Está en la página 1de 4

Que es un robot / obra Rossum Universal Robots de Karel Cape /características que presentan

los Robots según la obra de Capek y las características de los Robots actuales /reflejar si el
concepto de Robot que originalmente se conoció se cumple en la actualidad o si nos
encontramos muy lejos de alcanzar ese tipo de máquinas.

La palabra robot fue usada por primera vez en el año 1921, cuando el escritor checo Karel
Capek (1890-1938) estrenó en el teatro nacional de Praga su obra Rossum’s Universal Robot
(R.U.R.). [CAPEK-35], [CAPEK-66]. Su origen es la palabra eslava robota, que se refiere al
trabajo realizado de manera forzada. Los robots de R.U.R. eran máquinas androides fabricadas
a partir de la «formula» obtenida por un brillante científico llamado Rossum. Estos robots
servían a sus jefes humanos desarrollando todos los trabajos físicos, hasta que finalmente
se rebelan contra sus dueños, destruyendo toda la vida humana, a excepción de uno de sus
creadores, con la frustrada esperanza de que les enseñe a reproducirse.

incluso el mensaje de la obra de Capek: la dominación de la especie humana por seres hechos
a su propia imagen. Así, en 1926, Thea von Harbou escribe Metrópolis, novela posteriormente
llevada al cine por su marido Fritz Lang, en donde la masa obrera de una sociedad superindustrializada
es manipulada por un líder androide llamado María.
Pero sin duda alguna, fue el escritor americano de origen ruso Isaac Asimov (1920-
1992) el máximo impulsor de la palabra robot. Se le atribuye a Asimov también la creación
del término robotics (robótica), utilizada por primera vez en una historia corta titulada Runaround,
publicada en 1942. Sin lugar a duda, Asimov desde su obra literaria, ha contribuido
decisivamente a la divulgación y difusión de la robótica.
En octubre de 1942 publicó en la revista Galaxy Science Fiction una historia titulada «The
Caves of Steel» [ASIMOV-54] en la que por primera vez enunció sus tres leyes de la robótica1.
1. Un robot no puede perjudicar a un ser humano, ni con su inacción permitir que un ser
humano sufra daño.
2. Un robot ha de obedecer las órdenes recibidas de un ser humano, excepto si tales órdenes
entran en conflicto con la primera ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia mientras tal protección no entre en conflicto
con la primera o segunda ley.

En la novela Robots e Imperio, publicada en 1985, Asimov incorporó una cuarta ley, conocida como ley
cero: un robot no puede lastimar a la humanidad o, por falta de acción, permitir que la humanidad sufra daño.

Además de los entornos de fabricación y de investigación, en la década de los setenta los


robots comenzaron a utilizarse de forma práctica en otros entornos, como el espacial o el submarino,
haciendo uso principalmente de tecnologías de teleoperación.

Por otro lado, uno de los primeros robots humanoides modernos fue creado por el profesor
Ichiro Kato de la Universidad de Waseda, denominado Wasubot, presentado en la Exposición
Universal de Tokio de 1985. El Wasubot, aunque no podía caminar, había sido diseñado
con una forma cercana a la humana lo que le permitía leer partituras y tocar el piano con
dos manos en las teclas y un pie en el pedal.

Sin embargo, el pionero de los robots para entretenimiento basado en formas animales,
fue Sony con su robot mascota con forma de perro llamado Aibo (Figura 1.10). Dotado de
una cierta capacidad de aprendizaje y comportamiento autónomo, Aibo puede responder a estímulos
externos de su dueño y de actuar consecuentemente.

En poco más de 40 años las investigaciones y desarrollos sobre robótica industrial han permitido
que los robots tomen posiciones en casi todas las áreas productivas y tipos de industria.
En pequeñas o grandes fábricas, los robots pueden sustituir al hombre en aquellas tareas repetitivas
y hostiles, adaptándose inmediatamente a los cambios de producción solicitados por
la demanda variable.

Los futuros desarrollos de la robótica apuntan a aumentar la movilidad, destreza y autonomía


de sus acciones, así como a ser capaces de mantener una elevada interacción con
los humanos. La mayor parte de los robots actuales tienen base estática, y se utilizan en
aplicaciones industriales tales como ensamblado, soldadura, alimentación de máquinas
herramientas, etc. Sin embargo, existen otro tipo de aplicaciones que han hecho evolucionar
en gran medida tanto la concepción de los robots como su propia morfología.

Entre estos
robots dedicados a aplicaciones no industriales destacan los robots espaciales (brazos para
lanzamiento y recuperación de satélites, vehículos de exploración lunar, robots para construcción
y mantenimiento de hardware en el espacio); robots para aplicaciones submarinas
y subterráneas (exploración submarina, instalación y mantenimiento de cables telefónicos
submarinos, limpieza e inspección de tuberías y drenajes subterráneos, inspección de sistemas
de refrigeración de centrales nucleares); robots militares (desactivación de bombas,
robots centinelas experimentales dedicados a patrullar áreas críticas); robots de vigilancia
y rescate (robots bomberos para patrullar fábricas, robots aéreos); aplicaciones médicas
(robots cirujanos, prótesis robotizadas, sistemas de ayuda a discapacitados); robots para
aplicaciones agrícolas (sembrado y recogida de cosechas, robot para esquilar ovejas); y un
largo etcétera.

El fin de la humanidad en dos amenos y sencillos pasos


crítica a RUR y a La fábrica de Absoluto, de Karel Čapek | Minotauro, 2003

Intento imaginar que asisto a una obra de teatro en la cual la historia consiste en que una
poderosa compañía fabrica robots bajo la égida de un científico loco ya muerto. Su hijo lo
sustituye en el empeño y, dejando atrás el ideal de crear una nueva humanidad, se aplica a
la tarea con un objetivo más mundano y efectivo, dando con la creación de unos
androides cuyo parecido con los humanos difiere tan sólo en que estos poseen alma. Y
también este hijo está ahora muerto. Los actuales dueños se hacen con las notas dejadas
atrás por estos dos visionarios y consiguen comercializar los robots llevándolos hasta el
último rincón del mundo. El negocio es fabuloso, pero además se apunta la idea de que
tal vez se inicie una nueva era para el hombre en la cual las máquinas harán todo el
trabajo dedicándose los humanos a pegarse la vidorra padre. Pero claro, los robots, que
han dejado de lado todo lo inútil e innecesario, descubren que lo más inútil e innecesario
cuando ellos se encargan de todo es el hombre. Así que deciden exterminarlo. Lo que se
anunciaba como una era de prosperidad jamás soñada deviene de esta forma el fin de los
tiempos. Para los humanos, se entiende. Estos malditos robots se pasan por el forro las
leyes de Asimov.
https://www.elantepenultimomohicano.com/2015/03/critica-libros-rur-la-fabrica-de-absoluto-de-karel-
capek.html

Entre replicantes y clones

Pero los robots que salían de la fábrica fundada por los Rossum —una
alusión a la palabra checa rozum, que significa sabiduría o razón— no eran
hombres metálicos plagados de tuercas y tornillos, sino seres más parecidos
a los replicantes de Blade Runner o a clones biológicosBlade
Runner creados en cadena, a pesar de que por entonces no había nada
parecido a la ingeniería genética moderna. Domin, el encargado de la
factoría, explicaba durante el recorrido para visitantes dónde se producían los
huesos, nervios, las venas o el sistema digestivo de los sirvientes artificiales.
Una vez acabados, lo único que los distinguía de las personas era su falta
de moralidad.

Al principio, la mayoría de los personajes humanos de R.U.R. veían a estos


incansables trabajadores como a una suerte de electrodomésticos con brazos
y piernas. Pero, poco a poco, los obedientes esclavos se hartaron de
obedecer a sus amos para revelarse contra su dominio. Se plantaron con la
intención de cambiar las tornas: “Vosotros trabajareis. Vosotros construiréis.
Los robots necesitaremos muchos edificios. Los robots necesitaremos
muchas casas para nuevos robots”, les advertían a las personas de origen
natural.

Los insurrectos consiguieron llevar a la raza humana al borde de la extinción.


Sin embargo, finalmente, al contrario de lo que suele ocurrir en las películas
sobre sublevaciones robóticas, los rebeldes se dieron cuenta de que no
podían ser productivos sin la ayuda de sus creadores y decidieron repoblar
la Tierra.

Si bien la obra de Čapek permaneció en el olvido durante décadas, su


estreno fue bastante sonado y polémico y suscitó diferentes reacciones en
la audiencia. Mientras que The New York Times la criticó duramente cuando
comenzó a representarse en Estados Unidos, despertó el interés de algunos
escritores y poetas de la época que supieron apreciar aquella alegoría checa
sobre política, poder y tecnología.

El mismísimo Isaac Asimov la tachó de “terriblemente mala”, pero “inmortal


por esa sola palabra [robot]”. Por su parte, el tres veces ganador del
Pulitzer Carl Sandburg escribió una carta al periódico neoyorquino
ensalzando la historia: “R.U.R es significativa, importante, provocadora,
inquisidora, graciosa, terrible y paradójica”, decía el autor sueco, quien
encontró en el guion alusiones a la docilidad humana y al peligro que
entrañaban las máquinas.

https://www.eldiario.es/hojaderouter/robots/primeros-robots-television-alzaron-
humanos_1_2784025.html

CAP 2
Un robot está formado por los siguientes elementos: estructura mecánica, transmisiones, sistema
de accionamiento, sistema sensorial, sistema de potencia y control, y elementos terminales.

También podría gustarte