
potenciar la agilidad y la coordinación de los pies, a la par que tonifica los
músculos.
Saltar la rayuela. Este juego infantil puede rescatarse para complejizar los
ejercicios de equilibrio. Consiste en una serie de cuadros pintados en el suelo que
nos obligan a saltar en un pie de uno a otro hasta el final, en donde se cambia de
pie y se regresa al principio.
Gimnasia rítmica. Disciplina deportiva que combina ballet, danza y gimnasia, así
como distintos implementos como una pelota, mazas, cintas o aros, y que exige su
utilización rápida, coordinada y estética. Todo un reto a la agilidad de las
deportistas.
Ida y vuelta. Se ubican varios puntos o conos en el suelo, uno al lado de otro
formando una línea recta que alcance varios metros de longitud. Partiendo del
primer punto o cono, se deberá llegar al primero, tocarlo y devolverse al inicial;
tocarlo y continuar con el segundo y así sucesivamente.
AGILIDAD.
Ejercicio de barras. Treparse a las barras, pasar de una a otra, sujetarse con las
piernas e invertir la figura… todas son técnicas válidas de ejercicio de agilidad con
un sistema de barras ordinario.
FUERZA
Desde el principio, el libro del Génesis cuenta que Dios creó al hombre a su
imagen y semejanza, para compartir el acto de creación, para dominar la tierra y
subyugarla. Dios no ha dado esa capacidad para no utilizarla. Llevar el cuerpo
más allá a base de ejercicio puede incrementar la fuerza y disminuir las lesiones.
Los músculos están activos cada minuto de cada día. Si se hacen más fuertes, la
vida “física” será más fácil, más relajada y más entretenida. Cuanto más se
desarrollen los músculos, habrá menos posibilidades de sufrir una lesión. Lo
mismo ocurre con el alma; cuanto más ejercitamos el carácter, más fácil es no
caer en tentaciones. Aunque sigan llegando, no nos controlan.
VELOCIDAD
Entrenar la velocidad desarrolla la habilidad para hacer una actividad física intensa
en un corto periodo de tiempo. Físicamente, ejercita los pulmones, el corazón y las
fibras musculares como ningún otro tipo de entrenamiento.
Correr, por ejemplo, facilita la pérdida de peso, cambia la composición del cuerpo
y mejora las funciones cardiovasculares. Aun así, casi nadie lo hace. ¿Por qué?
Quizá porque es muy agotador. Se enfrenta directamente con el deseo de
comodidad, mínimo esfuerzo y vida fácil. La experiencia muestra que la lucha
contra las tentaciones se recrudece cuando la gracia está a la vuelta de la
esquina, por lo que no se debe dejar de entrenar la velocidad para evitar caer
frente a las tentaciones.
RESISTENCIA
En la vida siempre habrá momentos de gran dificultad que debilitarán la fe en Dios
y en la humanidad. Entrenando la resistencia muscular y cardiovascular se
ejercitan también la paciencia y la voluntad.
FLEXIBILIDAD
El ser humano posee dos facetas: la que se adecúa a la verdad objetiva y la que
se guía por el amor y la compasión. Hay gente que se guía más por la verdad
pura, sin tener en cuenta los sentimientos, y otra que se guía solamente por estos.
Ambas facetas pueden convivir en equilibrio gracias a la flexibilidad.
Además, entrenar esta habilidad ayuda a mejorar las funciones musculares y a
prevenir lesiones.
-El descanso: tanto alma como cuerpo necesitan descansar si quieren seguir
creciendo. Algunos santos dicen que la oración es “descanso en el Señor”. Huelga
decir que el descanso sana los músculos y refresca el alma.