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clásicos

América Latina:
la negligencia benigna
no es suficiente
Gustav H. Petersen
I América Latina no debía seguir buscando
Generalmente se admite que Estados Uni- ayuda sustancial y ofreció, en cambio, in-
dos no tiene una política latinoamericana, crementar el comercio. Hizo hincapié en
excepto una de “negligencia benigna”. Quizá que los países latinoamericanos debían se-
sea mejor que tener una política equivo- guir una línea más independiente y que el
cada, pero definitivamente es imposible se- norte y el sur del hemisferio debían coo-
guir a la deriva de manera indefi- perar. Pero ambas regiones tendrían
nida. No queda mucho tiempo que guiarse básicamente por sus
para desarrollar nuevas ideas propios intereses.
y tomar un nuevo rumbo an- La política de Nixon, en
tes de que los acontecimien- efecto, tiene reminiscencias
tos superen y “sorprendan” del gobierno de Eisenhower,
al Departamento de Estado. que señaló a América Latina
El vacío actual recibió una como la reserva de la empresa
sanción más o menos oficial con privada. En realidad, las empre-
el discurso de “bajo perfil” que el sas han hecho un buen trabajo den-
presidente Nixon pronunció el 31 de octubre tro de sus propios marcos de referencia.
de 1969, basado, en parte, en la mal conce- Desde el final de la Segunda Guerra Mun-
bida y desafortunada misión Rockefeller. dial, las compañías estadounidenses han
El discurso marcó un parteaguas en nues- contribuido en gran medida al desarrollo
tra posición hacia América Latina. Hasta industrial de Latinoamérica. A grandes ras-
ese momento, nos habíamos preguntado gos, las compañías grandes y pequeñas han
qué es lo que podíamos hacer para ayudar a asumido riesgos considerables en situacio-
los países menos desarrollados, en particu- nes económica y políticamente inestables
lar a Latinoamérica, con quien se suponía y han tratado de crear empresas sólidas a
que manteníamos relaciones especiales. El la manera estadounidense. En general, las
presidente Nixon expresó la idea de que empresas estadounidenses han pagado me-

Gustav H. Petersen fue miembro del Council on Foreign Relations que,


desde su fundación en 1921, es la organización privada más importante de Esta-
dos Unidos en materia de política exterior.

[214] © material original de fore ign affairs · Volumen 51 Número 3. 1973


América Latina: la negligencia benigna no es suficiente
jores salarios que las empresas locales, han posguerra, las relaciones con Latinoamé-
reinvertido las ganancias y, en promedio, rica fueron relegadas a una posición sub-
el rendimiento de sus inversiones ha sido ordinada en la escala de importancia dentro
modesto. La política más reciente de los de la política exterior estadounidense. Nues-
empresarios estadounidenses ha sido muy tros intereses de seguridad —centrados
diferente a la de las grandes compañías con en el eje horizontal de Moscú a Pekín—
actividades en esos países durante el siglo dejaron a Washington con un ánimo extra-
xix y principios del siglo xx. En esos pe- ñamente complaciente hacia los aconteci-
ríodos, sin duda, se extrajo más riqueza de mientos de la parte sur del hemisferio. Era
la que se invirtió, pero ése era el espíritu comprensible que, después de la Segunda
del momento y se aplicaba tanto a los mer- Guerra Mundial, nos preocupara princi-
cados internos como a los externos. Des- palmente la reconstrucción de Europa y
afortunadamente, la imagen de explotación quizá de Japón; pero, una vez que se con-
que dejaron las compañías petroleras, mi- cluyó con éxito el Plan Marshall, debimos
neras y comerciales, entre otras, aún pende haber dirigido toda nuestra atención a
sobre la situación actual, y las empresas no América Latina, que estaba muy dispues-
han logrado establecer una imagen pro- ta a cooperar con nosotros de una forma
gresista de sí mismas en la mente de los en verdad extraordinaria. En ese entonces,
gobiernos y los pueblos de esos países. Ade- el prestigio de Estados Unidos estaba en su
más, realmente no se puede esperar que los apogeo y nuestra influencia pudo haber sido
estadounidenses, en general, y los empre- formidable. El Programa del Punto Cua-
sarios, en particular, abandonen su carácter tro del presidente Truman para la asistencia
un tanto condescendiente y paternalista; en al mundo subdesarrollado era lo suficien-
el análisis final, suelen considerarse seres temente avanzado y novedoso; sin embar-
superiores que tratan con criaturas exóticas go, agrupar a los países latinoamericanos
y algo raras que, por su propio bien, deben (con su orgullosa y bien educada clase alta)
esforzarse por seguir nuestros pasos y fi- con el resto de los denominados países sub-
nalmente alcanzar los altos estándares de la desarrollados era una medida esencial-
sociedad estadounidense. mente equivocada. Para ilustrar aún más
Esta actitud también se ha visto refle- mi argumento de que Latinoamérica es
jada en la política de nuestro gobierno. Es nuestro punto ciego en lo político, basta
una de las razones por las que realmente con consultar la edición del 50º aniversario
no nos conectamos con América Latina. de Foreign Affairs: no había un solo artícu-
Ha contribuido parcialmente al fracaso de lo dedicado a América Latina. Una revisión
la Alianza para el Progreso y de la política de nuestra situación política internacio-
de la Agencia Internacional de Desarrollo nal, escrita por George Kennan, menciona
(aid), en general. En resumen, no se puede las palabras “América del Sur” sólo una
esperar que el papel que desempeña la em- vez, y en los siguientes términos: “Queda
presa sea un sustituto de la política exte- el problema del llamado ‘tercer mundo’: el
rior. La empresa no tiene función alguna grupo de países que va del subcontinente
dentro del marco determinado por las po- indio, pasando por el África subsahariana
líticas que el gobierno ha establecido y hasta la costa occidental de América del
llevado a cabo. En la época de la segunda Sur”.

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Gustav H. Petersen
Conforme concluimos la guerra más lar- nuestro orden político y social es el más
ga que hemos enfrentado en nuestra histo- alto jamás logrado, y que si otros estaban
ria, con el propósito de evitar que la mitad rezagados, con el tiempo madurarían y nos
de un pequeño y distante país asiático se alcanzarían. Además, estaba nuestro extra-
“vuelva comunista”, sería sabio examinar ordinario logro económico, el cual condujo
más detenidamente los cambios que están al Programa del Punto Cuatro del presi-
ocurriendo en América Latina. Éstos pro- dente Truman.
bablemente nos afectarán de una manera ¿Cómo es que esto se integra, o más bien
mucho más directa que la revolución y la choca, con las condiciones económicas,
guerra civil en Vietnam. No debe inter- políticas y sociales existentes y cambiantes
pretarse como la defensa de una política de América Latina que se han desarrolla-
anticomunista activa hacia Latinoamérica, do a lo largo de líneas totalmente diferentes
sino, más bien, como un énfasis en la ex- a las de Estados Unidos? Para la mente es-
traña subversión de prioridades que se ha tadounidense es muy difícil no comparar
impuesto sobre nuestra política exterior a Latinoamérica con Estados Unidos y no
en la segunda posguerra. señalar las condiciones sociales retrógra-
El primer asunto debe ser, por lo tanto, das, representadas por una clase social alta,
colocar a América Latina en un plano más feudal y reaccionaria, y por masas muertas
elevado en nuestra política exterior. Ade- de hambre, por una agricultura primitiva y
más, con el fin de hacer esto de forma ade- por su aventurismo político, en resumen,
cuada, debemos centrarnos en la siguiente nuestra definición de subdesarrollo. Veinte
pregunta: ¿cuál debería ser el concepto bá- años después de la presentación del Punto
sico de nuestra política para Latinoamérica? Cuatro, debería quedar muy claro que des-
arrollo y progreso son términos muy cues-
II tionables. Nuestra muy “desarrollada” agri-
Quizá sea un truismo psicológico decir que cultura, que utiliza cada vez más fertilizantes
nuestra política exterior y nuestras relacio- y pesticidas sintéticos y tecnología sofisti-
nes con otros países están profundamente cada, también podría estar arrastrándonos
arraigadas en nuestra actitud mental y en al borde del desastre. Con muy poca gente
nuestro desarrollo social interno. Sin em- extraemos lo mejor de un campo cada vez
bargo, vale la pena aclarar este punto, ya que más contaminado, mientras que el resto se
esta interrelación parece ser mucho más apiña en nuestras cada vez más congestio-
fuerte en Estados Unidos que en otros nadas e inhabitables ciudades. Sin embargo,
países. Estados Unidos se hizo presente en éste no es el lugar para hablar sobre el muy
el escenario internacional durante la Segun- complejo problema de la contaminación. La
da Guerra Mundial. Nuestra actitud esen- pregunta pertinente es, en cambio, ¿qué nos
cialmente anticolonialista coincidió con la da el derecho de hablar sobre países más o
extinción de la era colonial, que durante menos desarrollados? Quizá sea mejor de-
siglos dominó las políticas europeas hacia jar en paz a la agricultura “primitiva” con su
todos los países considerados inferiores o ecología equilibrada e inalterada. ¿Por qué
más débiles. es mejor producir plásticos y fibras sinté-
Siempre hemos tenido un rasgo misio- ticas, en lugar de usar algodón, lana, cuero,
nero y hemos creído fervientemente que etcétera? Por razones ecológicas, podría ser

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América Latina: la negligencia benigna no es suficiente
necesario revertir este proceso. Esto no sig- unidenses de mediados del siglo xx están
nifica que no se deba ayudar a los amplios destruyendo a las viejas civilizaciones de los
distritos rurales pobres, sino poner énfasis países iberoamericanos, de forma similar
en una “tecnología intermedia”, orientada a lo que hicieron los conquistadores espa-
a incrementar la producción, y hacer uso de ñoles con las civilizaciones que encontra-
más mano de obra en lugar de maquinaria ron en los países que invadieron.
costosa. Un buen, aunque hasta ahora pe- En vista de lo anterior, los adjetivos
queño, ejemplo es el trabajo de la Pan Ame- “subdesarrollado”, “menos desarrollado” o
rican Development Foundation de Wash- “en vías de desarrollo” aplicados a los países
ington. ¿Qué tan bueno puede ser establecer deben desaparecer de nuestro vocabulario
grandes industrias que requieren impor- en relación con nuestra política exterior, en
tantes inversiones, por ejemplo, plantas pe- general, y con nuestra política hacia Amé-
troquímicas o industriales muy automati- rica Latina, en particular. Deberíamos ha-
zadas, que producen materiales sintéticos, blar de países menos industrializados o, por
automóviles y electrodomésticos en serie y decirlo sarcásticamente, de países menos
con relativamente pocos empleados? Como contaminados.
ya no estamos seguros de la respuesta, te- A pesar del esfuerzo del presidente Ken-
nemos buenas razones para replantear nues- nedy para reiniciar nuestras relaciones con
tra aproximación a todo el concepto de “des- América Latina mediante la creación de la
arrollo”. Alianza para el Progreso, el programa no
¿Qué pasa con las condiciones políticas y estuvo a la altura de las grandes expectativas
sociales? Exigimos, como si se tratara de un que suscitó. Seguimos sin poder compren-
reflejo condicionado, que los pueblos se go- der los valores de otras sociedades, repre-
biernen democráticamente y proclamamos sentados por sus instituciones culturales y
que una amplia clase media urbanizada con económicas. El presidente Johnson, por su-
estándares de vida cada vez más altos es muy puesto, se involucró demasiado en Vietnam
deseable. Tal vez, pero ¿quién nos dice que como para realmente prestar atención a La-
otros países desean vivir según nuestro pa- tinoamérica. Pero los problemas son mucho
trón, o que están dispuestos en lo histórico, más profundos que el nivel de atención
geográfico, cultural y material a reorgani- presidencial. Esto nos conduce, de inme-
zarse según esas líneas o que son capaces diato, al centro de la cuestión. Aunque uti-
de hacerlo? lizamos la palabra “alianza”, éste fue un pro-
Las colonias españolas contaban con flo- grama iniciado por Estados Unidos y, para
recientes universidades antes de que los el latinoamericano promedio, sólo fue otro
Peregrinos siquiera llegaran a este país. Las plan de los yanquis, dirigido desde Wash-
clases altas, con los privilegios que tenían, ington, que podía hacer algo de bien, pero
llevaban una vida muy civilizada y, con que probablemente estaba inspirado en pro-
toda justicia, orgullosas de su herencia es- pósitos políticos egoístas o, en la jerga de
pañola. Ellas consideraban que muchos de la izquierda, imperialistas.
los ingenieros u hombres de negocios esta- Aunque pudiese haber sido bieninten-
dounidenses eran poco civilizados. Quizá cionado, incluso con las mejores intencio-
parezca una exageración, pero, para probar nes nos enfrentamos con disyuntivas im-
mi punto, se podría decir que los estado- posibles. La palabra “progreso” no sólo

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América Latina: la negligencia benigna no es suficiente
estaba destinada al desarrollo económico; tinta a la América latina. Cualquier discurso
también se aplicaba a los cambios sociales. sobre la unidad del hemisferio occidental,
El gobierno de Kennedy se sentía muy sobre el panamericanismo, sobre la colabo-
atraído hacia los diversos partidos demo- ración como socios es una ilusión. Las raíces
cristianos de América del Sur, en particu- del norte del hemisferio, al igual que las del
lar de Chile, durante el régimen del presi- sur, están en Europa, aunque, sin duda, la
dente Frei. Favorecimos enérgicamente las influencia de Estados Unidos ha aumen-
reformas de la tenencia de la tierra y, en ge- tado, del mismo modo como ha menguado
neral, nos inclinamos hacia las economías la influencia de la Europa contemporánea.
dirigidas y financiadas por el gobierno. Esto Sin embargo, a pesar de la existencia de
nos granjeó la hostilidad de las clases altas organizaciones como la Unión Panameri-
terratenientes y de muchos empresarios, cana, la Organización de los Estados Ame-
especialmente en Chile, Perú y Bolivia, y ricanos (oea), el Banco Interamericano de
contribuyó a que casi desaparecieran dichas Desarrollo (bid) y, más recientemente, el
clases. Por otro lado, para las clases bajas, Comité Interamericano de la Alianza para
los funcionarios y empresarios estadouni- el Progreso (ciap), la relación entre las
denses, que manejaban grandes automó- Américas siempre ha sido sólo un esque-
viles, que vivían en las mejores casas y leto, sin sustancia alguna.
hoteles, que se reunían con el establishment Estas entidades son congregaciones de
y que, con frecuencia, dirigían las empre- diplomáticos, banqueros y funcionarios pú-
sas más importantes, eran sólo aliados de las blicos que tienen sus oficinas centrales en
clases ricas y extranjeros que había que ex- Washington. Para los latinoamericanos, son
pulsar. Los fuertes sentimientos nacionalis- muy sospechosas pues tienen la marca de los
tas, alimentados por un arraigado complejo yanquis y, para las grandes masas de Amé-
de inferioridad, agravaron la hostilidad, rica Latina, son poco interesantes. Por otro
particularmente en las clases medias que, lado, la América anglosajona sencillamen-
con frecuencia, se habían empobrecido. En te no tiene interés en América Latina; a
otras palabras, no podíamos salir bien libra- excepción de unos cuantos, no saben nada
dos, sin importar los méritos de nuestros de su historia, de su geografía o de sus con-
esfuerzos. Eso no significa que no se haya diciones económicas y sociales actuales.
logrado nada durante los 20 años de asis- Para describirla, utilizan frases como las
tencia al exterior. Con el transcurso del siguientes: son económicamente atrasados,
tiempo, se reconocerá que en el ámbito de la existe un abrumador contraste entre ricos y
salud, la educación, el suministro de ener- pobres, son políticamente inestables, entre
gía y las comunicaciones se hicieron con- otras. Esta ignorancia y falta de interés por
siderables avances con nuestra ayuda. parte del público en general, sin lugar a du-
Políticamente, también hemos llegado a das se ven reflejadas en la baja prioridad que
un callejón sin salida. Lo que se necesita, tiene América Latina en nuestra política
sobre todo, es dejar que Latinoamérica en- exterior.
cuentre su propia imagen, mientras va en
pos de su destino. Esto implica, quizá, el III
doloroso reconocimiento de que la Amé- Los latinoamericanos están conscientes de
rica anglosajona es fundamentalmente dis- esto y están comenzando a hablar mucho

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más de integración y de una política latino- de Latinoamérica de la misma forma como
americana independiente. La reunión de la contribuimos para promover la formación
Comisión Especial para la Coordinación del mercado común en Europa. Con este
Latinoamericana (cecla), que se llevó a propósito, me parece que es necesario ins-
cabo en Viña del Mar en 1970, fue signi- tar a América Latina a actuar por su cuenta.
ficativa. Por primera vez en la historia Debemos apoyar plenamente el espíritu de
moderna, los países de América Latina se Viña del Mar. Para fomentar aún más la
reunieron sin Estados Unidos y trataron integración de la región, debemos animar-
de desarrollar una política propia, en con- la a establecer sus propias organizaciones
creto para sus relaciones con Estados Uni- políticas y económicas, que tendrían su
dos. Tuvieron un éxito extraordinario y sede en uno de los países más pequeños de
presentaron una declaración moderada América Latina. Esto significaría reducir
y sensible, aunque se podrían criticar algu- la oea, si no es que abolirla en su forma
nos de sus reclamos financieros. Eligieron a actual.
Gabriel Valdés, que entonces era el Minis- América Latina realmente nunca se ha
tro de Asuntos Exteriores de Chile, para encontrado a sí misma. La subyugación de
que enviara el programa al presidente Nixon. la población nativa por parte de los con-
Quizá América Latina nunca se había ex- quistadores, aunque no fue una aniquilación
presado con una sola voz desde la época de casi total como en el caso de los indios de
Bolívar. Esta reunión fue una gran noticia Estados Unidos, ha dejado profundas cica-
en América Latina, pero apenas se supo de trices sociales y psicológicas. Quizá las ma-
ella en Estados Unidos. El recibimiento sas indígenas sólo han aflorado en México,
del señor Valdés en la Casa Blanca fue, a debido a la temprana y larga revolución, y en
lo sumo, tibio, y desde entonces no hemos cierta medida se han fundido con la clase
hecho nada por promover la integración media y la clase gobernante. Las guerras de
latinoamericana. independencia no produjeron cambios so-
Por el contrario, seguimos nuestra políti- ciales básicos, salvo por la liberación de los
ca tradicional de tratar con diferentes países criollos del dominio de españoles y portu-
de manera bilateral, en la creencia de que gueses. A pesar de su belleza y alegría,
podemos tener una mayor influencia sobre América Latina es una región trágica. Sus
el continente cuando los países están divi- masas, en realidad desde la época de los
didos. Esto remite más a una actitud tradi- incas y de los aztecas, nunca han tenido
cional del Departamento de Estado que al oportunidades. La época de la Colonia, sin
presidente Nixon, quien, en un comentario duda, fue una de esplendor (más que de
diplomáticamente desafortunado, le sugi- grandeza), pero los conquistadores veían
rió al presidente Médici que Brasil tomara a la gente y a la tierra como objetos para
el liderazgo de América del Sur. El Presi- explotar y enviaban la riqueza a la madre
dente de Brasil rechazó de inmediato tal patria. El siglo xix y el principio del siglo
propuesta, pues sabía perfectamente cuál xx pasaron sin cambios importantes, ex-
sería la reacción de los latinoamericanos cepto por las interminables y destructivas
hispanoparlantes. Creo que esta clase de luchas de diversos grupos por el poder. La
divide et impera es una estrategia obsoleta. economía de estos países conservaba su
Debemos apoyar firmemente la integración estructura colonial y dependía en gran

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América Latina: la negligencia benigna no es suficiente
medida de la exportación de materias pri- Alianza para el Progreso, con el fin de rem-
mas. Aunque el pueblo estaba bastante plazarlo por una organización puramente
consciente de sus valores espirituales in- latinoamericana.
ternos, América Latina siguió siendo polí- Todo esto podría recibir un fuerte im-
tica y socialmente inferior con respecto a pulso si le damos nuestro apoyo incondi-
Europa y a Estados Unidos. cional, ya que no significa necesariamente
Todo esto está cambiando; sin embargo, que Washington esté abandonando a Amé-
los estadounidenses apenas nos damos cuen- rica Latina a su suerte. Por el contrario,
ta de ello: se están escribiendo excelentes cualquier ayuda que deseemos dar debe ca-
libros; las artes han comenzado a florecer; nalizarse, en la medida de lo posible, a
para bien o para mal, están ocurriendo cam- través de una de estas nuevas organizacio-
bios sociales. Brasil y México están avan- nes latinoamericanas (además, aconsejo que
zando a pasos agigantados en el aspecto concentremos nuestros recursos en Amé-
económico. Pero la integración económica rica Latina). Lo anterior podría darle a la
sólo progresa lentamente. Esto se debe, en organización un buen impulso, de manera
parte, a que el comercio de América Latina similar a como el Plan Marshall ayudó a la
depende de Europa y de Estados Unidos. Comunidad Europea. Sin embargo, lo más
Probablemente, menos del 20% de sus ex- importante es que América Latina asuma
portaciones e importaciones son intrarre- la responsabilidad total por el desarrollo de
gionales. En Europa, la proporción es inver- su propia región, con la ayuda de Estados
sa: el 80% se realiza dentro de Europa y el Unidos, pero de forma independiente.
20%, con otros países. Los países europeos Esta organización política latinoame-
estaban mucho más divididos —política, ricana central también podría ser el foro
histórica y lingüísticamente— que los Es- para discutir políticas económicas, inclui-
tados de América Latina. Era lógico, por lo das la nacionalización de propiedades es-
tanto, que Europa iniciara con la integra- tadounidenses y la firma de acuerdos para
ción económica y trabajara lentamente para nuevas inversiones. En todo caso, debemos
lograr la unión política. Desafortunada- evitar involucrarnos en cualquiera de los
mente, América Latina está tratando de conflictos sociales y económicos que proba-
seguir el mismo patrón. El proceso debe ser blemente ocurrirán en los diferentes países.
al revés. Lo que se necesita es una asociación Ha llegado la hora de que América Latina
política latinoamericana que, a su vez, co- tome una determinación. Aunque tiene
mience a trabajar posteriormente por la in- que decidir sobre su propio destino, debe-
tegración económica. mos alentarla y ayudarla, en la medida de lo
Esta asociación debe ser una creación posible, durante el proceso de integración,
totalmente latinoamericana. Depende de y así realizar una tarea histórica para be-
los latinoamericanos que dicha organi- neficio de América Latina y de Estados
zación se construya siguiendo líneas demo- Unidos. No repitamos el mismo error que
cráticas, socialistas o autoritarias. Proba- cometimos, primero con Rusia y luego con
blemente pondría en marcha, entre otras China, de oponernos a los países de Amé-
políticas, el programa de Viña del Mar. rica Latina porque pasan por revoluciones y
Con la creación de esta asociación, quizá se cambios que nos disgustan. La tentación
disolvería el Comité Interamericano de la es grande, especialmente debido a la presión

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Gustav H. Petersen
de personas y compañías frustradas y des- tipo, los cuales también se desvían de mane-
contentas que han sufrido graves pérdi- ra fundamental de la cláusula de nación más
das, pero, a la larga, tendremos que ceder; favorecida. En este momento, quizá no sea
mientras tanto, se podría hacer muchísimo aceptable ningún tipo de relación especial
daño. Este argumento incluye, implícita- con nosotros, incluso aunque fuera clara-
mente, que quedaría en manos de los países mente beneficiosa para América Latina.
de América Latina decidir si se admite o no Un proyecto menos controvertido sería
a Cuba en cualquiera de las organizaciones la terminación de la Carretera Panameri-
latinoamericanas. En cuanto a nuestras re- cana, obra que ha estado inactiva durante
laciones con ese país, sólo nosotros pode- décadas, y que probablemente languidece en
mos decidir los cambios que se deben hacer. los escritorios del Cuerpo de Ingenieros
Yo soy uno de los que creen que el cambio de Estados Unidos. Ciertamente, el país
debió haber ocurrido hace mucho tiempo. que ha producido el sistema de carreteras
Finalmente, presentaré algunas ideas más elaborado del mundo puede superar
sobre el desarrollo económico. El gobierno los, sin duda, formidables obstáculos geo-
de Nixon ha hecho ciertas insinuaciones gráficos y técnicos que presenta la región,
sobre la posibilidad de establecer un trato como, por ejemplo, las selvas y las gigantes-
preferencial para las exportaciones prove- cas corrientes de la Cuenca del Amazonas
nientes de América Latina, en particular de y las cadenas montañosas de los Andes.
productos manufacturados, si el mercado Hemos llegado a la luna, pero aún no pode-
común europeo no extiende a esa región mos llegar a América del Sur por tierra.
los mismos privilegios que se han otorgado Aunque las razones son más políticas que
a países asociados de África y Asia. Si se técnicas, éste es un proyecto que crearía
negociara un acuerdo como ése con una po- puestos de trabajo para los desempleados
sible organización política latinoamericana, de las áreas rurales, como lo ha demostrado
podría servir como presión para ayudar a en años recientes el principal programa de
producir el avance de una organización de Brasil. Además, una carretera que rodee
ese tipo. todo el subcontinente y se conecte a través
De hecho, yo iría más allá. Creo que ha de América Central y México con Estados
llegado el momento de continuar con un Unidos abriría una nueva era para el turis-
tratado comercial preferencial para el he- mo y, lo que es más importante aún, contri-
misferio occidental. A grandes rasgos, di- buiría a la integración del continente.
cho tratado debería establecer la elimina-
ción o a la marcada reducción de aranceles IV
y otras restricciones para la importación de En el análisis final, las ideas son los prin-
productos manufacturados y de ciertas ma- cipales motores de la historia, aunque hay
terias primas. Dichas concesiones deberían un largo camino desde la concepción hasta
ser recíprocas, y América Latina debería el nacimiento. Con frecuencia, los exper-
otorgar un trato preferencial a las expor- tos tienden a descartar las nuevas ideas por
taciones estadounidenses. Sin embargo, re- utópicas, pero eso implicaría pasar por alto
conozco que muchas personas en América el problema principal. Se debe admitir que
Latina, especialmente los jóvenes, se oponen la idea de la integración política de Amé-
a acuerdos comerciales recíprocos de este rica Latina está muy alejada del mundo

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América Latina: la negligencia benigna no es suficiente
de los políticos pragmáticos. Cada quien una mayor cooperación política si Estados
trabaja para su propio beneficio, e incluso Unidos le da su apoyo total a una América
el señor Valdés ha dicho que no ha encon- Latina unida e independiente.
trado a nadie en el poder que esté dispues- Probablemente se necesite un aconte-
to a trabajar activamente para poner en cimiento histórico traumático para catalizar
práctica las resoluciones de Viña del Mar. estas ideas, así como la Segunda Guerra
La formación del Grupo Andino, cuyos Mundial fue necesaria para iniciar el mer-
gobiernos incluyen sistemas sociales bas- cado común europeo. Lo que necesitamos,
tante diferentes, es al menos un principio sin embargo, es un nuevo rumbo, una nue-
para demostrar que la cooperación política va estrella polar, que nos pueda guiar para
podría ser posible, en particular en el ám- salir de la indeterminación de nuestra polí-
bito de los asuntos exteriores. Podría haber tica actual hacia América Latina. c

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