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NOMENCLATURA : 1.

[445]Mero tr ámite
JUZGADO : 3 º Juzgado Civil de Concepci ón
CAUSA ROL : C-540-2016
CARATULADO : SCOTIABANK CHILE / YMCA-ASOC.CRIST.DE
JOVENES

Concepci ón, veintinueve de abril de 2015

VISTO Y O ÍDOS LOS INTERVINIENTES:


A fs. 1 y 53, comparece don José Miguel Flores Acuña, abogado en
representación de Scotiabank Chile, sociedad anónima bancaria
representada legalmente por su Gerente General don Francisco Sard ón de
Taboada, abogado, continuadora legal del Banco del Desarrollo,
domiciliados en calle Chacabuco N°485, piso 9, Edificio Lat ín Capital,
Concepción solicita se declare la Liquidación Forzosa de la Asociaci ón
Cristiana de Jóvenes de Concepción, sociedad del giro de su denominaci ón
representada legalmente por don Guillermo Alex P érez Irribarra, ignora sus
profesiones u oficios, domiciliados en calle O’Higgins N °825 y en calle
Cochrane N°980, departamento 104, ambos de Concepción por la causal
contemplada en el artículo 117 N°1 de la Ley 27.720, con costas.
Funda su solicitud en que don Enrique Eduardo Larraín Otárola y
don José Alejandro Ríos Veloso, en representación de Asociaci ón Cristiana
de Jóvenes de Concepción suscribieron un pagaré a la orden de su parte
con fecha 14 de noviembre de 2007 por la suma de 119,108 Unidades de
Fomento por concepto de capital, devengando esta obligaci ón un inter és del
4,8% anual vencido durante todo el plazo pactado; pact ándose que el
capital adeudado y sus intereses se pagar ían en 24 cuotas mensuales, iguales
y sucesivas de 630 Unidades de Fomento cada una, excepto la última que
será de 116.052,52 Unidades de Fomento, las que deber án pagarse los d ías
14 del respectivo mes, venciendo la primera de ellas el d ía 14 de diciembre
del año 2007 y la última el día 14 de noviembre del año 2009.
Sostiene que con fecha 25 de enero de 2012 don Enrique Eduardo
Larraín Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso en representación de
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción renovaron el pagaré
reconociendo adeudar por concepto de capital a esa fecha la cantidad de
109.647,0821 Unidades de Fomento, con un interés del 4,80%, en el cual se
estipuló que el capital y sus intereses se pagaría en 12 cuotas mensuales y
sucesivas, siendo las primeras 4 cuotas por un valor de 498,35 Unidades de
Fomento y las siguientes 7 cuotas por un valor de 800,00 Unidades de
Fomento cada una y la última por un valor de 107.369,2922 siendo el
primer vencimiento el 16 de enero de 2012 y las restantes los d ías 15 de
cada mes o del último mes del respectivo periodo, quedando plenamente
vigentes, válidas y oponibles las menciones del pagaré referido en todo lo no
expresamente modificado, constituyendo todas ellas y las establecida en ésta
un sólo y mismo título ejecutivo.
Señala que con fecha 17 de diciembre de 2012 don Enrique Eduardo
Larraín Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, en representaci ón de
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción renovaron el pagaré,
reconociendo adeudar por concepto de capital a esa fecha la cantidad de
106.590,1173 Unidades de Fomento, en el cual se estipul ó que el capital y
sus intereses se pagaría en 12 cuotas mensuales pagaderas los 15, 16 y 17
respectivamente en cada mes, teniendo la primera vencimiento el 15 de
enero de 2013 y la última el 16 de diciembre del mismo a ño; cuotas que
tendrían diversos valores que van desde las 776,6036 hasta las 102.861,7070
Unidades de Fomento quedan plenamente vigentes, válidas y oponibles las
menciones del pagaré referido, en todo lo no expresamente modificado,
constituyendo todas ellas y las establecida en ésta un s ólo y mismo t ítulo
ejecutivo.
Manifiesta que con fecha 16 de diciembre de 2013 don Enrique
Eduardo Larraín Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso en
representación de Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción renovaron
el pagaré, reconociendo adeudar por concepto de capital a esa fecha la
cantidad de 102.438,2953 Unidades de Fomento, en el cual se estipul ó que
el capital y sus intereses se pagaría en 12 cuotas mensuales pagaderas los 15,
16 y 17 respectivamente en cada mes, teniendo la primera vencimiento el
15 de enero de 2013 y la última el 16 de diciembre del mismo a ño; cuotas
que tendrían diversos valores que van desde las 776,6036 hasta las
102.861,7070 Unidades de Fomento quedan plenamente vigentes, v álidas y
oponibles las menciones del pagaré referido, en todo lo no expresamente
modificado, constituyendo todas ellas y las establecida en ésta un s ólo y
mismo título ejecutivo.
Expresa que con fecha 11 de junio de 2015 don Enrique Eduardo
Larraín Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, en representaci ón de
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción renovaron el pagar é
reconociendo adeudar por concepto de capital al 15 de mayo de 2015 la
cantidad de 97,839,0654 Unidades de Fomento con un inter és del 4,80%
anual, en el cual se estipuló que el capital y sus intereses se pagar ía en 12
cuotas mensuales y sucesivas, siendo las primeras 6 cuotas por un valor de
800 Unidades de Fomento cada una y las siguientes 5 cuotas por un valor
de 1.000 Unidades de Fomento cada una y la última por un valor de
92.705,4186 Unidades de Fomento, siendo el primer vencimiento el 15 de
junio de 2015 y las restantes los días 15 de cada mes o del último mes del
respectivo periodo, quedando plenamente vigentes, válidas y oponibles las
menciones del pagaré referido en todo lo no expresamente modificado,
constituyendo todas ellas y las establecida en ésta un solo y mismo t ítulo
ejecutivo.
Afirma que el deudor efectuó el pago de 82 cuotas, adeudando las 11
restantes a contar del 5 de junio de 2015, ascendiendo actualmente la deuda
impaga del pagaré a la cantidad total de 97.033,2408 Unidades de
Fomentos, correspondientes al 22 de enero de 2016 a la suma de
$2.486.873.661, equivalente al capital insoluto, más los intereses pactados y
moratorios de conformidad a lo señalado en el título de crédito.
Agrega que de conformidad a lo señalado en el pagar é, en caso de
mora o simple retardo en el pago de todo o parte de una cualquiera de las
cuotas de este pagaré, el Banco cobrará la tasa de inter és m áxima
convencional fijada por la autoridad a la fecha de suscripci ón de este
pagaré, a menos que, la que rija durante la mora o retardo sea superior, en
cuyo caso se cobraría ésta última. Asimismo, en este evento, el Banco
quedaría facultado para exigir anticipadamente el pago del total de lo
adeudado, el que se consideraría de plazo vencido para todos los efectos
legales, capitalizándose los intereses devengado hasta esa fecha y, desde ese
momento, el total de la obligación, devengaría el mismo interés penal
señalado precedentemente.
Hace presente que la firma del suscriptor del pagar é y de sus
respectivas hojas de prolongación, se encuentra autorizada ante Notario,
según consta en dichos instrumentos, que la obligación contenida en dicho
pagaré, es líquida, actualmente exigible, el t ítulo tiene m érito ejecutivo y la
acción ejecutiva no está prescrita.
A fs. 60, rola oficio electrónico SIR N°819 de la Superintendencia de
Insolvencia y Reemprendimiento por el cual se informa que se dio
cumplimiento a las publicaciones de la resolución y demanda de liquidaci ón
forzosa en el Boletín Concursal.
A fs. 68 rola notificación de la solicitud de liquidaci ón forzosa a don
Guillermo Alex Pérez Irribarra en representación de la Asociaci ón Cristiana
de Jóvenes de Concepción de conformidad a lo dispuesto en el art ículo 44
del Código de Procedimiento Civil.
A fs. 90, se lleva a efecto la audiencia inicial decretada en autos con
la presencia de los abogados de la parte solicitante y de la parte demandada
y en ausencia de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Dada cuenta el objeto de la audiencia el tribunal informa a la
deudora Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción la demanda de
Liquidación Forzosa presentada en su contra y los efectos de un eventual
procedimiento concursal de liquidación.
La deudora por medio de minuta escrita que rola a fojas 76 y
siguientes se opone a la liquidación forzosa de autos en primer lugar
alegando la improcedencia de la aplicación del procedimiento de liquidaci ón
forzosa fundado en que el artículo 117 de la ley 20.720 debe entenderse en
el sentido de que permite al acreedor cuyo cr édito conste en un t ítulo
ejecutivo, demandar la apertura del Procedimiento Concursal de
Liquidación, más para que el juez determine si en definitiva debe darse
lugar a esta solicitud, se debe atender a la circunstancia de encontrase el
deudor efectivamente en un estado de cesación de pagos, toda vez que de lo
contrario, este procedimiento podría utilizarse indiscriminadamente en
reemplazo de un simple juicio ejecutivo, cuesti ón que resultar ía sumamente
grave para nuestra economía.
Señala que su parte si bien ha cesado en el pago de una obligaci ón
que constaría en un título ejecutivo, es totalmente solvente para pagar esta
obligación, que además se encuentra garantizada por una hipoteca sobre un
inmueble de su propiedad cuyo avalúo comercial sobrepasa con creces el
monto de la acreencia; así las cosas, la contraria est á abusando de la
institución de la liquidación forzosa, contemplada en la Ley 20.720, toda
vez que debió haber ejercido su acción de cobro de la deuda, mas no pedir
la liquidación de su parte, habida cuenta que, por su patrimonio, y las
garantía de que dispone el acreedor bancario, su crédito siempre estuvo
debidamente cautelado y cubierto.
Afirma que el patrimonio de su parte, compuesto por el Edificio de la
YMCA ubicado en calle O'Higgins N°825 de la comuna de Concepci ón
tiene un valor comercial de a lo menos 308.228,5 Unidades de Fomento,
esto es, más de 3 veces el monto de la deuda que invoca el solicitante , de
97.033, Unidades de Fomento por lo que es una empresa viable y capaz de
ser a lo menos reorganizada, mas no liquidada, raz ón por la cual debe
rechazarse esta solicitud declararse incompetente para conocer de esta
solicitud, en la forma planteada, por no tratarse de una situaci ón materia de
liquidación.
En subsidio; la deudora opuso a la liquidación forzada de autos las
excepciones contempladas en el artículo 464 N° 1, 7 y 17 del C ódigo de
Procedimiento Civil, esto es, la incompetencia del tribunal ante quien se
haya presentado la demanda; la falta de alguna de los requisitos o
condiciones establecidas por las leyes para que el t ítulo tenga fuerza
ejecutiva, sea absolutamente, sea en relación al demandado; y la
prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.
Funda la excepción de incompetencia del tribunal ante quien se haya
presentado la demanda en que el tribunal es incompetente para conocer de
esta petición conforme al procedimiento de liquidaci ón forzosa de la Ley
20.720, dado que, por la historia fidedigna de la ley, cuando una empresa es
viable o salvable, no cabe recurrir a este procedimiento, habiendo debido el
solicitante ejercer sus acciones derivadas del cobro del pagar é, m ás no la
liquidación pedida, agregando que el patrimonio es m ás de tres veces la
deuda existente con el solicitante, y habida cuenta que los demás acreedores
aún dejan un amplio margen de patrimonio para que la empresa responda
por sus obligaciones, siendo la solicitud del peticionario un fraude procesal.
Respecto a la excepción de falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos por las leyes para que dicho t ítulo tenga fuerza
ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado se ñala que los
pagarés acompañados por la parte solicitante, como base de su solicitud, son
inoponibles a su parte, razón por la cual el solicitante carece de t ítulos
ejecutivos en su contra, debiéndose así entonces rechazarse este
procedimiento, por no cumplirse con el requisito de procesabilidad del
artículo 117 de la Ley 20.720.
Sostiene que conforme a lo dispuesto en los art ículos 50 letra с) y 54
letra e) de los Estatutos de la Asociaci ón Cristiana de J óvenes, los cheques,
giros y documentos civiles, comerciales y bancarios, deben ser firmados por
el Presidente conjuntamente con el Tesorero.
Indica que a la fecha de suscripción del pagar é invocado por la
contraparte, el Directorio estaba conformado, según consta en los libros de
acta; por su Presidente don José Ríos Veloso; un Vicepresidente don
Esteban Jofré Cerda; una Secretaria doña Edelmira Jaque Lizama; un
Prosecretario don Andrés Azócar Santos; un Tesorero don Jaime Mart ínez
Morales; y un Protesorero don Gerardo Hernández Guzm án; en
consecuencia, las personas facultadas para suscribir pagar és, en
representación de la Asociación Cristiana de Jóvenes, y como tales, aptas
para obligarla, eran don José Alejandro Ríos Veloso y don Jaime Mart ínez
Morales, quienes debían actuar conjuntamente.
Manifiesta que en la especie no aplican principios como el de la
buena fe y la apariencia de validez del mandato frente a terceros, toda vez
que el banco no sólo ha estudiado los antecedentes legales y poderes de la
YMCA, dado que todo banco toma dichos resguardos por medio de los
estudios de abogados que los asesoran interna o externamente; sino que,
además, en otras operaciones con la YMCA, si tomó los resguardos
correspondientes. Así, cuando se constituyeron las hipotecas sobre el
inmueble de la YMCA, el banco, tras el estudio y revisi ón adecuado de los
estatutos, solicitó y obtuvo de su parte, un acuerdo en Asamblea de Socios y
conjuntamente el Directorio y de la Junta Económica de la YMCA, para
proceder a constituir y tomar dicho inmueble en garant ía hipotecaria, en
estricto apego a las exigencias estatutarias; en cambio, respecto de los
pagarés acompañados como base de esta solicitud, el banco no tom ó esos
resguardos y ni siquiera observó la norma básica estatutaria de que sean
firmados por el Presidente y el Tesorero, aceptando la firma insuficiente y
no vinculante al deudor del Presidente y el Secretario General, entonces,
por simple aplicación de las reglas de administraci ón, suficiencia de poderes,
jerarquía de poderes, donde los estatutario prefieren a los meramente
directorales, y por aplicación del principio “Nemo Patitur ” respecto del
acreedor, quien tenía y revisaba los antecedentes correspondientes, resultan
inoponibles los pagarés invocados por el solicitante, por la falta de alguno de
los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título
tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado.
Afirma que el pagaré acompañado por la contraria aparece suscrito
por don José Alejandro Ríos Veloso y don Eduardo Enrique Larra ín
Otárola, quienes conforme a los Estatutos de la Asociaci ón Cristiana de
Jóvenes de Concepción, no están facultados para suscribir pagar és en
representación de la misma, por lo que en definitiva, los pagar és invocados
y acompañados no se encuentran suscrito por su parte, agregando que la
actuación del Secretario General, mero ejecutor de las decisiones del
Directorio, más allá de sus facultades, constituye un exceso, que no s ólo
hace inoponible lo actuado por él al mandante putativo, sino que adem ás
conlleva la sanción de nulidad absoluta de los indicados pagar és.
Expresa que dicha actuación del Secretario Sr. Larra ín se encuentra
en un contexto de una serie de actuaciones suyas m ás all á de sus facultades
que ha llevado a la YMCA incluso a interponer una querella criminal en su
contra, dado que sus excesos, entre ellos, la suscripci ón de estos pagar és,
configurarían delitos en evidente perjuicio patrimonial para la YMCA.
Como segundo fundamento sostiene que el solicitante no ha
acreditado el pago del Impuesto de Timbres de los indicados pagar és, lo
que también le resta su mérito ejecutivo.
Como un tercer argumento objeta como títulos ejecutivos los mismos
pagarés, dado que nunca alguno de los suscriptores, incluso aquellos no
facultados, los suscribieron ante, notario, mucho menos en Santiago, como
ocurre con aquellos autorizados en Notaría Zaldivar de esa ciudad.
Respecto a la excepción de prescripción de la deuda o sólo de la
acción ejecutiva manifiesta que el pagaré invocado por Scotiabank Chile fue
suscrito con fecha 14 de noviembre de 2007 en favor de otro banco, el
Banco del Desarrollo, por la suma de 119.108 Unidades de Fomento, por
concepto de capital, obligándose los suscriptores a pagar el capital adeudado
y sus intereses en 24 cuotas mensuales, iguales y sucesivas de 630 Unidades
de Fomento cada una, excepto la última que correspond ía a la suma de
116.052,52 Unidades de Fomento, con vencimiento los días 14 del
respectivo mes, venciendo la primera de ellas el día 14 de diciembre del a ño
2007 y la última el día 14 de noviembre el año 2009.
Indica que con fecha 25 de Enero de 2012 don Enrique Eduardo
Larraín Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, quienes no tienen
facultades para suscribir pagarés en representaci ón de Asociaci ón Cristiana
de Jóvenes de Concepción, suscriben un documento denominado Hoja de
Prolongación de Pagaré en Cuotas, mediante el que pretenden renovar el
pagaré suscrito con fecha 14 de noviembre de 2007, lo que resulta
jurídicamente improcedente pues en dicha época había transcurrido con
creces el plazo de un año de prescripción de la acci ón ejecutiva cambiar ía,
no siendo jurídicamente procedente prorrogar o reprogramar el vencimiento
del plazo establecido en el pagaré suscrito con fecha 14 de noviembre de
2007 mediante el documento de fecha 25 de Enero de 2012, ni otros
posteriores, toda vez que sólo puede prorrogarse un plazo en curso, pero no
puede prorrogarse un plazo vencido, en otros t érminos, se prorroga lo que
existe, pero no lo inexistente.
Expone que así las cosas, las supuestas renovaciones o pr órrogas del
pagaré suscrito con fecha 14 de noviembre de 2007, no produjeron el efecto
de renovar o prorrogar el pagaré o el plazo de vencimiento del mismo,
razón por la que para efectos de computar el plazo de prescripci ón de la
acción ejecutiva debe atenderse al vencimiento establecido en el pagar é
original, esto es, al día 14 de noviembre el año 2009. En consecuencia,
habiendo transcurrido con creces el plazo de un a ño, la acci ón ejecutiva se
encuentra prescrita.
A continuación se declaran admisibles las excepciones opuestas y se
recibió la causa a prueba.
La parte solicitante evacuó el traslado conferido, solicitando el rechazo
de la oposición deducida, en síntesis, por no ser efectivos los hechos en que
se fundan y carecer de fundamento legal, con expresa condena en costas.
A fs. 99, consta continuación de Audiencia Inicial con la asistencia de
los abogados de las partes solicitantes y demandada, y sin la presencia de la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
A fs. 137, rola acta de Audiencia de Prueba con la asistencia de los
abogados de las partes solicitantes y demandada, y sin la presencia de la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Las partes formularon observaciones a la prueba.
Se citó a las partes para la audiencia de fallo.
CONSIDERANDO:

I.- En cuanto a la alegaci ón de improcedencia del sistema de


liquidaci ón forzosa:

1 °.- Que, el demandado alega que la demandante est á abusando de


la institución de la liquidación forzosa, contemplada en la Ley 20.720, toda
vez que debió haber ejercido su acción de cobro de la deuda, m ás no pedir
la liquidación, habida cuenta que la demandada, por su patrimonio y la
garantía de que disponía el acreedor bancario, siempre estuvo debidamente
cautelado y cubierto.

Argumenta que el patrimonio de la Ymca, está compuesto por el


edifico ubicado en calle O’Higgins 825 de Concepción, el que tiene un
valor comercial de a lo menos 308.228,5 Unidades de Fomento, vale decir,
más de tres veces el monto de las 97.033 Unidades de Fomento de la deuda
que invoca el solicitante, por lo que es una empresa viable y capaz de ser a
lo menos reorganizada, más no liquidada, razón por la cual debe rechazarse
la solicitud y declarase incompetente para conocer de la misma este tribunal
por no encontrase de una situación materia de liquidación.

2 °.- Que, conferido traslado a la demandante, esta solicit ó el rechazo


señalando que Banco Scotiabank cumple a cabalidad las normas
contempladas en la ley concursal vigente, vale decir, art ículos 117 y
siguientes para solicitar este procedimiento.
3 °.- Que, el artículo 117 de la Ley 20.720, a la letra dispone:
“Cualquier acreedor podrá demandar el inicio del Procedimiento Concursal
de Liquidación de una Empresa Deudora en los siguientes casos: 1) Si cesa
en el pago de una obligación que conste en t ítulo ejecutivo con el acreedor
solicitante. Esta causal no podrá invocarse para solicitar el inicio del
Procedimiento Concursal de Liquidación respecto de los fiadores,
codeudores solidarios o subsidiarios, o avalistas de la Empresa Deudora que
ha cesado en el pago de las obligaciones garantizadas por éstos. 2) Si
existieren en su contra dos o más títulos ejecutivos vencidos, provenientes de
obligaciones diversas, encontrándose iniciadas a lo menos dos ejecuciones, y
no hubiere presentado bienes suficientes para responder a la prestaci ón que
adeude y a sus costas, dentro de los cuatro d ías siguientes a los respectivos
requerimientos. 3) Cuando la Empresa Deudora o sus administradores no
sean habidos, y hayan dejado cerradas sus oficinas o establecimientos sin
haber nombrado mandatario con facultades suficientes para dar
cumplimiento a sus obligaciones y contestar nuevas demandas. En este caso,
el demandante podrá invocar como crédito incluso aquel que se encuentre
sujeto a un plazo o a una condición suspensiva”.

De lo anotado se concluye que el ejercicio de la acci ón para pedir la


liquidación forzosa corresponde al o los acreedores, quienes al intentarla
están ejercitando un derecho de prenda general, previsto en el art ículo
2.468 del Código Civil. En efecto, “para ejercer la acci ón de liquidaci ón
forzosa el único requisito que la ley exige es que se trate de un acreedor ”
(Sandoval López, Ricardo: “Reorganización y Liquidación de empresas y personas ”.
Edit. Jurídica de Chile, Santiago, 2014, p. 113).

4 °.- Que, para que proceda la ejecución concursal debe concurrir dos
presupuestos básicos, la existencia de una cesación de pago y la ausencia de
otro concurso alternativo, operando o por operar en los casos de la Ley N°
20.416 o de la denominada protección financiera concursal definida en el
artículo 2 N° 31 de la Ley 20.720 (En este sentido, Puga Vial, Juan Esteban: “Del
Procedimiento Concursar de Liquidación”. Edit. Jurídica de Chile, 4ª edic. Santiago,
2015, p. 293).

En la especie, la demandante Scotiabank Chile, es acreedora de la


Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción y fundó su acción de
liquidación forzosa en base al N° 1 del artículo 117 de la Ley 20.720, sin
que se haya demostrado por el demandado que se encuentra en el periodo
de Protección Financiera Concursal. De este modo, la demandante se
encuentra habilitada para ejercitar la acción en estudio, pues contrariamente
a lo sostenido por la demandada, de conformidad al inciso primero del
artículo 117, el ejercicio de esta acción es una facultad para el acreedor
cuando concurren los presupuesto que la hacen procedente.

Por lo demás no debe olvidarse que en la cesaci ón de pagos no s ólo


está involucrado el interés privado de cada uno de los acreedores, sino
principalmente el orden público y, en ciertas ocasiones, el mismo interés
público (En este sentido, Puga Vial, Juan Esteban. Ob. Cit. p. 294).

5 °.- Que, por otra parte, la alegación de incompetencia pretendida


por el deudor, fundada en que el actor abusa de la instituci ón de la
liquidación forzosa, puesto que a su entender debi ó ejercer la acci ón de
cobro de la deuda y no la concursal, no será oída, desde que tal aseveraci ón
no se enmarca dentro del concepto de incompetencia, bien sea absoluta,
bien sea relativa.

Por el contrario, dicha alegación se refiere más bien el concepto de


acción, de la cual el actor es dueño, independientemente del resultado de la
misma.
II.- En cuanto a la oposici ón a la ejecuci ón

En cuanto a las tachas:

6 °.- Que, la parte demandante en la audiencia de prueba dedujo


tacha en contra del testigo Gerardo Esteban Hernández Guzm án, fundado
en la causal de inhabilidad prevista en el N ° 6 del art ículo 358 del C ódigo
de Procedimiento Civil, puesto que este testigo habr ía reconocido ser socio
de la demandada desde el año 1974 y miembro de su directorio a partir del
año 2005.

7 °.- Que la parte demandada solicitó el rechazo de la tacha


formulada, en virtud que el artículo 126 inciso final de la Ley 20.720 se ñala
que la prueba rendida en el presente procedimiento se aprecia seg ún las
reglas de la sana critica; además porque es un testigo id óneo para explayarse
respecto al funcionamiento de la deudora; y por ultimo porque no tiene un
interés económico en el resultado del juicio, debido a la naturaleza de la
deudora, la cual es una Corporación sin fines de lucro.

8 °.- Que, de conformidad al artículo 358 N°6 del Código de


Procedimiento Civil, “Son también inhábiles para declarar: 6 °.- Los que a
juicio del tribunal carezcan de la imparcialidad necesaria para declarar por
tener en el pleito interés directo o indirecto”.
De acuerdo al sentido y alcance que la jurisprudencia de los Tribunales
de Justicia le ha dado a la causal de inhabilidad alegada, para que ella
proceda es necesario que de los dichos del testigo se desprenda un claro
interés patrimonial o económico en los resultados del juicio, es decir, que la
decisión de este tribunal traiga aparejada, directa o indirectamente, un
enriquecimiento o un empobrecimiento del testigo (Corte Suprema, 5 de agosto
de 2009, Legal Publishing Nº42406).
9 °.- Que, de los dichos del testigo al responder las preguntas de tacha
como de las declaraciones dadas al tenor de los puntos de prueba, no
aparece el interés económico personal en el resultado del juicio en los
términos que exige la norma en estudio. En efecto, si bien el testigo
reconoce ser socio de tal institución desde el año 1974 y Director desde el
año 2005, resulta ser uno más de muchos otros miembros de esta asociaci ón
que, atendida su naturaleza no persigue fines de lucro. En tales
circunstancias, no se aprecia de qué modo el resultado del juicio influir á de
manera directa o indirecta en el patrimonio del testigo. Por lo dem ás,
sabido es que no es admisible la tacha de tener el testigo inter és en el juicio,
si no se precisa en qué consiste el interés. Cuestión que tampoco aparece
satisfecha al tenor de la formulación realizada por el articulista.
En consecuencia la tacha deducida en contra del testigo Hern ández
Guzmán, no podrá prosperar.
En cuanto al fondo de la oposici ón:
10 °.- Que, don José Miguel Flores Acuña, abogado en representaci ón
de Scotiabank Chile representada legalmente por su gerente general don
Francisco Sardón de Taboada, continuadora legal del Banco del Desarrollo
solicita se declare la liquidación forzosa de la Asociaci ón Cristiana de
Jóvenes de Concepción representada legalmente por don Guillermo Alex
Pérez Irribarra por la causal contemplada en el art ículo 117 N °1 de la Ley
27.720, con costas, en virtud de lo ya señalado en lo expositivo de esta
sentencia.
11.- Que la ejecutada opuso a la solicitud de liquidaci ón forzosa de
autos las excepciones contempladas en el artículo 464 N° 1, 7 y 17 del
Código de Procedimiento Civil, por los motivos ya expresados en lo
expositivo, solicitando que en definitiva se niegue lugar a la ejecuci ón, con
costas.
12 °.- Que, a objeto de acreditar los fundamentos de su acci ón, la
parte demandante rindió la siguiente prueba:
Documental:
a) Pagaré N°820-1700780-3 del Banco del Desarrollo de fecha 14 de
noviembre de 2007, fs. 23 y 112;
b) Hoja de prolongación de pagaré en cuotas de Operaci ón
N°782017007803 del Banco Scotiabank de fecha 25 de enero de
2012, a fs. 25 y 116;
c) Hoja de prolongación de pagaré en cuotas de Operaci ón
N°782017007803 y Amortización variable del Banco Scotiabank
de fecha 17 de diciembre de 2012, a fs. 26 y 118;
d) Hoja de prolongación de pagaré sin cambio de moneda/tasa fija
de Operación N°782017007803 y Amortización variable del Banco
Scotiabank de fecha 16 de diciembre de 2013, a fs. 28 y 122;
e) Hoja de prolongación de pagaré en cuotas de Operaci ón
N°782017007803 del Banco Scotiabank de fecha 11 de junio de
2015, a fs. 30 y 126;
f) Copia autorizada de Acta de Constitución Directorio periodo
2005-2006 de la Asociación Cristiana de Jóvenes de fecha 6 de
enero de 2006, a fs. 102 y siguientes;
g) Copia autorizada de Acta de Sesión Extraordinaria de Socios
Activos de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepci ón de
fecha 31 de diciembre de 2007, a fs. 109 y siguientes;
13.- Que, a su turno, la parte demandada rindi ó la siguiente
prueba:
Documental:
a) Copia simple de Estatutos de la Asociación Cristiana de Jóvenes,
aprobado en la Asamblea General efectuada el 15 de octubre de
1942;
b) Certificado de dominio vigente del inmueble ubicado en calle
Libertador Bernardo O'Higgins N° 825, Concepción;
c) Copia de Informe pericial de tasación del inmueble ubicado en
calle Libertador Bernardo O'Higgins N° 825, Concepción,
evacuado por doña Victoria Blanco Costa, arquitecta, en causa rol
1408-2006 del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de
Concepción, caratulada: “Pailamilla Catalán, Disidoro con Ymca,
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción;
d) Copia autorizada de escritura pública de Acta de Asamblea
Extraordinaria Socio Basicos de la Asociacion Cristiana de Jovenes
de Concepcion de fecha 18 de Enero de 1995;
e) Copia autorizada de la escritura pública de Acta Reuni ón
Conjunta Directorio y Junta Económica de la Asociación Cristiana
de Jóvenes de Concepción de fecha 18 de Enero de 1995;
f) Copia autorizada de escritura pública de Acta de Constituci ón
Directorio periodo 2005-2006 Asociación Cristiana de J óvenes de
Concepción de la fecha 06 de Enero de 2006;
g) Copia autorizada de escritura pública de Acta de Asamblea
Extraordinaria Socios Básicos 29 de diciembre de 2011 de la
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción de fecha 18 de
Enero de 2012;
h) Copia autorizada de escritura pública de Acta de Asamblea
Extraordinaria Socios Básicos 13 de diciembre de 2012 de la
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción de fecha 8 de
octubre de 2013;
i) Copia autorizada de escritura pública de Acta de Asamblea
Extraordinaria Socios Básicos 30 de diciembre de 2014 de la
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción de fecha 11 de
diciembre de 2015;
j) Copia simple de contrato de trabajo de don Enrique Eduardo
Larraín Otárola, y de sus anexos de fecha 1 de enero de 1976;
Oficios
a) Oficio al Ministerio Publico del Concepción remitiendo copia de la
carpeta investigativa de la causa Rit: 2224-2016, Ruc 1610009056-
6 del Juzgado de Garantía de Concepción;
b) Oficio al Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Concepci ón
trayendo a la vista la causa Rol: 1408-2006 caratulada Pailamilla
Catalán Disidoro con Ymca.
Testimonial:
Consistente en los dichos de los testigos don Andr és Orlando Az ócar
Santos, don Gerardo Esteban Hernández Guzmán y don Alfonso Enrique
Garrido Rojas.
Los testigos don Andrés Orlando Azócar Santos, don Gerardo
Esteban Hernández Guzmán quienes previamente juramentados y
legalmente interrogados, en lo pertinente están contestes en señalar que los
pagarés que sirven de base a la presente solicitud de liquidaci ón forzosa
fueron suscritos por don Enrique Eduardo Larra ín Ot árola quien no ten ía
las facultades para ello, siendo los únicos dotados de dichas facultades el
Presidente, Tesorero, y a falta de este último, el Protesorero del Directorio
de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción.
Sostienen que el señor Larraín no era miembro del Directorio,
ostentando un cargo de administración, dotado de atribuciones s ólo para
agilizar el proceso de funcionamiento de la YMCA, en todo lo que dice
relación con la actividad diaria de la deudora, sin perjuicio de lo anterior
este debía ceñirse a lo establecido en los estatutos.
En segundo lugar coinciden en señalar que la el pagar é venc ía el a ño
2009 por lo que se encuentra prescrito, agregando que se trata de una
deuda originada cuando se construyó el establecimiento donde se ubica la
YMCA, la que se pagaría en cuotas, pag ándose dichas cuotas hasta junio o
julio del año 2015.
Por su parte el testigo don Alfonso Enrique Garrido Rojas sostiene
que el tribunal es incompetente para conocer del presente juicio debido a
que la YMCA es viable, debido a que sus ingresos son mayores que los
gastos, teniendo la capacidad para obtener un nuevo cr édito a 20 a ños con
la finalidad de pagar la deuda cobrada.
Confesional:
Consistente en la absolución efectuada por don Alfredo Gabriel Smith
Ormeño, Gerente de sucursal de Scotiabank quien en lo pertinente declara
que es efectivo que personas vinculadas con la deudora suscribieron con
fecha 14 de noviembre de 2007 en favor del Banco del Desarrollo pagaré
por la suma de 119.108 Unidades de Fomento al igual que son prorrogas de
dicho pagaré los posteriores; y además es efectivo que la constituci ón de
garantías hipotecarias se requiere previamente de un informe legal favorable
de los títulos de las sociedades y de los poderes.
Pericial:
Informe Pericial evacuado por el perito José Eliecer Candia Sol ís,
ordenado custodiar.
Informe Pericial de tasación del perito Felipe Andr és Araneda
Burgos, que corre a fojas 144.
14 °.- Que, de conformidad al artículo 120 N° 2 letra d) en la
audiencia inicial el deudor puede “oponerse a la demanda de Liquidaci ón
Forzosa, en cuyo caso se observarán las disposiciones del P árrafo 3 del
presente título. La oposición del Deudor sólo podrá fundarse en las causales
previstas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil”.
15 °.- Que, en el esquema del proceso de ejecución colectiva de la Ley
20.720, el contradictorio se estructura en términos análogos a los procesos
de cognición o declarativos en que la sentencia definitiva queda como la
última etapa después de las etapas de discusi ón y prueba, por lo que esta
oposición de dicha ley se parece más a una contestación de la demanda que
a una oposición a la ejecución propiamente tal.
Sin embargo debe advertirse, tal como lo enseña el profesor Puga
Vial, la liquidación forzosa es todo un juicio, pero, para respetar el
impropio lenguaje de la ley, no queda más remedio que aplicar la expresi ón
“juicio de oposición” al trámite procesal que se inicia merced a la oposici ón
del deudor a la demanda de ejecución colectiva o liquidaci ón forzosa de un
acreedor, pero siempre haciendo la salvedad que el juicio ya est á iniciado
con la notificación de la demanda concursal del acreedor (Puga Vial, Juan
Esteban. Ob. Cit. p. 308).
16 °.- Que, como se expuso, la oposición del deudor s ólo puede
fundarse en alguna de las excepciones establecidas en el art ículo 464 del
Código de Procedimiento Civil. En la especie el demando articul ó su
defensa en torno a tres de ellas: la incompetencia del Tribunal, la falta de
alguno de los requisitos o condiciones establecido por la leyes para que
dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relaci ón al
demandado y la prescripción de la acción ejecutiva.

En esta perspectiva, y teniendo además en consideraci ón que la causal


de liquidación forzosa invocada por la actora es la prevista en el art ículo
117 N° 1 de la Ley 20.720 “Si cesa en el pago de una obligación que conste
en título ejecutivo con el acreedor solicitante…”, resulta que será el
ejecutado quien debe desvanecer la presunción de autenticidad y de
veracidad que el título supone. Si el ejecutado no rinde probanza suficiente
en apoyo de sus pretensiones, sus excepciones no pueden prosperar y ellas
deben ser rechazadas.

17 °.- Que, en cuanto a la primera excepción opuesta, vale decir, la


incompetencia del tribunal, se debe indicar previamente que esta excepción
es la misma establecida en el j u i c i o ordinario. De modo que para
determinar si el tribunal es o no competente para conocer de la ejecuci ón es
menester recurrir a las reglas generales de la competencia establecidas en el
Código Orgánico de Tribunales. Así entonces, la excepción en estudio
puede referirse tanto a la incompetencia relativa como a la absoluta, ya que
la ley no distingue.

18 °.- Que en doctrina se ha definido a la competencia como “la


esfera de atribuciones establecida por la ley para que cada juez o tribunal
ejerza la facultad de conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las
causas civiles o criminales” o “la esfera, grado o medida establecida por el
legislador para que cada tribunal ejerza la jurisdicci ón ” (Cristian Maturana
Miquel: “Introducción al Derecho Procesal, la Jurisdicción y la Competencia ”. Univ. de
Chile, Facultad de Derecho, Departamento de Derecho Procesal, año 2009, p. 176).

En nuestro derecho el artículo 108 del Código Orgánico de


Tribunales define la competencia como “la facultad que tiene cada juez o
tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la
esfera de sus atribuciones”. Es así como el correlato b ásico de las nociones
referidas en los párrafos precedentes se encuentra en los art ículos 5 º, 7 º y
108 del mencionado cuerpo normativo, en cuanto disponen que la
jurisdicción se distribuye entre los diversos juzgados en consideraci ón a
distintos factores o reglas de competencia –generales y especiales-.
La clasificación básica de competencia distingue entre competencia
absoluta y competencia relativa. La primera busca determinar la jerarqu ía
del tribunal que es competente para conocer de un asunto espec ífico
atendiendo a los elementos de cuantía, materia y fuero; en tanto que la
segunda es aquella que determina qué tribunal, dentro de una jerarqu ía, es
el competente para conocer de un asunto espec ífico en raz ón del territorio.
La diferencia fundamental entre ambos tipos de competencia radica en que
la competencia absoluta atiende a normas de orden público, por lo que es
irrenunciable, sin que pueda aquella ser modificada por la voluntad de las
partes; en cambio, la competencia relativa en primera instancia en asuntos
contenciosos civiles se consagran en normas que miran al inter és particular,
que admiten la renuncia permitiéndose además la prórroga de la misma.

En Chile, la enseñanza tradicional nos indica que los factores para


distribuir el ejercicio de la jurisdicción son cuatro: materia, fuero, cuant ía y
territorio.

Esta tesis ha sido respaldada por la jurisprudencia de los tribunales.


Así, la Corte Suprema ha declarado que "las reglas de competencia se
orientan a determinar cuál será el tribunal competente para conocer de un
asunto determinado, pudiendo reconocerse aquellas de car ácter general,
aplicables a toda clase de materia y tipo de tribunales -de radicaci ón; del
grado o jerarquía; de extensión; de prevención o inexcusabilidad y de
ejecución- y las especiales, que dicen relación con la competencia de los
tribunales que integran el Poder Judicial, pudiendo a su vez distinguirse
entre estas, las relativas a la competencia absoluta, esto es, la cuant ía, la
materia y el fuero personal, y las de competencia relativa, que son aquellas
que tienen por objeto determinar de entre tribunales de una misma
jerarquía o categoría, cuál de ellos será el competente para conocer de un
asunto determinado (Corte Suprema, 9 de diciembre de 2013, Rol N° 9252-2012).

19 °.- Que, establecido como ha quedado el alcance de la excepci ón


de “incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda”
prevista en el N° 1 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil,
resulta que los argumentos dados por la demanda para sustentar dicha
defensa, no dicen relación con los factores de competencia absoluta ni
relativa antes descrito, sino más bien con la legitimidad activa del acreedor
para optar por la acción de liquidación, cuesti ón que no guarda relaci ón
con la excepción en comento.

De este modo, resulta forzoso el rechazo de la excepci ón de


incompetencia del tribunal.

20 °.- Que, la segunda excepción opuesta por el demandado, vale


decir, la falta de alguno de los requisitos o condiciones establecido por las
leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea
con relación al demandado, lo ha sido en tres capítulos.

En el primero de ellos, se argumenta que el pagar é que motiv ó este


proceso de liquidación no fue suscrito por quienes ten ían poder para
hacerlo, hecho que determinaría la inoponibilidad del mismo a la
demandada Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción.

21 °.- Que en la línea propuesta y con miras a resolver el primer


capítulo de esta excepción, es necesario analizar la excepci ón opuesta en
cuanto a los elementos que la constituyen y que hacen posible su
admisibilidad. En ese sentido el artículo 464 del C ódigo de Procedimiento
Civil dispone que la oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se
funde en alguna de las excepciones que singulariza, entre las que se
encuentra su numeral séptimo, consistente en "la falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho t ítulo
tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado".

Esta excepción tiene por objeto controlar la concurrencia de los


requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que la acci ón
ejecutiva pueda prosperar, es decir, debe sostenerse en que el t ítulo que
sirve de fundamento a la ejecución no es ejecutivo, que la obligaci ón no es
actualmente exigible, o bien que la obligaci ón no es l íquida. Un ejemplo de
ello, como lo reseña el Profesor Mario Casarino Viterbo en su Manual de
Derecho Procesal, es que el título que se invoca sea un instrumento privado
no reconocido judicialmente ni mandado tener por reconocido. Lo anterior
ha sido reconocido por la jurisprudencia, en cuanto se ha sostenido que la
excepción dice relación con la ausencia de los requisitos propios del t ítulo
que funda la ejecución, como cuando se persigue el cobro de una obligaci ón
condicional (en este sentido, Corte Suprema, 22 de marzo de 2016, Rol N° 17238-
2015 y 18 de noviembre de 2015, Rol N° 2730-2015).

22 °.- Que del modo en que se ha venido razonando, la referida


excepción ha de sustentarse en situaciones fácticas que se orienten a mermar
el valor o las propiedades del título ejecutivo, con el objeto de acreditar que
aquél carece de la fuerza de la que, al menos, inicialmente aparece dotado.
"Se opondrá esta excepción cada vez que falte alguno de los requisitos para
que proceda la acción ejecutiva, sea porque el t ítulo no re úne todas las
condiciones establecidas por la ley para que se le considere como ejecutivo,
o porque no es actualmente exigible. Esta excepción debe relacionarse, pues,
con todos aquellos preceptos legales que consagran exigencias para que un
título tenga fuerza ejecutiva. Estos preceptos legales, como se comprender á,
son innumerables, dada la diversidad de títulos ejecutivos que la ley crea,
como también la diversidad de condiciones que establece para cada uno de
ellos". (Raúl, Espinosa Fuentes: "Manual de Procedimiento Civil. El Juicio Ejecutivo",
edición actualizada por Cristian Maturana Miquel, Edit. Jurídica de Chile, Santiago,
2003, pp 113 y 114).

23 °.- Que, de acuerdo a la doctrina reseñada precedentemente y en


atención a los términos en que se ha propuesto la excepci ón en estudio,
resulta que las argumentaciones del ejecutado se dirigen a cuestionar
aspectos que dicen relación con la existencia y t érminos del mandato en
cuya virtud se procedió a suscribir el pagarés materia de la liquidaci ón
forzada y el cumplimiento de las obligaciones que de dicho contrato
derivarían, lo que en ningún caso dice relación con la falta de ejecutoriedad
del título fundante, el que presenta todas las condiciones y requisitos que
exige la ley, para gozar de mérito ejecutivo (en este sentido, Corte Suprema, 23
de marzo de 2016, Rol N° 15.914-2015)

Así las cosas, al no decir relación las argumentaciones de la


demandada con una objeción al título mismo y a su carácter ejecutivo, no
podrá prosperar esta excepción en los términos propuestos.

24 °.- Que, sin perjuicio de lo razonado, y para el solo efecto de lo


que se resolverá en relación a las siguientes excepciones, no puede pasarse
por alto el hecho de que por Escritura P ública de 6 de enero de 2006,
incorporada como prueba documental por la parte demandante, aparece
que el Directorio de La Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepci ón
para el periodo dos mil cinco-dos mil seis, quedó constituido por don Jos é
Ríos Veloso, como presidente; don Esteban Jofré Cerda, como
vicepresidente; Edelmira Jaque Lizama, como Secretaria; don Andr és
Azócar Santos, como Prosecretario; don Jaime Mart ínez Morales, como
tesorero; y Gerardo Hernández Guzmán, como protesorero.
A su turno, como directores, don Germán Aguilar Zenteno, don
Ladislao Baksys Podolskaite, doña Ruth Sonia Oppliger Alonso y don
Guillermo Pérez Irribarra.

En dicho acto, se acordó además que el Directorio nominado, por


unanimidad confirió poder especial a los señores Presidente Jos é R íos
Veloso, Tesorero, Jaime Martínez Morales, Protesorero Gerardo Hern ández
Guzmán y Enrique Eduardo Larraín Otárola, Secretario General, para que
actuando conjuntamente dos de ellos y anteponiendo la raz ón social
“Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción”, la representen de
acuerdo a sus estatutos con las más amplias facultades, pudiendo obligarla
en toda clase de actos y ante cualquier persona natural o jur ídica, p ública o
privada, organismos administrativos, servicios de administraci ón p ública,
centralizada o descentralizada, Secretarías Regionales Ministeriales,
Municipalidades, Servicio de Impuestos Internos, Tesorería General de la
República, Bancos, Instituciones Financieras, etc. Y entre las obligaciones
que podrían contraer en su nombre, se estableci ó, “ girar, endosar en
dominio, suscribir, aceptar, reaceptar, renovar, revalidar, anular, cobrar,
descontar, cancelar, prorrogar y protestar letras de cambio, libranzas,
pagarés, instrumentos negociables, documentos bancarios y mercantiles y
cualquier otro efecto de comercio, pudiendo ejercer las acciones que a la
Corporación correspondan respecto a los actos. Asimismo se facult ó para
contratar toda clase de operaciones de crédito con Bancos e instituciones
financieras, bajo cualquier modalidad y en especial las que establece la Ley
18.010.

A su turno, mediante Sesión Extraordinaria de socios activos de 31


de diciembre de 2007, se determinó que cumpliría la funci ón de Presidente
don José Ríos Veloso, Vicepresidente, don Esteban Jofré Cerda, Secretario,
don Andrés Azocar Santos, Prosecretario Guillermo P érez Irribarra,
Tesorero, Jaime Martínez Morales, protesorero, Gerardo Hernández
Guzmán.

Se acordó en esta Sesión ratificar todo lo obrado por el actual


directorio y renovar su mandato para el año 2008 y por el periodo
estatutario.

De este modo, resulta que las suscripciones de los Pagar és materia de


esta acción, fue realizada por don Enrique Larra ín Ot árola y Jos é R íos
Veloso, en virtud de facultades expresamente conferidas por el Directorio,
no resultando entonces atendible el desconocimiento que ahora realiza la
propia demandada, bajo la idea de una eventual vulneraci ón de los
estatutos.

Obligada es, en esta parte, la invocación de la teor ía de los actos


propios, expresada en el latinismo venire contra factum propriam non potest
y conforme con la cual resulta inadmisible una reclamaci ón que se
fundamente en hechos o razones de derecho que contradigan los propios
actos del demandado, esto es, que los basamentos de su reclamo importen
una actitud que esté en contradicción con su anterior conducta, situaci ón
que evidentemente entra en pugna con el derecho. Se persigue as í, al
amparo del principio general de la buena fe, conseguir un m ínimo de
coherencia entre la conducta del sujeto y sus pretensiones judiciales y un
comportamiento consecuente. Lo contrario importaría ofender la confianza
que ha podido despertarse en un tercero en virtud de los actos precedentes.

25 °.- Que, en cuanto al segundo capítulo de la excepci ón en estudio,


fundada en el hecho de no haberse acreditado de manera alguna el pago
del Impuesto de Timbres y Estampillas por parte del ejecutante, deberá
desestimarse toda vez que tanto el pagaré suscrito el 14 de noviembre de
2007, como las sucesivas renovaciones, contemplan una leyenda indicativa
de haberse pagado el impuesto de Timbres y Estampillas por ingreso de
dinero en la Tesorería. En efecto, a pesar que el inciso 1º del artículo 26 del
Decreto Ley N° 3475 -Ley de Timbres y Estampillas- previene que no
tendrán mérito ejecutivo los documentos que sirvan de base a la acci ón,
mientras no se demuestre el pago del impuesto respectivo, el inciso 2 º,
agregado por el artículo 3º, letra e), del Decreto Ley N º 3.581, de 1981,
estableció que esa disposición no es aplicable "respecto de los documentos
cuyo impuesto se paga por ingreso en dinero en Tesorería y que cumplan
con los requisitos que contempla la ley y el Servicio de Impuestos Internos".

Lo acotado demuestra que, en situaciones como la que se analiza,


basta que se emita la leyenda indicativa de que el impuesto
de Timbres y Estampillas ha sido satisfecho mediante ingreso de dinero en
Tesorería, para que no necesite probar el pago del tributo para valerse del
mérito ejecutivo de dichos instrumentos mercantiles. Esto se ve reforzado
con las palabras del Mensaje con que el Presidente de la Rep ública
acompañó el proyecto del Decreto Ley Nº 3.581 que, en su parte
pertinente, dice: "Se modifica el artículo 26 (del Decreto Ley N º 3.475), en
el sentido que no será necesario acreditar el pago de los impuestos de
timbres para hacer valer documentos ante las autoridades administrativas,
municipales o judiciales, ni para que ellos tengan m érito ejecutivo, siempre
que el impuesto se pague mediante ingresos en dinero en Tesorer ía y los
documentos cumplan con los requisitos que establecen la Ley de Timbres y
el Servicio de Impuestos Internos. De esta manera se soluciona el problema
que está presentándose en la actualidad para comprobar, especialmente
ante los Tribunales de Justicia, el pago de estos tributos, lo que es de suyo
engorroso cuando el pago se hace mediante ingresos de dinero en
Tesorería, pues en este caso el ingreso es global, es decir, para un conjunto
de documentos" (en este sentido, Corte Suprema, 8, de septiembre de 2015, Rol N°
5868; 22 de julio de 2015, Rol N° 4412-2015 y 10 de junio de 2015, Rol N° 32.064).
26 °.- Que, en relación al tercer fundamento de la excepci ón de falta
de alguna de los requisitos o condiciones establecidas por las leyes para que
el título tenga fuerza ejecutiva, , fundado en que los pagar és no habr ían
sido suscritos ante notario, habrá de ser desechada, toda vez que de
conformidad con el artículo 434 N° 4 inciso 2º del Código de
Procedimiento Civil, tendrá también mérito ejecutivo, sin necesidad de
reconocimiento previo, el pagaré a la orden respecto del obligado cuya
firma aparezca autorizada por un Notario.
El aludido requerimiento de la ley no va más all á de la letra de su
texto, cuyo sentido es perfectamente claro: exige que la firma sea autorizada
por Notario. Ello se refiere a la autenticidad de la firma del que lo suscribe,
en los términos que indica el artículo 17 inciso segundo del Código Civil,
esto es, el hecho de haber sido realmente suscrito por quien el instrumento
mercantil individualiza haciéndolo, y de la manera que en él se indica, vale
decir, que ese es el nombre y apellido, con rúbrica o sin ella, que una
persona pone en un escrito. Además, el concepto "autorización notarial"
debe ser entendido en su sentido procesal, como palabra t écnica, conforme
al artículo 21 del citado compendio normativo y, desde este punto de vista,
la expresión denota la legalización que pone el escribano, en alguna
escritura o instrumento, de forma que haga fe p ública, esto es, atestando la
verdad de las firmas puestas en él.
El vocablo "autorizar" no supone, necesariamente, la presencia de la
persona cuya rúbrica se autentifica y, por consiguiente, la correcta
interpretación del artículo 434 Nº 4 inciso segundo del C ódigo de
Enjuiciamiento Civil ni siquiera lleva a exigir la comparecencia ante el
Notario del obligado que firma un instrumento mercantil, sea pagar é,
cheque o letra de cambio, bastando al efecto la sola actuaci ón del ministro
de fe autorizante y la circunstancia de que a este último le conste la
autenticidad de la firma que autoriza. Dicha interpretaci ón tambi én resulta
coherente con lo prescrito en el Nº 10 del artículo 401 del Código Org ánico
de Tribunales, de acuerdo con el cual esta es una de las funciones de los
Notarios, autorizar las firmas que se estampen en documentos privados,
sean en su presencia o cuya autenticidad les conste.
Así por lo demás lo ha entendido reiteradamente la jurisprudencia de
nuestros tribunales (Corte Suprema, 26 de octubre de 2015, Rol N° 12.348-2015, 8
de septiembre de 2015, Rol N°5868-2015 y 6 de julio de 2015, Rol N°32.099-2014).
En la situación de autos, consta en los pagar és (en custodia) que el
Notario autorizante dio fe suficiente de la individualidad del suscriptor, lo
que implica que ha atestado de un modo indubitado la verdad de la firma
puesta en esos documentos; razonamientos que conducen necesariamente al
rechazo de la excepción opuesta por el demandado.
27 °.- Que, en cuanto a la tercera excepción opuesta, vale decir, la
prescripción de la acción ejecutiva, el demandado la hace consistir en que el
pagaré invocado por Scotiabank Chile, fue suscrito el 14 de noviembre de
2007 en favor del Banco del Desarrollo por la suma de 119.108 Unidades
de Fomento, suma que debía pagarse en 14 cuotas, venciendo la última el
14 de noviembre de 2009; sin embargo, señala que s ólo el 25 de enero de
2012 se suscribió una hoja de prolongación de dicho pagar é pretendiendo
renovar el pagaré suscrito el 14 de noviembre de 2007, no obstante
encontrase prescrita la acción cambiaria.
28 °.- Que, en atención a lo anterior y para resolver el asunto en
estudio, cabe tener presente los siguientes hechos que aparecen de la prueba
documental ofrecida por el demandante:
a.- El 14 de noviembre de 2007, don Enrique Eduardo Larra ín
Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, en representaci ón de La
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción, suscribieron el Pagar é N °
820-1700780-3 en favor del Banco del Desarrollo, por la suma de 119.108
Unidades de Fomento, por concepto de capital que recibieron en pr éstamo
de dicha institución bancaria en dinero efectivo. Oblig ándose a restituirlos
en 24 cuotas mensuales iguales y sucesivas de UF 630 cada una excepto la
última que sería de UF 116.057,52 las que deb ían pagarse los d ías 14 del
respectivo mes, venciendo la primera de ellas el día 14 de diciembre de
2007 y la ultima el día 14 de noviembre de 2009.
b.- El 25 de enero de 2012, don Enrique Eduardo Larra ín Ot árola y
don José Alejandro Ríos Veloso, en representación de La Asociaci ón
Cristiana de Jóvenes de Concepción, suscribieron un instrumento por medio
del cual renovaron, prorrogaron o reprogramaron el pagar é suscrito el 14
de noviembre de 2007, por la suma de 109.647,0821 Unidades de Fomento.
c.- El 17 de diciembre de 2012, don Enrique Eduardo Larra ín
Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, en representaci ón de La
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción, suscribieron una hoja de
prolongación de pagaré, instrumento por medio del cual modifican y
complementan el pagaré suscrito el 14 de noviembre de 2007, por la suma
de 119.108 Unidades de Fomento.
d.- El 16 de diciembre de 2013, don Enrique Eduardo Larra ín
Otárola y don José Alejandro Ríos Veloso, en representaci ón de La
Asociación Cristiana de Jóvenes de Concepción, suscribieron una hoja de
prolongación de pagaré, instrumento por medio del cual modifican y
complementan el pagaré suscrito el 14 de noviembre de 2007, por la suma
de 119.108 Unidades de Fomento.
e.- El 11 de junio de 2015, don Enrique Eduardo Larra ín Ot árola y
don José Alejandro Ríos Veloso, en representación de La Asociaci ón
Cristiana de Jóvenes de Concepción, suscribieron una hoja de prolongaci ón
de pagaré, instrumento por medio del cual modifican y complementan el
pagaré suscrito el 14 de noviembre de 2007, por la suma de 119.108
Unidades de Fomento.
29 °.- Que la resuscripción de estos títulos de cr édito, mediante las
denominadas "hoja de prolongación pagaré N°...", tienen precisamente por
finalidad mantener la vigencia, validez y eficacia de cada uno de ellos, de
manera que con tal acto no se crea una situación jur ídica nueva sino que se
reanuda la existente, prorrogando el plazo de vigencia primitivo, de lo que
se infiere que no es necesario para poder acordar una renovaci ón de un
pagaré que ella se pacte antes de la llegada del d ía fijado para el cobro,
máxime si después de esa data él continúa subsistiendo mientras no se
cancele o haya transcurrido el plazo de prescripción. En otras palabras, todo
pagaré puede ser renovado desde la fecha de suscripci ón y mientras se
encuentre pendiente el transcurso del plazo de un año de prescripci ón de la
acción cambiaria (artículo 98 de la Ley N° 18.092), dentro del cual las
obligaciones y acciones que emanan de tales documentos, se encuentran
plenamente vigentes.
Al analizar cada uno de los pagarés que fundan la demanda, incluidas
sus renovaciones, se concluye que fueron siempre prorrogadas antes de que
transcurriera el plazo de prescripción de los respectivos títulos, de manera
que no existen impedimentos para las suscripciones de las mentadas
renovaciones de los instrumentos comerciales.
Ahora, en cuanto a la primera de las prórrogas, es decir, la de 25 de
enero de 2012, ella lo fue estando subsistente aun la obligaci ón ordinaria
que emanaba del mutuo; por lo demás, luego de aquella renovaci ón, la
demandada a través de sus representantes realizaron nuevas pr órrogas y en
su mérito efectuaron pagos como reconoce la demandante en su libelo
pretensor, de este modo, admitir que la acción ejecutiva emanada del
pagaré N° 820-1700780-3 se encontraba prescrita, importa un atentado a
sus propios actos, desde que La Asociación Cristiana de J óvenes de
Concepción, a partir del 17 de diciembre de 2012 suscribi ó sucesivas
renovaciones y realizó diversos pagos a las deuda hasta a lo menos el 5 de
junio de 2015.
Expuesta así las cosas, resulta que el titulo ejecutivo no se encuentra
prescrito y amerita el ejercicio de la acción en estudio.
Además, las respectivas hojas de prolongación de cada uno de los
pagarés renovados cuentan con la totalidad de los antecedentes que
permiten entender a qué documento se están refiriendo las resuscripciones,
indicándose además las nuevas condiciones que regirán dicha renovación.
En consecuencia, esta causal de oposición igualmente ser á
desestimada.
30 °.- Que, la restante prueba mencionada en los motivos d écimo
segundo y décimo tercero, en lo no considerado, en nada altera lo que se
viene diciendo y sólo se menciona para los efectos procesales pertinentes.
31 °.- Que, finalmente, cabe señalar que la petici ón subsidiaria de
reorganización, al menos en este estadio procesal, no podrá prosperar, desde
que, de conformidad al inciso segundo del art ículo 128 de la Ley 20.720, la
sentencia definitiva que rechace la oposición del deudor ordenar á su
liquidación en los términos del artículo 129; y por otra parte el art ículo 257
de dicho cuerpo normativo, contempla la posibilidad de terminar el
procedimiento concursal de liquidación por acuerdo de reorganizaci ón
judicial, de manera que siempre queda a salvo a la empresa deudora la
invocación del procedimiento de reorganización.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los art ículos 117, 120,
121, 122, 123, 124, 125, 126, 127, 128 y 129 de la Ley 20.720, art ículo
358, 464 N° 1, 7 y 17 del Código de Procedimiento Civil, se resuelve que:
I.- Se rechaza la alegación de improcedencia del procedimiento de
liquidación forzosa.
II.- Se rechaza, sin costas, la tacha deducida en contra del testigo
Gerardo Esteban Hernández Guzmán.
III.- Se rechazan las excepciones opuestas por el demandado en la
audiencia inicial y que consta en el escrito de oposici ón que corre a fojas
76.
IV.- Se ordena, como consecuencia de lo anteriormente resuelto, la
Liquidación en los términos del artículo 129 de la Ley 20.720.
V.- No se emitirá pronunciamiento en cuanto a la petición de
reorganización empresarial, atendido lo razonado en el motivo trig ésimo
primero.

Anótese y Regístrese
Certifíquese por la Sra. Secretaria Suplente del Tribunal el hecho de
haberse pronunciado la presente sentencia y la asistencia de las partes.

Téngase por notificados de pleno derecho a la parte demandante y


demandada dela dictación de este fallo con el s ólo m érito de la celebraci ón
de esta audiencia.
Dictada por don Carlos Alejandro Hidalgo Mu ñoz , Juez Titular
del Tercer Juzgado Civil de Concepción. Autoriza, do ña Paulina
Berm údez S áenz , Secretaria Suplente

01318867021511

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