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LEISHMANIASIS VISCERAL EN COLOMBIA Y SUS

IMPLICACIONES

¿A qué se debe la prevalencia de la leishmaniasis visceral en Colombia? Si bien se sabe que


la leishmaniasis es una zoonosis provocada por el parasitismo de los macrófagos por un
protozoario flagelado del género leishmania que se manifiesta según el área afectadas que
son: la cutánea, la mucocutaea y la visceral. La leishmaniasis visceral es la afección menos
común pero más fulminante, prevalente en niños menores de 5 años y personas
inmunocomprometidas habitantes de zonas tropicales y sub tropicales, provocada
específicamente por Leishmania infantum predominante en las Américas. Tiene una alta
prevalencia en el norte del país y en el valle medio del río Magdalena.
Las leishmaniasis son enfermedades de transmisión vectorial con gran diversidad de
parásitos, reservorios y vectores involucrados en la transmisión. Son causadas por
diferentes especies de protozoos del género Leishmania y se transmiten a los animales y
humanos a través de la picadura de insectos de la familia Psychodidae. Su presencia está
directamente vinculada a la pobreza, pero otros factores sociales, además de los
ambientales y climáticos, influyen directamente en su epidemiología. Esta enfermedad
afecta a las poblaciones más pobres del planeta.
“A nivel mundial, la leishmaniasis se encuentra entre las diez enfermedades tropicales
desatendidas con más de 12 millones de personas infectadas, con 0,9 a 1,6 millones de
nuevos casos al año, entre 20.000 y 30.000 defunciones y 350 millones de personas a riesgo
de infectarse”. Los países que concentran el mayor número de casos de leishmaniasis
visceral son India, Sudán del Sur, Sudan, Brasil, Etiopía y Somalia.
“Leishmania es un género de protistas responsable de dicha enfermedad. El principal vector
de infección son los mosquitos de los géneros Phlebotomus (en Eurasia y África) y
Lutzomyia (en América). Sus víctimas son vertebrados: la leishmaniasis afecta a
marsupiales, cánidos, roedores y primates.
Los parásitos del género Leishmania adoptan dos formas morfológicas durante su ciclo de
vida: Promastigote, (forma alargada con un flagelo anterior, que se multiplican de forma
extracelular en el intestino del invertebrado vector) y amastigote, (forma esférica con un
flagelo muy corto que no sobresale de la bolsa flagelar, de modo que sólo es apreciable en
el microscopio eléctrónico. Se multiplica dentro de macrófagos y células del sistema
retículoendotelial del huésped vertebrado).
“Aunque a primera vista las formas promastigote y amastigote parecen ser muy diferentes,
la estructura celular está muy conservada. Por delante del núcleo se encuentra el
kinetoplasto, que es una región de la mitocondria donde se localiza el DNA mitocondrial
formado por miles de moléculas circulares concatenadas. El kinetoplasto está conectado
con el cuerpo basal del que emerge el flagelo. En la base de flagelo se encuentra una
invaginación de la membrana celular que recibe el nombre de bolsillo flagelar, lugar
especializado en los procesos de endocitosis y exocitosis y que está conectado con el
aparato de Golgi”.
La leishmaniasis visceral (LV) es una antropozoonosis que continúa siendo un importante
problema de salud pública en Colombia. Los dos focos de transmisión, principalmente rural
y periurbana, históricamente reconocidos, están ubicados en el norte del país
(departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar) y en el valle medio del río Magdalena
(departamentos de Cundinamarca, Tolima y Huila)

En la forma visceral, la susceptibilidad se asocia a los menores de 15 años en condiciones


que generen mayor susceptibilidad como lo son: las deficientes condiciones
socioeconómicas, ya que las malas condiciones en las viviendas y las deficiencias de
saneamiento pueden promover el desarrollo de lugares de cría y reposo de los vectores; la
malnutrición, dado a que las dietas bajas en proteínas, hierro, vitamina A y zinc, aumentan
el riesgo de que progrese la enfermedad. También hay mayor susceptibilidad en pacientes
inmunosuprimidos, y especialmente infectados con el virus Inmunodeficiencia Humano
(VIH) por reactivación o primo-infección de leishmaniasis visceral.

“En la LV encuentran alteraciones hematológicas consistentes en anemia, leucopenia y


trombocitopenia. A todo paciente con sospecha de leishmaniasis visceral se le debe realizar
serología.Todo caso sospechoso de leishmaniasis visceral requiere de punción del bazo.
Con esta se observa un mayor número de parásitos, facilitando el diagnóstico de la
enfermedad, pero se corre el peligro de causar hemorragias internas, a veces mortales, si el
procedimiento no es el adecuado o es practicado por personal no entrenado. Esta indicado
cuando se tiene un aspirado de médula ósea negativo pero persiste la clínica. Debe ser
realizado por personal con entrenamiento en instituciones del segundo o tercer nivel de
atención previa evaluación de tiempos de coagulación y recuento de plaquetas”.

“Los Laboratorios de Salud Pública Departamental, tienen como función principal, con
relación al control de la leishmaniasis, coordinar las acciones necesarias en los
Departamentos para que el diagnóstico de la leishmaniasis se haga dentro de los estándares
de calidad. La gestión de calidad del diagnóstico incluye tres aspectos principales i) la
evaluación de competencias, ii) el monitoreo del desempeño y iii) la supervisión directa en
campo. Los LDSP deben coordinar a nivel del departamento la capacitación y evaluación
de la competencia todos las personas que realicen diagnóstico de Leishmaniasis, esto en
coordinación con el Instituto Nacional de Salud, siguiendo estándares internacionales,
recomendados por la OMS”.

Son diferentes los tipos de tratamientos a los que son sometidos los pacientes que paadecen
de la leishmaniasis visceral. “Los tratamientos de primera elección para las diferentes
formas clínicas de leishmaniasis son las sales de antimonio pentavalente (Sb5+) como el
antimoniato de N-metil glucamina (Glucantime®) y el estibogluconato de sodio”. También
se ha utilizado Isetionato de Pentamidina un medicamento antiparasitario, utilizado en Asia
para el tratamiento de LV, se ha demostrado su eficacia y seguridad en LC por L.
panamensis y L. braziliensis, pero en la especie donde se han observado los mejores
resultados es con L. guyanensis entre otro tipos de medicamentos

La vigilancia del evento es necesaria para orientar las medidas que ubiquen las estrategias
para el control y la disminución de la morbilidad para cada una de las formas de
leishmaniasis y la mortalidad en casos de leishmaniasis visceral, al igual que orientar las
herramientas de prevención y control dirigidas al diagnóstico precoz y la gestión eficaz de
los casos; el control vectorial, el control de reservorios, el fortalecimiento en las actividades
de educación e información a la comunidad para la prevención y conocimiento de la
enfermedad

Son varias las Estrategias y herramientas de la vigilancia que se han llevado a cabo en los
últimos años para la prevención y oportuno diagnostico entre ellas están: estrategias
notificación de casos predefinidos, notificación de casos confirmados de L. cutánea y L.
mucosa, y casos probables de L. visceral, al sistema de información Sivigila individual,
vigilancia comunitaria, detección de rumores de aumento inusitado de casos por parte de la
comunidad, captados por medios de comunicación. Vigilancia por búsqueda secundaria,
búsqueda activa institucional de casos de leishmaniasis visceral a partir de los registros
individuales de prestación de servicios (RIPS), generados en las Unidades Primarias
Generadoras de Datos (UPGD).

En conclusión la leishmaniasis visceral es un problema de salud pública en Colombia


debido a su prevalencia y que afecta más en climas tropicales y sub tropicales y el estado
socioeconómico de la población rural, debido también a que su diagnóstico tardío puede
desencadenar tasas altas de mortalidad. Aunque las estrategias planteadas por la OMS están
hechas para su disminución los centros de salud rurales no cuentan con las medidas
necesarias para su diagnóstico temprano y su adecuado tratamiento. Pero se ha demostrado
en los últimos años las cifras han disminuido y que cada vez se han venido capacitando a
los profesionales de la salud para el buen manejo y tratamiento respecto a la leishmaniasis.

REFERENCIAS

 VIGILANCIA Y ANALISIS DEL RIESGO EN SALUD PÚBLICA PROTOCOLO


DE VIGILANCIA EN SALUD PUBLICA LEISHMANIASIS
http://www.clinicamedihelp.com/documentos/protocolos/PRO
%20Leishmaniasis.pdf
 Leishmaniahttps://www.unav.edu/web/instituto-de-salud
tropical/investigación/enfermedades-parasitarias/leishmania
 Leishmaniasis visceralhttps://www.paho.org/es/temas/leishmaniasis/leishmaniasis-
visceral
 Guía de Atención Clínica Integral del Paciente con Leishmaniasis.
https://www.minsalud.gov.co/Documents/Salud%20P%C3%BAblica/Ola
%20invernal/Clinica%20Leishmaniasis.pdf
 Leishmaniasis cutánea, mucosa y visceral. Instituto nacional de salud.
 Lineamientos para la atención clínica integral de leishmaniasis en Colombia.
Ministerio de salud
 Protocolo para la vigilancia en salud pública de leishmaniasis. Plan nacional de
salud publica
 Brote urbano de leishmaniasis visceral en Neiva Colombia. Rev. salud pública. 17
(4): 514-527, 2015

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