DEL PRESENTE

AL
FUTURO

UNA MIR ADA A SAN VICTORINO

 Introducción

Con base a una investigación historica centrada en el

estudio de mapas y planes territoriales, se puede concluir que
el sector de San Victorino ha sido un espacio de comercio
semiformal en frontrera con lo deseable y repudiable, con el
afuera y el adentro. Esta tensión nace con dinámicas que se
salen del marco jerárquico tradicional, siendo así un lugar
para los segregados de una lógica vertical gubernamental.

Para dar continuidad a la investigación, se hizo una

recolección de historias de 6 personas durante el Madrugón
de San Victorino. Con esto hayamos que las complejas
interacciones de quienes hacen parte del terriotorio son las
que sostienen este ecosistema. Aunque desde una perspectiva
externa, esta zona es percibida como desordenada y al
margén de la institucionalidad, con una mirada más cercana
se puede evidenciar un sistema orgánico y armónico.
 Sistema
Orgánico
Cuando decimos que San Victorino es
un sistema orgánico, nos referimos a un
desarrollo no articulado y espontáneo
como resultado de una segregación de la
lógica vertical Estado-pueblo. De este
modo, a lo largo del tiempo se han
construido una serie de saberes tácitos
que se ajustan al contexto actual de la zona.
Este conocimiento permite que se de una
organización social con roles específicos
que no fueron asignados deliberadamente
sino que parece darse de manera natural;
asemejandose así al comportamiento de
un ciclo biológico como el de las colonias
de hormigas. Con base a las historias
personales, pudimos reconocer los
siguientes:
Ubicación: Al momento del
comerciante elegir y poner su puesto no
solo es importante quién llegue primero
durante la jornada, sino que también
influye la cantidad de tiempo que lleve
en el lugar. De este modo, la trayectoria
es relevante.
Alerta a escape: La fuerza pública se ha
convertido en el enemigo común en este
ecosistema, ya que la policía penaliza a
aquel que ocupe el espacio público, es decir,
la calle. En consecuencia, los comerciantes
se han convertido en tiendas y vitrinas
móviles que cada vez que ven a la policía
con “cara de molestar” se cambian de acera,
de esquina, entre otras estrategias.
Cubriéndose la espalda: Los comerciantes
que están en las calles carecen de seguridad,
es por eso que entre ellos se cuidan
su mercancía que al ser tanta es muy
vulnerable ante el hurto de personajes de
A medida que íbamos recolectando historias
recorriendo los adentros de San Victorino, identificamos
otra serie de actores que conforman el ecosistema y lo
moldean. Entre ellos se encuentran los costaleros, tinteros,
policías, clientes, proveedores y turistas.
 Relaciones
Ecológicas
Siguiendo la analogía del sistema
orgánico, las interacciones entre los
individuos que compenen a San
Victorino se pueden definir bajo el
marco de las relaciones ecológicas.
La relación de asociación que
fundamenta la población y su
funcionamiento sería la estatal,
ya que se caracteriza por generar
una fuerte dependencia entre los
individuos sin poder sobrevivir
aislados. Esto se me manifiesta en
San Victorino en el sentido de que
un integrante aislado adopta el valor
de marginado, mientras que estando
dentro del tejido social de la zona
adquiere un valor de reconocimiento
y funcionalidad.
Por otro lado, se dan relaciones de
mutualismo obligatorio en donde
los dos sujetos se ven beneficiados
y necesitan del otro para su
supervivencia, como sucede entre
los dueños de bodega y los jaladores
(encargados de aproximarse a los
clientes desde las calles para venderles
la mercanci­a y llevarlos adentro de
las bodegas). Además, evidenciamos
relaciones de comensalismo cuando
comerciantes informales venden en
la calle mercancías de industrias a
gran escala, ya que el comerciante
informal es el único beneficiado.
No obstante, reconocimos
relaciones perjudiciales, ya que al ser
un entorno con recursos limitados,
los comerciantes compiten por
atención y compra del usuario.
Mas aun cuando ellos señalan un
decrecimiento de las ventas.
Por último, con la recolección de historias pudimos
observar que la mayoría de los personajes veían el
acto de comerciar en San Victorino como una nueva
oportunidad de hacer parte de un sistema laboral, en este
caso informal. En este orden de ideas, las interacciones
complejas que sostienen al ecosistema permiten que sus
integrantes experimenten una temporalidad diferente a
la que se vive en el “afuera”, donde es una visión del
tiempo en forma de campana. Este ultimo sigue una
lógica de producción capitalista, en donde la persona
llega a un punto cumbre de funcionalidad dentro de
sociedad y después va decreciendo, usualmente por temas
de capacidad física y mental. En contraste, la concepción
de temporalidad vivida por los comerciantes se asemeja
a la forma de un espiral, ya que se vuelven a puntos
altos y bajos de productividad mientras se evidencia un
progreso temporal.