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APROVECHAR EL MOMENTO

Karent Julissa López Moriano

Diciembre 2020

Universidad Nacional de Colombia

Lecto- escritura

La crónica
APROVECHAR EL MOMENTO.

“carpe diem”

09 de junio del año 2020 6:30 am, me levanto temprano para ir a traer plátano pintón

con mi abuelo “Nabor Moriano, Agricultor”, agarre la moto de la casa y fui a desayunar donde mi

abuela “Victoria Rosales de Moriano, ama de casa”, al momento entra una llamada de mi señora

Madre y me dice que devuelva la moto que Gilberto, “Mi Padrastro y Soldador de Profesión ” la

necesitaba para ir a echarle gasolina, que tenía que ir hacer un trabajo donde el Sobrino Julio

Moran “ Empresario de Agua Rica en el municipio Ricaurte” que estaba por pasar material por

medio de una tarabita para construir su hogar, hice caso omiso y fui a bajar el primer bulto de

plátano con mi abuelo. Al regresar a casa el cómo siempre con una sonrisa en su rostro me dijo

“casi que no llega no, por ahí lo vi pujando sin poder subir los bultos de plátano”, sonreí y le

entregué la moto. Mas tarde saque la otra moto y salí al pueblo a retirar un paquete de unos

libros que había comprado, luego fui a la oficina de mi mamá “Mery Moriano, secretaria de la

Inspección de Policía de Ricaurte, Nariño”, esperaba a recogerla para ir almorzar, en ese

momento llega una enfermera a poner un denuncio por desnutrición de una niña Venezolana y

mi madre me dijo que la espere que tenía que salir a la registraduría por unos papeles, mientras

estaba en la oficina llega la señora “Rosa Padilla, Administradora de empresas de profesión,

mejor amiga y comadre de mi mamá ” con vos muy agitada y lágrimas en los ojos menciono que

Gilberto había tenido un accidente y se encontraba muy mal que le comentara a mi mamá, salí

corriendo donde ella estaba y fuimos al hospital, desgraciadamente no estuvo ahí, deje a mi

madre en busca de una ambulancia mientras yo sin pensar arranque con mucha velocidad para ir

ayudarlo, en la vereda de San Francisco, Ricaurte Nariño 12:10 aproximadamente, donde se

encontraba trabajando junto a Don Jaime Rosas “Creador de Tarabitas”, al llegar al punto en la
carretera había mucha gente y para llegar donde él estaba había que cruzar un puente y caminar

un kilómetro más adentro, las personas que estaban ahí no me querían dejar cruzar, me decían

que era muy peligroso que podría morir electrocutado, en su momento no me importo y como

pude me escabullí y salí corriendo lo más rápido que pude, llegue donde él estaba, era en la finca

de su madre “Doña Encarnación Solarte, ama de casa”. Lo encontré cerca aun árbol de guamas

tirado en el suelo con la cara morada y con cable de luz alta cerca de su pie izquierdo. Había

muerto electrocutado por templar un cable de tarabita del otro lado de la carretera hacia la

finca, mire a su hermana Marisol Pantoja “Enfermera de profesión” dándole reanimación

cardiopulmonar sola, no lo pensé dos veces y me arroje al suelo a comprimir su pecho ya que

nadie más lo hacía, no podía tan fácil aún tenía pulso, aunque muy débil, pero estaba con vida.

Por largos quince minutos sentía como la impotencia y la frustración me destrozaban el corazón,

le rogué a Dios que no se lo llevara que lo dejara con vida, pero al pasar el tiempo mi ruego fue

inútil. Mire hacia el otro lado y estaba don Jaime Rosas, completamente envuelto por el cable la

tarabita cerca de una mata de chiro, con las manos y pies reventados, lamentablemente él había

muerto mucho antes. Sali completamente destrozado, con el nudo en la garganta de no haber

podido hacer nada, sentí que ya nada tenía sentido, ya que gilberto era el pilar fundamental de

la casa, más que todo psicológicamente, siempre con fue un buen hombre. Ya al regresar

aproximadamente 12:56, no quería saber nada de nadie, solo pensaba en estar solo, iba

caminando muy lento de regreso y al mirar al frente, me fijé que el personal de salud se

acercaba y junto a ellos mi madre, quise detenerla y explicarle que ya había fallecido, al

momento perdió la estabilidad y callo al suelo derramando lágrimas. A la 1:00, sacaron el cuerpo

de Gilberto para llevarlo a urgencias y estando ahí aproximadamente a la 1:30 Falleció,

diagnosticado con paro cardiaco. Nos dejaron entrar a verlo y estaba normal, lo único raro era

en la parte de arriba del pie izquierdo tenía como un raspado y la carita morada. Bien lo decía la
vida es una oportunidad para despertarnos, decirles a nuestros seres queridos que los queremos

y apreciamos se vuelve inminente.

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